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(1)

Problemas de inestabilidad

probabilidad

en

la

construcción del túnel

Agua

Escondida

Roberto Sánchez

Consulto

La construcción del túnel Agua Escondida representó serios problemas de inestabilidad, particularmente en la transición entre las tobas arcillosas y el macizo basaltoandesítico. Dentro de las tobas hubo también problemas de grandes deformaciones, agravados por la presencia de agua en el túnel y por la interrupción temporal de su construcción. En este trabajo se analizan las observaciones geológicas y geotécnicas dentro de la excavación, así como las características de la deformación que presentó. Se describe el derrumbe de un tramo ocurrido por las causas anotadas y las soluciones constructivas adoptadas. Se des- taca el efecto estabilizador del revestimiento y se mencionan algunas experiencias en rela- ción con los sistemas de sostenimiento, el manejo del agua de filtraciones, la suspensión de actividades en excavaciones subterráneas, y la ayuda de las mediciones del comporta- miento durante la construcción.

El túnel Agua Escondida, con una longitud total de 2860 m, forma parte del Sistema Cutzamala para el suministro de agua potable al área metropolitana de la ciudad de México. Fue construido por la Co- misión de Aguas del Valle de México de la Secre- taría de Agricultura y Recursos Hidráulicos entre 1980 y 1985. Se excavó por dos frentes en sec- ción portal de 4.5 m de ancho por igual altura; se considera que ya revestido (3.8 m x 3.8 m) y tra- bajando sin presión, puede conducir un gasto hasta de 2 4 m3/s.

Durante la excavación se suspendieron en varias ocasiones

los

trabajos de la obra, por problemas de orden social y otras causas específicas. Ade- más, la excavación por el portal de entrada debió realizarse, en un gran tramo, en tobas blandas que indujeron diversos grados de inestabilidad. Con base en mediciones de campo se logró definir que, efectivamente, en el tramo citado se obtenían ve- locidades y deformaciones de convergencia muy grandes, que en algunos sitios llegaron a conside- rarse como francamente alarmantes. El periodo más crítico tuvo lugar durante la suspensión de las actividades constructivas entre agosto y octubre de 1981, cuando el agua de las filtraciones se acu- muló en el piso, saturando las tobas

e

incremen- tando grandemente las convergencias. Por otro lado, se observó que

los

abundantes marcos me-

tálicos colocados para el soporte temporal de la excavación, sufrieron una aguda deformación e in- cluso las tornapuntas se pandearon en forma apa- ratosa. Durante otra suspensión -de fines de 1982 hasta octubre de 1983-, ocurrió un de- rrumbe en el cadenamiento O

+

830 que obturó por completo la sección del túnel.

Por otra parte, en marzo de 1982 también se interrumpieron las mediciones cuando aún faltaba por excavarse un tramo de unos 300 m para unir los frentes. AI reanudarse las actividades de cons- trucción, se reiniciaron las mediciones de conver- gencia que comprendieron principalmente la exca- vación de tramo faltante, la rehabilitación del tramo excavado en tobas blandas y el retiro del de- rrumbe. Además, se llevó a cabo la unión de

los

frentes y algunos tramos identificados como críti-

Los resultados de las mediciones fueron básicos para la planeación y realización de

los

procedimien- tos constructivos, y para la definición de las pro- piedades y

los

parámetros requeridos para obtener un diseño racional del revestimiento definitivo y su adaptación oportuna a las condiciones reales ob- servadas del comportamiento del terreno.

(2)

La excavación desde el portal de entrada hasta el cadenamiento O

+

240, se realizó en basaltoan- desíticos de tonalidad rojiza, que presentaban frac- turas abiertas, rellenas en ocasiones con roca dis- gregada; el rumbo de fracturas es ligeramente oblicuo al eje del túnel y su echado mayor de 60 grados, en el sentido del cadenamiento. Una fami- lia de fracturas horizontales y otras de orientación aleatoria dan como resultado bloques de roca in- terconectados. El agua se presenta sólo en condi- ción difusa; sin embargo, se llegó a observar al- guna concentración cercana a 20 Ipm. Por sus características, la roca en este tramo se clasificó como de RMR "regular" (véase ilustración 3).

