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El problema de la basura

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Academic year: 2020

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EL PROBLEMA DE LA BASURA

EN LA CIUDAD DE MÉXICO.

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INDICE

Introducción 3

1. La situación de los residuos sólidos en la ciudad de México.

1.1 ¿Qué es la basura? 9

1.2 ¿Cuánta basura se produce en la ciudad de México? 10

1.3 Residuos peligrosos 21

2. Implicaciones económicas de la basura.

2.1 ¿sabes cuánto nos cuesta la basura? 25 2.2 El valor esta en quien se la apropia. 27

3. Historia de la basura en la ciudad de México. 31

4. Métodos de disposición final.

4.1 Tiraderos a cielo abierto. 36

4.2 Relleno sanitario. 39

4.3. Otros métodos: la incineración y la composta. 44

5. Implicaciones sociales y políticas de la basura.

5.1 La pepena ¿un trabajo de subsistencia? 52

5.2. Caciques de la basura. 55

6. Reflexiones finales y alternativas de solución. 58

Glosario. 69

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INTRODUCCIÓN

Quizá todas las sociedades merecen ser juzgadas por su basura. Vivimos actualmente en una sociedad permeada sistemáticamente por la información (a todos los niveles) y la seducción del consumo, en donde la lógica del capital, para obtener lucro o plusvalía, produce infinidad de productos con una obsolescencia perfectamente programada que no solo desecha mercancías (o restos de ellas) sino también personas.

Héctor Castillo Berthier.

En las ciudades la basura lleva siendo un problema casi desde el origen de éstas, debido a la alta densidad de población y al hecho de arrojar la basura a las calles. Esto provoca la proliferación de insectos, roedores y microorganismos patógenos. Y si a eso le agregamos un mal sistema de gestión de las basuras, el resultado viene siendo un deterioro y depreciación del entorno debido a la contaminación del aire, del agua y del suelo.

En las sociedades preindustriales, tanto el volumen relativamente limitado de generación, como la composición predominantemente orgánica de muchos de los residuos o la biodegradabilidad de éstos, el manejo de los mismos estuvo limitado en el mejor de los casos, a llevarlos a un sitio distante de las comunidades para ser enterrado a los ciclos de la vida. Con la industrialización –incluidas las actividades agropecuarios, forestales y pesqueras- se aceleraron los procesos de producción y con ello ocurrieron dos fenómenos: la generación –por un lado- de

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mayores volúmenes de residuos y un consumo desmedido –por el otro- de los bienes producidos, junto con sus envases y embalajes.

La influencia de los medios de comunicación con las distorsiones que causa la publicidad agudiza el consumismo: subestima productos, sobrevaloriza mercancías e incrementa la ignorancia e insensibilidad, de manera que tan sólo resulta importante adquirir cosas en un mundo capitalista donde sale más caro consumir, que remediar. Prácticamente todos los hogares de la ciudad de México cuentan con un radio o una televisión por lo que la penetración a través de estos medios es muy alta, situación que determina gran parte de sus hábitos de consumo con todos los aspectos negativos que esto implica: la compra de productos que rápidamente dejan de ser útiles, pasados de moda, inservibles, obsoletos, además de los “alimentos chatarra” y productos “desechables” que generan una gran cantidad de basura, la desnutrición en la población y la falta de información para mejorar sus patrones de consumo.

Consideramos basura todo aquello que ya no nos sirve. Cuando regresamos de compras, las bolsas y los empaques los tiramos a la basura, porque ya no nos sirven. También arrojamos al bote de basura la fruta que ya no podemos comer porque se echó a perder, el vidrio que se rompió y el trapo que ya no utilizamos. Acostumbramos tirar la basura en cualquier lugar y nos consideramos educados si tenemos el hábito de depositar la basura en su lugar. Creemos que con esto ya hemos cumplido. Sin embargo, el problema de la basura no se resuelve con esto. Cuando la envolvemos en bolsas y la sacamos para que el barrendero la ciudad la recoja, lo que estamos haciendo es "pasar el paquete" de la basura al servicio de limpia de la ciudad de México.

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Fuera del lugar donde se genera, los residuos ocasionan: i) el bloqueo de coladeras y drenajes, lo que origina inundaciones urbanas en las épocas de lluvias; ii) el bloqueo de corrientes de agua, por ejemplo al acumularse debajo de los puentes provocando que los ríos de desborden; iii) el deterioro de lugares de recreación. Los paseantes o quienes los visitan dejan tirados su basura que se va acumulando al grado de desalentar el aprovechamiento de esas áreas, además de generar problemas sanitarios y ambientales; iv) una pésima imagen urbana al arrojar residuos al borde de caminos o en botes baldíos y espacios abiertos.; v) la contaminación de cuerpos de agua o de consumo. Por descargarse directamente en ellos todo tipo de residuos o ser arrastrados por la lluvia sustancias contaminantes que se infiltran en el suelo hasta llegar al agua subterránea; vi) el salinamiento de suelos. Por depósito de ellos en residuos que son o se encuentran compuestos de sales, como ocurre con los residuos de sal empleados en la preservación de pieles utilizadas como insumos en la industrial de la curtiduría; vii) la proliferación de fauna nociva y generación de malos olores. Cuando se vierte materia orgánica por doquier o en tiraderos a cielo abierto; viii) la emisión de contaminantes al aire libre, tanto al despenderse sustancias volátiles contenidas en los residuos, como al generarse gases debido a la fermentación de los residuos orgánicos, o por el arrastre por el viento de los residuos de distinta índole; a lo cual se suma la contaminación ocasionada cuando se incendias los basureros y durante semanas se emiten partículas y de todo tipo de sustancias tóxicas liberadas de procesos de combustión de distintos tipos de materiales.

Por su parte, el servicio de limpia del GDF no cuenta con programas de recolección y separación de los residuos actualizados, ni cuenta tecnología aplicada como la incineración que permite la recuperación de energía, del ambiente y de la

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economía del país. Esta administración sigue apostando por el relleno sanitario, un sitio que ejemplifica claramente la ausencia de autoridad al proliferar la pepena, los olores desagradables, la fauna nociva y los incendios que dan como resultado que el suelo quede inutilizado para usos agrícolas; los mantos acuíferos sean infectados por la migración del lixiviado --líquido que forma la basura en su contacto con agua-- y finalmente, el deterioro de la imagen urbana. Consecuentemente, las autoridades locales han llegado a sus límites de capacidad para atender financiera y técnicamente los gastos y requerimientos de manejo de la basura. Incluso, el propio servicio de “limpia” al no operar adecuadamente contribuye a incrementar los niveles de contaminación por las emisiones de los vehículos en mal estado que transportan la basura y los residuos que ellos mismos generan y su consumo de combustibles, así como por la liberación de emisiones en las instalaciones en donde se procesan o depositan los residuos, por citar dos ejemplos.

El problema de la basura en la ciudad de México puede ser abordado desde el punto de vista cultural y educativo, y de ahí derivarse a otras áreas de análisis como el ambiental, el técnico, el legal, el institucional, etc. Empero, el problema de fondo que permite unirlos a todos es básicamente de tipo social, ligado a la política y la economía. Para ello, trataremos hacer un análisis integral de la situación y proponer al final del presente escrito una serie de alternativas para su solución, que de llevarse a cabo, provocarían una disminución sustanciosa en los volúmenes de basura en la capital del país.

La primera parte del trabajo muestra la situación actual de los residuos sólidos en la ciudad de México con la intención de ejemplificar la magnitud del

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problema. La segunda parte describe las implicaciones económicas que tienen la recolección y tratamiento de la basura, ya que al salir de nuestras casas, ésta es objeto de disputa por las enormes ganancias que conlleva su apropiación. La tercera parte relata, brevemente, la historia de la basura en la ciudad de México con el objeto de ver cómo es que ha sido tratado el problema. La cuarta parte explica las distintas formas en que las autoridades correspondientes “resuelven” el problema de la basura. Esto es, del tiradero a cielo abierto al relleno sanitario y de este a la incineración y la composta. La quinta parte muestra el impacto social de la basura en sociedades como la nuestra, en donde pepenadores y voluntarios sobreviven de lo que la basura y los caciques les dejan.

