ISAAC NEWTON
(1642- 1727)
New t on disfr ut ó en vida la adm ir ación y el r espet o de sus
cont em por áneos. En el m om ent o de su m uer t e New t on er a
pr esident e de la Real Sociedad de Londr es y gozaba de la
r eput ación de ser el m ás gr ande cient ífico de su época. Par t e de
la visión que t uvier on de él sus cont em por áneos, es expr esada en
el bien conocido epitafio de Alexander Pope: “Nature, and Nature’s
Laws lay hid in Night. God said, Let Newton be! and All was Light”.
En 1727 Isaac Newton fue sepultado en la abadía de Westminster,
un honor que no había t enido ningún hom br e de ciencia hast a el
momento.
Tum ba de I saac New t on en la Abadía de
West m inst er erigida en 1731. La sim bología de esa t um ba at iende a algunos referent es cent rales de la influencia de New t on: los niños al frent e del sarcófago est án j ugando con un prism a, un
t elescopio reflect iv o, m ient ras que ot ro est á
pesando el sol y los planet as. Sobre New t on se encuent ra un globo celest ial m ost rando el cam ino del com et a de 1681 y la posición de solst icio por m edio de la cual dat ó la ant igua ex pedición griega de los Argonaut as. New t on est á inclinado sobre una
t orre de libros m arcados con las palabras:
Div inidad, Cronología, Ópt ica y Phil.Princ.Mat h
( Philosophiae Nat urales Principia Mat emática),
m ient ras que los querubines a sus pies sost ienen
una im agen del sist em a solar y una serie
matemática.1
1
Se podr ía decir , en pocas palabr as, que el logr o de New t on fue
expr esar en leyes m at em át icas el com por t am ient o de los cuer pos
celest es y t er r est r es. La física new t oniana ofr ecer ía la explicación
m ás com plet a y ar m oniosa de la est r uct ur a y m ovim ient o del
univer so. Su obr a m as conocida, los Pr inicipios m at em át icos de
filosofía nat ur al, se convir t ió en el sist em a cosm ológico de m ayor
reconocimient o desde Ar ist ót eles. New t on ser ía ent onces el m ás
im por t ant e r epr esent ant e de la nueva física y de la ciencia
m oder na, en donde t ant o las m at em át icas com o la
experimentación son aspectos fundamentales del método científico
que, a diferencia de la filosofía aristotélica, no pretende explicar la
causa del m ovim ient o sino descr ibir y pr edecir el com por t am ient o
de la naturaleza a través de las matemáticas.
Sin em bar go, los int er eses int elect uales de New t on y
posiblem ent e sus m ás im por t ant es pr egunt as, no estaban
r est r ingidas al cam po de la física, la ópt ica y las m at em át icas.
Hem os hablado ya de la difer enciación que se ha gener ado ent r e
dos t r adiciones apar ent em ent e ant agónicas; por un lado se habla
de una corriente que se identifica con lo racional y por otro de una
cor r ient e m íst ica y r eligiosa. New t on se ha conver t ido en el
sím bolo de la pr im er a y, hast a hace m uy poco t iem po, los
com ent ar ist as e hist or iador es dej aban a un lado gr an par t e de los
int er eses de New t on por no encont r ar una r elación dir ect a con sus
m ás r econocidos logr os. En 1936 J. M. Keynes com pr ó en una
subast a algunos m anuscr it os inédit os de New t on ent r e los cuales
y la m agia. Est os m anuscr it os, que fuer on donados al King´ s
College en Cam br idge, han per m it ido descubr ir un New t on
bast ant e m ás com plej o e int er esant e, en donde el est udio de la
alquim ia, la m íst ica y la t eología er a t an im por t ant e com o el
estudio de la física, la cosmología y las matemáticas.
Isaac Newton
New t on nació el día de Navidad de 1642 en Lincolnshire. Su padre,
quien fue un granj ero exit oso, m oriría t res m eses ant es de su
nacimiento. A los doce años inicia sus estudios en un Grammar School
para prepararse e ir a la universidad, en donde aprende el lat ín. A los
17 años regresa a su casa con el propósit o de hacerse cargo de los
negocios de la granj a, oficio en el cual t iene poco éxit o. En vez de
ocuparse del buen m anej o de las ovej as, New t on parece dedicar su
t iem po ent re libros y aparat os en los que dem ost ró una gran habilidad
m anual. Por fort una, gracias a su m ent or escolar y a su t ío, la m adre
de New t on fue persuadida de que enviara al j oven de 19 años a la
universidad. Meses m as t arde ent raría a est udiar en el Trinit y College
de la Universidad de Cam bridge. Para m ant enerse allí, New t on
trabajaba para los fellows y estudiantes adinerados.
El currículo de la Universidad era bast ant e conservador y se dedicaba
casi en su t ot alidad al est udio de las ideas arist ot élicas. Sin em bargo,
sus lect uras m ás im port ant es ocurren ext racurricularm ent e y se
convert iría en un fuert e aut odidact a. New t on com enzaría a explorar el
como Hobbes y Descartes, entre otros. Así mismo tendría acceso a las
obras científicas de Kepler, Galileo, Gassendi y Descartes, hecho que le
generó un gran int erés por las m at em át icas, las cuales t am bién
aprendería por su cuenta.
En 1665 New t on recibe su “ Bachelor of Art s” sin sobresalir dem asiado,
pero lo suficient e para convert irse en Scholar del Trinit y College. Est o
le perm it iría profundizar en sus propios int ereses, en especial en las
m at em át icas. Sin em bargo, en el verano de 1665, la plaga invade a
Cambridge lo que obliga al cierre de la universidad. Newton regresaría
a Lincolnshire, su pueblo natal.
En los siguient es dos años, New t on t endría un periodo de fert ilidad
int elect ual incom parable y desarrollaría las bases de sus post eriores
est udios en m at em át icas, ópt ica y m ecánica celest e. En 1667 la
Universidad abre sus puert as de nuevo y New t on se t raslada de nuevo
a Cambridge.
Una vez allí, y de m anera rápida, es elegido com o fellow del Trinit y
College y dos años m as t arde se le daría la posición de “ Lucasian
Proffesor” en m at em át icas. A lo largo de la década de 1670, New t on
abordó de m anera m ucho m ás profunda práct icas com o la alquim ia, la
int erpret ación bíblica y los problem as t eológicos, el est udio de los
t rat ados m ágicos y la ópt ica. Est a ult im a lo llevó a fabricar el prim er
telescopio de reflexión. A lo largo de la década de los ochenta, surgiría
la idea, im pulsada por Edm und Halley, de escribir un t rat ado con sus
obra m aest ra los Philosophiae nat uralis principia m at hem at ica o
Principios mat emát icos de filosofía nat ural. Terminando el siglo XVI I ,
Newt on sufriría de graves crisis ment ales que se at ribuyeron al exceso
de t rabaj o, para algunos, y a la cont aminación por mercurio de sus
prácticas alquímicas, para otros.
En 1696, New t on abandona Cam bridge y se m uda a Londres
acept ando el cargo de Warden of Mint . En los últ im os 30 años de su
vida, pasaría de ser el investigador recluido y solitario, a ser una figura
pública con un enorm e poder. New t on result ó ser un gran
administ rador y una hábil figura para la polít ica. Est as caract eríst icas
lo llevarían en 1703, después de la muerte de Robert Hooke, su más
grande rival, a convertirse en el presidente de la Real Sociedad, cargo
que le sería útil para diseminar su obra y consolidar su imagen. En
1704 publicaría su obra Óptica, libro que se vuelve m uy popular en su
época. Un año después, la Reina Ana le otorgaría el título de
caballero.
Newton muere en 1727 a los 85 años, siendo una figura de gran
reconocimiento. Sería enterrado en la Abadía de Westminster, honor
que no había recibido ningún científico hasta el momento. En su
tumba se puede leer, “Que los mortales se regocijen de que haya
existido tan grande ornamento para la raza humana.”
La Inglaterra de Newton
Isaac New t on nace en 1642, año en el que m uer e Galileo y
Descar t es est á pr epar ando sus Pr incipios de la filosofía. Tam bién
es una época en donde la ciencia se est á inst it ucionalizando con
apoyo del Est ado; la Real Sociedad de Londr es se funda en 1660
siguiendo la filosofía de Fr ancis Bacon. En t ér m inos polít icos,
I nglat er r a est aba pasando de ser una sociedad t r adicional
j er ar quizada, par a ser una sociedad m oder na en donde el
com er cio y la clase m edia cada vez j ugaban un papel m ás
im por t ant e. El debat e r eligioso est aba fuer t em ent e ar r aigado y
par a 1688 I nglat er r a est ablecía la r eligión pr ot est ant e com o la
r eligión oficial. Las r am ificaciones de cr eencias y t r adiciones
religiosas de la época son una realidad y son un aspecto vital para
ent ender la visión que t iene New t on del m undo que lo r odea. Por
últ im o, el cont ext o cient ífico er a bast ant e r am ificado t am bién. En
1672 cualquier est udiant e de cosm ología podía escoger ent r e
sist em as dist int os par a explicar el m ovim ient o y com por t am ient o
de los cuer pos celest es. New t on ser ía, algunos años después, el
gr an unificador dej ando las bases par a la consolidación y
divulgación de un único sistema físico y cosmológico.
Aunque las cr eencias e inclinaciones int elect uales de New t on se
ir án discut iendo a lo lar go del t ext o, lo im por t ant e en est e
m om ent o es r econocer que un am bient e de cam bio polít ico y
social, en donde la r am ificación y bifur cación del conocim ient o en
ayudan a ent ender la m aner a en que New t on se apr oxim ar ía al
estudio de la naturaleza.
La pr egunt a que sur ge en est e m om ent o es, ¿cuál es la
im por t ancia de New t on a la hor a de analizar el sur gim ient o de la
ciencia m oder na? Algunos aut or es han pr esent ado a I saac New t on
com o un gr an sint et izador , es decir , la per sona que unificó los
apor t es que habían hecho m uchos ot r os años at r ás; la “ r evolución
cient ífica” ya había sido puest a en m ar cha por pensador es com o
Copér nico, Kepler , Galileo y Descar t es, y la labor de New t on fue
concluir la. Per o t am bién podem os encont r ar aut or es que ven en
New t on el cr eador de algo t ot alm ent e nuevo y por lo t ant o se
r efier en a la “ r evolución new t oniana” . La ciencia hast a ent onces
no había tenido ese status universal y duradero que la da Newton,
quien se conver t ir ía no sólo en el sím bolo int elect ual de un
poder oso im per io, sino que su obr a cier r a un capít ulo de
Los “Principia” de Newton
Dur ant e el per iodo en que New t on dej a Cam br idge a causa de la
plaga de 1665, par ece haber dado for m a a sus m ás im por t ant es
t r abaj os sobr e m at em át icas y m ecánica, y ser ía en est os años
donde Newton dejaría las bases de lo que más tarde se convertiría
en los Principia. Per o el im pulso vit al par a escr ibir y publicar su
obr a vino de una visit a que le hizo Edm ond Halley en Agost o de
1684. Rober t Hooke, Chr ist opher Wr en y Halley habían discut ido
pudier a ser deducida de una fuer za que act úa sobr e ellos que er a
inversamente proporcional a su distancia al Sol.
En Noviembre de 1684, Newton le envía un ensayo titulado “Sobre
el movimiento de cuerpos en órbita.” Rápidamente, Newton se da
cuent a del alcance de sus ideas y esas nueve páginas ser ían el
or igen de su “ Pr incipia” . New t on em plear ía dos años de igual
int ensidad a aquellos de 1665- 1666, en escr ibir los t r es libr os de
su m onum ent al obr a. En 1686 envía la pr im er a par t e de su
m anuscr it o en lat ín a la Real Sociedad de Londr es. En 1687
Halley recibe el trabajo completo y se hace una primera edición de
511 páginas im pr esas. En 1713 New t on har ía una segunda
edición t ot alm ent e r evisada. Una de las afir m aciones m as cit adas
de su obr a es: “ Hypot heses non fingo” ( “ yo no hago ( o finj o)
ninguna hipótesis), con lo cual quería dejar en claro que no estaba
int er esado en especulaciones sobr e la causa de la gr avedad y que
se lim it ar ía a buscar conclusiones lógicas a par t ir de exper im ent os
establecidos.
La obr a const a de una int r oducción y t r es libr os. En la
int r oducción se definen de m aner a cuidadosa los concept os que
ut ilizar ía a lo lar go del libr o, ent r e los cuales podem os dest acar el
concepto de masa (cantidad de materia), momentum (cantidad de
m ovim ient o) , iner cia ( fuer za pasiva) , ent r e ot r os. Así m ism o
plantearía la existencia de un espacio y un tiempo absolutos. Pero
el aspect o m ás im por t ant e de su int r oducción par ece ser la
cuer po se m ant iene en m ovim ient o unifor m e r ect ilíneo o en
r eposo a m enos que act úe sobr e el una fuer za ext er ior . La
segunda ley, plantearía que el efecto de una fuerza, como el peso,
en un obj et o libr e, no es solo m over lo sino aceler ar lo ( F= m * a) .
