SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. CICLO C.
MONICIÓN DE ENTRADA:
Cada día podemos comprobar cómo el ser humano no puede
bastarse a sí mismo, como necesita la ayuda y el aliento de los demás para realizarse en plenitud. Casi ningún proyecto puede llevarse a cabo en solitario. La persona normal encuentra satisfacción en la
compañía de los demás; halla expresión adecuada en la comunicación mutua; se construye en profundidad cuando puede alcanzar una vía de
convivencia y comparte todo con los seres que ama.
En el plano de la fe y de la expresión de la religiosidad ocurre exactamente igual. Somos seres sociables, no islas; por eso, en grupo, obtenemos la dimensión correcta de nuestras manifestaciones de fe. Se reza en grupo, en comunidad reunida, se da la talla del ser cristianos. Una fe aislada, encerrada, individualista, es una contradicción; no dice
bien con el espíritu del Evangelio de Jesús. El proclamó que “donde
dos o tres se reúnen en su nombre, allí estoy yo, en medio de ellos”. Su
presencia la hacemos efectiva cuando nos congregamos, nos reunimos, hacemos grupo, comunidad o familia en la fe.
La Iglesia, que brota del Sagrado Corazón y del Costado de Cristo, la formamos todos los que, convocados por Jesús, participamos de su Espíritu, aceptamos la fe en Él, estamos animados de la misma esperanza en su persona y vivimos el amor como vínculo de unidad y distintivo de nuestro ser creyentes.
Vamos a sentirnos familia creyente, comunidad de fe, reunida en torno a Jesús, en la cual todos tenemos nuestro carisma y nuestra misión. Es altamente positivo caer en la cuenta de que podemos hacer mucho para realizar lo que es la Iglesia: Pueblo de Dios convocado por el Espíritu en la fraternidad y el amor.
Vivamos con alegría esta celebración en el día del Sagrado Corazón de Jesús, sintiéndonos miembros de una misma Comunidad de fe.
ACTO PENITENCIAL.
1.- A Ti, Señor, que has sido enviado por el Padre para hacer posible la Buena Noticia de tu Reino, te pedimos perdón por creer poco en Él.
Señor, ten piedad.
2.- Tú, Cristo Jesús, que has muerto por cumplir la misión que el
Padre te encomendó, perdona nuestra falta de compromiso y fidelidad. Cristo, ten piedad.
3.- Tú, Señor, que nos has dado la fuerza de Dios por medio de tu
Espíritu, perdona nuestra pereza y desgana en trabajar por tu Reino. Señor, ten piedad.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA : (Ez 34,11-16)
Para el profeta Ezequiel, la imagen del pastor sirve para
adentrarse en la actitud de Dios hacia su pueblo.... Un día Dios mismo será el pastor de su rebaño y suscitará a un verdadero pastor, a un nuevo David. Aquel día establecerá la nueva Alianza con su pueblo. Habrá paz y prosperidad.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA ( Rom 5, 5b-11):
San Pablo nos recuerda que el cristiano se sitúa en la
auténtica relación con Dios por medio de la fe. Sabe que el amor de Dios, manifestado en Jesús, es gratuito. Vive en la paz y en la
esperanza de la futura salvación, ya que desde ahora reside en él el amor divino que el Espíritu ha infundido en su corazón.
MONICIÓN AL EVANGELIO (Jn 15,3-7):
El verdadero pastor, cuya venida había anunciado los profetas, siente mayor aprecio por la oveja perdida. No para hasta encontrarla. Hay entonces fiesta y alegría.
PETICIONES:
1.- Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que el Espíritu Santo anime y bendiga su acción en servicio de la fe. Roguemos al Señor.
2.-Para que la Iglesia se haga presente, por medio de nosotros, allí donde más urge su acción liberadora y para que los hombres se abran a la Buena Noticia de Jesús. Roguemos al Señor.
3.-Por los seglares cristianos para que sepan dar testimonio de su fe y construyan la Iglesia en sus ambientes. Roguemos al Señor.
4.-Por todos los que en la Parroquia realizan un servicio: catequistas, educadores de la fe, colaboradores en la liturgia, miembros de Cáritas, mantenedores de la limpieza, en definitiva, jóvenes, niños, adultos que colaboran en la marcha viva de la Parroquia para que hallen fuerza y ánimo en su tarea. Roguemos al Señor.
5.-Para que nuestra Parroquia sepa dar respuesta evangélica a las situaciones diversas de los hombres y sea sembradora de justicia, de paz y amor, sobre todo, entre los más necesitados. Roguemos al Señor. 6.-Por todos los enfermos y necesitados de nuestra Parroquia para que se sientan acogidos y valorados. Roguemos al Señor.
OFRENDAS:
a.- UN RAMO DE FLORES: Señor, con este ramo de flores queremos expresar tu llamada a la unidad, sabiendo que la Iglesia la formamos todos desde la unidad. Tú nos llamas a ser nosotros mismos pero
dentro de un fin común y una tarea común. Danos una unión eficaz en nuestra Parroquia.
c.-LA BIBLIA: Señor, con esta Biblia, queremos pedirte que nos ayudes a edificar nuestra vida cristiana en la Palabra de Dios,
sabiendo que ella nos expresa tu voluntad y nos narra tus maravillas a favor nuestro. Haznos construir dinámicamente nuestra Iglesia desde Jesucristo, la Palabra eterna.
d.- PAN Y VINO: Señor, con el Pan y el vino, queremos presentar nuestra vida, en ocasiones pequeña y vacía. Ayúdanos para que
nuestra vida se haga agradable a tus ojos y rompe lo que estorba para construir la verdadera Iglesia, que hable de Jesús, que anuncie a Jesús, que se reúne en torno a Jesús y que vive de Jesús.
