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Análisis del efecto de la práctica de actividad física en los gastos de bolsillo en pacientes hipertensos, relacionados con la enfermedad

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Academic year: 2020

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ANÁLISIS DEL EFECTO DE LA PRÁCTICA DE ACTIVIDAD FÍSICA EN LOS GASTOS DE BOLSILLO EN PACIENTES HIPERTENSOS, RELACIONADOS CON

LA ENFERMEDAD

Ana Milena Rodríguez Aparicio

UNIVERSIDAD DE SANTANDER FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTOS DE POSTGRADOS

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ANÁLISIS DEL EFECTO DE LA PRÁCTICA DE ACTIVIDAD FÍSICA EN LOS GASTOS DE BOLSILLO EN PACIENTES HIPERTENSOS, RELACIONADOS CON

LA ENFERMEDAD

Trabajo de Grado requisito para obtener el Título de Máster en Gestión de Servicios de Salud

Ana Milena Rodríguez Aparicio

Dr. Paul Anthony Camacho López (Director)

UNIVERSIDAD DE SANTANDER FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTOS DE POSTGRADOS

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Dedicatoria

Las gracias infinitas primeramente A DIOS, por haberme permitido iniciar y culminar esta

linda etapa en mi vida, por brindarme la sabiduría necesaria para actuar encada una de

las situaciones presentes en mi vida.

A MIS PADRES: Por su confianza depositada en mí y su apoyo absoluto en cada una de

las etapas de mi vida.

A MIS HERMANOS: por ser mis amigos incondicionales, por darme siempre ánimo y

respaldo ilimitado.

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Agradecimientos

La autora de esta tesis de grado expresar sus agradecimiento a las siguientes personas que colaboraron durante todo el proceso de elaboración revisión y culminación de este trabajo.

A Dios Todo Poderoso Por habernos dotado de perseverancia y sabiduría.

A mi Director Paul Anthony Camacho la orientación, el apoyo, colaboración y dedicación durante el desarrollo de este proyecto.

A los Directivos del CAPF y a la ESE-S por brindarnos el espacio y permitirme trabajar con sus afiliados para realizar el proyecto de grado y llevar a la práctica los conocimientos adquirido en los estudio de la Maestría.

A la Universidad de Santander. Por Permitirme continuar con mi crecimiento intelectual, por medio de su cuerpo docente y administrativo.

.

A TODA AQUELLAS PERSONAS que de una u otra manera colaboraron en la realización del presente proyecto de grado.

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Tabla de Contenido

Resumen, 7 Introducción, 9

Planteamiento del Problema, 11 Justificación, 13

Objetivos, 15

Objetivo General, 15

Objetivos Específicos, 15

Marco Teórico, 16

Consideraciones Éticas, 299 Metodología, 30

Tipo de Estudio, 30 Universo, 3030

Muestra, 3030

Criterios de Selección, 31

Inclusión, 3131

Exclusión, 3131 Fases del Estudio, 31

Prueba Piloto,31

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Resumen

Título: “Análisis del Efecto de la Práctica de Actividad física en los Gastos de Bolsillo en Pacientes Hipertensos, relacionados con la Enfermedad.”*

Autora: Rodríguez Aparicio Ana Milena**

Palabras Clave: Hipertensión, Gastos de Bolsillo, Actividad Física.

Descripción: Esta tesis se basa en el estudio de los efectos de la práctica de actividad física en personas con diagnóstico de hipertensión, más específicamente en los gastos de bolsillo. Su justificación radica en la importancia de relacionar el nivel de actividad física, rigurosidad y permanencia con que se practica la misma, a fin de contribuir en la implementación de metodologías de promoción, prevención y manejo de la hipertensión, con miras a disminuir los costos en el sistema de salud a nivel general y los gastos de bolsillo a nivel individual relacionados con la enfermedad.

Aplicando -de acuerdo a la metodología establecida- el cuestionario internacional de actividad física IPAQ y la encuesta del estado de salud SF-36, se pudo establecer, entre otras conclusiones, que en alguna medida la práctica moderada de actividad física podría contribuir en la disminución de los gastos de bolsillo relacionados con salud, tales como copagos, cuotas moderadoras y transporte relacionado con trámites de salud. Finalmente, hay que señalar que el reto que se plantea para la realización de la gran mayoría de estudios es el de mantener actualizados los resultados, con el propósito de que los mismos contribuyan efectivamente al análisis más certero del gasto en salud ocasionado por la HTA, y de forma subsecuente con su forma de atención, tratamiento efectivo y esencialmente su prevención.

** Facultad de Estudios de Postgrados. Maestría en Gestión de Servicios de Salud. Director: Paul Anthony

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Abstract

Title: “Analysis of the effect of the practice of physical activity in the pocket expenses of hypertension patients, related with the disease”*

Authors: Rodríguez Aparicio Ana Milena**

Key Words: Hypertension, Pocket Expenses, Physical Activity.

Description: This thesis is based on the study of the effects of physical activity in people diagnosed with hypertension, more specifically in the pocket expenses. Its justification lies in the importance of relating the physical activity, thoroughness and permanence with which it is practised, in order to contribute to the implementation of methodologies for promotion, prevention and management of hypertension, with the purpose of reducing costs in the overall health system and individual pocket expenses related to the disease.

Applying-according to the established methodology- International Physical Activity Questionnaire IPAQ and the survey of the health status SF-36, it was established, among other conclusions, that to some extent moderate physical activity could contribute to reducing pocket expenses related to health, such as copayments, prorated fees and health related transport procedures. Finally, we note that the challenge arises to perform the vast majority of studies to date is to maintain the results, in order that they effectively contribute to more accurate analysis of health expenditures caused by hypertension, and subsequent form with your form of care, effective treatment and prevention essentially.

**Faculty of graduate studies. Master's degree in health services management. Director: Paul Anthony

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Introducción

El mundo, al igual que sus sociedades, se encuentra inmerso en una situación tensa de la economía, en especial en el sector salud, esto debido a la escasez de los recursos, la mala utilización de los mismos, el alto costo de la atención y la falta de calidad en la prestación de los servicios, (Jefferswn, 2011, p3). Un hecho que acrecienta esta problemática es el incremento en la esperanza de vida, la cual han influido en la aparición de enfermedades de carácter crónico, caracterizadas por su alto nivel de demanda de servicios de salud, (Zirulnikow, 2013, p36-37).

