• No se han encontrado resultados

Reanimación cardiopulmonar en un potrillo neonato de alto riesgo

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2020

Share "Reanimación cardiopulmonar en un potrillo neonato de alto riesgo"

Copied!
34
0
0

Texto completo

(1)

Facultad de Ciencias Veterinarias

-UNCPBA-Reanimación cardiopulmonar en un potrillo

neonato de alto riesgo

Viñas, Joaquín; Pereiras, Ignacio; Tambella, Victoria

Octubre, 2018

(2)

Reanimación Cardiopulmonar de un potrillo neonato de alto

riesgo

Tesina de la Orientación de Producción Animal presentada como parte de los requisitos para optar al grado de Veterinario del estudiante: Joaquín Viñas

Tutor: Mv. Pereiras Ignacio Martín

Director: Mv. Esp Tambella, Victoria

(3)

RESUMEN

El paro cardiorrespiratorio causado por asfixia en potrillos neonatos antes o durante el parto es un suceso de común ocurrencia en establecimientos de cría de caballos. Los potrillos son el producto principal, concreto y evidente en el sistema de producción equina; cuanto más vulnerable sea un potrillo mayor será el riesgo de improductividad del sistema. Por lo que es importante saber identificar al potrillo de alto riesgo, ya sea por medio de antecedentes en problemas durante la gestación por parte de la madre, en la realización del examen clínico del potrillo o por detección de anomalías clínico patológicas. Para facilitar la identificación de los potrillos de alto riesgo, existe un sistema de puntuación que permite clasificar el estado de salud de los neonatos mediante parámetros simples, denominado sistema de puntuación de APGAR. Este sistema da idea del grado de asfixia del potrillo, por lo tanto, permite conocer el nivel de intervención necesaria para intentar su recuperación. No es de menor importancia saber cómo actuar frente a una situación de emergencia cardiorrespiratoria, es decir saber cómo realizar las distintas maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) para obtener los mejores resultados posibles. Este trabajo final desarrolla los pasos de una reanimación cardiopulmonar completa en un potrillo neonato a través de un caso ocurrido durante la temporada de partos en el año 2016.

(4)

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN...2

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA...3

Eventos de un parto normal...3

Potrillos de alto riesgo...4

Causas de asfixia y detención cardiopulmonar en potrillos neonatos...6

Reanimación Cardiopulmonar...8

Puntuación de APGAR...9

Posicionamiento del paciente...11

Soporte Vital Básico (SVB)...12

Succión de las vías aéreas en neonatos...12

Estimulación Táctil...13

Ventilación...13

Recomendaciones para la ventilación...16

Compresiones torácicas...16

Recomendaciones para las compresiones cardiacas...18

Indicadores de los esfuerzos de la reanimación...19

Terapia de medicamentos...19

Epinefrina...20

Vasopresina...21

Doxapram...21

Atropina...22

Desfibrilación...22

Cuándo detener la reanimación...22

Cuidados luego de la reanimación...23

CASO CLINICO...24

Reseña...24

Anamnesis...24

Examen clínico...25

Diagnóstico diferencial...25

Tratamiento...25

Pronóstico...26

DISCUSIÓN...27

CONCLUSIÓN...32

(5)

INTRODUCCIÓN

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es el restablecimiento de la respiración y circulación espontánea con la preservación de la función neurológica. El problema más común e inmediato que requiere la RCP en un haras donde el producto final son los potrillos, es un neonato con asfixia, esto significa una oxigenación inadecuada de los tejidos antes o durante el parto (Palmer, 2007).

La reanimación en el nacimiento es un caso especial de RCP. Casi todos los recién nacidos hacen la transición de la vida fetal al exterior sin incidentes, pero ese paso de la vida intrauterina a la extrauterina puede no tener éxito y el hecho de reconocer rápidamente la necesidad de intervenir será la clave para un resultado exitoso. Los factores de riesgo están presentes en algunas madres gestantes, en el mismo potrillo e incluso existen situaciones en las que se espera un parto normal, pero como resultado nace un potrillo con elevado riesgo de muerte que, sin el ejercicio de una correcta reanimación cardiopulmonar, puede significar una pérdida en la producción anual. Como veterinario es importante predecir, detectar y tratar a estos potrillos denominados de alto riesgo (Palmer, 2007; Wilkins, 2013).

Es importante reconocer temprano qué potrillos requieren reanimación. Si la resucitación comienza antes que se desarrolle un ritmo cardíaco sin perfusión, la probabilidad de reactivación es buena (tasa de supervivencia tan alta como 50%) (Jokisalo, 2014).

Sin embargo, si los esfuerzos de reanimación se retrasan hasta después del desarrollo de asistolia se espera una tasa de supervivencia inferior al 10% (Jokisalo, 2014).

Losobjetivos de esta investigación son:

 Brindar información sobre cómo identificar potrillos de alto riesgo para lograr una intervención temprana y, de esta manera impedir perdidas perinatales en establecimientos de cría de caballos.

(6)

REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Eventos de un parto normal

La identificación temprana de potrillos que requerirán resucitación es crítica y la familiarización con la secuencia normal de los eventos durante el parto son esenciales para tener éxito en la reanimación (Corley, 2013).

Desafortunadamente, hay amplias variaciones en el patrón normal del parto y en la adaptación neonatal, por lo tanto la decisión de interferir es difícil. A su vez, el valor del potrillo o cualquier complicación durante la preñez determinará el papel del veterinario (Knottenbelt et al. 2004).

Normalmente, la presentación en el parto es antero-posterior. En cuanto a la actitud, una mano es la primera parte en aparecer, seguida por la otra mano, luego el hocico del potro y la cabeza (Knottenbelt et al. 2004).

El potro nace dentro del amnios, que suele romperse como resultado de los movimientos opuestos de los miembros anteriores y la cabeza. El fracaso de la ruptura del amnios es una causa común de asfixia. En este caso, el veterinario debe intervenir para liberar la cara y cabeza del potrillo (Knottenbelt et al. 2004).

En un parto normal, la expulsión del neonato no debería tomar más de 20 minutos. Este realiza algunos jadeos inicialmente y debe respirar espontáneamente dentro de los 30 segundos de nacimiento. La frecuencia cardíaca promedio es de, 70 latidos/min inmediatamente después nacimiento y debe ser regular (Corley, 2013).

El patrón respiratorio normal se establece rápidamente. El potro recién nacido mostrará una respiración profunda y rápida. Una frecuencia respiratoria lenta y laboriosa es un signo grave y es indicador de intervención inmediata (Knottenbelt et al. 2004).

Los potrillos tienen dolor y conciencia sensorial al nacer. Deben adoptar el decúbito esternal en 5 minutos y el reflejo de succión debe aparecer 2 a 20 minutos postparto (Corley, 2013).

(7)

El potrillo lucha y se mueve al lado de la madre. Por lo general, el cordón se corta en ese momento, ya sea por movimiento del potrillo o porque la yegua se pone de pie (Knottenbelt et al. 2004).

