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CONQUISTADORES MAESTRO

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Academic year: 2021

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Presidente

Marco T. Calderón

Escritores de la serie infantil

Duanys López

Escritores de la serie juvenil

Fernando Rojas

J.D. Rivera Tormos Vilma Moncada

Escritores de la serie de adulto

Hiram Almirudis, D. Min Wilfredo Calderón, D. Min.

Eliseo Rodríguez Matos

Revisión y corrección

José Sifonte

Ana C. González

Diagramación y diseño

Adriana Capinel Ana María Ulloa

Curriculum

Ruby Calderón

Distribución y ventas

Niurka Ávalos Débora Calderón Francisco Moncada Mónica Veranes Orlando Lorenzo Alvaro Hernández Luis Rodríguez

SENDA DE VIDA PUBLISHERS, CO.

P.O. Box 559055 Miami, Florida 33255 USA Tels. 1-800-336-2626 / 305-262-2627 E-mail: info@sendadevida.com / www.sendadevida.com

©2018-II Todos los derechos reservados ISBN 1928686-31-6

Ninguna parte de este material podrá reproducirse electrónica o convencionalmente sin la debida autorización de los editores.

A menos que se indique lo contrario todas las citas bíblicas han sido tomadas de la versión Reina Valera 1960. Para las versiones bilingües usamos

New King James version.

ITEM 15008

CONQUISTADORES MAESTRO

Primarios de 9-11 años

2018 - II

SERIE 119-120

Unidad I: El pueblo de Dios

Estudio 1. Dios organiza a su pueblo ... 4

Estudio 2. Moisés le habla al pueblo ... 6

Estudio 3. Dios marcha al frente de su pueblo ... 8

Estudio 4. El arca de Dios es devuelta ... 10

Estudio 5. David, un verdadero adorador ... 12

Estudio 6. La burra que habló ... 14

Unidad II: Profetas de Dios Estudio 7. ¡Quiero tu viña! ... 16

Estudio 8. Eliseo toma el manto de Elías ... 18

Estudio 9. Veneno en la olla ... 20

Estudio 10. El ejército invisible ... 22

Estudio 11. ¡No te rindas!... 24

Estudio 12. Micaías dice la verdad ... 26

Estudio 13. Dios purifica a Isaías ... 28

Unidad III: Creyeron en las promesas de Dios Estudio 14. Un viaje con rumbo desconocido ... 30

Estudio 15. Rebeca le da de beber a los camellos ... 32

Estudio 16. Doce espías de Canaán ... 34

Estudio 17. Rahab esconde a los espías ... 36

Estudio 18. La mano que escribió en el muro ... 38

Estudio 19. Dios responde la oración de Daniel ... 40

Unidad IV: ¿Qué pide Dios de ti? Estudio 20. El ángel de Dios protege a Ezequías ... 42

Estudio 21. Jeremías es rescatado del pozo ... 44

Estudio 22. Lo que Dios quiere de ti ... 46

Estudio 23. Jesús camina sobre el mar ... 48

Estudio 24. Una pregunta para los discípulos ... 50

Estudio 25. Lo más importante es el amor ... 52

Estudio 26. Apolos aprende acerca de Jesús ... 54

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Inicio: Reciba a los niños con alegría y una sonrisa en su rostro.

Interésese por los que asisten por primera vez. Pregunte su nombre, dele la bienvenida, muéstrele el lugar donde puede ubicarse; haga todo lo posible para que se sienta cómodo en la clase. Un ambiente confiable es fundamental para la formación del niño.

Oración: Inicie con una oración para encomendar a Dios las actividades que realizará, también le servirá de señal de inicio para los participantes.

Esta oración incluirá: adoración, agradecimiento y petición para que Dios tenga el control de la clase y su respectiva bendición. Motive a los niños a orar de una manera sencilla, no con oraciones aprendidas;

sino con sus propias palabras, así aprenderán a conversar con Dios de una manera natural. Use el lenguaje de los niños cuando dirija la oración.

Adoración: Los cantos y la ofrenda son parte esencial de la clase porque por medio de ellos le enseñamos a los niños a adorar a Dios.

Cantos: Los cantos expresarán reverencia al Señor y dispondrá el corazón para los demás conocimientos que irán incorporando.

Seleccione con anticipación los que van a entonar. Para animarlos a participar use pistas, videos, láminas o incluya acciones y movimientos.