Antes de darnos a la tarea antes señalada, es preciso mencionar las debilidades de algunos de los inventarios de generación y de los sistemas de información en la materia que aún dejan mucho que desear y cuyos datos deben de ser manejados con cautela. La dificultad consiste en que no se ha adoptado una clasificación uniforme de los residuos en el cual todas las investigaciones tomen como punto de partida. Por ejemplo, algunos investigadores consideran al residuo, la basura y el desecho como algo distinto e incluso antagónico. Por otro lado, hay pocas publicaciones acerca del problema de la basura que muestren el volumen de generación en kilogramos o toneladas y simplemente hacen estimaciones sobre un muestreo aleatorio ya sea de la basura domiciliaria o de la que ingresa a los centros de transferencia o depósitos finales de basura tras de pesarla. O en el peor de los casos, no introducen cuadros en los que no se indique a que periodo o año corresponde el volumen o la composición de los residuos a los que se hace referencia y suele suceder que las mismas cifras se reporten para años distintos como si no hubiera ocurrido cambio alguno.

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Desafortunadamente, esta situación no ha podido evitarse en el presente escrito, por lo que se alerta reiteradamente al lector sobre el manejo cauteloso que debe hacer de esta información o de la interpretación de la misma, pues los cuadros sólo son utilizados con fines ilustrativos y para llamar la atención sobre la urgencia de superar esta deficiencia y desarrollar procedimientos consensuados que partan del uso de una clasificación armonizada de los residuos y métodos para estimar volumen y composición. Por lo tanto, el fin último del presente trabajo no es llegar una conclusión, sino ser un eslabón más de la cadena en la discusión del tema. Si se logra este objetivo, será un gran avance, pues constantemente aparecen nuevos residuos que contaminan el ambiente, constantemente las leyes se ven superadas por la realidad, constantemente las autoridades de limpia se ven superadas por sus propias ambiciones al coludirse con los caciques e intermediarios de la basura; constantemente se rompe nuestra conciencia ciudadana de no crear basura, etc.

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1. La situación de los residuos sólidos en la ciudad de México.

1.1. ¿Qué es la basura?

La palabra basura significa para mucha gente algo despectivo, algo que carece de valor y de lo que hay que deshacerse lo más pronto posible. De esta manera lo útil, que no siempre necesario, se convierte en un estorbo y es causa del problema de cómo desentendernos de lo que consumimos o producimos. En el medio rural, la basura jamás representó un verdadero problema, ya que los residuos orgánicos continuaban el ciclo de la vida sirviendo de abono o de alimento para animales, los vertidos a los ríos eran depurados por las propias aguas. Caso contrario sucede en las ciudades, en las cuales la basura representa un serio problema casi desde la aparición de éstas, como resultado de la alta densidad poblacional y al hecho de arrojar la basura en la calle por el consumo exagerado de objetos innecesarios desechados casi siempre en un periodo corto.

La basura1 está conformada por los desperdicios del ciudadano que a diario desecha al barrer el frente e interior de su vivienda, donde por lógica se cuelan los desperdicios de todo género: del baño, envases, papeles y con todos aquellos desperdicios que salen del hogar, la oficina, la calle y la industria. (geocities.2004)

1 Hay tres tipos de basura: la basura residencia, o basura por individuo o habitante que desecha en

los hogares; basura domiciliaria compuesta por la suma de las basuras que se generan en los hogares, a la que se agregan los desechos de oficinas, comercios y otros establecimientos y; la basura urbana, que comprende los dos tipos anteriores más los desechos de origen industrial, al dividir la basura urbana entre el total de habitantes de la ciudad se obtuvo la generación de “basura urbana per cápita”. (ver Cortinas, Cristina. Hacía un México sin basura. 2001)

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Por ende, la basura sugiere suciedad, falta de higiene, mal olor, desagrado a la vista, contaminación, fecalismo, turbiedad e impureza. (Deffis;1994:17-39)

Cuadro N. 1

Ejemplos de definiciones de residuos de toda índole.

Tipos de residuos Definiciones

Residuo

Material, insumo, producto o subproducto, sólido, semisólido, líquido o gaseoso que esté contenido, generado en los procesos de extracción, beneficio, transformación, producción, consumo, utilización, control o procesamiento, y que se descarta, que pueda ser susceptible de ser aprovechado o requiera sujetarse a tratamiento o disposición final conforme a lo dispuesto en las legislaciones en la materia.

Residuos sólidos Urbanos

Los generados en las casas habitación, que resultan de la eliminación de los materiales que utilizan, de los productos que consumen y de sus envases, embalajes o empaques, que provienen de cualquiera otra actividad que genere residuos con características domiciliarias y los resultantes de la limpieza delas vías y lugares públicos, siempre que no sean considerados en las legislaciones correspondientes como residuo de manejo especial.

Residuos de manejo especial

Aquellos que requieren sujetarse a planes de manejo específicos con el propósito de acopiarlos, transportarlos, aprovechar su valor o sujetarlos a tratamiento o disposición final, ambientalmente adecuados, económicamente factibles y debidamente controlados.

Residuos peligrosos Aquellos que posean alguna de las características intrínsecas de corrosividad, reactividad, explosividad, toxicidad, inflamabilidad o capacidad infecciosa o que, de acuerdo con la legislación en la materia, sean definidos como tales.

Fuente. Cortinas, Cristina. Manuales para regular los residuos con sentido común. Manual 1: Introducción y elementos de técnica regulatoria. Página 29.

1.2 ¿Cuánta basura se produce en la ciudad de México?

Históricamente, el primer problema que plantean los residuos ha sido el de su eliminación, no el de su reciclaje, recuperación y reutilización, como sería lógico pensar si razonáramos desde el punto de vista ecológico. Hasta hoy, la solución que la sociedad da al problema de la basura es bastante primitiva: apartarlos de su vista, arrojándolos o enterrarlos para ocultar el problema. La solución más

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“socorrida” fue la de arrojarlos a las afueras de la ciudad, en tiraderos al aire libre, que con el crecimiento urbano iban quedando dentro del perímetro de los mismos para volverse a desplazar hacía afuera. En el caso de la ciudad de México, estos tiraderos eran

recubiertos de tierra y lotificados; la colonia Del Valle, al sur del Distrito Federal, en otras épocas fue un basurero de la ciudad. (Palacios.2004)

De todo el mundo, México con sus más de 30 millones 733 mil toneladas al año –84 mil 200 toneladas diarias- ocupa en el año 2000, el décimo lugar entre los países que más basura generan en el mundo. Estados Unidos ocupa el primero. (Noticieros Televisa.2003) Si bien esta basura no es ni la mitad de lo que se genera en Estados Unidos y Europa, con estos volúmenes no controlados se podría estar llenando por dos semanas, hasta el borde, el Estadio Azteca. La basura generada en el país se distribuye de la siguiente manera: 31%, residuos alimenticios; 14.2%, papeles y cartón; 9.8%, desechos de jardinería; 6.6%, vidrio; 5.8% plástico y; 32.6%, otros residuos no especificados. (La Jornada.2001)

Del total de la basura obtenida, sólo el 77% de los residuos se recolecta oportunamente, y de éstos, únicamente 50% se dispone o recicla de manera segura, el resto -57 mil toneladas diarias de basura en todo el país- queda abandonada a cielo abierto en cañadas, caminos, lotes baldíos y cuerpos de agua, así como en

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tiraderos clandestinos. El 53% de la basura se dispone en rellenos sanitarios y tiraderos controlados ya que existe un déficit del 68% en infraestructura moderna y adecuada para la separación, recolección, transporte, tratamiento, reciclaje y disposición final segura de residuos municipales. (Semarnat.2004)

Día a día aumenta la generación de desechos, ya sean gaseosos, sólidos y líquidos. Esto se debe a la explosión demográfica, el desarrollo económico y al crecimiento de los grandes centros urbanos, aunque esto puede variar de acuerdo con la zona de la ciudad que se trate, dependiendo tanto de los patrones de consumo de los habitantes como de las actividades comerciales o industriales que se realicen. Por regiones, la zona centro con el Distrito Federal genera 62% del total de los residuos del país. En cuanto al tipo de materiales que componen los desechos hay un cambio sustancial: hace medio siglo, 5% de la basura era material no biodegradable, y en la actualidad estos representan 50%.

Datos oficiales afirman que en 1997 la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM)2 generaba 20 mil 166 toneladas de residuos sólidos, 11 mil 140 en el Distrito Federal y 9 mil 26 en los municipios metropolitanos del Estado de

México, que corresponden a 1.04 kilogramos por habitante cada día. Los desechos

2 En la Zona Metropolitana del Valle de México habitan más de 19 millones de habitantes en una

superficie menor a tres mil quinientos kilómetros cuadrados de los cuales 115 km2 corresponden al área urbana. La Zona Metropolitana del Valle de México se divide en dos principales sectores el Distrito Federal, con 1 500 km2 y la zona conurbada con 1 728 km2.