Los primeros lugares de estas enfermedades lo ocupan las patologías cardiovasculares, (Gil, A, 2010, p 24-26) entre ellas, la hipertensión arterial, caracterizada por ser el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad coronaria, falla cardíaca y evento cerebrovascular y la segunda causa de insuficiencia renal crónica.

Diariamente aumenta el reporte de casos de esta enfermedad, convirtiéndose así en un problema de salud pública de particular importancia, dada su prevalencia e impacto en la población general por su carga de morbimortalidad. Algunos datos generales indican que las enfermedades cardiovasculares representan un 25% de todas las muertes a escala mundial, siendo la primera causa de mortalidad (De Giralomi, Infantino, C, 2011, p 4). Este fenómeno se atribuye a los cambios que se han producido en los países en vías de desarrollo, como lo son el control de las enfermedades infecciosas, el aumento de las expectativas de vida y por el cambio de estilo de vida a un modelo "occidental", con menos actividad física y mayor consumo de calorías, es decir, hábitos de vida poco saludables, (Murray C, López A. 2010).

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La situación anteriormente descrita deja ver el gran impacto que tiene esta condición sobre la salud de la población en general, estando en mayor desventaja los países en vía de desarrollo ya que el grado de conocimiento, tratamiento y control de la hipertensión es menor que en el mundo desarrollado, (Chow C. et. al. 2013, p3) y por este motivo es urgente el establecimiento de ideas, planes o métodos efectivos para atender este importante problema de salud pública desde la prevención y la atención primaria hasta los niveles más elevados de atención integral del paciente hipertenso, (Colegio de Médicos y cirujanos de Costa Rica, 2009).

Los avances en la terapia antihipertensiva logrados durante los últimos años han

repercutido favorablemente en el mejor control de la hipertensión. Diversas clases de

medicamentos han sido incorporados al tratamiento terapéutico y hoy existe la capacidad de

incidir sobre la presión arterial en un número significativo de personas hipertensas; esto sin

olvidar que algunos de esos medicamentos han provocado otras afectaciones sobre el

mismo organismo de cada persona, (León, J, Pérez, C, 2012).

Pero no solo un tratamiento farmacéutico es la solución, pues se ha demostrado que

la combinación de este tipo de terapia, junto con un buen manejo en los hábitos de vida son

determinantes en el control de esta patología. Dentro de dichos hábitos esta una sana

alimentación, al igual que la práctica de actividad física, la cual al ser dirigida de manera

personalizada puede brindar cambios significativos en los valores de presión arterial,

(Zirulnikow, 2013, p37-39);

Están demostrados en múltiples estudios los beneficios de la práctica de actividad

física desarrollada de manera constante y adecuada en los diferentes sistemas del cuerpo

humano y analizándolo de una manera más profunda, este tipo de tratamiento permite

mejorar la calidad de vida de la persona y adicionalmente disminuye los gastos económicos

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Planteamiento del Problema

La hipertensión arterial es un problema de salud de particular importancia dada su prevalencia e impacto en la población general, siendo el factor de riesgo más común para morbimortalidad cardiovascular en el mundo, (Morejón R,AchiongF, García E, 2013).

En la actualidad, se estima que el 25% de la población padece hipertensión arterial, y ello podría llegar al 29% para el año 2025;estos porcentajes aumentan en personas mayores a los 50 años de edad, donde la prevalencia puede ser del 50% y en mayores de 80 años hasta del 65%, (Llibre R, Laucerique P, Noriega F, 2011). En general, a pesar de los avances en el diagnóstico y el tratamiento, menos de una tercera parte de los pacientes hipertensos está adecuadamente controlada, y un porcentaje significativo de éstos aún presenta riesgo de futuros eventos cardiovasculares, comparados con la población de no hipertensos.

La mejora en el desarrollo socioeconómico de algunos países, muestra la disminución en la prevalencia de hipertensión arterial, y consecuentemente la disminución en los gastos que se ocasionan para el sistema de salud y los gastos de bolsillo para cada una de las personas que la padecen,(Wilson PW, 1997, p 5-6),Hanes DS, 1996, p 4-7), (Chow CK, Teo KK, Rangarajan S, Islam S, Gupta R, 2013, P2-3).

En Colombia, la prevalencia de hipertensión arterial es del 23%, con una mortalidad proporcional a la enfermedad hipertensiva, siendo de 9,7% en hombres y 12,2% en mujeres, en relación con la mortalidad cardiovascular general que es del 28%, (Cubillos L, Casas J, Morillo C, Bautista L. 2004. P8).

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Por esto es necesario encontrar alternativas terapéuticas que perduren en el tiempo, que impacten de forma positiva en los gastos que estas patologías ocasionan al individuo y a la sociedad en general.

En Colombia, como en la mayoría de países de Latinoamérica, se conoce el impacto que tiene la inactividad física en la salud tanto física como mental de cada persona, y en los altos costos que representa para el sistema de salud, (Preciado D, Tobar J, Correa J, 2012). Pero no de la misma forma se conocen los beneficios que representa la práctica de actividad física, en la reducción de gastos de bolsillo de las personas con enfermedades crónicas.

Tres de cada cuatro personas en el mundo no realizan actividad física suficiente para proteger su salud, realidad que se hace extensiva a Colombia y América Latina, y que tal como se ha evidenciado se asocia al desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión, entre otras más, (Martínez E, Saldarriaga J., 2008; p26).

Si la práctica de actividad física representa una alternativa para la salud, sería pertinente impulsar esta práctica como una estrategia efectiva de APS (atención primaria en salud), no solo en personas con diagnóstico de enfermedades crónicas, sino también en personas aparentemente sanas quienes muy posiblemente se beneficiarían en su carga de enfermedad y la disminución en el gasto de servicios de salud, lo cual a su vez redundaría en la disminución en los gastos de bolsillo relacionados con salud, (Márquez, S, Rodríguez, J, 2006; p 12-14), (Salinas C, Bello S, Flores C, 2005)

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Justificación

Con el pasar de los años son más los estudios que reconfirman los beneficios producidos por la práctica de actividad física moderada, entre los cuales sobresalen la disminución del riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, la prevención y/o retraso en el desarrollo de hipertensión arterial, la disminución de los valores de presión arterial en personas ya hipertensas, la mejora en el perfil de los lípidos en sangre, (Carral, F. Gutiérrez, 2010, p.6–7), la digestión y la regularidad del ritmo intestinal, el incremento en la utilización de la grasa corporal y el mejoramiento en el control del peso, la conservación y mejoramiento de la fuerza y la resistencia muscular, incrementando la capacidad funcional para realizar otras actividades físicas de la vida diaria, disminución de los síntomas de ansiedad y depresión, y aumento del entusiasmo y el optimismo (Barrios R, Borges R, Cardoso P, 2008), (Calderón A, Frideres J, Palao J, 2009).

