VOCATIVOS:
- Señor Carlos Angulo, Presidente de la Junta Directiva de CINDA.
- Señores integrantes de la Junta Directiva
- Señora María José Lemaitre, Directora Ejecutiva de CINDA, Chile
- Señoras y señores Vicerrectores de Investigación participantes de este encuentro
En primer lugar, deseo entregar un afectuoso saludo a las señoras y señores integrantes de la Junta Directiva de CINDA y a todos y cada uno de los académicos participantes de esta Primera Reunión Internacional de Vicerrectores de Investigación e Innovación de las universidades que participan en CINDA. De manera especial deseo saludar a quienes provienen de los diferentes países que integran este Centro Internacional de Desarrollo. Sean todos ustedes muy bienvenidos a nuestro país y a nuestra Universidad.
Existe desde hace algún tiempo, un amplio debate a nivel internacional sobre el papel que deben jugar las diferentes instituciones en el desarrollo de la ciencia y sus aplicaciones, tema que ha sido objeto de interesantes análisis al interior de las universidades, en los gobiernos y, en general, entre los actores claves de la sociedad, quienes han coincidido en afirmar que la investigación, desarrollo e innovación, deben jugar un rol protagónico en el crecimiento y desarrollo de nuestros países.
No cabe duda que dentro de estos actores relevantes, las universidades están llamadas a jugar un importante rol de liderazgo en este proceso, sea por los laboratorios e
instalaciones que poseen y de las capacidades humanas de alta calificación con que cuentan, como también por el cúmulo de conocimiento e información de los que disponen. En este contexto, el trabajo en redes y la articulación de esfuerzos conjuntos entre universidades de un mismo país y con sus pares de diferentes países, es fundamental para desarrollar proyectos de investigación cuyos resultados puedan ser obtenidos de forma más temprana, con más y mejor información, en los cuales participen académicos que cuenten con el mayor nivel de especialización y que haga posible su reproducción en distintas realidades.
No cabe duda que esta no es una responsabilidad sólo de las universidades. A las empresas y a los gobiernos, les asiste en este proceso, similar responsabilidad. La sinergia dada por el trabajo concertado de estos tres actores tiene un potencial enorme para la creatividad y la aplicación del nuevo conocimiento generado.
La realidad científica, tecnológica y empresarial de países emergentes como es el caso de Chile, difiere sustancialmente de la realidad de los países desarrollados. De hecho, la generación de conocimiento científico y tecnológico en
nuestro país, está concentrado casi exclusivamente en las universidades, existiendo muy pocos centros de I+D independientes o de empresas. Más del 80% de la investigación que se realiza en Chile, es efectuada en las universidades. Por ello, es fundamental generar las capacidades para que el conocimiento creado al interior de las casas de estudios superiores, fluya hacia las empresas de manera que éstas puedan contar con una base científica y tecnológica para competir en el mercado local e internacional, propiciando además condiciones para formar capacidades propias de I+D. La transferencia de conocimiento entre las universidades y las empresas es imperativa, por lo que se requiere crear canales de comunicación y colaboración adecuados para superar en parte la dependencia tecnológica extranjera.
En este sentido, es dable pensar que cualquier estrategia que se defina, y ojalá surja del trabajo de ustedes que además de ser los especialistas, son quienes plantean las políticas de investigación en sus universidades, considere de manera explícita la interacción de estos tres actores que he
mencionado, bajo un proceso que contemple las
cada una de ellas tiene responsabilidades, estructuras, motivaciones y alcances que naturalmente son diferentes, no obstante, el progreso de nuestros países requiere de la mancomunión de voluntades. Ya no es posible abstraerse de las responsabilidades que a todos nos asisten, para crear las condiciones que nos conduzcan al desarrollo, a través por ejemplo de:
Entregar una formación, atractiva y desarrollar y retener
los talentos
Atraer inversiones
Generar conocimiento susceptible de aplicación
Crear puestos de trabajo calificado
Entregar la capacidad y el interés por el aprendizaje permanente.
Contribuir a que tengamos un país más culto y en el que
sus ciudadanos tengan una mejor calidad de vida.
Para alcanzar estos objetivos, son fundamentales las acciones de investigación, desarrollo e innovación que realicemos las universidades. Hoy no se puede comprender el proceso de transformación productiva que necesitan nuestras regiones y países, sin la participación del desarrollo
científico tecnológico del que son responsables nuestras instituciones y del que dan cuenta, en forma activa, nuestros investigadores a través de los múltiples proyectos de investigación en los que participan y de los que son responsables. Evidentemente, el trabajo colaborativo y en red se hace muy necesario, de ahí la importancia que los acuerdos que se alcancen en este seminario, para la definición de políticas, estrategias, procedimientos y normativas para trabajar en red, permitan uniformar criterios y adoptar las mejores prácticas, que faciliten la integración de universidades e investigadores para acrecentar el acervo de conocimiento y para hacerse parte del proceso de crecimiento y desarrollo.
