LA
PROFESIÓN
Y
EL
OFICIO
Grandementellamó la atención delcuerpo Veterinario lanoti¬ cia de que sepensaba
crearun nuevo Colegio oficial de veterina¬
ria enValencia, cuandolo
conveniente yjusto sería disminuir el número de los actuales. ¿Noes piibUco queenel
Colegio
de San¬
tiago
hay
años que sólo cuentancon dos ó tres alumnos nueva¬mente matriculados?
¿Pues
de qué sirvesostener unprofesorado
y los
importantes
gastos, además,inherentesáun
50 J. ROCA
to de esta naturaleza? Mucho mejor sería, ánuestro
entender,
reducir los Colegios jestablecer
escuelas de herradores,
una encada región, yde estamanera se
dignificaria la
profesión
vete¬
rinaria tandignade honray prez y tanrebajada
actualmente,
y estamos enla convicción de quecontinuará asi mientrasnoqui¬
tenelherraje de laprofesión veterinaria.
La cuestión del yunque y
de la herradura
enla Veterinaria
viene á ser la cuestión de lanavaja yde la bacía enlos
antiguos
Cirujanos. Luego la
Veterinaria
nosaldrá de la
abyección
en queyace hasta que
imite
á suhermana la
Medicina humana.
Siendo
muchos losProfesores quesubsistenporla tristeherradura,
hay
que gritar:
¡fuera!
¡fuera
la
herradura
yel
martillo
de
manosdelVeterinario!, no porque el trabajo
manual
rebaje
ó
deshonre,
sino porqueelquedurante el
día ha de
estar
sujeto á
rudo trabajo,
mal podrá
estudiar si
necesita
las
horas de
descanso
para res¬ taurar sus agotadas fuerzas.ElVeterinario ha deser unhombre deciencia, y no
sólo ha de
serlo, sino queha de
aparentarlo;
yhay
quereconocer yconfesar
queel
herrador,
cuyooficio
le
obliga á codearse
yá
familiarizarse
con carreteros y aguantar
chanzas
chocarreras
de
mozosde
cuadras, nunca recibirá de lasociedad el
tratorespetuoso
que sedebe áunhombrede ciencia, porque aunque
lo
sea, noaparenta
tal. Sepárese, pues,
el oficio
de herrador
de la
profesión
noble
ydigna del
Veterinario
y sehabrá
logrado lo
principal
paraelevar
dichaprofesión á
la altura
quele corresponde;
sehabrán
evitado
grandes
disgustos
yá
más
selogrará
condicha
modificación
be¬
neficiar álos
propietarios de
animales,
porqueentonces
resultará
más económico el herraje y aumentarlos
ingresos
del
Estado,
porquehabiendo actualmente
millares
de intrusos,
acudirán
estos
entonces gustosos álas
escuelas de
herradores
paraadquirir el
correspondiente
titulo,
paradarse más
tarde de
alta
en
la
con¬
tribuciónindustrial,'siendo unafuente
de
nodespreciable
ingreso
para unTesoronecesitado
comoel
nuestro.
Juan Roca. Moneada,19 Enero,1905.
SEPTICEMIA 51
Conformes con el Sr. Roca, que no es unjoven
inexperto,
sinonn veterano con entusiasmos juveniles, mucha cultura
y gran -cariño á la profesión; no esperainos esta radical y salvadora re¬
forma enmuchos años,hastatanto queel número deVeterinarios ..se reduzcaáunpar demillares,
queson los quebastan y sobran
para las necesidades delpaís ganadero, y hasta tanto
queá los
Gobiernos seles caigala venda de losojos
y vean que enla
dig-niñcación y remuneración del Veterinario está el fomento y me¬
jora denuestra ganaderíay de la salud pública. Mientrassouti¬ licen pocoy mal oficialmente los servicios de la Medicina zooló¬
gicay sehagatrabajar á los Médicoszootecnistas de balde ó poco
menos, tendrán pordesgracia quevivir de laherradura, malque
nos pese á los decididos
partidarios de la separación.
El día que tengamoscuatroInspectoresVeterinarioscentrales
•con sueldo de
siete, ocho, nueve y diez mil pesetas, cuarenta y
nueveInspectores provinciales
con tres, cuatro, cinco yseis mil pesetasytantos Inspectores
municipales
comopueblos, consuel¬ dos de 800 á 3.000 pesetas, eso,ese será el día de la separación
de la profesión del oficio.
Trabajemos
todos unidos, colegiados,para conseguirlo.
Molina.
