EXPERIENCIAS
DE
UN
AUTOR
DE
TEATRO
DE
MASAS
Rodolfo
Soto V.
En
Chile,
dos
veces alaño,
con motivode la
competenciafutbolística,
las
Universidades
de
Chile
y
Católica,
cada vez que sostienen susencuentros,
antesdel
partido efectúan una representación artística que es conocida como"CLA
SICO UNIVERSITARIO".
A través
de
muchos años seha desarrollado
unatécnica
que en este mo mento es necesario analizar por suimportancia
y
porlas
proyecciones que en cierra.Estas
presentaciones nacieron oficialmente en el año1939.
Sencillas,
humorísticas,
basadas
en alusiones ajugadores
del
equipo contrario.Cada
universidad comenzó realizando gimnasia
de
cartones en graderíasy for
mando con variadoscolores,
insignias
ofiguras.
Pasó
eltiempo y
se sintióla
necesidadde bajar
ala
canchay
condiez
odoce
personasdisfrazadas
se siguióhaciendo
alusión al equipo contrario.
Lentamente
estedesarrollo
fue buscando
expresiones másamplias,
de
más contenidoy
comenzaron a surgirtemas
que pretendíaninteresar
atodos
los
espectadores.Dirigentes
y
públicofueron
madurando en esta metamorfosisdel
espectáculo.Actualmente,
alrecordar,
se puede comprobar cómo en una canchade fútbol
sehan hecho
representaciones con milesde
actoresde los
másvariados
temas
que vandesde
comediasmusicales,
hechos
históricos,
extrañas
y
sentimentalesfantasías,
hasta
montajesfolklóricos,
etc.Sin
buscarlo,
los
dirigentes de
estosespectáculos,
descubrieron la difícil
técnica
del
teatro
circulary,
másaún,
del
teatro
de
masas.Cien
mil personas se reúnendos
veces al año.La
primera para contem plar un espectáculototalmente
realizado conluz
natural,
donde
la
entrada a esce nadel
actory
eldecorado
presentan gravesInconvenientes
técnicos, dado
quela
vistade!
espectador está cubriendotodos
los ángulos del
estadio.La
segundavez se efectúa
de
noche,
lo
que posibilita aldirector
el generaruna
atmósferadesreallzada
por eljuego
de luz y
sombra ala
vezque,
técnicamente,
permiteel
ingreso y
salidade
personasy decorados
por zonasintencional
mente obscurecidas,
mientrasla
acción sigue en otroslugares
de la
cancha,
manteniendo una secuenciay
variaciónde
escenas que arrancan aplausos por su grandiosidad.Hablar
de
teatro
o espectáculo circular para cien mil personas quefor
man un anillo
de
ojos entorno
ala
escena,
esquizás,
para quien nohaya
asistido
a estasfunciones,
un poco pretencioso.Se
presentandos
graves problemas: el sonidoy la
visión.El
sonido se entrega grabado por mediode
una red amplia
de
altoparlantes.Esto
da la
garantíade
tener
grabadoscoros,
grandes orquestas,
actores que entreganlos
más variados maticesde
volúmenes,Pero
esta ga rantía provoca eltrabajo
más agotador que consiste entener
cada movimiento en cancha(en
escena)
muy
medido,
precisoy
justo,
pues cuando comenzó el espectáculoy
se apretó elbotón
de la
grabadora,
nadie podrádetenerlo y los
cinco milactores,
máslos
miles quetienen
a su cargo entrary
sacardecorados,
corrientementemuy
grandes,
sabenlos
segundos precisos quetienen
paralle
gary
salirde
un punto.Segundo
grave problema:VISION. Los decorados deben
estarmuy
proporcionados a
la inmensidad
del
escenario(120
m. x80
m.),
y
a pesarde
sertan
grandes,
NO DEBEN
PRESENTAR
DIFICULTADES DE VISION A NINGÚN ES
PECTADOR DEL ESTADIO.
