Oración de los niños de catequesis
con la Cruz de la Misión
1.- Canto:
2.- Explicación de por qué estamos aquí.
3.- Dinámica
Podemos comenzar preguntándoles qué es una cruz. Es la unión de dos palos, uno horizontal y otro vertical.
¿De qué puede ser signo una cruz? De farmacia, de la cruz roja, de sumar y si la torcemos, de prohibido aparcar, de multiplicar,…
¿Qué tienen en común estas cruces? El palo horizontal y el vertical tienen el mismo tamaño, en cambio hay una cruz que no tiene los dos palos del mismo tamaño, ¿cuál es? La Cruz del cristiano, la Cruz de la entrega, del don, de la Vida,…la Cruz de Jesús de Nazaret.
Desde hace más de 2000 años la cruz ha sido algo no deseado, era donde se castigaba a la persona para que fuese espectáculo para los demás y aprendiesen a no hacer lo que el que estaba ahí colgado había hecho.
Sólo la muerte de un inocente, la muerte del Hijo de Dios, en la cruz cambió la historia. Desde ese día la Cruz es don, es Vida, es salvación.
4.- Cuento ARBOLÍN Y LA MISIÓN
Hola, soy la Cruz de la Misión, ¿Qué quien es esa? Te lo voy a contar, mi historia es muy bonita y yo estoy muyyyyyy feliz de serlo pues desde que fui elegida no me pierdo ni uno de los encuentros más importantes hue hay en la Diócesis de Plasencia. Pero espera que empiezo desde el principio.
Yo nací en un bosque muy grande lleno de miles de árboles, hierba, flores, pájaros,
ardillas,…un lugar precioso. Me costó un poquito crecer, era bastante pequeño para los años que tenía y por eso me llamaban “Arbolín”. De pequeño lo llevaba un poco mal y aún más cuando veía que mis hermanos crecían y crecían y yo, por más que lo intentaba, no sabía qué hacer para estirar.
Mi mamá árbol intentaba trasmitirme por las raíces la mejor de su sabia, pero…yo no crecía.
Así pasaron unos años, mi mamá estaba preocupada porque cuando pasaban a mi lado los leñadores comentaban:
–“Este arbolillo no crece y nos quita sitio, quizá debamos arrancarlo de raíz y sembrar otro.”
Pero siempre el compañero afirmaba:
- "Bueno, dejémoslo, quizá este año crezca, parece que su madera va a ser buena".
Y así me dejaban, esperando que creciera. Yo cada noche notaba que crecía un poquito, pero ciertamente no a la velocidad que debiera.
Poco a poco, muy poco a poco, me fui haciendo un árbol fuerte, alto, habían pasado muchos años, mi madera estaba llena de círculos. A mi mamá ya la habían talado y a mis hermanos también, de mi familia ya sólo quedaba yo y soñaba despierto qué podría ser.
-"Como me gustaría viajar por el mundo, pero… también me gustaría ser signo de alegría, de felicidad, de amor,…o mejor me gustaría escuchar aplausos, canciones, que mi vida sirviese de aliento, de impulso,…"
Al oír mis sueños me dijo un amigo árbol en tono gruñón: ¡Uy, qué bien se te da soñar. Sueña, sueña que cuando te talen a saber dónde irás, para qué servirás…! Estas palabras me ponían triste ¿sería cierto que para nada valía soñar, tener ideales, querer algo de la vida?
Una mañana llegó un leñador y con su viejo hacha empezó a romperme, fui sintiendo cómo me separaba de mis raíces: "Aquí termina mi vida y mis sueños- pensé -¡Oh, dónde iré lejos del querido bosque que me ha visto crecer, de su luz, de los pájaros!"
Cual no fue mi sorpresa al descubrir después de unas horas de dolor, de no saber qué pasaba; que me cogían en el aire y me llevaban de un lugar para otro. "¿Qué habrán pensado hacer de mí?" -me pregunté. Pero no me atreví a hablar, es la norma del bosque: si te sacan de él, olvida que sabes hablar o causarás graves problemas a los demás.
Me pasaban de un camión a otro e hice muchos kilómetros hasta que al final me encontré en una gran sala con otros muchos árboles como yo, a los que habían desnudado de su corteza y les habían dado formas muy diversas, la más común era ser un largo rectángulo sin más.
Llegó mi turno, a la máquina y rassss, rassss, rasssssss: cortes por aquí, cortes por allá y un rectángulo largo, largo, sin ramas, sin hojas, oh ¡qué triste! ¿verdad?