Entre los cadenamientos O

+

240 y O

+

830, el túnel cruzó tobas Iíticas de consistencia dura, de limo con algo de arena, masivas y sin cementa- ción. Entre los tramos O

+

8 3 0 y

O

+

900 se exca- varon tobas pumíticas muy alteradas, suelos con materia vegetal y tobas arcillosas de textura lisa (talcosa); éstas, al secarse adquieren consistencia dura y se agrietan mucho. En estos dos últimos tramos tuvieron lugar los mayores problemas de tuneleo. incluso el derrumbe antes mencionado que obturó por completo la sección del túnel (véanse ilustraciones 4 y 5).

Entre el cadenamiento O

+

900 y el O

+

9 3 0 se excavó el contacto entre las rocas débiles y el ma- cizo basaltoandesítico; en este tramo se observó la mayor presencia de agua. Las rocas basaltoan- desíticas excavadas entre los cadenamientos O

+

9 3 0 y

2

+

775 se distinguen por su color gris y forman parte de derrames Iávicos de espesor con- siderable. Dentro del túnel estos derrames se ma- nifiestan por sus diaclasas con espaciamiento que varía entre 5 y 30 cm y por la alteración ligera en las superficies de la discontinuidad; a estas rocas también pertenecen algunas estructuras masivas sin indicios de meteorización. Asimismo, el túnel cruzó parte de un conducto volcánico de bloques de roca que presentaban escaso contacto entre ellos, con algunos huecos rellenos de material es- coriáceo rojizo alterado superficialmente por oxida- ción (véase ilustración 3). Por último, entre los ca- denamientos 2

+

775 y 2

+

8 6 0 se excavó un depósito de talud heterogéneo formado por blo- ques y fragmentos sueltos de roca basaltoandesí- tica, con una alteración moderada y empacados en una matriz de limo con arena.

Clasificación de la roca. Basándose en su des- cripción geológica, así como en los tiempos de es- tabilización y la deformabilidad observados durante la excavación del túnel -de los que se tratará más más favorables para la construcción del túnel, e in-

cluso no se recurrió a la utilización de marcos me- tálicos de soporte, salvo en pequeños tramos donde apareció alguna discontinuidad geológica importante (véase ilustración 1 ).

Geología, descripción y clasificación

El túnel se localiza en la provincia fisiográfica del Eje Neovolcánico (véase ilustración 2), en una zona caracterizada por la presencia de aparatos volcáni- cos y derrames de lava basaltoandesítica, así como de tobas Iíticas de diferentes características. La edad de estas rocas, que sepultan depósitos marinos plegados que afloran hacia el sur, puede corresponder al Periodo Mioceno.

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adelante- la roca se clasificó por grupos, de acuerdo con el criterio que se indica en el cuadro 1. Por otro lado, en la ilustración

3

se indican los tramos clasificados, así como el índice de califica- ción de la masa rocosa, RMR (Rock Mass Rating).

Deformación, inestabilidad

A mediados de

1983,

del túnel, un tramo de unos 200 m, excavado en tobas blandas por el portal de entrada, presentaba una enorme deformación, debido a

las

grandes convergencias que ocurrieron d durante la excava- ción y que se habían venido incrementando

nera notable durante el tiempo abandonada la obra. Los mar porte, formados con perfil IPR dañados y en condiciones tan

dad, que incluso en varios de ellos el pandeo late- ral de las tornapuntas superiores (que debieron co- locarse para intentar disminuir las deformaciones) provocó que elementos de

los

marcos vecinos se unieran entre sí, mientras las tornapuntas inferio- res, confinadas en el piso de la excavación, al no poderse pandear lateralmente, salían de su confi- namiento y se rompían al centro del claro. La ma- dera de retaque que llenaba los huecos entre los marcos y el terreno estaba rota y aplastada por completo (véanse ilustraciones 6 y 7).