En algunas ocasiones los niños podrán usar instrumentos como panderetas, triángulos… Cada vez que se presente oportunidad invite a alguien que ejecute un instrumento para que le ayude a dirigir este tiempo.

Ofrenda: Le sugerimos que tenga un recipiente especial para que los niños depositen su ofrenda al llegar, pero si desea considerar este tiempo como especial, procure que sea al inicio para que no pierdan sus monedas o billetes al participar en otras actividades planificadas.

Pasar lista: Es bueno tener el control de los niños que asisten a su clase. Un cartel con los nombres le ayudará. Ellos mismos pueden

Introducción

Sugerencias para el desarrollo de cada estudio

pegar estrellitas o hacer cualquier marca donde están sus nombres.

(Senda de Vida tiene nuevos y variados modelos de carteles de asistencia).

Estudio bíblico (Presentación del estudio): Es el eje central de la clase.

Estúdielo con anticipación. Lea la base bíblica y los “Datos del pasaje bíblico”, investigue acerca de ella, busque el significado de las palabras desconocidas. Si narra la historia, hágalo con sus palabras y con la mayor creatividad posible. También puede presentarla con títeres, dramatizaciones, grabaciones… Jamás lea directamente del libro. En cada sección encontrará actividades que facilitarán la presentación de los puntos de la historia.

Actividades: Los estudios contienen actividades variadas para que el aprendizaje sea activo y efectivo. No es necesario hacerlas todas, seleccione las que crea que cubrirá el tiempo del que dispone.

Adáptelas según la cantidad de estudiantes que conforman el grupo, a la edad, al espacio, materiales con los que dispone, cultura, costumbres de su región… No improvise, siempre practique con anterioridad las actividades que desarrollará. Tenga listos los materiales que necesitará.

Puede incluir otras dinámicas que considere adecuadas.

Libro de Figuras: Forma parte de nuestro material, contiene veintiséis escenas, una para cada estudio. Desprenda la escena antes de la clase puede pegarla en la pizarra, sobre un pedazo de cartulina, recortar los personajes y mostrarlos de forma separada. Asegúrese de conocer el momento exacto en que la mostrará (no lo haga antes o los niños perderán interés en ella).

Despedida o clausura: El inicio y la despedida son importantes. Si dispone de tiempo pídale a los niños que le ayuden a recoger los juguetes y a ordenar el salón. Despídalos con una oración.

¡El ministerio infantil es maravilloso!,

porque le da al maestro la opor- tunidad de tener discípulos a los que podrá influenciar con su ejemplo y su mensaje, por eso, debe vivir lo que predica. Enseñar es un privilegio que permite guiar a los niños para que comprendan las verdades del reino de los cielos que el Señor ha revelado en su Palabra, así apreciarán cuán importantes y relevantes son estas verdades para alcanzar la salvación, amar a Jesús y vivir de acuerdo al propósito de Dios.

Pensando en esto presentamos el contenido temático del presente período que contiene veintiséis estudios distribuidos en cuatro unidades: I. El pueblo de Dios.

Hablaremos del censo que Dios le pidió a Moisés que hiciera y lo enfocaremos en el liderazgo que deben tener los padres en la familia. Incluiremos el arca de Dios y el estilo de adoración del rey David entre otros. II. Profetas de Dios. Nos enfocaremos básicamente en Elías, Eliseo, Micaías e Isaías. III. Creyeron en las promesas de Dios. Trataremos la fe de destacados personajes bíblicos como Abraham, Josué, Caleb y Daniel. IV. ¿Qué pide Dios de ti? Conoceremos lo que Dios espera de cada persona que lo ama.

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Datos sobre el pasaje bíblico para el maestro

E

l Señor había elegido un pueblo, a Israel; lo sacó de una tierra en que era esclavo, le dio mandamientos para que supiera cómo relacionarse con Él, entre familias, clanes (o casas) y tribus, y con los pueblos a los que debía conquistar. Los individuos se agru- paban en familias, estas formaban un clan, los clanes una tribu y las tribus el pueblo de Israel, sin embargo, la familia, o casa paterna, era el fundamento de la sociedad israelita, pues es en el ámbito familiar donde se prodigan el amor y la convivencia y se estructura el carácter de sus miembros para que haya instrucción, orden, límites, respeto y firmeza. Ahora, el Señor ordena hacer una lista de sus súbditos y organiza a Israel como un campamento militar, un ejército conquistador del cual Él es el comandante supremo. Moisés y Aarón deben reclutar por escuadrones a todos los varones israelitas mayores de veinte años aptos para la guerra y Dios les designa colaboradores, uno por cada tribu, para que representen a la nación como un solo cuerpo al servicio del Señor (Números 1:4). Durante la peregrinación el pueblo debe seguir el orden establecido por Dios, cada tribu en su puesto en la marcha y a la hora de acampar (Números 2:1-34).

