Heterodoxias.
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Heterodoxias, o los espacios disidentes.
“Una investigación introspectiva y extrovertida sobre
la relevancia de la diversidad, la ciudadanía y la
artesanía en el siglo XXI”.
Proyecto de grado de
Mateo Grillo.
Dirigido por
Carolina Agudelo.
Asesorado por
Luz Mariela Gómez
-mejor conocida como
Monina
-.
Agradecimientos a
Ricardo Sarmiento.
Agradecimientos especiales a
María del Pilar Zambrano,
Diego Grillo y Paola Venegas.
Universidad de los Andes.
Facultad de Arquitectura y Diseño. Departamento de Diseño.
Bogotá D.C. Colombia.
Primero de Diciembre de 2015.
Este ejemplar se terminó de imprimir el primero de diciembre de 2015 en Incolors y fue ensamblado en 42 Lineas.
La reproducción de este ejemplar está permitida y
recomendada.
Los textos y las imágenes no referenciadas son de autoría personal.
i.
Este proyecto está dedicado a la
mano, a la cabeza y sobre todo
al corazón; al “hacer”, al “saber”
y primordialmente al “andar”.
Esta dedicado a los extraños y a
los herejes, a los atrevidos y a
los altaneros, está dedicado a esa
impotencia que todos sentimos de
cuando en cuando.
6
ii.
Introducción.
Más que una revisión histórica o
teórica de la ciudadanía, más allá de
las posibles ideas recopiladas desde
investigaciones realmente juiciosas,
mucho más allá de los contenidos
académicos densos y hereditarios,
está en este documento impresa mi
intención de inspirar al lector a revisar
la diferencia, a autocriticar su vida en
este mundo, esta sociedad y esta ciudad
de nuevo; esta vez desde un ejercicio de
diseño muy introspectivo, pero también
muy extrovertido, como consigna el
subtítulo del proyecto. Puede pensarse
mi investigación como un viaje que
emprendí cuando perdí por primera
vez una materia universitaria. Recuerdo
que con un incipiente tono nos repetía el
profesor que desde el diseño no íbamos
a salvar el mundo, y que por eso mismo
debíamos ser los más pragmáticos, para
no decantar el universo conceptual en
dimensiones artísticas inexplicables e
innecesarias. Fue la persona que me
recordó mi extravagancia; la celebró e
inmediatamente la condenó. Esa etapa
se estableció como una piedra angular
I n i c i o d e l v i a j e - c a r t a s d e d e s p e d i d a .
en mi carrera universitaria al permitir
cuestionarme, entender mis gustos y
mis metodologías, mis actitudes y mis
caprichos y principalmente mi rol dentro
de una sociedad, desde mi propio oficio
y el mismo ejercicio de mi ser. Hoy es el
día en el que no tengo completamente
claro el camino que debo seguir de ahora
en adelante, en el que me pregunto si
existe y existió alguna vez una única
meta por perseguir; si es la fama o la
academia, si es la relevancia o si es el
placer. Lo que tengo claro, de espaldas
a la diminuta seguridad y de frente a la
titánica incertidumbre, es la intención
que erguida mantiene mi figura, y
es la de seguir siempre los latidos de
ese músculo nuclear que representa
la pasión, y que dentro del contexto
del proyecto representa la diferencia.
Mi intención es entonces proponer,
paralelamente a los productos que nacen
de la investigación, un documento
que funcione con una intención
independiente de los entregables
académicos, que si bien no constituye
un ejercicio de diseño por sí mismo
-al menos según las concepciones
académicas a las que se encuentra
sujeto-, manifiesta toda la experiencia de
un futuro diseñador uniandino, su paso
por la universidad y sus expectativas
con su recientemente adquirido rol
de diseñador. En el núcleo de este
documento se encuentra la diferencia
humana, como he mencionado
anteriormente, la divergencia al interior
de una sociedad que considero es, el
día de hoy, la fuerza más importante
de renovación social que con urgencia
exigimos. Sugiero mantener el concepto
de diferencia siempre en mente para
poder asociar todos los temas que en
el camino se crucen; porque a falta de
un mapa concreto que deba ser seguido
al pie de la ruta, brindo una única luz
que permita descubrir el terreno de
su propia mente abierto a nuevas y
emocionantes posibilidades.
8
iii.
Resumen
documental.
