EL CLIMA DE LA REGION NORESTE
DE LA
REPUBLICA
ARGENTINAEN RELACION CON LA VEGETACION
NATURAL Y EL SUELO
Por Juan J. Burgos * I.
-
INTRODUCCIONEn el presente trabajo se trata de describir el clima del Noreste Argentino sobre la base de los elementos quemás relación tienen con la formaciónde los suelos y con los grandes tiposde getación natural. Además,
se
analizan los factores que determinan sus características yse
muestrael grado deajusteque alcanzan en ese ámbitogeográfico, los diferentes modelos fito yedafoclimáticos quese
pueden hallar en la bibliografía actual. Se considera, comoes
lógico, que este ajustenopuedeserperfecto porcuanto, tanto el suelo como la vegetación natural, si bien hanevolucionado bajolas condiciones del clima actual, tienen sobre ellos el peso del clima de épocas pasadas de cuyos elementos no poseemosregistrosauténti¬ cos. Sin embargo, cuando estos modelos son racionales, tienenla utilidad de mostrar la uhicación relativa de los climas locales en la dinámicadelas formas de suelo y vegetación queostentan. De ellos, por lo tanto,se
puedendeducirnormasdemanejoy explotación que permitensu conservación ymejoramiento.
ve-Varias
razones
hanfijadoloslímitesdel presenteestudio a la región, un tanto imprecisadel Noreste Argentino. En primer lu-gax, el interés de la Sooiedad Argentina deBotánicaque programó los trabajos de este volumen para el mismo dominio geográfico. Pero también debereconocerse
que la región.tratada es parte, ycontinuación hacia el Norte, de la gran región Pampeana Argentina que forma con ellaunagran unidad de climas húmedos, subhúmedos y semiáridos con un origen comúnen la actividad delanticiclón del Atlántico sur, y cuya producción agropecuaria y forestal depende exclusivamente de la precipitación. El límite occidental de esta región loconstituyela inversióndel balance de aguaavalores nega¬ tivos que determina los climas semiáridos y áridos del centro y oeste del país, parcialmente distintos en
su
génesisperomuy dife¬ rentes en susconsecuencias.La metodología seguida en
esta
descripción esanálogaala adoptada en el ensayo aplicadoal espaciodela provinciade Buenos Aires y publicado en la obra "Flora de la Provincia de Buenos Ai¬ res", dirigida por el Dr. Angel L. Cabrera (Burgos,1969) yre-*
Profesortitularde Climatología yFenologíaAgrícola. Facultad deAgronomíay Veterinaria, Buenos Aires.BOLETIN DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE BOTANICA 38
cientemente editada por el INTA. Por esta razón,no
se
repetirán aquí algunas consideraciones teóricas quesehicieronenaquel tra¬ bajo del cualéste
esuna
continuación. Tambiénaquí, la informa¬ ción básica utilizada ha sido, en su mayor parte, la climatológica convencional disponible.II.
-
FACTORESDEL CLIMA DEL NORESTE ARGENTINO 1. LatitudLa región norestedel pafs, tratada aquí, se
extiende
apro¬ ximadamenteentrelos 24 y34°
Lat. S. y los 54 y63°
Long. WdeG. Estas coordenadas ubican elárea
en estudio’en
lacaracterística
re¬ giónsubtropical de lazona templada. Laduración del día máslargo y más corto del año enel
extremo norte esde13h35'y 10 h 40', respectivamente y en el extremo sur de 14 h 25' y 9 h 40*. Estos valores significan una diferencia de duración del período diurno en el año de2 h 55'enel nortey4 h45'enelsur.
La relativamente pequeña diferencia en la duracióndel día queexisteentreel invierno yel veranocontribuye, en buena medida, a disminuir la amplitud de losextremosanuales dela temperatura, como se verá en III, 2, yal
carácter
subtropical desu régimen.2. Continental idad -Oceanidad
Esteimportantefactor del climatiene, enla amplia porción tratada de la Argentina, las característicascomunesalos
más
ex¬ tensos territorios de los continentes del Hemisferio Sur. La pre¬ ponderancia de las masas oceánicas semanifiestaen formanotable aún en la faja latitudinalhemisférica
queocupa la región estudiada en donde además,como se dijoanteriormente, tiene pococontraste la duración relativa de los períodos diurnos y nocturnos entre in¬ vierno yverano.
Así, la mitad norte de esta faja delatitud en el Hemisferio Sur,está
constituída por masas oceánicasenun 75%
y la mitad sur por un 84,2%, mientras que en el Hemisferio Norte, los valorescorrespondientesson:65,2y 57,7%.
