• No se han encontrado resultados

Visita agendada do profissional de enfermagem a idosos em seu domicílio: prevenção ou tratamento?

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2021

Share "Visita agendada do profissional de enfermagem a idosos em seu domicílio: prevenção ou tratamento?"

Copied!
8
0
0

Texto completo

(1)

Artículo Original

Copyright © 2015 Revista Latino-Americana de Enfermagem Este es un artículo de acceso abierto distribuido bajo los términos de la Licencia Creative Commons Reconocimiento-No Comercial (CC BY-NC). Esta licencia permite a otros distribuir, remezclar, retocar, y crear a partir de tu obra de modo no comercial, y a pesar de que sus nuevas obras deben siempre mencionarte y mantenerse sin fines comerciales, no están obligados a licenciar sus obras derivadas bajo las mismas condiciones. Correspondencia:

Caridad Dios-Guerra

Universidad de Córdoba. Facultad de Medicina y Enfermería Departamento de Enfermería

14004, Córdoba, Andalucía, España E-mail: cdios@uco.es

1 Artículo parte de la tesis de doctorado “Estudio del efecto de la visita domiciliaria programada y protocolizada de la enfermera de Atención

Primaria en la morbilidad en pacientes de 65 o más años pluripatológicos”, presentada en la Universidad de Córdoba, Córdoba, Andalucía, España.

2 MSc, Profesor Asociado, Departamento de Enfermería, Facultad de Medicina y Enfermería, Universidad de Córdoba, Córdoba, Andalucía,

España.

3 MSc, Enfermero, Hospital Infanta Luisa, Sevilla, Andalucía, España.

4 PhD, Enfermera, UGC Santa Rosa, Servicio Andaluz de Salud, Córdoba, Andalucía, España.

5 MSc, Profesor Auxiliar, Departamento de Estadística, Universidad de Córdoba, Córdoba, Andalucía, España. 6 PhD, Profesor Titular, Departamento de Enfermería, Universidad de Córdoba, Córdoba, Andalucía, España.

La visita programada del profesional en enfermería a las personas

mayores en su domicilio ¿Prevención o Tratamiento?

1

Caridad Dios-Guerra

2

Juan Manuel Carmona-Torres

3

África Ruíz-Gándara

4

Adoración Muñoz-Alonso

5

María-Aurora Rodríguez-Borrego

6

Objetivos: conocer la repercusión de la visita domiciliaria de los profesionales en enfermería a personas de 65 años o más, pluripatológicas, en morbimortalidad. Método: estudio retrospectivo caso-control por auditoria de historias clínicas. Muestreo aleatorio. Variables principales morbilidad, mortalidad; descriptivas: visitas de la enfermera, filiación, datos clínicos y socio sanitarios. Análisis por medidas de tendencia central, dispersión, posición, tabulación, frecuencias

relativas, absolutas; no paramétricas, contrastes χ2; Wilcoxon-Mann-Whitney. Resultados: se

estudiaron a 1743 pacientes, de ellos 199 recibieron visita domiciliaria; la edad media de quien recibe visita es de 81,99 años; estos presentan mayor número de patologías de media 3,76; habitan en domicilio particular, si bien en conjunto presentan más institucionalización que los controles; el 50% no tiene identificado el Cuidador Principal; es mayor el número de visitas de las enfermeras a los pacientes que viven en residencias (p < 0,001). El 50% de casos no tiene plan de cuidados, con relación significativa (p < 0,001). No existen diferencias significativas en tiempo de vida entre los casos y los controles. Conclusión: la visita domiciliaria del profesional en enfermería no repercute en la morbimortalidad; visita a los pacientes cuando ya ha aparecido el problema de salud, no hay datos de prevención.

Descriptores: Visita Domiciliaria; Enfermedad; Enfermera; Morbilidad; Mortalidad. Rev. Latino-Am. Enfermagem

mayo.-jun. 2015;23(3):535-42 DOI: 10.1590/0104-1169.0338.2585 www.eerp.usp.br/rlae

(2)

Rev. Latino-Am. Enfermagem mayo-jun. 2015;23(3):535-42.

Introducción

La población que se encuentra en la franja etaria comprendida entre (65 años y más) están aumentando

de manera significativa y entre estos los muy mayores

(80 años y más) son un colectivo que va aumentando.