Pero no, mis sueños se iban a hacer realidad, una mañana de invierno escuché a alguien que llegaba al almacén, quería encargar una larga cruz de madera para algo mundial. Sintiendo cómo me acariciaba afirmaba: "Este color me gusta, tiene la altura necesaria y el peso ideal".
Sí ¡sorpréndete! eligieron a Arbolín para hacer una Cruz que recorriera la diócesis.
Me trabajaron y quedé fenomenal.
Esto era en Febrero de este año 2014 y desde entonces voy visitando todos las parroquias y comunidades de los pueblos . Tengo a mi alrededor canciones, alegría, aplausos, cariño y oigo decir a los demás que soy signo de salvación, de vida, de entrega, de amor sin medida.
Esto es estupendo, ¿quién lo podía imaginar? Soy la Cruz de la Misión Diocesana. No es Arbolín que de nada vale y es un árbol tremendamente vulgar, es Quién está detrás, Aquel que confía su amor y la entrega de un Dios hecho hombre que llegó a dar su vida en una cruz para su salvación.
Estoy super orgulloso, sirvo para decirte que Dios te ama y te lo quiero gritar aunque a nadie le digas que hablo, si no, problemas al bosque traerás.
5.- ¿POR QUÉ MUERE JESÚS?
¿Entendemos ahora por qué la Cruz es un signo tan importante para el cristiano? Hemos de dejar que los niños expresen lo que para ellos quiere decir la Cruz. No es luminosa ni toda roja, la Cruz para un cristiano es mucho más, es signo de vida y bendición de Dios.
Todo el dolor y el sufrimiento de los hombres se ha convertido en Amor, Jesús lo cargó sobre sus hombros para redimirlo, por eso es la señal que identifica al cristiano, nos recuerda el amor entregado de Jesús por todos los hombres,
por eso la besamos, la hacemos con frecuencia sobre nuestra frente, labios, pecho, …
El Señor abrazó la cruz con amor porque sabía que en ella nos iba a salvar del pecado y de la muerte, de todo aquello que nosotros mismos no podemos salvarnos. Nos enseña a todos con la cruz el camino para llegar al Padre y la puerta del cielo.
Los cristianos hemos de mirar mucho a Cristo crucificado para agradecerle tanto amor; él dio su vida para salvarnos de la enfermedad y la tristeza, del dolor y del sufrimiento, del pecado y de la muerte. Jesús se entrega, sufre y muere por nosotros. Jesucristo nos ama. Te ama a ti hasta dar la vida.
Jesús, ante la súplica arrepentida de Dimas, el buen ladrón, borra todo pecado en el último momento y le perdona. Está deseando perdonar y su entrega y sacrificio en la cruz nos consigue el perdón total.
6.- Nosotros hemos aprendido ya a hacer la señal del Cruz y tenemos que hacerla muchas veces. Vamos a recordar lo que significa. Con la abuelita de Ana HISTORIA PARA CONTAR
La abuelita de Ana está de visita en su casa. A la hora de la cena, la abuelita bendice los alimentos y al final se persigna.
Ana que es muy observadora y muy curiosa, le pregunta:
-¿Qué significa eso que haces con las manos al final de la oración? La abuelita, que es muy buena, le explica:
-Mira Ana, ¿Tú sabes cómo murió Jesús? -¡Claro abuelita! Murió clavado en una cruz.
-Así es hijita. Pues bien, todos los cristianos cuando rezamos hacemos con los dedos de la mano una cruz. De esta forma estamos recordando que Jesús murió en una cruz para que nosotros pudiéramos ir al cielo. Esto se llama persignarse y lo que decimos al hacerlo es lo siguiente:
"Por la señal de la Santa Cruz"
(al decir esto formamos una cruz en nuestra frente, para que haga limpios nuestros pensamientos).
(al decir esto formamos una cruz en nuestra boca, para que lo que digamos sea verdadero y bueno).
"Líbranos Señor, Dios nuestro"
(Al decir esto formamos una cruz en nuestro corazón, para que nuestros sentimientos sean buenos).
"En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo" (Hacemos una cruz grande en nuestra cara, pecho y hombros).
-¡Qué lindo abuelita! ¿Lo puedes repetir para que me lo aprenda?
7.- Escribimos lo que le queremos decir a Jesús
Los niños en la hoja que se les ha repartido escriben lo que le quieran pedir a Jesús y lo llevan a los pies de la Cruz
Canto:
Rezamos el Padre nuestro y pasamos a besar la cruz y se les entrega la cruz de goma Canto final:
