Los Cuatro Caminos
Los aspectos de estos cuatro caminos
l camino del Fakir: En éste encontramos hombres que logran formar una voluntad férrea, que les permite pasar horas, días, meses y hasta años en una posición rígida, sin importarles las inclemencias del tiempo o del clima, el hambre y la sed, etc..
Se acuesta en camas con puntas aceradas, porque con su voluntad inquebrantable alcanza un dominio superior de todos sus músculos, huesos y hasta de sus órganos vitales; domina en forma total su cuerpo físico, pero este enorme poder de voluntad no le sirve para alcanzar la Realización Íntima del Ser.
Se encuentran casos de fakires que llegan hasta el masoquismo, maltratando su cuerpo físico en un intento de agradar a Dios, sin darse cuenta que con esto lo único que logran es dañar el vehículo físico que la naturaleza les ha dado como base para formar los cuerpos existenciales del Ser, para que alcance cada uno su Realización Total.
El fakir logra el dominio de su cuerpo físico y vigoriza su fuerza de voluntad pero no logra adquirir el cuerpo de la Voluntad Consciente.
El camino del Monje: En éste encontramos personas que se enclaustran en un monasterio a orar, a meditar con una fe inquebrantable en sus creencias.
Una persona de estas llega a tal grado que no es capaz de revelar un secreto que le haya sido confiado aunque éste sea para beneficio de la humanidad, aunque en ello vaya la vida de alguien (Secreto de confesión). La fe en estas personas es ciega, dogmática, porque según él no debe investigar lo interno de los misterios que enseña.
Volumen
1
Capítulo
E 1
El monje alcanza un poderoso dominio de las emociones, pero con esto y el poder de su fe no alcanza la superación, la autorrealización Íntima del Ser, pues no deja de ser un equivocado sincero, ya que no obstante su fidelidad, sus creencias no lo acercan a Dios.
El monje logra el completo control de sus emociones pero no consigue el cuerpo de la Voluntad Consciente.
El camino del Yogui: En este camino encontramos personas que desarrollan una gran fuerza de concentración, a través del dominio de la mente, y su fuerte es la meditación, su enorme concentración lo lleva a investigar en los mundos internos y así predice algunas cosas, creyéndose por esto muy poderoso, se da cuenta además que estos poderes los consigue conservando las energías creadoras, que además le dan cuerpo hermoso y fornido y se abstiene de las relaciones sexuales con la mujer pero no sabe nada de la transmutación por consiguiente , ni con el tremendo poder de su fuerza mental llega a conocer la verdadera realidad, mucho menos alcanzará la Autorrealización.
Pero ignoran la forma de aprovechar esos poderes en forma consciente, para servir a los demás, para continuar así hacia el verdadero camino.
Nos damos cuenta que en estos tres primeros caminos, todos son abstemios del sexo, y se aíslan, por lo general se apartan del mundo y hacen vida solitaria (ermitaños, ascetas), llegando a estar tan convencidos que con sus dogmas van a agradar a Dios y conquistar así la salvación o liberación final.
Vemos con claridad que cada persona en cada camino desarrolla un poder y ha descuidado los otros dos, sin darse cuenta que todo debe marchar equilibradamente.
El Fakir desarrolla la voluntad y descuida el trabajo para dominar las emociones y la mente.
El Monje con su gran fe domina las emociones pero olvida el desarrollo de la voluntad y el dominio de la mente.
El Yogui domina la mente poderosamente, pero se olvida de trabajar para dominar las emociones y crear una voluntad.
Todos estos caminos pertenecen a aspectos puramente mecánicos puesto que no conducen a la liberación final.
A la luz de la ciencia gnóstica nos hemos podido dar cuenta de que las fuerzas de la voluntad, para dominar nuestro cuerpo físico, la mente y las emociones deben ir totalmente equilibradas, no mediante una fe ciega dogmática, sino una fe consciente, una fe basada en el conocimiento que da la investigación interna.
Además sabemos que el hombre y la mujer deben trabajar juntos, unidos en perfecto matrimonio y que el trabajo de la autorrealización no requiere alejarse del mundo, sino que debe llevare dentro de la vida común y corriente; un hombre y una mujer pueden autorrealizarse, atendiendo las responsabilidades de su estado civil.
Sabemos que lo único que cuenta es vivir la vida intensamente, cumpliendo nuestras obligaciones como padres de familia, como esposos responsables y fieles, como ciudadanos ejemplares.
El Cuarto Camino es el camino del Matrimonio Perfecto.
También se lo conoce con el nombre de la Senda del Filo de la Navaja, más amarga que la hiel, muchos la inician, muy raros son los que llegan a la meta.
La idea del trabajo esotérico gnóstico es la de ampliar claramente nuestra conciencia.
Incuestionablemente existe un lado oscuro de nosotros mismos que no conocemos o no aceptamos, debemos llevar la luz de la conciencia a ese lado tenebroso del sí mismo.
