Desarrollo del niño desde el nacimiento hasta los 6 años

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Desarrollo del niño desde el nacimiento hasta los 6 años

Por fin médicos, científicos y educadores reconocen ahora que los primeros años de vida suponen una etapa fundamental para la adquisición de capacidades y que la estimulación adecuada, junto con la experiencia, son esenciales para optimizar el crecimiento y el desarrollo del niño.

Estos primeros años son muy importantes. En la actualidad se reconoce que cuanto antes comience el bebé a recibir estimulación sensorial y se le fomenten oportunidades de potenciar la movilidad y la expresión del lenguaje, mayor será la probabilidad de optimizar el crecimiento de su cerebro, su desarrollo y sus habilidades.

Es importante comprender cómo sucede esto para optimizar el conocimiento y aplicación de este programa de estimulación temprana.

Dentro del útero el bebé desarrolla cientos de miles de millones de neuronas en el cerebro antes de nacer. Esas neuronas cerebrales solo están esperando estimulación para crear redes de función que permitan al niño ver, oír, sentir, saborear y oler, así como sentir la experiencia que desemboca en movilidad, lenguaje y habilidad manual.

En el recién nacido el cerebro está experimentando tres procesos naturales pero importantes que llamados poda, aprendizaje y mielinización.

La poda es un fenómeno cerebral básico y muy interesante. En el bebé miles y miles de millones de neuronas están en su lugar en el momento del nacimiento. Sin embargo, solo aquellas que se usen y se estimulen con suficiente frecuencia, intensidad y duración a una edad temprana, se reforzaran y se convertirán en conexiones

neurológicas permanentes, que funcionaran como circuitos principales o como redes.

Aquellas que no sean usadas con la frecuencia necesaria son “podadas”. Es decir, si no se utilizan, se desvanecen.

Por desgracia se dan casos de bebés sanos que por vivir los primeros meses o incluso años en ambientes carentes de estímulos en ciertos orfanatos masificados han sufrido retraso en el desarrollo, a veces, difícilmente recuperable. Han recibido poca estimulación sensorial y escasas oportunidades de moverse al permanecer demasiado tiempo en cunas, carritos de paseo, andadores u otros mecanismos restrictivos, que no permiten el libre movimiento ni la estimulación sensorial y motora adecuada.

Los estudios han demostrado que los bebés que utilizan andadores pueden padecer cierto retraso en su desarrollo en comparación con los niños a los que se les permite arrastrarse, gatear y caminar en un entorno seguro. Desde aquí no

recomendamos en absoluto los andadores para tu hijo, además son una de las

principales causas de lesiones en los niños pequeños. Coloca siempre que puedas a tu bebé sobre un suelo limpio y seguro que le permita arrastrarse y gatear, no sufras, de ahí no se podrá caer…

Siguiendo con la poda de neuronas cerebrales, a pesar de que pueda parecer un fenómeno duro e improductivo, representa la realidad de la relación cuerpo-cerebro.

El cerebro requiere una fuente de energía constante y de alta calidad, así como nutrientes, y un veinte por ciento de todo el oxígeno que llega al organismo. Aquellas

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áreas que no se usan se aíslan para poder enviar recursos a otras zonas que lo necesiten.

A la vez que se produce la poda, se desarrolla también el proceso inverso, el aprendizaje. Este refuerzo de los circuitos neuronales del cerebro permite la adquisición permanente de redes neuronales cuando tiene lugar la estimulación adecuada.

La mielinización es otro fenómeno relacionado con los anteriores. Este proceso, en el cual las neuronas desarrollan una cubierta aislante que protege su funcionamiento, ayuda a establecer conexiones e incrementa la velocidad de intercambio de información.

En resumen, el cerebro crece con el uso y o lo utilizas o lo pierdes. La capacidad del niño es el producto de la estimulación y la oportunidad, esto quiere decir que puedes desarrollar el cerebro de tu hijo durante sus primeros años de vida, proporcionándole con ello un potencial superior al que hubiera tenido sin tu dedicación.