3. Relieve
La región que abarca este estudioocupala partemásbaja y llana de la
cuenca
media e inferior de losríosParaná
yUruguay y la consecuenciamásnotable de estacaracterísticasobre suclimaes
la depermitirla librecirculacióndelasmasasde aireendirec¬ ción N-S. Al oeste del Paraná, que constituyeel ejecentral N-S déVolumen
N°
XÏ Suplemento 39 la reglón, los camposson relativamente llanos yaumentan de altura paulatinamente hacia ese rumbo. En cambio, ai Este seencuentrala Mesopotamia Argentina cuyo relieve es comparativamente más
accidentado. En la provincia de Entre Ríos y parte deCorrientes domina el paisajeun tipo deondulación deescasa alturaquealcanza su máxima expresión enlascuchillas Grande y de Montieí con altu¬ ras que oscilan entre 100 y 200 m. Esta morfología facilita el es-currimlento de los
excesos
del agua que provoca el elidía más húmedo de la mitad orienta! del territorio pero, como es lógico suponer por su escasa altura, no tiene influencia muy marcada sobreel campo macroclimático dela temperatura y la precipitación. La provincia de Corrientes es, en parte, másllana y ellose revela en la formación de áreas con pantanos y esteros,, algunas de gran extensión y permanencia como las del Iberá, que acumulan los escúrrlmlentos superficiales deregionesmásextensassin desagüessuficientes,
En el extremo que forma la provincia de Misiones, el relieve accidentado adquiere su máxima expresión en las sierras de Misiones y de Victoria; pero estas ondulaciones que llegan a altitudes de ">00 a 800 m son las últimas consecuencias de los plegamientos que más hacia el Este y Norteconstituyenlas sierras de la Fartura y doMar, en el surde Brasilcón elevaciones dehasta 2000 m. El relieve de Misiones tiene ya una influencia marcada sobre loselementos del régimentérminoy
también
sobrelas preci¬ pitaciones. Como en EntreRíos, y en la mitad sudeste de Corrien¬ tes, en esta provincia los declives facilitan el escurrimientode los mayoresexcesos
de agua quesoportan.Los accidentes hidrográficosmás importantes, enla mitad occidental de la región, son losríos alóctonos como el Pilcomayo y Bermejo que nacen en las vertientes orientales de los Andes y del Aconquija y desembocan en el Paraguay; él Saladoqueconelmismo nacimiento desemboca en el Paraná; y elCarcaranáqueconduceal mismo río agua desde las sierrasdeCórdoba y San Luis. És decir que la parte occidental en estudio contribuye a los caudalesdel
Paraná
con muyescasos
y ocasionales escurrim ientos. También aquí debe mencionarse la cuenca sin desagüe cuyo fondo forma la lagunaMar
Chiquita, con escurrimientos del Aconquija y de las sierras de Córdoba, yque porhallarse en una regióncon balance de agua negativo, origina una salinidad elevada, tantoenlos suelos de lacuencacomo enlas aguas delalaguna.En la mitad oriental del territorioestudiadodondeel
clima
es más
húmedo, el relieve accidentado facilita un rápidoescurrí-BOLETIN DE LA
SOCIEDAD
ARGENTINA DEBOTANICA
40
miento en casi toda suextensión. Elrelieve divide aquf el desagüe sobre dos vertientes bien definidas enlasprovinciasdeEntreBios y Misiones mientras que, en la región más llana del noroestede Corrientes, se expresa una
cuenca
con desagües impedidos, com¬ puesta por campos bajos anegados yesteroscuyocentroes
la laguna del Iberá ya referida. El balancehidrológicopositivodeesta parte del territorio es lacausa
dela abundancia desuelos hidromórficos ácidos y delcarácter
dulce de sus masas de aguas superficiales. Los elementos más importantesdeestesistemahidrográficosonlos ríos Santa Lucia, Corrientes, Guayquiraró y Gualeguay que afluyen alParaná.
Sobre el Uruguay desaguan losrfos Pepiriguazú,Agua-pey, Miriñay yGualeguaychú.
Esta hidrografía tiene poca influencia macroclimática,
como
no sea la leve deformación del campotérmicoen invierno, a lo largo de las considerables y relativamente cálidas masasde agua que se acumulan sobre los grandes rfosParaná y U ruguayyfluyen hacia el sur;o Ta uniformidad zonal de la temperatura estival en Corrientes y parte de Santa Fe, Entre BiosyChacp. El incremento de las precipitaciones hacia el Este que coincidecon
elaumentode la evapotranspiración real, por la mayor disponibilidad de agua superficial y la disminución de su salinidad, son hechos asociados queaún
no se ha probado en cuanto puedenser, cada uno,causa
y efecto.Todo lo dicho anteriormente no significa restar importancia al efecto del relieve
como
factordel microclima. Este existe yes particularmente importante en la región mesopotámica donde las ondulaciones ofrecen la más variada gama de exposiciones a la radiación solar y al viento. Los distintos tipos de circulación superficial del aire que se originan durante el día y la noche, si bien escapan a laobservación
climatológica convencional tienen consecuenciasprácticas sobre el balance deenergía desusuperficie yel régimen de evaporación-condensación.4í Naturalezafísica-de lasuperficie.
El
carácter
físicode lasuperficiees
unfactor climáticode gran importancia en la región debido ala gran variaciónquemani¬ fiesta, especialmente en el sentidoE-W.Si se considera, en primer término, las condiciones que determinan la absorción de la energíade ondacortaprovistapor la radiación solar directa y difusa,
se
puede afirmar en términos generales quees mayor enla mitad oriental del territorio estudiado.Volumen
Na
XI Suplemento 41 5La parte oriental, porser engeneralmáshúmeda, tiene vegetación más verde, con mayor humedad en sus tejidos, que cubre propor¬ cionalmente mejor el suelo y durante períodos
más
largos queenla occidental. Ya se vio en los valores de albedo queserecopilaron para ilustrar el trabajo sobre el duna de la provincia de Buenos Aires (Burgos, 1969), que lasuperficiedel suelo enestascondicio¬nes
absorbe del 25 al 50%
más radiación que las superficies con suelo seco,con
vegetación o sin ella, y que cuando una misma superficieestá
mojada por precipitaciones absorbe del 25 al500%
másqueesamisma superficieseca.
La capa superior del suelo puede considerarse como un elemento de
su
superficie, puesto que su acciónestá
íntimamente ligada aésta.
