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La Toma De Decisiones En El Ajedrez Dinámico: con la inestimable colaboración de Jacob Aagaard

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Academic year: 2021

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Boris Gelfand

Boris Gelfand

con la inestimable colaboración de Jacob Aagaard

con la inestimable colaboración de Jacob Aagaard

LA T

LA T

OMA DE

OMA DE

DECISIONES

DECISIONES

EN EL A

(2)

CONTENIDO

Símbolos 6

Prólogo de la editorial inglesa 7

Introducción 9

Capítulo 1 Minsk 1979 21

Capítulo 2 Petrosian 35

Capítulo 3 Táctica en la élite 49

Capítulo 4 La naturaleza de los errores tácticos en la élite 82

Capítulo 5 Compensación 127

Capítulo 6 El tiempo 159

Capítulo 7 Obras maestras dinámicas 207

Capítulo 8 Defensa dinámica 253

Anexo ¡Borenka se acordará! 287

Índice de Aperturas 291

Índice de Jugadores 292

(3)

A principios de este año, jugué un torneo de rápidas en Estonia. Gané una parti-da en la que mi contrincante, un antiguo compañero de habitación de los campa-mentos de entrenamiento con Petrosian, no se presentó. Más tarde, vino a buscar-me y se disculpó. Se había emocionado mucho al saber que jugaba contra mí y se enfrascó tanto en la preparación de la partida que perdió totalmente la noción del tiempo. Cuando al final miró el reloj, la partida ya había finalizado, y él seguía en su habitación...

El ajedrez es cuestión de tiempo. Los juga-dores hacen una jugada, eligen solo una pieza para mover y esperan que todas sus piezas lleguen a tiempo de alcanzar las casillas necesarias. Si llegas tarde, el rival te dará jaque mate, coronará el peón, to-mará tu caballo, pinchará tu torre o quizá solo huya con la mitad del reino y las tres princesas.

El ajedrez también es cuestión de gestión del reloj. Antes de cada partida, se te con-cede una cierta cantidad de tiempo que tienes que administrar de la mejor manera posible.

Este libro trata de dinámica. Las cosas que

sobre dinámica; es un libro muy personal, con la dinámica como tema central. Otros temas recurrentes que trataré compren-den la influencia de los módulos en el ajedrez moderno y las discrepancias entre la generación milenial y la mía, tanto en el estilo de ajedrez como en la imagina-ción general. Pero si pienso en alguna de las experiencias u opiniones propias que puedan interesar al lector, entonces debo mencionar esta, aunque sea «fuera de te-mario». Si puedes tolerar estas disgresio-nes, te impactará menos la aparición en el libro de una receta de mermelada de fresa...

Primeras investigaciones

Trabajé con Eduard Zelkind hasta que tuve 11 años. Entonces, se trasladó a EE. UU., pero le pidió a su amigo Albert Kapen-gut que cuidara de su mejor alumno. Iliá Smirin llegó más tarde, cuando se mudó a Minsk en el segundo semestre de 1980 para estudiar en la universidad.

Tenía seis o siete cuando Zelkind me dio unos ejercicios tácticos para resolver en casa, sacrificios en h7 y ese tipo de ma-terial básico. Todavía no había aprendido

(4)

escribir. Zelkind tenía su propio sistema para anotar posiciones de la manera más efectiva, que otros verían como un código indescifrable.

Por aquel entonces el acceso a lujos como una fotocopiadora era inexistente. Todos los ejercicios tenían que anotarse a mano al final de la clase.

Más tarde, cuando fui a Moscú y visité el Club Central de ajedrez, allí ellos sí tenían fotocopiadora. Hacía falta una buena ca-pacidad de negociación, pero Kapengut siempre se las arregló para conseguir copiarme las partidas de los mejores tor-neos. Vale, requería bastante más trabajo que eso, de ello hablaremos más en el vo-lumen sobre la apertura.

A propósito, una de las explicaciones del colapso de la Unión Soviética es la llegada en los 80 de la fotocopiadora de uso ge-neral y otras formas de progreso técnico... En el primer volumen tratamos mi libro fa-vorito de cuando era joven,Rubinstein con

anotaciones de Razuvaev. De ese libro, aprendí temas de espacio y otros factores posicionales. Mi gran ídolo cuando estu-diaba dinámica fue Efim Geller. (Lee más sobre Geller en el Capítulo 1 sobre el Cam-peonato soviético de 1979 en Minsk). Sin embargo, debería anular de inmediato la dicotomía que acabo de establecer: es evidente que estaba aprendiendo la diná-mica de Rubinstein y también de Petro-sian, y las cuestiones posicionales de Ge-ller, Tahl y Spassky. El ajedrez es un juego complejo y los mejores jugadores siempre han sido capaces de hacer un poco de todo. Es normal, porque el juego posicio-nal y las oportunidades tácticas están tan estrechamente entrelazadas que a veces resulta difícil ver la diferencia.

