¿Cómo se Justificará el hombre
con Dios?
¿Cómo se Justificará el
hombre con Dios?
sta pregunta la hizo un varón de Dios hace muchos siglos, llamado Bildad Suhita. Fue uno de los compañeros que vinieron para consolar a Job cuando le vino aquella inexplicable calamidad: “Los cuales alzando los ojos desde lejos no le conocieron, y lloraron a voz en grito; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo. Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que el dolor era muy grande” Job 2: 12 al 13.
¡Qué situación tan dramática han de haber visto en Job! Por siete días quedaron sus compañeros expectantes al mirar a su amigo en aquella situación, ¿cómo le había cambiado la vida de un momento a otro? seguramente era la pregunta. Ellos lo conocían muy bien y ¿cómo era posible que de repente se viniera abajo aquel hombre que por mucho tiempo había aconsejado a tantos en el camino de Dios? Después de aquellos siete días Job abrió su boca y empezó a hablar, se rompió el hielo y se inició el diálogo entre
Job y aquellos tres personajes ilustres, cada uno opinó sobre la problemática inexplicable que estaban mirando en su amigo, pero a la verdad ninguno de ellos pudo explicar el neurálgico asunto, surgieron preguntas y respuestas, muchas de ellas vanas. Y entre ese ir y venir de palabras se dio un diálogo de altos conocimientos para aquella época, por ejemplo, Job, analizando la grandeza de Dios dice: “Extiende el norte sobre vacío, cuelga la tierra sobre nada” Job 26:7.
En aquel elevado diálogo también hablaron de otras cosas, como: “Al dar peso al viento, y poner las aguas por medida” Job 28:25, esto nos da la pauta que en este panel de hombres se hablaron cosas
E
Este concepto no fue creído por muchos siglos, aun por los años 1400 después de Cristo todavía se enseñaba en
las grandes universidades, como la de Salamanca que la
tierra tenía que estar sobre bases, la mente humana no alcanzaba a entender que el planeta estaba sobre la nada,
sostenido solamente por las leyes gravitatorias que Dios
profundas de la ciencia humana y del conocimiento espiritual, y fue así como: “Respondió Bildad Suhita, y dijo; El señorío y el temor están con Él: Él hace paz en las alturas. ¿Tienen sus ejércitos número? ¿Y sobre quien no está su luz? ¿Cómo se justificará el hombre con Dios? ¿Y cómo será limpio el nacido de mujer? He aquí que ni aun la misma luna es resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos. ¿Cuanto menos el hombre que es un gusano y el hijo del hombre también gusano?“ Job 25: 1 al 6. Esta es una milenaria pregunta que desde muy antaño los hombres se han hecho, también han buscado la manera como presentarse limpios ante el Señor, y otros tratando de no sentir ese carga de culpa contra Dios optaron en inventarse ridículos teoremas para disque demostrar que Él no existe, de ellos Pablo escribió: “Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni dieron gracias; antes se desvanecieron en sus discursos, y el necio corazón de ellos fue entenebrecido. Diciéndose ser sabios, se hicieron fatuos. Y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de hombre corruptible, y de aves, y de animales de cuatro pies, y de serpientes” Romanos 1: 21 al 23. Los descendientes de Adam, sobre todo los que pretenden ser muy
intelectuales, prefieren aceptar ser familia de los irracionales antes que reconocer sumisamente que somos linaje de Dios, tienen tan entenebrecida su mente que ni aún viendo con sus sofisticados aparatos que todo lo que nos rodea está impresionantemente armónico, y que por lo tanto la diosa casualidad no debe caber en la mente de una persona con cierto grado de análisis, que es imposible que toda esa armonía haya surgido de una explosión cósmica. No se necesita hacer mucho esfuerzo mental para quedar extasiado al ver el macrocosmos y el microcosmos funcionar tan maravillosamente, que solo un Ser súper inteligente pudo haberlos creado, pero como los descarriados hijos de Adam no quieren aceptar que se alejaron de su Creador y no están dispuestos a rendirse sumisamente y ponerse a cuentas con Él, entonces deliberadamente lo niegan.
Otros han creído que pueden alcanzar la justificación delante de Dios haciendo buenas obras, pero el mismo apóstol Pablo nos dejó escrito: “No por obras, para que nadie se gloríe” Efesios 2:9. Y el Salmista escribió: “Los que confían en sus haciendas. Y en la muchedumbre de
sus riquezas se jactan, ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate” Salmo 49:6-7.
Pero ¿Qué es Justificación?, en términos legales justificar es declarar sin culpa a un reo, absolverlo de cualquier falta que haya cometido, el hombre, crea o no, tiene cuentas pendientes con la justicia divina y si no procede a solventarlas tendrá muy graves problemas en la posteridad de los tiempos, los hijos de Adam se han inventado muchos medios justificativos, pero, el medio que Dios ha puesto para declarar sin culpa al hombre es otro ¿sabe usted cual es? No, no son los muchos rezos, ni los muchos sacrificios que el hombre pueda
hacer, Pablo, un conocedor de la sana doctrina, es quien categóricamente contestó la antigua pregunta: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” Romanos 5:1, para el caso los Judíos se quedaron encerrados en sus ritos mudos, que no podían quitar los pecados y eran apenas la sombra de los bienes venideros. Pablo enfatiza a los cristianos Romanos siendo en las primeras décadas judíos convertidos que habitaban en Roma, en todo el capítulo 5 de esta carta, el apóstol les da una amplia explicación sobre el muy discutido tema en aquel entonces: “Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos…. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores Cristo murió por nosotros” Romanos 5: 6 al 8.