La penetración, almacenaje y, en último término, el intercambio de energía entre el suelo y elaire, dependen,delas propiedades calóricasdeestacapa, queala vezson una consecuen¬ cia de sus características físico-químicas. El calor específico, la conductibilidad calórica y la densidad aparente del suelosonvaria¬ bles directamente proporcionales a la capacidad de almacenaje de energía del sueloy susmagnitudesdependen, principalmente, deun carácter másomenos
fijocomolatexturay de otro muy variableen el espacioyeneltiempo, como sucontenido de agua.La naturaleza fisico-química de los suelos del Noreste Argentino, que determina su textura, acompaña en forma lógicala distribución de sustipos genéticosysuconjuntomuestra unavaria¬ ción armónica en el sentidoE-W. En las
áreas
bien drenadas dela región más húmeda oriental, se encuentrandesdelos suelos Pardo rojizos laterícos oferrolíticos, enel Nortehastalos Pardosgrisá¬ceos
podsólicos, Grumosoles y Brunisem con B textural, másal Sur. Enáreas
menos
drenadas, los fenómenos de hidromorfismo manifiestan suelos Planosoles, Gleyhúmicos y pantanosos.En la mitad occidental, el clima semiárido y árido, va determinando unagradación detipo de suelo que
está
de acuerdocon la intensidad de los fenómenosdearidez. Así, alos suelos Bruni-en los cuales ya no aparece el horizonte iluvial denominado sem,"B textural", suceden los suelos Castaños, franco arenosos y en partes los Castaños rojizos y regosólicos, los Pardos.rojizosy Pardos regosólicos. En esta parte de la región, los suelos con drenaje impedido
se
manifiestan como suelos aluviales y halomórfi-cos quea
veces forman extensasáreassalinasconsuelosSolonetz, Solonetz solódizados y Solonchak, como se explican en el trabajo que correspondea suelosdeestamisma publicación (Bonfils,1970).BOLETIN DELA
SOCIEDAD
ARGENTINA DEBOTANICA
42Los suelos de la porción oriental son por lo tanto,
y
en general, de texturas másfinas y demayorcontenido de agua quelos de la porción occidental, y si se tiene en cuenta las constantes calóricas de estetipode suelos que ya semencionaronen el trabajo sobre la provincia de BuenosAires, sepuede concluir queatravés
de ellos fluye de 4a 10veces
máscalor durante lamayor parte del afto, queenlos suelosmás
secos
de la porciónoccidental. Además, el mayor contenido de humedadyla mayor densidad aparente de los suelos de la mitad oriental dela región estudiada, permiteestimar aproximadamente que su capacidad calórica por unidad de volumen, es el doble de la correspondiente a los suelos más áridos de la región occidental, Pero, comose
puedesuponer que la profundidad de atenuación de la variación de la temperaturaes
alrededor del doble en los suelos de la parte oriental, resulta que la capacidad calórica de la columna de suelo que intercambia energía con el hemisferio exterior, es aproximadamente cuatroveces
mayor en lossuelos húmedos ymás
compactos del Este.De lo dicho puede deducirse que el
carácter
físico de la superficie del suelo de la región, considerada en ellasu
capamás superficial, tiene un marcado efectoclimáticosobreelcampo de la temperatura del aire, ypor intermedio deéste
sobreelmovimiento de los estratos bajos de laatmósfera.
Así, en laparteoriental de la región, la mayor absorción de la energía y su mayor capacidad calórica determinan unamenor
temperatura dela superficieenlas horas de máxima y una mayor en las horas demínima. Con ello, durante el día, y en el verano los gradientes de temperaturaenla baja atmósferaserán
menores ymenor
su turbulencia térmica, evaporación y la difusión delCO2.
De noche y en invierno, en cambio, las temperaturasmás
elevadas originan gradientesmayo¬ res conmenos
riesgo de formación de fuertes inversiones y de heladas, en el semestre fríodel año. Esdecir quecomo resultado de este efecto la continentalidad y el clima extremo y riguroso resultamenos
frecuente en la parte oriental más húmeda de la región estudiada, Gran partedeestasconsecuenciaspuedenobser-•varse en
los mapas del régimentérmico
que ilustran los párrafoscorrespondientes de III, 2. 5. Distanciaal mar
No obstantq que este factor climático, diferenciado del de continental idad y oceanidad ya referido, esfrecuentemente mencio¬ nadoen los trabajos topo ymesoclimáticos
,
podemosafirmarquesu
Volumen
N°
XI
Suplemento
43
En general, el efecto de la proximidad del
mar
queda circunscriptoa unos
pocos kilómetros de la costa. Su acciónse
nota por el cambio que provoca en las condiciones térmicas y de humedad de la capamás
baja de la atmósfera (fv»500m dealtura) y quese
transporta por ei ritmodiario de la circulación local hacia el Interior delos continentes. Cuando el continente consiguetrans¬ formar, por turbulencia y radiación, la base inferiorde lamasa
de aire marítimo que penetra sobreél, laconsecuencia dela proximi¬ dad delmar
cesa
y sólo puede quedar un efectooceánico en
las capas más altasno
Influídas
por la superficie, como el que yafue tratadoen
II, 2.De este modo, la
auténtica
Influencia de la proximidaddelmar
prácticamente nose
manifiestaen
la reglón estudiada,
cuyo limite orientalse
encuentra entre 500 y 700 kilómetro» alejado de éste,a
pesar de que el Influjo de iaocean
idadhemisférica
resulte evidente,porelcontrario, sobre todosu
territorio.6.