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estaban divididos de la siguiente manera: 40% era orgánica, 15% papel, 4% cartón, 8% vidrio, el 3% de la basura son pañales desechables y el resto es plástico, lámina, aluminio, loza, madera, cuero, trapo y chácharas. Para recolectar esa enorme cantidad de basura se requería de la participación de 20 mil trabajadores entre barrenderos, choferes y ayudantes que limpian con mil 727 vehículos y 193 tractocamiones los 17 mil kilómetros de vías. (Álvarez.2000)

En ese año, el Distrito Federal generó cerca de 4 millones 222 mil 366 toneladas de residuos, con una producción de basura por persona de 1.3 kilogramos al día. Los desperdicios domiciliarios3 representaban la principal fuente de generación de basura con el 48.13% del volumen total y los comerciales4, servicios5, especiales6 y otros7 participaban con el 51.87%. Las más de 11 mil toneladas eran transportadas a dos sitios de disposición final después de pasar por 13 estaciones de transferencia. (JICA/GDF.1999) Se afirmaba que la ciudad de México generaba en dos días 22 mil 840 toneladas de basura, equivalentes al peso total de la torre Latinoamericana. (Álvarez.2000)

3 Los residuos domiciliarios se dividen en dos grandes grupos: los orgánicos y los inorgánicos. Los

orgánicos son todos aquellos de origen biológico, que en algún momento tuvieron vida. Los inorgánicos son todos aquellos productos (empaques, papel sanitario, muebles, polvo) que nunca tuvo vida. (JICA.1999)

4 Los residuos comerciales están compuestos por los desperdicios de los mercados y centros

comerciales.

5Los residuos servicios comprenden los sobrantes de los restaurantes y bares, centros de

espectáculos y recreación, servicios públicos, hoteles, oficinas públicas y centros educativos.

6Los residuos especiales están compuestos por los desechos de las unidades medicas, laboratorios,

veterinarias, terminales terrestres, aeropuertos, habilidades y centros de readaptación social.

7 Los residuos otros toman en cuenta las basuras de las áreas verdes, centros de readaptación social,

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Las 13 estaciones de transferencias tenían un volumen de operación de 10 mil 060 toneladas por día, por lo que había un déficit en la capacidad instalada de transferencia de mil 084 toneladas por día. Las tres plantas de selección y

aprovechamiento de residuos sólido, la de Bordo Poniente, la de San Juan de Aragón y la de Santa Catarina, tenían una capacidad instalada de mil 500 toneladas por día cada una. Su porcentaje de recuperación de subproductos (cartón, papel, plástico, vidrio, lata, trapo y fierro) fue del 12%. Actualmente -2004-, el único sitio de disposición final abierto es el Distrito Federal es el relleno de Bordo Poniente, una vez cerrados los rellenos sanitarios de Prados de la Montaña (julio de 1994) y el sitio de disposición final de Santa Catarina (segundo semestre de 1995). (Cortinas;2001:329)

Pero existe una disparidad en las cifras que se manejan en cuanto a la cantidad de basura que se produce en el Distrito Federal, ya que fuentes no oficiales señalan que en la ciudad de México produjo 4 millones 767 mil 366 toneladas de residuos al año, o sea 545 mil 363 toneladas más de basura. (Álvarez.2000), sin contar 500 toneladas diarias de basura que se acumulaban en basureros clandestinos que no se recolectaban. Tengo la hipótesis que la situación antes descrita pudiera explicarse por la metodología que cada investigación sigue, por las fuentes que recurre, por los materiales que clasifica como basura, por la escasa información que hay en las dependencias de gobierno y sobre todo, porque

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el Sindicato de Limpia tiene el control de la infraestructura, recursos humanos, organización y operación del sistema de recolección y transporte en la capital del país.

Por ejemplo, en enero de 2004 las Secretarías de Obras y Servicios y del Medio Ambiente anunciaron que el Distrito Federal produce 12 mil toneladas de basura al día, un promedio de 1.5 kilogramos por persona de basura cada 24 horas. Este crecimiento mínimo es poco creíble si tomamos en cuenta el crecimiento demográfico, la ineficiencia del servicio de limpia y del interés de ocultar un problema urbano, entre otros. Otras investigaciones indican que la ciudad de México produce entre 18 y 20 mil toneladas de basura diariamente (ver Castillo.2002; Rascón.2002)

El 50% de esas 12 mil toneladas provenían de los domicilios particulares y de estas, 60% son inorgánicos y el resto orgánicos. Las dependencias manifiestan que parte de la recolección mediante barrido manual -mil toneladas diarias, aproximadamente, corresponde a cada una de las 16 delegaciones políticas, y de ahí, cerca de 10 mil toneladas llegan a las 3 estaciones de transferencia y otras 4 mil toneladas pasan por la planta de selección y finalmente al relleno sanitario Bordo Poniente. (Secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal.2004), mientras que la composición de los desechos es de la siguiente manera: 31% son residuos alimenticios; 14.2%, papel y cartón; 9.8%, desechos de jardinería; 6.6%, vidrio; 5.8%, plástico; 3.1%, metales; 1.2%, textiles y 27.7% son otros desechos sin clasificar. (Partido Verde Ecologista de México.2004)

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Por su parte, la Comisión de Uso y Aprovechamiento de Bienes Públicos, dependiente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), informó un mes después, que la cifra de 12 mil toneladas de basura puede resultar engañosa, ya que sólo se toma en cuenta a la población residente. Es decir, sí se agregara la basura producida por la población flotante del Distrito Federal, estaríamos hablando que en la ciudad se sacan a la calle entre 25 y 30 mil toneladas de basura que necesitan ser confinadas adecuadamente diariamente. (Sandoval.2004)

Cuadro N. 2

Basura producida al día en México, 2000.

Concepto Cantidad

Generación de basura (ton/día) 84,200

Volumen recolectado 77%

Volumen en rellenos sanitarios 33%

Rellenos Sanitarios 43

Plantas de Reciclamiento 3

Fuente. Semarnat. 2004.

Cuadro N. 3

Composición de basura (%) en México, 2000.

Concepto Cantidad (%)

Residuos de Alimentos 31.0

Papel y Cartón 14.2

Desechos de Jardinería 9.8

Vidrio 6.6 Plástico 5.8 Otros 32.6 Fuente. La Jornada, 2001 en Aguayo, Sergio. Almanaque Mexicano. Editorial Grijalbo.2000.

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Cuadro N. 4

Tasa comparativa de desecho sólidos municipales en distintos países, 1998.

País Generación per cápita (kg/km/año)

Estados Unidos de América 1.970

Canadá 1.900 Finlandia 1.690 Holanda 1.300 Suiza 1.200 Japón 1.120

Brasil (Sao Paulo) 1.350

Argentina (Buenos Aires) 0.880

Chile (Santiago) 0.870

México 0.853 Fuente. Sancho y Cervera J. Rosiles GG. Situación del Manejo Integral de los Residuos Sólidos en México.

Sedesol. 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre residuos. PVEM. 2001. Página 311.

Cuadro N. 5

Generación anual de basura por zona geográfica, 1998

Fuente. Sancho y Cervera J. Rosiles GG. Situación del Manejo Integral de los Residuos Sólidos en México. Sedesol. 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre residuos. PVEM. 2001. Página 311.

Zona Proyección Población 1998

Generación per

cápita (kg/hab/día) Generación diaria (ton) Generación anual (ton)

Centro 51,117,711 0.788 40,281 14,702,565

Distrito Federal 8,683,824 1.329 11,541 4,212,465

Norte 19,501,930 0.891 17,376 6,342,240

Sur 12,615,849 0.679 8,328 3,039,721

Frontera Norte 6,347,055 0.956 6,067 2,214,455

Total Nacional 98,266,369 0.853 83,831 30,598,315

Cuadro N. 6

Cantidad de Residuos Generados en el Distrito Federal (toneladas por año)

1997 1999 2000* 2001* 2002* 2003* 2004* Población 8,610,000 8,654,000 8,698,000 8,747,000 8,796,000 8,846,000 8,986,000 Cantidad

Generada

Domicilio 1,925,000 1,946,000 1,956,000 1,967,000 1,976,000 1,989,000 1,999,000 Comerciales 1,210,000 1,217,000 1,221,000 1,225,000 1,230,000 1,234,000 1,238,000

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Fuente. Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) y el Gobierno del Distrito Federal.