La t er cer a ley expondr ía el pr incipio de acción y r eacción, diciendo
que a t oda acción hay una r eacción igual. Est as ideas no son del
t odo nuevas, y apar ecen en la obr a de pensador es com o
Descar t es, Galileo o Gassendi. La cont r ibución de New t on fue
expr esar las de m aner a sim ple y cor t a, y unificar las y poner las
juntas como la base de la teoría mecánica.
En el Libr o I , New t on par t e de la segunda ley de Kepler ( la línea
que une el sol con los planet as bar r e ár eas iguales en t iem pos
iguales) y supone que la fuerza que mueve los planetas debe estar
fij a al sol. Aunque Kepler concluye la for m a elípt ica de las ór bit as
a par t ir de obser vaciones, New t on la deduce a t r avés del análisis
m at em át ico est udiando las leyes del m ovim ient o. New t on t iene
que encont r ar la ley de fuer za cent r ípet a que r ige est os
m ovim ient os y deduce que t iene que ser una ley que cor r esponda
al inver so del cuadr ado de la dist ancia. Adem ás calcular ía la
fuer za de los m ovim ient os de la luna y concluye que est a se
encuentra regida por el mismo principio que mueve los cuerpos en
caída libr e en la t ier r a; la ley de la gr avit ación univer sal act úa de
igual manera sobre todos los cuerpos del universo.
En el Libr o I I , New t on hace un ext enso análisis sobr e el
una crítica a la teoría cartesiana de los vórtices. Finalmente, en el
Libro I I I , New t on expone la t eor ía de la gr avit ación aplicándola al
estudio de diferentes planetas.
Una de las conclusiones m ás significat ivas de New t on es su
predicción de la forma achatada de la tierra.
Per o, sin lugar a duda, uno de los aspect os m as im por t ant es de
los Pr incipia, apar t e de sus apor t es físicos, es el desar r ollo de
her r am ient as m at em át icas par a t r at ar pr oblem as físicos,
car act er íst ica fundam ent al del pensam ient o cient ífico m oder no. El
fr uct ífer o m at r im onio ent r e el álgebr a, la geom et r ía y la
posibilidad de t r abaj ar con ser ies infinit as, per m it ir ía est udiar
problemas físicos a través de herramientas nuevas como el cálculo
que per m it ía det er m inar la t angent e a una cur va en un punt o
dado y hallar el área bajo una curva.
Un ej em plo de un área baj o una curv a es el área baj o la curv a y el ej e horizont al. En general, el problem a es cóm o det erm inar el área baj o una curv a dada ent re dos
puntos dados a y be en el eje horizontal.2
Est o nos per m it e ent ender en par t e el enfoque m et odológico que
usaba Newton en su trabajo. Newton impone limites a sus propias
investigaciones de filosofía nat ur al y plant ea que t odo lo que no
sea dir ect am ent e obser vable o deducible es una hipót esis, las
cuales no tienen lugar en su ciencia. Al respecto, y hablando de la
gr avedad, dir ía, “ Hast a ahor a no he sido capaz de descubr ir la
causa física de la gravedad y me abstengo de emitir hipótesis.”
Óptica
Ant es de exponer los apor t es de New t on en el cam po de la ópt ica,
es preciso dar una mirada a la historia de las teorías sobre la luz y
el color.
Para Aristóteles los colores se dividían en reales y aparentes. Esta
idea, que se sost uvo hast a el Renacim ient o, plant eaba que los
color es r eales son pr opiedades de los cuer pos, de la super ficie de
los cuer pos, y aunque son visibles solam ent e cuando hay luz, no
desapar ecen en la oscur idad. Por el cont r ar io, exist en los color es
apar ent es que desapar ecen en la oscur idad com o lo son los
colores del arco iris.
Mas adelant e, Descar t es buscar ía dar le una explicación m ecánica
al fenóm eno de la luz. Descar t es no acept ar ía est a difer enciación
y buscar ía un m ism o t ipo de explicación par a los color es t ant o de
los obj et os com o del ar co ir is. Per o su explicación seguir ía siendo
ar ist ot élica y los color es se explicar ían com o m odificaciones de la
luz blanca.