Circulación
general y regional delaatmósfera
La circulación planetaria
o
general afecta el territorio estudiadoen
forma notable. Aquí, comoen
el résto de la gran depresión pampásica, la circulación regional en la troposfera baja resulta de la actividaddel flanco occidental del anticiclón del Atlán¬ ticosur, que enfrenta la del flanco meridional del anticiclón delPacífico
sur, Ubre de la sombra dinámica de la cordillera delos Andes. Además, contribuyenen
estaacción las vaguadasy ciclonesmóviles
que periódica y estaclonalmentese
desprenden de lagran faja de bajas presionessubantártlcas
y labaja térmica continental, cuyo centroconfrecuenciase
estaciona en lapartecentraloeste del país.Durante el invierno, la desaparición de la baja
térmica
continental, su reemplazopor presiones continentalesmás
altas y el desplazamiento del anticiclón del Atlánticosur
hacia elNW, deter¬ minael predominio de la actividaddelflanco meridional delantici¬clón
del Pacíficosur
y de los ciclones yperturbacionesmóviles
que migran desde las bajas presionessubantártlcas.
Esta Influenciaes
manifiestaaún
en el extremo norte de la región estudiada. Por.
el contrario, durante ei período estival,con
la derivahaciaeisur
de lossistemasdepresión,el flanco occidental del centro anticiclón del Atlánticosur
penetra hacia el SWyes activado
porla bajatérmica continental. Como consecuencia de esta moción, Importantesmasas
de aire tropical penetran y cubren toda la reglón, desde el NE. Estasmasas
de aire al retrocederporelempuje periódico delaireBOLETIN DELA
SOCIEDAD
ARGENTINA DEBOTANICA
44
más frío del flanco meridional dela alta presión del Pacífico, pro¬ ducen las precipitaciones que a intervalos de 5 a7 díasbenefician buenapartede la región.
En el cuadro
N°
1, sepuedeverlafrecuenciadel pasaje de frentes fríos y calientes sobre dos localidades ubicadas en los extremos sur y norte de la región estudiada. Los valorescorres¬ ponden a las localidades de Pergamino y Posadas yconstituyen los promedios del período de 10 años, 1946-1955. En este caso, en forma diferente de la provincia de BuenosAires, sehaadoptado.la evaluación de frentes sobre dos localidades, porconsiderarquelos dos extremos de la regiónnoreste sedistinguen, en su génesis cli¬ mática, más profundamente que los análogos de aquella provincia. Por elloesque los valores del promediode pasajesdefrentes sobre ellas, resultan demenormagnitudquecuandoseconsiderael pasaje sobre toda unaamplia región geográfica como fue el conjuntode toda la provincia de Buenos Aires. Las diferencias quese notansobre las doslocalidades estudiadas, contribuyen aexpliparel esquema de la circulación regionalqueseha descripto.Si
se
toma en cuenta el pasaje de frentes fríos se puede observar que éstos sonmás
frecuentessobre Pergamino(45,8 en el año), que en Posadas (37,7 en el año)-y que la mayor actividad frontogénica de este tipo corresponde al período de primavera y comienzo del verano. Esto confirmaquelasmasasdeaire sobrela parte sur dela regiónnoresteson potencialmente másfrontogénicas cuando el anticiclón del Pacífico sur comienza su deriva hacia el Sur, y el del Atlántico inicia su expansión sobre esta parte del continente.La actividad de los frentes fríoses menor en Posadas que en Pergamino en todo el año, y puede constatarse que en ambas localidades disminuye durante el fin del verano, otoño
e
invierno, desde el máximodesarrollo del anticiclóndel Atlántico sobre el continente, hastasu retrocesohacialas bajas latitudes.o sea
Si por otra parte, se observan los valores del pasaje de frentes calientes,
aún
cuando en general sonmenos
frecuentesque los frentes fríos, en Posadas resultanmás
conspicuos que en Per¬ gamino. Estefenómeno
ocurre enel norte de la región estudiadade l a casi 2veces
pormes
en el período invernal' y comienzo de primavera, mientras que su extensión a lapartesurpuedeocurrir cada 2mesesy medio aproximadamente, sinunamarcada prevalen¬ cia estacional. Este comportamiento Confirma que la génesis del frente caliente radica enla actividaddelanticiclón del Atlánticosur
CUADRO N9 1
Número de frentes fríos y calientes que pasan sobre las localidades de Pergamino(Buenos Aires) y Posadas (M’s’ones). Valores mensuales y anuales promedio de 10 años (1946
-
1955).AÑO Feb.
Ener. Abr.
Set. Oct.
'
Nov. Die. .Mar. Jun.Jul. Agí>s. May.
PERGAMINO
5.3 3.9 3.5
Frentesfrfos 2.6 3 1 3.8 4.1 4.3 4.4 4.4 3.2 3.2 45.8
Frentes
cahen-0.3 0.2 0.5 0.7
0.3 0.1 0.6 0.2 0.4 0.2
0.5 4.8
0.8 tes
3.4 3.7
4.2 4.9 5.6 4.6 5. 1 3.6 3.4 50.6
3.6 4.1
Total 3.4
POSADAS
Frentesfrfos 2.8 3.1 4 2 3.8 3.7 3.2 2.6 3.2 2.9 O
.
oX 3.0 3.5 37.7Frentes
calien-0.6 0.8 0. 5
1.1 1.8 0.5 0.7 1.1 4).6 1.2 12.1
1.9 1.4 tes
BOLETIN DE LA
SOCIEDAD
ARGENTINA DE BOTANICA
46durante la época en que disminuye laafluencia de airefrío del Sur, y que sólo en. sus empujes
más
notablesllegaa la partemeridional de la regiónestudiada. Los valores totales anuales defrentes fríos y cálidos sugieren que los cambios bruscos de tiempoocurren
en toda la regióncon una frecuencia quecasialcanzaala delasemana.