El cordón umbilical generalmente se rompe unos 6-8 minutos finalizado el parto en un sitio predeterminado (3-5 cm desde el ombligo). Las rupturas más cortas pueden tener graves consecuencias incluyendo hemorragia interna

(Knottenbelt et al. 2004).

Potrillos normales pueden tener arritmias de hasta 15 minutos después del nacimiento, que incluyen: fibrilación auricular, marcapasos errante, contracción prematura auricular, contracciones ventriculares prematuras (Corley, 2013).

El neonato hace sus primeros intentos de ponerse de pie, generalmente dentro de los 30 minutos después del parto.Los potros normales se mantendrán parados alrededor de 45-90 minutos después del parto. Pueden caer varias veces antes de establecer una postura firme y la capacidad de caminar. Un potro normal puede tardar hasta 2 horas antes de ponerse de pie (Knottenbelt et al. 2004).

La primera succión efectiva se da dentro de 60-90 minutos del parto lo que estimula aún más la bajada de la leche.

El significado de la ingestión de calostro no se puede subestimar, cualquier potrillo que no pueda encontrar la ubre y mamar dentro 2-4 horas (4 horas máximo) será considerado anormal, por lo tanto, se requiere intervención (Knottenbelt et al. 2004).

Potrillos de alto riesgo

La identificación de un potrillo de alto riesgo es muy importante y suele ser sencilla. Los antecedentes de la manada, las características clínicas y las anomalías clínico patológicas pueden ser usadas para identificar pacientes que pueden estar en situación de riesgo (Franklin, 2008).

(8)

hacerse considerando muchos factores, incluidos factores maternos, de parto y gerenciales, incluso antes de que el potro sea examinado (Dobbie y Turner, 2013).

Un indicio de riesgo podría ser una yegua madre con antecedentes de problemas gestacionales o con problemas de peri parto como un aborto tardío, una gestación gemelar, un parto por cesárea o inducido, un parto prematuro, distocias o una separación placentaria prematura (Franklin, 2008).

Las patologías maternas, localizadas en la placenta o fuera del tracto reproductivo, generan riesgo en el potrillo. Generalmente estas yeguas presentan mal estado nutricional o fueron sometidas a largos tratamientos con fármacos, en cierta manera son nocivos, alteran el crecimiento y el normal desarrollo del potrillo (Franklin, 2008).

Las características clínicas de los potrillos de alto riesgo varían. La condición es evidente por fallas en la actividad fisiológica básica. Apnea, asistolia o una actitud de estupor después del parto indican una intervención inmediata (Franklin, 2008).

Algunos cuadros clínicos de riesgo menos evidente se relacionan con la imposibilidad de tener un comportamiento normal, como pararse o succionar. Otros problemas de comportamiento podrían ser la falta de relación con la madre, que el potrillo tenga la mirada extraviada, sin ánimo o manifieste signos de depresión (Franklin, 2008).

También los problemas físicos tales como signos de nacimiento prematuro, convulsiones, diarrea, membranas ictéricas, trastornos osteoarticulares, dificultades respiratorias dan alerta y determinan el riesgo (Franklin, 2008).

La falta de anticipación, sin embargo, puede atrapar a los asistentes médicos fuera de guardia. En algunos casos, el riesgo para el potrillo puede ser transparente (por ejemplo, con distocia, problemas en elperiparto o enfermedad materna) mientras que en otros el riesgo puede ser mucho menos obvio. Incluso cuando se espera que sea un parto normal, el clínico debe monitorear el progreso de la transición del potrillo y estar preparado para intervenir cuando esté indicado (Dobbie y Turner, 2013).

(9)

Enfermedad sistémica materna que incluye: cólico, endotoxemia, hipotensión.

Enfermedad placentaria que incluye: insuficiencia placentaria, placentitis, separación placentaria prematura.

Enfermedad o anormalidad fetal que incluye: atelectasia fetal (falla de la expansión pulmonar), infecciones fetales, compresión del cordón, trauma torácico, disfunción cardíaca.

Problemas intraparto que incluyen: distocia, inercia uterina, separación placentaria prematura (Knottenbelt et al. 2004).

Causas de asfixia y detención cardiopulmonar en potrillos neonatos

Aunque hay muchas razones para el PCR (Paro Cardiorrespiratorio) en los potrillos, el paro respiratorio casi siempre precede al paro cardíaco en recién nacidos.Por lo general, el paro es secundario a otras afecciones sistémicas, como shock séptico o falla respiratoria y no es atribuible a la falla cardíaca primaria(Palmer, 2007).

El paro generalmente es el resultado de la asfixia, que puede ser causada por: separación placentaria prematura, separación temprana o torsión del cordón umbilical, distocia prolongada, obstrucción de las vías respiratorias por las membranas fetales. Algunos potros no comienzan a respirar espontáneamente incluso sin aparente desventura en el parto (Knottenbelt et al. 2004).

Otras causas de PCR (paro cardiorrespiratorio)que no están asociadas con el nacimiento en neonatos incluyen hipoxia perinatal que lleva al daño del centro respiratorio; enfermedad pulmonar primaria que conduce a la hipoventilación e hipoxia, shock séptico, hipovolemia, acidosis metabólica, hipercalcemia, hipoglucemia e hipotermia. También se ha informado en potrillos PCR resultante de neumotórax y trauma (Jokisalo, 2014).

(10)

Los signos incluyen aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea), aumento de la profundidad respiratoria, aumento del trabajo respiratorio, destello de la nariz y taquicardia sinusual (Palmer, 2007).

En raras ocasiones donde el paro cardiopulmonar es de origen cardíaco, generalmente es secundario a daño hipóxico-isquémico o daño miocárdico mediado por citoquinas, defectos cardíacos congénitos, miocarditis, endocarditis con embolia de la arteria coronaria o taponamiento cardíaco (Jokisalo, 2014).

El paro cardíaco sin pulso se puede producir por cualquiera de los cuatro ritmos: fibrilación ventricular (FV), taquicardia ventricular sin pulso (TV), actividad eléctrica sin pulso (PEA) o asistolia. VF o VT son de rara presentación de arritmia de falla de cardiaca, porque la falla cardiaca primaria es una razón inusual para la detención cardiaca en los potros (Palmer, 2007).

El shock séptico puede provocar un paro cardiopulmonar. La falla respiratoria y el shock pueden comenzar como problemas distintos pero progresar a un fracaso cardiopulmonar. Hay un equilibrio dinámico entre el contenido de oxígeno de la sangre y el gasto cardíaco. Si cualquiera de las dos cae, la otra debe aumentar para garantizar el suministro adecuado de oxígeno a los tejidos(Palmer,2007).

