• No se han encontrado resultados

Virus Influenza D : revisión bibliográfica y su presencia en rodeos bovinos de Argentina

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2020

Share "Virus Influenza D : revisión bibliográfica y su presencia en rodeos bovinos de Argentina"

Copied!
43
0
0

Texto completo

(1)

Facultad de Ciencias Veterinarias

-UNCPBA-

Virus Influenza D, revisión bibliográfica y su

presencia en rodeos bovinos de Argentina

Cansino José; Meyer Gilles; Pérez Sandra; De Yaniz Guadalupe.

Julio, 2018

Tandil

(2)

Virus Influenza D, revisión bibliográfica y su presencia en

rodeos bovinos de Argentina.

Tesina de la Orientación de Producción Animal presentada como parte de los requisitos para optar al grado de Veterinario del estudiante: Cansino José.

Tutor: Dr. Meyer, Gilles.

Directora: Dra. Pérez, Sandra.

Codirectora: Vet. De Yaniz, Guadalupe.

(3)

Dedicatoria

(4)

Agradecimientos

A mi mamá, por darme el mayor regalo de todos, la posibilidad de estudiar.

A mis hermanos y a mi familia, por acompañarme siempre.

Al Tomate, por aguantarme, y por todos estos años de amistad.

A todos los amigos que me dejan estos años viviendo en Tandil. A mis

compañeros del CECV, por todos los años de militancia.

A mis amigos de Bahía, que son como mis hermanos. A mi familia de ACA Luján,

que es un gran sostén en mi vida. A Mica, por todo lo que me acompaño este

tiempo.

A Luis Laplace, por abrirme las puertas de su veterinaria, por enseñarme todo lo

que sabe, y por convertirse en un gran amigo.

A Carlitos Saumell, por ser un gran docente, y además también, un gran amigo.

A mi directora Sandra, por responder siempre mis inquietudes y acompañarme

en la construcción de este trabajo con tanta paciencia y dedicación.

A la gente de la orientación Producción Bovina, Gladys, Fede, Roberto, Aldana,

por el mejor cuatrimestre de cursada de toda la carrera.

A Ale Cantarelli, por este tiempo compartido y por todo lo que me ha enseñado.

A toda la gente que conocí durante mi residencia en el ENVT, en especial al Dr.

Meyer, a Elias y Mariette, que me ayudaron con el trabajo para esta tesina. A

Victor, Agathe y Lisa por hacerme sentir como en casa.

A mis amigos Erasmus, Vicky, Heyken, Meri, Flavia, Lais, Mar, Besay, Elisa,

Nikky, Vero, Mai y Giovanna, que hicieron de esa una experiencia inolvidable.

A toda la gente de la FCV, que me ayudo durante mis años como consejero

académico.

Por último, pero no menos importante, a mi querida Facultad, por darme la

oportunidad de realizar parte de mi formación en el exterior. No olvidemos nunca

que somos hijos de la educación pública Argentina, defenderla y enarbolar sus

(5)

Resumen

El complejo respiratorio bovino (CRB) se caracteriza por ser una patología del aparato respiratorio de los bovinos, de origen multifactorial, que causa importantes pérdidas productivas, ya sea por la mortandad de animales, por los costos de tratamientos o por la forma en la que afecta el crecimiento y desarrollo de los animales. En general la acción de los virus respiratorios predispone a la infección bacteriana secundaria que culmina en bronconeumonía. Además de los virus más frecuentemente asociados con este complejo, diversos autores incluyen nuevos agentes virales, entre ellos, el más recientemente descubierto virus de la influenza D (IDV). Los primeros indicios del IDV datan de 2011, cuando fue aislado de cerdos con enfermedad similar a la influenza en USA. Posteriormente se confirmó que el IDV circula en poblaciones porcinas y que puede transmitirse a humanos, aunque tendría su reservorio natural en los bovinos. Al día de hoy, se confirmó su aislamiento de ganado bovino de USA, China, Francia, Italia y Japón. Además, existe evidencia serológica de que afecta a pequeños rumiantes. Mucho queda aún por descubrir sobre la patobiología del IDV, pero por el momento podemos inferir que forma parte del CRB, y, al igual que con los otros virus asociados al CRB, su sola acción no sería suficiente para causar enfermedad severa. En este trabajo, mediante el análisis de sueros bovinos se determinó la presencia de anticuerpos contra IDV y, por ende, se confirmó la exposición del ganado bovino de Argentina a este virus. Contrariamente, mediante RT-qPCR no se demostró la presencia de material genético viral en las muestras de tejidos respiratorios.

(6)

1

Índice

Introducción……… 1

Objetivos………. 2

Revisión bibliográfica……….3

1. Introducción al Complejo respiratorio Bovino………..3

2. Agentes virales involucrados………..4

2.1. Alfaherpesvirus bovino 1 (BoHV-1)………4

2.2. Virus de la diarrea viral bovina (BVDV)……….5

2.3. Respirovirus bovino 3 (ex BoPI3V)……….6

2.4. Orthopneumovirus bovino (ex BRSV)………7

2.5. Coronavirus bovino (BoCV)……….8

2.6. Adenovirus bovino……….9

3. Descripción de un nuevo agente viral involucrado en CRB, “virus influenza D (IDV)”………. 9

3.1. Orthomyxovirus……….9

3.1.1. Clasificación………..10

Figura 1………..11

3.1.2. Determinantes de patogenicidad………11

3.2. Identificación y aislamiento de un virus influenza C en cerdos…………12

Figura 2……….15

3.3. Posibles hospedadores naturales y reservorios……….15

3.4. IDV y enfermedad respiratoria en el bovino………18

4. Impacto productivo del CRB en la producción de bovinos de carne y leche..21

Estudios experimentales……….23

1. Hallazgos serológicos y virológicos del virus influenza D………...23

1.1. Muestras………...23

1.2. Lugar de trabajo………..24

1.3. Metodología……….24

1.4. Breve descripción bibliográfica de las técnicas y su fundamento……..25

(7)

2

Figura 3………..26

1.4.2. Ensayo de detección de genoma viral por RT-qPCR……….26

1.5. Materiales y métodos……….27

1.5.1. Ensayo de Inhibición de la hemaglutinación………27

1.5.2. Ensayo de detección de genoma viral por RT-qPCR……….28

1.6. Resultados………...28

1.6.1. Ensayo de inhibición de la hemaglutinación………28

1.6.2. Ensayo de detección de genoma viral por RT-qPCR...29

1.7. Discusión y conclusiones………..29

Tabla 1……….31

Figura 4………31

(8)

1

Introducción

En el año 2011, un nuevo género de los virus de la familia Orthomyxoviridae, designado actualmente como género D, fue detectado por primera vez en el

ganado porcino y bovino de USA (Hause et al., 2014). El mismo se encuentra presente en el ganado bovino de Francia, y su genoma es 94 – 99% idéntico a

su par en los Estados Unidos, lo que sugiere transmisión intercontinental

(Ducatez et al., 2015).

Varios autores han sugerido la existencia de un ancestro común para los virus

de la influenza A, B y C, considerando la organización del genoma de los

diferentes virus que componen este taxón (Webster et al., 1992, Sheng et al., 2014). Existe entonces la necesidad de evaluar el momento de aparición y la

tasa evolutiva del virus de la influenza D, en la medida en la que se disponga de

más datos.

El estudio actual de nuestros pares franceses se centra, entre otras cosas, en

identificar el origen y la prevalencia geográfica del género influenza D.

Resulta interesante conocer el rango de hospedadores del virus, así como sus

reservorios naturales, para evaluar también la relevancia de este nuevo

patógeno en la salud pública. También, será importante establecer la relación de

causalidad entre los síntomas respiratorios y la infección por el virus de la

influenza D en el ganado vacuno, y en un futuro poder comparar las prevalencias

de diferentes áreas geográficas.

Por último, es necesario comprender la patobiología del virus de la influenza D

en el ganado, su posible rol o implicancia en relación al CRB, y, finalmente, de

(9)

2

Objetivos

 Evaluar, mediante una breve revisión bibliográfica, las implicancias productivas de las patologías respiratorias causadas por virus en los

sistemas de producción bovina.