Como así queda reflejado en el Índice Global del

envejecimiento 2014, informe en profundidad,

recientemente publicado(1). En concreto en España, el 16% de la población supera los 65 años y los más mayores suponen casi el 25% del total de mayores; si se mantienen las actuales tasas de mortalidad este último grupo supondrá a mediados de siglo cerca del 30% del conjunto de los mayores de 65 años(2). Entre los problemas derivados del creciente envejecimiento de la

población destacan los relacionados con las dificultades

de los sistemas sanitarios para hacer frente al aumento

de las necesidades de la población anciana, dificultades que no influyen solamente en el incremento de los costes

de la atención, sino que afectan también a la capacidad organizativa de los distintos niveles asistenciales. Los Equipos de Atención Primaria y/o Comunitaria, y en especial los profesionales en enfermería que forman parte de los mismos, constituyen una de las fortalezas del sistema para llevar a cabo intervenciones que satisfagan las demandas mencionadas, fundamentalmente de los ciudadanos dependientes, con una situación de salud que genera fragilidad y que viven en sus domicilios; así como las demandas de las familias que los cuidan, que precisan de expertos que les ayuden en la

planificación y administración de los cuidados(3-4). El

perfil epidemiológico común de las personas mayores

que requieren atención domiciliaria es: pluripatológicas (más de dos procesos crónicos), polimedicadas, frágiles o alto grado de invalidez, dependientes de cuidadores informales o formales, demandantes de asistencia sanitaria y en especial de cuidados, que cuando se trata de personas de edad más avanzada o con presencia de limitaciones funcionales y/o cognitivas, se prestan en el domicilio o instituciones por el personal de enfermería de Atención Primaria y/o Comunitaria(5-6). Una revisión sistemática(7) sobre la efectividad de diferentes modelos

de atención en pacientes con insuficiencia cardiaca,

concluyó que los reingresos hospitalarios de este tipo

de población son significativamente inferiores en los tres meses siguientes, cuando existe un alta planificada y unas intervenciones específicas tanto en atención

domiciliaria como en atención ambulatoria en clínicas

guiadas por enfermeras, y hace énfasis en la figura de

los profesionales en enfermería con nuevos roles, en

un enfoque domiciliario y multidisciplinar, el seguimiento telefónico estructurado, la ayuda, soporte a cuidadoras, familiares y la garantía de continuidad asistencial

mediante la creación de vías clínicas específicas. En

cuanto a la utilización del servicio de urgencias por la población de mayores(8-9) los datos son variados en base a entornos diversos, culturas y /o causas, no obstante es considerable, al girar en torno a un 30%. Ante la complejidad y la variedad de vertientes de la situación someramente expuesta previamente, el equipo de investigación se preguntó sobre la labor de los profesionales en enfermería en la comunidad y su repercusión en la salud de la ciudadanía, planteando un estudio con el objetivo de conocer la repercusión de la visita Programada de los profesionales, que trabajan en los servicios de Atención Primaria/Comunitaria, a las personas de 65 años o más, pluripatológicas, en el propio domicilio del mayor o en los centros residenciales de mayores (en el caso de las personas institucionalizadas), en la morbimortalidad de la población atendida.

Método

Estudio retrospectivo, tipo caso-control. Los sujetos de estudio fueron pacientes de 65 o más años usuarios del Sistema Andaluz de Salud (SAS), pertenecientes al Distrito Sanitario Córdoba-Guadalquivir (formado por 13 centros de salud urbanos, 6 periurbanos y 24 rurales), siendo un total de 76.452 pacientes. Los criterios de inclusión para ambos grupos fueron: tener 65 o más años y diagnóstico de 2 o más enfermedades crónicas a partir del 1 de enero de 2013, personas integradas

en el área de influencia del distrito mencionado y

subsidiarias de recibir asistencia en domicilio (la casa del paciente o centro residencial) por parte del profesional en enfermería de su centro de salud de referencia. Constituyeron el grupo casos los pacientes que recibieron visitas programadas con una medida de 6 visitas o más al año(5) (con base en el estudio de revisión Visita domiciliaria programada de enfermería a

persona mayores de 65 años, publicado por el Ministerio

de Sanidad y Consumo Español en 2002) en su domicilio por parte del profesional en enfermería , siendo grupo

control los pacientes que recibieron la atención

domiciliaria del profesional a demanda del paciente (5 o menos visitas al año). Para el cálculo del tamaño muestral se tomó como referencia la variable resultado principal: porcentaje de pacientes fallecidos a los 18 meses de seguimiento (tasa de mortalidad); basándose en los resultados obtenidos en un ensayo clínico sobre

(3)

visita domiciliaria programada a población mayor frágil(10). Se utilizó el programa EPIDAT 3.1 (Cálculo del tamaño muestral para la estimación del Riesgo Relativo) asumiendo los siguientes criterios: riesgo en expuestos (intervención a testar) 14% de mortalidad; riesgo en no expuestos (intervención habitual) 18% de mortalidad; Riesgo Relativo esperado: 0,778. Razón Grupo Control

por Grupo Caso 1:1. Nivel de confianza: 95%, y para una

precisión relativa del 80% el tamaño muestral resultante fue de 826 sujetos por grupo, se estimó una tasa de

no respuesta del 10%. N final= N previa [1/(1-R)]=826 [1/(1-0,10)]= 918 sujetos/grupo. Muestra total: 1.836.