En est e diagram a, Descart es ex plica la refracción de la luz en una superficie de agua (YY) en términos de las rotaciones de las partículas de éter. Este tipo de explicación es
Visión de Descartes del posicionamiento de los arco iris primarios y secundarios.3
Esta idea sería fuertemente criticada por Newton y a través de sus
exper im ent os cr ear ía una explicación dist int a. New t on escr ibe un
libr o t it ulado la Óptica, en donde, no solo hace un cuidadoso
est udio de las t eor ías ant er ior es ( Ar ist ót eles, Descar t es, Hooke,
Boyle) , sino que diseña y lleva a cabo cuidadosos exper im ent os
par a r efut ar o dem ost r ar cier t as t eor ías. Una de sus conclusiones
m ás im por t ant es es haber dem ost r ado que la luz blanca es un
agr egado de r ayos hom ogéneos difer ent es. Ant es de New t on, la
luz blanca er a consider ada com o una sola y hom ogénea. New t on,
a t r avés de un elegant e exper im ent o con pr ism as, m uest r a que
Dibuj o de New t on del llam ado ‘ex perim ent o crucial’ en el cual la luz del sol es refract ada a t rav és de un prism a, y un color es refract ado a su v ez a t rav és de un
segundo prisma para mostrar que no sufre más cambios.4
En el ex perim ent o del prism a de New t on un haz de luz blanca ( RR) se div idía en un
espectro de siete colores al pasar a través de un prisma.
3
Ibid., p. 83
Aquí vem os un exit oso esfuer zo por hacer de la ciencia algo m ás
exper im ent al, descr ipt ivo y cuant ificable, en vez de ser algo
hipotético. No se trata de un simple supuesto como lo es la teoría
car t esiana, sino de una dir ect a conclusión a par t ir de sim ples
obser vaciones que no depende de ninguna t eor ía sobr e la
nat ur aleza de la luz, y que no podía ser r efut ada sino con
experimentos.
Clar o, New t on t am bién expondr ía sus ideas sobr e la posible
nat ur aleza de la luz, per o com o una conj et ur a que no deber ía
m ezclar se con sus r esult ados exper im ent ales. Al r espect o dir ía,
“ La luz no es ét er ni su m ovim ient o es de vibr ación, sino algo
difer ent e que ar r oj an los cuer pos lum inosos... una m ult it ud
inimaginablem ent e pequeña de liger as par t ículas que em anan los
cuer pos br illant es.” Par a Descar t es sus t eor ías t enían la m ism a
cer t eza de su m et afísica, er an punt os de par t ida par a su
invest igación exper im ent al. Par a New t on, insist ir ía
r epet idam ent e, aunque sacar ía algunas conclusiones sobr e la
Armonía
Ex ist e una larga t radición de v er al univ erso com o const ruido sobre la base de principios arm ónicos. Est e ‘m onocorde cósm ico’ de la “ Hist oria del Macrocosm os y el Microcosm os” de Robert Fludd ( 1617) m uest ra la región ent re la t ierra y el cielo div idida en int erv alos de dos oct av os de una cuerda m usical. La m ano de Dios afina la cuerda que se ex t iende hacia abaj o en la región de los ángeles, luego a t rav és del sist em a con el sol en el cent ro, y finalm ent e a t rav és de los cuat ro elem ent os hast a la
tierra. La totalidad está unida por proporciones matemáticas e intervalos musicales.5
A pesar de la enor m e cant idad de lit er at ur a que ha exist ido
alr ededor de la figur a de New t on, hay aspect os de su vida que
hast a hace poco se habían ignor ado. La educación que r ecibim os
nos dificult a ver las r elaciones que pudier on exist ir , por ej em plo,
entre la música, la filosofía y las matemáticas. Aunque hoy en día
parecieran totalmente independientes, están claramente unidas en
figur as com o Pit ágor as o Kepler y, com o ver em os m ás adelant e,
en Newton.
Las siete artes liberales
Desde el siglo VI , en los curricula universit arios, el t érm ino
“ Cuadrivium ” incorporaba la ast ronom ía, la geom et ría, la arit m ét ica y
la m úsica, y el “ Trivium ” , por ot ro lado, incluía la gram át ica, la ret órica
y la dialéct ica. Est o com pondría las llam adas siet e art es liberales,
fundamento de la educación en occidente por más de mil años.
Concept os com o la cor r espondencia ent r e las not as m usicales, la
ar m onía m usical y las r elaciones num ér icas sim ples, descubier t a
por Pit ágor as, señalaban una evident e ar m onía m at em át ica de la
nat ur aleza, y ser ía un t em a que int er esar ía a per sonaj es com o
Vicenzo Galilei, Mersenne, Descartes, Hooke, entre otros.
La m úsica ser ía ent onces par t e de la educación de New t on. Así, y
aunque par ezca ir r elevant e dent r o de su m ás conocidos t r abaj os,
t iene sent ido ver com o dent r o de sus pr eocupaciones est á el
algunas ent idades. Por ej em plo, New t on buscar ía hallar la
relación entre los siete colores y las siete notas musicales.