El régimen del vientoen altura y ensuperficie, talcomo
se puede estudiarconlos valores disponibles de frecuencias por direc¬ ciones,es
otro elemento que contribuyea
explicar eltipode circu¬ lación regional referido. En la figuraN°
1, a yb,se
ha represen¬ tado este régimen para una altura de2.000
m sobre el nivel del mar,en
invierno y verano,es
decir aproximadamenteen ellímite
superior de la capa convectiva de la
tropósféra
yfueradel alcance de la fricción terrestre. Se puede observar asíqueaesa
alturay en el Norte resultanpredominanteslas direcciones N-S sin diferen¬ cias notables entre las estaciones extremas del año. En la parte sur de la región y a esa altura, en cambio,se
notauna
predominan¬ cia de vientos del SW y W quees
mayor en invierno. En estacir¬ cunstanciase
percibe el efecto remanentedel flancomeridional del anticiclón del Pacífico en la partesur
dela reglón y el neto predo¬ minio en el norte del flanco occidental del anticiclón del Atlántico. La diferencia estacional marca, especialmenteen lapartesur
dela región, el aumento, en invierno, de la frecuencia de losvientosdel W, SW, NW y N yuna
disminución
enlos rumbos S, SE y E, mien¬ tras que en el nortese
muestra solounamuyescasa
diferenciaen lasmismas direcciones.La figura
N°
1, c yd representanlafrecuencia de rumbos del viento a 10 metros sobre la superficie de la estación,en
el territorio estudiado. Estas distribuciones, cuandose
comparan entresí
distintaslocalidades con valores que corresponden a un mismo intervalo de tiempo, manifiestan notablemente lascaracte¬ rísticas locales de la ubicación delanemómetro
y aveces
elfactor personal de laobservación, cuando el instrumentoesdeobservación directa. Sise
comparan, en cambio, las diferenciasentrelos valo¬res
de Julio yEnero, de lasmismas localidadesse
puedenotar, en forma independiente de la influencialocal, lascaracterísticas
dela circulación regional. Así, especialmenteen
el Sur y en elmes
de Julio,se
observaun
aumento delafrecuenciade los vientosdel W, SW y unadisminución
de los del SE yE, queen el Nortenoes
tan evidente, lo cual puede vincularse al mayor influjo estacional en Julio de los sistemas de presión del Pacífico ysubantártico.
Durante elmes
de Enero, la situaciónes
inversaysucausa
puede vincularse al predominio de la circulación desde el Atlántico, estimuladapor la depresión continental.54* 52*
62* 60* 56* 56*
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enero.
48 BOLETIN DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE BOTANICA III.- ELEMENTOS CLIMATICOS DEL N./RESTE ARGENTINO
1. Radiación
El intercambio deenergía entrelasupenicieterrestrey el espacio que la circunda es, sin duda,
el
elementofundamental del clima y al mismo tiempo uno de sus factoresmásrelevantes. La fuente original decasitodalaenergía que seutilizaenlos procesos atmosféricos y en los queocurren enel suelo, eslaradiaciónsolar. De ella dependen el calentamiento o enfriamiento del aire y del suelo, la magnitud de la evaporación y condensación y, en buena parte, el movimiento de laatmósfera. Sitodoestoque significael habitat de losseres
vivos tiene depor siunaextraordinaria impor¬ tancia bioclimática, se puede agregar queella esutilizada, aunque en pequeña proporción, para la elaboración de laá sustancias que componen el cuerpo de los vegetalesen el proceso de lafotosíntesis y queéstosconstituyenel sustento dela vida animal sobre latierra. Por todas las razones expuestasanteriormente, resultalamentable la ignorancia y desinterés que ha existido por estetipodeconoci¬ mientoenlos organismos responsables de la climatología, especial¬ menteenlospaíses en desarrollo.Como
en
la provinciade Buenos Aires, tampoco el Noreste Argentino posee información suficienté como para elaborar una cartografía con observaciones directas de loselementosdel balance de radiación. Solamente existen algunos pocos años con observa¬ ciones de piranógrafo de radiación total (Q), algointerrumpidasen Resistencia (Chaco), Las Lomitas (Formosa), Loreto (Misiones), Concordia (EntreRíos) y Pilar (Córdoba) y observaciones de balance de radiación, tambiéncon repetidasy prolongadas interrupcionesen Pilar (Córdoba).Por estos motivos, como en el trabajo anterior sobre la pro. mciade Buenos Aires,
se
ha
debido recurriralas estimaciones de Budyko (1963), cuyosfundamentosseexpusieron enaquel trabajo. En la figura N° 2, a, se muestra la distribución de la radiación total anual que llega a la superficie terrestre (Q)._ Se puede ver asi quelos valoresvan desdelas 130 K'calcm-2
el sur, sobre el ríode La Plata, a un centrode máximaenergíade 180 Kcal
cm-2 año-1
en el centrooestede la provinciadeSantiago del Estero. Las isollneassobre el noresteSedistribuyen en direc¬ ción NVV-SE y la intensidadde laradiación,
por Ibtanto, disminuye en el sentido SE-NW. En tales característicasse refleja, comoes lógico, ladistribución delos elementos quesirvieron parasucálcu¬ lo: la radiación quellegarla a lasupeWicie de latierraa travésde un cielosin nubes yel gradodenubosidad.Volumen
N°
XI Suplemento 49La figura N°2, b, correspondea ladistribución del balan¬ ce de radiación sobrelasuperficieterrestre (R), cuyas caracterís¬ ticas evidencian un aumentopaulatino en direcciónque va desde el SW hacia el NE. Las magnitudes estimadas deeste elemento resul¬ taron de 70 Kcal cm
80 Kcal
cm"2
año “1enel NE sobre el norte deCorrientes,ysur de Misiones y lapartemás
oriental del Chaco y Formosa. Enlamar¬ cha de este elemento también se manifiestan lasmagnitudesde los que se utilizaron en la estimación: una disminución del albedo (a) hacia el NE debido a lamenor reflectividad de lassuperficies, cada vez más húmedasenesamismadirección, y a una disminuciónde la irradiación efectiva (I) porel aumentode la humedad del aire quese experimentaenese
mismo rumbo.-1
-2 año en el SW, a valoresalgosuperioresa
En el cuadro
N°
2,se
indican los valores mensuales y anuales de estos dos elementoscomo resultan de lasobservaciones disponibles, escasas en extensión superficial y en el tiempo y con frecuentes interrupciones. Llama la atención no encontraraquí la misma correlación que pudo comprobarse conlas pocas estaciones disponiblesde laprovinciade Buenos Aires.Los valores observados de radiación global resultan, en todas las estaciones de la región, inferiores al valor estimado en aproximadamente un 10
%.