El
Clásico
se caracteriza porque no setrabaja
con un solofrente,
ni sededica la
acción a unadeterminada
secciónde
público.Quien
asiste,
sabe quelas
escenas
le
estarántan
dedicadas
aél
como a cualquier otro sin considerar el valor de
suentrada,
ni su ubicación en el estadio.Para
lograr
este avancetécnico
seha
llegado,
aveces,
cuandola
sutilezadel
tema
lo
requiere,
apresentar,
SIMULTÁNEAMENTE,
cuatro vecesla
mismaescena.
O
sea,
sidoce
personajes reales necesitanhablar
en reducidosespacios,
sedivide la
cancha condecorados
que cruzan endiagonal y dejan habilitados
CUATRO
espaciosy
en cada unode
ellos el argumento sigue sucurso,
sin queel actor pierda contacto con su público más cercano.
O
sea48
actores,
divididos
en cuatro gruposde
12
personas en cadasección,
conla
mismabanda de
sonido entregada porla
amplificaciónúnica,
siguendesarrollando
el argumento sin alejarse
de
SU
público.En
otroscasos,
un solo personajeha
mantenidola
atencióny ha
sidocaptado por
todos
los
espectadores,
debido
a que sus medidas son proporcio nadas ala
escena.Ejemplo:
un gigantescomuñeco,
llamado
Cocoliche,
y
queto
caba un pianode
seis metrosde
teclado
portres
metrosde
altura,
fue hilva
nandohistorias
musicales,
mientras en elinterior
de
su cuerpode
mimbre,
cin co personasmovían,
unos susbrazos,
otros suboca,
los
ojos,
la
cabeza,
entre gándole vida a esteinmenso
muñecode
ocho metrosde
alto,
que sentado en un tabureteiba
recordando alos
hombres
momentos yaidos,
con rondasinfan
tiles,
con cuentosde
tierna
purezay
haciendo
unllamado desesperado y huma
no alos
mayoresy
alos
niños para que no olvidaranlas
cosas sencillasde la
vida,
supieran
valorarlasy
se alejarandel
materialismo que matailusiones. Y
ese muñecode
mimbre,
cartóny
género,
fue
escuchadoy
querido por el público
que encontró enél
un símbolode los
sueñosde
juventud.
Otra
noche,
un muñecode diez
metrosde
alto,
que cobraba vida através
de
muchoshilos
manejadosdesde la
obscuridad,
por veinte muchachosy
quependía
de
una parrillade
metal que sedeslizaba
por un cable que cruzabala
cancha
bajo
el nombrede
PILIN,
hizo
unllamado de
amor,
maravilloso.Habló
directamente
a ese público escondido enlas
sombrasy
les
dijo: "Ustedes... lle
van
ahí,
juntos,
muchos minutos... están sentados codo a codoY NO SE CONO
CEN...
Señores...,
señoras...,
jóvenes...
En
este rincóndel
mundotatuado
conodios, guerras,
dolor
y
egoísmo...,
demos
estanoche...,
por unossegundos,
unejemplo
de
amor...,
miren a quien está a sulado
y
estrechen su mano.No
ten
gan vergüenza
de
mostrar alas
estrellasy
ala luna
que nos mira este gesto quetanto
necesita el mundo".El
muñeco siguióhablando,
pero,
según e¡argumento,
debía
volver a unacaja,
de la
cual podía salirtan
solo unahora
a conversar con una campana quea
las doce de la
nochele
daba
vida.Cuando
estabalanzando
su mensajede
amistad,
queimpresionó
alos
cien milespectadores,
la
campanainsistió
quevolviese a su
lugar,
pues yadebía dar la
unay
a esahora Pllín debería
estaren su
caja,
para que otras noches pudiese volver a vivir.El
muñeco renunció a esederecho y
con voz entrecortadafue
agonizandoy
su cuerpode
trapo
hundiéndose
enla
cancha,
mientras rogaba atodos
que se atreviesen ahacer
el pequeño gestode
estrecharselas
manos.La
campanadio
la
unay Pilín dobló
su cabezay
un estadio entero quedósobrecogido,
en silencio,
varios segundos.Después
al encenderselas luces los
espectadores con nerviosa
y
comprensiva sonrisa se miraban unos aotros,
y
esanoche,
en unestadio,
todos
se sintieron amigos.Pilín
nohabía
muerto en vano.Una
vezfue
unbarco
que enla
cancha avanzó sobre un marfurioso,
hecho
con milesde
metrosde
géneroy bajo los
cualesIban
cientosde
mucha chos moviendo susbrazos,
quedaban la
impresión
de
un mar agitadoy bravio.