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nel provocado sin duda por la presencia de una presión genuina de roca (aquélla que se genera cuando se desarrollan zonas plásticas en la roca que circunda la excavación) que se manifestó en deformaciones continuas de la excavación y gran- des solicitaciones contra el soporte temporal. En el tramo derrumbado la cobertura es de unos 120 m y el terreno que circunda la excavación está for- mado por tobas arcillosas a las que les sobreyace un derrame de roca basaltoandesítica con un flujo

constante de agua. Después del derrumbe que ob- turó la sección del túnel entre los cadenamientos O

+

885 y O

+

904, se tuvo que proceder a las operaciones críticas de retiro de escombros y res- tructuración -con el soporte adecuado para resistir las presiones del terreno- de esta sección del túnel para así continuar con el revestimiento definitivo.

(5)

antes de la suspensión de las mediciones (marzo de 1982); desde entonces ya se había advertido el gran riesgo de un derrumbe de serias conse- cuencias (véase ilustración 8).

La rehabilitación del tramo, muy deformado y en condiciones precarias de seguridad, se inició con marcos sencillos IPR de 6" con tornapunta curva en el piso y con una separación de 50 cm. Sin em- bargo, fue evidente la escasez de la sección y su limitada resistencia, por

lo

que se procedió de inmediato a cambiar a dos perfiles IPR de 6 x 4 pulgadas, unidos rígidamente entre sí, con

los

cua- les se formó un elemento estructural con torna- punta curva de igual sección. Este procedimiento confirmó que los elementos de soporte de una e x cavación deberán tener inercias semejantes res- pecto a los ejes principales ortogonales y que es

un error fundamental pretender que la resistencia Mediciones d comportamiento

se provea sólo en el plano transversal al eje del túnel (véase ilustración 9).

Por otra parte, la fase inicial de la reconstrucción del tramo dañado consistió en el retiro gradual del escombro, mediante el método de media sección y banqueo, con herramienta de mano y martillos

neumáticos. El avance se llevó a cabo sosteniendo el techo con rieles de acero hincados, a fin de cu- brir el arco superior de la excavación y poder reti- rar pequeños volúmenes de escombro de la media sección superior; después se colocaron marcos dobles apoyados sobre una rastra metálica for- mada también por dos IPR de 6 pulgadas; entre

los

marcos dobles y el terreno se colocó una capa de concreto lanzado y madera de retaque. El escom- bro de la media sección inferior se retiró de la misma manera, pero en avances cortos, a manera de ir colocando la tornapunta inferior. Durante el desarrollo de estas actividades, las mediciones de convergencias desempeñaron un papel determi- nante. La ilustración 10 muestra un esquema de la rehabilitación del tramo donde ocurrió el derrumbe.

(6)

la excavación, mientras en la llamada segunda etapa se observó, además de lo anterior, el com- portamiento de los sistemas especiales de soporte (que hubieron de utilizarse para controlar las gran- des deformaciones), el del tramo del túnel derrum- bado así como el efecto estabilizador del revesti- miento definitivo.

Primera etapa. La primera etapa de mediciones del comportamiento comprendió 15 secciones de me- dición de convergencias instaladas en el tramo ex- cavado por el portal de entrada. El arreglo de las secciones consistió en tres líneas que formaron un

lo,

con un vértice en la clave de la excava- ción y una línea horizontal a media altura; en algu- nas secciones se instaló una cuarta línea horizontal en la parte inferior de la excavación. En esta etapa se distinguieron dos subtramos: el primero, exca- vado en basaltos traquiandesíticos fracturados, representó pocos problemas durante el avance y

en él se alcanzó con rapidez la estabilización; el segundo, excavado en tobas blandas, presentó serios problemas, tanto en los procedimientos constructivos que se emplearon como en la estabi-

locidad inicial de 0.4 mm/día que se mantuvo constante durante 5 0 días; de manera sorpren- dente, después de ese tiempo, la velocidad se in- crementó con mucha rapidez hasta alcanzar un va- lor promedio de 6.3 mm/día y una deformación

lización de la excavación. En este subtramo se ob- servaron velocidades iniciales de convergencia que variaron desde 0.2 hasta 17 mm/día. En el cuadro 2 se presenta un resumen de

los

principales resul- tados de las mediciones de convergencia.