Es convenientenotaraquíquela ubica¬ ción de las localidades de la provincia de BuenosAires que dieron mayorajusteconlas estimacionesse
halla alsur de los34° Lat. S.; „ mientras que las disponibles para el Noreste Argentino loestánenlatitudes más típicamente subtropicales, al norte delos
30°
Lat.S. Tal vez de un tipo de nubosidad diferentepodrían resultarestima¬ cionesdistintas
comoha sido demostrado enforma experimental por Grunow (1962) yGoysa (1964). Laspocasobservaciones disponibles parecerían indicar que lasisolíneas deradiación
global; enla mitad norte del Noreste Argentino,deberían
tener una orientación N-Sy valor absoluto algo menor que los obtenidos por la estimación de Budyko.Los valores de balance de radiación que pueden
obtenerse
con los pocos datos disponibles de Pilar (Córdoba), resultan,en
cambio, superioresencasiun15
%
alos estimados de losmapas de Budyko. Lamentablemente, lacarenciatotal de informacióndeeste elemento en todo el resto de la región impide porahoraefectuar un análisiscrítico valedero deeste método.Valores observados y estimados de radiación total (Q) y de balance deradiación(R)dela región del Noreste Argentino. Los valores observados fueron suministrados porel Servicio Meteorológico Nacional y los estimados corresponden a interpolaciones de los mapas de
Budyko (1963).
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CUADRO N9 2.
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RadiacióntotalQ
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Estimado ¥
7.6 11.2 12.0 16.2 15.9 18.7 18.6 15. 3 14.4 10.9 8.3 7.0 156.1 « 175.0 »
A+18.9
Las Lomitas (Formosa)1959-1965 Estimado
*
147.8 v 165.0 9.8 13.4 18.6 20.2 18.4 15.2 13 1 10.9 7.4 5.4
8.7 Loreto (Misiones)
1953-1958
C.7
» A'17 2 Estimado ¥
Ï4Ô.8 6.0 8.2 10.0 15.-5 17.8 18.7 16.2 14.8 13.7 9. 1 6.7 4.1
Concordia (E. Rfos)
1953-1958
*
160.0* A+19.2 Estimado
*
150.0
*
170.0 « A+20.0 9.6 11.8 14. 1 17.7 18.7 19.9 14. 8 13.4 10.0 7.2 5.4Pilar (Córdoba) 1954-1961
7.4 Estimado¥
Balance deRadiación R
3.0 4.2 6.4 9.1 9. 8 11. 5 11.8 9.8 7.7 5.7 3.8 2.7 2.2 3. 3 5.0 7.0 9.0 10.5 10.0 8.5 7.0 5.0 3.0 2.0
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85.0 72.5 « A-12.5 Pilar (Córdoba)
1964-1968 Estimado ¥
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Fig. N°2. Radiación solar: a, Radiacióntotal Ç> (directa+difusa); b, Balance de radiaciónR; ambasen Realcm“2
año“l.