Servicios 636,000 639,000 641,000 645,000 647,000 650,000 657,000 Especiales 133,000 135,000 135,000 135,000 137,000 137,000 137,000 Otros 265,000 267,000 269,000 269,000 272,000 273,000 274,000 Total 4,169,000 4,204,000 4,222,000 4,241,000 4,262,000 4,283,000 4,302,000

*Nota. Estas cifras son estimaciones hechas por JICA ya que su estudio terminó en el año de 1999.

Cuadro N. 7

Comparación de la generación estimada de basura residencial y basura municipal domiciliaria en el DF y la ZMVM, 1980-1990.

Entidad Promedio de la década de 1980 (ton/año)

Promedio de la década de 1990 (ton/año)

Distrito Federal 3,984,053 3,716,022

Zona Metropolitana 6,024,646 6,631,311

Fuente. Restrepo I. Bernache G y Rathje W. Los demonio del consumo (basura y contaminación), Centro de Ecodesarrollo, México. 1991, en 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre residuos. PVEM. 2001. Página 314.

Cuadro N. 8

Comparación de la generación estimada de basura en el Distrito Federal, 2000-2010.

Fuente Generación 2000

(ton/año)

Generación 2010 (ton/año)

Incremento (%)

INE, 1997 5,363,358 7,879,929 46.92

JICA/GDF 1999 4,222,000 4,430,000 4.93

Fuente. Estadísticas e indicadores de la inversión sobre residuos sólidos municipales centros urbanos de México. Estudio sobre el manejo de los residuos sólidos para la ciudad de México de los Estado Unidos Mexicanos. Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre residuos. PVEM. 2001. Página 314.

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Cuadro N. 9

Estimación de basura para 2004.

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Cuadro N. 10

Estimación de basura generada para el 2010.

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1.3 Los residuos peligrosos.

Los residuos que reclaman mayor atención son los llamados residuos peligrosos: alimentos y fármacos no aptos para consumo humano, residuos generados en clínicas, laboratorios y unidades médicas, pilas, pinturas, patógenos y virus encontrados en la basura y en lodos de aguas negras. Los llamados residuos peligrosos, por ser corrosivos, reactivos, explosivos, tóxicos, inflamables o biológico-infecciosos, no han podido ser regulados ni controlados eficientemente, a pesar de que existe tecnología conocida para ello. La ZMVM produce anualmente alrededor de 587 mil toneladas

al año de residuos peligrosos, lo que representa alrededor de 33 kilogramos al año por habitante. Aproximadamente la mitad de estos residuos se generan en el Distrito Federal y la otra mitad en los municipios

conurbados del Estado de México. De esas 578 mil toneladas, únicamente el 12% se recicla, reusa, trata o confina, mientras que el resto se dispone en forma inapropiada, a través de descargas al drenaje o mezclados con residuos municipales, así como a través de quemas y tiraderos clandestinos, sin mencionar que la infraestructura existente es insuficiente y/o no cubre todas las necesidades de un manejo adecuado, situación que se traduce en un detrimento del medio ambiente y, en ultima instancia, de la salud de la población. (Álvarez.2002)

Los residuos peligrosos se generan principalmente en la industria y servicios, aunque en los hogares también existe una contribución importante. Su

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composición es muy variada, e incluye sustancias orgánicas e inorgánicas. Su producción esta muy dispersa en el Área Metropolitana, lo cual dificulta su control y la logística de acopio, recolección y transporte; es común que los residuos se encuentren mezclados entre sí, o con otros materiales no peligrosos, lo que incrementa significativamente su volumen, dificulta su transporte y los procesos de tratamiento y estabilización. (Semarnat.2004)

En el fondo, una importante proporción de la generación de residuos peligrosos esta asociada con un mal manejo de inventarios, por sobrexistencia de materia primas y almacenamiento de productos fuera de especificación; persisten en la industria vicios en la operación de los procesos industriales, como la deficiente capacitación del personal, la falta de estandarización de procesos y la carencia de programas de mantenimiento preventivo y correctivo. Con frecuencia, estos residuos se encuentran almacenados en los patios de las industrias, lo que representa para estas tanto problemas de operación como una subutilización de espacios, además de riesgos ambientales. Entre los giros industriales que producen los mayores volúmenes de residuos peligrosos, destacan la industria química, fundidora, metalmecánica, textil, artes graficas y galvanoplastia. (ver Sánchez.1998)

Se calcula que se producen más de 200 mil toneladas de residuos industriales por día, y que la mayor parte de los industriales, incluyendo a los dueños pequeños de talleres, los entregan a los servicios municipales de

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recolección, donde son mezclados sin ninguna precaución con la basura doméstica y son transportados a tiraderos a cielo abierto. El empleo de productos plaguicidas, cuyos residuos y los de sus envases constituyen su serio problema ambiental y sanitario, en particular cuando estos últimos son empleados para contener agua de bebida o alimentos. Los residuos de la minería y de las actividades de extracción del petróleo se encuentran entre los más abundantes y por la ubicación territorial de estas actividades, representan problemas de diferentes grados de severidad, dependiendo de la vulnerabilidad de los sitios en los que se producen, en el caso de los primeros existen ciudades enteras que han sido constituidas sobre las montañas de residuos dejadas por alrededor de cuatrocientos años de minería. (Cortinas;2001:31-32)

Cuadro N. 11

Características de su peligrosidad

Explosivo Sólido o líquido, o mezclas de sustancias o sus desechos que es capaz por sí misma, mediante reacciones químicas, de producir gases a una temperatura, presión y velocidad tales que pueden causar daños en el área circunvecina.

Oxidante

Sustancia que, aunque no necesariamente sea combustible por sí misma, puede producir oxígeno, causar la combustión de otros materiales o contribuir a ella. Las sustancias orgánicas que contiene el grupo -0-0- son térmicamente inestables y pueden sufrir una descomposición exotérmica auto-acelerada.

Inflamable

a. Sustancia líquida, mezcla de líquidos, líquidos con sólidos en suspensión o solución (por ejemplo, pinturas, barnices, lacas), que desprende vapores inflamables a temperaturas inferiores a 60.5°C, en prueba en recipiente cerrado, o inferiores a 65.6°C en prueba en recipiente abierto.

b. Sólido o sus desechos no clasificado como explosivo, que bajo condiciones de manejo es combustible con facilidad o puede causar fuego por fricción o contribuir a él.

Irritante

Sustancia o preparación no corrosiva que por contacto prolongado, inmediato o repetido con la piel o las membranas mucosas, puede causar inflamación.

Nocivo Sustancia o preparación que si se inhala, se ingiere o se absorbe a través de la piel, puede causar un daño moderado para la salud.

Tóxico

Sustancia o preparación que si se inhala, se ingiere o se absorbe a través de la piel, puede provocar daños graves, agudos o crónicos a la salud, e incluso la muerte.

Cancerígeno

Sustancia o preparación que si se inhala, se ingiere o se absorbe a través de la piel, puede inducir cáncer en los seres humanos o aumentar su incidencia.

Corrosivo Sustancia que por reacción química causará un daño severo cuando esté en contacto con los tejidos vivos o, en caso de fugas o derrames, causará daños materiales o destruirá a otros materiales o medios de transporte. Estas sustancias también pueden generar otros riesgos.

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Infeccioso

Sustancia o material que contiene microorganismos viables o sus toxinas, de los que se sabe o se sospecha que pueden causar enfermedades en los animales o en los seres humanos.

Reactivos

-Liberan gases inflamables en contacto con el agua(reactivos). Sustancia que por interacción con el agua puede inflamarse espontáneamente o producir gases inflamables en cantidades peligrosas.

-Liberan humos corrosivos en contacto con el aire o con el agua. -Liberan gases tóxicos en contacto con el aire o con el agua.

-Capaces, por cualquier causa, después de la disposición final, de producir otras materias (por ejemplo, lixiviados) que posean cualquiera de las características anteriores.

Ecotóxico

Sustancia que si se libera causa o puede causar efectos adversos inmediatos o retardados sobre el ambiente, por bioacumulación y /o efectos tóxicos sobre los sistemas bióticos. Fuente: Revista Este País. Tendencias y Opiniones. Marzo 1993.

