Miguel Ángel Ortega Flores
Matar a nuestros dioses, Un Dios para un creyente adulto
Mardones, J. (2007) Capítulo 6: Del Dios individualista al Dios solidario
El Planteamiento burgués de la religión
POSITIVO NEGATIVO INTERESANTE
Una religiosidad madura y adulta pide una fe
personalizada
En la Biblia encontramos aspectos tan sociales en el repercute ese pecado individual, como es el pueblo, la alianza, la comunidad, el huérfano, la viuda, el extranjero y el pobre.
Hay un cristianismo ensimismado, más preocupado de no
contaminarse del mal que hay afuera de sí, que luchar por acabar con el mal.
La sociedad vive una fe individual, preocupados por el pecado personal (moral) más que por el pecado social y estructural que afecta a la humanidad.
Hay una visión subjetivista del pecado, de carácter individual, que no obstante está ligado a unos principios morales objetivos. Se
desconoce que el pecado me daña a mí y a los otros.
A este tipo de pecado social y estructural se refiere el evangelista San Juan cuando habla de “el pecado del mundo” (Cfr.
Jn 1, 29)v
El mal no es tanto cultural cuanto inducido y producido por un sistema tecno-
económico que explota la fiebre individualista del poseer y consumir.
Desde una teología crítica (J.B. Metz) este cristianismo individualista, viene a
consagrar una vida cristiana burguesa.
Esta visión cristina, arrastra una desviación teológica.
La sociedad moderna socava sus propios
cimientos políticos, sociales, económicos, que busca la auto-realizació, auto- exploración, auto- experimentación.
La religión y Dios sirven para proporcionar esa dosis de buena conciencia y sentido de la vida que necesitamos los seres humanos.
Se da mas importancia al pecado subjetivo, que al sufrimiento que causa el mal. Se olvida la dimensión de solidaridad vivida por Jesús.
El peligro de un cristianismo que:
1. Impulse una fe desencarnada de la realidad.
2. Se olvida de la memoria contenida en la fe. Un
Un cristianismo así tiende a justificar un “sistema”
es decir, el estilo de vida y el modo en que se expresa la sociedad moderna.
Este cristianismo
individualista se refleja en
tendencias espiritualistas
como la new age, o
neobudismo para
quienes la religión es
solo el cultivo de la
interioridad, olvidándose
y desentendiéndose del
otro.
cristianismo que se fundaenta en la justicia y los valores del Reino de Dios
3. Reduce la salvación a una cuestión espiritual.
4. Transmite una imagen desentendido del mundo.
El Dios Padre-Madre nuestro
POSITIVO NEGATIVO INTERESANTE
El Dios de Israel, es el de la creación de un pueblo, de la comunidad, que da salvación y trae la paz fruto de la Justicia en las relaciones interpersonales.
El relato de la salvación del pueblo de Israel es la liberación de la opresión del faraón (Ex 3, 7- 11)
Dios se preocupa por los mas débiles de la sociedad
El Reino de Dios es el criterio para acceder al Dios de Jesús, revelado en los evangelios (Mc 1,1ss) El Reino de Dios requiere actitudes como: Limpieza de corazón, misericordia, apertura, entrega, confianza. (González Faus)
A lo largo de la historia hemos visto una imagen desarraigada de Dios, que no concuerda con el Dios que se nos revela en la Biblia.
El Dios de la tradición bíblica es diferente al que se nos transmite en la sociedad moderna. Es el Dios que ve, escucha, baja, tiene entrañas de misericordia, acompaña, libera.
Justificar el dolor del prójimo es, sin duda, la fuente de toda inmoralidad. (E. Levinas) El Reino de Dios es algo muy humano.
El Dios de Jesús es un Dios solidario. (Mt 25, 31-46) aquí encontramos los principios por los cuales se accede al Reino.
Una comunidad que practica la compasión solidaria y eficaz para lo pequeños.
Una comunidad que vuelve la espalda al hombre, no es la comunidad de Jesús, y no se le reconocerá el día del juicio.
Las llamadas obras de misericordia son la clave que sugiere el Dios solidario.
Al final seremos juzgados sobre el amor, y el amor a los más pequeños y víctimas de este mundo.
Dios es solidaridad El nombre del Dios de Jesús es
solidaridad. (Jn 3, 16)
Dios se anonadó y se hizo nada al tomar la forma de Ser humano.
(Fil 2,6ss)
Cada Cristiano tiene que realizar este sueño divino, de la
hermandad y solidaridad humana. (Gaudium et Spes 22, 32, 38 y 45)
El Altísimo se hace el Bajísimo.
Debemos corregir la forma natural de concebir y entender a Dios.
Este mundo presenta una herida profunda e inmensa. Visible en las noticias de cada dia. Palpable en la realidad.
La solidaridad de Dios avizora un mundo hermanado, sin injusticias ni diferencias.
Para el cristiano, todo hombre es su hermano.
Jesús es el único mediador y salvador.
El nombre laico de Dios Dios se revela y se da a conocer
en Jesús.
Patxi Loidi define a Dios con el nombre de solidaridad.
Solidaridad con el ser humano y con la realidad.
Dios es la fuente original de la solidaridad.
El individualismo desvinculado de nuestro tiempo, es una
aberración humana.
No hay Yo, sin tú y sin nosotros. (M. Buber, E.
Levinas)
La socialidad, más que el pensamiento, es la marca de lo humano.
Un nosotros con visión estructural
Estamos llamados a llegar a ser hermanos, unos con otros y con Dios. Esa es la solidaridad final (1 Cor 15, 28)
La compasión, es la reacción a la solidaridad humana, que busca erradicar el sufrimiento del otro.
La solidaridad es inteligente y tiene que tener una perspectiva social. La solidaridad tiene, por su dimensión social, alcance
estructural.
El individualismo desligado es una contradicción humana y aún más cristiana
No podemos seguir con planteamientos
individualistas.
La espiritualidad solidaria, exige de nosotros, obras de solidaridad.
Una solidaridad compasiva, eficaz e inteligente tiene que ser inevitablemente política (Estructuralmente hablando) La fe cristiana tiene una dimensión polpitica. Caridad política (G S 74)
Para el cambio de Imaginario
Algunas ideas para iniciar un proceso de conversión al Dios solidario:
Debemos denunciar el pecado estructural que causa tanto mal al mundo a la sociedad.
La solidaridad es eficaz y exige tener los ojos abiertos a las causas sociales.
El pecado personal me daña a mí, pero también a los otros.
Jesús es la manifestación de la solidaridad de Dios. Toda su vida dio testimonio de esa solidaridad.
Promover la imagen del Dios embarazado de la humanidad.
Elaborado por Miguel Ortega Flores