Los signos de insuficiencia cardiopulmonar incluyen taquicardia, depresión (falta de respuesta), oliguria, hipotonía, un pulso proximal débil con un pulso periférico débil o ausente y tiempo de llenado capilar prolongado (TLLC). Luego los signos siniestros incluyen bradicardia, hipotensión, patrón respiratorio irregular y respiración paradójica (Palmer, 2007).

Los potros privados de oxígeno sufren una secuencia de cambios:

 Comienzan con un breve período de respiración rápida. A medida que la

asfixia continúa, la frecuencia cardíaca comienza a disminuir, los movimientos respiratorios se detienen, el potro entra en apnea primaria (Corley, 2013).

(11)

La siguiente etapa es jadeos irregulares, que se vuelven más débiles hasta que el potrillo entre en apnea secundaria. No hay más esfuerzos respiratorios y la frecuencia cardiaca continúa bajando hasta que se detiene. Parte o toda esta secuencia puede ocurrir en el útero y durante el parto, un potrillo puede estar en apnea secundaria en el momento en que nace. La apnea primaria no se puede diferenciar de la apnea secundaria solo por medios clínicos (Corley, 2013).

Reanimación Cardiopulmonar

El paso más importante en la reanimación es la preparación completa.

Enel momento crítico, no hay tiempo para comenzar a buscar equipos o intentar recordar la RCP y mucho menos dosis de medicamentos. Todo lo que se necesita para la reanimación debe ser de fácil acceso y poder moverse (Jokisalo, 2014).

La clave es tener un kit o equipamiento de reanimación armado para hacer más dinámico y expeditivo el proceso. El equipo debe estar disponible, listo para usar, en un lugar accesible para el veterinario y debe ser revisado minuciosamente antes de cada temporada de parto (Corley, 2013).

Equipamiento básico: Tubos nasotraqueales uno de 8 mm y 10 mm de diámetro interno 55 cm de largo, jeringa de 5 ml (para inflar el manguito del tubo nasotraqueal), bolsa de reanimación autoinflable, linterna pequeña, epinefrina,cinco jeringas estériles de 2 ml agujas de 1 pulgada de calibre 20, jeringa de bulbo, Toallas limpias (Corley, 2013).

La evaluación inicial del recién nacido debería comenzar en la presentación. Es importante evaluar los reflejos periféricos en la presentación, ya sea el reflejo de succión o en el caso de una presentación posterior, el reflejo anal. De esta manera se determina si el potrillo está vivo o no y que grado de vitalidad tiene el mismo (Knottenbelt et al. 2004).

(12)

pulso exacta debido a que ocurren cambios constantes. A su vez, el pulso apical se puede evaluar ni bien el animal salga del canal de parto (Knottenbeltet al. 2004).

Mientras el potrillo pasa por el canal de parto se encuentra en bradicardia, 40 latidos por minuto o/abajo durante las contracciones másenérgicas, una vez que el pecho se despeja del canal de parto subirán a 70 latidos por minuto.La bradicardia persistente con signos de mala perfusión es un indicador de rápidaintervención. Una arritmia sinusual transitoria y marcada ocurre comúnmente cuando se toman las primeras respiraciones. Algunos potros mantienen una bradicardia apropiada con buena perfusión. El cálculo de una puntuación de Apgar modificada puede ayudar a determinar la urgencia y el alcance de la intervención necesaria (Knottenbelt et al. 2004).

Puntuación de APGAR

El sistema de puntuación APGAR ha sido configurado para clasificar el estado de salud de los potrillos al nacer. La forma simple de este hace que pueda ser realizada fácilmente por cualquier persona dada la instrucción adecuada. Siempre que los problemas se reconozcan temprano, incluso algunos potros seriamente deprimidos, pueden ser salvados con cuidado intensivo efectivo temprano. Algunas condiciones surgen antes del nacimiento, la historia y la evaluación clínica cuidadosa son esenciales (Knottenbelt, 2004).

La evaluación temprana no reduce la necesidad de un examen veterinario completo, el significado de las siglas es:

Apariencia (coloración de piel y mucosas)

Pulso (frecuencia cardiaca)

Gesto (respuesta a reflejos irritabilidad)

Actividad (tono muscular)

(13)

Tabla 1. Puntuación de Apgar modificada

Puntaje 2 1 0

Ritmo Cardíaco >60lpm, regular <60lpm, irregular Ausente Ritmo

Respiratorio Regular Irregular Ausente

Estimulación del reflejo nasal o cosquilleo en la oreja

Estornudo o tos, sacudir la cabeza o mover la oreja

Mueca,

movimiento débil de la oreja

Ninguna Respuesta

Tono Muscular esternal, activoDecúbito Hipotónico lateral, atónicoDecúbito

Fig.1. Extraída de “Neonatal foal resucitation” (2007) Puntuación: 7-8, normal; 4-6, asfixia leve a moderada (estimulación táctil, proporcionar oxígeno, ventilar); 0-3, asfixia grave (comenzar reanimación cardiopulmonar). Abreviatura: lpm, latidos por minuto (Palmer, 2007).

La puntuación de Apgar es similar para todas las especies, con la excepción del ritmo cardíaco crítico. Este sistema de puntuación clasifica el ritmo y frecuencia cardíaca (60 lpm, ritmo regular =2 puntos, ritmo irregular 60 lpm =1 punto, ritmo ausente= 0 puntos), ritmo respiratorio (regular = 2 puntos, irregular = 1 punto, ausente = 0 punto), tono muscular (decúbito esternal, activo = 2 puntos; hipotónico = 1 punto; atónico = 0 punto) y respuesta a estímulos(evasión de la estimulación = 2 puntos; mueca, respuesta débil = 1 punto; respuesta ausente = 0 puntos) (Palmer, 2007).

Puntuaciones de 4 o menos sugieren la necesidad de una intervención inmediata. Puntuaciones de 7 u 8 sugieren que no se necesita intervención. Las puntuaciones de 5 o 6 sugieren la observación, estimulación y preparación para la intervención. Aunque, tradicionalmente, la puntuación de Apgar se registra a 1, 5 y 10 minutos, si el estrés intrauterino es grave, la necesidad de reanimación puede ser reconocida antes de que se calcule el puntaje de un minuto cuando un ritmo cardíaco sin perfusión está presente (Palmer, 2007).

(14)

ausente, irregular o menos de 50 latidos por minuto; flacidez y falta de respuesta a estimulación táctil y parto por cesárea (Jokisalo, 2014) (Knottenbelt, 2004).

El orden de iniciación puede diferir dependiendo de las circunstancias, los pasos necesarios para una PCR exitosa incluyen el establecimiento de una vía aérea, ventilación, compresiones de pecho, administración de drogas, determinación de la arritmia cardiaca, y tratar en consecuencia(Palmer, 2007).

Cuando el PCR es causado por insuficiencia cardíaca primaria la prioridad es el inicio de las compresiones cardíacas; la ventilación es menos importante (Palmer, 2007).