Intento de definir la dinámica

Para mí, la dinámica es el potencial de las piezas. Muchos jugadores son buenos en cálculo, pero eso no quiere decir que tengan sensibilidad por el potencial de las piezas. Como no somos ordenadores, el cálculo no es suficiente, necesitamos una guía en nuestro cálculo y un sentido profundo de la dinámica; por eso es im-portante la sensibilidad por el potencial de las piezas. Técnicamente, son posibles muchas jugadas y uno no puede calcular todas, es decir, se necesita un sistema que permita decidir de algún modo en qué ju-gadas candidatas queremos centrarnos. Algunos grandes maestros intentan calcu-lar todo y lo hacen con un éxito moderado (con énfasis en la palabra moderado). Estoy pensando en un jugador en concre-to. Desde luego, tiene su propia filosofía del ajedrez, lo que piensa le funciona a la perfección, pero aquí no es capaz de de-fender su punto de vista (¡si es que quisie-ra!) No quiero mencionar nombres. En el análisis post mortem, este jugador sugerirá

todas las jugadas. Casi como un ordena-dor.

Pero tal y como yo lo veo, el cerebro hu-mano no funciona como un ordenador. Nuestro proceso mental no es lineal; aun-que intentáramos estructurarlo, no conse-guiríamos ser completamente sistemáti-cos en nuestro modo de pensar. Todo esto se debe a que utilizamos técnicas, como por ejemplo jugadas candidatas, a que re-comprobamos variantes, a que buscamos  jugadas intermedias o a que intentamos insertar algunas jugadas. El cálculo tiene que realizarse de manera inteligente o no será eficaz. Es fácil malgastar mucha ener-gía.

Como expuse en La toma de decisiones en el ajedrez posicional , en algunas posi-ciones no hay nada que calcular, y

(5)

No se olviden de Rubinstein

La toma de decisiones en el ajedrez posicio-nal  se centró sobre todo en la inspiración que encontré en las partidas de Akiba. Él es el pilar de mi comprensión posicional del ajedrez, como expliqué en ese libro. Aunque Rubinstein no fuese conocido por sus grandes habilidades tácticas (de he-cho, no las tiene), no quiere decir que yo no aprovechase algunas pinceladas de di-námica al echar un vistazo a sus partidas. La siguiente partida es una de las que más me influenció cuando era un chaval.

Partida n.º 1

George Rotlewi - Akiba Rubinstein

Gambito de Dama  Łódź, 1907 1 d4 d5 2¤f3 e6 3 e3 c5 4 c4¤c6 5¤c3¤f6

r+lw

qkv

l t

r

z

pp+ +pz

pp

 +n+ps

n +

+ z

pp+ +

+Pz

P + +

+ s

N z

PN+

Pz

P + z

PPz

P

t

R v

LQm

KL+R

Una de las importantes lecciones que aprendí de esta partida es que en posi-ciones simétricas, el valor de un tempo extra es cada vez más importante. En esta partida Rubinstein juega de manera muy enérgica, intentando hacer jugadas útiles en cada turno, con el objetivo de ganar un

Esta jugada parece bastante extraña. Ha-bría sido más normal jugar algo como 10 cxd5 exd5 11 ¥ e2 o como 10 £c2. Se han

 jugado muchas partidas a partir de esta posición; puedes estudiarlas si te intere-san. 10 ...£e7!?

r+l+ t

rk+

+p+ w

qpz

pp

p+nv

lps

n +

+ +p+ +

z

PP+ + +

z

P s

N z

PN+

 v

L w

Q z

PPz

P

t

R + m

KL+R

Un sacrificio de peón muy interesante, que incluso con la sensibilidad del siglo XXI parece muy potente. Cuando lo exa-minamos, mi primera reacción fue pensar que parecía totalmente devastador si las blancas lo aceptaban. Pero el análisis del ordenador demostró que no era así y que lo más sensato era aceptar el reto.

11 ¥ d3?

Esta solo pierde un tiempo.