- m e j o r c o n o c i d o c o m o
Heterodoxia, o el espacio disidente,
da cuenta de la importancia de los lugares y
no lugares, construidos o encontrados, en los
que por libre asociación se edifica un esquema
social discrepante para muchos y familiar
para pocos, pero necesario para la humanidad
y la ciudadanía
per se
. El proyecto pretende
manifestar con ahínco la relevancia, en el
contexto actual -tanto local como global-,
de las otras ciudadanías: las marginadas, las
oprimidas, las diferentes; y principalmente de
su representación y visibilización en la plaza
pública -donde quiera que se encuentre-.
Eme del Tauto, como declaración de la
heterodoxia
, es una
casa de creación
que, por
medio de la producción manual y la distribución
de contenido digital, manifiesta la necesidad
de despertar la conciencia colectiva sobre dos
grandes problemas que afligen y amenazan
al ser humano: el consumo inconsciente y la
intolerancia e injusticia social, que en diversas
formas y niveles restringen la autorrealización
de cada individuo y discriminan sus estilos
de vida y la autoexpresión de su identidad. Se
fundamenta así en la diversidad que conforma
la experiencia humana para proponer una
revolución
positiva y propositiva, productiva
y social
. Se configura entonces como una red
creativa, que por medio de una plataforma con
diferentes puntos de contacto, teje una trama
social de ciudadanía autoexpresiva y para
muchos altanera;
una ciudadanía periférica
con una o dos cosas por manifestar.
10
Tabla de
contenidos.
i.Protocolos soberanos. 2
ii. Introducción. 6
iii.Resumen documental -mejor conocido como abstract-. 8
Primera parte.
iv. Marco conceptual. 14
iv.i.Introducción. 16
iv.ii. Primer capítulo: La disgregación de la ciudadanía.
iv.ii.i. Una breve historia del nomadismo. 20
iv.ii.ii.La globalización. 26
iv.ii.iii. La revolución de la información. 28
iv.ii.iv. El ciudadano del mundo. 33
iv.ii.v.Interludio.
iv.ii.vi. El fetichismo de la mercancía. 38
iv.ii.vii. El derecho a la ciudad y la ciudadanía cultural. 42
iv.iii.Segundo capítulo: La coalición.
iv.iii.i.Los tres pilares. 49
iv.iii.ii. El privilegio del ciudadano del mundo. 54
iv.iii.iii. La periferia y el ciudadano marginado. 57
iv.iii.iv. La cultura material y el ciudadano artesano. 60
iv.iii.v. Los tipos de ciudades. 64
Segunda parte.
v. Pregunta de diseño. 82
vi.Objetivos. 84
vii.Referentes. 86
viii. Conceptualización. 131
viii.i. La caravana sincrética. 132
viii.ii. El espíritu clandestino de la periferia. 136
viii.iii. El tejido sinergético. 140
viii.iv. La huella del heteróclito. 144 ix. Propuesta de diseño. 149
ix.i.Primer capítulo: Eme del Tauto, o la casa discrepante. ix.i.i.Actores. 152
ix.i.ii. Ecosistema. 156
ix.i.iii. Diseño participativo y rutas de acción. 160
ix.i.v. Mapa de navegación. 168
ix.ii.Segundo capítulo: Arrunchis con el procurador. ix.ii.i. Ecosistema bogotano. 172
ix.ii.iii. Primera etapa: acompañamiento de comunicación. 176
ix.ii.iv. Segunda etapa: propuesta del plantón. 186 ix.ii.v. Tercera etapa: desarrollo de piezas. 199 x. Conclusiones finales. 208 xi.Bibliografía. 210
12
Primera
parte.
Primera
parte.