 Recopilar información acerca del recientemente descripto virus de la influenza tipo D, a través de una revisión bibliográfica de la información

disponible.

 Identificar la presencia del virus de la influenza D y su prevalencia en el

(10)

3

Revisión bibliográfica

1. Introducción general al Complejo Respiratorio Bovino

El Complejo Respiratorio Bovino (CRB) es una patología que afecta el aparato

respiratorio de los bovinos productores de carne y leche de diversas edades.

Tiene un origen multifactorial, y se trata de una enfermedad infecto-contagiosa,

de curso agudo a crónico, que, más allá del agente causal, presenta una

sintomatología similar, y evoluciona generalmente hacia la invasión bacteriana

secundaria. Entre los agentes causales identificados con mayor frecuencia se

encuentran el respirovirus bovino 3 (ex virus parainfluenza-3 o BoPI3V); el

alfaherpes-virus bovino 1 (BoHV-1); el orthopneumovirus bovino (ex virus sincitial respiratorio, BRSV); el virus de la diarrea viral bovina (BVDV); la Pasteurella multocida, Mannheimia haemolytica y mycoplasma (Andrews, 2004; Smith, 2010). Algunos otros agentes aislados más recientemente incluyen al

coronavirus bovino; el adenovirus bovino; el reovirus (Berra y Osacar, 2007) y el

virus de la influenza D (IDV) (Hause et al., 2013, Ducatez et al., 2015).

Las características anatómicas de los bovinos, pulmones chicos para su tamaño

corporal, y las lesiones irrecuperables en ellos, hacen que la enfermedad

respiratoria bovina (ERB) comprometa el futuro productivo de los animales,

además de las pérdidas que implican los animales muertos, el costo de los

tratamientos, el aumento de mano de obra, y las pérdidas en la producción

(Bagnis, 2000, Andrews, 2004, Casella, 2005). Es también una de las principales

causas de enfermedad y muerte en terneros durante las primeras semanas de

vida y en la primera etapa de la recría, originando importantísimas pérdidas

económicas, sobre todo en las vaquillonas que serán la futura reposición del

tambo (Berra y Osacar, 2007).

Durante la recría, la ERB es responsable del 21,3% de las muertes durante la

lactancia, las cuales ascienden a un 50,4% en el periodo posterior al destete

(González Martín, 2010). También ocasiona el 7% de las muertes de terneras y

es responsable del 50% de todos los tratamientos antibióticos (Kossaibati y

Esslemont, 1997). Otras manifestaciones de las pérdidas causadas por esta

entidad, son los costos indirectos por el efecto negativo de los índices

(11)

4

si se considerara por ejemplo que la ganancia media diaria (GMD) se reduciría

en 66 g/día en el primer mes (Virtala et al.,1996), lo que daría lugar a una disminución significativa de la ganancia de peso a los 14 meses de edad y por

ende, un retraso en la llegada al peso de entore. Otro índice afectado es la edad

al primer parto, la cual se retrasa desde unos días hasta 6 meses y agrava el

problema de la falta de recría (González Martín, 2010).

2. Agentes virales involucrados

2.1.

Alfaherpes-virus bovino 1 (BoHV-1)

El alfaherpes-virus bovino 1 es un virus de ADN doble, envuelto, que se clasifica

dentro de la subfamilia Alphaherpesvirinae, en la familia Herpesviridae. Se relaciona con múltiples síndromes del ganado bovino, entre los que se

encuentran la rinotraqueitis infecciosa bovina (IBR, por sus siglas en inglés), la

vulvovaginitis y balanopostitis pustular infecciosa y la conjuntivitis, entre otros

(Smith, 2010).

En lo que concierne a la enfermedad respiratoria, puntualmente IBR, la

morbilidad se acerca al 100% y la mortalidad puede ser sustancial si existen

complicaciones (MacLachlan y Dubovi, 2011). El ganado bovino es el principal

reservorio de la enfermedad, y la transmisión se produce principalmente vía

aerosoles o por contacto directo en la forma respiratoria (así como la

conjuntivitis). Una característica importante en el ciclo infeccioso de los

herpesvirus es su capacidad de producir infecciones latentes. Durante la

infección latente el genoma viral se mantiene en forma de episoma en las

neuronas de ganglios nerviosos, particularmente en los ganglios trigémino y

sacro. Ante situaciones de estrés, el virus latente puede reactivarse, lo que

conduce a la excreción viral y a la transmisión a otros hospedadores susceptibles

(Smith, 2010, MacLachlan y Dubovi, 2011).

Las lesiones que produce son, principalmente, áreas focales de necrosis en la

(12)

5

reacción inflamatoria y la formación de acúmulos de fibrina y desechos celulares

(pseudomembrana).

La enfermedad respiratoria causada por el BoHV-1 se produce principalmente

como consecuencia de dos mecanismos: en primer lugar las lesiones

previamente mencionadas producto de la replicación viral en el epitelio y mucosa

del aparato respiratorio superior y los bronquios, sumada a la inflamación,

predispone a la infección por patógenos secundarios. En segundo lugar, la

inmunosupresión originada por la disfunción de los neutrófilos, linfocitos y

macrófagos, contribuye a lo antes expuesto (Smith 2010, Caswell y Kurt, 2016).

Todo esto concluye en la presentación clínica, que se caracteriza principalmente

por signos respiratorios como aumento de la frecuencia respiratoria, tos, disnea,

exudado nasal seroso-mucopurulento, y otros menos específicos como pirexia,

ptialismo, anorexia, agravados por la colonización bacteriana secundaria que

culmina generalmente en una bronconeumonía o enfermedad respiratoria severa

a grave (Smith, 2010, MacLachlan y Dubovi, 2011).

La prevalencia serológica de BoHV-1 en Argentina varía según la región

analizada. Por ejemplo, en el noroeste argentino se determinó una

seroprevalencia del 17,5% en rodeos lecheros y del 28,3% en bovinos de cría

(Marin et al., 2011). Por otro lado, en la cuenca lechera de Santa Fe y Córdoba

la seroprevalencia alcanzó el 66,3% (Carbonero et al., 2011)

2.2.

Virus de la diarrea viral bovina (BVDV):

El BVDV es un virus de ARN monocatenario, positivo, envuelto, del género

Pestivirus, familia Flaviviridae. De manera similar al BoHV-1, se relaciona con

numerosas manifestaciones de enfermedad, tales como son la diarrea vírica

bovina, enfermedad de las mucosas, inmunodepresión, abortos, momificación

fetal, defectos congénitos e infecciones persistentes, entre otras (Smith, 2010,

(13)

6

Existen dos genotipos distintos del virus, 1 y 2, y a su vez dos biotipos distintos

dentro de cada uno. Se designa a los biotipos como virus citopático o no

citopático, dependiendo de su habilidad para producir, o no, efectos citopáticos

característicos en cultivos celulares (MacLachlan y Dubovi, 2011).

El rol del BVDV en el CRB o la ERB ha sido discutido, aunque estudios de

infecciones experimentales han demostrado que la enfermedad respiratoria

causada por agentes como Mannheimia haemolytica, BoHV-1 o BRSV es significativamente más grave cuando los animales se encuentran previamente

infectados con BVDV (Smith, 2010). Si bien se sabe que la infección con BVDV

por si sola es capaz de producir enfermedad respiratoria leve (Caswell y Kurt,

2016), el rol principal del mismo en este tipo de afección estaría dado por la

sinergia del virus con los otros agentes infecciosos, debido a su capacidad para

alterar la respuesta inmune del hospedador (Smith, 2010, MacLachlan y Dubovi,

2011, Caswell y Kurt 2016).

Al igual que con BoHV-1, la seroprevalencia de BVDV es variable, con rangos

del 25 al 90% según la zona (Odeón et al., 2001). En rodeos de cría de la Cuenca

del Salado (Pcia. de Buenos Aires), se determinó una prevalencia individual del

66%, con un 86% de establecimientos positivos (Ministerio de Agroindustria,

2015). En rodeos lecheros se estimó una seroprevalencia similar (60%)

(Carbonero et al., 2011).

2.3.

