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Evaluación de las dosis de radiación con los sistemas de tomografía computarizada de haz cónico en ortodoncia

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Evaluación de las dosis de radiación con

los sistemas de tomografía computarizada

de haz cónico en ortodoncia

Natalia Zamora martíNeZ1, VaNessa Paredes Gallardo2, rosa maría CibriáN ortiZde aNda3

y José luis GaNdía FraNCo4 N. Zamora

1Licenciada en Odontología. Estudiante Máster Ortodoncia Facultad de Medicina y Odontología. Universidad de Valencia;

2Doctora en Odontología. Máster Ortodoncia UCM. Prof. ayudante doctor Facultad de Medicina y Odontología. Universidad de Valencia; 3Profesor titular Fisiología. Facultad de Medicina y Odontología. Universidad de Valencia;

4Profesor titular Ortodoncia. Director Máster de Ortodoncia. Facultad de Medicina y Odontología. Universidad de Valencia

Correspondencia:

Natalia Zamora Martínez. Departamento Ortodoncia 3.a Planta. Clínica Odontológica. Gasco Oliag, 1. 46010 Valencia. E-mail: nataz84@hotmail.com

REsumEn

Introducción. El uso de la tomografía computarizada de haz cónico (CBCT) se está imponiendo actualmente en los pacientes ortodóncicos ya que estos sistemas suponen una alternativa a la radiografía convencional y a la tomografía computarizada (TC). Objetivos. Comparar las dosis de radiación de los diferentes sistemas diagnósticos y describir los parámetros que influyen a la hora de valorar la cantidad de radiación a la que se exponen los pacientes. Conclusiones. A pesar de que existen estudios al respecto, la radiación que generan estos sistemas CBCT debe seguir siendo estudiada en profundidad.

Palabras clave: Ortodoncia. Herramientas diagnósticas. Dosis de radiación. CBCT.

Cone beam computerized tomography radiation evaluation in orthodontics

N. Zamora Martínez, V. Paredes Gallardo, R.M. Cibrián Ortiz de Anda, J.L. Gandía Franco

AbstRACt

Introduction. Cone beam computerized tomographies (CBCTs) are increasingly being employed, as a diagnostic tool, on orthodontic patients, as these systems provide an alternative to conventional x-rays and computed tomography (CT). Aims. To compare the radiation doses of the different diagnostic systems and to set out the parameters to be considered when assessing the radiation patients can be exposed to. Conclusions. Despite several studies already existing on this issue, the radiation that these CBCT systems generate must continue to be carefully studied, as, to date, their radiation is significantly higher than conventional digital x-rays, and hence their use must be fully justified (Rev Esp Ortod. 2010;40:17-22).

Corresponding author: Natalia Zamora Martínez, nataz84@hotmail.com

Key words: Orthodontics. Diagnostic tools. Radiation dose. CBCT.

IntRoduCCIón

Los sistemas modernos de CBCT aplicados a la región oral y maxilofacial (OMF), introducidos por Arai, et al.1 en

Japón y por Mozzo, et al.2 en Italia, suponen una

herramien-ta diagnóstica de gran ayuda en odontología y en concreto en ortodoncia. Hoy en día la mayor parte de los clínicos están sustituyendo los registros radiográficos convencionales por las CBCT, mientras que otros están incluyendo este tipo de imá-genes en determinados casos, como aquellos que requieren

cirugía ortognática o casos de impactación de algún diente3,

puesto que estos sistemas permiten la obtención de series de imágenes en dos dimensiones (2D) que posteriormente son reconstruidas en datos tridimensionales (3D)4.

Uno de los aspectos más importantes para poder acep-tar esta nueva tecnología en 3D es conocer con exactitud cuál es la dosis de radiación que se requiere, cuál es la exposición del paciente a esta radiación y si esta exposición a la radiación está justificada.

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Por lo tanto, para poder evaluar los riesgos de radiación de las diferentes técnicas de imagen, han de medirse las dosis de radiación.

En algunos tipos de aparatos como las radiografías pa-norámicas o los sistemas CBCT en los que el tubo de rayos X gira alrededor de la cabeza del paciente, cada parte de la anatomía recibe diferente cantidad de radiación depen-diendo de la localización de cada órgano respecto al centro de rotación del aparato. Además, en ocasiones no se tiene en cuenta el tamaño del tubo o la radiosensibilidad de los tejidos que se exponen a la radiación3.

ConCEptos dE dosImEtRíA

Para poder evaluar con exactitud las dosis de radia-ción que recibe cada paciente existen varios conceptos que deben tenerse en cuenta y saber diferenciarse. Éstos son la dosis absorbida, la dosis equivalente y la dosis efectiva.

