En la última década, Turquía ha experimentado un cambio económico y político radical que ha conducido al país a la estabilidad y lo ha convertido en un destino de gran interés para la inversión extranjera. Durante este período, Turquía ha cumplido sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional y ha iniciado un proceso de adhesión a la Unión Europea que ha obligado al país a un estricto programa de modernización.
Además, con la vista puesta en el centenario de la República, año 2023, se han emprendido una serie de ambiciosas reformas que pretenden modernizar el país y consolidarlo como una de las potencias mundiales del siglo XXI.
Estabilidad política y perspectivas: Actualmente, y por tercera vez, gobierna el partido Justicia
y Desarrollo (AKP), partido conservador de talante religioso, que ha obtenido mayoría absoluta en el Parlamento. El gobierno, durante sus tres legislaturas, ha sabido superar con acierto situaciones tan difíciles como la guerra de Irak, el recorte de poder a las Fuerzas Armadas, el cumplimiento de los objetivos marcados por el FMI o los recortes de gastos necesarios para estabilizar la economía turca.
El proceso de integración a la Unión Europea, si bien ralentizado por la actual crisis económica que se vive en Europa, está sirviendo para reforzar la estabilidad política.
Estabilidad económica y perspectivas: Desde la crisis del año 2001 y tras el programa de
estabilización pactado con el FMI, Turquía ha crecido a un ritmo anual cercano al 7%. Tras una aguda pero breve contracción en 2009, la economía se recuperó con fuerza creciendo a un ritmo del 9% anual en los dos últimos años. En 2012, se prevé que la economía crezca alrededor de un 3%. Se trata de un necesario “soft-landing” que permite ajustar algunos desequilibrios macroeconómicos.
Turquía es ya la decimoctava economía mundial y la séptima de la Unión Europea, pero además, se prevé que sea el miembro de la OCDE que más crezca en los próximos años.
Tamaño de mercado: Con una población que supera los 75 millones de personas, que crece
rápidamente y que comprende un porcentaje altísimo de población joven, este país tiene un potencial de consumo evidente.
Mano de obra cualificada y competitiva: Turquía cuenta con una población joven de 23
millones de personas de los cuales 500.000 se gradúan anualmente en las universidades turcas. Además, el horario laboral es más amplio que en Europa y el salario mínimo bruto se sitúa en torno a los 402 euros.
Unión Aduanera con la UE: Desde el año 1996, está vigente una Unión Aduanera que elimina
los aranceles entre Turquía y la UE para los productos industriales y establece un arancel común ante terceros países.
Impuestos reducidos e incentivos: El tipo general del impuesto de sociedades se sitúa en el 20%. Además, desde el año 2012, está en vigor un nuevo y moderno Plan de Incentivos que se articula a través de cuatro planes de inversión: general, regional, a gran escala y estratégico. Este Plan tiene como objetivo reducir el déficit corriente, el desarrollo de determinadas áreas y la captación de tecnología. Para ello, se han previsto una serie de instrumentos de ayuda que prevén la reducción de impuestos, aranceles y otras ventajas fiscales y financieras. Por otra parte, Turquía también contempla ayudas para I+D y para la formación de capital humano.
Ubicación estratégica: Su privilegiada situación geográfica le sitúa como punto de conexión
entre Europa, Asia, Norte de África y Oriente Medio con un fácil acceso a un mercado de 1.500 millones de personas. En especial, Turquía se presenta como una plataforma de acceso inmejorable hacia las emergentes repúblicas túrquicas.
Presencia española: La imagen de España y de los productos españoles es cada vez más
favorable. Nuestro país es firme partidario de la adhesión de Turquía a la UE y las afinidades de carácter entre ambos pueblos son mutuamente reconocidas. La participación española en el mercado de importación es considerable y creciente. Turquía es el segundo mercado no comunitario para los exportadores españoles y España es su decimoséptimo suministrador. Sin embargo, las cifras de inversión directa son más bajas. España ocupa la posición 26 en cuanto a stock de inversión directa con más de un centenar de empresas implantadas en el país.