el subtramo excavado en tobas blandas, se pre- sentan los resultados de dos secciones de medi- ción; los de la primera, emplazada en la estación O

+

825, se muestran en la ilustración 11. Se ob- serva que en la línea horizontal h1 la velocidad de convergencia inicial fue de 4 mm/día; esta veloci- dad se redujo primero y aumentó después, hasta alcanzar una deformación de 11'8 mm. En esta sección, la línea horizontal inferior h2 tuvo una ve-

total de 180 mm. Este incremento se debió sin duda al efecto de la saturación de las tobas blan- das de las paredes, causada por un tirante de agua que se acumuló en el piso durante la suspensión temporal de la excavación; algo similar ocurrió con

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mante; la velocidad fue disminuyendo gradual- mente hasta que, a partir de 30 días, adquirió un valor constante de 0.22 mm/día, que se mantuvo hasta la suspensión de lecturas, alcanzando una deformación máxima de 2 1 0 mm, es decir, cerca de 5% de la dimensión horizontal del túnel.

En el comportamiento observado en ambos ejemplos se denota con claridad la presencia de un efecto viscoplástico que se comprueba con los re- sultados obtenidos en otras cuatro secciones de medición emplazadas en las mismas tobas blan- das; en ellas, la excavación no alcanzó su completa estabilización, aun después de centenas de días (véase cuadro 2). Por otro lado, los valores obser- vados tanto de las velocidades como de las defor- maciones totales son indicativos del desarrollo de zonas plastificadas de extensión creciente y pro- gresiva.

El comportamiento en el portal de salida resultó muy diferente al descrito para el tramo excavado en el de entrada. En el cuadro 2 se presentan los valores promedio obtenidos de las mediciones co- rrespondientes a 5 secciones y en la ilustración 13, una gráfica típica del comportamiento de la ex- cavación en dicho tramo. La velocidad inicial, ape- nas apreciable, varió de 0.03 mm/día a 0.07 mm/ día y la convergencia máxima fue de 2.4 mm; el tiempo de estabilización de la excavación se al- canzó entre 30 y 5 0 días después de iniciadas las mediciones, lo que equivale, aproximadamente, al tiempo transcurrido a partir de que el frente se ale- jaba más allá de un diámetro del túnel de la esta- ción de mediciones de referencias.

Segunda etapa. Durante ésta fueron instaladas 24 secciones de medición de convergencias en los ca- denamientos que se muestran en la ilustración 3. Cuando las condiciones del terreno lo permitieron, las referencias se colocaron directamente en la roca; en otras ocasiones, se soldaron a los marcos metálicos, siempre y cuando se comprobara que éstos estuvieran en contacto firme con el terreno; también se colocaron en pequeños pernos adheri- dos con resina al concreto del revestimiento defini- tivo. Las mediciones de cada línea instalada se efectuaron con una frecuencia inicial de una lectura por día; las lecturas aumentaron o se redujeron en función de los resultados de la velocidad de con- vergencia y de la magnitud de la deformación.

Para el tramo excavado por el portal de entrada, se seleccionó como ejemplo del comportamiento durante la segunda etapa, el correspondiente a la sección (E-S) 1 6 (véase ilustración 14). En el cuadro 3 se indican los valores calculados de los desplaza- mientos verticales de la clave. Puede observarse que el corrimiento máximo para la sección (E-S)16 fue de 1 4 m m en las paredes y que la clave de la excavación se desplazó hacia arriba cerca de 1 mi- límetro.