S
E P'T
IOIE I^'Causas.—Teorías
principales.—Antisepsia
y diferentes
métodos de curación antiséptica.
I
Tanto en una herida inferida, cuanto en el resultado de una
«operación
quirúrgica,
sonvariadísimoslos accidentesquepueden -complicar su curso; entreestos accidentes podemoscontardesde
Ja
insignificante hemorragia capilar
hastala septicemiainclusive,
.siendo éste de tal gravedad, que arranca un sinnúmero de víc-ítimas á las manosdel operador.
Medid-52 M. SALVADO
ua, liemos visto que estos accidentes lian complicado el curso
de--todo herido ú operado, asicomo también los enfermosquetenían algiin foco de supuración, siendo el atrasode los primeros tiem¬
posde nuestra
ciencia
la causade
que sedesconocieran los acci¬
dentes indicadosy de que nofueran conocidosconexactitud.
Algo podríamos decir respecto á las teorías sustentadas en cuanto á la septicemiaypioliemia ó la forma mixta de presentarse -y quellaman los alemanes séptico■pioliemia, palabra
aplicable
en casosde difícil diagnóstico, peroteniendo en cuenta elepígrafe
de estepequeño trabajo, nos concretaremos á élúnica
yexclusi¬
vamente.Lasepticemia es consideradaporla
generalidad de los
autores-como una alteración de la sangre, que es producida por sustan¬cias descompuestasy que
p)roceden de la alteración
del
pus enla
-superficie de las heridas ó
enlos focoS purulentos
intraorgáni-cos. Al practicar autopsias se veíaque á la
picadura ó cortada
de
alguno de los
instrumentos, humedecidos
porlos
líquidos del
cadáver, se sucedían fenómenosparecidos á los que se
desarro¬
llabanen los enfermosdespués de haber
sufrido
unaoperación.
Para comprobarlo, el célebre ¿Taíte*practicó experimentos inyec¬
tandoaguapodridaen el aparato vascularde algunos
perros, pa¬ deciendo después todos ellosaccidentes
gangrenosos yfallecie¬
ron, por lo que
formuló
elcélebre aforismo
Nulas estpaientiiis-qv,aríi humores nostras cojyur/ipit ipsa putrilago. No hay cosa tanpa¬ tente como que la misma putrefaccióncorrompenuestros humores.
En un principio se creyó,
atendiendo
alestado de las
heridas,,
queéstas sufrían una
putrefacción,
y comotal los
gasesresiil-tantes de estaputrefacción penetrabanen
el
torrentecirculatorio'
yproducíanel envenenamiento
del enfermo;
esverdad incontes¬
table que
al descomponerse la materia
organizada
sedesarrollan
ciertos gases como el hidrógeno
sulfurado, amoníaco
endiversas-formas, ácido carbónico, etc., etc.; que estos gases
pueden
por absorción pasaral torrentecirculatorio;
perotambién
esverdad
que el
desarrollo de
estos gases es entan cortacantidad,
queau»cuando pasen á la sangre, no
pueden
producir
esaserie de
SEPTICEMIA 53
A demostrar lo que
dejo
expuesto vino ClaudioBernadcon sus
•«experimentos, y al efecto, con una
jeringa
introdujo
enlasvenas
-de algunosperros pequeñasdosis
de gas
hidrógeno
sulfurado yno sucumbieron, siendo eliminado
por el aparato respiratorio,lo
que comprobó colocando delante del hocico
un trozo de papel
impregnado
en una disolución deacetato deplomo, viéndolo en¬
negrecerse porel
hidrógeno
sulfuradoexhalado enel momento dela respiración.
Magendié
hizorespirar áunos conejos sustancias
pútridas; estos animales se
pusieron tristes, se
afectaban,
per¬dían el apetito,
enflaquecían,
peroenelmomentoqueseles ponía
en libertad
recobraban la salud sin dar las menores señales de
septicemia. Encambio inoculando el pus de unherido
septicémic'o
en una herida de un sano se determinaba indefectiblemente
la
septicemia.
De loexpuesto deduciremos
que elveneno queorigina la
sep¬
ticemia no es volátil y
sí de constitución molecular, y por ende
que si losgases producidos enla
descomposición
delpus nopro¬
ducen tal estado,
hay
en este tejido morboso otra substanciano
volátil que lo determina.