Las prácticas moderadas de actividad física en la edad adulta y tercera edad, hacen que estas personas tengan una menor posibilidad de desarrollar o de afectar su condición de salud; por tanto, todos estos beneficios tienen una repercusión final en la reducción del gasto sanitario, (Arteaga, A. Bustos, P. et al., 2010, p. 12-16),(Barrios R, Borges R, Cardoso P, 2008).

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Pero los beneficios de la práctica de actividad física no terminan ahí, también se puede considerar el impacto en los gastos económicos en términos de atención en salud y de la carga de la enfermedad, calculados en un 30% menos que las personas inactivas, y así mismo, menos gastos para el sistema de salud, el cual oscila en el mismo porcentaje, (Márquez, S. Rodríguez, J. de Abajo, S., 2006, p. 21), (Salinas C, Bello S, Flores C, 2005).

Debido a la situación presentada en relación a la práctica de actividad física y los gastos de bolsillo que se dan dentro del cuidado de la salud, se demuestra la importancia de realizar un estudio que relacione el nivel de actividad física, rigurosidad y la permanencia con que se practica, con los gastos de bolsillo en salud, y su incremento o decremento, para así poder determinar cuál podría ser el impacto que causa la práctica de la actividad física en los gastos de salud, a nivel individual, más específicamente en los gastos de bolsillo.

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Objetivos

Objetivo General

Determinar el efecto de la práctica de actividad física en los gastos de bolsillo en adultos con Hipertensión arterial esencial, en la ciudad de Bucaramanga en el año 2013.

Objetivos Específicos

 Caracterizar el gasto de bolsillo en los pacientes Hipertensos

 Diferenciar los gastos de bolsillo que tienen los pacientes hipertensos de acuerdo a nivel de actividad física que realiza.

 Determinar el nivel de conocimiento, prácticas y actitudes de la población

estudio, respecto a la actividad física.

 Medirla percepción de calidad de vida relacionada con salud de los dos

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Marco Teórico

La hipertensión arterial esencial, también conocida como hipertensión de causa no

determinada, es responsable de más del 90% de los episodios que se presentan a diario

dentro del ámbito de atención médica, (Kannel WB, Garrison RJ, Dannenberg AL, 1993, p.87-101), (Cruz E, Sanfiel L, Palacio M, 2004). Existen varios factores que podrían predisponer a este tipo de condición, como lo son el incremento en la actividad del sistema

nervioso simpático (SNS), la sobreproducción de hormonas ahorradoras de sodio y

vasoconstrictoras, la alta ingesta de sodio, la inadecuada ingesta de potasio y calcio, la

deficiencia de vasodilatadores, entre otros; adicional a éstos, se encuentran otros factores

dependientes del genotipo, del medio ambiente, de los hábitos de vida y del desarrollo socioeconómico. Su presencia, silenciosa pero frecuente, es la primera causa a nivel mundial de falla cardíaca, (con una presencia del 49%), enfermedad coronaria y evento cerebrovascular, (con presencia del 35%) y la segunda causa de insuficiencia renal crónica, es decir, representa el factor de riesgo más importante para cada una de las enfermedades mencionadas, (Miura k, Daviglus ml, et al., 2001, p5-6), (Molerio O, Arce M, Otero I, 2005).

Con estos índices de ocurrencia, la hipertensión arterial (HTA) se ha convertido en

un problema de salud pública, con una alta prevalencia a nivel mundial, la cual se

incrementa sostenidamente con la edad, es decir, a medida que la población envejece la prevalencia de hipertensión se acrecienta. Según reportes del Framingham Heart Study, los individuos que son normotensos a la edad de 55 años tienen un riesgo del 85%- 90% de desarrollar hipertensión en el resto de su vida, tanto así, que más del 60% de hombres y mujeres mayores de 65 años desarrollan la HTA como una condición de salud primaria,

(Brotons C, 2006, p2), (Icaza G, Núñez L, Marrugat J, Mujica V, 2009).

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se presenta, la HTA disminuye la expectativa de vida, la calidad de vida y la supervivencia

de la población, (Lewington S, Clarck R, et al., 2002; p13.).

Actualmente, se estima que el 25% de la población mundial es hipertensa, y esto podría aumentar para el año 2025 en un 4%, siendo así el factor de riesgo más común para morbimortalidad. La prevalencia reportada en los países de Latinoamérica es variable pero la mayoría se encuentra entre el 20 y 30% para la población adulta; estos datos están en concordancia con aquellos reportados en países desarrollados, (Harold EB., 1994, p.142-148),(Icaza G, Núñez L, Marrugat J, Mujica V, 2009).

El índice de morbimortalidad es alto, especialmente en países en vía de desarrollo. En Latinoamérica, 31 de 35 países tienen las enfermedades cardiovasculares como la principal causa de muerte, especialmente en hombres. La mortalidad asociada a HTA representa entre el 11.6 y el 43.5% de la mortalidad general, siendo la primera causa de muerte en la mayoría de los casos. Además, el 5,1% de los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) son atribuidos a la HTA, (Nicholls, a Peruga and He Restrepo, 1993, p.134 – 150), (Sánchez R, Ayala B, Velázquez C, Burlando G, 2010).

En Colombia, a pesar de existir las guías de atención emitidas por el Ministerio de la Protección Social y hacer parte de las actividades de demanda inducida (Resolución 0412 de 2000) a que están obligadas las instituciones prestadoras de servicios tanto públicas como privadas, la prevalencia de hipertensión arterial es del 23%, de los cuales el 41% tiene conocimiento de padecer la enfermedad, un 46% recibe tratamiento y solo un 15% de estos la mantiene controlada; en el país la mortalidad cardiovascular general es del 28%,(Alvarado C, Jaramillo M, Matijasevic E, 2012).

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calidad de vida y sobrevida de una gran porción de personas a nivel mundial, (Lawes C, VanderHorn S, Rodgers A, 2008), (Villarreal E, Mathew A, Garza M, 2008, p2-3).

