El ADN tiene poder sobre la
materia
_________________________ En nuestro mundo, la materia
aparece de la nada. Algo bastante extraño.
Ahí estás tú, rodeado de materia y sin embargo, si aumentaras con un microscopio atómico el tamaño de las sillas, el pc o tu teléfono verías que en realidad no hay nada.
La materia y todo lo que nos rodea se forma según nuestra propia
percepción.
El Efecto Fantasma de nuestro ADN comprueba como la materia obedece al ADN
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Los átomos están formados
por energía invisible
Los científicos han llegado a la conclusión que un átomo no tiene la forma de sistema solar que nos
enseñaron en el colegio sino más bien se comporta como un pequeño torbellino. En teoría, si fuera posible observar la composición de un átomo al
microscopio, ¿qué veríamos? Imagínate un remolino de polvo que se mueve a través del desierto. Ahora elimina la arena y la suciedad del remolino. Lo que te queda es un vórtice invisible similar a un tornado.
Pues bien, el átomo está formado por un cierto número de vórtices infinitesimales similares a esos torbellinos de arena que denominamos quarks y fotones.
Desde lejos, el átomo parecería una esfera borrosa. A medida que se fuera enfocando y acercando la lente, el átomo se haría menos claro y definido. Si nos acercáramos a su superficie, el átomo desaparecería. No verías nada. De hecho, si enfocaras la estructura al completo del átomo, lo único que verías sería un vacío. ¡El átomo no tiene estructura física!
¡Los átomos están formados por energía invisible, no por materia tangible! Así pues, en nuestro mundo, la materia aparece de la nada. Algo bastante
extraño. Ahí estás tú, rodeado de materia y sin embargo, si aumentaras con un microscopio atómico el tamaño de las sillas, el pc o tu teléfono verías que en realidad no hay nada.
Dicho de otra forma, la materia y todo lo que nos rodea se forma según nuestra propia percepción
Los físicos cuánticos descubrieron que los átomos físicos están compuestos por vórtices de energía que giran y vibran de forma constante; cada átomo es como un torbellino inestable que irradia energía. Puesto que cada átomo posee una energía característica (inestable), las agrupaciones de átomos (moléculas) irradian en conjunto unos patrones de energía únicos. Son como su “huella digital” o su “código de barras”.
¿Recuerdas los modelos atómicos que te enseñaron en el colegio, esos que tenían bolitas y órbitas alrededor como el
sistema solar? Pues bien, coloquemos esa
imagen junto a la estructura «física» del átomo que descubrieron los físicos cuánticos.
La materia puede definirse de forma simultánea como un sólido (una partícula) y como un campo de fuerza inmaterial (una onda).
El universo es un único e indivisible agujero dinámico en el que la energía y la materia están tan estrechamente
relacionadas que resulta imposible considerarlos elementos independientes. No son efectos secundarios... ¡Son
efectos!
Los genes se pueden
encender y apagar
La memoria celular ayuda a crear
nuestra realidad porque los genes no son capaces de activar su propia expresión.
En lugar de ello, los genes pueden ser encendidos o apagados por señales ambientales y nuestra percepción de ella.
Interpretamos la realidad, la
comparamos con nuestras creencias y creamos una nueva realidad
confeccionada a nuestra medida. La interpretación de la mente es crítica porque el cerebro lee imágenes
ambientales pero no tiene ninguna opinión sobre qué significan esas imágenes. El significado y todas las conductas que se derivan de él, corresponden a nuestros conceptos y marcas genéticas.
“Basta que nuestros registros digan que X es amenazante, para que cada vez que X aparezca en nuestro ambiente, la interpretación de la mente estimule al cerebro para liberar neuroquímicos que controlen el comportamiento celular y la actividad genética para coordinar una respuesta de protección” (Bruce Lipton) Los receptores de la superficie celular actúan como "antenas" de la célula.
Si desenrollamos el ADN de todas nuestras células, obtenemos una antena con una longitud de millones de
kilómetros, equivalente al diámetro del sistema solar.
Según el profesor Gunter Reuter del Department Manager Institute of Genetics, “Existen cerca de 2 metros de ADN en el interior de un núcleo que es mil veces más pequeño que un
milímetro. Estamos intentando entender los mecanismos que permiten que ese ADN se comunique con el entorno para establecer intercambios de información que nos llevan a tomar las decisiones necesarias para que tanto nuestras convicciones como nuestros temores se hagan realidad. Nuestro adn se comunica y tiene poder sobre la materia”.
Tu antena ahora mismo está captando y está transmitiendo.
La energía de tu corazón y tu cerebro se armoniza con la de tu entono para crear la realidad. Todo lo que te rodea, es 99% energía.
La experiencia que narraremos a continuación, muestran como tus temores y tus emociones marcarán la
pauta y escribirán los guiones de los programas que vivirás en el futuro
Peter Gariaev es biofísico y biólogo molecular, director del Instituto de Biología y Medicina por Ondas de Moscú y miembro de la Academia Rusa de Ciencias Naturales, de la Academia Rusa de Ingenierías y Medicina y de la Academia de Ciencias de Nueva York.
Peter Gariaev junto a Vladimir Poponin (físico cuántico mundialmente
reconocido como experto en Biología Cuántica, incluyendo la dinámica no lineal del ADN y las interacciones de los campos electromagnéticos débiles con los sistemas biológicos), realizaron un descubrimiento sorprendente que hoy conocemos como el Efecto Fantasma del ADN.
Básicamente este experimento menciona como partículas de luz (fotones) se distribuyen al azar en el vacío y sin embargo, se alinean si se les agrega un trozo de ADN humano. Los fotones parecen un regimiento ordenado y
formado esperando las órdenes de un superior.
Este orden permanecía aun después de retirar el ADN. De alguna manera, la materia-energía reconoce al ADN como su superior y se ordena según sus deseos. Sin embargo esto conlleva un pequeño truco.
Además se comprobó que al extraer ADN y separarlo de sus donantes, el ADN observado en el microscopio respondía relajándose o contrayéndose según las emociones que experimentaba su donante que podía estar tanto en la habitación del lado como a 300 kilómetros de distancia.
Nuestras emociones afectan al ADN y este a su vez afecta y ordena la materia que nos rodea.
Quizás ahora entiendas mejor porque cuando temes algo, parece que todo se confabula en tu contra y también por qué las personas seguras de sí mismas y que mantienen fuertes convicciones como por ejemplo: “soy afortunado” o “soy atractiva”, constantemente viven
Ahora imagina todas tus células ordenadas bajo un mismo deseo,
inspiradas por una misma emoción y sin malos conceptos que las bloqueen ¿Qué crees que ocurriría?