Respirovirus bovino 3 (ex virus de la parainfluenza

bovina 3 o BoPI3V)

El BoPI3V es un virus de ARN monocatenario, negativo, envuelto, perteneciente

a la familia Paramyxoviridae (MacLachlan y Dubovi, 2011) que hemaglutina y hemadsorbe eritrocitos de ciertas especies (Smith, 2010).

Al igual que otros agentes virales que forman parte del CRB, el BoPI3V

aparentemente predispone al aparato respiratorio a infecciones subsiguientes

(14)

7

Este virus daña el aparato mucociliar y deprime varias funciones de los

macrófagos alveolares, y de esta forma, solo o acompañado de otros patógenos

virales, contribuye a la aparición posterior de neumonías bacterianas (Bagnis,

2000, MacLachlan y Dubovi, 2011, Caswell y Kurt, 2016).

La prevalencia generalizada de anticuerpos contra este patógeno indica que

circula con frecuencia en las poblaciones de rumiantes (Smith, 2010,

MacLachlan y Dubovi, 2011), y que estaría más implicado en la presentación de

la enfermedad respiratoria bovina de lo que se considera actualmente (Bagnis,

2000).

La seroprevalencia de BoPI3V sería aproximadamente un 45% (Carbonero et al., 2011).

2.4.

Orthopneumovirus

bovino

(ex

virus

sincitial

respiratorio bovino o BRSV)

El BRSV es un virus de ARN monocatenario, negativo, envuelto (MacLachlan y

Dubovi, 2011) que ha sido reclasificado en la familia Pneumovirinae, género Orthopneumovirus (ICTV, 2018). Su nombre deriva del efecto citopático

característico que produce tanto in vivo como in vitro, la formación de sincitios

(Smith, 2010, MacLachlan y Dubovi, 2011), que son células multinucleadas

producto de la fusión de las membranas de varias células.

El BRSV carece de hemaglutinina y neuraminidasa; utiliza en su lugar una

proteína G como receptor (Smith, 2010, MacLachlan y Dubovi, 2011).

El virus se disemina principalmente a través de aerosoles o excreciones del

aparato respiratorio de los animales enfermos (Smith, 2010), y la infección es

particularmente importante en terneros recién destetados y ganado joven

(MacLachlan y Dubovi, 2011). Los rumiantes parecen ser susceptibles a

reinfecciones durante toda la vida, inclusive en animales adultos (Smith, 2010).

Mediante la infección de las células del tracto respiratorio y la consecuente

(15)

8

destrucción del epitelio ciliado del aparato respiratorio (MacLachlan y Dubovi,

2011). A esto se suma una posible infección de los macrófagos alveolares, que

afectaría su capacidad de respuesta disminuyendo algunas de sus funciones

como la fagocitosis, expresión de receptores Fc, quimiotaxis de los neutrófilos

(Smith, 2010, MacLachlan y Dubovi, 2011), y la actividad de mediadores de la

inflamación como los provenientes de las células mastoides degranuladas, que

en conjunto contribuyen a los cambios patológicos que se observan en los casos

severos (Smith, 2010).

Mediante estos mecanismos de patogenicidad es que el virus contribuye a la

aparición posterior de neumonías bacterianas y enfermedad respiratoria en el

bovino.

En un estudio reciente en feed-lots de nuestro país Ferella et al. (2017) determinaron que la prevalencia serológica de BRSV alcanza el 78,64%. En

rodeos lecheros la prevalencia estimada fue de un 46,6% (Carbonero et al., 2011)

2.5.

Coronavirus bovino (BoCV)

Los coronavirus bovinos son virus de ARN monocatenarios de sentido positivo,

envueltos, pertenecientes a la familia Coronaviridae (Smith, 2010). Son patógenos conocidos por causar enfermedades como la diarrea en terneros y

disentería en el ganado adulto, y por participar en los brotes de enfermedad

respiratoria en los bovinos (Smith, 2010; MacLachlan y Dubovi, 2011; Murray et

al., 2016). Como consecuencia de sus presentaciones tanto entéricas en animales jóvenes y adultos, como respiratorias, puede ser que el coronavirus se

encuentre recirculando entre poblaciones de variadas edades sin importar su

status inmunológico, con esporádica excreción viral por vía fecal o nasal

(MacLachlan y Dubovi, 2011).

En cuanto a la relevancia de este virus como patógeno respiratorio, existe cada

(16)

9

epidemias de enfermedad respiratoria de los bovinos (Smith, 2016; Murray et al.

2016).

2.6.

Adenovirus Bovinos

Son virus de ADN bicatenarios, desnudos, pertenecientes a la familia

Adenoviridae (Smith 2010, MacLachlan y Dubovi, 2011). Los adenovirus bovinos tienen tropismo tanto entérico como respiratorio (Murray et al., 2016).

En los rumiantes, estos virus han sido relacionados con diversas

manifestaciones de enfermedad como neumonía, enteritis, conjuntivitis, queratoconjuntivitis y “síndrome del ternero débil” (Smith, 2010, MacLachlan y

Dubovi, 2011).

3. Descripción de un nuevo agente viral involucrado en el CRB

“Virus de la influenza D (IDV)”

3.1.

Orthomyxovirus

La familia Orthomyxoviridae incluye virus con genomas compuestos por varios

segmentos (de 6 a 8, generalmente) de ARN de una hebra simple en sentido

negativo (MacLachlan y Dubovi, 2011). Los miembros más importantes dentro

de esta familia son los virus de la Influenza, que están incluidos a su vez en los

géneros designados como Influenza A, B y C. Se considera que los virus

Influenza que son patógenos para los animales pertenecen al género Influenza

A, mientras que los pertenecientes a los otros dos géneros (B y C) circulan

continuamente en las poblaciones humanas (MacLachlan y Dubovi, 2011). A su

vez, los virus pertenecientes al género Influenza A son reconocidos por causar

epidemias y pandemias en los humanos (MacLachlan y Dubovi, 2011), como ha

(17)

10

3.1.1.

Clasificación

Los virus Influenza poseen dos glicoproteínas de la envoltura que resultan claves

para su clasificación: la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N). La primera se

acopla al receptor celular y media la fusión entre la envoltura y la membrana

endosómica, mientras que la segunda tiene como función el clivaje del ácido

siálico, receptor de la hemaglutinina (Acheson, 2011). Esto último es válido para

los géneros Influenza A y B, ya que la función de la neuraminidasa en los virus

Influenza C es llevada a cabo por una hemaglutinina esterasa (Hause et al., 2013).

Otras proteínas codificadas por su genoma comprenden la proteína integral de

membrana (M2) que forma canales de iones en la envoltura viral, permitiendo la

acidificación del interior de la partícula y la disociación de los complejos

ribonucleoproteicos, la proteína de la matriz (M1), la proteína de la nucleocápside

(NP), las ARN polimerasas (PA, PB1, PB2), dos proteínas no estructurales (NS1

y NS2), y la proteína no estructural adicional (PB1-F2) (Acheson, 2011). El

interés de algunas de estas proteínas radica en el grado de conservación de las

mismas y, en consecuencia, de su uso para la construcción de árboles

genealógicos de los virus de la influenza. (Acheson, 2011, MacLachlan y Dubovi,

(18)

11

Figura 1: Diagrama esquemático del virión del virus influenza con sus proteínas (Extraído de:

Acheson, N.H., Fundamentals of Molecular Virology, 2011).

3.1.2.

Determinantes de patogenicidad

Entre los principales factores moleculares de patogenicidad de los virus de la

Influenza, se encuentra la hemaglutinina, que cumple el rol de anti-receptor viral,

es decir, se une a los receptores celulares y media la fusión de la envoltura del

virión con la membrana endosómica (Acheson, 2011). La hemaglutinina debe ser

clivada post-traducción para que el virus sea infeccioso (Mahy y Regenmortel,

2008, MacLachlan y Dubovi, 2011), lo que establece una clara relación entre este

evento y la virulencia. Las cepas aviares designadas como altamente patógenas

(HPAI virus o high-pathogenicity avian influenza virus, por sus siglas en inglés)

poseen numerosos aminoácidos básicos en el sitio de clivaje de la

hemaglutinina, por lo que este mecanismo puede ser desencadenado por

cualquier endopeptidasa ubicua en el aparato de Golgi, lo que amplía el rango

de tipos celulares capaces de producir partículas virales infecciosas (Mahy y

Regenmortel, 2008, Acheson, 2011, MacLachlan y Dubovi, 2011). En contraste,

(19)

12

clivaje, por lo cual su capacidad de producir descendencia virulenta se ve

reducida a aquellas células que poseen proteasas capaces de clivar la arginina.