El
barco
era un escampavíallamado
YELCHÓ,
que sirvióde
Instrumento
al valorde
marineros chilenos encabezados por el pilotoPardo,
quienes escribieron una página quellena de
orgullo alos
hijos de
este suelo.Ellos
demostraron
elheroís
mo más
bello
a que puede entregarse unhombre;
fueron
a salvar23
vidasaisladas en
los hielos de la
Antártida.
Se
superótodo
problematécnico
y
el público
viomar...,
hielos
que se rompían al pasode la
Yelcho;
montañasde
hielos,
que se oponían al pasode la
embarcacióny
escondían alos
sobrevivientesde
la
expediciónde Shakleton. Toda
esta escena cubríatotalmente
la
cancha,
y
aúnmás,
subía pordeterminada
partede las
graderíasy
llegaba
hasta
el marcadorque cubierto
de blancos
géneros era unIceberg
más.El
público vio undesplie
gue
técnico
insuperable...,
y
VIO
HISTORIA.
Es
asícomo,
con estos espectáculos un públicoha
vibrado,
através
de
años,
conlos
más variadostemas.
Gran
perfección sehan
exigido a sí mismoslos dirigentes.
El
espectadorha
evolucionado más rápido quelas
posibilidadestécnicas
y
económicasy
en este momento ya sehace difícil
producir un equilibrio
entrelo
que el público creelógico
exigiry lo
que es realmente posible entregar
en escena.Todo
este montaje está provocado por elinterés
de
ambasInstituciones
deportivas
que primerodesean
obtener utilidadesy
fríamente
no seimpresio
nan con
los
impactos
teatrales
y
noles
preocupa el que algúndía,
este espectáculo,
que es auténtica creaciónchilena,
único
en elmundo,
medio eficazy
profundo parallegar
ala
masa,
llegue
a estrangularse porla desmedida
propor ciónde
gastosy
de
anhelosde
un público que no quiere comprender que conlos
mediosde
que sedispone
en estepaís,
esdifícil,
muy
difícil,
satisfacer eldeseo de
grandiosidady
belleza
que sedesea
observar en escena.Estos
montajes,
en que participan milesde
actores,
todos
estudiantesque
trabajan
gratuitamente,
con gran sacrificio(ensayan
durante
meses,
día
tras
día),
requieren gastoscomo,
porejemplo,
el vestuariode
milesde
extras,
decorados
gigantes,
la
participaciónde
profesionales que consagran meses a supreparación,
tales
como:escenógrafos,
coreógrafos,
compositoresmusicales,
orquestas,
coros,
solistas,
actores;
costureras,
pintores,
tramoyistas,
carpinteros,
electricistas,
dirigentes
especializados endirigir
milesde
muchachos que notie
nen ningún conocimientoteatral
y
cuyoúnico
capital es el entusiasmo.Es
una ma quinariahumana
y
profesional que seha
¡do
perfeccionando conlos
añosy
ante un público que exige con cariñoy
orgullo que se supere cada vez más.En
los
primeros añostodos trabajaban
gratis(dirigentes
y
actores)
y
el espectadorsonreía con cualquiera cosa.
