REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
U
NIVERSIDAD DEL
Z
ULIA
FACULTAD EXPERIMENTAL DE CIENCIAS
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS HUMANAS
Del párrafo al discurso escrito
(Análisis de un texto)
Prof. Alexander Mosquera
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DEL PÁRRAFO AL DISCURSO ESCRITO
La Real Academia Española dice que un párrafo es “cada una de las divisiones de un escrito señaladas por letra mayúscula al principio de línea y punto y aparte al final del fragmento de escritura” (RAE, 2005). Tomando en cuenta ese planteamiento, pero profundizando un poco más, el párrafo puede ser definido como una unidad de pensamiento que gira alrededor de una sola idea (es una norma general); ésta es su esencia y función.
Como ya se mencionó, dicha unidad de pensamiento está delimitada por un punto y aparte, y aunque puede estar constituida por apenas una oración, lo más común es que incluya varios períodos simples o compuestos, enlazados mediante conectores.
¿Cómo analizar un párrafo normal?
En principio, hay que partir del supuesto de que se está ante una unidad de pensamiento, para después proceder a localizar la idea básica que el autor del texto quiere comunicar en el párrafo analizado. Es decir, hallar la frase principal, alrededor de la cual todas las demás se agrupan de manera tal, que contribuyen a ampliar, concretar o presentar diversos aspectos de la misma idea central o idea temática.
Esa frase principal puede estar ubicada al principio, en medio o al final del párrafo. Todo dependerá de si se trata de un párrafo deductivo o analizante (de lo general a lo particular), inductivo o sintetizante (de lo particular a lo general) o si es inductivo-deductivo (llamado también sintetizante-analizante, que va de lo particular a lo general y de allí otra vez a lo particular).
Cuando la idea temática se halla al final del párrafo, se le identifica porque la misma es como la afirmación definitiva o conclusión general (una síntesis) de toda esa unidad de pensamiento. Por ello se habla de que el párrafo es sintetizante o inductivo.
Si la frase principal se encuentra localizada en el medio, es característico que la primera parte del párrafo sea un preámbulo de la idea central, mientras que la segunda parte será
3 una prolongación de esa idea, que se presentará bajo la forma de aclaraciones, confirmaciones o consecuencias. Se trata entonces de un párrafo inductivo-deductivo, también llamado párrafo sintetizante-analizante.
Por último, cuando la idea temática se halla al principio, se reconoce porque todas las demás frases son sólo una confirmación o explicación de lo dicho al comenzar el párrafo. Este tipo de párrafo es denominado deductivo o analizante.
Otra técnica para localizar la idea principal
Si lo anterior no resulta a la hora de ubicar con precisión la idea central de un párrafo, es conveniente probar las siguientes recomendaciones:
1. Hay que observar cuál es la palabra que más se repite o que domina el párrafo (la palabra clave), que puede ser un objeto, una persona, una cualidad o algo en torno a lo que girará toda la exposición. Es factible que dicha palabra aparezca sustituida por sinónimos o pronombres, que se refieren a la misma idea u objeto.
2. Todas las frases tendrán alguna relación con esa palabra clave.
3. La frase principal tiene siempre un carácter global o de inclusividad (es su cualidad básica). Es decir, ella encierra todo lo que se expone en las demás frases.
4. La frase principal será aquélla que establece la afirmación más amplia y general, aparte de que es un resumen de todas las demás.
Comprobar que es la frase principal
Para estar seguros de que la frase seleccionada es la principal, es necesario verificar que se cumplen los siguientes pasos:
1. Si al suprimir la frase el párrafo queda como truncado o incompleto, ésa será la frase principal.
2. Leer una por una las frases restantes del párrafo, repitiendo la frase principal antes o después de cada una de ellas (según el tipo de párrafo que sea). Así se comprobará si éstas se relacionan con aquélla de un modo natural, lógico y coherente.