La dosis absorbida es la energía de radiación absorbida que recibe el material atravesado por unidad de masa, y se expresa en grays (Gy). Esta dosis es independiente del tipo de radiación5.

Sin embargo, el daño biológico dependerá no sólo de la energía de radiación absorbida (dosis absorbida) sino de la longitud de onda de la radiación, por lo que, para poder valorar este daño, se debe calcular la dosis equivalente a partir de la dosis absorbida5. La Comisión Internacional de

Protección Radiológica (ICRP) es la que define los niveles aceptables de radiación.

En 1976, la ICRP propuso el concepto de dosis efectiva equivalente (HE) para poder valorar el riesgo estimado de los efectos estocásticos debidos a una exposición del cuer-po a la radiación no uniforme y para comparar los riesgos estocásticos debidos a diferentes distribuciones de dosis. La dosis equivalente es, por lo tanto, la dosis resultante de ponderar la dosis absorbida media en un órgano o tejido en función del tipo de radiación de que se trate. Ésta es la que se emplea para comparar los efectos de los diferentes tipos de radiación en los tejidos u órganos, y se calcula en sieverts (Sv)5.

Este método se propuso primero por Jacobi6, y más

adelante se empleó por Laws y Rosenstein7 para determinar

únicamente el riesgo somático, sobre todo en las exposicio-nes ocupacionales. Sin embargo, pronto se empleó también por numerosos investigadores en diversos grupos, como en pacientes, y con diversas fuentes de radiación, como en el ámbito médico y dental8.

Sin embargo, el daño inducido por la radiación también depende del órgano irradiado, por lo que más tarde, en

1990, la ICRP redefinió el concepto y lo llamó dosis efec-tiva (E), incluyendo una lista de órganos y tejidos con sus correspondientes factores de peso para así poder ampliar los datos8.

Esta dosis se calcula midiendo la dosis de radiación de cada órgano específico, ajustado a la cantidad de teji-do que hay en el campo de visión (FOV) y pesateji-do tenienteji-do en cuenta la radiosensibilidad de cada órgano. Se expre-sa en Sv, milisieverts (mSv) o microsieverts (µSv). Así, la dosis efectiva de un paciente es la suma de las dosis efectivas de todos sus órganos3,5.

En 2007, la ICRP volvió a realizar una revisión en la cual las glándulas salivares que hasta entonces se habían con-siderado como parte de un órgano y, por lo tanto, no eran susceptibles de los efectos de la radiación, pasaron a con-siderarse de manera separada, con su propio factor de peso asociado. Este cambio hizo que se incrementara la dosis efectiva que se recibía en la región oral y maxilofacial, independientemente del tipo de examen radiográfico que se realizara3,9.

A pesar de que gran parte de la información acerca de los riesgos que supone la radiación está basada en estudios y análisis epidemiológicos realizados en pacien-tes tratados mediante radiación con diversas enfermeda-des y en estudios en la población japonesa de Hiroshima y Nagasaki afectada por la bomba atómica, esta informa-ción no es del todo completa para todos los niveles de dosis ni para la curva de dosis-respuesta en el cuerpo humano3.

Se sabe que la tiroides es el órgano que tiene un mayor factor de peso asociado dentro de la región maxilofacial debido, sobre todo, al elevado riesgo de cáncer que puede llegar a tener durante la infancia. Sin embargo, cuando se realizan imágenes maxilomandibulares para el diagnóstico de implantes, las glándulas salivares pueden llegar a recibir entre 16-38 veces más radiación que la tiroides. Por lo tanto, a pesar de que su factor de peso asociado es cuatro veces menor que el de la tiroides, es el órgano que más contribuye al aumento de las dosis recibidas por los pa-cientes9.

Por ello, debido al riesgo potencial de la irradiación en el ámbito médico, la ICRP recomienda mantener unas mag-nitudes individuales de dosis que sigan el principio As Low As Reasonable Achievable (ALARA)3,4,10.

En la tabla 1 se exponen las dosis efectivas permitidas (mSv) al año según la legislación española.

Se debe tener especial atención y preocupación cuando tratamos con niños, ya que la diferencia en sus factores de peso los hace más susceptibles a los efectos

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de la radiación. Esto tiene especial interés en la orto-doncia, puesto que la mayoría de los pacientes son niños.

Sin embargo, la mayoría de las estimaciones de riesgo sobre ellos están basadas en estudios que se realizan en adultos jóvenes3,9. Por lo tanto, considerando las dosis de

radiación que este tipo de registros suponen, las CBCT aún no están reconocidos como herramienta rutinaria para ellos. A pesar de que han conseguido reducir de manera considerable las dosis emitidas por las TC convencionales, éstas siguen siendo más elevadas que las de la radiografía convencional3.

La decisión de realizar una CBCT a un niño se ha de llevar a cabo, por lo tanto, siguiendo los criterios de conse-guir la mayor información necesaria para obtener un diag-nóstico adecuado9.

En la literaturalas dosis efectivas se suelen expresar siguiendo los criterios de la ICRP del informe de 1990 o del de 20073. Diversos estudios han valorado y comparado

las dosis de radiación que emiten los diferentes aparatos de registro.

De Vos4, en su artículo de revisión de 2009, encontró

16 artículos publicados entre enero de 1988 y diciembre de 2007 relacionados con las dosis de radiación en la OMF.

Silva, et al.5 estudiaron y compararon las dosis

equiva-lentes y efectivas de radiación de la ortopantomografía y la telerradiografía lateral de cráneo con las dosis de algunos sistemas de CBCT (Sirona DS Plus, New Tom DVT 9000, iCAT y Somatom Sensation) y con la de una TC convencio-nal, concluyendo que los sistemas convencionales seguían emitiendo las dosis más bajas de radiación, seguidos por la CBCT y, por último, la TC convencional. Comparando los diversos sistemas CBCT observaron que el iCAT era el que mayor dosis emitía.

Loubele, et al.11 compararon las dosis efectivas según

la ICRP de 2007 entre tres tipos de tomografía computari-zada de múltiples cortes (MSCT) y tres CBCT (Accuitomo 3D, iCAT y Newton 3G), concluyendo, al igual que en el estudio de Silva, et al.4, que las CBCT emitían menores

dosis de radiación que los MSCT y que de las CBCT el que emitía mayores dosis era el iCAT.

Roberts, et al.12 estudiaron las dosis efectivas recibidas

por los pacientes con el sistema CBCT (iCAT), llegando a las mismas conclusiones que en los estudios de Silva5 y

Loubele11 al comparar las dosis emitidas por las CBCT con

las de las TC. Sin embargo, vieron que las dosis de estos sistemas continuaban siendo más elevadas que las de los sistemas radiográficos convencionales.

Chau, et al.9 compararon las dosis de tres sistemas: una

TC convencional, una TC computarizada y una CBCT (iCAT), pero en términos de dosis absorbida. Concluyeron, como en los estudios previos, que la CBCT era el que emitía menor radiación. Por otro lado, observaron que las glándulas salivares fueron los órganos más afectados.

Gibbs8 observó que en algunos pacientes ortodóncicos

en los que es necesario realizar varios tipos de pruebas diagnósticas, además de la telerradiografía lateral de cráneo y la ortopantomografía, como resonancias magnéticas (RM) para valorar la articulación temporomandibular, radiografías posteroanteriores para valorar asimetrías, series periapica-les en problemas periodontaperiapica-les o radiografías oclusaperiapica-les, la suma de dosis efectivas de todas estas radiografías supe-raba la dosis efectiva de la CBCT.

A pesar de estos datos existen pocos estudios que com-paren la radiación de todos los sistemas en la práctica ortodóncica5,13.

En la tabla 2 se exponen las dosis efectivas de los di-ferentes sistemas de registro según la ICRP de 1990 y de 2007.

Tabla 1. Dosis efectivas permitidas (mSv) al año según la legislación española (RD 783/2001 de 6 de julio. BOE n.o 178)

parte del cuerpo personal profesionalmente

expuesto Estudiantes y personas en formación del públicomiembros

> 18 años 16-18 años

Cuerpo entero 50* 50* 6 1

Cristalino 150 150 50 15

Piel, manos, pies, otros órganos 500 500 150 50

Feto 1 1 – –

*Pero de forma que la dosis efectiva total en 5 años oficiales consecutivos no supere los 100 mSv.

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pRInCIpIos básICos

Los sistemas modernos de CBCT suponen un cambio radical en el mundo de la radiografía oral y maxilofacial. La información y obtención de imágenes 3D parece ofrecer una posible mejora en el diagnóstico y una mayor variedad de aplicaciones clínicas con una exposición de radiación significativamente inferior a la de las TC convencionales (un 40% menor), aunque con dosis de radiación de tres a siete veces superior a la que podría recibir un paciente durante la realización de una ortopantomografía o una serie periapical5,13,16.

En enero de 2009, la Academia Europea de Radiología Dental y Maxilofacial (AEROMF)16-18 publicó una serie de

principios básicos para el empleo de las CBCT, recogidos en la tabla 3.