Los gastos generales en el tratamiento de esta patología crónica son de unos 50 mil millones de dólares anuales a nivel mundial. Aproximadamente, el 90% de este dinero se gasta en países de altos ingresos, y el restante en los países de bajos y medianos ingresos, a pesar de que estos últimos tengan una carga de enfermedad cinco veces mayor que la correspondiente en los países de altos ingresos, (Jamison DT., 2006. p.3–10) (Achiong F, Lauzurica A, Morales J, Achiong M, 2009).

Adicional a lo anteriormente dicho, los Informes de la OMS y del Banco Mundial, señalan que las enfermedades crónicas tales como la HTA, son una dificultad para el logro de un buen estado de salud, y afectan claramente la economía de un país, (Lawes C, VanderHorn S, Rodgers A, 2008, p.13–18),(UNFPA Colombia, 2006).

En los últimos años en países latinoamericanos como México, el costo anual de la atención del paciente hipertenso ambulatorio ha variado entre 57 y 450 dólares por paciente, afectando el aspecto económico e impactando además a la sociedad en general, (Villarreal E, Mathew A, Garza M, 2008), (Calvo VC., 1998, p. 199-201).

En Colombia la realidad no es diferente; según un estudio realizado en un periodo de 10 años en los hospitales del país, de estos egresaron un promedio de 20.000 personas

con diagnóstico de enfermedades cardiovasculares e hipertensivas, con un promedio de

195.000 días/estancia, lo cual generó costos de cientos de millones de pesos, (Remolina,

1985, p.2).

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(públicas y privadas) y los regímenes especiales. El gasto privado total comprende el gasto imputado en atención de salud por los seguros privados voluntarios (pólizas de salud y de accidentes personales), los planes de medicina prepagada y el gasto directo de las familias o gasto de bolsillo(Guerrero. R, Gallego A, Becerril B, 2011).

El concepto de gastos de bolsillo adquiere diversas acepciones y alcances dependiendo de las variables que lo conforman. Para organismos como la OMS, gasto de bolsillo engloba todos los tipos de gastos sanitarios realizados por un hogar que recibe beneficios del servicio de salud. Normalmente se trata de honorarios médicos, compras de medicamentos y facturas de hospital, copagos, gastos de medicina alternativa y tradicional y se incluyen los gastos de transporte efectuados para recibir asistencia médica (Gil, A. Martínez, J, Gutiérrez J. Díaz, J, 2011).

El financiamiento a través de pagos directos de bolsillo tiende a ser inequitativo y es susceptible de generar altos costos para el sistema y riesgos de empobrecimiento para las familias. Además, los pagos directos se fragmentan entre los consumidores, lo cual limita la agrupación de riesgos y la solidaridad a nivel sistémico, (Perticara M, 2008).

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aquellas personas que consultan o se enferman, afectando de manera especial el ingreso de los hogares más pobres. Este tipo de gasto es considerad como la forma menos eficiente y menos justa de financiar un sistema de salud” (Junguito R, Vargas J, Concha A, Lancheros D, 2010), (Perticara M, 2008).

Según la OMS/OIT/OPS, el creciente gasto de bolsillo de los hogares significa una pérdida de eficiencia en la utilización del financiamiento en salud a nivel micro y macroeconómico. El principal efecto del gasto de bolsillo sobre la eficiencia resulta del impacto directo de la falta total o parcial del seguro y tiene que ver con la pérdida de bienestar social que conlleva la ausencia de seguros óptimos. (OMS, 2000).

Es probable que el gasto se asigne de manera diferente entre distintos tipos de hogares, dependiendo de su nivel de ingreso y composición; por tanto, en hogares con niños y adultos mayores, aumenta la probabilidad de incurrir en gastos de bolsillo (Gil, A. Martínez, J, Gutiérrez J. Díaz, J, 2011).

Reafirmando lo comentado, el gasto de bolsillo en salud está determinado por los factores de seguridad social, composición del hogar, características del jefe del hogar, características de la vivienda, zona geográfica, nivel económico y la salud (Gil, A. Martínez, J, Gutiérrez J. Díaz, J, 2011).

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Según un estudio realizado a siete países latinoamericanos, entre estos Colombia, se determinó que para la mayoría de estos la carga de gastos de bolsillo (CGB) se reduce con el nivel de ingresos. El efecto ingreso negativo es cuantitativamente más importante en Argentina, Brasil y Colombia, y de menor magnitud en México y muy bajo en Ecuador. Esto es, la CGB para un hogar en el segundo decil es un 10% más alta que la CGB para un hogar en el primer decil. Luego la CGB permanece relativamente constante hasta el quinto decil, y comienza a caer para deciles superiores. Para el decil más rico la CGB es un 25% más baja que para el decil más “pobre”, (Perticara M, 2008).

Se reconfirma que la estructura etaria del hogar claramente influye sobre la incidencia del gasto de bolsillo; en todos los países, la presencia de personas de la tercer edad (mayores de 65 años) genera una mayor incidencia de los gastos de bolsillo. Para cinco de los siete países, Argentina, Brasil, Chile, Ecuador y Uruguay, familias con al menos un adulto mayor, que no es el jefe, tienen una CGB un 45%-55% superior a aquellas sin adultos mayores. En Colombia y México, hogares con adultos mayores tienen una CGB un 30% mayor. En dos países, Chile y Colombia, los hogares que realizan gastos de bolsillo en cobertura por seguro médico tienen una razón gasto a capacidad de pago menor. En Brasil, por el contrario, los hogares que tienen gastos de bolsillo en seguro médico, tienen una CGB un 14% mayor, (Perticara M, 2008).

En estos dos países, los eventos hospitalarios marcan pagos de bolsillo sustancialmente altos. Chile es el país en el que la inequidad de la CGB es particularmente aguda, (Perticara M, 2008).

En cinco de los siete países estudiados, los hogares de mayores ingresos sufren en menor medida la desproporcionada incidencia de los GBS. Chile y Uruguay son las dos excepciones. En Uruguay son los hogares con ingresos bajos, pero no pobres, los que sufren el mayor gasto, (Perticara M, 2008).