14
M A
R
C O
C O N
C E P
T U
16
Un diseñador como yo, tan pasional como ingenuo, debe tener y dejar claro a cualquier lector que las ideas aquí impresas son de distintas naturalezas y están lejos de ser juiciosamente verídicas o comprobadas, es decir que no conforman otra cosa que una mera ficción personal, personificada en el marco de un ejercicio académico; unas ideas que si bien fueron desarrolladas de la mano de teorías y estudios reales, encuentran cuna en impulsos intuitivos, en metáforas y en ideales. Dicho esto, puede usted comenzar el mismo viaje que emprendí yo durante un par de meses, pocos quilómetros, infinidad de palabras y toneladas de imágenes. Este marco conceptual está estructurado con el propósito de hacer una breve revisión histórica en forma de diagnóstico que va a permitirle al lector ver cómo estoy entendiendo yo la ciudadanía, la artesanía y la diferencia, y desde dónde estoy proponiendo mi proyecto de grado. Está dividido en dos capítulos: el primero busca estructurar dicho diagnóstico desde los conceptos que considero relevantes, en un contexto actual, para la definición de la ciudadanía y el consumo. En un segundo capítulo propongo una estructura social que, bajo mi criterio y acorde con los temas indagados, puede configurar una alternativa y posiblemente una ruta para sanar nuestras relaciones sociales, concentrando su rumbo dentro de la figura urbana como representación de la diversidad humana.La ciudadanía, o lo que entendemos por ciudadanía, es un concepto estructurado con la intención de brindar una cantidad de libertades y deberes a una cantidad de personas asociadas con un estado y con un territorio. Están estrechamente relacionadas las ideas de ciudadanía y de igualdad, pues desde una definición original, la ciudadanía y la democracia pretendían configurar una sociedad que permitiera la representación homogénea de la totalidad de ciudadanos. La ciudadanía se convirtió sin embargo en la representación de la homogeneidad y de unos tantos supuestos sobre una ciudad idónea con un mismo tipo de ciudadano, y desde esta definición moldeó las ciudades y las sociedades contemporáneas, hasta el punto en el que el estado máximo de realización del ser humano es el de ser un ciudadano de bien, adoctrinado por las leyes y los derechos que, como propiedades, posee. Estas propiedades, de igual forma que todas las propiedades, han significado, por un lado, que el ciudadano le debe algo al estado: su libertad y sus decisiones; y por el otro, que no todos los habitantes de una ciudad son ciudadanos, porque no todos poseen los mismos derechos ni las mismas oportunidades. La ciudadanía y la figura de la ciudad, que originalmente fue planteada como la efigie de la igualdad y el debate, ha decantado, por la misma complejidad humana, en la infinidad de problemas que vemos allí reflejados. Lo más atemorizante sin embargo, no es la concentración de los problemas humanos en la urbe magnífica que ha edificado, sino lo que el desarrollo humano ha significado para sí mismo y para la relación con su entorno; el desarrollo al que está sujeto en todos los escenarios posibles. En el malestar se deben ver las oportunidades, considero yo, y es por esto que propongo revisar el concepto de ciudadanía; que si bien he revisado yo desde algunos autores de interés personal y desde una perspectiva igual de ermitaña, cada quien debería replantear desde su propio interés y experiencia.
Primer capítulo
.
La
d
i
s
g
r
e
g
a
c
i
ó
n
de
la
20
“Los nómadas inventaron lo esencial: el dominio del fuego, la caza, las lenguas, la agricultura, la
cría de animales, el calzado, el vestido, las herramientas los ritos, el arte, la pintura, la escultura,
la música, el cálculo, la rueda, la escritura, la ley, el mercado, la cerámica, la metalurgia, la
equitación, el timón, la marina, Dios, la democracia. En resumen, a los sedentarios del futuro
- y en primer lugar a los de Roma - les dejaron sólo la invención del Estado, del impuesto, de la
prisión, del ahorro y, más tarde, del fusil y de la pólvora”
01.
El hombre fue nómada desde su origen hasta hace relativamente poco tiempo, cuando asentó sus raíces en un territorio y comenzó a evolucionar desde el sedentarismo; actualmente se ha visto inmerso en un nuevo proceso de nomadismo consecuente con los movimientos vaporosos de la globalización; un nuevo nómada que viaja por el mundo sin la necesidad de desplazarse. El norte de la ética y la cultura nómada es de cualquier forma el viaje, que constituye la esencia de su propia existencia, y puede ser entendido como el tránsito tanto por territorios como por contenidos. El flotador que le permite mantenerse sobre la marea de información es precisamente la capacidad y facilidad con la que recibe, absorbe, interpreta y desecha información. Es por esto que Jacques Attali propone que “la humanidad deberá lograr vivir a la vez como sedentaria para construirse, y como nómada para inventarse”.
01 Jacques Attali (2010). Su libro, El Hombre Nómada, está caracterizado por rescatar con maestría los valores y la filosofía de vida nómada, y explicar su relevancia en el contexto actual global.
Una breve historia
del nomadismo.