Cuando se tienen muchas cosas en uno mismo que no se conocen ni se aceptan, entonces tales cosas nos complican la vida espantosamente y
provocan en verdad toda suerte de situaciones que podrían ser evitadas mediante el conocimiento de sí. Una regla gnóstica general en el trabajo esotérico gnóstico es que cuando no nos entendemos con alguna persona, se puede tener la seguridad de que ésta es la cosa misma contra la cual es preciso trabajar sobre sí mismo. Lo que se critica tanto en los otros es lo que descansa en el lado oscuro de sí mismo, y que no se conoce ni se quiere reconocer.
Así como la luna tiene un lado oscuro que no se ve, un lado desconocido, así también sucede con la una psicológica que cargamos en nuestro interior.
Obviamente tal luna psicológica está formada por el Ego, el Yo, el mí mismo. En esta luna psicológica cargamos elementos inhumanos que espantan, que horrorizan y que en modo alguno aceptaríamos tener.
A veces el camino interior después de muchas vueltas y revueltas;
subidas y horripilantes y peligrosísimas bajadas, se pierde en desiertos de arena, no se sabe por dónde sigue y ni un rayo de luz le ilumina.
Senda llena de peligros por dentro y por fuera, camino de misterios indecibles, donde sólo sopla un hálito de muerte; en este camino interior cuando uno cree que va muy mal sucede que marcha muy bien.
En este camino interior cuando uno cree que va muy bien, resulta que va muy mal. En este camino secreto existen instantes en que uno ya ni sabe qué es lo bueno ni qué es lo malo.
Lo que normalmente se prohíbe, a veces resulta que es lo justo, así es el camino interior.
Todos los códigos morales en el camino interior salen sobrando, una bella máxima o un hermoso precepto moral, en determinados momentos puede convertirse en un obstáculo muy serio para la autorrealización Íntima del Ser.
La moral convencional de nada sirve, la moral es esclava de las costumbres, de la época, del lugar.
Lo que fue moral en épocas pasadas ahora resulta inmoral, lo que fue moral en la edad media ahora puede resultar inmoral. Lo que en un país es moral en otro país es inmoral, etc..
Los cambios son indispensables durante el avance esotérico, más las gentes reaccionarias permanecen embotelladas en el pasado, se petrifican en el tiempo y truenan y relampaguean contra nosotros a medida que realizamos avances psicológicos de fondo y cambios radicales.
La gente no resiste los cambios del iniciado, quieren que éste continúe petrificado en múltiples ayeres. Cualquier cambio que el iniciado realizare es clasificado de inmediato como inmoral.
Así son las multitudes, siempre inconscientes, siempre dormidas.
Ahora comprenderemos por qué el Cristo crucificado en el Gólgota exclama con todas las fuerzas de su Alma: "Padre mío, perdónalos porque no saben lo que hacen".
El hombre que verdaderamente trabaje sobre sí mismo con el propósito de despertar conciencia, podrá integrarse con lo Divinal.
Ostensiblemente el hombre solar integrado con la Divinidad, se convierte de hecho y por derecho propio en superhombre.
El Fakirismo Esotérico
El fakirismo esotérico es aquel aspecto que se hace presente cuando a través de la voluntad sacrificamos el dolor y hacemos un Súper-esfuerzo consciente disponiéndonos a morir psicológicamente.
También está presente en el factor Nacer cuando enfrentamos a la Pasión. Y, a través de esa voluntad que caracteriza a un Fakir la vencemos mano a mano en la Fragua encendida de Vulcano.
En el tercer aspecto de la Revolución de la Conciencia, el Sacrificio por la Humanidad el Fakirismo Esotérico se hace presente cuando aún en contra
de lo que piensa el mundo con sus códigos de moral, nuestros familiares más queridos, nuestras limitaciones económicas y muchas veces nuestra misma salud, factores estos que nos desgastan, recurrimos a esa voluntad de acero que tiene un fakir y seguimos adelante venciendo todo obstáculo por amor a la humanidad.
La Senda Gnóstica como síntesis de los Cuatro Caminos
El movimiento gnóstico Cristiano Universal, tiene escuela y religión.
El primer camino lo vivimos en la vida práctica aprendiendo a vivir rectamente.
El segundo camino reside en nuestra Iglesia. Ésta tiene sus sacramentos, sus rituales, y su vida conventual.
El tercer camino lo vivimos como ocultistas prácticos. Tenemos nuestras prácticas esotéricas, ejercicios especiales para el desarrollo de las facultades latentes en el hombre.
El cuarto camino, la vía del hombre equilibrado, la vivimos en la práctica dentro del más completo equilibrio. Estudiamos la Alquimia y la Kábala. Trabajamos desintegrando el Yo psicológico y despertando conciencia.