BOLETINDELASOCIEDADARGENTINA DE BOTANICA 52
2. Régimentérmico
En la figura
N°
3, a, b, c y d, se muestran diferentes índices del régimentérmico que permiten su evaluación desde un punto de vista climatológico general, a la vez que ponendemani¬ fiestosusfactores genéticos.Se puede apreciar así que latemperatura media deEnero, que representa aquí a las temperaturas estivales, se distribuye sobre la región en unrango que va desde algomenosde 24°Cen el SE hasta valores superiores a los 29° C en el NW, o
sea
que la variación horizontal en toda la regiónesde5oCaproximadamente. Estos valores absolutos son bastante indicativos del dominio de climas subtropicales. SI se considera las particularidades de las isolíneasdeestemes, sepuedenotarlaaccióncombinada del efecto de la intensificación de lacirculación zonal de laestación, mencio¬nada
en II, 6, y de la mayorcapacidadcalóricade los suelos de la mitad orientai de la región quecontribuyea uniformarlastempera¬ turas estivales sobre la Mesopotamia Argentina. En el oeste, en cambio, la menor capacidadcalórica de los suelospuede motivarel mayor gradiente horizontal observadoenel sentido N-S. La direc¬ ciónde las isotermas de Enero sobre Misiones, queessemejanteen el mesde Julio, indica el efecto preponderantedel relieve,como
semencionó
en II, 3.Los valores térmicos enelmes de Julio, que representa la estación invernal, evidencian un rango de magnitudes desde las algo
menores
a10°
C, en el sur, hasta las superiores a17°
C en el norte, lo cual corresponde aproximadamente a una variaciónhori¬ zontal deunos7o Cen el sentido N-S. Esta mayor gradación latitu¬ dinal de la temperaturacorrespondecon elmenor
intercambiozonal del aire referido en II, 6, yaquelacapacidadcalóricadel suelo no puede sermenor
en una estación en que si bien aumenta algo su albedo, contiene en cambio mayor humedad. Resultatambién per¬ ceptible, en la marcha de las isotermas de estemes, el efecto de fondo acuático de las grandes cuencas del Paraná y el Uruguay al resultaréstas
sensiblemente más cálidas que las regiones más mediterráneas vecinas, en él mes de máximo enfriamiento conti¬ nental.
La amplitud anual de variaciónde la temperatura integra en sílos valores de los
meses
extremos y por lo tantolas múltiplescausas
que los determinan. Estas isolíneas que en Buenos Aires muestran unadirección
general N-S, en el Noreste Argentinoma¬ nifiestan una dirección NW-SE, disminuyendo su magnitud hacia el£V si¬
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relativas
de estacio¬ nes seleccionadas. Líneacontínua:
julio a diciembrey línea discontinua: eneroa junio.BOLETIN DE LA
SOCIEDAD ARGENTINA
DE BOTANICA 54Norte. Se observa así que desde los
14°
Cen el sur, la variación anual disminuye a casi10°
C en el norte. Esta disminuciónde la amplitud y el cambio en su distribución con respecto a Buenos Aires, puede interpretarsecomo debidaaqueenesta región dismi¬ nuye el efecto marítimo hacia elnortemientrasescada vez menor la diferencia entrela duración del díaen verano yen invierno. Las temperaturas estivales e invernales relativamente elevadas y su atenuada variación anual, son característicasque definen el clima de la mayorpartedel territorioestudiado comosubtropical.La figura
N°
3, d, indícaladistribuciónde las temperatu¬ ras relativas de algunas localidades elegidas en la región estudiada. Este índice es la temperatura media mensual convertida en valores relativos porcentuales cuando la temperatura del mes máS cálido equivale a100 y la del mesmás frío a 0. Su representación se hace sobre un sistema de coordenadas cuya ordenada determina el valor relativo de 0 a 100 de la temperatura media mensual y laabcisa, la secuencia de los meses de laramaascendente superpuesta sobre la descendente de la temperatura (VII-XII sobreI-VI). En toda la re¬ gión se observa que larama descendente de lavariaciónanual de la temperatura es relativamentemás
cTidaque la ascendente, locuales común a otras
áreas
del país. Es decir que .el otoño resulta comparativamente más cálidoquela primavera. Sin embargo, este fenómeno que revela la influenciaoceánicasobreesta parte del con¬ tinente no es tan marcado como enlas estaciones deBuenos Aires, máspróximas almar.
En lasliguras
N°
4y5, sehan representado índices térmi¬ cosque tienen relación con laaptituddel clima para el desarrollo de la vida vegetal. Así enlafiguraN°
4, ayb, se muestrala distri¬bución
de importantes indices bioclimáticosauxégenos, esdecir de valores de la temperatura que tienen unarelación muy directacon el crecimiento veg tativo de los órganos de las plantas, como lasuma
de temperatiras activas (suma de temperaturas medias dia¬rias5ÿ
10°
C), y el númerodedías sin temperaturasactivas. Am¬ bos índices se calcularon utilizando los valores medios mensuales de temperatura por lo cual se estiman sólo aproximados. Mayor exactitudpodría obtenerse utilizandoenforma directa los valores de temperatura media diaria, especialmente para expresar elnúmero dedías sintemperaturas activas. Los valores desumade tempera¬ turas en la región estudiada van de 6.000°
C en la parte sur a8.500°
C en el extremo norte y prácticamente en toda ellaocurren temperaturas activas*aún
enlosmeses más fríos. Esto confirma el carácter subtropical de la región, ya asignado por el análisis de otros índices climatológicos del régimen térmico. LadistribuciónM* W
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Fig. N54. Indices bioclimúticos auxégenos: a,Suma anual detem¬ peraturas activas (5ÿ10°C); b, Númerode
dfas
sin temperaturas activas (<"1090). Indicesbioclimáticos anaptfgenos: c,Número
de horas de frío anuales (ÿ7?C); d, Horas defrfo efectivas.BOLETIN DELASOCIEDAD ARGENTINA DEBOTANICA 56
deIasisolfneasde suma detemperaturas activas, revelanuevamen¬ te la importanciade los factoresclimáticosquecondicionanel régi¬ men térmico, como la naturaleza física de lasuperficieyelefecto de la masa de agua presenteen el suelo y en lasvíasde escurrimien-De este modo, la Mesopotamia Argentina resulta relativamen¬ temenos cálidaque la parteoccidental de la región.
to.