La historia de la vida es nómada. La propia evolución del hombre se evidencia en los viajes que realizó como animal bípedo y la adaptabilidad que, por su posición erguida, significó un privilegio para la selección natural. Para el hombre nómada, la distancia no era otra cosa que tiempo; se medía el espacio en jornadas. Los primeros sedentarios fueron los muertos, la principal expresión artística fue la música y el trueque, el primer esbozo de mercado; la libertad de circulación constituía la piedra angular de su ética. Su organización social, o carencia de esta, germinaba naturalmente de las asociaciones entre individuos y diferentes relaciones de poder muy débiles y volátiles. El sedentarismo se ve asociado antropológicamente con el desarrollo de la agricultura, que debió constituir una alternativa mucho más amable con el crecimiento de la población y su seguridad. Consecuentemente una parcela de tierra se convirtió en territorio, el territorio en propiedad privada, el conjunto de propiedades privadas en estado y finalmente en gobierno; de la misma forma, con las manos entrelazadas, el territorio en conflicto y posteriormente en guerra. A mediados del siglo XVII inicia el primer proceso de mundialización conocido
como mercantilismo01, primer nomadismo
mercantil que va a facilitar la circulación de mercancías, mercaderes y sus ideas. Al ser un proceso económico a merced de unos intereses comerciales específicos, se legitima la actividad de mercaderes y comerciantes cuyo tránsito por el mundo está avalado por los estados, y se excluyen inmediatamente los movimientos de los pobres que amenazan, con su falta de pertenencia, la hegemonía sedentaria del territorio. Se crea así una brecha entre dos
distintos tipos de nómadas, los nómadas de
01 Sistema económico desarrollado a raíz de la colonización de América y las minas de oro y plata allí encontradas; los metales preciosos constituyen la riqueza de un estado.
E l n o r
-t e d e l a
é t i c a y
l a c u l
t u r a n ó
-m a d a e s
d e c u a l
-q u i e r
f o r m a e l
v i a j e .
22
durante este proceso de mundialización es hacer circular a quienes trabajan, es decir los primeros, y hacer trabajar a los que circulan, es decir los segundos. Los nómadas urbanos son considerados parásitos y causantes de preocupaciones, contra quienes el estado ha tenido desde siempre la función de luchar; en otras palabras, apartar a quienes se mueven sin trabajar. España y Portugal fueron el epicentro durante este proceso de mundialización que produjo un aumento en la producción agrícola, la monetización de metales y la circulación de la moneda. A partir del siglo XVIII y hasta finales del XIX un segundo proceso de mundialización fue liderado por Inglaterra, conocido como la expansión del capitalismo y la revolución industrial; fue, grosso modo, el auge de los monopolios colonialistas. Produjo un etnocidio colonial, creó los documentos de identidad y engendró miseria y totalitarismos como reacción bárbara de un sedentarismo decadente contra la presión de un nomadismo innovador. Karl Marx fue de los que, apoyado en la teoría evolutiva de Darwin, estableció que el nomadismo era un estado primitivo por superar. La revolución industrial inició una transición en la producción que acabaría con la tradicional mano de obra fundada en el trabajo manual para reemplazarla con maquinaria para la fabricación industrial; una transición necesaria e inevitable que seguramente fue condicionada por el capital económico más allá que el social. Una tercera mundialización alrededor de las guerras mundiales constituyó la era de las multinacionales que produjo la concentración de las industrias y financieras
en monopolios y oligopolios02, la circulación de
cosas más que de personas y particularmente
01 Jacques Attali (2010)
02 La concentración de la industria y el comercio en un número muy reducido de actores omnipresentes quienes de esta forma establecen su supremacía.
la mano de la generalización del nomadismo
mercantil viene la obsesión de lo urgente03
que amenaza con reproducir la precariedad en todos los ámbitos posibles y las inconsistencias entre ideales y medios. El nomadismo mercantil produce un desplazamiento hacia donde los costos de producción sean más bajos y distrae al consumidor desde su modelo de consumo, el nomadismo humanista por otro lado, transporta las experiencias humanas hacia todos los hemisferios y desvincula sus actividades de la actividad económica. Durante las décadas de los sesenta y setenta principalmente, se habló de otros tipos de nomadismo, como el sexual, de varias luchas sociales contra el poder autoritario de un gobierno no representativo y del combate por la libertad de circulación; todos desde las propuestas de los nómadas urbanos en desacuerdo con la polarización de la ciudadanía. En el polo de la periferia social se encuentran
fácilmente los infranómadas04. Dice Attali que
toda persona en situación precaria termina convirtiéndose en un nómada, y es sobre todo porque actualmente, con la revisión histórica pertinente, entendemos que el nomadismo no radica en el tránsito perpetuo por territorios ajenos con pocas pertenencias sobre la espalda; al menos no según una estricta interpretación tangible sino una perspectiva conceptual que permite abstraer la filosofía nómada a otros escenarios mucho más diversos. Pueden ser (i) devaluados cuando, siendo sedentarios, se encuentran en tal situación de precariedad que corren el riesgo de caer en la errancia; (ii) excluídos cuando, siendo trabajadores con
03 Jacques Attali (2010)
04 Nómadas de miseria que representan la mayoría de la humanidad. Han sido atravesados por todo tipo de violencias, credos, esperanzas; buscan abordar los territorios y las fronteras de los nómadas de lujo al ser obligados a desplazarse por razones externas. Jacques Attali (2010).