Consecuentemente con lo que he planteado, nos asiste el convencimiento que nuestro país, y tal vez al igual que el de muchos de ustedes, el principal desafío que tiene por delante en esta materia, es la pronta instalación de un sistema nacional de innovación, que sea articulado, que fortalezca y haga crecer la base científica nacional, que promueva la equidad territorial, que logre el aumento de inversión en Ciencia y Tecnología, que impulse la formación de capital humano avanzado, que promueva el encuentro de
universidad y empresa y que disponga de recursos para las distintas etapas del proceso de Innovación. Esto es, investigación, patentamiento, valoración de los resultados de la investigación, transferencia tecnológica, incubación, entre otros. Es por tanto nuestra responsabilidad, como actores principales de este proceso, contribuir con ideas, propuestas e iniciativas, que hagan posible contar, en el más breve plazo, con la institucionalidad y los instrumentos, indispensables para una efectiva contribución al desarrollo, desde el ámbito científico-tecnológico.
Otro elemento que en mi opinión resulta central, es el cómo difundir hacia la sociedad los resultados de las actividades científicas y tecnológicas, pues la alfabetización científica no pasa sólo por la educación formal sino que se debe dar en todos los espacios de la vida social. Es necesario que la ciudadanía comprenda y valore la ciencia, y para ello, la experiencia internacional es altamente valiosa para conocer prácticas exitosas que puedan ser adaptadas a las condiciones particulares de cada país.
Nos enfrentamos a una realidad en la que existen dificultades para el acceso a la información científica actualizada en
muchos países por un lado, y por otro, también existe poca visibilidad internacional de su propia actividad científica. La superación de ambas, es materia que también debemos abordar para contribuir a generar un cambio real en el
desarrollo de la investigación, la innovación y
consecuentemente del desarrollo de nuestros países.
Como ustedes bien saben, el volumen de conocimiento acumulado en las últimas décadas es superior al conocimiento desarrollado en toda la historia de la humanidad. Este hecho tiene al menos dos tipos de lecturas. La primera de ellas, es que en el último tiempo se ha dado una concentración de talento nunca antes lograda y la segunda, es que la información codificada, es decir publicaciones y patentes, fluye tan rápidamente, que permite a quienes trabajan en investigación y desarrollo, ahorrar tiempo y recursos, iniciando sus trabajos desde un nivel más avanzado, disminuyendo de paso la duplicación de esfuerzos. Si bien, este tipo de conocimiento codificado, circula en un ambiente aún muy reducido, debemos reconocer que su impacto es notable. Evidentemente, todos quisiéramos que esta información fluyera a una base más amplia, que permita que la sociedad se beneficie de una
forma más directa y que el conocimiento no esté disponible sólo para aquellos que tienen la capacidad de entenderlo y utilizarlo. Creemos que una sociedad será mejor y más próspera en la medida que sus integrantes estén más informados, que puedan entender los fenómenos de la
naturaleza, que comprendan los cambios y las
transformaciones que están ocurriendo, que puedan vislumbrar las oportunidades que el futuro les ofrezca, y que los jóvenes tengan a su alcance la información sobre la cual puedan forjar su futuro y porvenir. Entendemos que las universidades también deben jugar en esto un rol protagónico. Es en parte su responsabilidad, no sólo la de formar los profesionales del futuro, sino también de vincularse efectivamente con el medio, para que aquellos que no han pasado por sus aulas, reciban también el beneficio de una educación más amplia, más actualizada y de mayor oportunidades para todos.
Estimados académicos. Instancias como ésta son las mejores oportunidades para que los especialistas y, como les decía anteriormente, los responsables de proponer las políticas de investigación en sus universidades, puedan compartir sus visiones y experiencias, y con ello contribuyan en la
formulación de las mejores estrategias para el logro de nuestros objetivos.
Reconociendo por lo tanto el valor y trascendencia de este Seminario, se me hace un grato deber el hacer un merecido recuerdo y reconocimiento a la persona de Iván Lavados quien dirigió CINDA en nuestro país por varios años. Su recuerdo está presente en muchas de las iniciativas e instrumentos que hoy están vigentes en la mayoría de las instituciones y fondos de fomento a la investigación en nuestro país, por lo cual recordamos con orgullo y gran estimación a quien fuera un gran amigo y brillante académico. Una de las últimas iniciativas que llevó a cabo con entusiasmo, fue la de promover la realización de este
Encuentro Internacional de Vicerrectores que hoy
inauguramos y en el que ustedes tendrán la oportunidad de reunirse a conversar y compartir ideas, experiencias, éxitos y dificultades.
Para la Universidad de Concepción es muy grato recibirles y contar con su presencia. Les deseo mucho éxito y les reitero mi más cordial bienvenida a nuestra Universidad.