Qué y cómo ocurrió y ocurre.

Qué y cómo ocurrió y ocurre.

La especie homo-sapiens, a la que pertenecemos todos los seres humanos actuales desde hace unos 40.000 años, cuando desapareció homo-neanderthal, el último de los homínidos, surgió en el este de África en torno a 200.000 años atrás, a partir de un clan muy concreto de homo-erectus.

Homo-erectus fue un homínido que apareció hace en torno a 1.800.000 años. En su mismo origen homo-erectus ya tenía un lenguaje amplio y estructurado, y tenía una cultura bastante desarrollada y la desarrolló mucho más en sus casi 2 millones de años de existencia. Quizá habría que decir protocultura, pero lo que está muy claro es que homo-erectus sabía afrontar su muerte, pues tenía inteligencia y cultura suficiente para experimentar duelo por sus muertxs, y para saber que ellxs correrían la misma suerte antes o después.

En los últimos 300.000 años se han practicado esporádicamente enterramientos rituales por parte de distintos homínidos, la mayoría descendientes también de homo-erectus, que se extendió en distintas oleadas por los continentes europeo y asiático, dando lugar, entre otros, a homo-neanderthal. Estos enterramientos rituales indican que la idea del Infinito fue probada una y otra vez, pero abandonada una y cada vez, salvo por nuestros ancestros, que insistieron en ella hasta hoy en día. Homo-neanderthal practicó algunos enterramientos rituales, pero cuando se extinguió llevaba decenas de miles de años sin practicarlos, salvo quizá unas flores a modo de despedida, pero sin armas, herramientas, pertenencias o señales.

Hago notar aquí que el asunto de los enterramientos rituales por parte de homínidos o humanos era tratado, aunque no mucho, en los documentales de antropología hasta hace unos 20 años. Sin embargo, en los documentales de la materia más actuales el asunto brilla por

su ausencia, o un breve e ignorante comentario, cuando es algo fundamental en la antropología.

Entonces, vamos a analizar con detalle y paso a paso qué lleva a un animal inteligente a practicar enterramientos rituales, pues en ello está la clave para entender la diferencia entre un homínido y un ser humano propiamente dicho. Y es el punto fundamental que debería estudiar la antropología, mucho más que si las muelas son más o menos gruesas, o si el mentón está hundido o sobresale, etc., etc.

El primer punto que hay que dejar claro es que la creencia en el Infinito, la inmortalidad, por sí misma y aislada, no debería causar ningún comportamiento particular, especial o singular en un clan de homínidos. Simplemente creen que su fallecido tiene aún conciencia de algún modo y ellxs también la tendrán cuando mueran, y punto. Esto no llevaría a nadie a practicar enterramientos rituales, ¿para qué? Su comportamiento respecto ala muertx no va a cambiar nada en éla. Una despedida y se acabó.

Entonces está muy claro que el hecho de practicar enterramientos rituales se hace desde el principio mismo sabiendo que no somos inmortales, no es ésa la razón del enterramiento ritual. Toda práctica sobre ela muertx más allá del sencillo enterramiento para que no se coman el cadáver los carroñeros tiene un propósito ajeno ala muertx. Quienes lo practican buscan un efecto en ellxs mismxs mientras viven, incluso cuando piden a sus compañerxs que les sea practicado a ellxs en su momento.

Es cierto que pensar en la Muerte produce aprehensión, y los homínidos la sintieron por dos millones de años, incluso cuatro millones, pero esto no les llevó al enterramiento ritual en todo ese tiempo. De hecho, los animales muy desarrollados como los primates o los elefantes dan muestras evidentes de esta aprehensión ante la Muerte, y les lleva a comportamientos extraños a veces, como la chimpancé que se niega a abandonar el cadáver de su cría

hasta que está en avanzado estado de descomposición. No está de acuerdo con la Muerte.

Pero por lo general los animales se comportan respetuosamente con la Muerte. Una cebra murió, y su cría, recientemente destetada, se quedó junto al cadáver de su madre. El padre de esta cría de cebra esperó pacientemente, mientras el rebaño se alejaba peligrosamente para él y la cría, hasta que la cría se decidió a partir frente a la llegada de los carroñeros. Entonces el padre la guió hasta el rebaño con éxito. Asombroso, los animales saben qué es la Muerte y saben comportarse ante ella. Los homínidos también supieron, por supuesto.