Los pacientes mayores de 64 años en las dos áreas que conforman el distrito Córdoba-Guadalquivir son 76.452. Área Córdoba (capital): 53.898 (70,50% de 76.452) 1294. Área Guadalquivir (provincia): 22.554 (29,50% de 76.452) 542 mayores. Posteriormente se plantearon dos secuencias de pacientes aleatorios que formaron parte de la muestra. Las fuentes de datos fueron las Bases de Datos de los Distritos Sanitarios Referenciados y la Historia Clínica Digitalizada (DIRAYA), es en esta última se encuentran las herramientas clinimétricas habituales para la actividad profesional enfermera: cuestionarios validados de valoración funcional (Barthel) (11) y (Lawton y Brody)(12); cognitiva (Test de Pfeiffer) (13); de riesgo de Ulceras Por Presión (Norton)(14), de riesgo de caídas (Riesgo de caídas múltiples)(15) y el cuestionario de valoración de Necesidades Básicas según Virginia Henderson, modelo de elección en el Distrito estudiado. Las variables principales fueron la morbilidad y mortalidad; y las variables descriptivas: el número de visitas domiciliarias del profesional en enfermería y

los datos sociodemográficos, clínico asistenciales y socio

sanitarios del paciente. El procedimiento de recogida de datos fue por auditoria de las historias clínicas de los pacientes seleccionados mediante el muestreo señalado; se realizó de mayo a septiembre de 2013; la información recogida de la historia se limitaba a un año antes del momento de la auditoria. Para el análisis de los datos se utilizaron los paquetes estadísticos SPSS 15, se realizaron análisis descriptivos: medidas de tendencia central, dispersión y posición en las variables cuantitativas de interés; tabulación y cálculo de frecuencias relativas y absolutas en las cualitativas. En el análisis de inferencia estadística se utilizaron: técnicas no paramétricas diferenciando entre casos y controles y test de comparación de proporciones

mediante contrastes χ2. En lo que se refiere a las

variables cuantitativas, se realizaron comparaciones

de medias, utilizando contrastes de

Wilcoxon-Mann-Whitney en todas aquellas variables que se consideraron

relevantes. Los análisis de las variables resultado (mortalidad, morbilidad) se cruzaron con las variables

sociodemográficas y otras variables independientes o

pronosticas de interés recogidas en el estudio; para lo que se aplicó la prueba c2 de Pearson o test exacto de Fisher, junto con tablas de contingencia a las que se les han calculado las frecuencias relativas conjuntas de cada cruce de modalidades. Todos los contrastes usados

fueron bilaterales a un nivel de confianza del 95%. Por su

parte, la presente investigación recibió informe favorable del Comité de Ética de la Investigación de la Provincia de Córdoba y en todo caso se ha respetado la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.

Resultados

La exposición de los resultados en el presente apartado se realiza en dos bloques explicativos, el primero que parte del conjunto de la muestra (1743), comparando pacientes en atención domiciliaria del profesional en enfermería y sin ella (199-1544), y un segundo bloque compuesto por los pacientes que reciben visita domiciliaria del profesional 197 casos

y controles 1546, viendo las diferencias. De los 1836

pacientes obtenidos en el muestreo, 93 se desestimaron por no presentar registros en la historia clínica en el periodo de estudio, quedando 1743 pacientes como

muestra final (N); de ellos 1546 no recibieron visita de

la enfermera en domicilio y 199 sí. Del total (N 1743), 1050 fueron mujeres (60,2%) y 693 hombres (39,8%). Por su parte la edad media de las personas que reciben visita de la enfermera es de 81,99 (ET 0,539) frente a 74,87 (ET 0,183) de los que no la reciben, siendo 82,82 años (ET 0,611) para las mujeres y 79,91 (ET 1,06) para los hombres. Con respecto a la edad, la de los casos es superior a los controles con una media de 82,89 frente a 74,76 (ET 0,541-0,179 respectivamente). Se observa que hay diferencia entre hombres y mujeres incluidos en la atención domiciliaria, siendo mayor la de las mujeres (82,82). En la Tabla 1 se describe la morbilidad en cuanto a enfermedades crónicas más prevalentes. La media de patologías es de 2,92 (DT 1,449) siendo las personas con 3 ó más patologías las que presentan mayor porcentaje (27,8%), seguidas de las que tienen 2 (24,8%) y 4 (18,5%). En media, las mujeres presentan más patología que los hombres 3,01 y 2,78 respectivamente (ET 0,0045). Los pacientes que reciben visita de la Enfermera son los que presentan mayor

(4)

Rev. Latino-Am. Enfermagem mayo-jun. 2015;23(3):535-42.

número de patologías, con una media 3,76 (ET 0,107), frente al 2,81 de los que no reciben este servicio.