Era crítica: 11 cxd5 exd5 12 ¤xd5! ¤xd5

13£xd5

r+l+ t

rk+

+p+ w

qpz

pp

p+nv

l + +

+ +Q+ +

z

P + + +

(6)

Es importante aprender una lección de cada partida. La lección de esta es que el potencial de las piezas puede ser muy alto, mientras que nosotros no hacemos lo que podemos para aprovecharlas al máxi-mo. Esta partida es uno de los grandes referentes de la historia del ajedrez. Sigue impresionando a los jugadores jóvenes in-cluso en la actualidad y puede convencer al joven de que el ajedrez es tan hermo-so que merece la pena pasar horas y ho-ras estudiándolo. También muestra algo del potencial de las posiciones simétricas (que pueden surgir de muchas aperturas). No hay tablas muertas, como algunos po-drían haber pensado, pero atesora mucho potencial para el ajedrez de lucha. (Obvia-mente, la «muerte por tablas» siempre la promueven aquellas personas que ven al-gunas partidas aburridas y quieren llegar a esa conclusión por una u otra razón; pro-bablemente les falta la paciencia necesa-ria para disfrutar plenamente del ajedrez). Por supuesto, con toda la información actual disponible, forzar unas tablas con blancas es bastante posible para un ju-gador fuerte. Pero normalmente, la gente no juega al ajedrez para hacer tablas, sino para jugar al ajedrez, así que el problema apenas existe.

Todo es cuestión de tomar

decisiones

La toma de decisiones en el ajedrez posicio-nal  cubría algunos temas abstractos, que

no es el enfoque que funcionaría cuando se debate de dinámica. Claro, dos capítu-los de este libro tienen títucapítu-los bastante abstractos, «Compensación y El tiempo», pero el resto se encuadran de manera di-ferente. El ajedrez posicional se juega con frecuencia en lo abstracto, con planes de «hacer algo en algún momento» a largo plazo, en lugar de tratar con el tipo de pro-blemas que nos plantea la dinámica: tratar con algo concreto, ahora mismo.

Como en el primer libro, mi objetivo no ha sido ofrecer un manual completo del aje-drez dinámico, sino una idea de algunos escenarios dinámicos de mis partidas y discutirlos en detalle. Jugar bien al ajedrez es cuestión de tomar muchas decisiones buenas y es de eso de lo que trata esta se-rie de libros.

 + + +k+

+ + +pz

pp

pv

l +p+ +

+p+ z

P +

z

P +lz

Pnz

P

z

P + + +r

 v

L + +Qz

P

t

R + +R+K

(7)

Avance de diagramas

En esta página encontrarás algunos diagramas con momentos críticos de este capítulo. Si quieres comparar tus reflexio-nes con las partidas, aquí tiereflexio-nes la posibi-lidad. Tómate el tiempo que quieras o que necesites. No se trata de un examen, sino de una oportunidad para «pensar junto a» los grandes maestros en las partidas.

r+r+ +k+

z

p +Qv

lpz

p

+n+p+ +

w

q + z

p z

P

z

p + + +

+ s

N +N+

Pz

PP+ + z

P

+K+R+L+R

 ¿Puedes ver la novedad de Negi? 

 +r+ +k+

z

p +lv

lpz

p

+ z

pp+ z

p

w

q + + +

s

n +nz

P v

L

z

PQs

N +N+

z

PP+ +Pz

P

+ m

KR+ +R

 ¿Cómo se debería continuar el ataque?  (véase página 26)

 +r+ +k+

z

p + +pz

p

+ +p+ z

p

w

q +p+ +

l+ +nz

P s

N

z

P s

NR+ +

z

P +Q+Pz

P

+ m

K + +R

 ¡Encuentra la jugada ganadora! 

Capítulo 1

MINSK, 1979

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Gané esta partida tras veinticinco jugadas más. Ambos jugadores cometieron impre-cisiones más adelante, pero no pienso que este final sea tan interesante, así que no insistiré en él. Doy mi palabra de que ana-lizaré finales interesantes de verdad en el próximo libro. 29 ... ¥ d5 30¦c3¢g6 31 h4¢f6 32 a3¢e5 33¦h8 g6 34 g4 hxg4 35 fxg4 ¢d4 36¦e3 f5 37 gxf5 gxf5 38 h5 f4 39 ¦h3¦b7+ 40 ¢c1  ¥ e4 41 ¦d8+ ¢e5 42 h6 c4 43 ¢d2 ¦b2+ 44¢e1¦b1+ 45¦d1¦b7 46¦h5+¢f6 47 ¦d4 ¦b1+ 48 ¢d2 ¦b2+ 49 ¢c3 ¦c2+ 50 ¢b4 ¥ h7 51¦xf4+¢g6 52¦h3 e5 53¦xc4 ¦xf2 54¦c7 1-0

Elegir entre dos jugadas

parecidas

Jugué en las Bermudas dos años segui-dos. Fueron torneos bien organizados con fuertes dobles rondas todos contra todos, de modo que disfruté mucho jugando allí. Gané dos buenas partidas contra Shaba-lov en el primer torneo (una de ellas se muestra en la página 177) y otra muy bo-nita contra Harikrishna al año siguiente. Pero veamos una posición interesante que tuve contra Macieja.