“Vision 2023”: El centenario de la República, año 2023, se ha fijado como horizonte temporal
para culminar un gran número de reformas que tienen como objetivo el desarrollo económico y la modernización del país. Estas reformas se desarrollan sobre diferentes sectores:
- En infraestructuras, por ejemplo, está prevista la construcción de 12 nuevas autopistas (4.733 km) por un valor de 52.000 millones de dólares así como la puesta en servicio de nuevas líneas de alta velocidad y diversos proyectos de modernización, electrificación y señalización de diversas líneas de ferrocarril convencionales. En 2011, la inversión pública en este sector acumuló el 28,2% del total de las inversiones del sector público;
- El sector energético ofrece igualmente oportunidades muy interesantes, como consecuencia de una demanda de energía que crece un 7% anual, la liberalización del mercado y el papel potencial del país como una terminal de energía en la región. Sólo para cubrir la demanda energética hasta 2023, se calcula una inversión necesaria de 130.000 millones de dólares. El objetivo de las autoridades turcas a medio plazo es disminuir la dependencia tanto de combustibles fósiles como de las compras en el exterior, mejorar la eficiencia energética y diversificar las fuentes de generación, prestando una especial atención a las energías renovables;
Para acometer estos proyectos, Turquía cuenta con abundante financiación de los Fondos Multilaterales. Por un lado, Turquía recibe fondos del Instrumento de Pre-Adhesión (IPA) de la UE que, para el período 2011-2013, ascienden a 2.617 millones de euros. Por otro lado, tanto el BERD como el Banco y el BEI financian activamente proyectos en el país.
Clima de inversión: Turquía tiene un clima de inversión liberal y competitivo y mantiene un trato igualitario para todos los inversores. La inversión directa se vio afectada durante los años de la crisis, 2009 y 2010, pero en 2011, el flujo de inversión ha resurgido hasta alcanzar los 16.000 millones de dólares. Además, las perspectivas son muy positivas, especialmente desde que Fitch aumentó el rating hasta grado de inversión.
Capital económica: Estambul es, con gran diferencia, la capital económica y comercial de
Turquía con una población de unos 13,62 millones de personas, varias veces superior a la de las otras mayores ciudades turcas como Ankara, Esmirna y Bursa. Desde el punto de vista del turismo, Estambul es también la ciudad más importante del país. No en vano ha sido capital de tres imperios (romano, bizantino y otomano) sin interrupción durante muchos siglos.
Empresas: En Estambul se encuentran las diez mayores empresas turcas y, aproximadamente,
la mitad de las quinientas mayores empresas de Turquía tiene su sede ahí. También se ubican en Estambul la mayor parte de las empresas turcas activas en comercio exterior y la mayoría de las empresas interesadas en inversiones.
Contactos de Negocios: Prácticamente todas las misiones comerciales de cámaras o
asociaciones españolas y de otros países dedican la mayor parte de su tiempo a contactos en Estambul. Ésta es también la ciudad de las ferias; aunque hay manifestaciones feriales en algunas otras ciudades, la inmensa mayoría de estos eventos se celebran en esta ciudad que cuenta con varios organizadores de ferias (tres de los más importantes) y varios recintos feriales (dos de los más importantes). Estambul es también una sede importante de congresos y convenciones nacionales e internacionales. Todo ello facilita los contactos de negocios no sólo con las empresas establecidas en Estambul sino también con las empresas del resto del país que están acostumbradas a desplazarse a esta ciudad.
“Hinterland”: En un radio de dos horas en automóvil, se encuentran otras ciudades muy
importantes desde el punto de vista económico: Bursa, la cuarta metrópoli del país, Izmit, ciudad eminentemente industrial, y Adapazari.
Estadísticas. Según la Cámara de Industria de Estambul, esta ciudad representa sobre el total
de Turquía: el 39,8% de la actividad industrial, el 16% de la de construcción, el 59,6% de los servicios y el 40% del total de los depósitos bancarios. La contribución de Estambul a los ingresos públicos es de más de 1/3 del total del país y su participación en el PIB turco oscila alrededor del 27%. Asimismo, desde Estambul se exporta alrededor del 45% y se importa más del 50% del total de Turquía. Por lo que se refiere a los ingresos, tanto devengados como recaudados, éstos ascienden al 38% del total de Turquía.