Ahora,
todo
esdiferente. Querer
volver alo
antiguo es un sueño sólo aceptable en unfanático del
ayer.Se
puedehacer,
pero el público nolo
aceptaría.Este
muchachode
26
años,
llamado Clásico
Universi
tario,
no puede volver a usar pantalón corto.Y
ya quehemos dicho
que este muchachotiene
26
años,
nos puede resultar
lógico
el quehubiese
sidoinvitado
alos
Estados Unidos
a mostrarlo
que sabehacer.
En
un estadiode
béisbol,
con capacidad para65
milespectadores,
la
tar
de del
7
de
Noviembre
de
1965,
el público norteamericano pudo observary
aplaudir,
una expresión artística quehabía
nacido en el surde
América. Los
téc
nicos,
directores y
artistasde
Hollywood,
que antesde la
función,
al conocerteó
ricamente el modode trabajo, dudaban
quefuese
posible en un escenario abierto,
entregar unargumento,
mover grandes masasde
actores,
cambiardecora
dos,
etc.,
reconocieron quehabía
unatécnica
depurada,
que era posible el entre gar una secuenciaargumental,
que salía grato ala
vista el movimiento armó nicode los
etxras,
que no molestaba el quetodo
estuviesegrabado,
dado
quetodo
encajaba perfectamentey
quela distancia
entre actory
público noaltera-raban
la
vibracióny
el entendimiento quedebe
existir entre el que actúay
el que recibe.Cuando
todo
esto quedó enclaro,
alfinalizar la función
y
escucharlos
aplausos
y
felicitaciones,
toda
una generaciónde
muchachosy muchachas,
que en un rinconcito,llamado
Chile,
habían
entregadohoras,
días
y años,
sueños eilusiones
a untrabajo
nuevo enespectáculo,
nuevo entodo
elmundo,
estabanrecibiendo
la
consagración a sus esfuerzos en ellugar
que esla fuente y
capitalde los
espectáculos.Triunfar
enHollywood,
con algo nacidoy
creado enChile,
era obtener el máximo galardón
del
triunfo.
Por
esohemos dedicado
estaslíneas
a estetrabajo
artístico que necesita
apoyoy facilidades
para superfeccionamiento;
que necesita quelos
técnicos
que
han
brotado,
primitivamente,
en mediode
estetrabajo,
reciban ayuday fa
cilidades parair
al extranjeroy
perfeccionar sus conocimientos.Así
comoestán,
con sus propios mediosde
aprendizaje,
con elúnico
respaldode
suImaginación
y
perseverancia,
han
salido al extranjeroy han ENSEÑADO.
Hay
coreógrafos, escenógrafos,
directores
que con una escasa ayuda enbecas,
viajesbreves,
facilidades
parala
comprade
libros,
podrían multiplicar su capacidady
rendimiento,
para regocijodel
público chilenoy
para agregar un avance alos
espectáculosde
otrastierras.
Es
teatro
de
masas,
elteatro
que necesita nuestraépoca,
nuestros pueblos,
y
endonde,
como yahemos
dicho,
se puedehacer
vibrar con músicay
bailes
a milesde
espectadores;
endonde
se puede enseñarhistoria;
endonde
miles
y
milesde
personas pueden recibir un mensajede
amor ode
pazy donde
milesy
milesde
obreros, empleados,
filósofos,
niños,
gobernantes,
universitarios,
lustrabotas,, ven,
sienteny
entienden.Hemos
creadoteatro
para unaNación,
y
todos
pueden verloy
escucharlo en el mismo
instante
en que seestrena,
y
porello,
creemosde
justicia
el apoyoy
estímulode la
tierra
quelo
vio nacer.Cuando
seinsiste
en que seha logrado
un medioteatral
de Interesar
agrandes masas
de
espectadores,
a milesde
actores que con cariñoy dedicación
ensayandurante
semanas,
gratuitamente,
los
diversos
movimientosde
gruposy
de
grandesdecorados...,
podríaparecer,
para quien nohaya
vibrado con estatiesta,
quetodos
estos argumentos sonexagerados...,
perobasta
tan
sólo recordar
elúltimo Clásico
nocturno presentado afines del
mesde
Enero
de
1965,
cuando
las
entradas al estadio estaban agotadas semanas antesy
el conseguir una erafrancamente
una proeza.Hubo
casi cien milpersonas,
apretujadas entor
no ala
cancha enlas
diferentes
aposentadurías,
y
no menosde 500
miljuntos
a receptores
de
televisión,
y
gran partede Chile
junto
alas
radios...Debemos
aceptar como algocierto,
que esta clasede
espectáculosha
llegado
al corazónde
un puebloy
que si sirveaquí,
en este rincóndel
mundo,
su
técnica,
susmensajes,
su valorteatral
y
argumental pueden servir aotros,
co mosirvió,
porejemplo,
el argumento presentado en este nocturno quellevó
alos
espectadoresy
oyentes al año2100 y
esaépoca los hizo
viviry PENSAR.