Con relación a la ingesta de fármacos, un 90,5% de los pacientes toma medicación (55,4% de mujeres y 35,2% hombres). En media, las mujeres consumen más fármacos que los hombres 6,88 (ET 0,119); y al comparar el consumo que se hace de fármacos entre pacientes que reciben visita domiciliaria y los que no, la media de consumo es mayor en los primeros 8,42 (ET 0,269). Los casos consumen más fármacos (en número) que los controles (p < 0,001) con una media de 8,79 frente a 6,31 (DT 3,65-3,54 respectivamente). De las 1.743 personas estudiadas, 199 reciben visitas de la enfermera lo que supone un 11,4% del total (8,1%mujeres y 3.3% hombres). Con relación a los recursos sociosanitarios, de forma general en el estudio que aquí se presenta, es bajo el número de registros al respecto, lo que no permite inferir su no utilización; exceptola ayuda a la dependencia que, en los pacientes que reciben visita domiciliaria lo solicitan el 45,7%; frente a los datos del total de la muestra (ver Tabla 2).

En cuanto al lugar de residencia habitual (domicilio particular o residencia de personas mayores) el 96,6% de los pacientes habitan en su casa o domicilio particular (por sexos, las mujeres un 57,8% y los hombres un 38,7%), en residencia un 3,2% (2,2% son mujeres); la edad media es 82 (DT 7,4) para el domicilio habitual frente al 82,121 para los que residen en residencia (DT 8,91); la presencia en el domicilio del Cuidador Principal

(C. PPal) no está identificada en un 52,8% de pacientes

que reciben la visita domiciliaria, ver Tabla 3, siendo la media de edad mayor en los pacientes que tienen

identificado el cuidador principal (p < 0.001).

Con respecto a la relación del número de visitas de enfermería y cuidador Principal, los datos indican

que existen diferencias significativas (p <0,001),

siendo más frecuentes las visitas al paciente cuando

el cuidador principal está identificado, que cuando no está identificado. La media de visitas de la enfermera

es de 2,44 (DT 12,479) a los pacientes que viven en su casa y de 4,75 (DT 5,148) a los que residen en las residencias de personas mayores en zonas rurales; siendo de 2,95 (DT 19,67) y 6,08 (DT 11,28) en zona urbana. Tanto en la zona rural como en la zona urbana existe un mayor número de visitas de las enfermeras a los pacientes en residencias que a los que viven en su domicilio (p <0,001). Con relación a los documentos

específicos de valoración (herramientas clinimétricas),

el 70% no tiene Barthel, el 85,4% no tiene el test de Pfeiffer, el 95,6% no tiene Salwton, el 93,1% no tiene Norton, el 94,6% no tiene el test de caídas y el 73,8% no tiene registrada la valoración con el modelo de cuidados de Virginia Henderson; por su parte el 81,7 % no tiene registrado el plan de Cuidados de Enfermería. Del total de pacientes (N 1743) el 11% tiene Valoración de necesidades y Plan de Cuidados. Cuando se analizan estas variables en pacientes exclusivos que reciben visita domiciliara por parte de la enfermera (N199), la media de cuestionarios realizados es de 2.12 (DT 1,39), el de Barthel con un 75,4% es el más frecuente, seguido del de Pfeiffer con un 44,2% y el de Norton con un 33.2%. El 40.7% de pacientes tienen registrado en su historia clínica la valoración y plan de cuidados, el 20.6% no tienen ni valoración ni Plan de Cuidados; el 33.7% tienen valoración pero no Plan de Cuidados; y el 5.0% no tienen ni valoración pero si Plan de Cuidados. En lo que a los casos y controles se refiere, el 45,7%

de los casos tiene plan de cuidados, y el 8,6% de los

controles; existiendo relación significativa entre tener

plan o no y estar incluidos en la atención domiciliaria (p < 0,001). Por su parte existen diferencias en cuanto al número de patologías, el uso de recursos y la realización de cuestionarios, siendo el grupo de los casos el que presenta valores más altos en estas variables frente al grupo control (Tabla 4).

