Conclusión
La propuesta poética de Octavio Paz, hecha explícita en Piedra de sol, nos queda claro, tiene que ver con el origen del hombre y su posterior abandono. Es por eso que en su poesía y en un poema como este Paz siempre se está planteando la vuelta al principio, al « t i e m p o de los comienzos» y la idea del amor y la creación poética como la vía para conseguirlo. El poeta a! crear el poema y los amantes, cuerpos enlazados, en el « i n s t a n t e » de la fusión erótica caen al vacío, a los abismos y logran pasar del otro lado, tocar « l a otra orilla>, alcanzar « l a otredad».
Octavio Paz, al igual que los románticos y los surrealistas, se plantea la búsqueda del comienzo, la palabra del principio. "Búsqueda no hacia el futuro ni el pasado sino hacia el centro de convergencia que es, simultáneamente, el origen y el fin de los tiempos; el día antes del comienzo y después del fin." No en el sentido cristiano de que se abran o no las puertas del paraíso, sino la idea de Nietzsche del siempre transitar y del eterno retorno, pues el hombre es un ser que carece, vive en falta, por eso se busca, siempre busca, busca su « o t r e d a d » , la que sólo puede encontrar en el « i n s t a n t e » del poema o del amor.
Como atinadamente anota Manuel Ulacia. "El tiempo en la poesía de Octavio Paz es el tiempo del origen, del instante, del ciclo o del mito. Como Eliot, el mexicano
206Paz, Octavio, "André Bretón o la búsqueda del comienzo", en obras completas, tomo 2.
busca en su poesía la experiencia del tiempo original. También su obra puede ser entendida como una dialéctica entre el movimiento y la fijeza. A través del instante Paz vive la experiencia poética. La sucesión de instantes generan el ciclo y éste, a su vez, el
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mito. El mito, además, vuelve siempre al instante original."
Piedra de sol, donde la memoria personal y mítica en relación con la creación poética disputan con la historia, se presenta, efectivamente, como una suma de instantes, en donde están presentes, por supuesto, sentimientos y emociones vivenciales y un planteamiento estético del quehacer poético que tiene que ver con la fusión del hombre con la naturaleza, el ciclo del vivir y el morir y el retorno a sus orígenes, propuesta que se antepone a una realidad, un contexto histórico, que para el poeta resulta cuestionable, pues niega al hombre la posibilidad del regreso, la vuelta al principio, al tiempo de los comienzos.
En Piedra de sol el poeta hace de la creación poética, del amor y del amor erótico un planteamiento mítico. Poesía, amor y mito representan en términos generales la propuesta poética de Octavio Paz, que coloca y siempre antepone a las catástrofes que desde su punto de vista implica la modernidad y su concepción unilateral de la historia: el hombre que niega su pasado y apuesta por un futuro quimérico. Sin embargo, Paz, poeta moderno al fin, se niega y se afirma en lo que él mismo niega y también afirma. Negación y afirmación, conceptos entre los que oscila el pensamiento paciano. Se afirma
207 Ulacia Manuel, "Francisco de Quevedo y Pablo Picasso en Homenaje y Profanaciones de
en el mito y se niega en la historia, pero, al mismo tiempo, se sabe parte de ella.
En el poema de este estudio, quehacer poético, amor erótico y mito representan la vertiente mágico-cosmogónica en la que el poeta y el amante, que es también el poeta, recobra por un « i n s t a n t e » , una suma de « i n s t a n t e s » , su condición de hombre primigenio, va a la raíz de su propio muerte y nacimiento. Asimismo el poeta y eí amante se niegan y se reconocen como hijos de la modernidad y ven en la linealidad del tiempo, rostro de la historia, una amenaza que hace al hombre consciente de su orfandad, alejado por completo de sus dioses y de la naturaleza que un día fue paradisíaca, pero saben también que no pueden escapar a la sucesión de hechos, al registro cronométrico que representa.
Piedra de sol se presenta como una prédica, una oración, una letanía, una crítica, un cuestionamiento histórico-social. Es un discurso vehemente, apasionado, un rezo, una súplica, un lamento, un llanto amargo, una invocación, y una propuesta poética y mítica, por supuesto. El poeta se sabe creador de mundos, sabe que su « v e r d a d » está en la palabra poética que se sustenta en el mito del lenguaje y de la creación, que en este caso, Octavio Paz equipara con el acto de amar, con el amor erótico; dos cuerpos fusionados que se encuentran y en el « i n s t a n t e » del «perder p i e » , « z o z o b r a r » alcanzan su liberación al reconocerse en « l o o t r o » , al acceder a su « o t r e d a d » . El amor erótico siempre es un más allá.
Piedra de sol, como bien lo dijo su autor, es un poema sobre el amor y sobre el amor erótico. Eros y Psíquis, conjunción del deseo y del alma. Los amantes se
encuentran y se reconocen, y en el marco del vértigo erótico-amoroso, cuerpos que flotan, paralizan el tiempo sólo para recobrar por un « i n s t a n t e » su naturaleza escondida, su « o t r e d a d » espacio al que convergen todos los espacios y rostro en el que se reconocen todos los rostros y el devenir de la historia, la sucesión de hechos, se detiene, cobra conciencia y se desvanece sólo para volver a surgir.
En Piedra de sol el amor se mitifica, pende de los hilos del mito y se vuelve argumento poético, arma de subversión, en disputa siempre con una realidad que cobra cuerpo en la figura de la historia. Mito e historia, perfiles del mismo rostro, rostro al que converge el hombre de todas las edades.
En el poema de este estudio mito e historia en aguerrida batalla disputan e intentan vencerse en lucha frontal, cuerpo a cuerpo. Lo que no impide que por algunos « i n s t a n t e s » pacten y se reconcilien, y una línea después se enfrenten de nuevo, pues no debemos olvidar que en la poética de Octavio Paz todo existe en función de su contrario aunque siempre se apueste por la unificación.
Piedra de sol, como señala Horacio Costa: "Formal y semánticamente se construye sobre una visión de coincidencia entre opuestos en conflicto, producida por una inteligencia que escruta en profundidad los modi simbólicos y anímicos de Occidente y Oriente."208 Octavio Paz todo lo reflexiona y lo plantea desde una
perspectiva dicotómica, todo oscila entre el ser y el no ser, lo femenino y lo masculino,
208 Costa, Horacio, Mar abierto: ensayos sobre literatura brasileña, portuguesa e
yin y yang, Oriente y Occidente, historia y mito. El poema « s u m a de instantes» oscila entre el vértigo y la fijeza, entre la quietud y el movimiento.
En el poema de este estudio, Octavio Paz "celebra el tiempo en movimiento como una sucesión de instantes vitales que se abren paso a la « o t r a orilla», es decir al tiempo cíclico, al tiempo original." El poeta se interna en eí fluir de los ritmos de la naturaleza e identifica en ella la figura de la amada y el transcurrir de su propia conciencia. Dialoga consigo y con la historia y se ve a sí mismo como la suma de todos los hombres. El poeta en Piedra de sol pretende ser Quetzalcóatl que en su ciclo mágico por el universo nace y muere en su afán por conquistar la inmortalidad.
209 Ulacia, Manuel, El árbol milenario, un recorrido por la obra de Octavio Paz, Barcelona, Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores, 1999, p.184
