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Exploraciones en la Sierra de Juárez

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-4 Sociedad Botánica de México (Bol. 13-1951)

EXPLORACIONES EN LA SIERRA DE JUAREz·

Por el Dr. Ladislao PARAY

En el mes de abril emprendimos :un via¡e de dos semanas atraves; de-de la Sierra Madre Oriental llamada la Sierra de Juárez. Comúnmente refiere a dicha sierra como la de Juárez pero, en· realidad, geográficamen-te se_ trata de la Sierra Madre oriental. Esta región apartada y de difi.· cil acceso, se divide en varias partes. Sierra de Juárez se llama la. re-gión alrededor de Ixtlán de. Juáre-z, Natividad etc. De Talea de Castro se llama la Sierra de Sari Nolasco. De Taka a Villa Alta recibe el nombre de Sierra del Distrito de Villa Alta. Adelante de Villa Alta a Choapán ·y más abajo hacia la costa es la del Distrito de ChoaJian: También se conoce la región con el nombre de La Chinantla. Los habi-tantes de la región son indígenas que pertenecen a los grupos étnioos de los ohinantecas, los zapotecas y los mijes. · ,

Empezamos nuestro recorrido en el mineral de Na.tividad, recorrien-do la región de Talea de Castro,Playa Vicente Ver. Es difícil imaginar _una región más accidentada y más salvaje que este rincón de la Re

-pública Mexicana. En todas partes se elevan montañas, separadas por profundas barrancas. Las distancias entre los escasos pueblos en línea recta no son importantes, pero por tierra son enormes, debido a lo an-fractuoso del terreno. Para llega.r de u::i pueblo al otro hay que bajar mil metros por la ladera de una montaña y subir otros mlil en el otro lado. Hay que atravesar caudalosos ríos donde no existen p·uentes o en el mejor de los casos hay hamacas o puentes colgantes en estado deteriorado y por lo tanto peligroso. Las montañas están cubiertas de espesos bosques semitropicales donde es necesario abrir brecha a ma -cnetazos: Las poblaciones son escasas y a veces sé necesita caminar treinta o cuarenta Km. para encontrm alguna rancherí.a. Existen lugares como Chopan que están a más de · cien Km. de la más cercana· ca-rretera. Las alturas que recorre uno en una jornada varían entre los mil y tres mil metros y en la última etapa: se llega casi· a•l nivel ·del mar (Playa Vicente, Ver.) Todas estas circunstancias hacen de esta. re-gión una de las más interesantes y más pintorescas del país y su

ve-. \ Boletín de la Sociedad Botánica de México 13: 4-10, 1951

DOI: 10.17129/botsci.973

___________

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Sodedád Botánica de México (Bol. 13-1951 5

g:et.aeión es .de las más var:iadas curiosas.

· Debido a las enormes dif;cultades que· hay que vencer para pene-trar. en una región tan hosca y· ta.n inaccesible, pocos han sido los ex-ploraclores que· se han· aventurado en estas m1arjestuosas montañas. -En el siglo pasado, dos bQtánieos daneses; Liebmann y Oersted colectaron en esta región, y en la época .actl,lal los Dres. Reko y Schultes colecta-ron- en algunas partes de esta inmensc;:r serranía: En general podemos <;Iecir .que la región está poco explorada. y todavía encierra muchas es-pecies. nuevas o poco conor,:idas y pasarán muchos años antes de ·que los exploradores botánicos lleguen a ciertos lugares de eskn abrupta

si.e-rra, adonde hoy es poco menos que imposible llegar. En un reoonido

de esta índole uno tropieza con . las plantas. más v~riadas, desde el

pino de las .elevadas alturós has.ta los vegetales de los climas

tropica-les .

.,:, Esta par.te del Estado de Oaxaca se caracteriza. especialmente po_r el

gran número de especies de Q.i~·arcus, Ericáceas, Laurácea~ , y del géne-·

ro ci~hra. Pero sobre todo predominan las Ericáceas (géneros; Xolisma,

Arct~staphylos, Beffaria GC<1.u!therio:, Va:ccinium, etc.) .

'Iniciando nuestro recorrido por la sierra. de San, Pedro Nolasco.

su-bimos en un alto cerro llamado de la Maceta. La veg·etación en este

cer,ro es todavía virgen y se puede afirmar· que hasta ahora el hacha

nunca. ha. Begado· a este lugar. Espesos bosques cubren todo el macizo extenso del recio cerro. La altura media es de 2000 m. en las laderas·

por donde:. pasamos. Aquí observo' la 9"ran cantidad de Qtiercus: Quercus Chi.n:antlensis, Q. juergensenii, Q. sororia;

Q.,

Leibmannii, Q. sciipphylla

y

furfuracea. ·En estos seculares robles y encinos .vegetan miles de epífitas

pertenecientes a las más variados familias. Predominan las .cactáceas

epifitas eomo Aporc·cactus Ccnzattii, y A. flagellifonns, Epiphyllum cau-datum, con grandes flores rojas y blanca.s Las Vacciniáceas epífitas

es-tán representadas por ·las bellas y vistosas especies de Macleania insignis, Cavendishia acuminata, y C. Cl'assiiolia. El límite más septentrional de estas Vaccineas epifítas es en esta región y no se extienden más al norte, en cambio abundan de aquí hacia el Sur, hasta los Andes, donde

es su centro de distribución. Entre ta.s Bromeliáceas observo la Aechmea mexicana

v.

Aechmea Kienastil, la. Pitcairnia mic:rantha,

la

Tillandsia ulri· culata y T. vioiJac:ea.

Además de los encinos noto gran cantidad de otra·s especies arbó-. reas. Abundan las siguientes especies de Pinus; P. pseudostrobus · oaxa-cana; P. ayacahuit·e, Lawsonii, P. michoacana, P. oócarpa, P. Pringlei, P. teocole, P. Mo_µtezumae y P. Hartwegii. Encuentro varias especies de Sym plocos como S. coc:cinea, S. spec:iosa

y

S, juergens_enii, Las Ericáceas ar

(3)

-6 Sociedad Botánica de Méx'léo (.Boi. }~·1951')

. bóreas están representadas por

ArbU:füs

luurina,

Beffaria lecivis,

B.

cllko-

'

loí

y

B~

iftexicana;

además abündOJ

Arctóstaphylos pC)lifolia.

CTece aquí

, uri frondóso

Oreopariax salvinii.

En,cuentro también la

Gi11ibertia juexg-en•

~eni. Hay

Gcirrya laurifolia

y varias •especie0 de Clethr~. como

fo: C. suai..

veolens,

.

C. mexicana, C. macrophylla

y

C. !anata.

Ve.o varias, especies

de

Meliosma.

Las Dilléni:áceas están también representadas por varias es~

peciés de

Saurauia,

la

M.

pseudopedunoularis

.

IVI.

N"élsonii

y

M.

Wíllde·

mcmnii.

Enfre las Lauráceas distingo )l.itséa

rfo-e,

siana, Persea llócéosa y

P.

Leibmilinrtii

·

, Hufelandia mexicana y

Occtea eUusa. Veo Sfyrax

pilosus

y

s.

~lcrbr«fscens.

·

.

~a vegetación arbus·tiva es en extremo varia.da. Ool-ecto Rapanea

jiiéigénsenii,

Ardisia c·ompressa,

Rubus

erioccnpus, R. philyrophyllunt

y

B.

Liélbmannii. HitteMa

americana.

Abundan los helechos arborescentes co~ mo

Cyathea, Hemitelia

y

Alsophila.

Encu.entro la

aíYi

·

la Kunthii

y

fa

Hampea tomentosa.

Nota dos especies de Hifhiscus: H.

bifurcatus

e

H.

cos-fatus,

con flores rojas.

En un lugar llamado Llano Verde encontramos gran cantidad de

Liquidambar Styraciftua

y un precioso ~upatorium arbustivo, e1! E.

!;iOrdidum

Less, var.

atrorubens.

Esta especie de

Eupcdorium

es tal vez la más vistosa.

Crece cerca de los arroyos ·y alcanza hasta de 3 m. de altura. SUs f!or&s

moro:da.s exhalan aroma. Mencionaré que la primera v·ez encontré ésta

especie de

Eupatorium

en ei patio del Museo Etniográfico de Pátzcuaro

Mich. Én realidad la planta se presta mucho al cultivo por su vistosa

apariencia. En este lugar encuentro tres especies de Ce~hum;: C.

:nitidum

.

,

é.

iulvescens,

C.

fascicula

·

tlim

.

Más abajo enc:uentro el

éestrum

Bentha-m:ii.

También c~fca del arroyo crece la bella

Fuchsia arborea.

Hcty

aqúí

una

PinguicüÍa

con flores intensamente rojas. Mencionaré que el

Liqui-dcótiba

r

en esta región se llama "Yavito". En un lugar roC'oso y húi:hedó

en plena sélvd! éercá de un arroyó encuentro una de ·]as especies

herbá-ceas más bonitas y más raras. Se trata de la

Trimezia iurida:,

prec~osa

IridÓcea que hdstd dhora no se ha encontrado más que en este l~gar que

se llctíiia Guevd de Cervantes, en plena Sierra de San Pedro Nolascó.

Esta plarita s'e parece mucho a la

Trigridia pavonia,

per9 es más dhidci

y

de un aspetlo extráño. También en este lugar junto a la

Trimezic:i

en-cúéritro u:riá interesante Liliáé:ea; la

Écheandia macrophylla.

Un poco más

lejos hallo otra especie; la Echeandia

longifolia

.

La vegetación

herbá-cea está representado: aquí por varias especies de

Rondeletia;

oo:mo la R.

huddleoide

s

con flores blancas, lo R.

villos

a

y la R.

ju

.

ergensenii.

Abun-da la bella Liliáceq

Smilacina

sciilloide·a, con flores blancas. Naturah:iiéh-te en una región de bosques húmedos semitrepicales ·no J)ueden ktltar loz representantes de la interesante familia de Melastomácecis. Esta

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kúni-,$ocie§i<:ld J;l~té:nica: d.e Méxic.o (Bol 13-1951 7

iljQ :e.stá: r.epresen~q¡da por un gran n.úmero d\:! .gé·:iieros y especiies. :En 19 ,~ó:s ·húmedo

de

los bosqu.es encontramos el Heter<t~entr.on

roseum.

1'i

·

bo'!I·

.#.hina sc:CJlhrh1scufa y T. schiecleana. Mouriria muelteri. .Clidemia: chi-;.nantlana. Mkonia ~uriculala, .aten.ostac:hya y M, chrysonew:g;. La .más

t~pica Melastomácea .que nos 1acompaña a todo lo lcu:go del ·CGimino 1es ·la '.Cpnoslegia superbu •. un bello arbusto de unos do~ m . .de aito con flo,res

-b'.lancas y fragantes.

Al :bajar del cerro de la Macata, tan rico en especies nos acercamos

·

al

.

puéblo

de Talea de Castro. Aquí descubro un interesante encino; el

·Queuus

oajacana cuyo isotipp se colectó precisamente en este Tugar o

sea ·entre Tenatze y Talea. Además de 0sta especie .hay Quei'C'Us

ocotae-:

folia.

En estos encinos como trepadora descu:l;:>ro la, interesante

Loganicii:-c~; el Gelsemium sempervirens Esta planta, qu'e por primera vez

en-euentro aquí, crece tambié'1 en Estados Unidos en la costa del

Atlán-.tice. · ·

. De Natividad a , Talea de Castro hicimos dos jornadas y dejamos atrás unos sesenta Km. Ta:!ea que quiere de~ir en espafiol "oriUa cle un

:$>.atio" está poblada por la mza zapoteca, que ~s la más progr.esista ~.e lq ;región. Corno prueba de la inteligencia y cultura de los ha:l;:>itqin-'tes de 'Teclea menciqnaré que todos los vecinos tie1;ie,n

e:n

las afueras del ·pueblo una parcela de bosque. Es decir en esta parcela cultiv,an varias especies de árboles' que utilizan ·para sus necesidades. La .ventaja de 'e.ste ,sistema es evidente, pues en esta forma t'odos los vecinos cortan

ár-l:>Ples .en su parcela y no destruyen ·los bosques. Ojalá .que este sist€ma

Jan inteligente se generalizara en toda la República.