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2. Implicaciones económicas de la basura.

2.1 ¿sabes cuánto nos cuesta la basura?

Como se dijo anteriormente, la información sobre el problema de la basura de la ciudad de México es escasa y poco accesible al público. No se sabe o no se quiere decir con exactitud cuánto gastan las dependencias de gobierno en cada una de las 2 mil unidades recolectoras; ni se dice a cuánto asciende el gasto por concepto de combustibles, mantenimiento y reparación periódica de las mismas. Asimismo, resulta prácticamente imposible conocer cuánto ganan las tres personas (el chofer y sus dos macheteros) que usan y usufructúan el camión de la basura, ni cuánto obtienen por vender el cartón, papel, latas de refresco y plásticos a las industrias y depósitos de basura.

Lo que sí sabe es que al gobierno capitalino le costaba hace menos de dos años -2002- la nada despreciable cantidad de 540 mil pesos por recoger, distribuir, y seleccionar toda la basura que cada día genera la metrópolis. En consecuencia, anualmente el GDF destina de nuestros impuestos casi 200 millones de pesos en un servicio poco eficiente -ya únicamente recolecta el 86%, mientras que el 14% queda disperso8- y del cual se beneficia muchísima gente sin invertir prácticamente un sólo peso. De igual manera, el GDF desembolsa 100 millones de pesos cada año para desazolvar presas y redes de drenaje, pues en época de lluvias los montones

8 A nivel nacional, el servicio de recolección de basura cubre en promedio a 78% de la población.

Aunque en las grandes zonas urbanas el porcentaje de los ciudadanos atendidos se estima en 95%, en las ciudades medias va de 70 a 85%, y en las pequeñas áreas urbanas está entre 50 y 70%. (Instituto Nacional de Ecología)

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de basura tapan las coladeras y las redes del drenaje. (Comisión de Salud y Asistencia Social de la ALDF.2002)

El secretario de Seguridad e Higiene de la sección 1 de Limpia y Transporte del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal manifiesta que la mitad del parque vehicular de Limpia es obsoleto o ya no circula al cien por ciento por falta de refacciones y mantenimiento, lo que propicia una falta de servicio, o un servicio irregular en las diversas colonias de la capital. La falta de presupuesto hace que ya no se otorguen overoles, ni cascos, ni guantes, provocando que los empleados laboren en condiciones insalubres e ineficientes. El abasto de combustible es limitado pues se hace por medio de las delegaciones políticas, con lo cual se labora un solo turno, el de la mañana, y hace que las personas –injustificadamente- lleguen a sus hogares por las tardes y tiren su basura en las esquinas por las noches.

Cuadro N. 12

Años Adquisición de los vehículos de recolección por Delegación, 1967-1997.

1967-1977 1978-1987 1988-1997 1967-1997

Álvaro Obregón 60 31 47 138

Azcapotzalco 34 55 51 140

Benito Juárez 62 42 38 142

Coyoacán 51 35 40 126

Cuajimalpa 7 12 26 45

Cuauhtémoc 97 92 62 251

Gustavo A. Madero 138 85 55 278

Iztacalco 14 26 45 85

Iztapalapa 59 36 130 225

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Miguel Hidalgo 81 51 35 167

Milpa Alta 0 6 26 32

Tláhuac 8 15 31 54

Tlalpan 21 22 29 72

Venustiano Carranza 36 42 83 161

Xochimilco 14 19 12 45

Total 692 578 733 2002

Fuente. Parque vehicular de recolección asignado a las Delegaciones Políticas, enero, 1998, DGSU, dentro del Estudio sobre el Manejo de Residuos Sólidos para la Ciudad de México, hecho por JICA/GDF.

La Secretaría del Medio Ambiente reconoce la precariedad de la estructura del Servicio de Limpia de la ciudad ya que la mayoría de las unidades de recolección son obsoletas. La dependencia carece de recursos e instrumentos financieros para hacer frente a éste problema urbano. Simplemente, el cambio de vehículos con doble compartimiento para orgánicos e inorgánicos costaría a razón de un millón de pesos por cada uno, sin contar los gastos que genera el abasto diario de gasolina, la contratación y capacitación de personal nuevo y el mantenimiento de la infraestructura de los sitios de transferencia. (Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal.2004)

2.2 El valor esta en quien se la apropia.

El Gobierno del Distrito Federal de la Ciudad de México a través de su Dirección General de Servicios Urbanos usa parcialmente las estructuras informales para cumplir con sus tareas. Los barrenderos no sólo se hacen cargo de la recolección de la basura, sino también de su manejo y reciclaje, siendo utilizado por las autoridades muchas veces como sustituto parcial del sector de Limpia que en realidad debería de hacerlo.

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En la mayoría de los estados de la república no se cobra por el servicio de recolección, pero en la ciudad de México gran parte de la ciudadanía paga propinas o gratificaciones que en algunos casos sobrepasan la cantidad que costaría un servicio formal. El GDF paga el sistema (sueldos de los trabajadores y la infraestructura (camiones y estaciones de transferencia) para la recolección, tratamiento, clasificación y reciclamiento de la basura, pero toda esta infraestructura está al servicio de empresas privadas y la ciudad no recibe un solo centavo. Parte de esta riqueza se queda en manos de unas cuantas mafias sindicales y territoriales, pero casi en su totalidad en manos de grandes empresas cerveceras, refresqueras, de empaque y venta de alimentos chatarra. Exportamos basura a Europa, Japón, Estados Unidos y Canadá de manera secreta y perfecta a través de productos como la cerveza, orgullo nacional. Nuestra fama, empero es por el vidrio, cartón y aluminio que la contiene, y luego reciclada se convierte en cerveza Heineken o Saporo, con materia prima regalada en calles de la Ciudad de México. Lavar basura es jugoso negocio como lavar dinero de las drogas: grandes ganancias, oscuros manejos y no pagar impuestos. Esta materia prima, recolectada por los millones de ciudadanos y las delegaciones o municipios, las empresas la adquieren a bajo precio, pues utilizan la colaboración ciudadana y cuentan con camiones, plantas, clasificación, administración; es decir una empresa gratis a su servicio. (Rascón.2002)

El barrendero9 originalmente tenía la función específica de barrer las calles y banquetas de las calles secundarias asignadas por la delegación respectiva, pero

9 Existen barrenderos de base (basificados o con nombramiento estable) y eventuales (contratados

temporalmente) dedicados a esta actividad, pagados por el Gobierno del Distrito Federal. (JICA/GDF.1999)

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ante el incremento de la demanda de recolección y la posibilidad de aumentar sus ingresos, comenzó a recoger de puerta en puerta la basura de las casas. Esto ocasionó que los señores de los carritos dejaran de barrer las calles, aunque paradójicamente aparecen con sus botes de basura llenos hasta el tope de residuos de los comercios de todo tipo, lo que presupone irregularidades en este servicio y en donde obtienen hasta 2 mil pesos por ruta sin cumplir con sus obligaciones reales, y convierten al Servicio de Limpia de la capital en una onerosa concesión oficial subsidiada.

Si bien existen 8 mil 600 voluntarios que caminan por calles con carritos y sobreviven de lo que les dan las amas de casa, su “sueldo” es la venta de la pepena del cartón y fierro. Los trabajadores formales se dan el tiempo, a costa del pésimo servicio público, para seleccionar y clasificar los residuos, tales como cartón, periódico, vidrio, aluminio, cobre, plásticos, hueso, colchones, residuos orgánicos y otros, para comercializados posteriormente y de esta manera incrementar sus ingresos o bien pagar su acceso al establecimiento de transferencia o al tiradero.

De la misma forma, la distribución de las rutas de los camiones de la basura resulta problemática ya que se hace en función de su rentabilidad, por lo que no van a las colonias más pobres, donde abundan los residuos orgánicos, que no son redituables en su venta. No obstante, los efectos más alarmantes se sitúan en la zona conurbana, cuyo crecimiento tuvo lugar a partir de las actividades industriales como Tlalnepantla, Naucalpan, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Coacalco, Chimalhuacán y Huixquilucan, que es a donde se lleva la basura del Distrito Federal. (Palacios.2004)

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Pese a que la población asume que la recolección domiciliaria de basura es un servicio gratuito, termina por dar propina al trabajador y al año gasta alrededor de 600 pesos por este concepto. (Enciso.2001) Datos no oficiales indican que cada jornalero recolecta entre dos y cuatro toneladas por turno, de ahí selecciona el material que puede vender --papel, vidrio y plástico-- y el resto lo deja en el camión para trasladarlo a los rellenos sanitarios; ganando cada chofer alrededor de 12 mil pesos al mes, incluido su sueldo de 2 mil 500 pesos. Así pues, el GDF sólo recupera para su venta entre 5 y 10% del total de los residuos, el 90 o 95% restante se va a la “disposición final”, aunque no sabemos si esa disposición final sean las plantas de tratamiento o a los bolsillos de los caciques de la basura. (Castillo.2002)

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3. Historia de la basura en la ciudad de México.