Glenn Doman nos dice: “El cerebro crece con el uso. Exactamente igual que el bíceps, el cerebro crece con el uso. Aquellos que usan su bíceps muy poco tienen un músculo pequeño, poco desarrollado y débil. Quienes hacen un uso normal de su bíceps tienen un músculo normal. Y los que usan su bíceps de manera extraordinaria, tienen un bíceps extraordinario. No hay otra posibilidad. Esto mismo es válido para el cerebro, porque el cerebro crece con el uso.”

Glenn Doman y su equipo, tras muchos años de investigación (más de 50) en los Institutos para el Logro del Potencial Humano fundados por él en 1955 en Filadelfia, y tras el estudio de miles de niños tanto sanos como con lesión cerebral, es decir, no estamos hablando de teoría sino de realidad, nos explica lo siguiente:

“Durante mucho tiempo se creyó que los elementos más importantes en el desarrollo infantil se logran de manera automática, por el mero hecho de ir cumpliendo años.

Esta teoría establece que el niño caminará cuando cumpla un año como consecuencia de algún tipo de mecanismo interno, algo así como una alarma programada para dispararse a los doce meses y que es el desencadenante de la capacidad de caminar.

De forma simultánea, la alarma se dispara para el habla y el niño comienza a decir palabras. La misma teoría postula que hay una alarma preprogramada para todos y cada uno de los estadios del desarrollo. Esta teoría sugiere que le mero paso del tiempo conduce al desarrollo de la capacidad humana y que la adquisición de estas capacidades es tan inevitable como la salida y la puesta del sol.

Este planteamiento se asocia con la idea de “estar preparado”. Por ejemplo, la alarma salta a los seis años cuando el niño se supone que “está preparado” para la lectura.

El concepto de “estar preparado” y la “teoría de las alarmas en secuencia” son en su conjunto un auténtico despropósito.

(…) como consecuencia… los bebés en la actualidad están siendo criados de forma accidental, en lugar de orientados hacia un objetivo determinado. Se trata de algo que en cierto modo produce vergüenza, porque el crecimiento y desarrollo del niño es algo demasiado importante como para dejarlo en manos de la casualidad.”

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Glenn Doman junto con su equipo pudieron comprobar algo que parce lógico:

“El cerebro crece con el uso, no por una alarma preprogramada”.

El crecimiento del cerebro se puede acelerar con un incremento de estimulación en cualquier momento de la vida, pero sobre todo cuando está creciendo a mayor velocidad: durante los seis primeros años de vida.

Los seis primeros años de vida son de gran valor, ya que durante este tiempo el cerebro crece muy deprisa. Durante el primer año de vida es cuando el crecimiento del cerebro es más espectacular.

Empezamos este programa de estimulación temprana con la lectura. Según la edad que tenía el niño al empezar el programa de lectura, estábamos hablando más de estimulación visual que de otra cosa. Y por eso hacíamos las letras tan grandes para facilitarle la visión y estimularla al mismo tiempo. Cuantas más palabras ve tu hijo, más se desarrolla su visión. Los canales visual, auditivo, así como las funciones cerebrales asociadas: leer y escuchar, se desarrollan con el uso.

Glenn Doman nos explica:

“La importancia de que el bebé sano desarrolle más pronto la capacidad de ver no estriba en poder decir simplemente: ¡Qué bien! Está creciendo más deprisa que otros niños de su edad. ¿Qué beneficio le reportaría eso al bebé?”

“La verdadera significación del hecho de que la capacidad de ver se adquiera pronto va mucho más allá. Un bebé promedio está atrapado en una habitación normal desde el punto de vista visual en el momento en que su cerebro está creciendo a su ritmo más alto. Puede absorber enormes cantidades de información, pero sus vías visuales no están lo suficientemente desarrolladas para hacerlo.”

“El recién nacido que es estimulado, y de ese modo adquiere la capacidad de ver semanas o meses antes, tiene la maravillosa oportunidad de percibir con la vista todo lo que le rodea durante el periodo de tiempo en el que su cerebro está creciendo a la máxima velocidad.”

