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On line publication: July 2015 ©Viatourismreview.com
Via@ 2015-1(7)
THÉRY, H., 2015, “editorial”, Via@, 2015-1(7), http://viatourismreview.com/es/2015/07/edito/
Editorial
Hervé Théry
Creda, UMR7227 CNRS-Université Sorbonne Nouvelle Professor visitante à l’Universidade de São Paulo (USP)
Pronunciar la palabra “Brasil” evoca por lo general en interlocutores europeos imágenes que tienen casi todas que ver con sus principales atractivos turísticos:
Brasilia, la selva amazónica o las Cataratas de Iguazú, las iglesias barrocas del Salvador de Bahía. El más famoso de ellos, el Cristo del Corcovado, dominando la bahía de Río de Janeiro y su Pan de azúcar, que ha sido incluso considerado como uno de las "nuevas siete maravillas del mundo"1. El país cuenta con doce sitios inscritos en la lista del Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco (incluida Brasilia, en 1987) y siete como patrimonio natural2.
El país no es todavía un destino turístico internacional importante. Según la Organización Mundial del Turismo, en 2012 sólo alcanzaba el puesto 38, con 5,6 millones de turistas (el mismo año Francia, el primer destino mundial, recibió 83 millones) y el puesto 38º en ingresos, con 6,6 billones (los Estados Unidos ocupaban el primer puesto con 128 billones). A escala mundial, al igual que toda América del Sur, Brasil está muy por detrás de Europa, Asia y el Caribe, debido a su distancia desde los grandes focos emisores de turistas, a una imagen de violencia endémica que inquieta a los potenciales visitantes y a la competencia de otros países semejantes:
esto es lo que sucede sobre todo con el turismo de playa, puesto que una playa tropical el Brasil es similar a una playa tropical en el Caribe o Tailandia.
Esto no significa que el turismo no represente ningún papel en la vertebración del país, ya que se construye sobre un mercado nacional de 200 millones de personas cuyo nivel de vida y los gastos por turismo han aumentado mucho en las últimas décadas. Esto mismo ha permitido construir un sector turístico fuerte y bien estructurado, de varios tipos y en muchas regiones del país. Evidentemente, el turismo masivo de playa es dominante, pero también existen otras modalidades:
ciudades históricas, como Ouro Preto, en el estado de Minas Gerais; enclaves naturales, como los campos de dunas blancas de Lençois maranhenses; granjas-
1 Esta elección fue organizada por el grupo suizo New Open World Corporation (NOWC), los votos fueron recogidas en todo el mundo a través de internet y de llamadas gratuitas (más de 100 millones de votos en total). Los siete ganadores fueron presentados en público en una ceremonia celebrada el 7 de julio de 2007 en Lisboa. El símbolo de Río de Janeiro entró así en la nueva lista de maravillas del mundo con otros seis sitios: la gran muralla China, la ciudad helenística de Petra en Jordania, la ciudad inca de Machu Picchu en Perú, la ciudad maya de Chichén Itzá en México, el Coliseo de Roma y la tumba del Taj Mahal en la India.
2 http://www.UNESCO.org/New/PT/Brasilia/Culture/World-Heritage/List-of-World-Heritage-in- Brazil/#c1048555.
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hoteles, como las lujosas fazendas de café del siglo XIX en el valle del Paraíba do Sul, entre Río de Janeiro y São Paulo.
Cuadro 1. Lugares turísticos de Brasil
De arriba a abajo y de izquierda a derecha: la bahía de Río de Janeiro; Ouro Preto (Minas Gerais), los campos de dunas de Lençois maranhenses (Maranhão) y una hacienda del siglo XIX en el valle del Paraíba (São Paulo). Fotos de Hervé Théry.
Los dos primeros artículos de este número analizan la situación del turismo en Brasil.
El artículo primero muestra como el turismo interior es muy activo (59 millones de turistas y 190 millones de desplazamientos). Este hecho puede ser analizado con detalle gracias a la disponibilidad de publicaciones oficiales on-line. Ofrecen abundantes datos estadísticos y permiten la obtención de mapas que ayudan a localizar focos turísticos y flujos.
Anderson Pereira Portuguez y Vanda Aparecida da Silva Alves confirman el papel del turismo nacional en su artículo titulado "El crecimiento de la clase media en las regiones interiores del Brasil y su impacto en el turismo interior”. Dos procesos explican el reciente crecimiento de la clase media brasileña en el interior a lo largo del periodo comprendido entre 1980 y 2000: una migración hacia esas regiones en busca de mejor calidad de vida, especialmente en las ciudades medias, y el aumento de la capa de 'C' de los consumidores brasileños, la llamada a menudo "nueva clase media".
Los artículos siguientes analizan ejemplos de destinos turísticos representativos de la variedad de modalidades en este país-continente.