Bergmann adopta
esta idea: cree que
las substancias
pútridas deben su acción á un veneno especial,
soluble, no volátil pero muy
difusible. Y, porúltimo,
Schützem-berger,
dice: Elvenenoproductorde lasepticemianoproducesus
efec-..tos sinodespués deun
periodo más ómenos largo de
incubación, mien¬
tras que las substancias
tóxicas no organizadas sino
simplemente orgá¬
nicas como todos los
alcaloides, ácido cianhídrico,
viperina, etc., no
exigensinomuy poco tiempopara manifestar
suacción. Ahora bien, la causa de todosestos
trastornosno son los componentes del
aire, no son losproductos de la
descomposicióndelpus, asicomo
tampoco son debi¬
dos á la acción de este veneno especial; luego
la causa debemosencon¬
trarla única yexclusivamenteen un algoqueeláire
tieneenSuspensión.
Dejaremos aparte, por no
prolongar
demasiado esteescrito,
las teorías sustentadas á mediados del
siglo
xvii por el padre AtanasioKirker,
Paullini,y protegidas
después
porlagran au¬ toridadde
Linneo,
Andri,Nylander,
etc., en las que sostenían que la mayor parte de las enfermedadesdependían
degusanos
•invisibles que
introduciéndose
en el organismoejercían
M. SALVADO
acción altamente
perniciosa,
y vamosá
trasladarnos á
la
época-más
pròxima
en quePasteur
funda
sudoctrina
diciendo; «La
pu¬
trefacción yfermentación
no sonsino la
proliferación
y
germina¬
ción de seres invisibles,
perceptibles
sólo
porel
microscopio,
susceptibles de
estarmucho
tiempo
comomuertos,
pero
capaces
de
reproducirse á
la
menor causacualquiera»,
y
considera
pro¬
ducida lasepticemia
porla
entrada
enla
sangredélas
bacterias,-monadas, vibriones, etc., queviven
enla
sangreá
manera
de;
seres
parásitos
haciéndola
impropia
parael desempeño
de
sus
funcionesfisiológicas. Asi
ha
seguido Pasteur
suconstante
afán
de arrancarsecretos á la ciencia,prosiguiendo
sustrabajos
enel
cultivo de
parásitos,
inoculación de éstos,
atenuación
de
energía,,
yllegó á sutérmino
victorioso
encuanto
á
la
preservación
del-hombre y de los
animales.
Los gérmenes
atmosféricos,
según
la
teoría
parasitaria,
pro¬
vocan la
supuración,
la
putrefacción
de la
sangrey
de
los
líqui¬
dos animales, y
semejante
procesoengendra las
complicaciones
de lasheridas, estando
diseminados
enel
aire,
enel
agua yen
la
superficie de
todos
los
cuerpos,siendo más
abundantes
en
las-salas de loshospitales,
anfiteatros
de
anatomía
ysalas
de
disec¬
ción, llegando Pasteur en su
infinidad
de
análisis á probar
que
privando
al aire
de estos
gérmenes
nopodía
producir la
fermen¬
tación por ser estos seres
los
productores
de
ella.
Comoresumen diremos quelos
gérmenes
atmosféricos
existen
yque por suacción
determinan
funestísimos efectos sobre
toda
solución de continuidad. Estos seres
cambian
confacilidad de
forma y
de
propiedades
bajo la
influencia do
condiciones exte¬
riores.(Contimiará.)
PASTEURELOSIS EQUINA 55
PASTEURELOSIS EQUINA
Conforme enuntodo con la clasificación de
Lignières,
agru¬pando con elnombre de pasteurelosisese
proteode enfermedades
septicémicas producidas por el cocobacilo ó bacteria ovoide del
género pasterella, yde común acuerdo pon lo
propuesto por el
Sr. Molina Serrano enel
último
Congreso
internacionaldeHigie¬
ne(1), diré dos palabras
sobre la pasteurelosis equina. Hállase generalizada
hoy
laenfermedad quenos ocupa en tal
forma en
España,
queno dudoen afirmarproduce el 60 por 100
de la mortandad total de
solípedos,
muy especialmente jóvenes.
Bien seguro estoy que no exagero al consignar estos datos.