Presentación del estudio 1. Dios le pide a Moisés que haga un censo

Pegue en la pizarra una lámina de una familia feliz. Recíbalos con amabilidad, y salúdelos llamándolos por sus apellidos: “Buenos días, López”, “¿cómo está González?”, “¡qué gusto verte, Páez!”. Tome unos minutos para charlar informalmente con ellos acerca de sus familias.

Trece meses después de salir de Egipto, tierra en la que vivieron como esclavos, los israelitas se encontraban en el desierto de Sinaí, frente al tabernáculo de reunión, cuando Dios le dijo a Moisés: “Haz un censo de todas las personas que hay en mi pueblo”. Un censo es un registro y conteo de todos los habitantes de una región. Dios quería que hubiera una lista de las personas que había en su pueblo. Uno de los propósitos era saber cuántos varones mayores de veinte años estaban disponibles para pertenecer al ejército. Para ayudar en esta tarea, escogió a un representante de cada tribu. Las tribus de Israel eran doce. A los representantes de cada tribu se les consideraba jefes o líderes y eran personas importantes en la vida familiar.

2. La organización del censo

Cuento. Léales el siguiente cuento. Rosa pronto cumpliría 12 años y sus mejores amigos, Patricia y Roberto decidieron hacerle una fiesta sorpresa. ¡Tenemos que hacer las invitaciones!, dijo Patricia. Compraremos una torta, refrescos, galletas y papas fritas.

¿Pero a quiénes invitaremos?, preguntó Roberto. A su familia, a sus primos, a sus compañeros de curso, a los amigos de su barrio, a los de la iglesia, contestó Patricia.

¿Dónde haremos la fiesta y cuánto dinero necesitamos? —dijo Roberto—¡Esto es muy complicado! Sus amigos viven en distintas partes de la ciudad y quizás no puedan venir.

Estudio 1

Unidad I: El pueblo de Dios

Dios organiza a su pueblo

Versículo para memorizar

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos (Éxodo 19:5).

Verdad central

En cada familia hay líderes escogidos por Dios para dirigirla.

Objetivos

-Explicar el censo que Moisés hizo en Israel.

-Reconocer que Dios escogió a los padres como líderes de la familia.

-Proponerse a obedecer y amar a sus padres porque fueron dados por Dios.

Materiales

Biblia, Libro Conquistadores alumnos, Libro de Figuras, lámina de una familia feliz, cartulina con los nombres de las doce tribus de Israel, cartulinas, lápices negros y de colores o marcadores.

Base bíblica

Números 1:1-19; 2:1,2

Números 1:1 Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el tabernáculo de reunión, en el día primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo:

2 Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas.

3 De veinte años arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus ejércitos.

4 Y estará con vosotros un varón de cada tribu, cada uno jefe de la casa de sus padres.

18 y reunieron a toda la congregación en el día primero del mes segundo, y fueron agrupados por familias, según las casas de sus padres, conforme a la cuenta de los nombres por cabeza, de veinte años arriba.

19 Como Jehová lo había mandado a Moisés, los contó en el desierto de Sinaí.

2:1 Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:

2 Los hijos de Israel acamparán cada uno junto a su bandera, bajo las enseñas de las casas de sus padres; alrededor del tabernáculo de reunión acamparán.

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Ambos pensaron que la idea era un fracaso. Al comentarle lo que sucedía a José, el hermano de Rosa, les respondió: Antes de organizar la fiesta deben saber: ¿Cuántas son las amigas y amigos que tiene? ¿Cuáles son del colegio, del barrio, de la iglesia…?

Así podrán clasificarlos. ¿Dónde viven? Así sabrán el lugar más cerca para todos. ¿Cuántos irán a la fiesta y qué les gusta comer?