Por lo dep:iá;s los ·alrededores de Ta\lea están matsffialme_n,te q1};,ier-"t.Qi; d~ '.i;trb.ustos de Xolism.a

aquamulosa

en plena flor. P9009 arbustos ·hay :má-s ,decorativos que e.sta especie de

Xolisma¡

·Con sus hojas elegantes

$empre verdes y con sus flores blancas y olorosas que !llater-iq¡lmente cu -;bren ,e:l -a,rbusto .tienen ·un aspecto e_n extre~'º •a;gradal::>le. Las par9elg:s .de ·bosque de los vecinos 9ontienen además «ie la Xoli~a. ,BelJ~a

d,is-.

Qlo,,,

Quercus oajacana, .Pinus Strobus chi~nsjs, Liquidam~r

SJyrac_i-.flua

:

o

"yavito", Clethra suavecfons, Conosiegia sup.erba, ~rbutµs la1,1;rina \7f Cupre.s_sus Lindl~yi. Hablando de Cupressus m\:l,ncionaré que cerc-<;I c;ie

. Tal:ea y Tanetze hay un cerro que está cubierto totplm~nte ele C:up,eSJil.15 J.indleyi. ~Es .el cerro de Cupressus por excelen,9,ia, aunque ¡m no:~nbre en ;2apateca .~ea .otr_o. ·

·Ce.rea .de Talea y a Jas orillas .<:lel ,río Sgn Juan e,nc0ntf91D;1P!S _P~~o<:Cl.r­ ·pus "Y Canna lutea, además, V.acci~ium .le\lca.nt1'µ~. y µn :P.:r,e.xlpso - arbµ9-ito .en ;:plena flor: lg: Palicciµr~~ Goleottiqnp.

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distin-8 Sociedad Botánica de México (Bol. 13-1951)

gue bien desde Talea pero para llegar a. ella se. necesita una jornada lar-ga de,. ocho.horas, Talea está en las laderas de una alta serranía mientras Vi'lla ~¿Alta• está en las lade¡¡as:·de una serraní.a de enfrente .. Así es que primero hay que bajar'.tinos mil metros .en el fondo·. de unct inmensa ba-rranca y luego subir por el otro. lado otros mil metros. En .el fondo de. la barranca corre un caudal:oso río; eJ río Cajones. Pero antes atravesamos otro río; el de Santa Gertrudis. 1La única manera de atravesar el río Ca-jones es por un fantá~tico y.peligroso puente colgante o sea hqmacq. Con muchas precauciones y con. cierta angustia iniciamos la mmcha po_r el endeble y tambaleante artefacto llamado irónicamente puente. Afortuna-damente. llegamos sin ningún incidente ail otro lado. Aquí las laderas cíe los cerros están cubiertos por una vegetación xerofítica de tierra cal.ieI_lJe. Estamos en una alturá de mil metros .. Distingo Acanthocereus. C~phafo~c ..

reius. Enterolobium cyt:locarpum, Eauhinia, Plumeria at:iutifolia, Co.chlQs•

permun vitifolum, Celt·is iguanea, Psidium, Brysonima, Vemonia, SeneciQ, Hechtia, Pe·tr·ea votubilis, Hyptis, Pi;ryophyllum cia:licinum etc . . Encuentrp

dos especie.s de Rhus: R. juglamlilG\lia y R. potentillaefolia.

Antes de llegar a Villa P.lta pasarnos por un pueblo zapoteca llama-do Lachirioag. Estarnos a la vista de los pueblos de Temascalapa y Yat-zona. Villa Alta es· un: pueblo simpático enclavado en plena sierra ·de Juárez. La vegetación en los alrededores es la misma ·que· veníamos

ob-servando en. el camino. ·

Los más interesante de· nuestro viaje fué indudablemente el recorrido entre Villci Alta y Ch~apan. Eñ. c:stas dos jornadas atravesamos ·una re-gión extraordinaria tanto 'ele punto de vista de la Botánica como de·

la

Geografía.. Est-amos en el corazón de la inmensa e intrincada sierra de

Juáre:z· ·en la Chinantla. En la primera etqpa ·de la jornada iniciamos un·a gran bajada J:iasta el río Royaga.- Atravesamos grandes bosques de Ofo-thra. Aquí diré algo de las Orquídeas: Encontramos grrm variedad de

es-tas bellas epífitas en los Quercus, Clethras y otras especies. La cantidad' de orquídeas e.s tal, que se nos antoja como orgía o corno cascadas. Los · árbo-les están materialmente inundados· de orquídeas. Abunda .. espedalmente

el ·Oncidium tigrinum.· peiro encontramos además Oncidium inQu.rvum.