El plan para salvar al hombre empieza con la justificación, absolviéndolo de todas sus faltas, Sí, el favor y la misericordia es tan grande de parte de Dios para el hombre pero este pobre con su mente entenebrecida le está costando creer en el inexplicable favor divino. En el pasado cuando empezó a darse esta noticia se consideraba como una locura: El hombre no tiene con qué
pagar su justificación ante Dios, los humanos somos tan
pobres en todo, que de este mundo no saldremos vivos, ni
sacaremos absolutamente nada: “Si bien todos nosotros
somos como suciedad, todas nuestras justicias son como trapo
de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras
maldades nos llevaron como viento” Isaías 64:6
“Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es a nosotros, es poder de Dios” 1 Corintios 1:18. Ciertamente esto es algo inimaginable en la razón humana, ¡cómo es posible que el Dios muera por sus siervos! Cuando lo lógico era que los siervos morían por su dioses, repito esto se tornaba una locura; y lo que el hombre ha oído de la misericordia de Dios es apenas el principio de aquellas cosas que ojo humano no ha visto ni han subido en el pensamiento de los hombres, es lo que Dios tiene preparado para los que le aman, dejó dicho el apóstol de los gentiles en 1 Corintios 2:9.
La justificación, como ya dijimos, es absolver de toda culpa a un reo, nosotros éramos presos del pecado y por lo tanto estábamos condenados para la muerte eterna, Dios en su amor que no se puede entender en el limitado raciocinio humano, cambió el plan y nos trasladó de la muerte eterna a la vida eterna, no en vano escribió David en una de esas elevadas inspiraciones que vivió: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de
iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño” Salmo 32: 1 y 2.
Amigo, Dios en este tiempo de la gracia está dispuesto a no inculparnos por nuestros pecados pasados, el dispensa nuestra ignorancia: “Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados” Romanos 3:24 y 25. La misma Justicia de Dios hace pasar por alto nuestros pecados pasados, no olvide esto, porque en el otro extremo del razonamiento humano están convirtiendo la gracia de Dios en libertinaje y enseñan que Él perdona los pecados pasados, presentes y los que podrá cometer en el futuro deliberadamente, eso es una aberración, la Palabra es clara y dice que la gracia del perdón es por los pecados pasados, cuidado con ponerle o quitarle al Documento Sagrado. Claramente usted puede leer en su propia Biblia: “¿Qué pues diremos, perseveraremos en pecado para que la gracia crezca? En ninguna manera. Porque los que somos muertos al pecado ¿Cómo perseveraremos en él?” Romanos 6: 1 – 2 La justificación
mediante la sangre de Cristo, trajo consigo la reconciliación de Dios con el hombre, el Eterno se amista con todo descendiente de Adam cuando reconoce este procedimiento, y sumisamente acepta la sangre de Cristo como el único medio para limpiar sus culpas cometidas por ignorancia sean cuales hayan sido, Dios afirma: “Venid luego, dice el Eterno, y estemos a cuentas: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos, si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” Isaías 1:18. Un nuevo expediente se le abre al hombre en el libro de la vida, todas sus trasgresiones de ignorancia quedan borradas mediante la sacrosanta sangre del Cristo viviente: “Ahora pues ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” Romanos 8:1. Cualquier tipo de superchería que el hombre haya practicado en su vida de ignorancia, al llegar a Cristo es libre de toda condenación que haya pesado sobre él.
Justificación no es
Salvación
uestro apóstol escribió: “Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de su ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida” Romanos 5: 9 – 10; al leer cuidadosamente estos versos podemos entender que con la sangre de Jesús fuimos justificados, declarados sin culpas, muchas veces se dice que Cristo nos salvó en la cruz del calvario, eso es un error, con su muerte, con su sangre nos perdonaron nuestros pecados pasados, y con su vida o sea con la resurrección nos da la salvación, si Jesucristo no hubiera resucitado, el plan de redención no se hubiera completado, Jesucristo para resucitar, para que su cuerpo no pasara por la corrupción, tuvo que llevar en los difíciles días de su carne una vida pulcra, una vida inmaculada, de lo contrario su cuerpo se habría corrompido y no hubiera resucitado; de Él está escrito: “El cual no hizo pecado: ni fue hallado engaño en su boca” 1 Pedro 2: 22. “Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción” Hechos 2:31
Para que el sacrificio de Cristo
fuese completo en favor de los
hijos de Adán tenía que
resucitar y de hecho resucitó,
con su Vida gloriosa nos hizo
partícipes de la vida eterna, la
vida solo proviene de la vida, de
la muerte no sale vida: “y si
Cristo no resucitó, vana es entonces
nuestra predicación, vana es
también vuestra fe”, con estas
palabras exhortaba Pablo a los
cristianos incrédulos de la
resurrección que estaban en la
iglesia, 1 de Corintios 15: 14.
Distinguido lector, aproveche
hoy el medio justificativo que el
misericordioso Dios le ofrece:
“Acerquémonos,
pues,
confiadamente al trono de la gracia,
para alcanzar misericordia y hallar
gracia en el oportuno socorro”
Hebreos 4:16
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Yoro: El Progreso, Las Minas Jesucristo fue tentado en
todo pero sin pecado, hasta este momento es el único hombre de carne y sangre que venció el pecado en esta debilidad humana, y con ello
ganó la justificación delante de Dios y la salvación para la
Colón:
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