Durante la época prehispánica, el problema de la basura en la Gran Tenochtitlan, era responsabilidad que los nobles y los monarcas asumían, prohibiendo vender y comprar fuera de los mercados establecidos, razón por la cuál nadie tiraba basura en las calles. El sistema de limpia entre los aztecas era atendido por más de mil hombres, los cuáles desempeñaban su trabajo con orgullo y la satisfacción de tener una ciudad limpia.

En la época Colonial el virrey Revillagigedo estableció el primer grupo de carros tirados por caballos, que recogían la basura y la depositaban en los tiraderos ubicados, según los historiadores, en Santa María la Ribera.

En los inicios del México independiente, se estableció en el Distrito Federal un sistema de limpia de carretones de tracción animal, que por las mañanas y en las noches pasaban por las calles tocando una campanilla para que la gente acudiera a depositar su basura. Para entonces se impusieron multas de 2 pesos a quienes tiraban la basura en la calle por primera vez; 4 pesos la segunda y 6 pesos la tercera.

Al final del siglo XIX, la recolección de basura se realizaba con unos 80 carretones. Los ayuntamientos de los pueblos y la policía de salubridad se hacían cargo de la limpieza de las calles, mercados, plazas públicas, hospitales, cárceles, casas de beneficencia y de remover todo lo que pudiera alterar la salud pública.

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A partir del siglo XX hay un crecimiento desmedido de la Ciudad de México como consecuencia de una migración constante de las zonas rurales y de un crecimiento natural. Este aumento de población proporcionó más basura por el consumo exagerado de objetos innecesarios, desechados casi siempre en un periodo corto y en la calle. (Geocities.2002)

Para el año de 1936 el servicio de limpia contaba con 2 mil 500 empleados. Dos años antes se había formado el sindicato de limpia y transportes y el equipo con el que contaba se componía ya de camiones tubulares; carros de volteo de 7 y 20 toneladas, mientras que los carros tirados por mulas cubrían los servicios de la periferia de la ciudad.

A partir de 1940 ya se hablaba de dos situaciones: a) reciclar o industrializar la basura por ser uno de los problemas de contaminación del suelo, aire y agua y; b) los tiraderos quedaran lo más apartado posible de la ciudad, dando como resultado que un año más tarde se promulga el primer reglamento de limpia. En esa década el Distrito Federal contaría con los tiraderos denominados Santa Cruz Meyehualco y Santa Fe; el primero, en la Delegación de Iztapalapa, el cual tuvo una recepción de residuos sólidos de 500 toneladas por día en los primeros años de operación, y 6 mil al término de la misma; y el segundo, con una recepción de 2 mil 300 toneladas diarias de residuos.

A principios de los sesentas se crea la Dirección General de Servicios Urbanos del Distrito Federal de la que depende la oficina de Recolección de Desechos Sólidos. Al final de esta década, desapreció la mencionada Dirección General para surgir nuevamente a principios de los ochentas. De esta Dirección

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depende en la actualidad la recolección, el transporte, el tratamiento y la disposición final de los desechos sólidos de la ciudad de México.

El 1983 el entonces Departamento del Distrito Federal inició el saneamiento y clausura del tiradero en Santa Cruz Meyehualco, que consistió en espaciar, conformar y cubrir los residuos sólidos con tepetate, así como la perforación de pozos para el venteo de biogás o generado por la biodegradación anaeróbica que sufren los residuos acumulados. Con la clausura de este tiradero se estimuló el desarrollo y creación de otros; como Santa Catarina, San Lorenzo Tezonco, Tláhuac, Milpa Alta, Tlalpan y Bordo Xochiaca. De esta forma se agudizó la problemática para la eliminación de la basura, en la ciudad de México. El inicio de la clausura de estos tiraderos fue a principios de 1985, incluyendo también al de Santa Fe.

En 1984 el Distrito Federal seleccionó dos sitios para rellenos sanitarios; uno en “Bordo Poniente” en lugar de la zona federal del antiguo lago de Texcoco. El otro relleno se localiza en un sitio denominado “Prados de la Montaña”, en la Delegación Álvaro Obregón, donde se permite la pepena controlada durante el día para cubrir los desechos por la noche. En este relleno se reciben 2 mil 300 toneladas diarias con vida útil de tres años para rellenar después otra barranca, la de Tlapizahuaya; luego otro, y así sucesivamente. (Deffis;1994:44-45)

Para 1991, la basura generada en el Distrito Federal se disponía en tres rellenos: el Bordo Poniente, Prados de la Montaña y Santa Catarina, además existían seis sitios ya clausurados: Milpa Alta, Tlalpan, Tláhuac, San Lorenzo Tezonco, Santa Fe y Santa Cruz Meyehualco. En ese mismo año, trece incendios

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provocados por los gases provenientes del depósito incontrolado de los desperdicios y la presencia de numerosos damnificados, entre ellos niños que habitan en la zona aledaña a los tiraderos dieron origen a la creación del Programa Metropolitano de Gestión de los Residuos Sólidos en el año de 1992. (Semarnat.2004)

A la fecha –2004- el GDF atiende el servicio de limpia de la capital a través de dos ámbitos de atención: por un lado las delegaciones políticas son las responsables de las actividades de barrido manual y mecánico de sus calles y avenidas, de la recolección domiciliaria y del transporte de los residuos recolectados a las estaciones de transferencia, además de actuar en éstas de manera consolidada con la Dirección General de Servicios Urbanos que se encarga de la operación y mantenimiento de las estaciones de transferencia y de las plantas de selección y aprovechamiento de residuos sólidos, de la construcción y operación de los sitios de disposición final, de la limpieza urbana de la red vial primaria de la ciudad, del mantenimiento de áreas verdes, de la promoción de campañas de reciclaje y aprovechamiento de los residuos sólidos y de la supervisión y atención de las incidencias localizadas en la vialidad primaria. (Semarnat.2004)

En este mismo año se espera que por fin entre en marcha la Ley de Residuos Sólidos, aprobada en diciembre de 2002. Dicha disposición prevé contar con la participación, supervisión, asesoría y evaluación de las secretarías de Obras y Servicios y del Medio Ambiente, la Procuraduría del Ambiental, la Dirección de Servicios Urbanos y la Dirección de Regulación y Gestión Ambiental de Agua, Suelos y Residuos. Se pretende sancionar a quien la tire en la calle. Las multas

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comprenderán desde los 10 hasta los 20 días de salario mínimo. (Secretaría de Medio Ambiente del Distrito Federal. 2004)

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4. Métodos de disposición final.