Reconcentrar vuestramemoria losVeterinarios
que lleváis unos
cuantos años enel ejercicio de la
profesión, y repasar vuestras
apuntaciones los que sois aficionados águardardatos
prácticos,y veréis cuántos enfermos habéis visto sucumbir de
influenza,
ti-foemia,
pleuresía, neumonía ó pleuroneumoniainfecciosa;
recor¬
dadalgunos casos que con
sorpresa vuestra hanmuertode
para-plejia, que la habéis creído
depender
de unsimple lumbago
ó
meningitisesfimal poco intensa;
fijaos
en algúnotro ú otros que sin más Síntomas que los propios deun reumatismo articular
agudo, y mediante un tratamiento bien
dirigido,
habéis vistopresentarse síntomas pectorales, y lamuerte no
se ha hecho es¬ perar, quedando vosotros convencidos, y no
sorprendidos,detal
desenlace,
por considerarlo efecto de una complicación endo•ó
pericardíaca,
y, por lo tanto, no se osocurrió practicarlaautop¬
sia. No será uno sólo elcaso que habéis
diagnosticado
de hemi¬plejía, tratarlaracionalmentey ver morir el enfermo de
neumo-(1) El Sr,Molina propuso en elCongreso
citado(1897) conocerconel nombre de Pasterelosis equinalasepticemia hemorrágicadelcaballo,laneumoníainfecciosa,la fiebretifoidea,lainfluenza,
etc.,queenel fondoesla mismaenfermedad. Más tar¬
de,el1902,en suobra de Policia sanitariay euelcapitulodePasitrelpsis,compren¬ deunnúmerobastante extenso de procesos
patológicos,que enlas antiguasclasifi¬ cacionesnosológicas
formaban entidades aisladas. NocardyLeclainche,enla terce¬
raedición desu libro Les Maladies
microbiennesdes animaux(1903),agrupantambién enelcapillo dePasteurelloses
todas lasenfermedadesdeterminadaspor un micro¬ bio delgéneropasteurella.
56 C. MURO
nía ó
pleuronenmonía,
atribuyendo
estacomplicación tal
vezá la
presión
sufrida
porla
faja
de
suspensión
sobre
las paredes del
pecho, si como es
lógico
suponeraquélla
fué algo intensa
y osvisteis enla necesidad de utilizareste medio desostén. Porúlti¬
mo, losque estáis
acostumbrados
áver ytratar potros ysolípe¬
dosjóvenes, habréisobservado
másde
uno yde dos
que conser¬ vando elapetito, sin fiebre
ó un aumentode
temperatura muyligero y sin
ningún signo
querevelase
estado
morboso
alguno,
sólopudisteis apreciar decoloración de las
mucosas,enflaqueci¬
mientoprogresivo hasta llegar
al
marasmo, noobstante
propor¬ cionar abundante y nutritivaalimentación
ayudado
portónicos
y reconstituyentes,ha
muerto,efecto, según
vosotros,
de
una clorosis, sin explicaros la causa, ylaautopsia
osha
revelado le¬
siones anatómicas en el
pulmón, anunciadoras de la neumonía
infecciosa (una
modalidad de
la pasteurelosis).
No hemos denegar que tanto el reumatismo
articular
comola
meningitis esfimal,
clorosis
yalgunas
enfermedades más
que enun
principio pueden
confundirse
conla
que nos ocupa,se presen¬tanaisladas, obedeciendoá causas ya comunes, ora
específicas
; pero tampoco esmenoscierto
quemuchas de éstas
sonmodalida¬
des deaquéllaen
algunas
ocasiones sin, diagnosticar
envida,
ya porque nisiquiera
la hemos sospechado,
yapor carecerde medios
para el
verdadero
diagnóstico, cual
esel
bacter
eclógico. Sumar
estos casos á los quedesde luego
habéis clasificado de influenza
ó
septicemia
hemorrágica
yestaréis
conformes conmigo.
Insisto, pues, y
repito
quela
enfermedad
quemás
solípedos
mata esla
pasteurelosis,
ymata
muchos
solípedos
porquees muy frecuente, porque atacaá
muchos,
porque seha hecho
endémica
enEspaña, no porque
la
enfermedad
sea entodas
susmodalida¬
des mortíferaenexceso, puessi bien
esverdad
que enalgunas
de ellas
produce
un80 á
un85
por100 de
mortalidad
entre
los
atacados, como sucede conla
cardíaca
ytal
vez,tal
vez(aunque
algo menos) con
la pleuronenmonía,
encambio la
modalidad
reu¬mática yla
catarral sin
complicaciones
se curanla mayoría de
los enfermos con un tratamiento bien
dirigido
ycogiéndola á
VACUNA CONTRA LA NEUMONÍA. 57 Otro potro de dos años ingresó en enfermería,
y en él sólo
iubiera visto el Veterinario más práctico y observador un caso •de meningitis espinal poco intensa,
pues todos sus síntomasse
reducían al balanceo de tercio posterior, calor rectal de 39°,2,
con estreñimiento yretenciónde orina, conservando el
apetitoy
alegríacomosi estuvieracompletamentesano. Murióá losquince
días de enfermedad, de pasteurelosisen suforma
neumocardía-ca. En el transcurso del tratamiento fueron aumentando los sín¬
tomas apuntados, habiendo necesidad debracearlo dos veces al día ypracticarlacompresión de lavejigapor existirparálisis de •ésta ydel recto. Los revulsivos enlaregiónlumbar ypurgantes
A altas dósis no daban resultado'alguno; solamente la eserina
-(sulfato) con la
pilocarpina
(aa 5centigramos)
lograba, no en todas las ocasiones, desembarazar el tubo digestivoy la vejiga. Sinembargo de quelas fuerzas decaían, presentándose síntomas adinámicos y disminución de apetito, nada me hacía sospechar
complicación
pectoral, nada de tos, nada de disnea, ciclo de lafiebre de
tipo
continuoascendente, sin llegar á los 40°; tres díasantes demorir, doce deenfermedad, sepresentóligera
deyección
nasal, dando muestras de dolor alcomprimirlas parteslaterales
delpecho.