Así sabrán qué deben comprar y cuánto dinero necesitarán — dijo José. ¡Tienes razón! —dijo Patricia— ¡Ahora sabemos que necesitamos conocer todas esas cosas! Con esos datos, podrán tomar las decisiones que necesitan y organizar más fácilmente el cumpleaños de su amiga. —dijo José. Pregunte: ¿De qué forma estos niños obtendrían esta información? ¡Muy bien por medio de un censo! Elaboren un breve cuestionario que les ayudaría a saber esta información y que medio de comunicación usarían para obtener estos datos. Dé unos minutos para esto y relaciona la actividad con el censo de la historia.

Moisés reunió a los hombres que Dios había designado y junto con Aarón, su hermano y sacerdote de Israel, organizaron todo para hacer el censo. En lugares estratégicos colocaron carpas, que harían la función de “oficinas” para recibir a las personas y registrar la tribu, la familia y la casa paterna a la que pertenecían. (Muestre la escena del censo de Israel, la cual se encuentra en el Libro de Figuras). Llegó el día de hacer el censo, los hombres de Israel hicieron fila frente a cada una de las tiendas designadas para este fin. Todos quedaron registrados, con excepción de los levitas porque ellos cumplirían la función de vigilar, guardar, levantar y cargar el tabernáculo. Dios también quería que cada familia y tribu israelita se agrupara y ubicara en un lugar específico, cuando acamparan y también cuando marcharan, con el tabernáculo al centro del campamento. El tabernáculo era el lugar en que se manifestaría la presencia del Señor, quien, a través Moisés, daría los mandatos e instrucciones que regularían la vida de la nación israelita.

3. La distribución de las familias

Escriba en una cartulina los nombres de las doce tribus de Israel y los dibujos de algunos logos que la representaba. Muéstrela cuando se le indique.

Cada grupo familiar tenía que acampar junto a la bandera del jefe de su grupo. También se desplegarían los distintos estandartes que representaban a la familia o tribu a la que pertenecían (señale en la cartulina los nombres respectivos). La tribu de Judá tenía como símbolo un león, la tribu de Rubén una cabeza humana y la de Efraín un buey. Qué importante era saber la tribu que representaban. Es como nuestros apellidos que indican la familia a la que pertenecemos.

¡El pueblo de Israel estaba contento! Dios quería que los israelitas se agruparan por familias, porque se necesita la familia para sentirnos amados y protegidos. Además, aprenderían que hay una jerarquía, un orden de autoridad, que existen privilegios y responsabilidades, y por encima de todo, el reconocimiento de que Dios es la cabeza de su pueblo.

el orden. Aprendamos a vivir en comunidad; respetemos y amemos a nuestras familias, eso cuenta con la bendición de Dios.

Actividades de aplicación

Todos se sentarán formando un círculo. Entregue a cada niño una tira de cartulina y un marcador para que escriban su apellido, lo decoren y lo peguen en la pizarra. Al lado escribirán el número de integrantes de su familia. Dé oportunidad para que los que conocen el origen de su apellido lo expliquen. (También puede indagar la historia de algunos de los apellidos más comunes y exponerlos). Pregunte:

¿Quiénes forman su familia? La familia se compone básicamente del padre, la madre y los hijos. Luego vienen los tíos, primos, abuelos.

Aclare que aquellos niños que no viven con su familia, o no la tienen, su familia está constituida por las personas con quienes ellos viven. Trate de evitar que alguno de los niños se sienta mal por no tener su familia completa o por no tenerla. Afírmelo en que Dios es su Padre y que con Él estamos completos (Salmo 27:10).

Entregue a cada niño, un banderín, cartulina, lápices negros y de colores o marcadores. Explique que, así como cada tribu tenía un símbolo que los identificaba, ellos también crearán uno que identifique a sus familias. Luego lo recortarán y pegarán en el banderín. Al terminar, dé oportunidad para que algunos voluntarios expongan sus símbolos. Indíqueles que llevarán el banderín a sus casas y explicarán su significado a todos los miembros de la familia.

Versículo para memorizar

Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos (Éxodo 19:5).

Coloque en la solapa de los niños pedacitos de cartulina de diferentes colores. Luego se agruparán los que tienen el mismo color. Explique que el color que tienen determinará su tribu o familia; por ejemplo, los de la cartulina roja, serán la tribu roja.

Explique que las familias deben memorizar el versículo y que se premiará a las tres primeras familias en las que todos sus integrantes puedan decir el versículo sin equivocarse.