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en promedio mayor que aquellos que viven en zonas rurales, puesto que en promedio son hogares con un nivel de ingreso mayor. Sin embargo, entre los hogares rurales el gasto per cápita en salud representa una proporción mayor de su gasto disponible y destinan una mayor proporción de su gasto disponible a la atención ambulatoria, hospitalaria, medicamentos y maternidad, (Torres A, Kanaul F, 2002).

En Colombia la utilización de estos servicios, según un modelo de gastos en salud para el año 2001 en la ciudad de Bogotá, se determinó una relación entre el gasto por uso de servicios médicos y hospitalarios frente a individuos que ganan entre 1 y 2SMLV, (O´meara G, Ruíz F, Amaya J, 2003).

También existe una relación importante entre el nivel de ingreso y la composición de la familia, ya que generalmente los hogares de más bajos ingresos tienden a ser más grandes.

Los mayores porcentajes de gasto en salud sobre el gasto disponible se concentran en los niveles de educación más bajos, independientemente del nivel de ingreso. Para los hogares más pobres que no cuentan con ningún grado de educación, el gasto de bolsillo representa casi 11% del gasto disponible, mientras que para los que logran terminar la preparatoria es de alrededor de 8%. Para los hogares más ricos, pertenecientes al último quintil de ingresos, dichas proporciones son de 8% y 2.5% respectivamente, (Ministerio de salud, Organización Panamericana de la salud, Subsecretaría de Salud Pública, Organización Mundial de la salud, División de Planificación Sanitaria, 2007).

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El gasto total en salud de Colombia en el año 2011 según la OMS fue del 6% del PIB, para este mismo año el gasto de bolsillo representa el 8% de las fuentes de financiación del sistema de salud colombiano, (Barón G, 2007).

Retomando lo anteriormente dicho, el costo que genera la hipertensión al sistema de

salud es alto, y así mismo estas enfermedades cardiovasculares también generan gastos

significativos a nivel personal (gasto de bolsillo), (Ortega J., 2008, p.322-331), (ACOES, 2011). Los gastos de bolsillo para este estudio harán referencia a los ítems de salud (hospitalización, procedimientos ambulatorios, medicamentos) netos de cualquier reembolso efectuado por el sistema de salud o seguro al que se esté afiliado, más los gastos extras ocasionados por la atención en salud (transporte y otros gastos inherentes a la patología), (Gil, A. Martínez, J, Gutiérrez J. Díaz, J., 2011, p.43-44).

Según el contexto promedio, el servicio más costoso por persona hipertensa es el de medicina familiar, es decir que el mayor consumo de recursos se ubica en el primer nivel de atención, y en este mismo sentido, por razones lógicas se deberían encaminar las acciones con un enfoque preventivo y correctivo, las cuales retrasen la aparición de las manifestaciones clínicas de la enfermedad y con ello disminuir los costos económicos, (Villarreal E, Mathew A, et al., 2002, p. 7-13).

A pesar de que los avances farmacológicos han repercutido favorablemente en el

mejor control de las cifras de presión arterial, gracias a las diversas clases de medicamentos

que han sido incorporados como método terapéutico, este tratamiento difiere mucho de ser

óptimo, ya que algunos de esos medicamentos provocan afectaciones del mismo u otros

sistemas y órganos del cuerpo de cada persona que los consume,(León, J, Pérez, C, 2012).

Es por esto que surgen otras opciones más costo- efectivas, que buscan modificar de

forma prolongada los datos elevados de presión arterial, permitiendo reducir la dosis de la

medicación antihipertensiva, por medio de cambios en los estilos de vida, tales como

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Esta última es una de las principales determinantes de la salud relacionada con el estilo de vida; se define como cualquier movimiento voluntario producido por los músculos esqueléticos que conlleva a un mayor gasto de energía. Y aunque las actividades que describen este dúo de palabras parece tan simple, se refiere a las actividades que realizamos cotidianamente como caminar, correr, hacer las actividades del hogar, montar bicicleta, entre otras, que permiten que el cuerpo genere un gasto calórico, (García L, 2009, p3-5).

La actividad física se divide en Ejercicio y Deporte; el primero de ellos es planeado, estructurado y repetitivo, y tiene como propósito mejorar y mantener uno o más de los componentes de la aptitud física; el segundo es especializado, de carácter competitivo, requiere de entrenamiento físico, generalmente de altas intensidades, y se encuentra reglamentado, su objetivo principal es la competencia, (Romero A, 2003).

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La medición de la actividad física es un componente importante de esta investigación, ya que por medio de ésta se puede tener conocimiento del nivel de actividad física en la población. Con este propósito se implementó el cuestionario internacional de actividad física IPAQ, el cual ha sido utilizado en diversos estudios internacionales y se ha comprobado su validez y confiabilidad, sugiriéndose su uso en diferentes países e idiomas, (Brown W, et al., 2004, p.5).

Este instrumento aporta información sobre gasto energético estimado en 24 horas, en las distintas áreas de la vida diaria; tiene la ventaja de ser aplicable a grandes muestras de distintos niveles socioeconómicos dada su simplicidad tanto en la administración como en la obtención de los puntajes, (Brown W, et al., 2004, p.5-6).

El cuestionario es proporcionado por la OMS y recopila información sobre la participación en la actividad física y sobre el comportamiento sedentario en tres marcos (o campos). Estos campos son: actividad en el trabajo/estudio, actividad al desplazarse y actividad en el tiempo libre; así mismo, mide los niveles de actividad física los cuales se clasifican en vigoroso, moderado o bajo, e inactividad física, (Serón P, Muñoz S, Lanas F, 2010).

Ahora bien, respecto a la cantidad necesaria de actividad física para lograr beneficios para la salud, cabe señalar que dicha cantidad se encuentra dentro de un intervalo diferente para cada sujeto, (Twisk, J., 2001, p 1-2).

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cualquier aspecto de su vida, es decir, si el individuo es activo físicamente a lo largo de su vida, se reduce el riesgo de la aparición o reaparición de trastornos del estado de ánimo y mejora la emotividad, así como la auto percepción de la imagen del cuerpo y la autoestima física.(Serra L, Aranceta J, Pérez C, 2006)

Adicional a estos beneficios se encuentran los económicos, determinados por la alta influencia del ejercicio en el ahorro de los costos en salud; por ejemplo, se estima una reducción del 25% en las admisiones hospitalarias por enfermedad cardiovascular, una reducción de un 10% en el número de infartos y enfermedades cardiovasculares, y un mismo porcentaje en la reducción de neuropatías degenerativas, arterosclerosis cerebral, problemas hipertensivos, y un 30% de reducción en los costos de los cuidados institucionales geriátricos, (González, J., 2003 p. 94).