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La idea principal en las ideas secundarias
Hay cuatro formas de desarrollar la idea central planteada en un párrafo, a través de las ideas secundarias:
1. Por repetición: Implica que se mantiene el contenido de la frase principal, pero varían las palabras (se parafrasea lo ya dicho).
2. Por contraste: Es una idea opuesta con la que el autor indica y rechaza lo que no es su verdadero pensamiento.
3. Por ejemplificación: Son casos y aplicaciones concretas de lo que expresa la idea principal.
4. Por justificación: Son razones y argumentos que respaldan la afirmación establecida en la frase principal.
OTROS TIPOS DE PÁRRAFOS Párrafos con más de una idea central
Aunque visualmente corresponde a un sólo párrafo, hay ocasiones en los que realmente se trata de dos párrafos o dos diferentes unidades de pensamiento. Esto se comprueba al hacer punto y aparte en la mitad de ese párrafo excepción, para entonces obtener dos párrafos normales como los ya mencionados al principio.
Cuando se está ante este tipo de párrafo, es necesario integrar el contenido de ambas frases principales en una sola, la cual representará la verdadera idea central del mismo.
Párrafos sin frase central
Puede ser que en un escrito estén presentes otros casos extraños, como -por ejemplo- el de los párrafos que no tienen idea central. Tal situación se presenta por varias causas a saber:
5 1. Que se está ante el llamado párrafo de transición o enlace, cuya función consiste en unir dos párrafos con ideas dispares o diferentes. Es decir, que facilitan el cambio de rumbo en el pensamiento del autor.
2. Que son párrafos de encabezamiento, que simplemente cumplen la función de introducir al lector en el desarrollo de un determinado tema, razón por la cual están dentro de la categoría de los nombrados párrafos funcionales (al igual que el anteriormente nombrado y el que sigue a continuación).
3. Que son párrafos de conclusión, con un rango similar a los dos tipos ya mencionados, pues su papel consiste en presentar una especie de resumen de todo lo expuesto con anterioridad en el texto o también dar por finalizado algún tema tratado.
Párrafos con la idea central diluida
Puede darse el caso de que se crea que ciertos párrafos no poseen idea central, pero lo cierto es que ésta aparece de manera confusa, pues se halla diluida en toda la estructura del párrafo. En estas situaciones, el párrafo normalmente contiene frases narrativas o enumerativas, con afirmaciones de importancia semejante.
De allí que si se quiere obtener la idea temática de este otro párrafo excepción (conocido como entreverado), se debe identificar la palabra clave sobre la cual giran todas las afirmaciones parciales, para luego componer una frase amplia y general que englobe esas afirmaciones.
Párrafos sin ideas secundarias
Es preciso tener mucho cuidado con este tipo de párrafo sin ideas secundarias, pues tiende a ser confundido con el párrafo que posee la idea central diluida (entreverado). Al igual que este último, el primero no tiene ideas secundarias, de manera que la idea temática o principal aparece a lo largo de su estructura.
Ello ocurre porque se trata de un párrafo que forma parte complementaria de un párrafo anterior o del que viene a continuación. Incluso, quizás represente el planteamiento de una idea temática que al autor no le interesa desarrollar en ese momento. Por eso será
6 necesario componer -igualmente- una frase amplia y general, que englobe todas las afirmaciones hechas en dicho párrafo.
Lo hasta ahora expuesto no sólo ayudará a identificar los tipos de párrafos que forman parte de la estructura de un texto, la idea principal de cada párrafo y las ideas secundarias, sino que también servirá para poder realizar un resumen de dicho texto, de una manera efectiva. En otras palabras, aplicar una técnica para resumir.
TÉCNICA DEL RESUMEN
Sin duda alguna que el análisis de los párrafos juega un papel clave dentro del proceso que implica la realización de un resumen, pues una vez identificado el tema del texto, las ideas principales y secundarias, se estará en capacidad de efectuar con éxito tal tarea.