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Carla Moura de Paulo y Neli Aparecida de Mello-Théry tratan las "Políticas públicas, dinámicas territoriales, actores de las experiencias locales del turismo de paisajes: el ejemplo del Pantanal”, esta enorme zona húmeda (140 000 km2) que es uno de los paraísos para los observadores de aves y amantes del turismo de naturaleza. El objetivo de la autora es mostrar la relación entre los cambios producidos en el Pantanal desde que se convirtió en un destino turístico y las acciones de las políticas públicas que influyen y pueden influir en el proceso. Por lo tanto, el texto aborda la política turística, su organización y su gestión, sus relaciones con la política medioambiental y analiza el papel de estas políticas a diferentes escalas en el Pantanal.
Marcos Tarlombani Silveira y Adyr Balestreri Rodrigues han elegido el caso de Florianópolis, la capital del Estado de Santa Catalina, considerada como una ciudad con un paisaje incomparable en la que naturaleza y urbanismo se combinan armoniosamente y donde el turismo se ha convertido en una de sus principales fuentes de ingresos. Su artículo, "La urbanización turística en Brasil: El caso de Florianópolis”, tiene como objetivo presentar las transformaciones socio-espaciales provocadas por el turismo en la ciudad de Florianópolis, sobre todo las que resultan directamente del desarrollo del turismo
Maria Helena Lenzi, en "Marcas de las ausencias en el espacio: implicaciones de las imágenes de la ciudad en la planificación urbana de Florianópolis”, sostiene la tesis de que el concepto de desarrollo sostenible se difunde prácticamente en Florianópolis a través de las políticas particulares del turismo. Desde este punto de vista, se consolida una interpretación dominante del paisaje, legitimada por los organismos de ordenación urbana y de desarrollo turístico que utilizan retóricamente los conceptos del discurso medioambiental y argumentos basados en la utilización consciente y sostenible de la naturaleza (en nombre de las generaciones futuras y de la misma biosfera). De ese modo, no sólo se favorece la publicidad de la ciudad sino también estrategias de
“gentrificación” y expulsión de los pobres y de todos los que no están de acuerdo con los parámetros particulares de lo “sostenible”.
Desde una posición diferente, que complementa la tipología de los casos brasileños, Diomira MCP Faria recoge una “Investigación sobre los visitantes de los museos de arte - elementos para una gestión eficaz”. El artículo tiene como objetivo estudiar el turismo cultural centrándose en los visitantes de los museos de arte a partir de la caracterización socio-económica de los que acuden al Museo de arte contemporáneo Inhotim, en Minas Gerais. Este museo reúne una colección de arte contemporáneo y un jardín botánico en una superficie aproximada de 100 hectáreas. Inaugurado a finales de 2006, ha recibido más de 250.000 visitantes en 2011. Comparando estos resultados con los de otros museos de diferentes ciudades de España, el texto proporciona información útil para una gestión eficaz de las empresas culturales en Brasil.
La misma autora en su artículo “De la cuenca minera a la cuenca de la cachaça: desarrollo y cultura en las regiones mineras” establece un paralelismo entre el norte del Estado de Minas Gerais y la región del norte del Paso de Calais (Francia). Ambas regiones han experimentado ciclos de desarrollo económico basados en la mina. La experiencia francesa podría ayudar así a la preparación de acciones de pre y post tratamiento de las explotaciones mineras. En ese sentido, analiza la elaboración de un plan de desarrollo regional basado en una serie de propuestas encaminadas a minimizar los impactos negativos de las empresas mineras y a aprovechar las sinergias posibles
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entre el potencial de producción y otras alternativas existentes. Dentro de estas últimas destaca la cachaça, una bebida típica brasileña (similar al ron agrícola del Caribe). La que se produce en Minas Gerais es un producto de reconocida buena calidad. Su producción abre alternativas económicas en la región que pueden favorecer otras opciones para el desarrollo del territorio, fomentando la promoción del turismo y oportunidades para la diversificación económica y la inclusión social.
El último artículo, "Paraty, ventajas de la localización y puesta en valor del patrimonio histórico", trata sobre la ciudad de Paraty en el estado de Río de Janeiro. Se trata de uno de los lugares turísticos más frecuentados de Brasil, es uno de los primeros veinte destinos del país y uno de los cinco primeros para visitantes franceses e ingleses. Sin embargo, el turismo no cuenta allí con una antigüedad de más de 50 años, los factores principales de su crecimiento reciente son su excepcional ubicación y la apertura de nuevas carreteras que han permitido el redescubrimiento de esta ciudad y la puesta en valor de su patrimonio histórico, muy bien conservado por su largo período de aislamiento.
Sin agotar la variedad de modalidades, los casos incluidos en este número de la revista Vi@ muestran la diversidad del turismo en Brasil y cuestiones económicas, sociales y territoriales estrechamente relacionadas con él. Los textos e imágenes adjuntos representan una primera aproximación al potencial del turismo brasileño, a sus limitaciones, y a algunos de los efectos secundarios y conflictos que genera esta actividad en el país.