Por mucho tiempo pensé en un origen no culpable del enterramiento ritual, quise pensar así. Luego me di cuenta de la brutal culpabilidad que hay en el enterramiento ritual. Ahora, cuando escribo esto, reconozco que no es solo una cosa o la otra, sino una suma de las dos.

Hay una motivación primaria no culpable, que es el deseo de comprender la Muerte. Véase que los animales no piensan, entonces, por más que quieran comprender no pueden salvo el conocimiento silencioso. Los animales saben que van a morir, y saben qué es la Muerte, pero no tienen una explicación. Aquí se aprecia que los homínidos, desde hace al menos 300.000 años, hacen el intento de explicar la Muerte, y no lo consiguen, claro. La Muerte es lo que no se puede conocer y, por tanto, no se puede explicar. Cierto es que la Ciencia explica mucho en torno a la Muerte, todo prácticamente, pero la Muerte misma elude la razón, no se puede explicar, solo sentir. Ahora bien, es completamente evidente que los Seres Humanos comprendemos la Muerte. Y esto lo ilustra un simple y vulgar chiste: El forense certifica “muerte natural”. El enfermero pregunta, desconcertado, “¿muerte natural, doctor?”. El forense responde, “hombre, le han dado 20 puñaladas, es natural que se muera”. La Muerte se entiende, no hay duda.

Esta imposibilidad lleva al homínido a un estado de cierta desesperación en el que hace pruebas sin sentido, pues al intentar explicar pierde el sentimiento de lo que es la Muerte. Una de estas pruebas es la consideración del Infinito, la inmortalidad, aunque sabe muy bien, pues lo siente claramente, que no es posible el Infinito, la inmortalidad. ¡Lo sabe de cierto!, ¡como lo sabe un animal! Pero en su desesperación, alimentada por la pena ante la muerte de sus compañerxs, y la fuerte aprehensión por su futura muerte, no está de acuerdo con la Muerte, y practica el enterramiento ritual.

Hasta aquí todo bien, es solo una prueba en su enojo, no hay culpabilidad ninguna y, después de hacer unos cuantos enterramientos rituales, abandonan tal práctica porque se dan cuenta de que están jugando con algo peligrosísimo, algo maligno en extremo, algo que les hace perder la Vida.

Un clan de homo-erectus siguió practicando enterramientos rituales más allá de la prueba. Se hicieron criminales entrando en el terreno de una fuerte y grotesca culpabilidad, y dieron origen a la especie homo-sapiens, que ya no pudo retroceder. Vamos a ver cómo fue la cosa.

El punto clave es que quien practica un enterramiento ritual, desde el primero que hace, sabe de cierto que eso no está bien, que atenta contra la Existencia, que está saliéndose del mundo real y entrando en una mentira. Si retrocede y deja de practicarlo, pues no ha pasado nada. Ahora, si insiste, entrando deliberadamente en la mentira, se convierte en unx Criminal de Lesa Existencia, pues viola la Muerte.

¿Pero qué obtiene a cambio, qué le hace persistir en su crimen? El Ser Humano comienza a vivir en la mentira, entonces pierde la Vida, pero al negarse a vivir se hace Todopoderosx, es decir, nada que se le diga o se le haga le hará desistir de su actitud, pues morirá antes, es suicida. Esto es el Pacto con la Muerte del Ser Humano. Niega la Muerte, pero se sirve de ella. Y no es algo misterioso u oculto.

Véase, por ejemplo, que alguien que quiere componer música se niega a aprender la teoría de la música; que los seres humanos hacen muchos y grandes planes, pero realizan muy poquitos; que lxs jóvenes prueban por aquí y por allá, pero sientan la cabeza, es decir, se retiran del mundo casándose; que los seres humanos adultos solo se soportan por trabajo o para follar, pues se niegan a cuidar sus relaciones, las rompen al menor inconveniente; etc., etc. El Ser Humano vive en la miseria, vive muertx en vida porque se niega a vivir. Éste es el Muro Humano: la negativa a vivir, que le hace Todopoderosx.