“La capacidad de visión conduce posteriormente a la maduración de otras vías”.

“Una vez que el bebé puede ver, empieza a comprender mejor lo que se le dice.

Cuando puede ver, su necesidad de movimiento aumenta enormemente. Como

consecuencia de ello, intenta moverse más y, de hecho, se mueve más. Este movimiento estimula su tacto y favorece la posterior evolución de la vista. El aumento de la

cantidad de movimiento sirve para que crezca su capacidad torácica y, en

consecuencia, para que mejore su respiración. Este incremento en la respiración le permite emitir sonidos con más facilidad y así puede comunicar mejor sus

necesidades.”

“De este modo se genera un círculo de acontecimientos felices, cada uno de los cuales enciende otra chispa, y cada chispa provoca la ignición de una nueva

capacidad.”

“Cuánto más se usa el cerebro, más crece y más capaz se hace el bebé. Esta es la verdadera definición del uso del cerebro.”

“La estimulación se debería hacer a propósito, no por casualidad.”

“El niño con lesión cerebral no se puede permitir el lujo de ser estimulado por casualidad y, verdaderamente, tampoco se lo debería permitir el sano”.

“La capacidad del niño es el producto de la estimulación y la oportunidad, no

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de un mecanismo de alarma preprogramado o de un diseño genético predeterminado”.

En los institutos, Glenn Doman y su equipo han podido comprobar que el cerebro crece con el uso a cualquier edad, incluso después de los 6 años, aunque con más esfuerzo.

Glenn Doman nos explica: “Cuando empezamos a estudiar los cambios en el desarrollo cefálico de nuestros niños con lesión cerebral mayores de seis años, nos quedamos anonadados ante lo que observamos.” ”(..)Hemos podido comprobar este fenómeno durante cincuenta años. Las estructuras físicas de los niños con lesión cerebral que no reciben tratamiento neurológico eficaz empeoran con el paso de los días. Pero los niños con lesión cerebral que reciben la estimulación correcta y oportunidad de función, desarrollan un mejor y mayor pecho, mejores y mayores brazos, piernas y cerebros.”

“De la misma manera, los bebés sanos que se crían en un ambiente rico en estimulación y donde tienen gran cantidad de oportunidad para desarrollar función, también desarrollan un mejor y mayor pecho, mejores y mayores brazos, piernas y – esto es lo más importante – cerebros de mayor tamaño y de mejor función”.

Para hacer llegar información al cerebro disponemos de 5 vías sensoriales:

auditiva, visual, táctil, olfativa y gustativa. Al igual que el cerebro estas vías crecen con el uso. Las vías sensoriales visual y auditiva son las más importantes y son en las que se basa este programa de estimulación, aunque también daremos algunos consejos sobre las vías gustativa, olfativa y táctil para los primeros meses de vida. El gusto y el olfato son los sentidos menos importantes para el desarrollo neurológico.

Este programa de estimulación temprana va dirigido a niños entre los 0 y los 6 años, pero hay una gran diferencia en la madurez de la vía visual y auditiva entre un recién nacido y un niño de 6 años. Por tanto, tal y como ya explicamos en el Programa de Lectura, en las primeras semanas de vida estaremos hablando más de estimulación visual que de lectura o de aprender conocimientos.

De hecho, antes del primer año de vida, el Programa de Conocimientos Generales tiene dos retos:

 estimular las vías visual y auditiva

 proporcionar al cerebro datos con los que elaborar pensamientos.

Al proporcionar los datos muy sencillos al principio, de manera gradual y de la forma más conveniente para el bebé, estaremos estimulando sus vías visual y auditiva además de proporcionarles la información que el cerebro necesita para desarrollarse.

Después del primero año de vida (o antes en el caso de los bebés que han empezado el programa antes y que, por tanto, tienen su vía visual y auditiva más desarrolladas), nos centramos ya en proporcionar información al cerebro mediante datos simples pero más sofisticados.

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¿Por qué hacemos esta distinción a partir del año?

