EL MUNDO
QUE YO CREO
«Hubo un tiempo en que: pensé que no podía y no pude, creí que no sabía nada y nada supe. Pensé que no tendría fuerzas y flaqueé. Creí que era de-masiada la carga y me caí. Subestimé mi capacidad y no fui capaz.
Luego aprendí: que si creo que puedo, ¡puedo! Que sé más de lo que ni siquiera imagino. Que tengo las fuerzas que decido tener. Que no hay carga que mis hombros no puedan soportar y lo más importante, que puedo llegar adonde yo me proponga».
¡Bienvenidos a mi nuevo mundo!
«Me he mudado a un nuevo mundo que contiene exactamente todo lo que quiero y aunque hay cosas que todavía no he podido ver, tener y lograr, tengo la seguridad de que cuando sea el momento perfecto, las recibiré».
Un nuevo comienzo en mi vida como Creadora consciente y como ser Divino, como ser espiritual viviendo una experiencia humana, no me queda más remedio que crear… un mundo nuevo.
Y lo mejor de todo es que tú, también puedes hacerlo. Y estoy segura de que lo vas a hacer.
«Querido Universo, «El Mundo que yo Creo» es un mundo en el cual todas las mentes están despiertas. Sí, «despiertas». Todos los que habitamos en este mundo hemos «despertado» a una Nueva Conciencia y a un Nuevo Conocimiento del Ser, en el cual somos capaces de discernir absolutamente lo que nos beneficia y lo que nos perjudica, lo que nos sana o lo que nos enferma, lo que nos hace avanzar de lo que nos hace atorarnos o retroceder. Hemos llegado a comprender que sin la gestión correcta de nuestras emo-ciones más bajas y oscuras, sin la transformación a mejor de éstas, no era posible seguir, ni avanzar, ni evolucionar, ni crecer.
Hemos podido llevar a cabo nuestra más grande transformación y evo-lucionar a una dimensión más elevada del ser, donde las frecuencias en las que nos movemos y manejamos ya han dejado de ser las de los más ba-jos instintos, sino que ahora, nuestra dimensión de funcionalidad es la del Amor, en mayúsculas y a lo grande, la dimensión de la tolerancia, de la luz, del conocimiento, de la información, de la sabiduría, de la compasión, la del saber que somos mucho más de lo que nos han contado y de que si estamos en verdadera sintonía con el corazón y con nuestra alma, todo fluye de otra manera.
Ya salimos del modo de supervivencia y nos adentramos en el modo del bienestar, del confort, del éxito en nuestra vida, de la buena salud, por su-puesto, ya que hemos aprendido a poner límites y no permitir que nos da-ñen los demás. Nos enfocamos pues en crear la mejor versión de nosotros mismos desde una conciencia más elevada y superior, más completa y más pura, que es lo que verdaderamente somos y nos empezamos a valorar, a querer, a amar de verdad y nos permitimos todo lo bueno que nos gusta, nos apetece y nos corresponde, por derecho divino.
Nos atrevemos a sentirnos merecedores ya, por fin, de todo aquello que nos ilusiona, que nos hizo soñar en un momento dado, más pensábamos que era imposible de materializar. Sin embargo ahora, ya en conexión con nuestro verdadero y auténtico ser, ya en sintonía con esa dimensión, donde
todo se realiza de manera inmediata, o si más no, mucho más rápida que an-tes, somos capaces precisamente de ello, de centrarnos y enfocarnos en todo lo que queremos, deseamos y creemos es para nuestra vida, ahora.
Creer en uno mismo es la magia más poderosa que existe.
«El Mundo que Yo Creo» es ese mundo en el cual todo se ha vuelto livia-no y fácil, todo se ha colocado en su sitio y lo que todavía livia-no lo está, se irá colocando fácil y rápidamente. Las sincronizaciones suceden una después de otra y nos es más fácil vivir y avanzar. ¿Te lo crees? ¿Crees que es posible vivir en este nuevo mundo? Si lo crees, tú mismo lo crearás.
Todo es más sencillo, porque vivimos desde nuestra verdadera esencia, sin superficialidad.
Desde el estado de conciencia al que ya nos correspondía trasladarnos para evolucionar y ascender en nuestra escala evolutiva. Subir otro peldaño más para empezar a vivir desde un nuevo paradigma multidimensional.
Conscientes de otras realidades paralelas y de que cuando hallamos la luz en nuestro interior, somos capaces de iluminar el mundo entero, exter-namente y de que una vez hemos encendido esa luz de sabiduría, conoci-miento y activado nuestro ser y nuestra conexión con la fuente y con nuestro Diseño Original, ya no nos es posible retroceder porque ahora somos tan conscientes de lo que hay detrás, al otro lado del velo que es imposible ne-gar que existen otras dimensiones y realidades paralelas. ¿Te lo crees? Así lo crearás.