{Continuará.}
Cándido Müko. De la Remonta de Córdoba.
TA» CiíRA LA AliMIA LfiCCIOSA Di LOS «DOS
Por la Sección Veterinaria del Ministerio deAgricultura deBulgaria se ha dirigido al Doctor Bruschetini, Veterinario en
Turin, el documento siguiente:
«Tengo el honor de informar á ustedque la vacuna contrala pneumoenteritis infecciosa de los cerdos, queusted ha enviado
58 A. N. FOENIEE,
áesteMinisterio esteaño, ha dadomuybuen resultado en donde-eldiagnóstico ha sido bien definido.
»E1 Médico Veterinario del distrito de Choumlameinforma que-él ha vacunado 1.299 puercos, de los cuales, enel espacio de diez
días, habían enfermado. 79 y muerto 63; después de vacunados^
sólo cayeron
enfermos
60 ymurieron
47.
»E1 mismoVeterinario meinformaquehavacunado otros
2.644-puercos,
de los
quesólo murieron
69;
enel mismo distrito,
en iinlugar en
donde
nohan
sido
vacunados, de
unlote de
784 que-cayeronenfermos murieron 590.
»E1 Médico Veterinario de Oréhovo me informa que ha
vacu--nado 810 puercos,
de los cuales
noha
muertoninguno.
»E1Médico Veterinario de Elenameinformaque ha vacunado-170 puercos,
de los cuales sólo
enfermaron-
3 ymurieron
2.-»E1 Médico Veterinario deIhtimanmeinformaqueha vacunádo-unlote,de 274 puercos,
de los cuales han
muerto 19; el mismoMédico me comunicaquede otro lote de 149 que no vacunó mu--rieron 121.
»La mortalidad en los animales vacunados ha sido de
6,95-por 100,
mientras
enlos
novacunados de
81,02
por100.
sTenga usted la
bondad
de admitir,
señorProfesor,
la
segu¬ ridad de miperfecta
consideración.—Iv.
Tuleff.»
Cuantos deseen conocer los detalles de. la operación y todo la¬ que se
relacione
conlas
vacunas,diríjanse
á
D.
Victoriauo-López Guerrero, en
Badajoz,
quetiene la representación
enEs¬
paña de estas nuevas vacunas,
A
LOS VETERINARIOS DE
LA PROVINCIA DE CUENCA
Como sabéis, por consecuencia de ladesproporción
queexista-.,
entre lamultiplicación de los seres yde los medios de subsisten-.cia, hay enla.naturaleza una luchaporla
-yida terrible, sin
cuar¬cuen-À LOS VETERINAEIOS DE CUENCA 59
ten con menos medios de defensa, aquellos que seanmás débiles.
Por esto el Immbre de los primeros tiempos, comprendiendo-que aisladono podría luchar con ventaja, tuvo necesidaddeaso¬ ciarse con sus semejantes; por esto en lostiempos modernos por
todas partes se despierta, con actividad febril, el espíritu de.
unión, y por lo mismo lioy todas las clases sociales, desde las
más humildes álas más encopetadas, se unen para defender sus intereses.
Pues bien: cuando todos los elementos de la sociedad humana se asocian y llegan á entenderse; cuando por doquier se mire se observa armonía y concordiaentrelos individuos que so dedican á una profesión, arte ú oficio; cuando todo esto ocurre, repito, aparecemos los "Veterinarios (nosotros
jiabíamos de
ser) apáticos,indiferentes, despreciando ese medio tan poderoso de salvación
que se llama, colegiación,
jj^^siendo
una
nota
disonante
en
el
con¬ ciertoprofesional.
