Dossier de Prensa ULPGC
Viernes, 1 de mayo de 2009
Sin tregua sobre Bolonia
Diez años después de la declaración que inició el proceso de convergencia universitaria en Europa, las posturas están más enfrentadas que nunca.
EL DÍA, S/C de Tenerife
Cuando están cerca de cumplirse diez años de la Declaración de Bolonia -será el próximo 19 de junio-, las posturas de los
defensores y detractores de este proceso, dirigido a articular un espacio común para las enseñanzas universitarias en Europa, están cada vez más enfrentadas.
Que Bolonia supondrá una revolución de la educación superior es algo unánimemente aceptado: la discusión está en si sus efectos serán positivos -movilidad de estudiantes y profesores, reconocimiento de las titulaciones en todo el continente, cambio de las metodologías docentes-, como aseguran sus partidarios, o bien catastróficos -mercantilización de la Universidad, encarecimiento de las matrículas, desaparición de las titulaciones no rentables económicamente-, como auguran sus críticos.
Pero, a pesar de las interminables discusiones al respecto, aún persiste la duda: ¿qué es Bolonia? Lo cierto es que la declaración, firmada por 31 países europeos, se resume en un puñado de medidas orientadas a "establecer el área europea de educación
superior": la adopción de un modelo de titulaciones "fácilmente comprensible y comparable" -basado en el grado como sustituto de las actuales diplomaturas y licenciaturas-, el fomento de la movilidad -que, en el caso de los estudiantes, se favorecería con la creación de un nuevo sistema de créditos- y la promoción de la cooperación europea para desarrollar "criterios y metodologías comparables". Nada, pues, sobre injerencia empresarial en la Universidad o desaparición de carreras con poca demanda de alumnos, aspectos que, de ser ciertos, habría que atribuir al desarrollo del proceso por parte de los gobiernos -centrales y regionales- y de las propias universidades.
La Universidad de La Laguna no ha sido ajena al debate. Varias manifestaciones y un encierro en el campus de Guajara -finalizado ayer- son un ejemplo de la oposición de un sector del alumnado -el mayoritario en el claustro de la institución- al proceso de convergencia. Uno de sus representantes, Adán González, portavoz del grupo AMEC, y el vicerrector de Ordenación Académica de la ULL, José María Palazón, mantienen visiones radicalmente opuestas de los principales interrogantes que genera Bolonia.
¿Privatización o consulta?.- "La ULL se sigue fundamentando en la financiación pública, y el contrato programa es un ejemplo", recuerda Palazón, que se pregunta: "¿Por qué se ve mal que el empresariado, que es parte de la sociedad, participe con fondos y se le consulte sobre los perfiles profesionales que demandan en los titulados?" Otra cosa, matiza, es que el sector privado diseñara los planes de estudio, "lo que no hace ni va a hacer", apostilla. Por su parte, González encuadra Bolonia en un "proceso de
liberalización de los servicios públicos, especialmente la educación y la sanidad". Para el portavoz de AMEC, el interés social de las titulaciones "lo medirá el interés empresarial", de forma que la Administración sólo invertirá si primero lo hacen las empresas.
Becas y gasto.- Frente a la sospecha de que la reforma supondrá un encarecimiento de las matrículas, el vicerrector lo tiene claro:
"Ya tenemos un título de grado y 23 máster, y las tasas están publicadas en el BOC. El grado cuesta lo mismo que las licenciaturas, y los máster sobre los 1.700 euros, muy lejos de las cifras de seis o siete mil de las que se habla". A juicio de Adán González, se está generando "la cultura del préstamo renta", al estilo del ámbito anglosajón, lo que relaciona con un intento de "liquidar la educación como servicio público" y promover una universidad "elitista".
El valor del grado.- La supuesta devaluación de los títulos de grado respecto a las actuales licenciaturas es otra de las críticas habituales a Bolonia. Para José María Palazón, este argumento "no es cierto" y procede de la aplicación de "una mera regla matemática, como si pasar de cinco a cuatro años tuviera que significar necesariamente una merma de los contenidos". El vicerrector recuerda que, con Bolonia, la enseñanza no va a centrarse sólo en la transmisión de contenidos, sino también de
"competencias, habilidades y destrezas" que permitirán seguir aprendiendo y aplicar los conocimientos. Para los detractores de la convergencia, sin embargo, la pérdida de peso del grado obligará a cursar posgrados o máster, con el consiguiente encarecimiento.
Titulaciones en riesgo.- ¿Corren peligro titulaciones que, como las Humanidades -pero también las Ciencias Experimentales-, registran escasa demanda de alumnos y pueden no interesar al sector empresarial? Adán González es tajante: "Hay peligro, y si se mantienen, estarán descafeinadas". Palazón se remite a los proyectos de Humanidades presentados hasta el momento y que han recibido informes favorables. "La realidad es tozuda y esos fantasmas están desterrados", concluye.