En este mismo sentido y a modo ilustrativo, se estima que si el 40% de la población canadiense se volviera físicamente activa, este país podría ahorrarse por lo menos 24.000 millones de dólares en costos en salud; para la población estadounidense realizar 30 minutos de actividad física durante tres veces a la semana, indicaría un ahorro en costos de salud por cerca de 76.600 millones de dólares. La realización de actividad física en este país también ha demostrado una reducción del 20% en los costos en salud por la disminución de visitas médicas, días de hospitalización, días de enfermedad y gastos en general. De forma individual, un incremento de la actividad fisica podria ahorrar en un promedio de 2.570 dolares por persona/año. Cerca del 13% del PIB se empleó en el año 2009 para cubrir los gastos en salud en los EE.UU, siendo esta cifra la más alta para ese año a nivel mundial, y aumentando en un 3% más para el 2010 (16%), es decir, la mitad de las personas utilizan un poco más del 97% del presupuesto asignado para la salud, (González, J., 2003 p. 100-102).

(27)

diecinueve millones de AVAD (años de vida ajustados según discapacidad) por año y un costo en salud total representado en 2 a 6 % en las diferentes regiones del mundo.

Los evidentes beneficios causados por la práctica de actividad física, han hecho que los gobiernos miren las prácticas de actividad física como una buena inversión para contener los gastos en salud, y por consiguiente la inactividad física es asociada con los altos costos en la prestación de servicios de salud, (Martínez E, Grajale I, 2010)

En Colombia, como en la mayoría de países de Latinoamérica, se conoce el impacto que tiene la inactividad física en la salud tanto física como mental de cada persona, y en los altos costos que representa para el sistema de salud, (Preciado D, Tobar J, Correa J, 2012).

Según un estudio realizado en Bogotá, se pudo observar que mientras un grupo de personas activas (personas que hacen ejercicio) demandó servicios por 15,5 millones de pesos en urgencias, hospitalizaciones y medicamentos, el grupo control (personas que no hacían ejercicio) generó costos por 49,9 millones por el mismo concepto, (Gómez, L; et al., 2004). En un Análisis de costo-beneficio (Ciclovía de Bogotá), se determinó que por cada peso invertido en el Programa de Ciclovía, 4.83 pesos son ahorrados al año en Costos Directos en Salud Pública, siendo mayor el aporte en hombres con un beneficio de 3.18 y las mujeres aportan un beneficio de 1.66. También se concluyó que hay diferencias entre los géneros (Femenino-Masculino) en las prevalencias de los niveles de actividad física global y en sus factores asociados, (Montes F, Sarmiento O, Zarama R, Pratt M, 2008)

(28)
(29)

Consideraciones Éticas

El estudio en mención se desarrolló con una muestra de 200 personas, la mitad de ellas pertenecientes a un CAPF y la otra mitad a una EPS-S; considerado como una investigación sin riesgo; la participación en el estudio fue estrictamente voluntaria, la información se recolecto por medio de encuetas y se manejó de manera confidencial, sin alterar los resultados. Los participantes firmaron el consentimiento informado, en el cual se les hizo conocer que en cualquier momento de la participación podrían realizar las preguntas que surgieran y que podrían retirarse del proyecto en cualquier momento, sin que eso los perjudicara en alguna forma, igualmente si alguna pregunta se tornaba incomoda estaría en todo el derecho de hacérselo saber al encuestador o no responderla. No hay conflictos de intereses.

Este estudio se desarrolló de acuerdo con los principios establecidos en la

Declaración de Helsinki, en el Informe Belmont, y en la Resolución 008430 de Octubre 4

(30)

Metodología

Tipo de Estudio

Observacional, Analítico de Casos y Controles, con pareamiento por género y edad.

Universo

La población y/o universo está constituida por afiliados de un CAPF (centro de acondicionamiento y preparación física) con diagnóstico de hipertensión arterial esencial y usuarios de una EPS-S, adscritos al programa de prevención de riesgo cardiovascular y de igual manera con diagnóstico de hipertensión arterial esencial.

Muestra

La muestra está comprendida por 200 personas, 100 de ellos pertenecientes al CAPF y 100 a una EPS-S, estableciendo una relación 1:1, 1 (control) a 1 (caso), pareados por género y edad (+ -5).

Definición de caso: persona perteneciente a la población a estudio, que realiza actividad física entre moderada y vigorosa, según los criterios del IPAQ.

Definición de control: persona perteneciente a la población a estudio, que realiza actividad física leve, según los criterios del IPAQ.

(31)

Criterios de Selección

Inclusión

 Hombres y mujeres entre los 18 y 69 años de edad.

 Personas con diagnóstico médico de hipertensión arterial esencial.

 Personas pertenecientes a la población a estudio que vivan dentro del área metropolitana de Bucaramanga/ Santander, con una antigüedad no menor a seis meses.

 Personas que aceptaron y firmaron de forma voluntaria y consiente el consentimiento informado.

Exclusión

 Personas que presentan lesiones de carácter osteomusculares o cualquier otro tipo de lesión que le impide practicar actividad física.

 Personas que presentan limitación para comprender su participación dentro del estudio (alteraciones psicosociales).

Fases del Estudio

Prueba Piloto

(32)

1. Preselección de la población a estudio

Dentro del universo poblacional, es decir afiliados de un CAPF y usuarios de la EPS-S, se tomaron hombres y mujeres entre los 18 y 69 años de edad, con diagnóstico de hipertensión esencial, que viven en Bucaramanga/ Santander y su área metropolitana. A quienes con el debido consentimiento se les aplicó el cuestionario internacional de actividad física IPAQ; finalmente, se les preguntó si deseaban participar en el estudio del proyecto “Análisis del efecto de la práctica de actividad física en los gastos de bolsillo en pacientes hipertensos, relacionados con la enfermedad” y los que aceptaron firmaron un consentimiento informado y se les tomó datos provisionales (nombre completo, dirección de residencia, # de teléfono o celular), para contactarlos en una segunda oportunidad.