Aquí solicito un ejercicio un tanto abstracto dela lectorx. Y es que estamos acostumbradxs a ver al Ser Humano, con toda su cultura, como algo normal. Sin embargo, la Existencia no tiene ninguna base salvo las matemáticas, de hecho, las matemáticas son la Existencia, y el comportamiento de un ser inteligente, que puede pensar haciendo una idea del mundo en su mente al razonar, es decir, al seguir la lógica matemática… El comportamiento de un ser inteligente, como digo, no está limitado en modo alguno, y la Humanidad podría ser muy distinta a como es. Ahora, prueba a considerar el comportamiento humano actual y del pasado como algo muy extraño.

Esto no te será difícil, simplemente recuerda tu infancia, cuando tus descubrimientos acerca del mundo humano te creaban una profunda sorpresa y extrañeza: El uso de dinero que obliga a la sumisión y no permite alternativa. Nunca te explicaron qué pasa si no ganas dinero, descubriste tú solx la pobreza, la miseria, la indigencia. Qué extrañeza te causó descubrir la prostitución sexual, ¿verdad?, que te ocultaron con engaños, incluso. Pero aún no te habías dado cuenta de que trabajar por dinero es prostitución en cualquier caso, por muy decente que sea el trabajo, pues es sumisión a una humillación tremenda. Bueno, esto solo para empezar, hay mucho más.

Yo recuerdo muy bien cuando, teniendo unos 7 años de edad, visitamos turísticamente una mezquita. Ya había visto catedrales y otros templos, pero no había caído en ello. Le pregunté a mi padre ante tanto derroche de trabajo: “¿pero esto para qué sirve?” Él respondió: “para rezar”. El impacto que sentí fue tremendo, me quedé estupefacto por la enorme estupidez humana que allí descubrí.

Han pasado muchos años desde esta experiencia. En ellos he intentado siempre ver como normales los comportamientos humanos, pero nunca puede: Ese ansia de conquista con guerras extraordinariamente crueles... El Ser Humano ha estado siempre en guerra. No solo templos, también tumbas grotescas, como las pirámides egipcias… Vale, he tenido que investigar durante 30 años para descubrir algo que siempre me fue evidente, y que todxs tuvimos siempre delante de las narices: El Ser Humano ha hecho siempre todo lo posible para que nadie se sintiera bien. Toda esa lucha, todo ese trabajo inútil y grotesco ha impedido deliberadamente el bienestar y ha buscado la Muerte. Es el Muro Humano, la negativa a vivir.

Pero no solo las guerras, los templos y las tumbas, la sociedad humana es horrorosa, siempre en pleitos, siempre teniendo que ganar en la relación. Al perder la Vida, el Ser Humano se entrega a la lucha y solo le queda ganar dinero, más y más dinero sin límite alguno y causando todos los perjuicios posibles, sin importar el hambre o desdicha de otrxs. No, la Humnidad no es normal, está negándose a vivir, y eso la hace muy extraña, es un Muro y cada individuo es un ladrillo más en el Muro, algo espantoso.

Y se obliga a lxs niñxs a sumarse al Rebaño de Mentirosxs bajo pena de fuerte tortura. Se les obliga a renunciar a la Libertad, esto se llama educación, para adaptarse a la sociedad en la que participarán con membrecía.

Cuando han pasado unas cuantas generaciones practicando enterramientos rituales, y en todo el desarrollo de la Humanidad hasta nuestros días, el Ser Humano pierde la referencia de la Libertad. Entonces, el darse cuenta de lo que está pasando se considera la muerte, en cursiva. Esta muerte en cursiva es el horror mismo, dado el Crimen de Lesa Existencia que está perpetrando. Teníamos que había cierta desesperación por no saber explicar la Muerte. Ahora, el horror de su Pacto con la Muerte se le presenta cuando la mira, y le atribuye a ella, a la Muerte, el horror que siente, cuando en la Muerte no hay horror. Ha cambiado un pequeño temor hacia la Muerte por el espanto macabro de su sucia, criminal y Cobarde maniobra.