Todo
comenzaba con una reuniónde
altas autoridades queformaban
el gobierno
único del
mundo.La
tierra,
según elargumento,
ya no estabadividida
porfronteras,
nilos hombres
agitabanbanderas
de
colores quedefinen
terrenos,
sentimientosy
pasiones.Se
había logrado
algo superior.Los
hombres
sehabían
unido sin mirarsela
piely
vivían en paz.El
Consejo,
al comenzarla
acción enla
cancha,
sehabía
reunido en pleno para condecorar a un valiente astronautaque,
através
de desconocidas
galaxias,
viajó con su nave paradescubrir
unplaneta...,
y
se escuchabala
vozdel
Presidente
del Consejo
quedecía
a esteColón del futuro:
■—
Has
vuelto...y
has
enriquecido nuestros mapas.Ampliaste
ellímite
de
nuestras conquistasy
has
vueltotrayendo
entretus
manos una nueva sustancia que nos servirá para
hacer lápices de
colores...El
astronauta es condecorado.Se
retirade
escenay
en eseinmenso
salón unode los
concejales pidela
palabray
elfondo
de
sutexto
habla
más o menos así:—¿Hasta cuándo seguimos en esta
locura de derroche? No
sigamos arries gandola
vidade
nuestros astronautas.No
despilfarremos fortunas
por encontrar sustancias parahacer lápices de
colores.Volvamos
los
ojos ala
tierra
y
entre guemos nuestro esfuerzo en procurar el progreso atodos
los
hombres,
endarles
elbienestar,
la
cultura,
la
alegríade
vivir,
que,
esjusto
pensar,
se merecen a esta alturade la historia.
Hagamos
volver ala
tierra
alos
milesde
sabios que estándistribuidos
en milesde
planetas para que entreguenla
medicinay
el progreso que millonesde hombres
esperan con ansias.No
sigamosfinanciando
viajecitosheroicos
através
de las
estrellas.Grandes
aplausos premiaron alConcejal.
Otro
pidióla
palabray
res pondió:—
Son
muchas
las
voces que conlas
mismas palabras sehan
elevadodurante
añosy
años paradetener la
carreraloca y derrochadora de los
viajesinterplanetarios. Pero
yo quisiera recordar atodos
los Concejales
unhecho
que nos ayudó a viviry
que ocurrió entrelos
años1970 y 1975.