Bien es verdad que algunas provincias nos ofrecen honroso
ejemplo colegiándosef'pero la inmensa mayoría permanecemos todavía en el aislamiento más censurable que darsepuede.
Con demasiada frecuencia nuestra clase es objeto de injusti¬ cias y rrsurpaciones bien notorias
(si
norecuérdese la tristemen¬ te célebre Instrucción deSanidad),
y cuando esto ocurre, ¿qué hacemos?... Cuando más noslimitamos á clamar debajode la chi¬ menea, állegar con las manos al cielo protestandode tales ultra-,jes, sin cuidarnos para nada en inquirir la causa y atajarla-en sus efectos.
¿Por
qué en vezde h.acer lo dicho,no imitamos á las
provincias
do
Valencia, Navarra, Alava, "Vhzcaya, Guadalajara,-Zaragoza, Toledo, Ciudad Realy otras?¿Por
qué nohacer lo que ellas, puestoqueesel único medio de que nuestras reclamaciones, siendo potentes y unánimes, sean atendidas?Por tanto, permitidme que hoyme tomela libertad de dirigir¬ me ávosotros, rogándoos desechéis conducta tan suicida;
apro¬ vechemos las fuerzas en conjunto, por aquello de quelaunión-es lafuerza, ydeeste modo, estando unidos,
despreciandorencillas
60 SOCIEDAD ACADÉMICA.
á nuestraregeneración moral y material, como por dereclio nos
■corresponde.
Con especial interés ruego á los señores Subdelegados, de
■acuerdo en untodocon la idea de nuestroinfatigablecompañero D. Félix F. Turégano, invitenálos Veterinarios de susdistritos respectivos á unareunión, para enella tomar acuerdos que sean elcimiento de lacolegiación de la provincia toda. Si, como no es de esperar, á esta invitación no
respondiéramos,
entonces po¬ dríamos decir quenuestra desgraciada claseno teniasalvación.
Probemos, que en ello nada se
pierde.
Avelino Navarro Fornier.
CasasimaiTO(Cuenca), 1.®, 905.
SOCIiAD
ACAÜÍMICA
Di iS()OL.ARiS
l'ifiRIMRlDS
DE ZARADDRA
Tercer certamencleutifico.Tema I. Reformasque son necesarias en las enseñanzas de las Es¬
cuelas de Veterinaria.—Premio del Excmo. Sr. Ministro de Ins¬
trucciónpública.
Tema II. Carácterque debe darse á las enseñanzas de la
Medicina
legaly de la toxicologia enlas Escuelas
de Veterinaria.
—Premio del
Excmo. Sr. Ministro deGracia yJusticia.
Tema III. Vicios redhibitorios. —Modificaciones que deben intro¬ ducirse en los Códigos civil ymercantil respecto de dichos vicios. —
Premio del mismo.
Tema IV. E71 qué asumiosde higiene pública debe intervenir el Ve¬ terinario.— Premio del Excmo. yEvdmo. Sr. Arzobispo de
Za¬
ragoza.Tema V. Juicio critico delReglamento de Policia sanitaria de los animales domésticos de3 de Julio de 1904. —Premio del excelentí¬
simo Sr. Gobernador civil de estaprovincia.
Tema VI. Juicio critico de la Real orden circular publicada por el <s.Diario OftciaU del Ministerio de la Guerrafecha 29 de Septiembre de1904, referente á la criade ganado llamado de tiro ligero para la
SOCIEDAD ACADÉMICA, 61
Artilleria de campaña. —Premio del Exorno. Ayuntamiento de esta ciudad.
Tema VII. Consejos que delen darse á los labradores para evitar lasenfermedades delaparatodigestivo en los solípedos.—Premio de
la Asociación de Labradores de Zaragoza.
Tema VIII. Misión del Veterinario en los Institutos de higiene,
Vacunación, Bacteriología ySueroterapia, ypeligrosque ofrece parala saludpublica suno existenciaen estos centros.—Premio del Colegio oficial de Veterinarios de Valencia.
Tema IX. Inoculaciones preventivas, ventajas é inconvenientes.— Premio del Colegio Vasco-Navarro.
Tema X. Ultimas investigaciones de KocliyNocard acerca del ba¬ cilo de la tuberculosis. —Premio del Dr. D. Juan E. Iranzo, Ca¬
tedrático de Medicina.
Tema XI. Infección é inmunidad. —Juicio critico de las teorías
sostenidas para explicar el mecanismo de sudesarrollo.—Premio de D. JuanArderius, Subdelegado de Veterinaria.