Se encuentra el Ser Humano, no solo sin Vida, sino que, además, su vida se ha convertido en una maldición y un infierno. Se ha transformado a sí mismx en unx Cobarde que no se atreve a vivir. No se atreve a deshacer el entuerto en el que se ha metido, y tiene que tirar hacia adelante. ¿Qué hay delante? La destrucción del Planeta para borrar su Cobardía de la Existencia. En otras palabras: El Fin del Mundo. Ya tiene su inmortalidad. Y explico cómo y por qué.

Puestxs a mentir, el Ser Humano considera que no morirá del todo hasta el Fin del Mundo, pues sería injusto que el Mundo continuara sin éla siendo evidente su Cobardía. Aquí se abren dos posibilidades. Primero, ela muertx quedaría en espera, descansando en paz, hasta la destrucción total del Mundo. Segundo, ela muertx realizaría un viaje de depuración después de su muerte, muriendo y renaciendo una y otra vez hasta no renacer más, es decir, hasta que hubiera deshecho el entuerto, esto es la Rencarnación, muy popular en Oriente. Así, de un modo u otro, la existencia de todo ser humano se prolongaría hasta el Fin del Mundo.

Esto son las dos teorías originales, que proporcionarían una inmortalidad parcial, solo hasta el Fin del Mundo. Como el Fin del Mundo se ha visto siempre muy lejano, esto tranquilizaba bastante.

Sin embargo, nunca fue suficiente, y se complementó de manera absurda ya, sin contemplaciones de que se ajustase mucho a algo coherente, de dos respectivas maneras. La correspondiente a la Reencarnación supone que después de la depuración, vida tras vida, que se resolvería, a más tardar, en el Fin del Mundo, ela muertx pasaría a una existencia indeterminada, sin explicación, o sea, que al final se niega la Muerte sin más. La correspondiente a la espera descansando en paz terminaría en un juicio en el que Dios aprobaría todos los crímenes dela muertx, al haber sido perpetrados en su nombre, el de Dios, y entraría al Cielo, en el que ya no habría

muerte, en cursiva, ya no necesitaría comprender nada, dada la

aprobación de Dios. Tal como se dijo en la Alemania nazi, que matar idiotas no tendría consecuencias jurídicas dada la orden personal del Führer (Hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo).

Cuando estamos en el Fin del Mundo sabemos todxs muy bien que esta inmortalidad total es como el chupete que se le da al bebé para que no llore. Le entretiene, pero no le aporta nada. Todos sabemos muy bien que la Muerte es completa y definitiva, y que vamos a destruir el Planeta para borrar nuestra Cobardía de la Existencia, la nuestra propia, y la de todxs nuestrxs antepasadxs, que murieron esperando que lo hiciéramos.

Dios será ela ganadorx de la lucha humana por destruir el Planeta. Será quien tenga el honor de sepultar el Secreto Humano (nadie se cree inmortal) metiéndose en la tumba con él. Será el último ser humano en morir. Éste es el Misterio de Dios. Dios será quien gane, y lo que ganará es la muerte, cumpliendo la atrocidad humana contra la Existencia para borrar su tremenda Cobardía. Dios es el Cobardón. Vemos ahora que todas las tumbas grandiosas son aspirantes al Trono del Cobardón. El Juicio Final sería también y sobre todo la elección del Cobardón, el ser humano más criminal de todos los tiempos. Representan el Cielo: Cadáver adorado por cadáveres.

Realmente nadie quiere ser Dios, todxs quieren morir antes. Sí, hay algunxs tontxs que juegan a querer ser Dios, pero no lo quieren de cierto. ¿Quién querría conocer el espanto del rostro de Dios, en semejante agonía?