En el tramo donde se retiró el escombro del de- rrumbe, se instalaron tres nuevas secciones de medición de convergencia, designadas como (E- S)20, (E-S)21 y (E-S)22 (véanse ilustraciones 15,

16 y 17 respectivamente). En ellas, debido a la manifiesta inestabilidad de la excavación, se consi- deró necesario tomar lecturas dos veces por día, para llevar a cabo un seguimiento más preciso de las deformaciones. En el cuadro 3, se presentan

(8)
(9)

de la clave hacia arriba hasta de 48 milímetros. Por otra parte, quedó de manifiesto que durante

el

retiro de escombros se presentaron incrementos de importancia considerados como preocupantes, en las velocidades de deformación. Además, se comprobó que

los

marcos de soporte propuestos con doble perfil IPR de 6 pulgadas, soldados con cubreplacas en los patines, funcionaron satisfacto-

riamente sin riesgo de pandeo.

(10)

por cada frente; la otra, a sólo 50 c m del frente en la unión por el portal de salida. En todas las seccio- nes se observó que las velocidades de deforma- ción eran de pequeña magnitud; sin embargo se apreciaron algunos movimientos bruscos produci- dos por las voladuras utilizadas para el banqueo y por el paso de equipo de rezaga. Las secciones mencionadas mostraron desde un principio una tendencia franca a la estabilización, la que ocurrió en un tiempo relativamente corto.

Poco después de rehabilitar el tramo crítico donde ocurrió el derrumbe y de haber colado el concreto de la losa de piso con cartelas y muros, la velocidad de deformación observada en las seccio- nes de medición disminuyó de manera notable, como puede apreciarse en las ilustraciones corres- pondientes. Por esta razón se consideró muy con- veniente investigar el comportamiento del reves- timiento definitivo y, sobre todo, su efecto es- tabilizador en aquellos lugares donde ocurrieron las máximas deformaciones durante las etapas de excavación y retiro del escombro; de ahí que se optase por reinstalar las secciones (E-S)20', (E- S)21' y (E-S)22' (véase ilustración 21), con una sola línea horizontal y sus referencias fijas en pe- queños pernos pegados con resina al revesti- miento definitivo a una altura de unos 2 m del piso del túnel. El tiempo de observación fue muy corto, tan sólo el necesario para asegurar que se alcan- zaba la completa estabilización.

El colado del revestimiento en el tramo crítico se llevó a cabo por etapas, colocando primero la losa de piso junto con

los

muros inferiores y des- pués el arco superior arriba del eje. Se observó que en cuanto las patas de los marcos quedaban aho- gadas en el concreto del revestimiento, se origi- naba un cambio notable en el comportamiento de la deformación de la excavación. AI colocarse el arco superior la estabilización total del túnel se al- canzaba casi inmediatamente, aun en las condicio- nes más críticas de presión del terreno.

Revestimiento definitivo

(11)

sus elementos correspondientes y otros tramos se revisaron para resistir solamente con concreto simple. También se establecieron variantes, ade- cuadas a cada situación particular, en las secuen- cias de colado del revestimiento; esto permitió avanzar en diversos frentes al mismo tiempo, ace- lerando la estabilización del túnel.

Las diversas soluciones (estructurales y cons- tructivas) del revestimiento se eligieron acordes con la naturaleza de la roca y con las presiones que podrían estar presentes en cada caso. Así por ejemplo, un tramo de gran longitud hacia el portal de salida se construyó con concreto no reforzado, losa plana y muros inclinados sin cartela, colando primero la losa de fondo en toda la longitud del tramo, sobre ésta los muros laterales y, finalmente, el arco de la bóveda superior. En este caso, la única carga externa considerada en el análisis fue la que se produciría si en la clave del arco la roca sufriera un aflojamiento y si por consiguiente, una cuña de roca gravitara sobre el revestimiento. La representación gráfica del modelo de comporta- miento que sirvió como base para el análisis numé- rico por el método de elementos finitos se muestra en la ilustración 22.

La parte entre el portal de entrada y el tramo crí- tico se revistió con concreto simple, losa acarte- lada y engrosada en dos etapas: primero con mu- ros y losa monolíticos y después con bóveda. En este caso se revisó el revestimiento para cargas de aflojamiento en la clave y para presiones hidrostá- ticas exteriores que ocurrirían en caso de un va- ciado rápido. La representación del modelo de cómputo utilizado se muestra en la ilustración 23. Los análisis de esfuerzos, se llevaron a cabo por el método de elementos finitos.