Tabla 1 - Patologías Crónicas en el total de la muestra (n=1743). Córdoba, CAA, España, 2014

Patología N pacientes Porcentaje Hombres % Mujeres % Diferencia por sexo

Cardiovascular 1392 79.9 31.0 48.9 No Respiratoria 333 19.1 10.0 9.1 Si (H) Osteomuscular 894 48.7 12.6 36.1 Si(M) Digestiva 379 21.7 7.9 13.9 No Metabólica 607 34.8 13.1 21.7 No Urinaria 391 22.4 10.8 11.6 Si(H) Neurológica 163 9.4 3.8 5.5 No Mental 260 14.9 3.4 11.5 Si(M) Tumoral 194 11.1 6.6 4.5 Si(H) Otras patologías 523 30.0 11.4 18.6 No

(5)

Tabla 2 - Solicitud de ayuda a la dependencia según sexo y entorno en toda la muestra (n=1743). Córdoba, CAA,

España, 2014

Localidad Hombre Sexo Mujer Total

Rural Solicitud prestación No Recuento 212 247 459

% del total 41,5% 48,3% 89,8%

Sí Recuento 12 40 52

% del total 2,3% 7,8% 10,2%

Total Recuento 224 287 511

% del total 43,8% 56,2% 100,%

Urbano Solicitud prestación No Recuento 418 618 1036

% del total 33,9% 50,2% 84,1%

Sí Recuento 51 145 196

% del total 4,1% 11,8% 15,9%

Total Recuento 469 763 1232

% del total 38,1% 61,9% 100,0%

Tabla 3 - Cuidador Principal Identificado-Visita Domiciliaria-Sexo (n=1743). Córdoba, CAA, España, 2014

Visita Domiciliaria Sexo Total

Hombre Mujer

No *CPpal identificado No identificado/No tiene Recuento 610 806 1416 % del total 39,5% 52,2% 91,7%

Identificado Recuento 26 102 128

% del total 1,7% 6,6% 8,3%

Total Recuento 636 908 1544

% del total 41,2% 58,8% 100,0% Si *Cppal identificado No identificado/No tiene Recuento 31 74 105

% del total 15,6% 37,2% 52,8% Identificado Recuento 26 68 94 % del total 13,1% 34,2% 47,2% Total Recuento 57 142 199 % del total 28,6% 71,4% 100,0% *Cuidador principal

Tabla 4 - Patología, recursos sociosanitarios y visitas de la Enfermera en casos y controles (n=1743). Córdoba, CAA,

España, 2014

Grupo Estadístico Error típ.

Patologías Controles Media 2,80 ,036

Desv. típ. 1,408

Casos Media 3,87 ,101

Desv. típ. 1,418

Recursos Controles Media ,06 ,008

Desv. típ. ,317

Casos Media ,48 ,053

Desv. típ. ,746

Cuestionarios Controles Media ,50 ,024

Desv. típ. ,960

Casos Media 2,32 ,098

Desv. típ. 1,380

Visitas enfermería Controles Media 2,06 ,078

Desv. típ. 3,053

Casos Media 1,93 ,237

(6)

Rev. Latino-Am. Enfermagem mayo-jun. 2015;23(3):535-42.

Por otro lado, el número de pacientes que tienen inicio de visita y fecha de mortalidad recogida fue de 32, de ellos 17 tuvieron visita domiciliaria; la media de días de vida fue 724 en los que tuvieron visita y 586,4 en los que no la tuvieron (DT 451 – 652, 57 respectivamente);

no existiendo diferencias significativas en cuanto

al tiempo de vida entre los casos y los controles. La Odds Ratio patologías (si/no) / casos y controles fue

6,5254 [IC95% = (2,8642 – 14,8664)], indicando más

probabilidad de enfermar los casos que los controles.

Discusión

En el inicio de este apartado, y previo a su lectura es necesario destacar que el estudio presenta ciertas

limitaciones derivadas de las deficiencias encontradas

en los registros (datos perdidos), sesgos de información dada la heterogeneidad de profesionales que realizan los registros mencionados, y las diferencias en los procedimientos de trabajo en los centros de salud estudiados. Aunque el Programa de Visita Domiciliaria (PVD) que se contempla en la cartera de servicios de Atención Primaria del Ministerio(16) se dirige a personas incluidas en los protocolos de inmovilizadas, pacientes terminales, altas hospitalarias con continuidad de cuidados, personas con patología invalidante, mayores con patología crónica, y otros supuestos, tal como se ha indicado previamente, el estudio que se presenta incluyó personas de 65 y más años con o sin visita programada de enfermería; por lo que lo primero que hay que destacar y que llama la atención es la baja cobertura del PVD; las personas mayores que reciben visitas domiciliarias de enfermería suponen un porcentaje menor (11,4%) que la prevalencia estimada para este servicio (15% de los mayores de 65 años)(16). En cuanto al género, las personas que reciben cuidados domiciliarios son mayoritariamente mujeres, al igual que en otros trabajos realizados de similares características(17). Según la EDAP (Encuesta sobre Discapacidades, Autonomía Personal y Situaciones de Dependencia)(18), en el año 2008 residían en España, en su domicilio particular (excluidas las personas institucionalizadas) 2.227.086 personas de 65 y más años de edad con al menos una discapacidad y un 66% eran mujeres. En relación a la vivienda, la gran mayoría viven en su domicilio y un porcentaje menor en residencia o instituciones, en coincidencia con los datos del Observatorio de las Personas Mayores del IMSERSO(19). Referente a los cuidadores familiares,