Por el contrario, cuando el paro cardiorrespiratorio es causado por una enfermedad sistémica que lleva a la insuficiencia pulmonar y conduce a insuficiencia cardíaca, la ventilación es más importante. Retrasar las contracciones cardíacas en el primer caso o retrasar la ventilación en el segundo caso disminuye significativamente las posibilidades de reanimación exitosa (Palmer, 2007).

En los primeros 20 segundos, lo primero que debe hacer el veterinario es evaluar si el neonato es adecuado para la PCR. No todos los potrillos son adecuados candidatos para resucitación. Los potrillos con obvios defectos congénitos al nacer deberían probablemente no ser resucitados. El bienestar y las implicaciones financieras de la resucitación siempre deben estar en consideración (Corley, 2013).

Posicionamiento del paciente

Colocar al potrillo en decúbito lateral sobre una superficie dura y plana. Luego, verificar rápidamente si el potro tiene costillas fracturadas. Si se encuentran, colocar el lado con las costillas fracturadas contra el suelo, y en caso de costillas fracturadas bilateralmente, apoyar el lado con más costillas craneales fracturadas en el suelo (Jokisalo, 2014).

(15)

De estar manchado de meconio al nacer, es recomendable succionar las vías aéreas cuando el animal está en la vulva antes de que tome su primer aliento. Si el potro está cubierto de meconio grueso se podría intentar la succión de tráquea (Corley, 2013).

Es importante saber que, la succión de la orofaringe puede inducir bradicardia o incluso un paro cardíaco a través de reflejos vagales, por esta razón, la succión con una jeringa puede ser más segura que usando una unidad de succión mecánica (Corley, 2013).

Franklin habla de “Drenaje Postural”. Esta es una maniobra en la cual una persona sujeta las extremidades anteriores y el tronco y otra las posteriores y la pelvis, la cabeza se mantiene más baja que el cuerpo hasta que drene todo el líquido amniótico. También, dice que la mayoría de los potrillos solo necesitan Soporte Vital Básico, drenaje postural y asistencia a la ventilación (Franklin, 2008).

Soporte Vital Básico (SVB)

SVB incluye el reconocimiento del PCR (o en potros, reconocimiento del paro respiratorio), gestión de la vía aérea, provisión de ventilación y compresiones de pecho. Es la respuesta inmediata a PCR (Jokisalo, 2014).

Succión de las vías aéreas en neonatos

(16)

Estimulación Táctil

Si la respiración no es espontánea y los movimientos no comienzan en segundos después del nacimiento, la estimulación táctil es útil. En un nacimiento normal La cabeza se presenta primero, es usualmente más efectiva la estimulación táctil de la cabeza (frotar con una toalla seca). Frotar el pecho o estimular el canal auditivo o el canal nasal también puede ser efectivo. Es importante el rol de la madre estimulando al neonato por medio de lamidos, y el contacto con las manos o cabeza. Si los esfuerzos de respiración espontánea en respuesta a la estimulación táctil no son inducidos de inmediato, es poco probable que mejore (Knottenbelt, 2004).

Ventilación

La intubación y ventilación están indicadas si la apnea persiste por más de 2 minutos. Ocasionalmente, la estimulación táctil causada por la colocación de una cánula de oxígeno intranasal es suficiente para iniciar la respiración. Es también una buena técnica cuando la respiración está presente pero es irregular con apnea periódica (Palmer, 2005).

La mejor manera de asegurar una vía respiratoria adecuada es intubar el potro. Se prefiere la intubación nasal a la intubación oral porque hay menos riesgo de que el tubo sea dañado cuando el potro recupera la conciencia. Debido a esto, la intubación oral solo se restringe al animal bajo anestesia. Se recomienda un tubo endotraqueal con manguito de 55 cm de longitud. El diámetro interno del tubo debe coincidir con el tamaño del potro. Como una guía aproximada, los potros pura sangre (de 45 a 60 kg) requieren un tubo de diámetro interno de 9 a 10 mm para intubación nasotraqueal. Los tubos más pequeños son más fáciles de pasar, pero crean más resistencia al flujo de aire (Corley, 2013).

Cuando el tubo endotraqueal no está disponible de inmediato, puede ser efectiva la ventilación con una bomba, la ventilación con máscara o boca a nariz. El hecho de que los equinos son respiradores nasales obligados hace que estos métodos sean relativamente efectivos (Palmer, 2005).

(17)

gas y puede evitar que los pulmones se expandan por completo (Jokisalo, 2014).

Mientras se respira en la fosa nasal ascendente, se puede observar que el tórax se eleva, asegurando el volumen tidal adecuado; el contenido de oxígeno inspirado fraccional del aire exhalado es aproximadamente del 16% al 18%, pero este es adecuado, cuando la perfusión está fallando (Jokisalo, 2014).

Intubación: El potro puede estar en decúbito lateral o esternal, y la cabeza debe estar en línea recta con el cuello. De esta manera, se utiliza una mano para dirigir la punta del tubo medial y ventralmente al meato ventral, la otra mano se usa para avanzar el tubo. Para pasar un tubo por vía oral, estirar la lengua suavemente hacia adelante y hacia un lado para estabilizar la laringe. El tubo se avanza sobre la lengua por línea media. En ambas técnicas de intubación, se recomienda la rotación del tubo, de 90 a 180 grados cuando el extremo del tubo está en la faringe. Una vez que el tubo está en su lugar, el manguito debe ser inflado suavemente para proporcionar un "sello" para la ventilación asistida. Es importante verificar que el tubo endotraqueal pase exitosamente a la tráquea, comprimir el tórax y sentir el aire expirado por el otro extremo del tubo, y observar cómo se eleva la pared del tórax cuando se envía aire (Wilkins, 2013).

Los potros apneicos, que tienen un patrón respiratorio irregular y respiración entrecortada o permanecen bradicárdicos, deben recibir soporte respiratorio. Con la primera respiración asistida, una fase inspiratoria prolongada, de aproximadamente 5 segundos, pueden ayudar a asegurar la expansión pulmonar. A su vez, si hay ritmo cardíaco sin perfusion, la ventilación debe tener una fase inspiratoria corta y frecuencia baja como en otras formas de RCP (Jokisalo, 2014).

(18)

Si la asfixia es leve y de corta duración, la frecuencia cardíaca debería ser mayor de 60 lpm después de 30 segundos de ventilación y pronto debería acercarse a 100 lpm. Los esfuerzos respiratorios espontáneos generalmente siguen (Jolisako, 2014).

Si la asfixia está avanzada y el daño del miocardio está presente, la bradicardia es probable que persista y se debe iniciar el soporte cardiovascular. Cuanto más avanzada es la asfixia, más largo es el tiempo hasta la respiración espontanea (Jolisako, 2014).

Cuando el paro cardíaco primario es la razón de la RCP y la función respiratoria fue normal hasta el momento del paro, los aspectos negativos de la ventilación superan los efectos positivos, por lo tanto, la ventilación debe buscarse de manera secundaria y mínima al principio (Palmer, 2007).