oficios diferentes, no poseen un domicilio fijo y es por esto que no respetan las normas impuestas y (iii) precarios cuando no trabajan ni tienen un techo sobre sus cabezas; son los más vigilados
y marginados. Los también llamados nómadas de la periferia son y serán el principal motor de la
historia, de la economía y de la política01. No se mueven por placer, se vuelven nómadas porque se
rehúsan a desaparecer.
Esta historia ha sido siempre escrita desde una cómoda poltrona, la perspectiva sedentaria, y en nombre de un aparato de estado; jamás ha incluído en sus páginas la experiencia nómada. Existe una cierta idealización nostálgica en la forma como se aborda, y he abordado en este documento, el nomadismo. La intención es siempre encontrar nuevas formas de vivir la libertad pues la figura del nómada es inmensamente relevante para el entendimiento del ser humano, su cultura material y su capacidad propositiva en un contexto irreversible de unificación de mercados y sociedades globales; son los portadores de culturas y sabidurías. Son también los que se encargan de amenazar la soberanía del estado y del imperio y proponer alternativas de organización social desde su propia experiencia; de esta forma pueden convertirse en los líderes de la democracia directa. Implícita en sus modos de
01 Los emigrantes, condenados de la tierra, ahora son considerados los motores de la historia; más que las clases obreras, anestesiadas por el consumo. Jacques Attali (2010).
Se crea así una brecha entre dos distintos tipos de
nómadas,
los nómadas de lujo
y los
nómadas de miseria
.
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los viajeros de la vida; un mundo ideal en el que cada uno tenga el derecho a circular sin ser sometido a los controles de una burocracia
puntillosa01. Los nómadas tienen la capacidad
de conmocionar el orden del mundo si comenzaran a exigir su presencia en el escenario como actores políticos, económicos, y culturales importantes. En una primera etapa la globalización mercantil va a continuar alimentando los movimientos migratorios. En una segunda la respuesta va a ser consecuente con los previos procesos de mundialización; la gestación de precariedad, injusticia y soledad; se va a ampliar la brecha social entre los diferentes tipos de nómadas. Finalmente los rebeldes nómadas intentarán tomar el poder para crear un imperio desterritorializado.
I n i c i o d e l v i a j e - l e c t u r a s d e c a m a r o t e .
Los nómadas tienen la capacidad de
conmocionar el orden del mundo si
comenzaran a exigir su presencia en
el escenario como actores políticos,
económicos, y culturales importantes.
26
definido el espíritu de nuestra época. Tiene su origen en factores económicos, políticos y culturales; según ha sido documentado en los estudios académicos. Sólo pudo desencadenarse porque tenía a su disposición la capacidad de conexión en red global, que proporcionan las tecnologías digitales de
comunicación y los sistemas de información01.
Esto es lo que diferencia el proceso de globalización de los previos procesos de mundialización, que fueron mencionados en la breve historia del nomadismo, en tamaño, velocidad, y complejidad. Se debe subrayar que cuanto más avanza el proceso de globalización, sobre la ruta que lleva, mayores contradicciones genera; principalmente crisis a partir de las restricciones e inconsistencias que puede conducir hacia el renacimiento del nacionalismo. La globalización es condenada principalmente por avivar la irresponsabilidad sobre dos niveles de conciencia, lo cual ha generado un aumento en los desequilibrios sociales, políticos y territoriales y un consumo desmedido de los recursos naturales, ambos relacionados con los intereses de crecimiento económico del oligopolio. En particular el consumo de moda ha tomado un rumbo vil, la necesidad de consumir y ver reflejado el ingreso económico por medio de prendas que construyan una identidad, una proyección de quien se quiere ser, ha creado un sistema irresponsable e inconsciente y un consumidor cegado y desinteresado. Existe tanto a nivel local como a nivel internacional una estigmatización del vestuario que resulta de la banalización del mismo. Los precios y la calidad se rebajan hasta hacer de la ropa un elemento desechable. La vida útil de una prenda se vuelve comparable a la renta de la misma, aunque este campo no se ve lo suficientemente desarrollado. Una
01 Manuel Castells (2010).
La g
lo
bal
iz
ac
ión.
propuesta que modifique, así sea en pequeña escala, los ritmos de consumo, significa una semilla del cambio urgente que debe crecer progresivamente.