4.1 Tiraderos a cielo abierto.

De todos es sabido que los tiraderos a cielo abierto son fuentes de contaminación del aire, el agua y el suelo. La basura arrojada al suelo puede desplazarse un poco, sin embargo, la tendencia es que se mantenga en donde se cayó. La basura contiene materiales putrescibles que se descomponen por la acción de bacterias aerobias o anaerobias, según se encuentre presente el aire o no. Al descomponerse contamina el aire al producir diferentes gases tóxicos entre los que destacan el metano y el amoniaco. Al resecarse algunos de los integrantes de la basura, se pulverizan y son fácilmente desplazables por medio de los vientos, de tal manera que el aire queda contaminado con polvos, esporas, semillas, heces fecales, etc. En caso de que la temperatura se eleve, llegan a originarse incendios “espontáneos” que provocan la presencia de humo (CO2) en grandes cantidades; esto aunado al polvo y las partículas desprendidas que son arrastradas por el viento que contamina la atmósfera. La contaminación del agua subterránea se lleva cabo cuando la lluvia escurre a través de la basura en fermentación y arrastra sustancias tóxicas y gérmenes patógenos al subsuelo, hasta alcanzar los mantos freáticos y otros acuíferos por escurrimiento. (Deffis;1994:97)

Como ya se dejo, el problema de la basura radica, por un lado, en la producción desmedida que engendra el sistema consumista que rige en México. Es decir, en la sobrevaloración que las personas damos a los productos que se sustentan en la ignorancia e insensibilidad, de manera tal que sólo resulta importante adquirir cosas sin tomar en cuenta el impacto que esto implique a

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nuestro mundo. Y por el otro, el que sólo el 86% de los residuos sólidos generados en la capital e recolecten oportunamente, quedando 14% abandonados en cañadas, caminos, lotes baldíos y cuerpos de agua, así como en tiraderos clandestinos. Esto quiere decir que cada 24 horas se dejan “tiradas” mil 680 toneladas de basura todos los días. No obstante, cifras no oficiales revelan que de las 12 mil toneladas de basura producidas en la ciudad de México, más de 5 mil se tiran en las calles, en parques, en áreas de reserva ecológica o en la esquina de la casa y que en época de lluvias van directamente a las coladeras. (PVEM.2002)

Hasta antes del siglo XVI, la ciudad de México estaba perfectamente limpia y ordenada. Posteriormente, a la llegada de los españoles, la ciudad fue presentando cada vez mayores muestras de suciedad y en todas las calles se veían muladares de diferentes proporciones. La recolección domiciliaria se hacía por disposición del Virrey Revillagigedo y los tiraderos estaban situados en la periferia de la ciudad; aunque el rápido crecimiento de la mancha urbana, los fue absorbiendo y se fueron desplazando continuamente hacía las orillas de las zonas habitadas.

A partir de 1924, el tiradero de Santa Cruz Meyehualco empezó a utilizarse con tal. Para 1938 había cuatro tiraderos

más, uno por el monumento a la raza, otro por la parte alta de Tacubaya, el de Dos Ríos, donde ahora se encuentra la colonia Del Valle, y otro en la Magdalena Mixuca, cerca del actual Palacio de los Deportes. Para la década de los ochenta, en la ciudad

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de México existían cerca de 25 mil tiraderos clandestinos y numerosos tiraderos a cielo abierto: Santa Cruz Meyehualco, San Lorenzo Tezonco, Santa Fe, Tlalpan, Milpa Alta, Cerro de la Estrella, Tarango, San Mateo Nopala, Vasco de Texcoco y Santa Catarina.

a) SANTA CRUZ MEYEHUALCO.

Situado al oriente de la ciudad de México, con una extensión de 160 hectáreas y con 60 años de operación, este tiradero llegó a constituirse en un importante centro de influencia, que condicionó el sistema de manejo de los desechos sólidos y representó uno de los principales focos de contaminación de la ciudad. Rodeado de zonas habitacionales, donde hasta hace poco vivían más de 2 mil familias, el tiradero se formó de numerosas montañas de desechos; algunas hasta de 100 metros de altura, causas que lo convirtieron en el más grande del mundo.

b) SANTA FE.

El tiradero de Santa Fe ocupa más de 50 hectáreas de barrancas y hondonadas, con profundidades de hasta 80 metros. Fue creado el 1958 y clausurado en 1986. Se recubrió con capas compactas de tierra para construir en la superficie instalaciones deportivas.

c) SAN LORENZO TEZONCO.

Es el tercero en importancia en el Distrito Federal, recibiría 2 mil toneladas diarias de basura, además de albergar a más de 25 mil pepenadores. Los tiraderos anteriormente mencionados, excepto el del Vaso de Texcoco, tienen la característica común de ser barrancas de cierta profundidad.

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d) SANTA CATARINA.

Estaba entre los tres tiraderos que recibían 6 mil 600 toneladas diarias de basura y se auxiliaba de once estaciones de transferencia distribuidas en la ciudad. (Deffis;1994:97-99)

A pesar de existir en México un gran potencial de reciclado, la mayor parte de los desechos sólidos siguen teniendo como destino final los tiraderos de basura a cielo abierto y, en el mejor de los casos, en los pocos rellenos sanitarios disponibles. En consecuencia, se desaprovecha tanto la oportunidad de crear negocios y empleos -a partir de la valorización de los materiales que se están tirando a la basura-, como el valor calorífico de muchos residuos que permitiría producir energía a los municipios que tienen deudas considerables relacionadas con el consumo de energía. (Cortinas;2001:326)

El combate a los tiraderos a cielo abierto clandestinos no es tarea fácil pues prácticamente se “crean” de un día para otro sin control alguno en lotes baldíos, áreas de reserva ecológica y cultivo, barrancas, presas, etc. De acuerdo a un estudio realizado por el Partido Verde Ecologista de México en la ALDF, se estima que existen más de 20 mil tiraderos clandestinos en el Distrito Federal, debido a la incapacidad de las autoridades para dar solución al problema del manejo y tratamiento de los residuos que se generan diariamente. (PVEM.2002)

4.2 Relleno sanitario.

Si bien, los tiraderos de basura cielo abierto son totalmente desagradables, ya que son terrenos extensos donde la basura es depositada después de un largo proceso, ya no hay lugares o cada vez son menos los sitios donde se pude poner la

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basura. Una forma de remedir esta situación, se llevó a cabo a través de la creación de los rellenos sanitarios, los cuales en su momento significaron un alivio a la ciudad, al dar cabida a miles de toneladas de basura, dar empleo a cientos de personas y descentralizar un servicio que era absorbido poco a poco por la mancha urbana.

En la ciudad, todos sus habitantes consumen algún producto diariamente, y este consumo origina la formación y acumulación de basura, compuesta generalmente de restos de comida, cajas, bolsas de plástico, botellas, latas y todos aquellos artículos que para el ciudadano consumidor no tiene uso alguno. Esta generación de desperdicios provocó la necesidad de almacenarlos momentáneamente y para ello se utilizaron diferentes tipos de recipientes, desde el común bote de la basura hasta cajas de cartón, bolsas de plástico, cubetas, envases de leche, costales de yute y mil cosas más. Pero el único tratamiento que recibe actualmente la basura es el entierro sanitario y el trabajo de selección que realizan los pepenadores.

El relleno sanitario es un método diseñado para la disposición final de la basura que consiste en depositar en el suelo los desechos sólidos, los cuales se esparcen y compactan reduciéndolos

al menor volumen posible para que así ocupen un área pequeña y que consta de la ingeniería necesaria para evitar la afectación al medio ambiente. En otras palabras, estos son lugares en donde la basura es

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compactada (prensada) con maquinaria especial, para que ocupe menos espacio10. Aunque ya desde 1940 se hablaba de rellenos sanitario, no fue sino hasta 1984 cuando el gobierno de la ciudad de México decidió clausurar los grandes tiraderos oficiales, combatir los 24 mil clandestinos y establecer la disposición final con rellenos sanitarios.

Al iniciar la década de los noventa, la basura generada en el Distrito Federal se disponía en tres rellenos: el Bordo Poniente, Prados de la Montaña y Santa Catarina, además existían seis sitios ya clausurados: Milpa Alta, Tlalpan, Tlahuac, San Lorenzo Tezonco, Santa Fe y Santa Cruz Meyehualco. El primero ubicado en el Bordo Poniente del Vaso de Texcoco, atrás del aeropuerto internacional de la ciudad de México; el segundo en Prados de la Montaña, al poniente de la ciudad, muy cerca del tiradero del Santa Fe y; el tercero ubicado en la parte oriente de la ciudad de México, en el municipio mexiquense de los Reyes La Paz, con una capacidad de recepción de mil 500 toneladas al día en 5 mil 600 m2 de extensión con una vida útil de 15 años. (Deffis;1994:97-99)

10 La realización de un relleno sanitario requiere de estudios tales como investigación del subsuelo

para conocer la permeabilidad del terreno, colocación de una central de filtración de aguas para recibir las filtraciones de los lixiviados y evitar la contaminación de aguas subterráneas. Para ello, es preciso verificar los mantos acuíferos próximos a los rellenos sanitarios. El terreno donde se construye unos de estos rellenos está dividido en secciones llamadas celdas. En cada celda se deposita una capa de basura de 2 m de espesor y se cubre con 20 o 25 cm de tierra, de preferencia, compuesta por 50% de arcilla, o limo. Cuando una celda esta llena, se deposita en la siguiente. Entre las celdas debe de haber un espacio de 15 centímetros. Cuando todas las celdas han sido ocupadas, se cubren con una capa superficial de tierra, de un mínimo de 60 cm de espesor. Si el relleno se lleva a cabo en una barranca o una zanja, pueden colocarse otras capas de basura sobre las anteriores, hasta alcanzar el nivel del suelo. (PVEM.2002)

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Para 2001, los rellenos de Prados de la Montaña y Santa Catarina entraron en proceso de saneamiento y ya están cerrados, aunque éste último todavía recibía 320 toneladas diarias de residuos en ese mismo año. Los rellenos sanitarios del Bordo Poniente y de Santa Catarina recibieron de septiembre de 1999 a agosto de 2000, un total de 3 millones 953 mil 178 toneladas de residuos sólidos lo que hicieron prácticamente imposible su manejo. De la recepción promedio de 10 mil 500 toneladas diarias de residuos sólidos registradas hasta 1999, se ha pasado a casi 13 mil toneladas diarias, en las que se incluye volúmenes recibidos diariamente de algunos municipios del Estado de México, así como desechos inherentes de construcciones del Distrito Federal.