Cuando, como ocurre en la mayoría recién nacidos, hay detención respiratoria, asfixia (la insuficiencia respiratoria precede al paro cardiaco), los aspectos positivos de la ventilación se vuelven más importantes para la supervivencia (Palmer, 2007).

La inspiración debería limitarse a no más de 1 segundo, y la frecuencia respiratoria debe limitarse a no más de 8 a 10 respiraciones por minuto (Palmer, 2007).

Si se ha colocado un tubo endotraqueal, la ventilación no necesita coordinarse con las compresiones de pecho. El objetivo debe ser una respiración rápida e infrecuente. Es útil colocar un segundo reloj en la mano de quien esté ventilando al potro, con instrucciones de no dar más de 1 respiración rápida cada 10 segundos. Si esto se hiciera estrictamente, la tasa sería de 6 respiraciones por minuto; inevitablemente, durante el estrés de la RCP, es probable que la tasa sea más rápida, pero esta técnica debería ayudar a limitar el ritmo (Palmer, 2007).

(19)

Recomendaciones para la ventilación

1. Tiempo inspiratorio: tiempo inspiratorio de 1 s con tiempo espiratorio largo, se recomiendan respiraciones cortas e infrecuentes para lograr una correcta perfusión coronaria.

2. Velocidad de ventilación: una tasa de ventilación de 10 a 20 respiraciones/min es recomendado y el objetivo es lograr normocapnia y evitar hipoxemia arterial.

3. Volumen corriente: 10 ml/kg

4. Aire ambiente en lugar de oxígeno al 100% (Jokisalo, 2014)

Compresiones torácicas

Las compresiones torácicas deben iniciarse si no hay latido cardiaco, si hay menos de 40 lpm o 50 lpm y no aumenta. El objetivo de las mismas es generar flujo sanguíneo a órganos vitales durante la RCP (Jokisalo, 2014).

El mecanismo del flujo sanguíneo durante la compresión del pecho no está claro. La teoría de la bomba cardíaca sugiere que la presión en el pecho causa compresión cardíaca. Y esto propulsa sangre por las válvulas cardíacas que dirigen el flujo sanguíneo hacia adelante (Palmer, 2007).

16

Fig. 2. Extraída de “Resusitation and emergency managenment for neonatal foals” (2005). Reanimación boca a nariz en un potrillo. La

(20)

La teoría de la bomba torácica sugiere que el aumento de la presión torácica causada por la compresión impulsa la sangre y que las válvulas venosas lo dirigen hacia adelante, mientras que las válvulas cardíacas no cumplen con su función (como resultado del rigor del miocardio) y hace que la contribución cardíaca al flujo sanguíneo sea mínima (Palmer, 2007).

No importa cómo la compresión impulsa la sangre; ha quedado claro que durante el retroceso de la pared torácica entre compresiones, la presión negativa a nivel intratorácico es importante en la producción de retorno venoso (Palmer, 2007).

La persona que realiza las compresiones torácicas debería arrodillarse paralelo a la columna vertebral del potro y colocar sus manos una encima de la otra en el punto más alto del tórax, caudal al tríceps del potro. Los hombros deben estar directamente sobre las manos, permitiendo el uso del peso corporal para ayudar a comprimir el tórax. Esto ayuda a entregar suficiente fuerza y también a reducir la fatiga del reanimador (Jokisalo, 2014).

La meta debería ser una tasa de 100 compresiones por minuto, con un retroceso completo del tórax entre compresiones, “empujar duro, empujar rápido'' (push hard, push fast). Es igualmente importante minimizar las interrupciones durante la compresión, a un máximo de 10 segundos. Interrupciones más largas acompañadas por una falla en la de perfusión coronaria son causa de falla en el retorno a la circulación espontánea. Si se asegura una vía aérea, la coordinación entre la ventilación y la compresión del pecho no son necesarias (Palmer, 2007).

(21)

Recomendaciones para las compresiones cardíacas

La profundidad de compresión óptima se puede lograr "presionando con fuerza". Una profundidad de compresión a un tercio o mitad del ancho del tórax es razonable (Jokisalo, 2014).

Para la RCP con un solo reanimador sin intubar al paciente, se recomienda obtener una relación de Compresión: Ventilación (C:V) de 30:2, pero para pacientes intubados se deben realizar compresiones torácicas continuas, es decir, no se deben hacer pausas (Jokisalo, 2014).

Como ideal, se puede lograr un gasto cardíaco de aproximadamente 25% a 30% de lo normal. Un estudio en caballos adultos mostró que las tasas de compresión de 80 por minuto era superior a 60 o 40 lpm en términos de flujo sanguíneo logrado, y estudios en humanos han demostrado que las tasas de compresión más altas (100-120 / min vs 60 / min) se asocian con tasas de supervivencia mucho mejores. En potrillos, se recomienda una tasa de compresiones torácicas de 100 a 120/min (Jokisalo, 2014).

(22)

Indicadores de los esfuerzos de la reanimación

Los principales indicadores de la reanimación son los reflejos palpebrales, el reflejo corneal y el fotopupilar. Si estos reflejos se mantienen o aumentan indican que se debe continuar con la reanimación. Cuando el reflejo corneal va en disminución es de pronóstico reservado o funesto (Franklin, 2008).

El control del tamaño de la pupila es un indicio indirecto de una perfusión cerebral adecuada. Cuando la perfusión de la cabeza se vuelve inadecuada, las pupilas se dilatan extensamente. Cuando la compresión del pecho produce una perfusión adecuada en la cabeza, las pupilas asumen un tamaño más neutral. La técnica de compresión de pecho debe ajustarse según lo indicado por el tamaño de la pupila (Palmer, 2007).

El reanimador que hace compresiones torácicas teniendo una linterna en la boca, puede apoyarse, evaluar la respuesta y el tamaño de las pupilas sin interrumpir los esfuerzos de resucitación. Si la pupila se encuentra muy dilatada y fija, la resucitación es insuficiente mientras que una circulación efectiva da como resultado una pupila normal que responde a la luz. Cuando el reflejo fotopupilar se encuentra ausente con las pupilas dilatadas después de 15 min, indica que se debe parar la reanimación (Corley, 2013).

El edema corneal y la presencia burbujas en la cámara anterior del ojo indican que el potrillo nació muerto y son innecesarios los esfuerzos de reanimación (Franklin, 2008).

Intentar palpar pulsos durante la RCP es un desperdicio de esfuerzo. También el progreso de la RCP se puede controlar por el latido del corazón; si está presente, se usa para evaluar el comienzo de la circulaciónespontánea y por ende elcese de las compresiones torácicas (Corley, 2013).

Terapia de medicamentos

Si el ritmo cardíaco espontáneo no se desarrolla dentro de los 30 a 60 segundos de compresiones torácicas, debe iniciarse una terapia farmacológica (Jolisako, 2014).