Div isión m usical de New t on del espect ro con los siet e colores y sus correspondencias con
las siete notas de la escala diatónica.6
Es así com o la idea de ar m onía se convier t e en algo así com o un
par adigm a de la ciencia m at em át ica exper im ent al y se cr ee puede
ser aplicable a ot r os fenóm enos com o la luz, la gr avedad, ent r e
ot r os. Par a New t on, la ley de la gr avit ación univer sal es el
descubrimiento de la armonía del cosmos que, como veremos mas
adelant e, er a el descubr im ient o de una t eología ver dader a, la cual
había sido r evelada a los ant iguos y había sido defor m ada por la
t r adición escolást ica. New t on supondr ía que en la ant igüedad los
pit agór icos debían t ener un am plio conocim ient o sobr e la ar m onía
de t odo el univer so y que leyes com o la de la gr avit ación ya er an
conocidas por ellos.
En el t iem po de New t on, la asunción de que el m undo est aba const ruido de acuerdo con un pat rón m at em át ico o geom ét rico t odav ía est aba am pliam ent e asociada con la tradición mágica. Estas son dos imágenes del temprano siglo XVII que muestran cómo
Magia
Fuerzas ocultas y Materia
La t eor ía sobr e la m at er ia ha sido una const ant e en la hist or ia del
pensam ient o cient ífico y hoy en día aun par ecen est ar en la
fr ont er a del conocim ient o. En el pensam ient o new t oniano est e
problema sería de central importancia.
Par a New t on, t odos los fenóm enos de la nat ur aleza pueden ser
explicados con base en dos supuest os. En pr im er lugar , que los
cuer pos se com ponen de par t ículas; y en segundo lugar , que
exist en fuer zas oper ando ent r e los cuer pos y las par t ículas. Per o
es la pr egunt a por la nat ur aleza de las fuer zas lo que en ver dad
difer encia a New t on de sus ant ecesor es. En la época de New t on,
los m ás im por t ant es pensador es coinciden en com par t ir la t eoría
at óm ica o cor puscular de la m at er ia am pliam ent e desar r ollada por
Descar t es. Est a decía que t oda la m at er ia se com pone de
m inúsculas par t ículas, y t oda int er acción ent r e ellas debe ser
ent endida en t ér m inos físicos o m ecánicos de cont act o. De est a
maner a, ver la fuer za de im pact o o cualquier ot r a fuer za de
at r acción o r epulsión com o Fuer zas ocult as, abandonaba los
pr incipios de la filosofía m ecánica dom inant e. Sin em bar go,
New t on no t endr ía pr oblem a en ocupar se de est as fuer zas
plant eando causas desconocidas, m ot ivo por el cual fue
duramente criticado.
Veam os un poco el cont ext o y el desar r ollo de est as ideas y le
papel que j ugó New t on en ello. La visión ar ist ot élica, en m uchos
aspect os, seguía dom inando gr an par t e de la visión de la
nat ur aleza y er a par t e im por t ant e de la for m ación académ ica de
las univer sidades. Ar ist ót eles difer enciaba las “ cualidades
m anifiest as” de las “ cualidades ocult as” . Un ej em plo de una
cualidad m anifiest a ser ía el calor o el fr ío. Sin em bar go, exist en
otro tipo de interacciones entre los cuerpos que no son explicables
en t ér m inos de esas cualidades com o lo es el m agnet ism o, el
efect o de cier t os venenos, ent r e ot r os. Est as ser ían las llam adas
cualidades ocult as en donde est aban pr esent es poder es, vir t udes
y fuer zas ocult as. La filosofía m ecánica t endr ía por pr incipio
buscar deshacer se de dichas fuer zas ocult as y r echazar las com o
ir r eales, r educiéndolas a pr incipios m ecánicos de for m a, t am año y
velocidad de las partículas que componen la materia.
Par a Descar t es, Dios había dado al univer so un em puj ón inicial y
desde ent onces la cant idad de m ovim ient o se m ant endr ía
const ant e, siendo la m at er ia algo t ot alm ent e iner t e y pasivo; el
m ovim ient o de cualquier obj et o no r equer ir ía nunca de una fuer za
ext r aña. En una palabr a, el m ovim ient o se veía com o una
r eacción en cadena desde la cr eación. New t on se conver t ir ía en
uno de los m ás int er esant es oposit or es a est a idea y alegar ía que
no es dem ost r able exper im ent alm ent e. New t on insist ir ía en que
la iner cia sola no puede explicar t oda la act ividad del cosm os, y
r ecur r e al polém ico concept o de “ Pr incipios act ivos” t r aicionando
vist o com o un r et r oceso a las cualidades ocult as de Ar ist ót eles.