Hitler, el artífice de la Segunda Guerra Mundial, hizo el ensayo general del Fin del Mundo. En él puede verse todo lo explicado hasta aquí, su odio a la Vida en función de su Pacto con la Muerte, pues mató y destruyó todo lo que pudo. Hitler no mataba judíxs, es que por algún lado había que empezar. De hecho, Hitler no empezó por lxs judíxs, sino por lxs idiotas. Y tampoco se limitó a esto, mató gitanxs, homosexuales, comunistas, prisioneros de guerra… y un sin fin de categorías de personas pero, lo que se pasa por alto es que también mataba a sus propios soldados altos rubios y de ojos azules obligándoles a luchar hasta la muerte aunque la batalla estuviera perdida, ver la batalla de Stalingrado y muchas otras. La limpieza antropológica de Hitler no era una limpieza antropológica, sino el suicidio de la Humanidad completa. Entonces Hitler habría quedado solo, sería Dios, y sufriría una horrorosa agonía, el tonto.

Pero Hitler intuía esto, por eso no quiso ganar, y cometió estupideces estratégicas descaradas, como dejar para más adelante la invasión de Inglaterra, dividir el ejército que se dirigía a Moscú, volver a dividirlo para conquistar Stalingrado, y todo para ir a tomar unos pozos de petróleo que fueron sellados con hormigón, claro, no le iban a dejar abastecerse de petróleo para que lxs esclavizase y matase. No tomó Moscú ni Stalingrado. Para colmo, cuando la balanza se inclinaba ya claramente en su contra, declaró la guerra a Estados Unidos, un país enorme, el más industrializado del mundo, y cuya industria no podía bombardear. No cabe duda, Hitler no quería ganar, no quería ser Dios, y se suicidó matando y destruyendo todo lo que pudo en su camino.

Cuando yo era joven, por los años 80 y muchos, que empezaban a surgir los neonazis, en un reportaje, un neonazi hizo la siguiente

afirmación: “Los neonazis ejecutamos lo que todos los seres humanos quieren realmente”. Se me heló la sangre, no pude hacer más que no creerlo. Después de 30 años de investigación he descubierto, a mi pesar, que este estúpido muchacho tenía razón. Véase toda la historia humana, llenita de conquistadores. Eran aspirantes a Dios que sabían que no lo conseguirían. Y estaban apoyados por una horda de mentirosos que solo buscaban morir rápido y que sus cadáveres quedaran adorando a ese aspirante a Cobardón.

Bueno, ahora hay bomba atómica y numerosas centrales nucleares que aseguran la muerte total del planeta. Y unos cuantos aspirantes a Cobardón que no quieren serlo realmente, pero que ejecutarán el deseo de todos los seres humanos y se encontrarán con ello en su bunker.

De todos modos, en el Fin del Mundo real, si no tuviésemos el Mensaje, no habría guerra hasta el mismito final, pues todos los seres humanos van como corderitos al matadero.

No olvidemos que las señales de las tumbas tienen doble significado. Y el segundo significado es:

Mira un cementerio. No veas muertxs. Siente esas señales que tienes delante de las narices, y que gritan: ¡Yo quería ser rescatadx! ¡Hazlo por mí también, por favor! ¡Conoce tú la Libertad, también por mí, y no esperes que resucite!

La Libertad nunca ha sido olvidada del todo, siempre ha estado ahí. La Libertad se ha intentado muchas veces, pero se le ha hecho la lucha y, si obligas a la paz a participar en la guerra, la derrotas o la conviertes en guerra. Así ha ocurrido una y otra vez, mezcladas las dos opciones. Ahora el ser humano se ha hecho a la idea de que la Libertad no es posible, y se resigna a entregarse a Dios, creyente o no. Sí, hay algunxs que quieren volver a intentarlo, pero sin deshacer

el entuerto religioso, y eso provocaría el Fin del Mundo bélicamente, nadie les sigue. Para conseguir la Libertad es absolutamente necesario poner al ser humano frente a su Cobardía, deshaciendo el entuerto religioso. Téngase presente que hasta ahora se consideraba valiente a quien lucha. El Mensaje le vuelve las cartas.

Lo que tenemos por delante, si la humanidad no tuviese el Mensaje, es hambruna generalizada y progresiva hasta quedar muy pocxs. Entonces se lanzarían la bombas atómicas, reventarían las centrales nucleares al ser desatendidas, y el ganador se encontraría con un horror inimaginable, no sería capaz de suicidarse, y moriría en espantosa agonía, en su bunker, sin comida, sin agua, sin luz, sepultado vivo. Ahora, ¿quieres ser Dios?, pues sigue haciendo ela tontx.