Epinefrina

(23)

epinefrina puede mejorar la presión de perfusión coronaria durante paro cardíaco (Palmer, 2007).

Durante las compresiones torácicas, el flujo sanguíneo coronario está restringido al período diastólico. La presión aórtica diastólica determina la perfusión coronaria, porque durante un paro cardíaco, no hay resistencia capilar coronaria y la presión venosa central es baja debido al mínimo retorno venoso (Palmer, 2007).

Los efectos a-adrenérgicos aumentan la presión aórtica diastólica. Simultáneamente. Ayudan a la irrigación en los tejidos periféricos (por constricción arterial periférica) y aumenta el tono aórtico. Se debe administrar si la frecuencia cardíaca sigue siendo muy baja (<40 latidos / min) o ausente después de 2 minutos de RCP con compresiones torácicas y ventilación. Sin perfusión coronaria, no hay esperanza de retorno a un ritmo cardíaco normal (Palmer, 2007).

La combinación de compresiones efectivas de pecho y la acción de la epinefrina resulta en un retorno de la perfusión coronaria, que es el paso más importante para resolver el paro cardíaco sin importar cuál sea la causa (Palmer, 2007).

Se han dado efectos fisiológicos beneficiosos y efectos tóxicos en la administración de epinefrina durante la RCP. Pueden ser regímenes de dosis baja (0.01-0.02 mg/kg) o de dosis alta (0.1 mg/kg). Aunque el regreso a la circulación espontánea puede ocurrir más comúnmente con el régimen de dosis alta, existe mayor riesgo de toxicidad. La experiencia en potros sugiere que la necrosis miocárdica es más extensa con terapia de dosis alta. Por lo tanto, no debe usarse de forma rutinaria (Jokisalo, 2014).

La terapia con epinefrina está indicada para el paro cardíaco, independientemente de la causa (Palmer, 2007).

Es apropiado administrar un 0.01 a 0.02 mg/kg de epinefrina por vía intravenosa o intraósea cada 3 minutos. Mayores dosis pueden estar indicadas para tratar casos específicos. Esta dosis debe repetirse cada 3 a 5 minutos hasta regresa una frecuencia cardíaca regular, o se determina que la RCP no tiene éxito (Corley, 2013).

(24)

mg/kg. Las complicaciones incluyen aumento de la demanda de oxígeno cardíaco con necrosis miocárdica e hipertensión con taquiarritmias post reanimación (Jokisalo, 2014).

La epinefrina, como con todas las drogas adrenérgicas, se inactiva cuando se mezcla con bicarbonato (Palmer, 2007).

Vasopresina

La vasopresina es una hormona de estrés endógena no adrenérgica que es potente vasoconstrictor periférico. Su acción vasoconstrictora es más potente que la de la angiotensina II o norepinefrina, pero su acción en la presión es mínima en individuos normales debido a la bradicardia mediada por barorreceptores, que evita el aumento de presión. El aumento de presión provocado por la vasopresina es marcado en un paro cardíaco (Palmer, 2007).

Se ha encontrado que la vasopresina es tan efectiva como la epinefrina para ayudar a regresar a la circulación espontanea, sin importar cuál es el ritmo cardiaco sin perfusión que se presenta. El uso de vasopresina o vasopresina en combinación con epinefrina puede llegar a ser más efectivo que la epinefrina sola al regresar a la circulación espontánea. No es común el implemento de esta droga (Palmer, 2007).

Doxapram

El uso de Doxapram es un tratamiento muy controvertido para estimular la respiración al nacer. El fármaco claramente tiene un papel en el aumento de la tasa de ventilación en potros hemodinámicamente estables con síndrome perinatal de asfixia y encefalopatía neonatal. Sin embargo, el doxapram reduce el flujo sanguíneo cerebral, especialmente a dosis más altas en potros. También aumenta la demanda de oxígeno por el miocardio en animales de experimentación. (Corley, 2013)

Estos efectos son, junto con la evidencia que este medicamento es ineficaz en la apnea secundaria, que llevado a la recomendación que el doxapram no sea utilizado en la resucitación cardiopulmonar de neonatos (Corley, 2013).

Atropina

(25)

bradicardia es puramente sintomática, sin embargo, trata la causa (hipoxia). Si la frecuencia cardíaca aumenta y la hipoxia no es corregida, aumenta la deuda de oxígeno en el miocardio (Palmer, 2007).

Desfibrilación

Si el desfibrilador está disponible, solo se debe usar en caso de fibrilación ventricular (FV) (rápidamente reconocido por su actividad eléctrica ondulante sin complejos discernibles). La desfibrilación eléctrica se puede probar en un potro en asistolia que no responde a las compresiones torácicas ni al tratamiento con epinefrina (Corley, 2013).

La desfibrilación no debe usarse para tratar asistolias o bradiarritmias. Las compresiones cardíacas deben reanudarse tan pronto después de la descarga como sea posible para minimizar el período sin compresiones y no debe revisarse el ritmo cardíaco de inmediato (Palmer, 2007).

Cuándo detener la reanimación

La ventilación debe detenerse cuando la frecuencia cardíaca es superior a 60 lpm y la respiración está bien establecida; esto se puede probar deteniendo la ventilación y desconectando la bolsa o la bomba por 30 segundos (Jokisalo, 2014).

Las primeras respiraciones pueden ser jadeando pero, después de esto, el potro debe tener una frecuencia respiratoria mayor a 16 respiraciones/min, un patrón respiratorio regular y un esfuerzo respiratorio normal. La retirada prematura de la ventilación es el error más común en la RCP neonatal humana. (Jokisalo, 2014).

Las compresiones torácicas deben continuarse hasta que sean establecidos latidos regulares de más de 60 lpm. No debe haber un período de pausa entre la detención de apoyo y la aparición de un latido cardíaco espontáneo (Jokisalo, 2014).

(26)

Cuidados luego de la reanimación

El período posterior a la reanimación es crítico. La evaluación continua de la función cardiovascular es vital, incluso si el potro se resucita fácilmente y su condición inicialmente parece estable (Palmer, 2007).

El oxígeno suplementario debe ser provisto por una mascarilla o cánula nasal. Este tratamiento apunta a la normoxemia, no a la hiperoxemia (Jokisalo, 2014).

La hipotermia leve puede ser beneficiosa en el período posterior a la resucitación.Aunque en el entorno veterinario es difícil replicar la hipotermia inducida clínicamente, los potrillos no deben ser calentados deliberadamente hasta que se normalice la temperatura corporal (Corley, 2013).

La perfusión de órganos debe optimizarse con fluidoterapia y posiblemente inotrópicos y vasopresores. (Jokisalo, 2014)

La administración de glucosa es importante porque en el miocardio el glucógeno generalmente se agota y el suplemento de glucosa ayuda a prevenir hipoglucemia postasfixia. La administración de glucosa debe comenzar a una tasa de 4 mg/kg/min. Si es tolerada, la tasa de infusión de glucosa debe aumentarse a 8 mg/kg/min. (Palmer, 2007)

CASO CLINICO

(27)

de cuida y una padrillera con su respectivo piquete. El campo se encuentra separado en lotes de 10 a 15 hectáreas, divididos con empalizada de madera. Después de la parición, se conforman lotes de 8 a 10 yeguas con cría por potrero, logrando de esta forma un manejo adecuado y de bajo riesgo.