Porque nos basamos en el Perfil de Desarrollo del niño creado por los Institutos para el Logro del Potencial humano fundados por Glenn Doman. Después de estudiar el desarrollo tanto de niños con lesión cerebral como de niños sanos, vieron cómo se iba desarrollando el niño desde el nacimiento hasta los seis años. Esta evolución no es resultado de alcanzar cierta edad (como comentábamos sobre el sistema de alarmas pre programadas) sino como resultado de las oportunidades que ha tenido el niño para desarrollarse.

El cuadro mostrado a continuación se basa completamente en el cuadro del Perfil de Desarrollo de los Institutos, aunque no está íntegro, tan sólo es una pequeña parte que es la que nos interesa en estos momentos en cuanto al Programa de

Conocimientos Generales.

Los niños promedio son resultado de haber tenido unas oportunidades promedio para desarrollarse. En la columna de “referencia temporal” en el siguiente cuadro corresponden a la media.

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Estadio Referencia

Temporal

Competencia Visual Competencia auditiva

I Superior:

Nacimiento a 0,5 meses

Reflejo de luz.

Reflejo de recepción

Reflejo de susto.

Reflejo de recepción Media: Nacimiento

a 1 mes Inferior:

Nacimiento a 2 meses

II Superior: 1 mes Percepción de los contornos.

Percepción vital

Respuesta vital a sonidos

amenazantes.

Percepción vital Media: 2,5 meses

Inferior: 5 meses

III Superior: 3,5

meses

Apreciación de detalles dentro de una configuración determinada.

Apreciación de significado

Apreciación de sonidos dotados con significado.

Apreciación de significado Media: 7 meses

IV Superior: 6 meses Convergencia de la visión que deriva en percepción simple de la profundidad.

Comprensión humana inicial

Comprensión de dos palabras del lenguaje hablado.

Comprensión humana inicial Media: 12 meses

V Superior: 9 meses Diferenciación de símbolos visuales simples, similares pero distintos.

Comprensión humana temprana

Comprensión de 10 a 25 palabreas y dos pares de palabras.

Comprensión humana temprana Media: 18 meses

VI Superior: 18 meses Identificación de símbolos visuales y letras con

experiencia.

Comprensión humana primitiva

Comprensión de 2.000 palabras y frases sencillas.

Comprensión humana primitiva Media: 36 meses

VII Superior: 36 meses Lectura con comprensión total.

Comprensión humana compleja

Comprensión del vocabulario completo y frases correctas.

Comprensión humana compleja Media: 72 meses

Inferior: 144 meses

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Todos los derechos Reservados - AumentaLaInteligenciaDeTuHijo.com Una vez alcanzado el estadio IV, es decir, aquel en el que el niño ya ha desarrollado convergencia en la visión con percepción simple de la profundidad y comprensión de alguna palabra del lenguaje hablado, el material usado para enseñarle conocimientos generales ya será igual de sofisticado que en los años siguientes. Incluso para un adulto sería una forma excelente de aprender con facilidad. Este estadio IV se alcanza como media al año de edad. Por ello marcamos aquí una diferencia antes y después del año.

Si el niño ha tenido estimulación previa, puede alcanzar este punto incluso a los 6 meses de edad.

Vamos a usar el Perfil de Desarrollo de los Institutos como estándar de

progresión normal pues ha sido resultado de una minuciosa observación de cientos de bebés sanos en todos los estadios de desarrollo. Este estudio ha abarcado los últimos 50 años en los Institutos para el Logro del Potencial humano, y continúa desarrollándose en la actualidad.

Es posible medir el progreso de cada niño comparándolo con él mismo y, con ello, se puede diseñar un programa más adecuado para aplicarlo en casa y acelerar ese avance. La rapidez y el grado de perfección con el que logre acceder a cada estadio influirán enormemente en su función intelectual durante el resto de su vida. Y ello será resultado del número de veces que el niño haya tenido la oportunidad de realizar cada función, del número de veces que haya sido estimulado adecuadamente.