sólo la mitad de los pacientes lo tienen identificado, aunque en este trabajo no se ha clasificado el sexo ni

parentesco de estos miembros tan importantes cuando se habla de personas dependientes; en la bibliografía consultada la mayoría de casos se trata de mujeres con una relación parental de hija o cónyuge(20). En las características clínico-epidemiológicas se destaca la presencia de patologías crónicas, con una media cercana a cuatro; de un total de 9 diagnósticos médicos recogidos, los procesos cardiovasculares, osteomusculares y metabólicos son los más prevalentes; situación coincidente con otros estudios entre los que se encuentran los ensayos clínicos realizados en pacientes con hipertensión en Canadá(21) que mostraron que del 89% al 100% tenían múltiples enfermedades crónicas, con una media que oscilaba entre 5 y 12. Con respecto al consumo farmacológico, los pacientes domiciliarios están altamente polimedicados, con una media de consumo superior a ocho, dato semejante al de otros estudios(22) ; con el riesgo que esto supone en seguridad del paciente, por olvidos en la toma de medicación, duplicidad terapéutica, errores de compresión de la prescripción, interacciones o efectos adversos(23) . Acerca del uso que hacen los pacientes domiciliarios del material y servicios de apoyo a la autonomía y dependencia, destaca la baja cobertura, aunque hay que tener en cuenta la limitación que presenta el estudio por tratarse de información recogida en la historia clínica y puede ser que exista un

registro deficiente de estos datos, el andador parece el

material técnico más utilizado y la ayuda a domicilio la que menos, aspecto este no coincidente con la literatura al respecto(24), no obstante, en ambos casos, son las mujeres las que en mayor porcentaje disponen de los mismos. En cuanto a la valoración de las actividades realizadas por la enfermera, la auditoria resultó inconclusa debido a la heterogeneidad de las actividades y modos de registro de las mismas. Cabe destacar que las actividades registradas mayoritariamente se

refieren a procedimientos diagnósticos y terapéuticos

(extracciones de sangre, curas, inyectables, toma de TA, glucemias capilares, etc). Un estudio publicado recientemente(25) hace referencia a la Enfermera Comunitaria como coordinadora de la salud y atención social a las personas frágiles y de edad avanzada; datos que contrastan con los encontrados en el presente estudio, donde es sorprendente la baja utilización de las herramientas clinimétricas, base fundamental para elaborar los planes de cuidados y decidir aquellas intervenciones más apropiadas en la resolución de cada caso. Los cuestionarios más utilizados son el Barthel y

el Pfeiffer, que puede estar justificado en gran medida

(7)

del Informe de Condiciones de Salud para solicitar la ayuda a la dependencia, lo que supone que se realiza por un interés previo del usuario de solicitar una ayuda;

y no por un fin clínico en sí mismo por parte de los

profesionales. Cuando se analizan las características asistenciales, las personas que reciben más visitas de enfermería son las que se encuentran institucionalizadas y en el medio urbano, seguidas de las institucionalizadas en medio rural, aspecto que contrasta, cuando a priori en una institución los pacientes tiene más apoyo; con todo el bajo número de visitas viene a coincidir con otros estudios entre los que se encuentra el Informe SESPAS (Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria) de 2012(26), donde se insiste en aumentar el número y la calidad de las visitas domiciliarias, y que la efectividad de las mismas depende de la regularidad con que el paciente es seguido y de la estabilidad de los programas. Los datos resultados del presente estudio ponen en evidencia que la situación a efectos de la visita domiciliaria no ha mejorado respecto al pasado(5) y que es una necesidad ampliar la cobertura de los Programas de Visita Domiciliaria, con un seguimiento más intenso y con unos protocolos de actuación donde se contemple una valoración integral de la persona mayor, dirigidos a monitorizar la situación de salud, el seguimiento de los cuidados, a llevar a cabo medidas de prevención relacionadas sobre todo con la seguridad del paciente y la calidad de vida en sus últimos años; intervención a la que se le puedan medir sus efectos(27).

En el planteamiento del estudio se definieron 4 grupos:

sin visita y con visita de la enfermera en la muestra total, y controles (6 o más visitas) y casos (5 o menos visitas). De los cuatro grupos, la intervención enfermera no parece marcar diferencias en resultados en salud; la Odds Ratio obtenida, de la probabilidad de enfermar, permite inferir que la visita domiciliaria no actúa como un factor protector y que se acude a los domicilios cuando las patologías ya están instauradas. Por otro lado parece que se puede estar practicando un sesgo o discriminación involuntaria por sexo en las visitas enfermeras, afectando a la mujer mayor; pues si como indican los datos, los más mayores son mujeres, residen en su domicilio, en el domicilio se reciben menos visitas y hay un número importante que no recibe vistas y que

no tiene identificado el Cuidados Principal.