Como respuesta a la globalización nace otro tipo de apertura de fronteras, no solo
comerciales, llamada planetarización01, que
apoyado en las mismas herramientas como el libre comercio, tránsito, y flujo de información busca crear una expansión de la comunidad global con una mayor conciencia y capacidad reactiva. Es en este nuevo movimiento donde se ubica el proyecto, como una pequeña célula que manifieste los intereses de construir una más responsable, justa y consciente sociedad, un ejemplo de lo que se puede hacer para reconciliar los humanos entre sí y con la naturaleza. En el centro ubica al humano como fuerza creadora y propositiva y se apoya principalmente en las personas, comunidades, sociedades, culturas, etnias y cualquier tipo de grupo o individuo que se considere de alguna forma al margen de la sociedad en la que se encuentra físicamente, constituyendo imaginariamente y tangibilizando poco a poco una inmensa red de creativos capaces de constituir una sociedad heterotópica, la ciudad de la diferencia o Heteropolis. Es al nivel del mundo entero como se debe hoy gobernar, o dejar de gobernar. La relevancia del proyecto radica en que intenta constituir una herramienta generadora de conciencia, que use la cultura material humana para comentar y buscar generar una sociedad heterogénea y
justa que respete principalmente el bien común.
01 Se refiere a la mundialización de la con-ciencia del ser humano; es una aplicación a nivel mundial de las leyes positivas de la elevación de la conciencia. Se trata de una profunda introspec-ción sobre los problemas más urgentes a los que se enfrenta la humanidad en esta era.
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Entrar a la red es abrir la caja de pandora, dar cuenta de todos los males que afligen al mundo y a sus habitantes; que amenazan y restringen nuestras vidas, las de unos más que las de otros. La comunicación solía ser unidireccional, con la difusión de internet ha surgido una nueva forma de comunicación interactiva: mensajes de muchos a muchos, definidos por Manuel Castells co mo autocomunicación de masas. La nuestra es la era global, un mundo que finalmente da el primer paso
hacia la mundialización democrática01, que da
a los ciudadanos globales la voz y el poder de decisión definitivo; es una transición necesaria que permitirá finalmente priorizar los recursos y las acciones, desarrollar concretamente el ejercicio de la justicia, reducir las acciones estatales y las restricciones al individuo, permitir la autorrealización de los ciudadanos y su desarrollo autónomo; permitirá la creación del ciudadano intercultural02, consciente
01 Proceso mediante el cual se genera una democracia directa de los ciudadanos sobre las organizaciones mundiales, su participación en las decisiones que allí se toman y que conciernen en primer instancia a los mismos ciudadanos. Se omiten los representantes y se crea un gobierno mundial. El gobierno del pueblo del mundo sobre-pasa así la idea de estado-nación y las entidades corporativas.
02 La interculturalidad diverge del multicul-turalismo por ser un proceso comunicativo que trasciende la mera coexistencia de culturas dife-rentes, mediante el cual se logra llegar a acuerdos
y respetuoso que comprenda y celebre la diferencia. Una democracia directa que, aunque inicialmente ocupa un lugar poco privilegiado en las organizaciones e instituciones estatales internacionales y no representa un poder legítimo frente a los gobiernos, ha estado ganando cada vez mayor relevancia. Una democracia que constituye una fuerza imparable de voces que deben ser escuchadas. Esta transición es producto de la facilidad con la que la información encuentra vías libres de control, cada día menos restrictivas gracias a quienes contradicen las mismas instituciones gubernamentales, quienes deslegitiman el poder estatal definitivamente.
La nuestra es la generación
de la información, ya no del
comercio, una generación
que entiende la necesidad de
evolucionar humanamente
hacia una sociedad planetaria.
comunes sin tener en cuenta ninguna jerarquía; es un proceso que favorece la convivencia y la integración entre culturas.
La revolución de la
información.