Afianzamiento y repaso

Se agruparán las mismas tribus o familias que en el versículo para memorizar. Entregue a cada niño su libro Conquistadores alumnos.

Los miembros de la clase pueden marcar su texto. Tenga algunos extras para las visitas. En cada grupo habrá uno que lea y otro que explique a sus compañeros la actividad que van a realizar.

Seguirán agrupados los mismos equipos o familias. Escriba las preguntas para el repaso en papelitos y póngalas dentro de una bolsa.

Un representante de cada tribu, sacará una pregunta y cualquiera de su familia la responderá. Gana la tribu que respondan más preguntas correctamente.

Preguntas: ¿Cuál era uno de los motivos por el que Dios quería censar a su pueblo? Para saber cuántos hombres eran aptos para la guerra.

¿Y el segundo motivo? Organizar el campamento en el desierto. ¿Qué se tenía en cuenta para registrarlos? La tribu, la familia y la casa paterna a la que pertenecían. ¿Por qué era importante para los israelitas la tribu a la que pertenecían? Porque los identificaba y les daba un sentido de pertenencia. ¿Por qué Dios quiso que los israelitas se agruparan por familias? Porque para Él la familia es importante.

Aplicación

Nuestro apellido determina que pertenecemos a una familia en particular. Dios instituyó la familia y debemos sentir orgullo de la nuestra, sin importar si es pobre o rica. A todos los que integran nuestra familia, esas personas que el Señor nos ha dado, debemos amarlas y convivir con ellas en armonía, siempre contribuyendo al bien de todos.

Los padres son los líderes que Dios ha puesto para que nos amen, protejan, instruyan y formen para la vida; por eso, debemos respetarlos y obedecerlos. Todo grupo necesita una cabeza que lo dirija y vele por

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Datos sobre el pasaje bíblico para el maestro

M

oisés, después de repasar la historia del peregrinaje de Israel desde su salida de Egipto, los mandamientos, las leyes, y todas las acciones de Dios para con su pueblo, ahora, declara la petición divina de cuál debe ser la respuesta de una nación que reconoce que todos esos regalos inmerecidos son el resultado del amor del Señor. ¿Qué espera Dios, el creador de todo y amo de todo lo que existe, de aquellos a quienes en su infinita soberanía eligió para ser su pueblo? El Todopoderoso demanda acciones concretas, radicales y decisivas de cada israelita: 1) que teman:

respeto y reverencia; 2) que anden: en el camino correcto; 3) que lo amen: con todo el corazón, la mente y las fuerzas; 4) que lo sirvan: dedicando todo lo que son y tienen;

5) que guarden sus mandamientos: que vivan lo que creen (vv.12, 13); 6) y que sean aliados del Señor en la defensa de la causa del huérfano y de la viuda y amen al extran- jero. Toda la generación que se encuentra en las llanuras de Moab ha escuchado esto, su deber es obedecer y ser fiel a su Dios para gozar de los privilegios y bendiciones en la tierra prometida.

Presentación del estudio 1. La promesa de Dios

Promesas comerciales. Necesitará recortes de revistas con propagandas ilustradas o anuncios de la televisión que prometen felicidad, alegría, aceptación, popularidad (pueden ser de gaseosas, caramelos, juguetes, vacaciones, prendas de vestir…). Péguelos en la pizarra y pida a los niños que las observen. También puede presentarlas en videos, directamente de la computadora. Los chicos deben identificar qué prometen los comerciantes en cada publicidad. ¿Cuál de estos productos han usado? ¿Han comprado un caramelo o cualquier otro producto pensando que el sabor les daría alguna sensación de alegría? ¿Cumple la publicidad lo que prometen? ¿Podemos confiar en lo que dicen? Hay alguien en el que podemos confiar ciento por ciento lo que dice y aunque pasen años Él lo cumplirá. ¡Sí, es Dios! Él le prometió algo a su pueblo, habían pasado casi cuarenta años y ellos aún no lo habían recibido, pero sabían que Dios cumpliría.

La historia de hoy se desarrolla cuando se aproxima el momento en que Dios cumpla su Palabra.

Los israelitas estaban cerca de entrar a la tierra prometida, la mayoría de ellos habían nacido durante el peregrinaje de sus padres por el desierto (después que salieron de Egipto) y de eso hacía ya cuarenta años. Aunque la nueva generación había escuchado a sus padres acerca de la importancia de obedecer la voluntad de Dios, no vieron un buen ejemplo en ellos. Llevaban muchos años viajando en el desierto sin un lugar fijo para vivir, pero ahora, vislumbraban a lo lejos la tierra que pronto sería de ellos.