Conclusión

La visita domiciliaria del los profesionales en enfermería tienen una frecuentación baja y las

características de cumplimentación de los documentos

específicos de valoración y planificación de cuidados

de enfermería no permiten valorar que la actividad enfermera tenga repercusión en la morbimortalidad de las personas atendidas; los datos sugieren que se interviene cuando ya ha aparecido el problema de salud; y que la valoración es una tarea mecánica que no va

seguida de la planificación lo que no permite medir

resultados en salud. Pudiendo parecer que la demanda,

normalmente terapéutico-medicamentosa justifica la

intervención y por tanto hay una ausencia de prevención. Esto conlleva a plantear una línea de trabajo dirigida a atender regladamente a las personas mayores y realizar precozmente la valoración funcional para intervenir multifactorialmente en la prevención.

References

1. Zaidi A. Indice Global del envejecimiento 2014.

Informe en profundidad. HelpAge International. [acesso 8 dez 2014]. Disponível em: www.globalagewatch.org

2. Calisapié Lopesino P, Balbantin López-Ceron A, Porras Muñoz M, Matero Echano Gorria A. Envejecimiento Activo. Libro blanco. Madrid: Ministerio de Sanidad

Política Social e Igualdad. IMSERSO; 2011. [acesso 13 dez 2014]. Disponível em: http://www.imserso.es/

imserso_01/envejecimiento_activo/libro_blanco/index. ht

3. Arribas Cacha A, Gasco González S, Hernández Pascual M, Muñoz Borreda E. Coordinadores. Plan de Mejora de Atención Primaria de la Comunidad de Madrid 2006-2009. Madrid. Servicio Madrileño de Salud,

Dirección General de Atención Primaria; 2009. [acesso 13 dez 2014]. Disponível em: http://www.madrid.org/ cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application% 2Fpdf&blobheadername1=Contentdisposition&blobhea dername2=cadena&blobheadervalue1=filename%3DPa pel+Enfermer%C3%ADa+OK.pdf&blobheadervalue2=la nguage%3Des%26site%3DPortalSalud&blobkey=id&bl obtable=MungoBlobs&blobwhere=1220445005584&ssb inary=true

4. Malvárez S. El reto de Cuidar en un mundo globalizado. Texto Contexto Enferm. 2007;16(3):520-30

5. Fuentelsaz Gallego C, De Frutos Sánchez D, Moreno Casbas T, Comet Cortes P, Martín Arribas MC. Visita Domiciliaria Programada de Enfermería a Personas Mayores de 65 años. Madrid: Ministerio de Sanidad y

Consumo. Instituto de Salud Carlos III; 2002. [acesso 13 dez 2014] Disponível em: http://bvs.isciii.es/mono/

(8)

Rev. Latino-Am. Enfermagem mayo-jun. 2015;23(3):535-42.

Recibido: 29.07.2014 Aceptado: 23.02,2015

6. Del-Pino-Casado R, Millán-Cobo MD, Palomino-Moral PA, Frias-Osuna A. Cultural correlates of burden in Primary caregivers of older relatives: a cross-sectional study. Journal of Nursing Scholarship. 2014; 46 (3): 176-86

7. Morales Asensio JM. Efectividad de los modelos alternativos de atención para pacientes con insuficiencia cardiaca: revisión sistemática. Rev Cal Asist. 2006;21:51-60.

8. Badiel M, Cepeda MC, Ordoñez C, Pino LF, Loaiza JH, Aboutanos M. Trauma en mayores de 65 años. Experiencia en 2 hospitales Universitarios en Cali. Panam J Trauma,Crit Care Emergency. 2013;2(1):21-5.

9. Alcock M, Chilvers C. Emergency surgery in the

elderly: a retrospective observational study. Anaesth Intensive Care. 2012;40:90-4.

10. Bouman A, van Rossum E, Ambergen T, Kempen G, Knipschild P. Effects of a home visiting programme for older people with poor health status: a randomised clinical trial in the Netherlands. J Am Geriatr Soc. 2008;56(3):397-404.

11. Mahoney F L, Barthel DW. Functional evaluation: the

Barthel Index. Md Med J. 1965;14:61-5.

12. Lawton MP, Brody EM. Assessment of older people: self-maintaining and instrumental activities daily living. Gerontologist. 1969;9(3):179-86.