Partida n.º 11

Bartłomiej Macieja - Boris Gelfand Islas Bermudas, 2004

Véase el diagrama siguiente

En esta posición tenía una idea sencilla: sacrificar el caballo en g2. Para mí, la ver-dadera cuestión era el camino para llegar allí, ¿e3 o f4?

27 ...¤f4!

Decidí esta jugada después de un cálculo

cuidadoso, pero resulta imposible con-siderar cada jugada, así que no pudimos confiar más que en la fuerza bruta. Tam-bién se debe utilizar la intuición. Y en esta posición el caballo simplemente se siente mejor en f4. Está más apoyado y, en com-paración con la casilla e3, tiene más des-tinos posibles en e2 y h3. Por lo tanto, es lógico comprobar primero con cuidado esta jugada.

Y de hecho, resulta que las negras no ga-nan con 27 ...¤e3?, porque las blancas

tie-nen una bonita defensa: 28 cxd4 ¤xg2 29 £d1!! (no es difícil predecir que 29¢xg2? £f3+ conduce a un ataque ganador)

 + + t

rk+

z

p + +q+p

 z

p + +p+

+ + v

l +

+lz

PN+ +

z

P + + +P

 z

P v

L +n+

+Lt

RQ+ m

K

La dama está defendiendo la casilla f3. La posición parece un caso típico del síndro-me de Tahl: las piezas colgantes son tan-tas que las blancas no tienen tiempo para capturar todas. Pero por desgracia, la ma-gia del viejo maestro no se ha perpetuado y las negras solo tienen tablas. 29 ... ¥ xd4+

Táctica en la élite

 + + t

rk+

z

p + +q+p

 z

p + +p+

+ +nv

l +

+lz

pN+ +

z

P z

P + +P

 z

P v

L +P+

+Lt

R w

Q m

K

(9)

Enfoques diferentes

En general, si vemos una opción muy pro-metedora que hemos comprobado y que funciona, pienso que deberíamos jugarla y no gastar más tiempo comprobando otras opciones. ¡Los errores nacen así! No obstante, se podría tener una interesante discusión sobre este tema.

Capablanca dijo que si ves una jugada buena, deberías ir a por ella. Pero desde luego no es el único método. A Lasker y después a Fischer se les atribuyó el di-cho: «Si encuentras una jugada buena, busca una mejor». Una búsqueda rápida en Google sugiere que fue un caballero llamado William Wayte quien la enunció en 1880. Para ser honesto, no me parece que Lasker se inventase algo así. Tampoco estoy seguro de que el señor Wayte estu-viese hablando de una posición en la que hubiera una victoria directa.

Pero la idea principal es la misma: enfo-ques o estrategias diferentes son buenos en situaciones diferentes. Determinar cuándo utilizar un enfoque en particular es uno de los verdaderos retos del ajedrez de máximo nivel.

Aquellos que buscan consejos difíciles de rebatir ¡perderán los nervios ante los clási-cos! Cada jugador tiene un enfoque ligera-mente distinto y todo lo que este humilde autor puede hacer es utilizar la carta para salir de la cárcel conocida como «equi-librio». Todos tenemos que encontrar la manera de jugar al ajedrez que nos resul-te más práctica y realizar nuestras propias consideraciones sobre el equilibrio entre lo práctico y lo profundo de la toma de decisiones.

victoria directa.

Partida n.º 12

Magnus Carlsen - Anish Giri Stavanger, 2015

 +r+ +k+

+l+ + +

w

q z

p +L+

+r+Pz

p +

w

Q + s

n +

+ + t

RN+P

 + + z

PP+

+ + t

R m

K

El concepto ganador era original y sor-prendente, pero si se tiene la idea, el resto se coloca en su sitio con bastante facilidad:

38 ¥ f7+!!

El reloj de Carlsen solo contaba con cin-co minutos. Jugó: 38 £e4? ¦f8 39 ¤xe5?

(39 ¤h4! con la idea de ¦g3 todavía era

peligrosa para las negras) 39 ... dxe5 40

¦g3. Y aquí Giri consiguió encontrar 40

... ¦xd5!!, y el ataque blanco puede

pare-cer peligroso, pero en realidad no queda ventaja... Carlsen consiguió crear muchos problemas a su rival, quien (resultó que) solo estaba a mitad de camino de un largo trabajo defensivo en esta partida. Al final, aguantó unas tablas en un final de caballo contra tres peones pasados conectados.

38 ...¢xf7

Las negras no estarían mejor después de

Referencias

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