Reseña

Especie: Equina

Raza: Sangre Pura de Carrera Sexo: Macho

Edad: Neonato Pelaje: Zaino Peso: 55 kg Alzada: 87 cm

Hora de Nacimiento: 16:00 hrs

Placenta: Integra y sin anormalidades. El peso fue5 kg Anamnesis

En cuanto a la anamnesis e historia clínica de la madre del potrillo, no presentaba antecedentes de problemas gestacionales ni problemas de periparto. Tenía buen estado nutricional y no había recibido tratamientos farmacológicos prolongados.

Es importante destacar que la performance reproductiva de la madre es buena, en su octava temporada de servicio resulto vacía 3 veces. Los últimos 3 años obtuvo crías sanas, dos hembras alazanas y una zaina.

Examen clínico

La yegua fue encontrada por uno de los empleados en un potrero externo cerca de la maternidad, estaba de pie, ya había empezado el trabajo de parto, y se podían observar las membranas fetales asomarse. Se la trasladó, como es de rutina, dentro del box de maternidad. El parto se demoró debido a que la yegua se mantenía en pie y no quería adoptar posición de decúbito. La evaluación de los reflejos periféricos del potrillo en el canal de parto dio negativa. La expulsión duro más de lo normal, 20 minutos.

(28)

temperatura era de 38.5°C.Presentaba hipotonía muscular, respuesta a estímulos ausente y reflejo fotopupilar (pupila dilatada) y palpebral negativos. El animal se encontraba en decúbito lateral, posición ortopneica, al no percibir ningún signo vital se comienza la reanimación inmediatamente.

Diagnóstico diferencial

Al diagnóstico presuntivo se llega por los signos clínicos y la categoría de potrillo neonato.

El examen clínico sugiere un diagnóstico de asfixia severa y, como consecuencia, paro cardíaco.

Otras afecciones posibles al ser un potrillo neonato de alto riesgo, podrían ser Encefalopatía neonatal, Sepsis neonatal (shock séptico) e isoeritroilisis neonatal.

Tratamiento

Una vez que el potrillo nació y se realizó el examen clínico, el equipo veterinario intentó activar la respiración espontanea con estimulación táctil por medio del frote con la cama y toallas. Al no haber respuesta prosiguió a realizar RCP.

En cuanto a la reanimación realizada, el veterinario comienzo ejecutar compresiones cardíacas a un ritmo de 15 compresiones rápidas y fuertes. Entre esas 15 compresiones, un ayudante veterinario se encargó de la ventilación soplando en uno de los ollares y tapando el otro. El objetivo era distender los pulmones y elevar el tórax lo más posible. En el momento entre las compresiones, los reflejos fotopupilar y palpebral eran verificados con una linterna, hasta entonces se encontraban ausentes.

Luego de esto, se aplicó una terapia con dexametasona a una dosis de 0,02 mg/Kg divida en dos vías endovenosa e intramuscular.

Cuando transcurrieron aproximadamente 20 minutos de haber comenzado el procedimiento de RCP, se percibió en el potrillo un latido cardiaco de manera arrítmica. A su vez la respuesta a los estímulos de dolor y al reflejo fotopupilar aumentó. Luego de esto, aumentaron los esfuerzos respiratorios y con ayuda, el potrillo logró adoptar la posición de decúbito esternal.

(29)

frecuencia respiratoria logró superar las 16 respiraciones/min, se estableció un patrón respiratorio regular y el esfuerzo respiratorio fue normal. El potrillo se incorporó, caminó, no manifiesto incoordinación y logró mamar a las 16.40 hrs, es decir, 40 minutos después de nacer. Hasta el día de hoy, no presenta secuelas.

Pronóstico

El pronóstico era desfavorable a funesto debido a que el potrillo estuvo asfixiado e hipóxico durante un tiempo prolongado, es decir, hubo demoras en el comienzo de la respiración espontánea y el latido cardíaco. La reanimación duró 25 minutos aproximadamente. En base a esto, la experiencia clínica y la bibliografía sugieren que si la circulación y la respiración espontánea no están presentes luego de 10 minutos, la presencia de algún tipo de secuela es inminente y la supervivencia es poco probable.

DISCUSIÓN

Existen diferencias entre la práctica y lo citado en el marco teórico. En la práctica hay deficiencias; la falta de preparación del equipamiento de reanimación en los establecimientos antes del comienzo de la temporada es una de ellas. Así como también la carencia de conocimiento sobre las maniobras que pueden resolver los problemas de asfixia o paro cardiorrespiratorio en potrillos neonatos. Por lo tanto, sería beneficioso que los veterinarios vinculados con la producción equina estén familiarizados con la práctica de RCP, ya que existe la posibilidad de que se enfrenten a casos de emergencia cardiorrespiratoria. Aunque la incidencia de estos casos no es elevada, por lo que este punto es discutible.

(30)

dosis de medicamentos. Todo lo que se necesita para la reanimación debe ser de fácil acceso y poder moverse (Jokisalo, 2014). Muchos establecimientos que no tienen en cuenta esta problemática tienen pérdidas en el principal producto, los potrillos, que podrían ser evitadas con una preparación acorde.

La falta de capacitación del personal es otro punto a abordar. En este caso, no se contaba con información acerca del sistema de puntuación APGAR, que ha sido configurado para clasificar el estado de salud de los potrillos al nacer, y que puede ayudar a determinar la urgencia y el alcance de la intervención necesaria (Knottenbelt et al. 2004).Es discutible su implementación en el caso que la condición del potrillo sea de evidente falta de vitalidad, es decir, ritmo cardiaco y respiratorio ausentes, por ejemplo. Pero dando una instrucción adecuada a la persona que pueda estar en ese momento es una herramienta útil.

En cuanto a la ventilación, la diferencia en este caso radica en el tiempo de inspiración en la reanimación pero no en la frecuencia. El rol del ayudante veterinario en la ventilación era intentar enviar la mayor cantidad de aire en la inspiración.

La bibliografía sugiere que la inspiración debería limitarse a no más de 1 segundo, y la frecuencia respiratoria debe limitarse a no más de 8 a 10 respiraciones por minuto (Palmer, 2007). No caben dudas que estas indicaciones serían las ideales o las de preferencia para obtener una mejor oxigenación y perfusión coronaria. Aunque el tiempo de inspiración puede ser mayor y los resultados ser igualmente positivos como en este caso.