Agropecuario: El sector agrícola sigue teniendo gran importancia en la economía turca. En
2010, el sector supuso el 10,1% del PIB y dio empleo al 24,7% de la población activa. Además, aproximadamente la mitad de la superficie total de Turquía se emplea en la agricultura.
Con el objetivo de modernizar el sector y aumentar la productividad, se ha puesto en marcha el “Southeastern Anatolia Project” (GAP), un Plan multisectorial de desarrollo regional que cubre 9 provincias del sureste de Turquía. El GAP contempla el desarrollo de sectores como el riego, la energía hidráulica, la agricultura, la infraestructura rural y urbana o la silvicultura. Además, dentro del marco “Vision 2023”, Turquía pretende convertirse en uno de los cinco países más importantes en producción agrícola alcanzando los 150.000 millones de dólares en producción agrícola y exportando 40.000 millones.
Energías renovables: Aunque Turquía es un país rico en energías renovables, poco de este
potencial ha sido utilizado hasta el momento. Sin embargo, el objetivo es obtener en 2023 el 30% del total de la energía producida de fuentes renovables, frente al 6% actual.
Para poder lograr este objetivo, se pretende, por un lado, explotar al máximo el potencial hidroeléctrico del país hasta alcanzar los 140TWh. Por otro lado, también se quiere desarrollar la energía eólica hasta alcanzar los 20.000 MW lo que supondría multiplicar por diez la capacidad actual. Asimismo, se quiere aumentar la generación de energía solar y geotérmica.
En este sentido, el Gobierno ha entendido la necesidad de modernizar la legislación e incentivar la inversión para atraer el capital así como las tecnologías extranjeras que permitan desarrollar este potencial.
Farmacia y salud: El sistema sanitario en Turquía inició un largo período de desarrollo gracias
al Programa de Transformación Sanitaria 2003-2013 con el fin de mejorar la calidad y eficacia de la sanidad. Se trata de un sector con gran potencial debido a la elevada población y a la baja tasa de consumo actual. Además, derivado del proceso de adhesión con la Unión Europea, se está llevando a cabo la modernización del sistema y la armonización con los estándares europeos lo que genera oportunidades para las empresas comunitarias. La inversión extranjera ha crecido significativamente en los últimos años y se espera que la nueva ley de I+D siga incentivando la captación de capital extranjero.
Paralelamente, la industria farmacéutica también se está desarrollando. Durante los años 2003-2010 el mercado pasó de percibir 4.000 millones de dólares a 9.200 millones, lo que supone una tasa de crecimiento medio del 12,6%.
Actualmente, existen 49 fabricantes de los cuales 13 son extranjeros. Además, este sector da trabajo a unas 25.000 personas.
Tecnologías de la Información y la Comunicación: El sector de las TIC se ha convertido en
uno de los sectores más importantes para la economía turca. La población joven y dinámica está aumentando la demanda de nuevos y sofisticados productos que satisfagan sus necesidades de
interacción social e información constante. Desde septiembre de 2011, el número de usuarios de Internet ha superado los 50 millones, se han alcanzado los 13 millones de abonados a la banda ancha y los usuarios de telefonía móvil son ya 65 millones. De acuerdo con los datos ofrecidos por las autoridades turcas, el mercado de las TIC creció un 14% (TCMA - tasa media de crecimiento anual-) entre 2002 y 2010, superando los 30.000 millones de dólares americanos en 2011.
Dentro del marco “Visión 2023”, el gobierno turco se ha marcado ambiciosos objetivos a cumplir dentro de este sector, entre los que destacan lograr que el 80% de la población tenga conocimientos informáticos, proveer al 50% del sector con productos y servicios nacionales u ofrecer todos los servicios públicos de forma electrónica para 2019.
Turismo: En 2011, Turquía recibió más de 31 millones de turistas, generando un negocio de
23.000 millones de dólares lo que le sitúa como el sexto país del mundo por ingresos en este sector. Turquía ofrece una amplia gama de atractivos turísticos que todavía están por explotar: un clima benévolo ideal para un turismo de playa en la costa mediterránea; emplazamientos históricos y arqueológicos; riquezas naturales… Este enorme potencial, supone una oportunidad para la inversión española que goza de una inmejorable imagen de calidad e innovación en el país.Además, el sector cuenta con un gran apoyo del Gobierno y una mano de obra joven y cualificada.