13. Martinez de la Iglesia J, Duenas Herrero R, Onis Vilches MC, Aguado Taberne C, Albert Colomer C, Luque Luque R. Adaptación y validación al castellano del cuestionario de Pfeiffer (SPMSQ) para detectar la existencia de deterioro cognitivo en personas mayores de 65 años. Med Clin (Barc). 2001;117(4):129-34.

14. Norton D. Calculating the risk: reflections on the

Norton Scale. Decubitus 1989; 2:10.

15. Tromp AM, Pluijm SM, Smit JH, Deeg DJ, Bouter LM,

Lips P. Fall-risk screening test: a prospective study on

predictors for falls in community-dwelling elders. J Clin Epidemiol. 2001;54(8):837- 44.

16. Ichaso MS. Coordinación. Cartera de Servicios de Atención Primaria. Madrid: Ministerio de Sanidad y

Política Social; 2010. [acesso 13 dez 2014]. Disponível

em: https://www.msssi.gob.es/estadEstudios/ estadisticas/docs/siap/Cartera_de_Servicios_de_ Atencion_Primaria_2010.pdf

17. Abellán A, Esparza C, Castejón P, Pérez J. Epidemiología de la discapacidad y la dependencia de la vejez en España. Gac Sanit. 2011;25(S):5–11.

18. Instituto Nacional de Estadística. Encuesta sobre discapacidades. Tabulaciones web (1999 y 2008).

[acesso 24 jul 2014]. Disponível em: http://www.ine.

es/inebmenu/mnu salud.htm

19. Díaz Martín R. Coordinadora. Las personas mayores en España. Informe 2008/Tomo I. Madrid: Ministerio

de Sanidad y Política Social. IMSERSO; 2009. [acesso 13 dez 2014] Disponível em: http://www.imserso.es/

InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/ infppmm2008.pdf

20. Masanet E, La Parra D. Relación entre el número de horas del cuidado informal y el estado de salud mental de las personas cuidadoras. Rev Esp Salud Pública. 2011;85: 257-66.

21. Fortin M, Dionne J, Pinho G, Gignac J, Almirall J, Lapointe L. Randomized controlled trials: do they have external validity for patients with multiple comorbidities?. Ann Fam Med. 2006;4(2):104-8.

22. Molina López T, Caraballo Camacho MO, Palma Morgado D, López Rubio S, Domínguez Camacho JC, Morales Serna JC. Prevalencia de polimedicación y riesgo vascular en la población mayor de 65 años. Aten Primaria. 2012;44(4):216-22.

23. Budnitz DS, Lovergrove MC, Shehab N, Rchards CL. Emergency hospitalizations for adverse drug events in older americans. N Engl J Med. 2011;136:2002-12. 24. Del Pozo Rubio R, Escribano Sotos F, Moya Martínez P. El papel del apoyo informal en las prestaciones del Plan Individualizado de Atención: una elección condicionada para las personas dependientes. Gac Sanit. 2011;25(s):93-9.

25. Steve F. Community nursing offers an increasing range of career paths. Nurs Times. 2014;110(46):S2-S3.

26. Corrales Nevado D, Alonso Barrado A, Rodríguez Lozano MA. Continuidad de Cuidados, innovación y redefinición de papeles profesionales en la atención a pacientes crónicos y terminales. Informe SESPAS 2012. Gac Sanit. 2012;26(S):63–8.

27. McHugh GA, Horne M, Chalmers KI, Luker KA.

Specialist Community Nurses: A Critical Analysis of Their Role in the Management of Long-Term Conditions. Int J Environ Res Public Health. 2009 Oct;6(10):2550–67.

Referencias

Documento similar

&#34;No porque las dos, que vinieron de Valencia, no merecieran ese favor, pues eran entrambas de tan grande espíritu […] La razón porque no vió Coronas para ellas, sería

que hasta que llegue el tiempo en que su regia planta ; | pise el hispano suelo... que hasta que el

The part I assessment is coordinated involving all MSCs and led by the RMS who prepares a draft assessment report, sends the request for information (RFI) with considerations,

En cuarto lugar, se establecen unos medios para la actuación de re- fuerzo de la Cohesión (conducción y coordinación de las políticas eco- nómicas nacionales, políticas y acciones

Volviendo a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia, conviene recor- dar que, con el tiempo, este órgano se vio en la necesidad de determinar si los actos de los Estados

El contar con el financiamiento institucional a través de las cátedras ha significado para los grupos de profesores, el poder centrarse en estudios sobre áreas de interés

((visita programada) o (visita domiciliaria) o (visita programada domiciliaria) o (visita de enfermería) o (PATDOM) o (ATDOM ) o (programa ATDOM) o (programa de atención domiciliaria)

Ciaurriz quien, durante su primer arlo de estancia en Loyola 40 , catalogó sus fondos siguiendo la división previa a la que nos hemos referido; y si esta labor fue de