Otro factor molecular de patogenicidad es la proteína NS1, que actúa como un

antagonista o bloqueador de la producción de interferón por parte de las células

infectadas, interfiriendo tanto con la producción de Interferón beta, como con la

activación de genes inducidos por interferón requeridos para establecer el estado

antiviral (Mahy y Regenmortel, 2008). Las proteínas NS1 de diferentes virus de

la influenza parecieran tener diferentes capacidades de anular al sistema de

producción de interferón, lo que afecta a su vez la patogenicidad de las distintas

cepas virales. De esta manera, los virus de la influenza contrarrestan las

defensas antivirales innatas del hospedador, aunque se desconoce a ciencia

cierta cuál es el mecanismo por el cual dicha proteína produce este bloqueo

(Mahy y Regenmortel, 2008, MacLachlan y Dubovi, 2011).

La proteína PB1-F2 también interferiría con mecanismos de este último tipo,

induciendo un aumento de la apoptosis de las células de la inmunidad del

hospedador que responden a la infección por el virus de la influenza (Acheson,

2011).

3.2.

Identificación y aislamiento de un virus de la Influenza

C en cerdos

Los primeros indicios científicos de este nuevo género de virus de influenza

datan de abril del año 2011, cuando fueron remitidas a Newport Laboratories

(Worthington Minnesota, USA), muestras nasales de un cerdo de 15 semanas

con signos de enfermedad semejantes a los de la influenza, para aislamiento

viral (Hause et al., 2013). Las muestras originales y las obtenidas a partir de los

pasajes en diversos cultivos celulares resultaron negativas a la rt-RT-PCR para

virus Influenza A. Sin embargo, las mismas muestras inoculadas en cultivos de

células testiculares de cerdo mostraron efectos citopáticos característicos de

(20)

13

El secuenciamiento del genoma demostró una modesta homología (53%) con

los virus del género Influenza C (ICV), y por ende fue provisionalmente

designado como C/Swine/Oklahoma/1334/2011 (C/Ok) (Hause et al., 2013, 2014), y considerado como una nueva variante o subtipo de ICV (Hause et al.,

2013). Los fundamentos para esta clasificación provisoria fueron, entre otros, el

grado de relación de PB1, la proteína más conservada en los virus de la influenza

y que se usa para evaluar relaciones evolutivas entre los mismos (Acheson,

2011). Las características de esta proteína relacionan este aislamiento con los

virus de la gripe tipo C (Hause et al., 2013). También se consideraron la organización de su genoma (7 segmentos ARN) y las similitudes entre las

regiones codificantes y no codificantes (Hause et al., 2014).

En contrapartida a esto, existen otras características, propiedades o cualidades

del aislamiento de C/Ok que lo alejan de la clasificación dentro de los virus de la

influenza C y lo posicionan como un subtipo nuevo de los mismos. Las relaciones

evolutivas que se pudieron establecer al analizar las características de otras

proteínas de los virus de la influenza (como por ejemplo PB2, HE/HA, NS1, NP

y M, entre otras), marcaban una divergencia filogenética similar a la existente

entre los virus de la Influenza A y B (Hause et al., 2013, 2014).

También existen diferencias de tropismo celular, en las cuales C/Ok demuestra

tener un tropismo in vitro más amplio que otros ICV humanos, y carece de restricción de temperatura de replicación (Hause et al., 2013).

Mediante la prueba de “reordenamiento genético in vitro”, llevada a cabo para

dilucidar si este nuevo virus C/Ok utiliza el reordenamiento como potencial

mecanismo de evolución viral y la producción de nuevas variantes antigénicas

(interesante desde el punto de vista de la salud pública), permitió entender

también el estado taxonómico de C/Ok, ya que, por definición, todos los

miembros de un género de los virus de la Influenza pueden reordenarse entre sí

y generar una progenie viable (Mahy y Regenmortel, 2008, Acheson, 2011,

MacLachlan y Dubovi, 2011). En esta prueba, los representantes del género ICV humanos se reordenaron entre sí, y los ICV “animales” (C/Ok y los otros “C/Ok-like” aislados de bovinos con enfermedad respiratoria) también se reordenaron

(21)

14

reordenamientos entre los ICV humanos y los “ICV animales” serían incapaces

de generar progenie o descendencia viable. Los resultados de esta prueba

fueron la primera “evidencia funcional” de que este nuevo grupo de virus es

genéticamente distinto de los ICVs humanos típicos y que representa un nuevo

género de los virus de la Influenza dentro de la familia Orthomyxoviridae (Hause

et al., 2014).

En cuanto a las reacciones cruzadas de anticuerpos, mediante la prueba de

inmunodifusión en gel de agar, que normalmente se utiliza para diferenciar

serológicamente los géneros de los virus de la Influenza (Acheson, 2011), no se

detectaron reacciones cruzadas de anticuerpos policlonales entre C/Ok y

C/Taylor (ICV humano de referencia), (Hause et al., 2014), de manera similar a

lo que se observó en la comparación con IAV e IBV.

En definitiva, son estas incongruencias las que sugerirían que C/Ok es una cepa

representativa de un nuevo género de los virus de la Influenza en la familia

Orthomyxoviridae.

Aunque las similitudes que mantiene con los ICVs son escasas, el análisis de relación filogenética sugiere que este nuevo posible “IDV” diverge de los ICVs

luego de la divergencia de IAV e IBV (Hause et al., 2014), con una relación de

divergencia similar a la que existe entre estos últimos dos géneros (Hause et al.,

(22)

15

Figura 2: Arboles filogenéticos de los 7 segmentos de los virus C/Ok bovinos (Extraído de: Hause

et al., 2014)

3.3.

Posibles hospedadores naturales y reservorios

Como se mencionó previamente, el “C/Ok” fue aislado en primera instancia de

un cerdo con síntomas de enfermedad similar a la influenza (Hause et al., 2013).

A su vez, los primeros modelos de infección en hurones y conejillos de indias

demostraban la posibilidad de transmisión del C/Ok a los humanos, dado que

son estos pequeños mamíferos los utilizados convencionalmente como modelos

de infección de los virus de la Influenza en humanos (Hause et al., 2013). Los

mismos revelaron también que el IDV infecta y replica en el tracto respiratorio

superior e inferior, y es capaz de ser transmitido a contactos cercanos (White et

al., 2016). También, se hipotetiza que la estructura de la proteína de unión al receptor celular del IDV es similar a la del ICV que es patógeno para los humanos

(23)

16

Estudios de vigilancia serológica/epidemiológica llevados a cabo en poblaciones

humanas y porcinas (316 y 220 sueros, respectivamente) demostraron bajos

títulos de anticuerpos para C/Ok en los sueros humanos, y a su vez se obtuvo

evidencia de la circulación del virus C/Ok en poblaciones porcinas (Hause et al.,

2013). Sin embargo, los bajos títulos y las bajas prevalencias sugirieron además,

que el virus tendría otro hospedador principal en el medio ambiente (Hause et al., 2013, 2014; Collin et al., 2014).

Es entonces cuando el hallazgo de títulos de anticuerpos más representativos,

una mayor distribución y una aún mayor facilidad de aislamiento del virus C/Ok

se ponen en descubierto cuando se analizan sueros bovinos (Hause et al., 2014,

Collin et al., 2014, Luo et al., 2017).