La figura
N°
4, cyd, muestra ladistribucióndeun impor¬tante factor bioclimático anaptígeno como es el frío invernal que, para muchas especies, es indispensable paraun adecuadodesarro¬ llo. Este factor seha expresado pormediodel númerode horas en el año con temperaturas
7o
Cdenominadashorasde fríoanuales, y por el número de horascon talestemperaturas queocurrenenel período de mayo aoctubre, uhorasde frío efectivasporqueocurren en una época en que los vegetales deritmoanual se hallan en des-Se puede observardeladistribución de estos indicesquela canso.parte norte de esta región comprendida por laextensión deMisio¬ nes, Formosa, buena parte deChaco, norte deCorrientes, prácti¬ camente no tiene horas de frío efectivas y sólo cuando se considera todo el año, el valorpromedioanual puedeascender a unas200 ho¬ ras en las partesmásextremas. Sisetieneen cuentaquelasespe¬ cies de clima templadoyritmo anual, con menosexigenciaen.frío,
requieren de 400a300 horasde frío, sepuede deducir queentrelas
isolíneasdeestos valorespuedehallarse el límite natural de lases¬
peciesvegetales de climatempladoen el NoresteArgentino. Lafor¬
ma de estas isolíneas, queseaproximaalde lasisotermasdelmes más frío, revela también la importanciadelosfactores climáticos queinciden sobreel régimentérmico.
El régimen de heladas, factor tanatoclimático de capital importancia en la vida vegetal, seha representadoenlos mapasde la figura N° 5, a, b, c yd. En todos ellossepuede observar que este fenómeno tiene una expresión altamente microclimática yaque sus isolíneas son las que sufren mayor influencia de lasuperficie terrestre, que todas las características de la temperatura que se han mostrado. Resulta así el elemento más influido porelcurso del Paraná, el extremo noreste de Corrientes consugran reserva de agua superficial y humedad edáfica y el curso del Uruguay, en contraste con los suelos más secos del oeste. Es decir que, es¬
te importante factorqueseinsinúaen todos los elementos de la tem¬
peraturaadquiereeifeste elemento tanatoclimático, en particular,su máxima expresión.
Si se observa lafigura
N°
5a, sepuedeverque, práctica¬ mente, toda la región goza de un período medio libre de heladas enVolumen
N°
XI Suplemento 57 el aflo, demás
de 260 días yquelos valoresmáximosse alcanzan en la confluencia del Paraguay, Paranáy Pllcomayo, en el territo¬ rio comprendido por los¡ Departamentos de Capital, San Cosme, Itatf, Empedrado, Saladas y BellaVista, de laprovincia deCorrien¬ tes,en
donde el período libre de heladas puedellegara 360 días o más y los fríosextremos del invierno, inferioreso igualesa -2o C, sólo son posibles 1 vez cada20 años, mientras quesólo1vez cada 5 años pueden llegar a 0 ó -Io C. Es porlotantoesta regiónque menos riesgo de helada tiene en todo el territorio del país. Lo dicho no significa, sin embargo, que pueda considerarse a esta limitada región del país, comolibre totalmente de heladas. Ya fue señalado en un trabajo anterior (Burgos, 1963), que valores tan bajos como del 8 y 9%
de años conheladas, como los de las ciuda¬ des de Corrientes yGeneral Paz, sonpoco confiables porla natura¬ leza de las observaciones en quesebasán, pero sin dudaesta región es laque, en el país, tienemásbajoporcentajedeañoscon
heladas.Si se observan los mapas correspondientes a los índices CK de heladas invernales, figura
N°
5b y c, sepuedeconstataruna marcha de sus lineas, similarala del período librede heladas. Se nota un aumento del riesgode heladas invernalesen laprovincia de Misiones, donde 1vez cada 20 años pueden esperarse fríos infe¬ riores a-6o
C, semejante sólo al riesgo del oestedelChacoy no¬ roeste, centro ysur
de Santa Fe. Sin embargo, debe tenerse en cuenta con respecto a este riesgo, que los efectos de las heladas deberán ser más generales en esta última región, que enMisiones, por la mayor uniformidad del relieve. En estaprovincia, el relieve fuertemente accidentado facilita el drenaje deairenocturno y libera de daños de helada las áreas enpendiente sobrela altura media de la región. También puedeaplicarselo dicho a la peligrosidad de las heladas enEntreRíos, cuyorelievees másaccidentadoqueen Santa Fe. En general, el riesgo de losfríos invernales aumenta enforma notoria haciael W, al extremo dequea la altura del centro de Santa Fe, en una distancia en línea recta de E aW demenosde 200km, puede existir una diferencia -de casi4o
Cen los riesgos de fríos invernales intensos (-2a-6o
C, ICK P= 20%
y-4a -8oC, ICK P=57c).El índice CK de las heladas primaverales, queno es sino la temperatura normal del aire de la fecha después delacual ocu¬ rren heladas sólo en un 20
%
de losaños, muestra una distribución un tanto distinta, pero coherente con las observacionesanteriores. De un valor mínimo inferior a13°
C enlosdepartamentos de Gua-leguay y GuaGua-leguaychú, en la provincia deEntre Ríos, quecorres¬ pondeal démenor riesgo, sellegaa un valor máximo de20°
G enel58 BOLETINDE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE BOTANICA
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c-Fig. N°5. Indices tanatoclimáticos: a, Período libre deheladas; b yc, Indices crioquindinoscópicosdeheladas inverna¬ les a nivel del20y
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deprobabilidad; d, Indice crio-quindinoscópico de heladasprimaverales.ta- 60* sa* **>• SA* S-?*
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