2. Presentación del estudio y aplicación de la encuesta para determinar gastos de bolsillo en salud

En un segundo momento y de forma individual se presentó el estudio en mención, dando a conocer los objetivos proyectados, para pasar a aplicar la encuesta buscando determinar las características demográficas y laborales del encuestado, el aseguramiento en salud que tiene, los conocimientos, prácticas y actitudes referentes a la actividad física, y los gastos de bolsillo que le ocasiona el manejo de la patología (HTA) (ver tabla de operacionalización de variables). Para finalizar se aplicó la encuesta del estado de salud SF-36 a fin de determinar la percepción de calidad de vida relacionada con salud (CVRS) de los encuestados.

3. Sistematización y análisis de la información

(33)

Para dar respuesta al interrogante formulado en esta investigación, se realizó un Análisis descriptivo bivariado, consistente endescribir cómo una variable afecta el comportamiento de otra.

(34)

Resultados

La muestra de 200 adultos participantes con diagnóstico de hipertensión arterial esencial, 100 de ellos pertenecientes a un CAPF y 100 a una EPS-S, estuvo compuesta por 116 mujeres (58%) y 84 hombres (42%), con una misma proporción entre activos y no activos (ver gráfico 1). El promedio de edad fue de 56.57 ± 0.08 años para los activos y 57.38 ± 0.84 para los no activos, lo que coteja que hubo un adecuado pareamiento. La procedencia principalmente fue urbana, solo un 9% de los no activos pertenece al área rural (ver gráfico 2). El nivel educativo es de 2% de analfabetismo y 0% en pregrado y posgrado para la población no activa, mientras el grupo activo tiene un 44% entre pregrado y posgrado. La población activa y no activa que vive con el núcleo familiar fue de 87% y 71%, respectivamente. El 100 % de participantes tiene algún tipo de aseguramiento. En la ocupación se observa una notable diferencia (ver gráfico 3) entre el grupo activo y no activo. Con respecto a los antecedentes familiares no hay diferencia en la presencia de HTA. El grupo activo consume menos medicamentos para la HTA que el grupo no activo (34% / 66%). (Tabla 1)

Tabla 1

Características demográficas, sociales y antecedentes de HTA

Activo No Activo Valor p*

Características demográficas

Sexo (Hombre) 42 (42%) 42 (42%) 1,000

0,508

Edad (años) ¥ 56.57 ± 0.88 57.38 ± 0.84

Características sociales

Procedencia (Urbana) 100 (100%) 91 (91%) 0,003

Educación <0.001

Analfabeta 0 2 (2%)

Primaria 8 (8%) 78 (78%)

(35)

Figura 1. IPAQ 0 20 40 60 80 100 Caso Control 0 100% 59% 0 41% 0

IPAQ

Leve Moderado Vigoroso

Pregrado 30 (30%) 0

Postgrado 14 (14%) 0

Reside <0.001

Vive Solo 7 (7%) 0

Núcleo Familiar 87 (87%) 71 (71%)

Otros familiares 6 (6%) 24 (24%)

Otras personas 0 5 (5%)

Aseguramiento (SI) 100 (100%) 100 (100%) 1,000

Ocupación 0,002

Trabaja 64 (64%) 46 (46%)

Estudia 0 1 (1%)

Hogar 13 (13%) 35 (35%)

Pensionado/Jubilado 23 (23%) 18 (18%)

Antecedentes

Antecedentes familiares HTA 52 (52%) 63 (63%) 0,116

Medicamentos HTA 34 (34%) 66 (66%) <0.001

(36)

Figura 2. Hábitat (procedencia rural – urbana)

Figura 3.Ocupación

(37)

Tabla 2

Otras características sociales

Activo No Activo Valor p ¥

Manutención * <0.001

Hijos 11 (11%) 39 (39%)

Conyugue 16 (16%) 15 (15%)

Pensión 9 (9%) 1 (1%)

Trabaja 64 (64%) 45 (45%)

Personas a cargo (SI) 55 (55%) 42 (42%) 0,066

# de personas a cargo 1 [0 – 2] 0 [0 – 2] 0,381

Ingresos del Hogar 3794.7 ± 493.8 841.8 ± 17.32 <0.001 Ingresos Personales 1812.9 ± 130.1 406.3 ± 39.22 <0.001 Gastos de Alimentación 951.5 ± 19.9 351.7 ± 7.9 <0.001 * p<0.05 Test de Chi cuadrado y Test Exacto de Fisher; ¥ p<0.05 Test de Mann-Whitney

(38)

Figura 4. Manutención

Figura 5. Ingresos Totales

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Caso Control 0 0 11% 41% 16% 15% 9% 0 64% 44%

MANUTENCIÓN

Padres Hijos Cónyuge Pensión Trabaja 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Caso Control 0 8% 0 88% 0 4% 100% 0

INGRESOS

< 1 SMMLV

1-2 SMMLV

2-3 SMMLV

(39)

Tabla 3

Actividad física

Activo No Activo Valor p ¥

Actividad Física

Conocimiento <0.001

Bajo 0 39 (39%)

Medio 32 (32%) 31 (31%)

Alto 68 (68%) 30 (30%)

Aptitud (SI) 100 (100%) 63 (63%) <0.001

Practica <0.001

< 1 año 0 82 (82%)

1 - 3 años 21 (21%) 18 (18%)

> 3 años 79 (79%) 0

* p<0.05 Test de Chi cuadrado y Test Exacto de Fisher

(40)

Figura 6. Conocimiento

Tabla 4

Gastos de bolsillo

Activo No Activo Valor p ¥ Anual

Consulta médica 87.1 ± 8.61 13.4 ± 3.65 <0.001 Mensual

Copago y Cuotas Moderadoras 4.35 ± 0.81 8.11 ± 0.523 <0.001 Transporte relacionado trámites de salud 4.8 ± 0.82 8.79 ± 0.68 <0.001 Otros gastos 7.2 ± 1.67 7.08 ± 0.71 0,947 ¥ p<0.05 Test de Mann-Whitney

El grupo de personas activas gasta 6 veces más dinero en consulta médica anual, respecto al grupo no activo; mientras el grupo de los no activos gasta más dinero en copagos, cuotas moderadoras y transporte respecto a los activos; en relación a otros gastos en salud no existe diferencia significativa entre los dos grupos. (Gráfico 7)

0 20 40 60 80 100

Caso Control

0

39%

32% 31%

68%

30%

CONOCIMIENTO SOBRE ACTIVIDAD FÍSICA

Bajo

Medio

(41)

Figura 7. Distribución de gastos de bolsillo

Figura 8.Gastos de bolsillo por HTA (% de salario)

0 10 20 30 40 50 60 Caso Control 22% 5% 10% 0 0 0 8% 52% 0 25% 60% 18%

MAYOR GASTO DE BOLSILLO POR HTA

Consulta médica

Compra de medicamentos

Hospitalización

Copago y cuota moderadora

Transporte Otros (medicina alternativa,etc) 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 Caso Control 95% 61% 5% 37% 0 2%

GASTOS DE BOLSILLO POR HTA (% DE SALARIO)

0-5 % de sal.