En USA, un porcentaje relativamente alto de muestras del aparato respiratorio

de bovinos con enfermedad respiratoria manifiesta resultaron positivas a un virus

similar al C/Ok mediante rt-RT-PCR (Hause et al., 2014). Un estudio serológico de C/Ok mostró una alta prevalencia del virus, o “virus-like” en rodeos bovinos

de USA. En este estudio se enfrentaron sueros provenientes de 8 rebaños

(11-27 animales cada uno) de 5 estados diferentes, y diferentes condiciones

productivas, contra C/Ok y C/660 Ag (virus similar al C/Ok), y donde, con

excepción de un rodeo, todos tuvieron títulos elevados de anticuerpos (mayores

a 40) para ambos virus (Hause et al., 2014, Collin et al., 2014). Los porcentajes

de animales positivos y la magnitud de los títulos fueron similares a los valores

que se observan para el IAV en las aves acuáticas, reservorios naturales de la

enfermedad en el medio ambiente, lo que hace pensar en los bovinos como

reservorio natural para el IDV (Hause et al., 2014).

Estudios retrospectivos de archivos de sueros bovinos colectados en el estado

de Nebraska (USA), en rodeos de cría entre 2003/2004 y 2014 en busca de

anticuerpos contra IDV demostraron que las 40 granjas seleccionadas al azar

contenían adultos seropositivos y que aproximadamente 98% de los recién

nacidos tenían altos niveles de anticuerpos maternos contra IDV (Luo et al., 2017), lo que sugiere que el ganado de Nebraska está expuesto al IDV al menos

desde 2003. Resultados similares se obtuvieron en un estudio con sueros

(24)

17

prevalente en algunos rodeos de cría, con exposiciones desde, al menos 2004,

y altos niveles de anticuerpos maternos (94% positivos a IDV) en terneros 24-36

horas post-nacimiento (Ferguson et al., 2015).

En lo que respecta a otros animales de granja, existen evidencias obtenidas a

partir de estudios serológicos en pequeños rumiantes (cabras/ovejas) y aves de

granja (gallinas/pavos). En uno de los mismos, 648 muestras de suero de

cabras/ovejas y 250 de gallinas y pavos de 141 y 25 granjas de pequeños

rumiantes y producción avícola, respectivamente, de diferentes áreas

geográficas de USA, se analizaron mediante inhibición de la hemaglutinación

(IHA) y seroneutralización (Quast et al., 2015). Los resultados de este análisis

revelaron que los pequeños rumiantes son susceptibles a la infección con IDV, y

que existe evidencia serológica de la presencia del virus en cabras y ovejas de

USA por lo menos desde 2002 (Quast et al., 2015).

Llamativamente, en el estudio de Quast et al. en 2015, todos los sueros de granjas de producción avícola resultaron negativos a IDV.

Con respecto a los humanos, como se mencionó previamente, los títulos de

anticuerpos para IDV son bajos. Se estima que la seroprevalencia de IDV en la

población humana en general es del 1,3% (White et al., 2016).

Aunque no existe información concluyente y los resultados son preliminares, un

estudio serológico utilizando la prueba de IHA demostró que en un estado de

USA, en personas con contacto ocupacional con el ganado, es decir,

trabajadores de la hacienda, existe una prevalencia de 91% (White et al., 2016),

lo que confirma que los mismos tuvieron un riesgo de exposición mayor al IDV y

que este último podría ser un patógeno emergente en trabajadores rurales,

teniendo en cuenta otros aportes de la bibliografía.

El análisis filogenético también evidencia que existen dos linajes distintos de IDV

co-circulando en el ganado bovino de USA (Collin et al., 2014), y en pequeños

rumiantes como cabras y ovejas (Quast et al., 2015), y que sufren reordenamiento frecuentemente. Entonces, al igual que ICV, IDV consiste en un

solo subtipo con linajes co-circulantes. IDV es endémico en el ganado bovino,

así como ICV lo es en los humanos, aunque ambos sean capaces de infectar

(25)

18

Recientemente, tres cepas del IDV fueron aisladas en bovinos en China con un

grado de homología del 95 al 99 % con respecto a las encontradas en USA

(Collin et al., 2014). También en Francia se aislaron cepas homólogas a las de

USA (Ducatez et al., 2015), lo que sugiere o hace pensar en una distribución mundial del IDV, como así también pareciera que existe un origen común de

todas estas cepas o variantes encontradas en los distintos países (Collin et al.,

2014, Ducatez et al., 2015)

Entonces, desde que fue identificado en 2011, el IDV fue aislado de ganado

bovino y/o porcino en USA, China, Francia, Italia y Japón, y la evidencia

serológica sugiere que además puede afectar a pequeños rumiantes, tales como

cabras y ovejas (Hause et al., 2013, 2014, Collin et al., 2014, Ducatez et al., 2015, Ferguson et al., 2015, Quast et al., 2015, Luo et al., 2017).

3.4.

IDV y enfermedad respiratoria en el bovino.

A raíz de la información presentada que postula al ganado bovino como principal

hospedador natural de este nuevo género de virus de la influenza, IDV (Hause

et al., 2014, Collin et al., 2014, Ferguson et al., 2015), y de la importancia económica de la enfermedad respiratoria en los bovinos, surgen las siguientes

preguntas: ¿Es el IDV participe en la ERB o CRB? Y de ser así, ¿Qué rol ocupa

en el mismo?

Un análisis de secuenciamiento metagenómico demostró que el IDV es uno de

los agentes virales más comúnmente identificados en terneros lecheros del

estado de California diagnosticados con ERB (Ferguson et al., 2015), sugiriendo

una posible correlación entre IDV y ERB.

El IDV es comúnmente detectado en muestras de animales con ERB, y la

incidencia del mismo resulta ser similar a la de otros patógenos reconocidos que

(26)

19

La presencia de linajes co-circulando reafirma la idea de que IDV es endémico en el ganado bovino y que estos virus sufren “reordenamiento” frecuentemente.

Las diferencias antigénicas observadas entre las cepas pueden llegar a ser de

importancia si el rol del IDV como patógeno en la ERB se confirmara (Collin et

al., 2014).

Tanto el IDV como el coronavirus bovino (BoCV) usarían el mismo receptor para

unirse a las células del hospedador, y ya se ha demostrado en estudios

anteriores que la acetilesterasa del BoCV, la cual está involucrada en la remoción

de receptores para facilitar la liberación de la progenie viran, también remueve

receptores del ICV. Teniendo el IDV mayor tropismo celular que el ICV, podría

existir una sinergia entre IDV-BoCV (Collin et al., 2014) que influya en la presentación de la enfermedad respiratoria.

En cuanto a la patogenia del IDV, Ferguson et al. (2016) demostraron que el virus puede infectar al ganado y puede transmitirse eficientemente por contacto

directo. Si bien la enfermedad resultante no es grave, los animales infectados

muestran signos de enfermedad respiratoria e inflamación del tracto respiratorio.

En terneros seronegativos, la infección con IDV indujo una reducción leve,

multifocal, del epitelio traqueal e infiltración neutrofílica (Ferguson et al., 2016).

Esto resulta interesante, ya que los neutrófilos son importantes para guiar a las

células TCD8+ específicas de influenza en las vías respiratorias. En general el

IDV replica en cornetes nasales del ganado bovino y otros modelos animales,

como cerdos, hurones y conejillos de indias infectados, y puede ser detectado

en lavados nasales. Además, es posible su transmisión por contacto directo entre

miembros de la misma especie (Ferguson et al., 2016). Algunos estudios sugieren que es posible detectar el genoma de IDV en pulmón mediante el uso

de RT-PCR, pero en muchos de ellos no se detecta antígeno vía

inmuno-histo-química (IHQ) y no existe evidencia de patología pulmonar severa (Ferguson et

al., 2016), sugiriendo que el IDV se caracteriza por ser una infección del tracto respiratorio superior.

Si bien se encontraron diferencias con respecto a la carga viral y distribución

entre los distintos modelos animales (Ferguson et al., 2016), esto podría deberse

(27)

20

recordando que el modelamiento estructural del mismo sugiere que, de manera

similar al ICV, se uniría al ácido 9-0-acetil siálico (Hause et al., 2013).