Atrás quedó el sufrimiento por no saber, por no comprender, atrás que-dó el ego, que pretendía hacernos retroceder. Atrás queque-dó la discusión y la verborrea para quedar victorioso y tener la razón. Atrás quedó la competi-tividad y el compararse con el de al lado, porque ya sabemos que la fuerza para conseguir lo que queramos está en nuestro interior y que perdemos fuerzas cada vez que criticamos, nos comparamos o que nos sentimos infe-riores. Y que lo que tenga que ser para nosotros, tarde o temprano llega. Y llega ya.
Entonces, ¿para qué molestarnos, enfadarnos y ofuscarnos por no lograr o conseguir?
Sabemos que lo tiene que ser, será. Y cuando lo sabes, lo sabes, sin más. Deja que el universo mueva los hilos correspondientes y teja el entramado invisible pero lleno de luz para tener acceso a tu parte más esencial que lle-gará en cuanto tenga que llegar. Y llega ya.
Atrás quedó la dualidad, en la que hemos estado tanto tiempo haciendo el trabajo de integración de opuestos, de luz y sombra, de arriba y abajo, de bueno y malo, de cielo y tierra, descubriendo ya por fin que los extremos se han acercado desde sus posiciones opuestas y hemos podido fusionarlos y de esta manera entrar a formar parte de esa unidad completa que nos per-mite iluminar todo nuestro interior sin necesidad de dividirnos, otra vez, en fragmentos de nosotros mismos.
Ahora somos unidad.
¿Pero realmente donde se quedó ese mundo ahora? Es decir: ¿ha desa-parecido? Bueno, ha desaparecido para ti, de tu visión, de tu entorno, dado que tú ya has ascendido, aprendiste tus lecciones, avanzaste en tu camino, atrás quedaron los que todavía siguen resolviendo esos temas. A ti te co-rresponde otra dimensión y otra realidad, porque ya la has creado en ti. La resolviste. Quizá no del todo, es cierto, pero la mayor parte del trabajo se realizó con éxito y por eso ya no te corresponde seguir en una dimensión donde las creencias todavía son duales. Y ese cambio lo has creado tú y yo. Lo hemos creado, en nuestro interior.
«El Mundo que Yo Creo» es para personas con inquietudes espirituales, trabajados desde el interior, despiertos o que quieran despertar y vivir des-de su estado más consciente y usando su potencial des-de Creadores y Creado-ras, abiertos de mente para poder seguir aprendiendo y seguir creándose su mundo cada vez mejor, sabiendo que si nos detenemos en lo mismo de siempre, no existe el avance, sino el estancamiento y la repetición.
Es para los que quieren abrirse a descubrir, explorando su interior, es para los que verdaderamente se comprometen con ellos mismos y su evolu-ción, es para aquellos que desean aprender y saber más, ver más y que no se conforman con lo que les cuentan, sino que lo quieren experimentar, para comprobar que también es su verdad.
Es para seres que quieren seguir avanzando, evolucionando, que son conscientes de que vinieron a eso precisamente y que cuanto más avancen ellos, más podrán avanzar a su alrededor y podrán servir de ejemplo y guía a los demás. Para los valientes que se han aventurado y/o se quieren aventu-rar a saber y descubrir más de ellos mismos y de todo su potencial.
Indagar en ti mismo, indagar y profundizar en tu interior sorprendién-dote de que todavía hay más riquezas y tesoros escondidos y que siempre hallamos más y más sabiduría y conocimientos, cuando quizá pensábamos que no podía haber más. Si no probamos cosas diferentes, tampoco expe-rimentaremos resultados diferentes. Y experimentar siempre lo mismo nos coloca en el peldaño de «sube-baja, baja-sube», en la hoja de Excell, en la rueda de hámster, con lo cual al final, te aburres, te cansas, pierdes el senti-do de tu existencia y te vas deterioransenti-do a tosenti-dos lo niveles.
Con este libro, estoy creando un Mundo de infinitas posibilidades y probabilidades, un Mundo Cuántico en el cuál puede suceder cualquier cosa que te propongas y desees. O mejor dicho, cualquier cosa que pienses y sientas.
Me gusta imaginar un Mundo en orden, en el cual todos y cada uno de los que habitamos en él, nos sentimos plenamente reconfortados y felices. Un Mundo donde la Paz es lo que reina, donde no hay conflictos porque todos sabemos resolverlos desde dentro, con lo cual, se disuelven al instante en el exterior.
Un mundo donde el equilibrio está instalado en cada uno de nosotros… y la armonía es lo que reina y se respira.
¿Imposible todo lo que digo? Bueno, me he trasladado a la mente de una niña de 7 años, donde lo que pide para ella y los demás es siempre lo mejor. Más, ¿porqué no podría ser posible? Un mundo feliz. Un mundo de Amor y Claridad. Un Mundo Alegre. Un mundo de Verdad. Un Mundo amable y cordial. Un Mundo de abundancia, prosperidad y riquezas para todos. Un mundo perfecto: «El mundo que Yo Creo».