o.;

maculatum, O. rellexum y O. cliaphanum. El género Odonthogloss.'Um es-tá répresentado por las especies O. Cerva:ntesi, O. citrosmum. O. nebulo-sum. O. maculatum. O. ccrda~um. O. beloglossum y O. rubescens. Entre el género Epidendrum distinguimos E. polybu1lbon, E. vitellinum. E.

ptero-cmpum, E; lancefolium, E. coch:leatwn,. E, radicans. E. L. linkianum. En los claros del bosque en encinos encontramos ·gran cantidad· de Cu!tleya citrina. La Stannopea bucephalus sé llama aquí "Yag-ra~

(6)

.Sociedad Botánico: de Máxico (Bol 13-!95i 9

den

,

sum,

-

Lycaste

·

.

aromática,

.

Catasietum lcrminatum, Bletla adenoccrrpa,

Alamania punicea, Galeandra

Baueri, lonopsis

panic:ulata, Arpophyllum

giganteu1n.

Toda'S estas especies de orquídeas se encuentra de Natividad

hasta mucho más abajo de Choapan, pero parece que donde más abundan es aquí empez(llldo en el río Royaga y la cuesta de Tonaguía. Esta cuesto de Tonaguía es, _por .lo demás, lo más fantástico de todo el viaje.

Imagínense mis lectores una selva tupida semitropical nunca tocada

por el hombre. ·Una estrecha brecha conduce através de los más

tene-brosos bosques húmPdcs. Alrededor se ven oscuras montañas totalmente cu.biertas por bosquoo nun,ca hollada'S por el pie humano. En los árboles

centenares de monos arañas (Atteles) acampan y con una algarabía

te-rrible reciben a·Ios intrusos lanzándoles ramas y frutos. Esto e.s. la selva

virgen tropical. tal como nos la. imaginamos en nuestra juventud

leyen-do obras de qventuras truculenta8. Naturalmente en un lugar como este

pqdría pasar uno mesos y años herborizando, pero unas cuantas horas son

suficientes _para darnos cuenta de la enorme riqueza vegetal. Uno de-los árJ:>oles predominantes es el Querc-.is

Tonaguiae,

encino que lleva el

nom-bre de esta .localidad. Abundan la~ Lauráceas,. Simplocáceas;

Trema

mi-CJ'Cb\tha,

Ericáceas, Clethras,

l'uchsia intermedia, Seturauia, Siparuna

ni-carérguensis

y

riparia.

Muchas de las plantas que colecté son tan rarcts que _hasta la fecha no he podido clasificarlas.

Tras de atravesar estos bosques vírgenes en una extensión de unos

cuarenta Km. llegamos a un pu-eblito olvidado en la selva que se llama

Gomaltepec. Este pueblo está en el fondo de una ancha barranca a las

orHlas del río del mismo nombre. Unas cuantas chozas, una escuela pri-mitiva y una iglesia colonial semidestruida forman ei pueblo ..

El día siguiente reqnudamos la marcha hacia Choapan a través de

bosques de encinos en una altura de aproximadamente mil metros sobre

el pivel del mar.-Esta región es de la Melastomace~s. Además de la

C

.

o•

nostegia

superba

encontramos

IVJic:onia argentea, M.

stenostac:hya

y

M.

albic:ans.

Abundan la

C:lidemia rubra:,

que son plantas muy raras.

Ade-mqs abunda u_na rara Genciánacea que es el

Chelonanth.us,

C.

alatus

o

affine a ésta. Pero el hallazgo más raro fué un arbusto de aspecto-elegqnte como de unos c;l.os metros de altura. Sus flores en racimos colgantes nos

re-cuerdan el

Penstemon.