Tema XII. Los animales de carnicería atacados de glosopeda á
muertos á consecuencia de la enfermedad, ¿debe permitirseel sacrificio
y venta al publico?— Premio de D. Juan Morcillo, Subdelegadode
Veterinaria.
Tema XIII. De la inteligencia en los animales domésticos. —Pre¬ mio de D. Ricardo Martin, Ortopédico.
Tema XIV. Fermentos digestivos. —Condiciones de acción de los
fermentos digestivos. —Premio de los señores Rived, CholizyCom¬
pañía, Ortopédicos.
Tema XV. Estudioanatómicodel embriónysusenvolturas. —Pre¬ mio de la Sociedad Académica Escolares Veterinarios de Zara¬ goza.
Condiciones.
1.® Los trabajos deberán estar escritos en lengua castellana
y llevarán un lema, yendo acompañados de una plica, en cuj^o sobrescrito se leerá el tema y lema del trabajo y en su
interior
constará el nombre del autor. Escuela de Veterinaria á que per¬ tenezca ylas señas dosu domicilio.
62 ECOS Y NOTAS
2.^ No se admitirán trabajos en colaboración y en su conse¬
cuencianoserán válidos los que sepresentaren.
3.® Los trabajosse i'emitirán al Secretario de la Sociedad, don Arturo Anadón y Piris, en la Escuela Veterinaria antes de las doce de lamañana del 80 de Marzo de 1905.
4.® Los trabajos seránjuzgados por los señores Catedráticos de estaEscuela.
5.® Lasplicas de los trabajos no premiados serán quemadas en sesióngeneral.
6.® Lostrabajos premiados quedarán en propiedad de la So¬ ciedad. Losno premiados se devolverán á los autores, mediante recibo.
7.® Lospremiosseránrecogidos personalmenteporlosalumnos
premiados; en el caso de no ser de esta Escuela podrán delegar
■esta obligación.
8.® Podrán concurrir con sus trabajostodos los Escolares Ve¬ terinarios de España. Los de Zaragoza sólo podrán optar los socios de estaAcademia.
9.® Al premio del tema XVno podrán presentarse los de la Directiva.
Zaragoza31 de Enerode1905.—El Presidente, Esteban Gavín.
Por acuerdo de la JuntaDirectiva, ElSecretario, ArturoAnadón.
ECOS
Y
NOTAS
Las 2.000del ala. —Nuestro estimadocolega La Veterinaria
Toledana, en unrazonadísimoyenérgico artículo, combate la po¬
lacada delanterior Ministro deAgriculturaqueregaló 2.000pese¬
tasá los Ingenieros Agrónomos señoresPequeño y Pruna á pre¬
texto de queestuvieran de Veterinarios estudiando una cosa que
no entienden ni jota ni tienen competencia legal. ¿Corregirá el Sr.Marqués del Vadilloesailegalidad? ¿Tienen los señores Peque¬
ño y Pruna tan grande el estómago que se van á tragar esas
2.000pesetas sin temor áque se les indigesten? ¡Fuera, fueraesos intrusos!
ECOS Y NOTAS 63 «.tención de estas rectasyjusticieras autoridadesacerca de lo que
ocurre con las plazas de Veterinario titular de Deleitosay Hor¬ nachos. Es de estricta justicia lareposición del digno Profesor
D. Guillermo .Jiménez que antesla desempeñabayfué destituido .sincausani motivojustificado,asícomo la dellaborioso D. .Juan
López que la desempeñabahace másde cuatro años. En la
con--vicción de que seharácumplir laley ordenando á los Ayuntamien¬
toscitados que reponganen sucargo á los mencionados Veterina¬
rios, les adelantamos las gracias yunaplauso entusiasta.
De Guerra.—Destinados áAlmansael Sr. Asín: á excedentes
los señores Gonzalo y Grado;á Españael Sr. Ghamón; ascendidos á Veterinarios primeros los señores Alonso, Saiz
yClavijo; á
se-g;undos losseñores Reyy Coderque, y á terceros los señores Es-jjañol. GarcíayFernández, últimosaspirantes quequedaban.
Coleg'io de Toledo. —Por Real orden de 20 de Enero último
ha sido declarado corporación oficialel Colegio de Veterinariosde laimperial ciudad. Nuestra sincerayleal enhorabuena al
expre-■sado Colegioy quelos 87 Veterinariosde laprovinciaquenoestán auncolegiadosse sumen enseguida álos 178que ya lo están.
— Enbreve lo será también el de
Navarra.