Para

los

tramos críticos, en particular aquel que se derrumbó, el revestimiento se analizó por el mismo método de elementos finitos mencionado, considerando sólo la condición de presión genuina de montaña contra el revestimiento. La representa- ción gráfica del modelo de cómputo se muestra en la ilustración 24; la presión de la roca se calculó con base en mediciones y en el concepto de curva característica, que permite reducir las formalidades matemáticas al mínimo para concentrarse en los antecedentes físicos (Rabcewicz, 1973; Lombardi,

1973; Kovári, 1983; Brown, et al, 1983). Los pa- rámetros que se utilizaron para

los

análisis numéri- cos de esfuerzos y deformaciones del conjunto te- rreno-revestimiento se obtuvieron de conside- raciones basadas en las observaciones del com- portamiento durante la construcción. Estos pará- metros debieron calcularse entre límites más o me-

nos amplios, lo que requirió llevar a cabo estudios paramétricos (Kovári, et al, 1976) con los cuales fue factible reconocer la influencia de cada uno de esos parámetros en los resultados de los análisis.

Comentarios y reflexiones

La construcción de un túnel constituye siempre un reto para los ingenieros civiles, quienes para resol- ver adecuadamente los problemas que se plantean en una obra subterránea, deben desarrollar y apli- car todos sus conocimientos e ingenio. En

los

tú- neles, como en ninguna otra obra de ingeniería, el proyecto y la construcción se asocian en un con- junto indivisible en el cual la participación del pro- yectista en los problemas de la construcción y la del constructor en los del proyecto resultan no sólo convenientes sino imprescindibles. Es por ello que el proyecto inicial de un túnel se va adaptando durante la construcción a las condiciones reales del terreno que en la mayoría de los casos resultan im- posibles de anticipar, al menos con el detalle que se requiere para obtener las mejores condiciones de seguridad y economía.

Para el proyectista, los métodos previstos en la construcción de un túnel no pueden ser pasados por alto; de igual modo las hipótesis que sirvieron de base para los análisis y diseños no deben ser ignoradas por los constructores. Las etapas de ex- cavación, los sistemas de avance, los medios de soporte temporal y los de estabilización previstos por el constructor deben ser tomados en cuenta en los análisis de la excavación y del revestimiento. Asimismo, la forma y magnitud de las presiones externas,

los

parámetros de deformabilidad y la in- teracción terreno-revestimiento, considerados para

los

análisis y diseños previos a la construc- ción, deben estar en la mente de los constructores al realizar la obra (Sánchez Trejo y Barousse, 1984).

Las observaciones de campo, y en especial las mediciones de comportamiento durante la cons- trucción de un túnel, proporcionan una información invaluable para proyectistas y constructores; esta (información, debidamente utilizada, permite esta- blecer una comunicación entre las partes involucra- das y propicia la conciliación de objetivos.

Aun para los ingenieros más conocedores,

los

(12)

obtenida de esta obra se refiere a las graves con- secuencias que acarrea la suspensión total de la excavación de un túnel ya iniciado, en especial, cuando en el comportamiento observado se ad- vierte la presencia de inestabilidades y peligro de caídas o desprendimientos, o bien, cuando la roca muestra indicios de degradación o alteración por intemperismo, o cuando el agua de filtraciones puede acumularse y saturar rocas sensibles a la hu- medad. Sin lugar a dudas, los costos de una opera- ción intermitente de las instalaciones de alum- brado, bombeo, malacates, teléfonos, así como los del personal mínimo para el mantenimiento pre- ventivo, las mediciones eventuales, la supervisión, etc., son más bajos y representan menos riesgos y problemas constructivos que los que causaría el derrumbe de una excavación subterránea y su con- siguiente rehabilitación y reconstrucción.