Leibniz, por ej em plo, dir ía que “ la gr avedad, o cualquier ot r o de
los pr incipios ocult os de New t on, son concept os escolást icos,
cualidades ocult as o el efect o de un m ilagr o.” New t on por su lado
pr efier e pensar que aunque sean pr incipios desconocidos, son
reales.
La magia natural y las cualidades ocultas
Habíamos visto que durante el Renacimiento la magia natural tuvo
un im por t ant e papel y que int er esar ía a un buen núm er o de
influyent es per sonaj es. Per sonaj es com o Her m es Tr ism egist us,
Zor oast r o, Or feo y ot r os m agos se suponía habían r ecibido un
saber muy antiguo revelado por los Dioses. La magia natural, que
suponía la exist encia de fuer zas ocult as per o r eales, est aba m uy
pr esent e, y la alquim ia se consider aba la ciencia her m ét ica por
excelencia.
Los m agos son invest igador es de la nat ur aleza; no cr een en
m ilagr os ni en causas divinas sino en causas nat ur ales ocult as.
Como lo diría Giovani Batista Dellaporta, “La magia no es más que
el conocim ient o de la nat ur aleza en su t ot alidad. Si ent endem os
los cielos, las est r ellas, los elem ent os y com o se com por t an y
com o cam bian, podem os encont r ar los secr et os ocult os de los
ser es vivos, de las plant as y de los m iner ales, de su gener ación y
cor r upción” . Par a el m ago, el obj et ivo es apr ender a m anipular la
la magia se ve mas como un arte, es decir, un conocimiento de las
t écnicas o pr áct icas par a pr oducir o pr edecir efect os específicos,
que como una ciencia que busca el conocimiento de las causas. Al
igual que Newton y su declaración de “hipotesis non fingo” (“yo no
hago hipótesis”), el mago no imagina hipótesis para explicar como
oper an las fuer zas ocult as, solam ent e t iene exper iencia de su
existencia.
Recient es invest igaciones han dem ost r ado que la bibliot eca de
New t on t enía un t ot al de 1752 libr os, de los cuales 170 er an
sobr e m agia y alquim ia, y 369 sobr e ciencia. En el Tr init y College,
New t on t enía un labor at or io com plet o de alquim ia donde pasaba
días ent er os ent r e libr os y exper im ent os de alquim ia. Keynes,
quien ve a New t on com o el últ im o de los m agos, consider a que la
m agia es una ext r aña facet a del genio y que er a una especie de
aber r ación. Per o, com o lo hem os señalado, el concept o de fuer za
gr avit acional de New t on no es t an aj eno a nociones de la m agia
nat ur al com o son las fuer zas ocult as. En cualquier caso, no
par ece m uy defendible el esfuer zo de m uchos hist or iador es por
construir a dos Newtons separados; el racional y el místico.
El pr oblem a es que no par ecía est ar m uy int er esado en hacer
públicos sus r esult ados. Quizás no encont r ó r ecept ividad en los
ám bit os académ icos m ás poder osos o t al vez lo consider aba una
act ividad pr ivada, secr et a, fiel a los pr incipios de la t r adición
her m ét ica y la idea de conocim ient o de elegidos. Los m anuscr it os
College, par ecen coincidir con la elabor ación de algunos de sus
t r abaj os m ás conocidos y algunos pasaj es par ecen insinuar que
est e t ipo de conocim ient o er a m ás elevado y posiblem ent e
incomunicable.
Existe otro aspecto de Newton, estrechamente ligado con la magia
y la alquim ia, que es indispensable par a ent ender m ej or la
nat ur aleza de sus invest igaciones pr ivadas: la t eología. La
pr egunt a de cuando com enzó la er a m oder na, que t ant o ha
pr eocupado a Occident e, t iene en los filósofos de la I lust r ación
fr ancesa la idea de que com ienza con New t on. Par a Volt air e, los
estudios bíblicos que hace Newton y sus investigaciones teológicas
son “ ... par a dist r aer se de la fat iga de sus m as exigent es y
r igur osas invest igaciones” . Así m ism o afir m aba, “ Ant es de Kepler
los hom br es er an ciegos, Kepler t enía un oj o, New t on t enía dos.”