Con respecto a la relación que se puede establecer entre los hallazgos de

vigilancia epidemiológica que asocian a IDV con la enfermedad respiratoria en el

campo, que indican que el IDV estaría ampliamente distribuido en los rodeos

bovinos de diferentes estados de USA (Ferguson et al., 2015, Luo et al., 2017) y

la patogenia viral, surge una controversia, ya que en los terneros infectados

experimentalmente la enfermedad se caracterizó por presentar síntomas leves,

y, consistentemente, el daño epitelial fue mínimo (Ferguson et al., 2016). Por lo

tanto, se hipotetiza que el daño leve inducido por IDV en estos terneros

infectados experimentalmente podría ocasionar inflamación y otras alteraciones

ya descriptas (Ferguson et al., 2016), que podrían facilitar las co-infecciones con

otros patógenos bovinos. El IDV formaría parte importante del CRB, pero su sola

acción no sería suficiente para causar enfermedad, teniendo en cuenta que,

como ya fue expresado previamente, se considera al BRD como una enfermedad

multifactorial, que se inicia por la acción de infecciones por patógenos virales

seguidos por colonización bacteriana secundaria del tracto respiratorio superior

e inferior. También es probable que otras condiciones como el clima, transporte

y confinamiento contribuyan a una presentación más severa en el campo

(Ferguson et al., 2016), cuando se las compara con las infecciones experimentales.

En resumen, lo que hasta ahora podemos aseverar, con respecto a la patogenia

y transmisión, es que el IDV puede causar lesiones del tracto respiratorio

superior y enfermedad respiratoria leve en el ganado, y que puede ser

transmitido efectivamente entre los bovinos por contacto directo y probablemente

indirectamente por aerosoles y fómites, aunque no se demostró la transmisión a

(28)

21

4. Impacto productivo del CRB en la producción de bovinos de

carne y leche

No existe demasiada información disponible en la bibliografía acerca de los

efectos del CRB sobre la productividad. A pesar de esto, ciertos autores aportan

datos y estudios que ayudan a entender las pérdidas productivas que sufren los

animales que padecen esta enfermedad.

Sin lugar a dudas, los principales datos sobre los efectos del CRB sobre la

producción hacen referencia a los sistemas productivos de bovinos de carne,

más precisamente en los sistemas de engorde a corral o feed-lot.

Las pérdidas en general se deben a la mortalidad, costos de tratamiento y

reducción de la productividad por animal, que en el año 2000, en Argentina, por

ejemplo, se calculaba alrededor de $ 30-32 por animal enfermo (Bagnis, 2000).

El CRB es responsable de aproximadamente 45-55% de las muertes en

feed-lots de USA (Johnson y Pendell, 2017).

Algunos de estos estudios que analizan el impacto económico del CRB combinan

el uso de datos sanitarios con puntajes asignados a las lesiones pulmonares

observadas en el matadero. Los resultados indican que la morbilidad por el CRB

y la extensión del tratamiento (es decir, animales que tienden a recibir mayor

cantidad de tratamientos porque no se curan o tienden a la cronicidad de la

enfermedad) tienen grandes consecuencias en los rasgos de performance y

carcasa medidos en matadero (Schneider et al., 2009).

Estos efectos adversos sobre los rasgos productivos están caracterizados por

ser mayormente pérdidas en la performance durante la etapa temprana de

alimentación luego del ingreso al feed-lot (Schneider et al., 2009), aunque posteriormente se observa algún grado de ganancia compensatoria en el ganado

tratado que supera la enfermedad.

Existe también un aumento de costos por animal que se desprende de un

incremento en la cantidad de días que deben permanecer en el feed-lot para

(29)

22

por CRB permanecen en promedio 2,6 días más que los no tratados (Buchanan

et al., 2016).

También, los retornos netos por cabeza decrecen a medida que aumentan los

tratamientos por CRB en las fases de adaptación, terminación, y en ambas

combinadas, sumado a otra disminución de retornos significativamente altos

producto de la muerte de animales en la fase de adaptación (Brooks et al., 2009).

Como se mencionó anteriormente, a medida que el número de tratamientos

aumenta y la enfermedad tiende a la cronicidad, la performance disminuye. En

comparación con el ganado tratado, el no tratado (es decir, que nunca enfermó),

tiene más estimaciones deseables para todos los rasgos de carcasa y puntaje de marbling o “marmolado” de la carne. Además, el ganado no tratado tiene más

peso a la faena y presenta tendencia a ser más musculado, y los animales

crónicamente enfermos o tratados al menos 3 veces caen por debajo del

estándar deseado con una frecuencia cinco veces mayor (Schneider et al., 2009).

En cuanto al costo por tratamientos, un estudio de 2011 en USA demostró que

un estimativo de 21,2% del ganado de feed-lots (aproximadamente 2,29 millones

de cabezas) fue afectado por la enfermedad respiratoria. El costo directo de

tratamiento por cabeza fue de aproximadamente USD$ 24, el costo total por

tratar 2,29 millones de animales equivale a USD$ 54 millones, sin incluir las

pérdidas por producción y mortalidad (Johnson y Pendell, 2017).

Con respecto a los datos de nuestro país, el análisis de información

epidemiológica de la enfermedad recabada por el Grupo de Sanidad Animal del

INTA Balcarce indica que el costo debido a un brote de CRB en un lote de

recría/invernada es de unos 2600 kg de carne por cada cien animales (Odeón,

2015).

Existe una cierta tendencia a subestimar el CRB en el ganado lechero, producto

tal vez de la importancia de otras patologías más estudiadas en el mismo o de

otros factores que la posicionan más fuertemente como una enfermedad que

afecta principalmente al feed-lot. Pese a esto, hay información que esclarece en

(30)

23

Si tenemos en cuenta la pérdida de terneras de recría y reposición, durante el

primer mes de vida la diarrea es la principal causa de muerte, seguida de la

neumonía o enfermedad respiratoria (González Martín, 2010), y algunos autores

estipulan que, más allá de otros factores incidentes, se espera como regla

general que de cada 4 o 5 terneros con cuadros clínicos, uno de ellos muera

(Berra y Osacar, 2007). A partir del primer mes de vida, la neumonía es el

principal origen de las muertes hasta la época de recría inclusive, originando

importantísimas pérdidas económicas sobre todo en las vaquillonas, que serán

la futura reposición del tambo (Berra y Osacar, 2007, González Martín 2010).

Además, como se mencioné anteriormente, es importante destacar los costos

indirectos como consecuencia de la alteración de índices productivos,

principalmente la disminución de la ganancia de peso, la cual puede alcanzar la

pérdida de 66 g/día en el primer mes (Virtala et al., 1996). Neumonías tempranas, entre los 0 y 6 meses de edad reducen la ganancia de peso en este período

hasta en 11 kg, y afectan la ganancia en períodos posteriores (hasta 14 meses)

reduciéndolas hasta en 30 kg (Van der Fels-Klerx et al., 2002).

Todo esto, consecuentemente, causa un retraso de la ganancia de peso,

crecimiento y desarrollo a los 14 meses, atrasa la edad al primer servicio 3 o más

meses (Van der Fels-Klerx et al., 2002) por lo cual la edad al primer parto se

atrasa desde unos días hasta 6 meses, lo que agrava el problema de la falta de

recría y reposición del tambo (González Martín, 2010).

Estudios experimentales.

1. Hallazgos serológicos y virológicos del virus de la influenza

D

1.1.

Muestras

Para esta parte del trabajo, se analizaron muestras de tejido respiratorio y de

(31)

24

Se analizaron 258 sueros de animales de los cuales se desconoce si presentaron

o no enfermedad respiratoria asociada. Todos los sueros provenían de animales

de establecimientos ubicados en la zona de influencia de la FCV UNCPBA, y se

distribuían en categorías de la siguiente manera: 81 animales adultos (tanto

vacas lecheras como de producción de carne), 58 terneros/as, 48 vaquillonas de

producción de carne y 71 vaquillonas de producción lechera.

Para el ensayo de detección de genoma viral, se analizaron 65 muestras de

pulmón y 21 muestras de otros tejidos del aparato respiratorio (linfonódulos

bronquiales y mediastínicos y mucosa nasal) de animales que presentaron o no

enfermedad respiratoria previa. Estas muestras también provenían de animales

de establecimientos de la zona de influencia de la FCV UNCPBA.

1.2.

Lugar de trabajo

Las muestras fueron analizadas en el Laboratorio de Virología del ENVT (École

Nationale Vétérinaire Toulouse, Francia), Unidad Mixta de Investigación 1225,

Interacción Huéspedes-Agentes Patógenos, INRA (Unié Mixte de Recherche

1225 Interaction Hôtes-agents pathogènes, Institute Nationale de la Recherche

Agronomique).