Para ello, es necesario tomar en cuenta algunas sugerencias que a continuación se presentan:
1. Utilizar un cuaderno de notas, para no incurrir en el error de trabajar de memoria. Dicho cuaderno complementará el acto de subrayar algún escrito.
2. Escuchar o leer atentamente -según sea el caso-, para captar las ideas esenciales y luego hacer con ellas un esquema en el cuaderno de notas.
3. Después sólo habrá que organizar las notas y el esquema, con el fin de colocar lo más resaltante en el lugar adecuado.
4. Es conveniente comenzar el resumen respondiendo a una pregunta clave: el “¿qué?”, puesto que ésta delimita el tema del discurso analizado, alrededor del cual girarán las ideas restantes que se hayan anotado en el cuaderno (ideas principales con detalles complementarios).
5. No generalizar con expresiones como: “El texto se refiere a la influencia del realismo mágico en la literatura moderna”, pero sin decir en qué consiste esa influencia.
7 6. Evitar que surjan interrogantes que no tengan respuestas. En vez de asegurar que el texto se trata de tal o cual cosa, es preferible ir directamente al grano y manifestar lo que éste afirma acerca del tema en cuestión.
7. Olvidar las adjetivaciones y encomios innecesarios como “profunda disertación”, “inspirada conferencia” o “provechoso tema”, toda vez que éstas representan ciertos vicios del lenguaje conocidos como muletillas.
8. Finalmente, es preciso tener en cuenta que la extensión del resumen dependerá de la importancia del texto analizado y de la misma extensión del escrito original. Esta última acotación se hace, toda vez que -obviamente- el resumen nunca debe ser más largo que el texto original.
OTRA FORMA DE ELABORAR LA SÍNTESIS DE UN TEXTO
Para llevar a cabo la síntesis de un texto de manera diferente, se puede recurrir a las macrorreglas que plantea Van Dijk (1998) para el análisis del discurso, con el fin de efectuar una reducción sémica. Esas macrorreglas son tres: Supresión (suprimir las proposiciones que no sean presuposiciones de las proposiciones subsiguientes de una secuencia),
generalización (hacer una proposición que sustituya una secuencia de proposiciones y que
contenga un concepto extraído de los conceptos de esa secuencia) y construcción (elaborar una proposición que denote el mismo hecho denotado por la totalidad de una secuencia de proposiciones, para entonces sustituir esta última por la nueva proposición resultante).
En ese sentido, Bruzual (1997) amplía la explicación sobre la aplicación de esas macrorreglas, la cual puede resumirse en un esquema que incluye los siguientes pasos: identificar los párrafos que componen el texto, extraer las ideas de cada párrafo, suprimir las ideas con tópicos comunes o repetidos, condensar las ideas comunes, discriminar los temas, generalizar en uno o dos párrafos las ideas y, finalmente, redactar una oración o título.
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FUENTES CONSULTADAS
Alfonzo,
I
lis M. 1995. Guía de Estudio sobre el Párrafo. Séptima edición. Contexto-Editores RB C.A. Caracas, Venezuela.Bruzual, Raquel. 1997. “El análisis del discurso aplicado en la comprensión y producción de
textos”. OPCIÓN. Año 13. Nº 24. p. 63-84.
Bruzual Leal, Raquel. 2002. Propuesta comunicativa para la enseñanza de la lengua
materna. Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
Franco, Antonio. 1999. Curso de Lengua Española. Editorial de la Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela.
Niño Rojas, Víctor Miguel. 1994. Los Procesos de la Comunicación y del Lenguaje.
Fundamentación y práctica. 2da. edición. ECOE Ediciones. Colombia. 386 p.
RAE. 2005. Diccionario de la Real Academia Española. En: http://www.rae.es. Consultado: 02/03/2005.
Van Dijk, Teun A. 1998. Estructuras y funciones del discurso. Siglo XXI Editores. México.