ElReglamento.—Accediendo gustosos á las indicaciones de varios suscriptores que desean conocercuanto antes el Heglamen-to de Policia sanitaria, con este número publicamos los pliegos correspondientes ácuatronúmeros,y enel de 1.° de Marzoirá has¬
taelfinal, óseanotros cuatropliegos correspondienteshastael 1." de Junio.
Partido ó regencia.—Veterinario con diez y ocho años de práctica y buena referencias, desea vacante de un partido ó re¬ gencia de un establecimiento. Para más detallesdirigirse al Di¬
rector deestaRevista.
Socorros mutuos.—La Junta directivadelaSociedad
de.So-corros mutuos de los Veterinarios españoles, entre otras bases, ha acordado la siguiente; «2.^ Dentro de esta base se crea una
clasificación poredadesparalacuota anual á
pagar en la forma
siguiente: Edad al ingreso: hasta los 80 años, 50 pesetas; de 80
á 40años, 55; de40 á 50 años, 65; de
50 á 55 años, 100, de 55 á 60 años, 200,yde 60á 65 años, 400pesetas.» Además sepagaráuna
cuota de entrada de 25 pesetasigual para todos y ambas cuotas adelantadas.
Los herederos del socio fallecido percibirán 2.500 pesetas. Las adhesionesseremitirán á D. Miguel Abad, Sobrarbe, 14, Arrabal,
Earagoza.
Médico-Farma-64 CORRESPONDENCIA ADMINISTRATIVA
céutico-Veterinario, queademásde los grandes servicios que pres¬
ta á la población, da honra y provecho á las clases que lo han fundado. De él forma parte nuestro ilustrado amigo D. Antonio-González Lafont.
CORRESPONDENCIA ADMINISTRATIVA
"
D. Florentino Gómez, 12pesetas, hasta fin de Diciembre de 190.5.» GuillermoLlamas, 13
pesetas, hasta fin de Enero de 1905.
*
Santiago Mauri, 6pesetas, hastafin de Diciembre de 1904.
> José M."Martín. 15
peetas, hastafin deMarzo de1905.
» CarlosJurado, 6pesetas, hasta findeJunio de 1905.
> Juan Matamoros, 12pesetas,hastafin de Diciembre de 1905.
» AlbertoBangol, 12
pesetas, hasta fin de Diciembre de 1905.
» JesúsTorres, 21pesetas, hastafin de Diciembre de 1905. » JuanMarulI, 12
pesetas, hasta fin de Octubre de 1905.
» Antonio
Salas, 12pesetas, hasta fin de Diciembre de 1905.
» Victoriano Cantera,
12 pesetas, hasta fin de Diciembre de 1905,
» Ciríaco Lázaro, 18
peseta.s, hasta finde Diciembre de 1905;
» EmilioArmero, 6
pesetas, hasta fin deJunio de 1905.
» RamónSalmerón, 24
pesetas, hasta fin de Diciembre de 1905.
» Benito Quintanilla, 12 pesetas, hasta fin de Octubre de 1905.
» JoséI.
Olaizola, 12 pesetas, hasta fin de Diciembre de 1905.
» José M.^Saavedra,
12 pesetas, hasta fin de Diciembre de 1905.,
» Martín Lázaro, 12 pesetas, hasta fin de Diciembre de 1905.
» CándidoRubio, 12
pesetas, hasta fin de Diciembre de 1905.
» José Guallart, 12
pesetas, hasta fin de Diciembre de 1904.
» Melitón Gutiérrez, 12
pesetas, hastafin deDiciembre de1905,
> IldefonsoTorrá, 6
pesetas, hasta fin de Junio de 1905.
» Victoriano Medina, 12
pesetas, hasta fin de Febrero de 1905.
» Gregorio Arzoz, 11 pesetas, hastafin de Diciembre de 1905.
» Pedro
Agninaga, 12 pesetas,hasta fin de Junio de 1905.
» EduardoSilva, 6pesetas,hastafin de Junio de 1905. » Víctor Cabré.12pesetas, hasta fin de Diciembre de 1904. » JesúsCarballo, 6 pesetas, hastafin de Junio de 1905.
(1)En estasección aparecerán toóoslospagosdesuscripciónque sehagan.Sipu¬ blicados dos númerosseguidosdespués delabonono apareceel nombrede
alguno,-88señal de extravio degiroyrogamos nosavisenportarjeta postal.
MADRID.—Estab.tip. deiosHijos de R. Alvarez, ácargode A.Menéndez. Ronda deAtocha, 15.—Teléfono809.