EquIpAmIEnto dE los sIstEmAs

dE tomogRAfíA ComputARIzAdA dE

hAz CónICo

La dosis que emiten los sistemas CBCT puede variar dependiendo de la indicación y del paciente, pero debemos obtener la mayor información diagnóstica con la menor exposición posible.

Existen varios factores que influyen en la dosis de ra-diación que emite un sistema CBCT3:

– Tipo de haz; continuo o discontinuo. – Cantidad, tipo y forma del filtro.

Tabla 2. Dosis efectivas (µSv) de los diferentes equipos de acuerdo con los informes de 1990 y 2007 de la ICRP

Equipos dosis efectivas

ICRp 1990 (µsv) ICRp 2007 (µsv)dosis efectivas

Radiografía oclusal digital 714

Radiografía panorámica digital 5,5-223,8,14-16 Telerradiografía lateral digital 1,6-3,43,8,14-16

TC 150-2.1003,8,14-16 CBCT FOV pequeño 48-65214,16 CBCT FOV grande 68-1.07316 CBCT Newton 9 s 36,93 51,73 CBCT Newton 3G 12 s 44,73 58,93 CBCT iCAT 9 s 68,73 104,53 CBCT iCAT 12 s 134,83 193,43

Radiación ambiental 3 mSv/año3

– Campo de visión: total o parcial. – Tiempo de escaneado.

– Parámetros de imagen empleados (kVp, mAs). – Rotación de 360° o menor del tubo.

Algunos de estos factores, como el tipo de haz y el filtro, son específicos de cada aparato, mientras que otros, como el FOV, pueden ser controlados por el operador3.

Se puede conseguir una reducción de la dosis con un generador de rayos X ajustado y un foco (FOV) pequeño. Sin embargo, cuanto más pequeño es el foco, menor es la potencia del tubo16. Esto puede prolongar los tiempos de

escaneado y puede tener implicaciones negativas en la calidad de la imagen3.

Por otro lado, para poder obtener el mayor contraste posible en el hueso, dientes y tejidos blandos, el rango de radiación estará dentro del rango de energía bajo, entre 60-90 kV. Voltajes más elevados, alrededor de los 120 kV, son los que se emplean en el CT convencional3.

Ballrick, et al.19 midieron la distorsión y la resolución

espacial de imágenes obtenidas en un equipo iCAT en sus 13 modos y encontraron que la resolución espacial era inferior a mayor velocidad en el tiempo de escaneado y mayores tamaños de vóxeles.

En la revisión realizada por De Vos4, se puso en

eviden-cia que muchos de los trabajos publicados no aportaban suficiente información sobre las propiedades y parámetros

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Tabla 3. Principios básicos de la AEROMF publicados en 2009

principios básicos de la AERomf sobre el uso de la CbCt

– Las exploraciones con CBCT no deben realizarse a menos que se haya realizado una historia y hecho una examinación clínica – Las exploraciones de CBCT deben ser justificadas para cada paciente para demostrar que los beneficios son mayores

que los riesgos

– Las exploraciones con CBCT deberían potencialmente añadir nueva información para ayudar en la gestión del paciente – La CBCT no debería repetirse «rutinariamente» en ningún paciente sin haberse realizado una nueva evaluación en cuanto

al beneficio/riesgo

– Cuando se acepten solicitudes de otros odontólogos para examinaciones de CBCT, dichos odontólogos deben proporcionar suficiente información clínica (resultados de una historia y exploración) para permitir al profesional de CBCT llevar a cabo el proceso de justificación – La CBCT debería utilizarse únicamente cuando la cuestión para la cual se requiere una técnica de imagen no se pueda resolver

adecuadamente con el uso de otras técnicas de radiografía convencional (tradicional) con una menor dosis de radiación

– Las imágenes de CBCT deben ser objeto de una minuciosa evaluación clínica («el informe radiológico») en el contexto de todo el volumen de datos

– Cuando sea probable que una evaluación de los tejidos blandos vaya a ser necesaria como parte integral de la evaluación radiológica del paciente, la técnica de imagen apropiada debería ser la clásica TC médica o RM, en vez de la CBCT

– El equipo de CBCT debería ofrecer la opción a elegir volúmenes de diferentes tamaños y las exploraciones deben usar el más pequeño compatible con la situación clínica si éste proporciona una menor dosis de radiación al paciente

– Cuando el equipo de CBCT ofrece la opción a elegir la resolución, la resolución que debería ser usada es la que sea compatible con un diagnóstico adecuado y la que proporcione la menor dosis posible

– Para cada instalación de CBCT se debe establecer e implementar un programa de garantía de calidad, que incluya el equipo, las técnicas y los procedimientos de control de calidad