Es gracias al flujo de información cada vez más caudaloso que hoy tuve la fortuna de descargar una nueva versión de la película Metrópolis
con una banda sonora de música electrónica01,
que usted tuvo acceso gratuito a una charla de un etnobotánico quien manifestaba su preocupación por la desaparición de todas las sociedades indígenas que no han tenido
contacto con la sociedad occidental02, que la
vulneración de los derechos y la privacidad de la actriz Carolina Sabino avivó la discusión sobre el derecho al aborto y el abuso estatal y que miles de refugiados encontraron miles de voces que se compadecieron de su situación y les prometieron un posible hogar. En todos los casos la red funciona como el medio por donde transita libremente la información transgrediendo y borrando las nociones de legitimidad y legalidad, evidenciando las acciones de los ciudadanos y de los gobiernos y la moral detrás de la cual todos se esconden; repercutiendo eventualmente en respuestas y acciones. Son diferentes niveles en los que el acceso a la información en un espacio virtual actúa sobre las personas, su inmediata adquisición y su efectiva comunicación. Inicialmente hay un nivel de concientización con información indirecta, que siembra en los individuos una idea interrogativa de sus
01 Video: Metrópolis. Fritz Lang. 1926. Banda Sonora: The New Pollutants.
02 Mark Plotkin. What the people of the Amazon know that you don’t. Ted Talk.
paradigmas, de la naturaleza que sean; que cuestiona sus nociones establecidas de realidad. En este nivel se permean las intenciones de vida de las personas y su orientación, sus ideales y sus afiliaciones, es el momento en el que una persona comienza a adquirir la formación política necesaria para hacer su tránsito hacia un ciudadano del mundo. En un segundo momento se tangibilizan sus propósitos constatando la relevancia del libre acceso a la información, bien sea ayudando a los individuos a construir y proyectar su identidad o conformando redes creativas orientadas a la solución de problemas reales, que requieren de voces dispuestas a hablar o actuar. Es evidente cómo el imperio de la información se ha ido conformado y ha venido estructurando un ideal de sociedad que responde a las mínimas y mayoritarias exigencias de sus ciudadanos.
La información es poder, y el poder es un proceso fundamental en la construcción de sociedad. Tradicionalmente el territorio significaba poder; el estado era el encargado de delimitar la esfera de actuación territorialmente cerrando las fronteras a otras formas de gobierno inconvenientes para la soberanía nacional. Nación, estado y territorio definían los límites de la sociedad. Nos encontramos de frente con un nacionalismo metodológico cuestionable en un momento histórico en el que se comienzan a redefinir los límites territoriales del ejercicio
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de la sociedad moderna; como hogar, familia y trabajo, y exigen su liberación y definición en
el contexto del cosmopolitismo metodológico01.
Este último concepto no es otra cosa que una red global auto organizada, un conjunto de nodos interconectados entre los cuales existen diferentes niveles de relevancia para el conjunto; algunos son identificados como núcleos, aunque cualquier componente de la red se comporte como un nodo y su significado dependa de la relación o interacción que establezca con otros nodos. Un nodo puede establecer entonces diversas interacciones y significados y su relevancia puede ser igual de variable, la cual no proviene de sus características especiales, sino de su capacidad para contribuir a la eficacia de la red. Teniendo en cuenta estas nociones, Manuel Castells, en
su libro Comunicación y poder, hace mucho
énfasis en la construcción de la sociedad red
global, que está compuesta de redes activadas por tecnologías digitales de la comunicación y la información; una estructura social que tiene la posibilidad de ser global gracias a que su infraestructura está basada en redes digitales. Una sociedad red es entonces una sociedad global, una denominación que excluye de su esfera informática a una gran porción de la humanidad pues la mayoría de personas no participan de las redes, sin embargo todo el mundo se ve afectado por los procesos que allí tienen lugar. Teniendo en cuenta la incidencia que tienen las dinámicas de la red, se debería hacer partícipe de sus actividades a la totalidad de la población, en la medida en que cada cual lo requiera, sin violar ninguna libertad de participación y creando en cambio nodos representativos. Aunque sea una estructura