1.3.

Metodología

Para los sueros bovinos, se realizó el ensayo de inhibición de la hemaglutinación

para detección de anticuerpos contra el virus de la influenza D, mientras que en

las muestras de pulmón y otros tejidos respiratorios se realizó detección de

genoma viral por medio de RT-qPCR (Reacción en cadena de la polimerasa

(32)

25

1.4.

Breve descripción bibliográfica de las técnicas y su

fundamento

1.4.1.

Ensayo de inhibición de la hemaglutinación

Los virus de la influenza aglutinan los eritrocitos mediante la interacción entre la

glicoproteína de superficie viral, la hemaglutinina (HA), y los receptores en la

superficie de los glóbulos rojos. Si las partículas virales se encuentran presentes

en cantidad suficiente, la interacción de la proteína HA con los eritrocitos formará

una red o enrejado entre estas células previniendo o evitando su asentamiento

o precipitado como un pequeño botón en el fondo del tubo o placa. La

aglutinación de los eritrocitos es la base del ensayo de hemaglutinación. Por otro

lado, el ensayo de inhibición de la hemaglutinación (IHA por sus siglas en inglés)

permite detectar la presencia de anticuerpos específicos de subtipo viral

(Pedersen, 2014).

El ensayo de inhibición de la hemaglutinación (IHA) es un procedimiento clásico

de laboratorio para la clasificación o sub-tipificación de los virus hemaglutinantes.

Para los virus de la influenza, la IHA se utiliza para identificar el subtipo de HA

de un aislamiento desconocido, o la especificidad de los anticuerpos contra un

subtipo determinado de HA. El test IHA es un procedimiento relativamente rápido

y poco costoso que utiliza equipamiento estándar de laboratorio (Acheson, 2011,

(33)

26

Figura 3: Representación esquemática de los pasos del test IHA. (1) Incubación de virus y suero;

(2) los anticuerpos presentes se unen al virus; (3) Adición de glóbulos rojos; (4) Los anticuerpos

bloquean al virus e impiden su unión a los glóbulos rojos. (Extraído de: Spackman, E., Animal

Influenza Virus, 2014).

1.4.2.

Detección de genoma viral mediante RT-qPCR

La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es una reacción enzimática in

vitro que amplifica millones de veces una secuencia específica de ADN durante

varios ciclos repetitivos en los que la secuencia blanco es copiada fielmente.

Para ello, la reacción aprovecha la actividad de la enzima ADN polimerasa que

tiene la capacidad de sintetizar ADN naturalmente en las células. En la reacción,

si se usa como sustrato ADN genómico, hablamos típicamente de una PCR, pero

si en cambio se usa ADN complementario (ADNc) proveniente del ARN, se le

conoce como RT-PCR (Reverse transcription-PCR, por sus siglas en inglés).

Esta conversión se logra mediante una reacción conocida como transcripción

reversa, ejecutada por la enzima transcriptasa reversa, capaz de sintetizar ADNc

a partir de una molécula de ARN. La transcriptasa reversa que se utiliza en esta

técnica proviene de los retrovirus, que utilizan esta enzima para sintetizar ADN

(34)

27

La reacción de PCR “real time” o “en tiempo real” hace referencia a la capacidad

de esta técnica para detectar y simultáneamente cuantificar las secuencias

específicas de ácidos nucleicos en cada ciclo de la reacción mediante el uso de

reporteros fluorescentes. La fluorescencia emitida en cada ciclo se grafica en la

curva de amplificación. Esto permite analizar y cuantificar el producto de

amplificación obtenido en cada ciclo (Tamay de Dios et al. 2013).

1.5.

Materiales y métodos

1.5.1.

Ensayo de inhibición de

la hemaglutinación

El virus de referencia utilizado para la prueba fue el IDV/Nebraska, y las muestras

se procesaron y analizaron bajo el siguiente protocolo:

Tratamiento con RDE (receptor destroying enzyme), para la eliminación de

inhibidores no específicos de la hemaglutinación.

Reconstitución del RDE.

Dilución ¼ del suero (50 ul suero + 150 ul RDE).

Incubación durante toda la noche a 37°C.

Inactivación a 56°C durante 30 min.

Dilución final de los sueros: adición de 300 ul de PBS a cada suero (dilución final

1/10).

Hemadsorción para inhibición de aglutininas específicas: a cada muestra se le

agregan 5 a 20 ul de glóbulos rojos y se incuban a 4°C durante al menos una

hora, en agitación. Luego se centrifuga y trasvasa el suero.

IHA: Previo a la realización de la prueba debe titularse el antisuero viral de

referencia a 8 UHA/50ul y preparar los glóbulos rojos al 1%. Para la prueba, se

(35)

28

Colocar 25ul de PBS en todos los pocillos de la placa, excepto la primera línea.

Colocar 50ul de suero en la primera línea de la placa.

Realizar la dilución ½ vertical de los sueros (de 1:10 a 1:640)

Adición de 25ul de antisuero viral a todos los pocillos.

Incubar a temperatura ambiente por 30 minutos.

Adición de 50ul de glóbulos rojos en todos los pocillos.

Incubar a 4°C por 40 minutos.

Lectura de las placas.

Los títulos de anticuerpos se expresaron como media geométrica (GMT).

1.5.2.

Ensayo de detección de genoma viral por

RT-qPCR

El ARN viral a partir de las muestras de tejido se obtuvo mediante el uso de un

kit comercial (QIAmp Viral RNA, Quiagen, USA).

Se procedió a la qPCR utilizando un kit comercial (QuantiNova Probe

RT-PCR, Quiagen, USA), siguiendo las instrucciones del elaborador.

1.6.

Resultados

1.6.1.

Ensayo de inhibición de la hemaglutinación

Se consideró suero positivo a aquel con un título de anticuerpos igual o superior a 20 (límite inferior o “cutoff”).

El 50,3% (130 de 258) de los sueros presentó títulos de anticuerpos igual o

(36)

29

adultos y los terneros fueron las categorías con mayor porcentaje de títulos de

anticuerpos, siendo el 68% (55 de 81) y el 55% (32 de 58) de los animales

positivos para cada grupo, respectivamente. Ambos grupos superaron la media

general del título de anticuerpos (título medio IHA=30,25). En cuanto a las

categorías de vaquillonas, un 45% (32 de 71) de las muestras de hembras de

producción lechera superaron los títulos de 20, mientras que las vaquillonas

productoras de carne lo hicieron en un 23% (11 de 48), presentando el porcentaje

más bajo de las 4 categorías (Tabla 1 y Figura 4).

1.6.2.

Ensayo de detección de genoma viral por

RT-qPCR

No se detectó la presencia del genoma de IDV en ninguna de las muestras de

animales con o sin enfermedad respiratoria manifiesta analizados mediante

RT-qPCR.

1.7.

Discusión y conclusión

En lo que respecta a los análisis de los sueros bovinos, los títulos encontrados

confirman la presencia de animales seropositivos en rodeos de la Argentina, más

específicamente en la zona de influencia de la FCV UNCPBA. Si bien los

porcentajes de títulos no son tan altos como los encontrados en la bibliografía

(principalmente las publicaciones de rodeos provenientes de USA), este estudio

permite confirmar que los animales adultos y los terneros jóvenes son las

categorías en las que se encuentra la mayor proporción de animales con

anticuerpos anti-IDV, consistentemente con lo que indica la bibliografía de

referencia (Collin et al., 2014; Ferguson et al., 2015; Luo et al., 2017). También

es importante destacar que aunque las categorías de vaquillonas presentan

porcentajes de seropositividad inferiores, incluso a la media del estudio,

igualmente existen animales seropositivos en este grupo. Los hallazgos

serológicos evidencian que estos animales estuvieron en contacto con el IDV,

independientemente de si presentaron o no signos de enfermedad respiratoria

(37)

feed-30

lot, la producción intensiva en la cual el CRB se presenta con mayor frecuencia,

por lo cual los estudios posteriores que involucren a esta categoría de animales

podrían aportar información más concluyente.