Otras experiencias adquiridas se relacionan con

los

sistemas de soporte temporal,

los

cuales de- ben cumplir su función mientras se colocan

los

de- finitivos, normalmente integrados al revestimiento.

varias ventajas del uso del concreto lanzado como medio de protección de la roca, más que de so- porte de la excavación (Sánchez Trejo, 1982).

Por

otro lado, resultó dramático observar la ineficiencia de los perfiles unidireccionales tipo I de patín an- gosto. Los marcos formados con estos perfiles no resistían ninguna fuerza apreciable de compresión axial o flexiones transversales sin que se produjera el pandeo lateral. Aquellos que no se pandeaban era porque evidentemente, no estaban sometidos a presión del terreno. Por otra parte, el empleo in-

extensivo de madera de retaque para castigar los marcos contra el terreno, procedimiento que no siempre rinde resultados satisfactorios, además de que el retaque con madera es un método caro para

impedir la interacción entre el concreto (lanzado o convencional) y el terreno.

La importancia que tiene en una obra subterrá- nea el manejo adecuado del agua de filtraciones y la continua eliminación de ésta para evitar trastor- nos de consecuencias graves, resultó evidente en este túnel. Favorecer la canalización aprovechando las pendientes naturales, evitar los encharcamien- tos o embalses debidos a obstáculos en el piso y concentrar el agua en cárcamos para su bombeo continuo, son las medidas más adecuadas y simples

les en construcción. nales.

Finalmente, consideramos importante hacer én- fasis en la trascendencia de las observaciones de campo durante la construcción así como de las di- versas enseñanzas que dejaron. Nos referimos a los levantamientos de geología de detalle, la de- tección y cuantificación de

los

escurrimientos de agua y las mediciones de comportamiento defor- macional. La información obtenida en estos renglo- nes fue determinante para adoptar algunas modali- dades en los procedimientos constructivos y establecer las secuencias o etapas de ejecución de las actividades. Aún más, la información obtenida debidamente procesada e interpretada, permitió retroalimentar los modelos de cómputo utilizados en el análisis de excavaciones, soportes y revesti- miento y facilitó su optimización oportuna.

Referencias

Brown, E.T., J.W. Bray, B. Ladanyi, y E. Moek, "Ground Response Curve for Rock Tunnels", Journal of Geote- chnical Engineering ASCE, vol. 109, núm. l, 1983.

from Straight Line Nomograms, Swiss Federal Institute of Technology, Zurich, 1983.

Kovári, K., H. Hagedorn, y P. Fritz, "Parametric Studies as a Design Aid in Tunneling", Proc. 2nd. Int. Conf. on Numerical Methods in Geomechanics, Blacksburg, Virginia, EE.UU., 1976.

Lombardi, G., "Dimensioning of Tunnel Lings with Re- gard t o Construction Procedures, Tunnels and Tunne- ling", vol.5, núm. 4, julio-agosto, 1973, pp.340-351. Rabcewicz, L., "Principles of Dimensioning the Support System for the New Austrian Tunneling Method", Water Power, vol.25, núm. 3, marzo, 1973, pp.88- 93.

Sánchez Trejo, R. "Comparative Solutions of Shotcrete and Conventional Concrete Permanent Linings for Water Supply Tunnels", International Conference on Shotcrete for Underground Support IV, Paipa, Colom- bia, septiembre, 1982.

servado y soluciones constructivas de un tramo crí- tico del túnel La Jarochita' de la vía férrea Méxi- co-Veracruz." Proceedings ITA Túneles 84, Caracas, Venezuela, mayo, 1984.

AI respecto, en este túnel se pusieron en evidencia Kovári, K., The Determination of the Characteristic Line

discriminado de marcos metálicos propició el uso

rellenar huecos y constituye una barrera que puede Sánchez Trejo,

R.

y E. Barousse, "Comportamiento ob-

El autor agradece a las autoridades de la Comisión de Aguas del Valle de México las facilidades brindadas para la elaboración de este trabajo. También reconoce la valiosa ayuda de J. Gamiño,

Referencias

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