Me costó ~ás de un año de búsqueda para

iden-tificarla. Se trata de la

Uroskinnera

hirtiflcra

Hemsl, de la familia de 1as

Escrofulariáceas .

.

En el Herbario Nacional existe un ej~mplar con la anotación; "planta sumamante ra.ra, se encuentra s01lamente. cerca de

Choapan (precisamente donde la encontré) existen únicamente cuatro

ejemplares de ella en los distintos herbarios del mundo~·. Lo curipso es

(7)

Hems-'10

<ley -representan la planta con e'l rcr.ciroo erecto, mientras

yo

kliS

en-Con·

tí'é to·das ·cbn

el racmno

colgante,

lO

.

que

precisamenfe

caracteriza

él

a

·

r-büsto que ·le da un aspecto extraño. Creo que el ·que la colectó prime-ro ·pm;"o el -racimo dé flores hacia arriba creyendo tal vez que esto ·era 'la

pos-futa natural -de las U~:ires. Nosotros enccmt.ramos el arbusto de

OrosJdn..

nera siempre con los radmm; colgantes

y

no hay duda

de que esta

es

:.ta

éolocación natura:! de las flores.

Cerca

y

en los alrededores de Choapan abundan las Pahnas.

Un:a

die las más notables, es

I

r

a

ReinharcUio

elegans que ,precisamente h1é :

en-l:ectada aquí.

Hay

además

Chmnedorea: ereophylá:,

Ch. liebmcmnii,, Ch.

humilis.

De Choapa.n para abajo hacia la costa encontramos

:A:strócat-yum mexicanum, Desmoncus chincmtlensis,

Sc:heelea

·

tiebman.nii,

'Ceo•

no:iná

mexicana, Acrocomia mexicana

y Sabatl ,m,~xicarta ya cerca del ni-vel del· mar. Saliendo de Choapan empieza la gran bajada hacia 1a ·costa CfioctpS:n está a novecientos m. sobre el nivel del mar. Sin em:batgo ~es­

ta bajada no es rápida. Nosotros hicimos cuatro jornml.as hasta :P,la:ya

V

·

i-cente.

A

veces sube 1mo otra -...:ez hasta

15

00

m., otras veces baja uno

has-ta el fondo de profundas barrancas. Pasamos por el· pµeblo de . l,dtani

donde empieza la vegetación francamente tropical. La

Cecropi·a peUata

es

l-lamada aqu:í "chancarro" la

Pachira

aquutica, "apompo"

y

donde

abun-da este árbol se llama apornpales. Entre Latani y Joalahuy encontramos ~n

bosques de encino una curiosa Solanácea; la ·

Juanulloa

mexicana. Esta es

·una planta epifita con flores hermosas, tubulares y anarcmjadas .. ' Duran.-te todo el día la vemos colgando de los enéinos. Parece que esta i-nter-e--·Sante planta se da s0lamente en ésta región o cuando mends aqul es sil

centro de .distribuéión.

En la región de Jalahuy abunda la Vainilla pla:nUoJia. 'Crece silvestre

en 'fos árboles. También encontramos una curiosa Passiflora con frutos

co-mestibles que aquí se llama ·palau. Encontramos

Pachira

mac:totál'pal

Helicteres gu.m:umC11efolia. Eugenia

Liebmannii,

Trichilia havcmensis,

)U.

C:homea

latifolia, PS:eudosm:odinguim multifolium, l\ca

·

lpyha oligodonta

Cissampelos

parcira, Holfmannia

refulge:ns

Vemonia deppeana:

Lonc~ho­

c:clrpas

mexicanus.

etc.

Pasando por las pobladones de Boca del Monte, Xochiapa;, llegamos

al 'estado de Veracruz al nivel del mar. De Xochiapa pasando por 'Santa Cecilia iniciamos la marcha hacia Playa Vicente. En esta región abunda la -Cephaeilis tomentosa,

Heliconia.

Costus spicatus, Reneabriia

aroméilica

-y

es¡>ec:ialmente

una Melastomacea de agradable perfume, la "

Mi-aoriia

-

ar-gentea.

En Playa Vicente Ver., terminó nuestro maravilloso viaje <itraves de

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