Un estudio seroepidemiológico en bovinos del norte y oeste de África también

reveló que los títulos de anticuerpos eran bajos, con medias geométricas de los

títulos de IHA que variaban entre 13 y 42 (Salem et al., 2017). Un estudio similar

en bovinos de Japón demostró que un promedio del 30,5% de los bovinos

muestreados presentaba anticuerpos anti-IDV con títulos superiores a 40, con

variaciones en los porcentajes entre 13,5% y 50%, dependiendo de la región

geográfica. También observaron un aumento en el porcentaje de seropositividad

en animales adultos (Horimoto et al., 2016).

Un factor que debe considerarse es que la cepa de referencia utilizada en el

estudio de IHA puede ser en cierto gado divergente de las cepas circulantes en

nuestro país y por lo tanto estos resultados pueden subestimar la prevalencia

real de circulación del IDV en los rodeos argentinos.

El IDV es un patógeno que causa principalmente infecciones en el aparato

respiratorio superior, por lo cual el hecho de no haber detectado el genoma viral

en las muestras de pulmón no resulta alarmante y es consistente con lo

encontrado en la bibliografía. También, debe considerarse que no todas las

muestras de pulmón provienen de animales que presentaron enfermedad

respiratoria. Por otro lado, si bien se analizaron mediante la misma técnica

muestras de tejidos del aparato respiratorio superior (mucosa nasal), las mismas

son pocas, por lo cual pueden no ser representativas con respecto al total de

muestras analizadas. Flynn et al. (2018) analizaron 320 muestras de secreciones

nasales mediante RT-qPCR y detectaron el genoma del IDV en 18 (5,6%)

hisopados, 7 de los cuales correspondían a terneros, lo cual también demuestra

que a pesar del escaso número de muestras positivas, las muestras de tracto

respiratorio superior son de elección para la identificación de IDV. Del mismo

modo, Zhai et al. (2017) detectaron el genoma del IDV en 12,8% de hisopados

nasales de vacas Holstein provenientes de tres regiones distintas de China,

(38)

31

Tabla 1: Media geométrica (GMT) de los títulos de anticuerpos IDV en los sueros analizados.

(GMT: Media geométrica; %pos: Porcentaje de sueros positivos).

(39)

32

Bibliografía:

-Acheson, N.H. (2011). Influenza Viruses, pp 210-215. In: Acheson, N.H. (Ed),

Fundamentals of Molecular Virology, Second Edition, Wiley editions.

-Andrews, A.H. (2004). Respiratory diseases (Growing cattle), pp 286-292. In:

Andrews, A.H. (Ed), Bovine Medicine, diseases and husbandry of cattle, second

edition. Blackwell Science, UK.

-Bagnis, G. (2000). Infecciones virales respiratorias producidas por el virus

sincitial respiratorio bovino (BRSV) y el virus parainfluenza 3 bovino (BoPI3V).

Jornada sobre enfermedades emergentes del bovino, F.A.V., UNRC, Río Cuarto.

Disponible en el URL: http://www.produccion-animal.com.ar/ (Consulta:

23/10/17).

-Berra, G. y Osacar, G. (2007). Producir XXI, Bs. As., 15,52-55. Disponible en el URL: http://www.produccion-animal.com.ar/ (Consulta: 25/10/17).

-Brooks, K.R.; Curry Rapper, K.; Ward, C.E.; Holland, B.P.; Krebihel, C.R.; Step,

D.G. (2009). Economic Effects of Bovine Respiratory Disease on Feedlot Cattle

during Backgrounding and Finishing Phases. Southern Agricultural Economics

Association, 2009 Annual Meeting, January 31-February 3, 2009, Atlanta,

Georgia. 27. DOI: 10.15232/S1080-7446(15)30474-5.

-Buchanan, J.W.; MacNeill, M.D.; Raymond, R.C.; McClain, A.R.; Van

Eenenannm A.L. (2016). Variance component estimates for Charolais-Sired fed

cattle and relative economic impact of bovine respiratory disease. J. Anim. Sci.

2016.94:5456-5460. DOI: 10.2527/jas2016-1001.

-Carbonero, A.; Maldonado, A.; Perea, A.; García-Bocanegra, I.; Borge, C.;

Torralbo, A.; Arenas-Montes, A.; Arenas-Casas, A. (2011). Factores de riesgo

del síndrome respiratorio bovino en terneros lactantes de Argentina. Arch.

Zootec. 60, 41-51.

-Casella, A. (2005). Neumonía, enfermedad respiratoria bovina. Informe técnico

1 y 2, Elanco Animal Health. Disponible en el URL:

(40)

33

-Caswell, J.L.; Kurt, J.W. (2016). Infectious respiratory diseases of cattle (viral

diseases), pp 537-538; 542. In: Grant Maxie, M. (Ed), Jubb, Kennedy and Palmer’s Pathology of Domestic Animals, Sixth Edition, Volume 2, Elsevier

Science.

-Collin, E.A.; Sheng, Z.; Lang, Y.; Ma, W.; Hause, B.M.; Li, F. (2014).

Cocirculation of two distinct genetic and antigenic lineages of proposed influenza

D virus in cattle. J Virol 89, 1036-1042. DOI: http://dx.doi.org/10.1128/JVI.02718-14

-Ducatez M.; Pelletier, C.; Meyer, G. (2015). Influenza D virus in cattle, France,

2011-2014. Emerging Infectious Diseases, 21, 368-371. DOI:

http://dx.doi.org/103201/eid2102.14-1449

-Ferella, A.; Perez Aguirreburualde, M.S.; Margineda, C.; Aznar, N.;

Sammarruco, A.; Dus Santos, M.J.; Mozgovoj, M. (2017). Bovine respiratory

sincitial virus seroprevalence and risk factors in feedlot cattle from Cordoba and

Santa Fe, Argentina. Rev. Arg. Microbiol. DOI:

http://dx.doi.org/10.1016/j.ram.2017.07.004

-Ferguson, L.; Eckard, L.; Epperson, W.B.; Long, L.P.; Smith, D.; Huston, C.;

Genova, S.; Webby, R.; Wan, X.F. (2015). Influenza D virus infection in

Mississippi beef cattle. Virology 486, 28-34. DOI:

http://dx.doi.org/10.1016/j.virol.2015.08.030

-Ferguson, L.; Olivier, A.K.; Genova, S.; Epperson, W.B.; Smith, D.R.; Schneider,

L.; Barton, K.; McCuan, K.; Webby, R.J.; Wan, X.F.(2016). Pathogenesis of

Influenza D Virus in Cattle. Journal of Virology. 90. DOI: JVI.03122-15.

10.1128/JVI.03122-15.

-Flynn, O.; Gallagher, C.; Mooney, J.; Irvine, C.; Ducatez, M.; Hause, B.;

McGrath, G.; Ryan, E. (2018). Influenza D virus in cattle, Ireland. Emerging

Infectious Diseases, 24, 389-391. DOI: http://doi.org/10.3201/eid2402.170759 -González Martin, J.V. (2010). El síndrome respiratorio bovino en la recría del

ganado lechero. PV Albeitar. 133, 24-25. Disponible en el URL:

Referencias

Documento similar

a) Asumir responsablemente sus deberes, conocer y ejercer sus derechos en el respeto a los demás, practicar la tolerancia, la cooperación y la solidaridad entre las

Reflexionando sobre el tema se me ocurren algunos problemas ligados con la cuestión. Uno es el de si el fundador puede reservarse para sí o conceder a un tercero ajeno a la fundación

También hemos visto como la principal característica de este proceso de racialización es que se hace presente en los libros de texto de una forma dialéctica, al pretender

La vida real, no obstante, proporciona la certidumbre de que, en multitud de ocasiones, el interés de cada uno se satisface con el concurso propio y de otro u otros portadores

Se puede obtener el texto de toda la hoja (OK en IE), de una regla (OK en el resto) o de las propiedades de una regla (OK en

si recibe información sobre su ejecución; el profesor debe buscar estrategias para corregir a todos los alumnos. • RUIZ PÉREZ, (1994): Objetivos

En los tiempos

Estos resultados obtenidos en la Batería MABC nos ha mostrado como en las edades más iniciales (4-6 años) no se hallaron diferencias entre los niños y las niñas, siendo a partir