Nosotros no somos miembros de la Iglesia Católica Romana. Esa Iglesia sigue únicamente el camino del monje. Nosotros recorremos todos los cuatro caminos. El camino del monje lo tenemos en nuestra religión gnóstica con su Patriarca, Arzobispos, Obispos y Sacerdotes. No estamos contra ninguna religión, escuela o secta, muchos sacerdotes de la Iglesia de Roma se han pasado a nuestras filas.
En el camino del Fakir aprendemos a vivir rectamente, en el camino del monje desarrollamos el sentimiento, en el camino del yogui practicamos los
ejercicios esotéricos que ponen en actividad los ocultos poderes latentes del hombre.
Los Cuatro Caminos a través de los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia
Trataremos aquí sobre aquellos principios que por su trascendencia nos llevan a la Revolución de un cambio interior, hacia la Revolución de la Conciencia.
A través de los puntos anteriores hemos venido hablando de esta revolución interior, pero en este explicaremos las bases concretas, los factores determinantes que nos conducen a ese fin deseado, a esa meta anhelada.
A nosotros los gnósticos, no nos gusta la revolución parcial. Nosotros queremos la Revolución total, y esa se consigue sólo disolviendo el Yo, el Mí mismo, el Ego.
Cuando disolvemos el Yo adviene a nosotros la verdad. Sólo con una profunda comprensión creadora disolvemos el Yo.
Hemos de saber que lo normal, lo natural es que la raza actual sirva de alimento a las entrañas del organismo planetario en que vivimos, lo raro, lo extraño, lo difícil es que alguien se salve.
Quien quiera despertar conciencia, necesita levantarse en armas contra la naturaleza, con el cosmos, contra la mundanalidad, contra sí mismos, contra todos, cueste lo que cueste.
Existen los medios para la Revolución de esa Conciencia, para ese desembotellamiento de esa Esencia contenida, encerrada en el Ego.
Tres factores nos llevan a la Liberación Final:
a) Morir.
b) Nacer.
c) Sacrificio por la Humanidad.
a) Morir: Por morir, se entiende Muerte mística. Este es el primero y principal camino, porque quien no muere no nace y quien no nace no se realiza. Quienes quieran llegar a la liberación final, deben morir de momento en momento.
Hay que disolver el Ego, hay que reducirlo a polvareda cósmica.
Quien quiera disolver el Yo pluralizado debe sacrificar sus propios sufrimientos. El hombre sacrifica sus placeres si es necesario, pero resulta incapaz de sacrificar sus propios sufrimientos. La Ira produce dolor, si acabamos con la Ira, sacrificamos el dolor, lo destruimos.
En convivencia con las gentes afloran espontáneamente nuestros defectos, y si estamos alertas, descubrimos de qué centro proceden y entonces por medio de la meditación los descubrimos en los demás niveles.
Sólo muriendo el Yo en forma total, alcanzamos la iluminación absoluta.
La Muerte Mística es una tarea ardua y difícil. Es urgente morir de instante en instante. Con la muerte del Yo nace el Alma. Necesitamos la muerte del Yo Pluralizado en forma total.
b) Nacer: Todos sabemos que para que algo nazca, algo tiene que morir. Ejemplo: sembramos una semilla, ésta mediante el proceso de la germinación muere y explota, para dar paso al nacimiento de una nueva plantita, lo que quiere decir que la muerte y la vida están íntimamente relacionadas.
En nosotros debemos hacer que nazca el hombre nuevo y virtuoso, y esto sucede cuando empezamos a eliminar las viejas costumbres a través de la Revolución Psicológica.
En las Sagradas Escrituras Jesucristo nos enseña sobre este factor en:
Juan 3 y 4.
c) Sacrificio por la humanidad: Significa que debemos luchar intensamente para que la humanidad reciba este conocimiento para su liberación.
No importa que la mayoría no lo acepte, no quiera estas enseñanzas.
Nuestro deber es entregarla para que se salven los que quieran salvarse de la ignorancia, la miseria y de las tinieblas, y puedan alcanzar una felicidad positiva.
Los sacrificios que hagamos por nuestros semejantes es una forma de pagar Karma, o deudas que tenemos con la gran Ley Cósmica, éstos se pagan con dolor o con amor.
El sacrificio por la humanidad es amor, es imposible querer transformar el mundo sin amor.
Sacrificio por la Humanidad es la caridad universal.
Todo aquel que recorre el triple sendero, llega inevitablemente a la autorrealización íntima. Es urgente llevar a todos los seres humanos la enseñanza. Es necesario sacrificarnos por nuestros semejantes.
Bibliografía
Gnosis Siglo XX. Mensaje de Navidad 63-64. Pág. 212.
Gnosis Trascendental. Lección 10 y 11.- Pág. 85 y 91.
El Matrimonio Perfecto. Pág. 97.- "La Iglesia Gnóstica".
La Gran rebelión. Capítulos: 24, 25, 26.- Páginas: 139 - 145 - 157.