Después de tanto tiempo de esperar la promesa que Dios les había hecho de darles una tierra para vivir, estaban impacientes porque querían mudarse a su nuevo hogar.

2. La pregunta de Moisés

Juego de preguntas. Con anticipación escriba en una hoja las siguientes preguntas: ¿Cuándo fue la última vez que perdiste algo? ¿Qué hiciste el viernes pasado? ¿Qué contestó el compañero anterior? ¿Quién fue la última persona con la que te enojaste? ¿Cuándo fue la última vez que comiste helado? ¿Cuál fue el día más feliz de tu vida? ¿Qué día sentiste mucho miedo? ¿Qué ropa usaste antier? ¿Cuál fue el último regalo que te hizo tu abuela? Todos estarán de pie en círculo. Usted estará al frente y a cada uno o a la mayoría le hará una pregunta de la lista. Ellos responderán con la verdad. Las preguntas deben ser rápidas, si alguien no contesta enseguida debe continuar con otro niño. Al terminar la dinámica pregunte: ¿Eran difíciles las preguntas? ¿Por qué demoraron o dudaron en responder? Hay preguntas que requieren un análisis antes de contestarla, como la que Moisés le hizo al pueblo de Israel.

Estudio 2

Unidad I: El pueblo de Dios

Moisés le habla al pueblo

Versículo para memorizar

Él es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios (Deuteronomio 10:21).

Verdad central

Dios quiere que su pueblo viva para Él.

Objetivos

-Saber que Dios espera que vivan para Él.

-Reflexionar qué es lo que espera Dios de ellos.

-Decidir que vale la pena vivir para Dios.

Materiales

Biblia, Libro Conquistadores alumnos, Libro de Figuras, recortes de revistas con propagandas ilustradas, una venda, hojas de papel, lápices negros, una pelota de playa y parejas de tarjetas con preguntas.

Base bíblica

Deuteronomio 10:11-21

Deuteronomio 10:11 Y me dijo Jehová: Levántate, anda, para que marches delante del pueblo, para que entren y posean la tierra que juré a sus padres que les había de dar.

12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;

13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?

14 He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella.

15 Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día.

16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz.

17 Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses, y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho;

18 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.

19 Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.

20 A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás.

21 Él es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.

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Aunque todos estaban contentos, todavía había algo que los separaba para alcanzar su meta: el río Jordán. Frente a ellos estaba Moisés, listo para darles un discurso.

––Es el momento para hablarles de la voluntad del Señor. ––pensó Moisés–– Ellos deben recordar cuál es el deseo de Dios, así estarán preparados para entrar a Canaán.

Moisés comenzó su discurso con una interesante pregunta: (Pida que lean en sus Biblias Deuteronomio 10:12). (Muestre la escena de Moisés frente al pueblo, la cual se encuentra en el Libro de Figuras).

Anteriormente, Moisés les había hablado de la importancia de obedecer a Dios; pero se quedaron en silencio, ante la pregunta que les hizo: “¿Qué pide Dios de ti?”.

3. La respuesta

Jugando a ciegas. Los niños formarán un círculo y se tomarán de las manos. Véndele ojos a un niño, ubíquelo en el centro del círculo y dele varias vueltas. Pídale que trate de tocar a una persona del círculo. Los niños que están alrededor evitarán ser tocados sin soltarse de las manos. Si logra tocar a alguno, este reemplazará al “ciego”, ocupando su lugar dentro del círculo, y el juego comenzará de nuevo. Después que varios niños hayan participado, detenga el juego y comente que a nuestro alrededor hay muchas personas que son ciegas espiritualmente, hacen cosas creyendo que son buenas, pero son tan peligrosas que los conducen a la misma muerte. Debemos conocer lo que Dios quiere de nosotros para no andar a ciegas por la vida. Buscando cosas que nos llenen y den sentido, cuando el obedecer y buscar a Dios debe ser nuestra meta.

Moisés siguió hablando: “Dios espera que ustedes teman su nombre, que lo respeten; que anden en sus caminos, que lo amen, le sirvan con todo su corazón y que obedezcan cada mandamiento que les ha dado”.