– Las ayudas para la correcta posición del paciente (los haces de luces marcadoras) deben ser usadas siempre

– Todas las nuevas instalaciones de CBCT deberían someterse a un examen crítico y a detalladas pruebas de aceptación antes de su uso para asegurar una protección radiológica óptima del personal, miembros del público y pacientes

– El equipo de CBCT debería ser sometido regularmente a pruebas rutinarias para asegurar que la protección radiológica, tanto para los usuarios del equipo y de la clínica como para los pacientes, no se haya deteriorado significativamente

– Los protocolos detallados en la sección 6 del documento de la Comisión Europea «Protección Radiológica 136. Directrices Europeas de Protección Radiológica en Radiología Dental» deberían seguirse para la protección del personal frente al equipo de CBCT – Todos los que participen con la CBCT deben haber recibido una formación teórica y práctica adecuada en relación con prácticas

radiológicas y las competencias pertinentes en protección radiológica

– La educación y formación continua es necesaria después de haber adquirido el título requerido para el puesto, especialmente cuando se adquieran nuevos equipos de CBCT o se adopten nuevas técnicas

– Los odontólogos responsables de las instalaciones de CBCT que no hayan recibido previamente «el entrenamiento teórico y práctico adecuado» deberían someterse a un periodo adicional de entrenamiento teórico y práctico que haya sido validado por una institución académica (universidad o equivalente). El diseño y la enseñanza de programas de entrenamiento en CBCT deberían incluir a radiólogos especializados en radiología oral y maxilofacial, en aquellos lugares donde exista la especialización nacional de Radiología Oral y Maxilofacial

– La evaluación clínica («el informe radiológico») de imágenes dentoalveolares de CBCT de dientes, con sus estructuras de soporte, el hueso mandibular y maxilar superior hasta el suelo de la nariz (p. ej. 8 × 8 cm o un área de interés más pequeña) debería ser realizada por un radiólogo especializado en radiología oral y maxilofacial o, cuando esto no sea posible, por un profesional odontólogo de práctica general con entrenamiento adecuado

– La evaluación clínica («el informe radiológico») de pequeñas áreas de interés que no sean dentoalveolares (p. ej. el hueso temporal) y de todas las imágenes craneofaciales realizadas con la CBCT (áreas de interés que se extiendan más allá de los dientes, sus estructuras de soporte, el hueso mandibular, incluyendo la articulación temporomandibular (ATM), y el hueso maxilar superior hasta el suelo de la nariz), debería ser realizada por un radiólogo especializado en radiología oral y maxilofacial o por un radiólogo clínico

(radiólogo especialista médico) Sin contar con el consentimiento previo por escrito del editor

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A pesar de que en la actualidad existen muchos estudios al respecto, la radiación que generan los sistemas CBCT debe seguir siendo estudiada en profundidad, puesto que las repercusiones que ésta puede tener sobre los individuos deben ser correctamente analizadas.

bIblIogRAfíA

1. Arai Y, Tammisalo E, Iwai K, Hashimoto K, Shinoda K. Development of a com-pact computed tomographic apparatus for dental use. Dentomaxillof Radiology. 1999;28:245-8.

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5. Silva MA, Wolf U, Heinicke F, Bumann A, Visser H, Hirsch E. Cone-beam computed tomography for routine orthodontic treatment planning: a radia-tion dose evaluaradia-tion. Am J Orthod Dentofacial Orthop. 2008; 133(5):640. e1-640.e5.

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Tabla 4. Propiedades y parámetros que deben tener los equipos CBCT

fabricante Nombre, compañía, ciudad,

país, web

Voltaje del tubo kV

Intensidad del tubo Miliamperios (mA)

Intensidad del tubo × tiempo

de exposición Miliamperios × s (mAs)

profundidad en la escala de grises Bit

tiempo de exposición s

tiempo de escaneado s

fuente de radiación Continuo/discontinuo

Rotación Grados (º)

n.o de proyecciones × rotación N.o

tipo de detector Tipo

tamaño del detector cm

foV cm × cm

tamaño del vóxel (x, y, z) mm3

dimensiones del volumen de escaneado

cm × cm × cm

Matrix (disposición de los píxeles) Píxel × píxel

posición del paciente Tumbado/sentado/de pie

distancia desde el centro

de rotación al foco mm

Emisión de datos DICOM/JPG/TIFF/BMP

dosis de radiación mSv o µSv

de los aparatos CBCT, siendo estos datos cruciales para poder saber las dosis de radiación, la calidad de la imagen y la reproducibilidad, por lo que propuso una guía con todos estos parámetros que se han recogido en la tabla 4.

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Referencias

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