Los
años más críticos
de
la
historia,
cuando el mundo estabadividido
endos
naciones que sefue
ron adueñandode los hombres y de la tierra;
cuando eltener
bombas
atómicas,
era el
tener
la
razón;
cuandolos
hombres
estabantensos, día
tras
día,
hora
tras
hora,
esperando elhorrible
comienzode
una guerra que envolveríay destro
zaríatodos
los
continentes...Un
día...
entre esosdías,
elhombre llegó
ala luna...
y
cuando sesupo,
la
tierra
enteradio
un suspirogigantesco...,
elfusil
cayóde
las
manosdel hombre
y
levantó
sus ojos alcielo...,
llenos de
asombroy
de
esperanzas...,
y
fueron
millonesy
millonesy
milloneslos
ojos que miraron al cielo.Y
cuentanlos hombres
quehabían llegado hasta la
luna,
quedesde
allí vieronla
tierra
quebrillaba y
parpadeaba.Eran
los
ojosde las
mujeres,
ancianos,
jóve
nes,
de los
negros, amarillos, rublos, morenos,
que estaban viendo cómo el mundo,
estabolita
de
tierra
que gira en elespacio,
sereducía,
ante el espacio gigantesco
que comenzaba a ser conquistado...Y
así vimos quelos hombres
corrieron abotar
las
fronteras,
parahacer del
mundola
patriade
todos.
Los
hombres
quellegaron
ala
luna,
nuncadijeron:
somosde
tal
país;
respondierontan
solo:SOMOS
DE
LA TIERRA.
—
Se
dice
también
—señoresConcejales
—que es absurdo que nuestros
sabios estén en estos
días
escondidos entrelas
estrellas,
en sus carísimoslabora
arriesga-ban la
vida enla
cazade
sus alimentos.Entre
elloshabía hombrecitos
qué núles
gustabala
guerray
no servían para cazar.La
tribu
los
veía,
solosy
siemprepensativos...
Un
día
unode
ellos...,
les habló y les
enseñó unos signos.LES EN
SEÑO
A ESCRIBIR. Y
otrotiempo
después
unode
estossabios, tan
caros parala tribu..., les
enseñó a usarla
rueda...,
y la historia dio
un saltode
siglos.Deje
mos que nuestrossabios...,
lejos y
solos enlos
cielos sigan estudiandoy
experimentando
y
alo
mejor,
cualquierdía,
baja
unode
ellosy
nostrae
una nuevarueda
y la
vidadel hombre
será másfeliz.
He
citado,
brevemente,
elfondo del
argumento,
que en esaescena,
sedio
a milesde
espectadores.Hubo
mástexto,
las ideas
quedaron clarasy fue
Interesante
observar,
cómo eseClásico
provocó un revuelode
opinionesIntere
santes que nacían más allá
de
partidismos.Todos
opinaron pensando en una posición
futurista.
Quienes
estamos en estetrabajo,
pudimosobservar, entonces,
que con este espectáculo
(que luego
tuvo
escenasde
cohetes que cruzaban el espacio
de
mundosextraños,
con caprichosas vegetaciones realizadas en plásticoy
cubriendola
canchade
un planeta endonde los
Robots
habían desplazado
al serhumano,
y
todo
erafruto de laboratorio
construido sobre elmarcador,
osea,
la
torre
del
Estadio,
cubiertade
milesde
metrosde
génerosde
colores,
endon
de
se producía una explosión que cual volcán arrasaba contodo
lo
quehabía
en
la
canchade
ese mundode
Robots
y del
cualhuían los
astronautas en uncohete
de
18
metrosde
altura),
hemos
llegado
ala
conclusiónde
que connuestro
último
estreno,
habíamos
logrado,
ademásde
entretener...,
hacer
pen sar a milesde
personasy hacerlas
vibrar contemas
de
actualidad.Y
he
ahídonde
creo quedebe
estarla
próxima ruta aseguir,
enlos CLASICOS UNIVER
SITARIOS.
Sin
descuidar la
parteESPECTÁCULO,
las Universidades
tienen
la
obligación
de
usar este medio paradifundir
¡deas,
paradespertar la
inquietud
poruna
Verdad
entodo
un pueblo.RODOLFO
SOTO
VENEGAS
Director
de
los Clásicos Universitarios.
Dirigió
por primera vezla
"barra"
de
Universidad
Cató
lica
en1955.
Posteriormente
contrató sus serviciosla
Universi
dad de Chile
en1960. El último Clásico
estuvobajo
su exclusiva