Los alumnos se despiden de las asignaturas de libre elección
La llegada del Espacio Europeo de Educación Superior en 2010 cambia estas materias por otra formación"más transversal"
SARAY ENCINOSO SANTA CRUZ
"Estudio Medicina pero curso asignaturas de Historia del Arte". Esta realidad no se repetirá más allá de 2010. La llegada del
EspacioEuropeo de Educación Superior a las aulas de todo el país supondrá la supresión de las materias de libre elección o
configuración y la reducción de la opcionalidad. Esta realidad fue confirmada a este diario por el rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech, quien concretó que los créditos que se obtengan por formación opcional solo supondrán el 10% y el resto
corresponderá a asignaturas obligatorias o troncales. No obstante, Doménech reconoció que las diferencias entre la libre elección y la opcionalidad se notarán, ya que estas últimas permiten escoger entre dos asignaturas ofertadas en la
titulación pero no de otra carrera. "La idea es que las optativas estén relacionadas con las posibilidades de especialización de los másters posteriores".
En este apartado donde se engloban las materias optativas se insertan las llamadas "disciplinas transversales". Clases donde se impartirá otro tipo de docencia que transita en "el manejo a través de Internet, el trabajo en grupo, la
creatividad o conocimientos en idiomas". Así, "de alguna forma se consigue que en todas las carreras haya una serie de créditos que vayan dirigidos a que el alumno adquiera formación transversal que no solo sirva para su carrera sino para muchas más, y también de cara a la inserción laboral". Hasta hora, los créditos de libre configuración habían sido definidos como todos aquellos destinados a conformar el currículo de estudios desde una perspectiva personal.
Aproximadamente, el 10% de la carga de créditos total de una titulación, está compuesta por créditos de este tipo.
"Poca incidencia"
Para Justo Fernández, uno de los coordinadores de calidad de la Universidad de La Laguna, realmente "las asignaturas de libre elección fueron una buena idea". El problema es que su funcionalidad quedó mejor reflejada "sobre el papel pero en la práctica generaba muchas complicaciones, sobre todo a los alumnos". Estos inconvenientes surgieron porque
"no es sencillo adecuar horarios para seguir asignaturas fuera de la propia programación del título, por lo que en muchos casos, se realizaban con asignaturas optativas de la propia titulación o cursos y seminarios". Además, en algunas
universidades los jóvenes podían realizar actividades extrauniversitarias para convalidar la formación (por ejemplo, ir a un festival de cine). Prueba de ello es que muchos estudiantes terminaban buceando en el catálogo en busca de materias donde se aprobara con un trabajo y el examen fuera prescindible. Otros optaban por los idiomas y otros, realmente, por aprender conocimientos sobre los que sentían curiosidad pero no encontraban un lugar en la titulación de la que se habían matriculado.
Este escenario, que se fraguó con el paso de los años, hace que para el experto "la desaparición de las asignaturas de libre elección no tenga un efecto significativo en la formación de los nuevos graduados". A su juicio, "las prácticas externas y el trabajo fin de grado ofrecen alternativas a esa formación adicional con perspectiva más amplia que se pretendía conseguir con las asignaturas de libre configuración". Un cambio que se vivirá dentro de un curso y que prevé transformar muchos de los pilares que, en el campo de la enseñanza, el tiempo ha dejado obsoletos. aunque a algunos estudiantes no les parezca correcta la reforma prevista para todos los países de la UE.
Los grupos ’anti Bolonia’ siguen protestando
La Unión Europea le ha manifestado a España su asombro por las dificultades que han surgido a la hora de implantar elEspacioEuropeo de Educación Superior. Numerosas universidades españolas han continuando siendo el escenario de encierros estos días, incluida la de La Laguna. El ’plan de Bolonia’ no convence a un sector del alumnado que ve en la reforma la entrada de las empresas en las universidades y el fin de la educación pública. El Ministerio de Educación se ha puesto a la tarea de mejorar la política comunicativa y poner a disposición de los afectados más información sobre las novedades que se avecinan. A pesar de los vídeos y las campañas, lo cierto es que las protestas no han desaparecido, al tiempo que los propios estudiantes han liderado algunas mesas redondas para tratar la esencia de esta transformación.
EL CULTURAL
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Banco Santander y la CRUE fomentan el español entre los profesores de EE UU
- S. R.
Madrid- Francisco Toledo, rector de la Universitat Jaume I y en representación de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), y Emilio Botín, presidente de Banco Santander, han firmado un convenio con The State University of New York (SUNY), el sistema nacional más grande de la enseñanza superior pública de EE UU. En representación de esta institución académica ha firmado John J. O¿Connor, presidente en funciones. El acuerdo se centra en el apoyo a la formación en lengua española del profesorado norteamericano, que podrá desarrollar estancias en
España y en México, así como en acciones de investigación en el ámbito de la Sanidad y en programas de intercambio estudiantil con Brasil. Asimismo, establece la puesta en marcha de un programa piloto de doble titulación en Economía entre SUNY y la Universidad Carlos III de Madrid. Toledo destacó que «es un acuerdo entre dos organizaciones líderes en sus respectivos campos». En su intervención, Botín afirmó que «este acuerdo representa un extraordinario ejemplo de cooperación internacional, del cual podrán beneficiarse más de 200 universidades».