5,1- 10 % de sal.

(42)

Tabla 5

Encuesta del estado de salud SF-36

Activo No Activo Valor p ¥ Función física 75 ± 1.24 53.7 ± 1.46 <0.001

Rol físico 84 ± 1.68 51.5 ± 2.43 <0.001 Rol Emocional 88.64 ± 1.65 55.9 ± 2.41 <0.001 Vitalidad 70.1 ± 1.04 52.8 ± 1.41 <0.001 Salud Mental 81.4 ± 0.61 59.4 ± 1.24 <0.001 Función Social 90.71 ± 1.02 64.3 ± 1.85 <0.001

Dolor 83 ± 1.65 63.8 ± 1.69 <0.001

Salud General 71.9 ± 1.04 52.4 ± 1.43 <0.001 Calidad de vida 80.59 ± 0.94 56.8 ± 1.48 <0.001 ¥ p<0.05 Test de Mann-Whitney

Las personas del grupo activo tienen una mejor percepción de la calidad de vida en cada uno de los ítems que evalúa la encuesta del estado de salud SF-36,en comparación con el grupo no activo (Tabla 5).

Figura 9.Percepción de la calidad de vida

0 20 40 60 80 100

Caso Control

48%

2% 52%

81%

0

17%

PERCEPCIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA

Buena

Regular

(43)

Discusión

En relación con los resultados obtenidos, es preciso reconocer que en una proporción significativa la práctica moderada de actividad física podría contribuir en la disminución de los gastos de bolsillo relacionados con salud, tales como copagos, cuotas moderadoras y transporte relacionado con trámites de salud; pues al observar la gráfica de la variable gastos de bolsillo ocasionados por el tratamiento de la hipertensión como porcentaje del salario devengado (Gráfico 8), se advierte que un 2% del total de las personas no activas gasta más del 10% del salario, frente a un 0% en el grupo de los activos y un 37% del grupo no activo gasta entre 5y 10% del salario ante solo un 5% de los activos que gasta ese rango de porcentaje del salario.

Además al comparar los gastos en que incurren los participantes a cuenta de transporte y de cobros reguladores por la prestación del servicio (copagos), se puede inferir que el grupo no activo asiste más veces a consultas médicas que el grupo activo, lo cual traduce en un incremento de sus gastos de bolsillo anuales; el grupo activo prefiere realizar uno o hasta tres pagos de consulta médica particular al año, lo cual a su vez les ocasiona la compra de medicamentos por ser un servicio tomado fuera del sistema de aseguramiento en salud.

Respecto a la variable estudiada a través de la encuesta del estado de salud SF-36, los resultados indican que las personas del grupo activo tienen una mejor percepción de la calidad de vida en cada uno de los ítems que evalúa dicha encuesta, en comparación con el grupo no activo. Estos resultados se asocian con los hallados por Serra, L; Aranceta, J; Pérez, C del 2006, quienes argumentan que la práctica de actividad física mejora la autopercepción de la imagen del cuerpo y la autoestima física.

(44)

establecido tiene mayores gastos de bolsillo), mientras el grupo activo tiene un 44% entre pregrado y posgrado. Respecto al nivel de ingresos del hogar se observa que el 100% de la población activa muestra ingresos totales de 3 SMMLV, y un 88% del grupo no activo muestra ingresos totales de entre 1 y 2 SMMLV.

Los anteriores datos se relacionan con la investigación de la Organización Panamericana de la Salud-OPS-, 2007, donde se indica que los mayores porcentajes de gasto en salud sobre el gasto disponible se concentran en los niveles de educación más bajos. De igual modo, según un estudio realizado por Perticara, M, 2008, a siete países latinoamericanos, entre éstos Colombia, se determinó que para la mayoría de éstos la carga de gastos de bolsillo (CGB) se reduce con el nivel de ingresos y en cinco de los siete países estudiados, los hogares de mayores ingresos sufren en menor medida la desproporcionada incidencia de los gastos de bolsillo.

De otra parte, se hace necesario advertir que algunos de los resultados de esta investigación deben interpretarse con precaución debido a las limitaciones del estudio. En primer lugar, la muestra tuvo dos grupos económicamente diferentes, lo cual puede ocasionar alteración en la interpretación de resultados en los cuales se involucra dinero, tales como gastos de alimentación, y gastos relacionados con salud.

(45)

Conclusiones

Los resultados arrojados por esta investigación permiten establecer, bajo la metodología utilizada, que existe una notable reducción de gastos de bolsillo en Salud, en función de la práctica de actividad física, ya que los gastos de copagos, cuotas moderadoras y pago de transporte, relacionados con el tratamiento de la hipertensión que padecen los sujetos de estudio, mostraron una diferencia significativa al comparar la población físicamente activa con la no activa.

Otra conclusión pertinente en aras de satisfacer los objetivos planteados, es que el grupo activo tiene un mayor nivel de conocimiento de los beneficios y/o ventajas que conlleva la práctica de actividad física como medio para prevenir diversas enfermedades y lograr o mantener un buen estado de salud, además poseen una actitud 100% positiva frente a esta práctica, lo cual contrasta de manera ostensible con el nivel de conocimiento y actitud que tiene el grupo no activo frente a la actividad física. Esto conduce a resaltar la importancia de promover espacios educativos donde se fomente la práctica de actividad física, enfatizando en todos los beneficios que la misma posee y que se han mencionado a lo largo de este estudio.

De igual modo se puede concluir que aquellos que practican actividad física de manera moderada o vigorosa tienen una mejor percepción de su calidad de vida, esto significa que autoevalúan de forma positiva su salud física y mental.

(46)

económicos al requerir menos atención médica. Todas éstas son razones por las cuales la práctica de actividad física moderada-vigorosa está tomando cada vez más auge con un enfoque preventivo de salud. (American College of Sports Medicine, 2006).

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