PADRE NUESTRO:
Jesús predicó el reino de Dios. Dios reinaría. Y en la creación crecerían las mejores flores: la justicia, la paz y el amor. El nos dijo que trabajaríamos por el Reino de Dios. Y nos enseñó a reinar por la venida del Reino. Por eso ahora vamos a tomar en nuestros labios las mismas palabras de Jesús, para decir al Padre: Padre Nuestro....
PAZ
Señor Jesús, Tú dijiste a tus apóstoles: "OS DOY LA PAZ". No mires nuestros pecados, que ponen guerra y división. No mires
nuestros egoísmos, que olvidan y menosprecian a los demás. No mires las zancadillas que tendemos a los otros, para que caigan y se humillen. No mires, Señor, nuestras guerras.
Mira, sobre todo, la fe de los sencillos, de los niños, de los que
devuelven bien por mal, de los que confían en el futuro, porque han puesto toda su confianza en Ti, Dios de la paz. DANOS, SEÑOR, TU PAZ.
COMUNIÓN:
Comprendemos, Señor, que para sentarnos a tu mesa, formar parte de tu familia, ser de tu Iglesia, tenemos que cambiar todas
nuestras actitudes egoístas, abandonar nuestros intereses particulares y superar nuestras rencillas y divisiones.
Siendo muchos, formamos en Ti, Señor, un solo Cuerpo, en el cual nos has asignado una función propia a cada uno. Te pedimos
sabiduría para reconocer tus dones y acierto para emplearlos, según tu gracia, en bien de todos. Muéstranos cómo servir con generosidad , cómo enseñar y exhortar según tu misma inspiración.
Que nuestro amor a los demás sea sincero, que estemos
siempre unidos por un amor fraterno, capaz de adivinar la necesidad y el problema del hermano para adelantarnos a mostrar cariño y ayuda a quien lo requiere.
Ayúdanos a vivir en armonía con los demás, haciendo visible el signo de tu amor en la Iglesia.
Pautas de la Homilía.
INICIO.:
La presencia de Cristo en la comunidad reunida en su nombre, la fracción del Pan y la proclamación de la Palabra de Dios.
2.-La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, que ilumina la vida de cada hombre y mujer creyentes. Bien sabemos que "el plan de la revelación se realiza por obras y palabras intrínsecamente ligadas...y la verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha revelación,
resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación" (D. V. 2).
3.-Hoy celebramos la festividad del Sagrado Corazón de Jesús, una fiesta que nos invita a subrayar el amor misericordioso de Dios, manifestado en Cristo, simbolizado en su Corazón.
DESARROLLO:
1.-Hemos leído en la primera lectura un trozo del capítulo 34 del profeta Ezequiel.
*El profeta Ezequiel se sirve de la imagen del pastor para profundizar en la actitud de Dios para con su pueblo.
*El propio profeta proclama un anuncio maravilloso en medio de una situación caótica y deprimente, la caída de Jerusalén y la anarquía del territorio de Judá: Dios mismo será el pastor de su rebaño y suscitará un verdadero pastor, a un nuevo David.
*Este nuevo David anunciado establecerá la nueva Alianza con su pueblo, que traerá la paz y la prosperidad.
*El profeta dirige su mirada anunciadora hacia Cristo, el nuevo David, el buen pastor.
2.-En la segunda lectura hemos leído un trozo de la carta de San Pablo a los cristianos de Roma, la carta más importante de San Pablo.
*San Pablo nos recuerda que el amor de Dios, manifestado en Jesús, es un don para el hombre.
*La justificación se realiza por una fe que actúa por la caridad, llena del Espíritu Santo. 3.-Hemos leído en el evangelio de San Lucas una parábola “de la misericordia” del capítulo 15.
*La conducta de Jesús con las personas de profesiones deshonrosas y con los pecadores escandaliza a los que se tienen como
defensores de la pureza del judaísmo.
*Las tres parábolas de la “misericordia” (la oveja perdida, el
dragma perdido y el hijo pródigo) subrayan la misericordia divina, uno de los temas predilectos de San Lucas.
*Con la parábola de la oveja perdida, Jesús ofrece la misericordia de Dios, que busca sin cesar la salvación de los pecadores.
FINAL:
1.-Supliquemos con fuerza por la Iglesia, que brota del Sagrado Corazón y del Costado de Cristo, que es caldeada diariamente en el Sacrificio Eucarístico.
2.-Pidamos insistentemente a Dios que nos de “entrañas de
misericordia” para acoger a nuestro prójimo, con la misma actitud del buen pastor Jesús.
3.-Aprendamos a vivir la íntima unión de María con su Hijo,
sabiendo que Ella fue el primer sagrario y nos invita a contemplar a Dios en el misterio Eucarístico y en el rostro del Necesitado.