Las palabras que salían de su boca era de gran importancia para el pueblo. ––“Él los escogió para que sean su pueblo, por eso pide, que quiten de su corazón lo malo y que no sean rebeldes a sus enseñanzas, porque Él está sobre todo y es Dios de dioses y Señor de señores. Él tiene cuidado de su pueblo y a todos mira por igual. Él cuida al huérfano, a la viuda y al extranjero; los viste y les da de comer. Así que, ustedes deben amarlos”. Para finalizar su discurso les reiteró que tuvieran temor de Dios, que lo sirvieran de corazón y que fueran fieles a Él.

Aplicación

El pueblo se emocionó con las palabras de Moisés, posiblemente, mu- chos lloraron y decidieron ponerlas en práctica. ¡A esos, seguramente, les fue bien!

Dios amaba a su pueblo y por eso prometió cuidarlo, defenderlo y velar para que nada le faltara, pero había una condición para que esa promesa se cumpliera y era que debían obedecerlo. Si amamos a Jesús también somos parte del pueblo de Dios, y las palabras de Moisés también son para nosotros, para practicarlas y no olvidarlas.

La pregunta que debes hacerte es: “¿Qué espera Dios de ti?”.

Actividades de aplicación

Escriba en la pizarra en forma vertical la palabra: ROSSA. Pida que abran sus Biblias y lean Deuteronomio 10:12,13. Comente que escribirá un acróstico con la palabra Rossa, que responde a la pregunta: “¿Qué pide Dios de ti?” (respeto, obediencia, seguirlo, servicio y amor) que son conceptos clave del estudio. Repetirán cada palabra hasta que las aprendan. Para que lo memoricen con facilidad, asocie el acróstico con una rosa. Puede dibujarla en la pizarra o entrégueles una rosa de papel, ¡será difícil que olviden el acróstico!

Entregue a los niños una hoja de papel y lápices. En la parte superior de la hoja escribirán la pregunta: “¿Qué te pide Dios?”, la responderán y explicarán cuál es su decisión para con el Señor con respecto a cada palabra. Reflexionarán en lo que deben dejar o lo que tienen que hacer.

Por ejemplo, Respeto. ¿En qué soy irrespetuoso con Dios? (puede ser que hablo palabras que no le agradan). Servicio. ¿Le estoy sirviendo a Dios? ¿En qué áreas? ¿Qué puedo hacer para involucrarme en el servicio a Dios y a los demás? Dé seguimiento a las decisiones que sus alumnos hagan y ayúdeles en su cumplimiento. Ore para cerrar el compromiso. (Encuentre otras dinámicas en el libro: Ideas creativas y dinámicas 1 y 2 de Senda de Vida).

Versículo para memorizar

Él es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios (Deuteronomio 10:21).

Escriba el versículo en la pizarra. Léalo en voz alta, explíquelo haciendo énfasis en las palabras más importantes. Memoricen el texto con la dinámica del voleibol. Forme dos grupos que se ubicarán en lados opuesto de una mesa o un cordel. Los grupos se pasarán la pelota de playa con ligeros golpes con las manos.

Cada grupo debe dar como máximo tres golpes antes de pasarla al bando contrario. Si la pelota toca el piso o el área el equipo culpable debe leer el versículo. Cada vez que se lea se le debe borrar una palabra. Continúe hasta que no quede ninguna palabra en la pizarra y deban decir el versículo completo.

Afianzamiento y repaso

Muestre a los estudiantes la página correspondiente del libro Conquistadores alumnos. Lea y explique las instrucciones de manera que todos las entiendan. Supervise el trabajo que realizan.

Realice el juego de memoria en el cual deben buscar parejas de tarjetas (pregunta con su respectiva respuesta). Escriba cada pregunta en una tarjeta, haga lo mismo con las respuestas. Ponga todas las tarjetas boca abajo sobre la mesa. Cada niño por turno debe destapar dos tarjetas. La idea es encontrar una pareja (pregunta-respuesta). Si al destaparlas halla la pregunta y la respuesta se queda con ellas, de lo contrario las coloca nuevamente en su puesto. El siguiente alumno hace lo mismo procurando encontrar una pareja. Gana el que al final tenga más tarjetas. Si los niños de su clase son muy numerosos, elabore varios juegos y fórmelos en grupos.

¿Qué veían los israelitas a

los lejos? La tierra

que Dios

les había

prometido

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