La Locura es haber quedado fuera del Rebaño de Mentirosxs, generalmente por una traición del padre ocasionada por una trampa de la madre. El padre sacrifica a su hijx para no romper la familia y el Rebaño, en fin, para permanecer en el Rebaño, lo que supone dejar a su hijx fuera.

Esto está reflejado, de modo muy desordenado y confuso, en el Apocalipsis de San Juan, último libro de la Biblia, concretamente en el capítulo 12. No explica a qué se refiere, pero es el origen del Cristo, de los cristos. Él no lo sabe, tiene la “visión” y lo escribe, nada más.

Efectivamente, así es como se crea a unx locx. Ahora, ela locx siente toda la Angustia Existencial de la Humanidad, pues no es partícipe de la mentira, y tiene que deshacer el entuerto humano para salir de esa Angustia. Será paradx por… en la actualidad, lxs psiquiatras, que para eso están. Antes, los sacerdotes o policías. Unos pocos, cada 1000 ó 2000 años, conseguían alguna organización del asunto, y predicaban hasta ser linchados, pues no llegaban a deshacer

el entuerto y no neutralizaban el Pacto con la Muerte de todos los seres humanos. Estos fueron los cristos.

Lxs locxs tienen que hacer el Camino del Conocimiento, es decir, tienen que “darse cuenta”. Y está relatado en muchas obras, como en los versos del llamado “Libro de los Muertos Egipcio”. Pero donde mejor está relatado es en el “Libro Tibetano de los Muertos”. Cuidado porque hay mucho imbécil que publica su estupidez con este título, hay mucho ruido aquí, busca la armonía de este bellísimo libro. Es el original anónimo que fue encontrado en la grieta de una cueva, ocultado allí para esquivar la censura.

Realizar el Camino del Conocimiento hasta el final es muy difícil, máxime con la persecución de quienes te rodean, pero se puede hacer. La muerte, el “darse cuenta”, es el hundimiento o destrucción de la idea del mundo, y hay que reconstruirla. Si la nueva idea del mundo es más acertada, se progresa. Y se muere y renace una y otra vez hasta comprender lo suficiente para cambiar el mundo, entonces te das cuenta de que has sabido todo desde el principio, desde niñx. Y se comprenderá más y más hasta la muerte. Éste es el viaje del que es reflejo la segunda opción de creer que no se muere del todo, es la depuración que tendría que hacer ela difuntx, la que da lugar a la creencia en la Reencarnación, o la depuración previa a la vida eterna de los antiguos egipcios, o el camino dela difuntx a no se sabe dónde de muchas tribus indígenas de Norteamérica. Esto se investiga erradamente, y el “Libro Tibetano de los Muertos”, casi casi da con ello.

El Anticristo, el cristo del Fin del Mundo, que es quien realmente realiza tal proeza, y que soy yo, claro, al estar en el Fin del Mundo, con una alta tecnología, he dado con el asunto. Ahora, una vez explicado el entuerto humano, vamos a ver qué pasa. Yo creo que nadie será tan Cobarde como para seguir adelante con el suicidio del planeta a pesar de saberlo todo.

Puede entenderse ahora la negativa del Ser Humano a aprender. Durante toda la historia, y perdiéndose en la prehistoria, el ser humano ha mantenido a los seres humanos en la ignorancia más absoluta, desarrollándose el conocimiento levemente entre los sacerdotes y pocxs más, aquellxs que se consideraban sumisxs hasta más allá de la Muerte. Ejemplo, en la Edad Media se decían las misas en latín, un idioma que nadie conocía. Quienes han desarrollado el conocimiento humano lo han tenido que robar arriesgando seriamente sus vidas. Véase Galileo.

En el último siglo la técnica de la ignorancia ha cambiado ante el abrumador avance de la Ciencia y la Tecnología. Ahora se somete a lxs niñxs y adolescentes a un chorro de datos inconexos y sin referencias que jamás podrán organizar, y que les impide investigar por sí mismxs, ocupándoles todo el tiempo, una jugada muy astuta.