La bibliografía recomienda siempre la intubación aclarando que es posible reanimar boca a nariz o con una bolsa de reanimación. La ventaja radica en que si se coloca un tubo endotraqueal, la ventilación no necesita coordinarse con las compresiones de pecho. El objetivo debe ser una respiración rápida e infrecuente (Palmer, 2005). La intubación es discutible, en este caso clínico no se intentó intubardebido a que fue tomada como prioridad la necesidad de comenzar con la reanimación de manera inmediata.

(31)

El control del tamaño de la pupila es una indicación indirecta de una perfusión cerebral adecuada. Cuando la perfusión de la cabeza se vuelve inadecuada, las pupilas se dilatan extensamente. Cuando el reflejo foto-pupilar está ausente con las pupilas dilatadas después de 15 min, indica que se debe parar la reanimación (Corley, 2013). Empíricamente, las pupilas estuvieron sin reaccionar y dilatadas un largo tiempo alrededor de 15 minutos; pese a esto, el animal logró reanimarse y no demostró secuelas.

Finalmente, toda la bibliografía habla de terapia con epinefrina siempre indicada para el paro cardíaco, independientemente de la causa (Palmer, 2007).La dosis debe repetirse cada 3 a 5 minutos hasta regresa una frecuencia cardíaca regular, o se determina que la RCP no tiene éxito (Corley, 2013). En el presente trabajo, no se contaba con esta droga debido a que en el país es muy cara, su vencimiento es rápido y para los propietarios no se justificaba su compra. También el hecho que deban darse varias dosis lleva a que se detenga la reanimación, lo que no hubiera sido apropiado en este caso en que el animal no fue intubado. En reemplazo de la misma, se le administro una única dosis de dexametasona la cual no está recomendada en el caso de asistolia. El mecanismo de la droga no actúa tan rápido como en el caso de epinefrina.

La experiencia clínica sugiere que si la circulación espontánea y la respiración no están presentes después 10 minutos, la supervivencia es poco probable (Jokisalo, 2014).

CONCLUSIÓN

En base a los objetivos planteados al comienzo de la tesina, se puede concluir que los preparativos en términos de equipamiento de reanimación, planificación veterinaria y atención del parto son fundamentales para lograr una reanimación exitosa. El reconocimiento precoz del neonato de alto riesgo es la clave del éxito, para ello hay que considerar factores de riesgo maternos, de parto, gerenciales y del propio potrillo.

(32)

El sistema de puntuación de APGAR es una herramienta útil que permite evaluar el estado de salud del potrillo mediante parámetros simples. De esta manera se puede categorizar el nivel de asfixia en leve, moderado o severo. Por lo tanto, permite saber en qué medida intervenir para lograr una correcta reanimación.Aunque en este caso era evidente la necesidad de realizar RCP, el potrillo no presentaba ningún signo vital, es decir, no era necesario el caculo de la puntuación de APGAR, el haber contado con esta información hubiera sido de gran utilidad. Otra conclusión útil podría ser que en el caso de haber fallas en la fisiología básica, como ausencia de ritmo respiratorio o cardíaco, es de gran ayuda la estimulación táctil para para inducir la respiración espontánea efectiva, si esto no ocurre comenzar la reanimación de inmediato.

En el protocolo de reanimación, la ventilación debe ser rápida e infrecuente, con inspiraciones de 1 segundo, de 8 a 10 ventilaciones por minuto para lograr una correcta oxigenación y perfusión coronaria. La intubación es beneficiosa porque permite no tener interrupciones entre las compresiones torácicas y la ventilación, pero no es imprescindible. Las compresiones torácicas deben ser entre 100 y 120 por minuto, con una profundidad de compresión a un tercio o mitad del ancho del tórax. Es fundamental la correcta posición del operario para reducir la fatiga al mínimo, así como también turnarse entre operarios.

El principal indicador de los esfuerzos de reanimación es el reflejo fotopupilar, si la pupila responde a la luz, existe una correcta perfusión cerebral y si esta se mantiene dilatada después de 15 min, se debe detener la reanimación. En el caso clínico, la pupila no respondió durante varios minutos. Sin embargo, la vitalidad del neonato se evidenció en primera instancia por este reflejo. Para detener la reanimación, la frecuencia cardíaca debe ser de 60 lpm y regular; la frecuencia respiratoria de 16 respiraciones por min, ritmo regular y esfuerzo normal.

(33)

tratamiento con distintas drogas como para los cuidados luego de la reanimación.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

-Corley K.T. (2013) Cap 29. “Foal resuscitation” Pág. 509-519. En: Equine Emergencies treatment and procedures. Orsini J.A.; 4thEdition Editorial: Elsevier.

-Dobbie T.; Turner R.M. (2013). Cap 28. “Emergency foaling” Pág. 504-508. En: Equine Emergencies treatment and procedures. Orsini J.A.; 4th Edition. Editorial: Elsevier.

-Knottenbelt D.C; Holdstock N.; Madigan J. (2004) Cap.3 “the foal at delibery” Pág. 65-74 En: Equine neonatal medicine and surgery. Editorial: Elseiver Saunders.

-Wilkins P.A. (2013) Cap.30 “Perinatology and the High-Risk Pregnant Mare” Pág. 520-527 En: Equine Emergencies treatment and procedures. 4thEdition Orsini J.A.; Editorial: Elsevier.

(34)

-Corley K.T; Axon J.E (2005) “Resusitation and emergency managenment for neonatal foals” Pág. 431-455. En: Vet Clinics Equine 21 Editorial: Elseiver Saunders.

-Jokisalo J.M.; Corley K.T.T (2014) “CPR in the neonatal foal”.Pág. 1-15. En: Veterinary Clinics Equine Editorial: Elseiver.

-Palmer J. E (2005) “ Ventilatory support of the critically ill foal” Pág. 457-486 En: Veterinary Clinics Equine 21 Editorial: Elseiver Saunders

Referencias

Documento similar

Proporcione esta nota de seguridad y las copias de la versión para pacientes junto con el documento Preguntas frecuentes sobre contraindicaciones y

[r]

The part I assessment is coordinated involving all MSCs and led by the RMS who prepares a draft assessment report, sends the request for information (RFI) with considerations,

o Si dispone en su establecimiento de alguna silla de ruedas Jazz S50 o 708D cuyo nº de serie figura en el anexo 1 de esta nota informativa, consulte la nota de aviso de la

 Tejidos de origen humano o sus derivados que sean inviables o hayan sido transformados en inviables con una función accesoria..  Células de origen humano o sus derivados que

d) que haya «identidad de órgano» (con identidad de Sala y Sección); e) que haya alteridad, es decir, que las sentencias aportadas sean de persona distinta a la recurrente, e) que

De hecho, este sometimiento periódico al voto, esta decisión periódica de los electores sobre la gestión ha sido uno de los componentes teóricos más interesantes de la

Las manifestaciones musicales y su organización institucional a lo largo de los siglos XVI al XVIII son aspectos poco conocidos de la cultura alicantina. Analizar el alcance y