Par a los filósofos ilust r ados, los gr iegos habían iniciado ese
pr oceso hacia la ilust r ación per o fue un esfuer zo que se vio
opacado por la t r adición ar ist ot élica y escolást ica. En el
Renacim ient o se “ r evive y se piensa en Flor encia com o la nueva
At enas, per o la hum anidad no desper t ar ía hast a figur as com o
Galileo, Descar t es, Kepler , ent r e ot r os, y definit ivam ent e
encontraría la luz con Newton.
Sin em bar go, par a sor pr esa de los filósofos ilust r ados, si lo
hubier an sabido, New t on t enía una visión pr opia de la hist or ia de
la ciencia, en donde t odos sus descubr im ient os no son m ás que el
ant igüedad ya conocían bien, solo que se habían per dido o
defor m ado en la t r adición escolást ica. New t on par ece cr eer que
Her m es conocía la ver dader a est r uct ur a del cosm os, que los
pitagóricos conocían las leyes de la física y así sucesivamente. De
est a m aner a dedica par t e de sus invest igaciones a encont r ar
sim ilit udes ent r e las t eor ías de los ant iguos y sus pr opios
hallazgos.
Dibuj o de New t on de Júpit er ent ronado, que acom paña la copia de un t rabaj o alquím ico no publicado. Los ray os de influencia del sol y la luna en las m anos de Júpit er hacia las órbit as baj o sus pies, son rem iniscent es de las cadenas en “ El espej o
de la naturaleza” de Robert Fludd.8
Newton copió un diagrama de la Piedra Filosofal, el principio activo de la alquimia, con
un conjunto de instrucciones sobre el color.9
Dios
Recient es publicaciones sobr e el sur gim ient o de la ciencia
m oder na han r eplant eado la visión t r adicional ent r e ciencia y
r eligión. En lugar de insist ir en una separ ación ent r e las dos,
par ecen haber señalado una ent r añable fusión. Ya hem os vist o
com o elem ent os r eligiosos est aban pr esent es en el pensam ient o
de líderes intelectuales como Kepler o Descartes.
New t on, la m ás depur ada for m a de ciencia m oder na, es aun m ás
una m uest r a de esa fusión de la Religión y la ciencia m oder na.
Newton pensaría que Dios se revela en dos libros, su palabra y su
obr a, de t al m aner a que la cor r ect a int er pr et ación de los dos
dem ost r ar ía que los dos libr os t ienen el m ism o aut or . Sin
em bar go, New t on t enía una par t icular visión de la hist or ia en la
defor m ado la r eligión. Consider aba que la m ás ant igua de las
r eligiones ser ía la m as pur a lo cual le llevó a desar r ollar un cier t o
tipo de anticatolicismo.
En t odo caso New t on cr eía que un cor r ect o conocim ient o de la
nat ur aleza podr ía ayudar nos a una cor r ect a int er pr et ación de la
Biblia y vicever sa. Recor dem os que en la filosofía nat ur al es
com ún que se cr ea que el est udio de la nat ur aleza nos conduce al
conocim ient o de Dios. New t on no ser ía la excepción y no ver ía en
la nat ur aleza ni accident es ni azar , sino solo pr opósit os y
volunt ad. Al r espect o dir ía, “ Exist e un espír it u infinit o y
om nipr esent e en el cual la m at er ia se m ueve siguiendo leyes de
matemáticas.”
Esta idea de om nipr esencia divina est ar ía r elacionada
dir ect am ent e con su idea de espacio absolut o. Aunque la idea de
espacio y t iem po puede par ecer r elat iva ( un pasaj er o no puede
det er m inar si su t r en se m ueve hacia delant e o si l t r en de al lado
se m ueve hacia at r ás) , en la física new t oniana es esencial la idea
de un espacio y un t iem po absolut os. Es decir , finalm ent e t iene
que haber un punt o de r efer encia absolut o, una especie de
habit ación cósm ica donde ocur r e t odo, que no se m ueve y con un
r eloj absolut o. La r espuest a par ece est ar en la t eología en donde
el t iem po y el espacio t ienen un significado r eligioso que par a
New t on es de cent r al im por t ancia. Dios ser ía el punt o de
referencia absoluto que Newton buscaría. Además, a diferencia de
Descar t es y su filosofía m ecánica en donde el univer so funciona
com o un r eloj sin lugar par a int er vención divina, par a New t on la
pr esencia e int er vención per m anent e de Dios en el univer so es
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