De todos modos, todas las precauciones sobran, pues casi nadie quiere aprender realmente, salvo aquello a lo que le obligan. Casi nadie se arriesga a comprender por sí mismx porque podría encontrarse con su Cobardía ante la Vida y derramarse encima la Angustia Existencial de la Humanidad. Casi todxs se quedan en terreno seguro, por mucho que pretendan investigar. Solo hacen una excursión por los al rededores, y vuelven al Rebaño antes de comprender nada valioso. Pero sobre todo, tienen un Pacto con la Muerte que les impide disfrutar de la vida, y el aprendizaje por cuenta propia se disfruta.

Hasta aquí la explicación del fundamento de qué y cómo ocurrió y ocurre. Ahora me gustaría hacer una sencilla evaluación de si el estado actual del desarrollo tecnológico alcanzado por el Ser Humano podía haber sido alcanzado sin esta incidencia macabra, sin haber caído en la trampa del Infinito.

Por un lado, homo-neanderthal era tan inteligente o más que homo-sapiens. Esto se ha negado por mucho tiempo, y se intenta

volver a negar. Se consideraba a Neanderthal poco más que un estúpido mono. Recientes descubrimientos prueban que no solo en tecnología, sino también en arte estaba a la altura de Sapiens, si bien había diferencias. Pintaba las paredes de sus cuevas, aunque en menor medida que Sapiens, y la primera flauta que se construyó y tocó era Neanderthal. Neanderthal creaba para su diversión y bienestar, Sapiens tenía intenciones más rebuscadas, digamos. Sobre todo, Sapiens creaba adornos, Neanderthal también, pero mucho menos. Decir que a mí en absoluto me satisfacen los adornos, y me encanta la música.

¿Por qué se extinguieron todos los homínidos y quedó solo Sapiens? Bueno, se ha especulado mucho sobre esto. Recientemente se sabe, por estudios genéticos, que hubo hibridación con Neanderthal y al menos dos especies más, siendo ya Sapiens. Erupciones volcánicas desafortunadas para las demás especies, mejor adaptación de Sapiens, enfermedades importadas por Sapiens para las que no tenían defensas biológicas… Todo esto influyó, está claro pero, oye, tenemos el ejemplo de la colonización de América. También hubo mestizaje, pero hubo mucho odio y mucha matanza. Sapiens era ya una especie suicida y homicida cuando se encontró con Neanderthal y otros. No es que hubiese guerras de exterminio, pero para mí está claro que Sapiens exterminó a las otras especies poco a poco, por odio.

¿Y si hubiese llegado el final de la última glaciación sin la macabra incidencia de caer en la trampa del Infinito, habiendo una o varias especies? Pues yo creo que en el Creciente Fértil, estas especies no suicidas ni homicidas se habrían asentado y habrían aprendido a cultivar y domesticar y, en vez de dedicarse a ganar la lucha de Dios construyendo magníficas tumbas y templos, guerreando continuamente y compitiendo en general, negándose a vivir y matándose unxs a otrxs estúpidamente, habrían empleado su tiempo y energía en progresar en bienestar y prosperidad, y se

habrían plantado con nuestra tecnología actual o más en mucho menos tiempo.

Véase, además, que Sapiens ha destruido conocimiento, cultura y arte de modo sistemático. Sí, ha tenido siempre Prisa Horrorosa por Destruir el Planeta y se ha esforzado en progresar, pero se ha saboteado a sí mismo continuamente. Sépase, por otro lado, que el esfuerzo es contraproducente, se avanza mucho más en paz, armonía, y sin prisa. Desarrollar la tecnología, el arte y el bienestar general es algo lógico y deseado por todo ser inteligente.

La Humanidad podía haber sido muy distinta, y todavía puede serlo de aquí en adelante, fundamentada en la Bondad Universal, que es lo único que tiene sentido dada la naturaleza de la Existencia. Y estando de acuerdo con la Muerte al haber racionalizado acertadamente el fenómeno. La Muerte es lo que hace posible la Vida. Vivamos lo mejor que podamos hasta nuestra muerte.