El único relleno sanitario abierto Bordo Poniente ocupa mil hectáreas en la zona de Texcoco, de las cuales 320 hectáreas son destinadas para la disposición final, y las 24 horas del día está en actividad. Entran 600 camiones diariamente para depositar los desperdicios, los cuales llegan primero a la planta de selección (donde laboran alrededor de 400 personas, quienes comercializan directamente la basura) para después pasar a la estación de transferencia y de ahí llevarlos al relleno, para su disposición final, donde 17 mil personas de limpieza y cinco mil voluntarios -pepenadores- labora. (PVEM.2002)

Ya en 2001 se empezaba a hablar que al relleno sanitario Bordo Poniente le quedaban tres años de vida; su cuarta etapa de ampliación tendría capacidad para recibir la basura de la ciudad hasta los primeros meses del 2004, por lo que

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autoridades del Distrito Federal estudian dos alternativas: 1) subir tres metros más las celdas donde se depositan los desechos o iniciar una quinta etapa para que pueda captar la basura de la ciudad, por lo menos, hasta el 2007 o; 2) entablar platicas con autoridades de los estados de México, Hidalgo y Tlaxcala para desincorporar un predio de grandes extensiones que sirva como depósito una vez que el Bordo Poniente termine su ciclo. (Rascón.2002)

Este método de disposición final tiene la ventaja de evitar malos olores en las inmediaciones; impide la presencia de roedores, moscas, y otros insectos, y los terrenos, una vez de llenos, pueden ser utilizados posteriormente como campos de juego, o parques. (Fundación Senda.2004) Las desventajas de mantener este sistema de “disposición final” son:

• Produce gas metano que, al escapar del suelo y ser respirado, perjudica la salud.

• Contamina el agua al penetrar a través de estos rellenos, y así contaminada se mezcla después con la de las corrientes subterráneas y;

• No deja de ser finalmente el milenario sistema de “enterrar y olvidar”.

Por “desgracia”, esta “disposición final” tiene numerosos defensores entre los pepenadores, los trabajadores de limpia y los propios funcionarios de gobierno, que por temor o amafiados con el poder del sindicato y los líderes de las uniones de pepenadores, prefieren dejar las cosas como están. Por más de 50 años, las autoridades no han hecho el intento de modernizar el sistema de reaprovechamiento de los desechos, en virtud de que enfrentarían serios

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problemas que no desean afrontar. En un hecho que dentro de los camiones de limpia y recolección, viajan siempre tres o cuatro “voluntarios”, seleccionan materiales aprovechables en el interior de la caja que siempre se vende en sitios clandestinos dedicados a esta actividad antes de llegar a la estación de transbordo a disposición final. (Deffis;1994:102)

Esquema de un relleno sanitario terminado

4.3 Otros tratamientos.

Algunos países desarrollados europeos (Francia y España, por ejemplo) invierten grandes sumas de dinero en tecnologías y sistemas modernos para el tratamiento de basura. Las máquinas que utilizan separan, mediante corrientes de aire, el papel; después, mediante separadores magnéticos, el metal, el hierro y el acero; bandas vibradoras separan el vidrio y el aluminio. Lo que queda al final del proceso se quema y la energía calorífica resultante se aprovecha para generar electricidad. Pero en países subdesarrollados como el nuestro, estamos en la etapa del reciclamiento. Si bien es cierto, también se realiza la incineración de basura,

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ésta se lleva a cabo de manera clandestina y sin control alguno en tiraderos al cielo abierto.

La incineración de la basura debe efectuarse en forma científica, ya que el procedimiento de quemar los desechos acumulados en los tiraderos, además de peligrosos, produce gran cantidad de cenizas y humos contaminantes de la atmósfera. La incineración produce, al mismo tiempo, abundantes cenizas que usualmente son depositadas en rellenos sanitarios o en algunos de los pocos sitios especiales destinados a residuos peligrosos. Pese a todo, la incineración tiene innumerables defensores al argumentar que:

• La incineración es un proceso un poco costoso.

• En la incineración no es necesario clasificar, o moler la basura previamente.

• En la incineración el volumen de la basura se reduce a 1/10 del original, y su peso 30%, por lo tanto, los residuos requieren de un espacio menor.

• La incineración transforma la basura tóxica en un material no peligroso. Los residuos se vuelven inertes, inodoros y fáciles de manejar y mediante procedimientos especiales pueden ser convertidos en nuevos productos.

• La celulosa de los residuos orgánicos de la basura puede ser transformada en aceites ligeros, si se les somete a un proceso de hidrogenación, a temperaturas de 400° y presiones de 300 atmósferas. (Gutiérrez.2002)

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Por otro lado, la composta, es un producto de color negro, rico en calcio, útil como fertilizante químico. Se obtiene a partir de la fermentación de basura orgánica y transforma ésta, mediante una acción microbiana controlada, en el compuesto bioquímicamente inactivo que

llamamos compost o composta. El composteo requiere de una selección previa de la basura: debe eliminarse todo material que no tenga origen orgánico, y de ser posible, todos los organismos patógenos. La composta puede utilizarse como un excelente abono en

parques y jardines; como base de semilleros; como fertilizante en campos agrícolas; para la recuperación de los suelos erosionados por cultivo inadecuado o destruidos por pastoreo o por corte excesivo de madera. Con la composta:

• Habrá una disminución de las cantidades de estiércol de granja (debido particularmente a la industrialización de la crianza y la mecanización del campo) lo que ocasiona un aumento en la demanda de abonos agrícolas.

• Habrá un agotamiento acelerado de los terrenos por cultivos intensivos, con empleo de grandes cantidades de abonos químicos que desequilibran el medio fisicoquímico y sobre el biológico.

• Habrá la necesidad de luchar de manera cada vez más eficaz contra la erosión de suelos, y muy especialmente para los cultivos que dejan el terreno casi desnudo, como la viticultura y la arboricultura.

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• Habrá una evolución favorable de la composición doméstica en las cuales la disminución relativa de las materias putrescibles está ampliamente compensada por el aumento considerable de las celulósicas, que proviene el papel y cartones, fuente esencial de humus.

• Habrá un mejoramiento constante de las técnicas de atención de abono, que permiten eliminar de la basura el máximo de materias desechables, guiando la fermentación de una manera cada vez más segura.

• Habrá una toma de conciencia universal de la inconveniencia de destruir lo que ha sido creado por la naturaleza, por lo cual es indispensable respetarlo y volver a restaurar el ciclo biológico natural.

Pero no sigamos por el camino del efecto, sino por la causa. Lo ideal es que no se produzca basura. Para ello se necesita reducir (minimizar) el consumo de productos, reúsar los residuos generados y reciclar aquellos materiales desechados para su venta.

Cuadro N. 13

Municipio o delegaciones con rellenos sanitarios.

Localidad Estado

Bordo Poniente Distrito Federal

Querétaro Querétaro

Cancún (Benito Juárez) Quintana Roo

Puebla Puebla Mérida Yucatán Tequisquiapan Querétaro

Tlalnepantla Estado de México

Área Metropolitana de Monterrey Nuevo León

Ciudad Juárez Chihuahua

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Fuente. Sancho y Cervera J. Rosiles GG. Situación del Manejo Integral de los Residuos Sólidos en México. Sedesol. 1999, en Cortinas, Cristina. Hacia un México sin Basura. Bases y aplicaciones de las legislaciones sobre residuos. PVEM. 2001. Página 327.

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