01 Manuel Castells (2010). Sobre las reconfiguraciones sociales, políticas y económicas del siglo XXI.
suele ser excluyente con las actividades de las personas ajenas a las propias redes. Por su parte la globalización adquiere significado en tanto existe una interacción de diversas redes socialmente decisivas, pero la exclusión de algunas redes -y el proceso acumulativo de exclusión- genera una marginación estructural nociva para la misma configuración de la
sociedad red global. Una adecuada lectura tiene que tener en cuenta que la experiencia humana es, no obstante, local; tanto en sentido territorial como cultural. Lo global predomina entonces sobre lo local, a menos de que se conecten ambos niveles convirtiéndose el último en un nodo de las redes alternativas globales constituidas por movimientos sociales. Existe un nivel más grande de interacción entre la sociedad red global y las demás sociedades, de inclusión y exclusión, que proyecta un poder de quienes constituyen el núcleo de la primera sobre quienes no están integrados; esto genera acciones desde la discriminación negativa y desde la discriminación positiva. Castells menciona cuatro tipos de poder
en las redes: (i) el poder de conectar la red,
que precisa la capacidad de conectar varios
nodos eficientemente; (ii) el poder de la red
por sí misma, desde el cual excluye; (iii) el
poder en red, al ser diagramado un poder
preexistente sobre la red; y (iv) el poder para
crear redes, que extiende en nuevos escenarios la sociedad red global. Existen allí protocolos de comunicación que determinan las reglas que, a forma de contrato social, son aceptadas en el momento en el que se ingresa la red y que connotan el poder como imposición de reglas de inclusión.
Según Castells, existen tres formas de comunicación; la interpersonal, la comunicación de masas y la autocomunicación
de masas, las cuales se complementan entre sí. “Lo que es históricamente novedoso y tiene enormes consecuencias para la organización social y el cambio cultural es la articulación de todas las formas de
comunicación en un hipertexto01 digital, interactivo y complejo que integra, mezcla y recombina en
su diversidad el amplio abanico de expresiones culturales producidas por la interacción humana”02.
El Internet se convierte en los ojos y los oídos de la ciudadanía; da conocimiento y herramientas para implementar el cambio. Su principal importancia no recae en los mercados ni en las políticas, no recae en la economía ni en la cultura; todos artificios del ser humanos. Su principal importancia se evidencia mientras genera una sintonía global entre miles de millones de personas. “El internet es usualmente puesto como un hoyo negro de activismo” dice Amelia Abraham en un muy emotivo artículo escrito para la revista i-D. Su tesis principal es que la generación Z tiene la posibilidad integral de cambiar el mundo, la cual es caracterizada como un superhéroe cuya única arma es la red global, que constituye la más importante herramienta que visibiliza, en gran escala, la existencia de la opresión. Ya no podemos continuar negando la desigualdad social ni ignorando los disturbios políticos, ya el malestar es inmenso y omnipresente. La red, y principalmente las redes sociales, reemplazan los medios tradicionales como una manera democrática de ganar visibilidad e invitar a tomar acción, es una herramienta al alcance de casi todas las manos que debe ser agarrada por el mango bien fuerte y usada en beneficio de la heterogeneidad.
01 Sistema de organización y presentación de datos, en una plataforma digital, que permite narrativas no lineales y diferentes rutas de navegación por el contenido.
02 Manuel Castells (2010). Comunicación y poder. Página 88.
Inicialmente, el ciudadano del mundo es aquel que ubica su identidad y pertenencia en una comunidad global más allá de su estatus como
ciudadano de una nación01; y que sobrepasa las
fronteras políticas entendidas como sinónimo de restricción y opresión. La primera mención del ciudadano del mundo la hizo Diógenes de Sinope o Diógenes el cínico02 refiriéndose a
un ciudadano cosmopolita que no pertenecía a ninguna ciudad y cuyo fin era vivir una vida sencilla acorde con las leyes naturales. Consideraba que el humano poseía ya en su propio ser todos los elementos necesarios para ser feliz y que la autonomía era el medio mediante el cual podía autorrealizarse plenamente. Los filósofos cínicos, como
Diógenes, se destacaron por su irreverencia frente a las leyes y las costumbres griegas;
01 El concepto de ciudadanía puede resultar paradójico en este contexto, pues los intereses de un ser humano cuya identidad o afiliación trascienda la idea de Estado-Nación no corresponden con los de un ciudadano que pertenece y responde a un gobierno; un nómada renunciaría así a su denominación de ciudadano. Sin embargo es relevante para el proyecto la idea de ciudadanía como pertenencia a un planeta y a una sociedad global, sin fronteras territoriales ni social, fundamentada en el debate como artefacto de decisión.
02 Filósofo griego perteneciente a la escue-la cínica, escue-la cual consideraba que escue-la civilización y el estado eran la fuente de todos los males huma-nos, y que la felicidad sólo podía ser alcanzada viviendo en sintonía con la naturaleza.
El ciudadano del
mundo.
cuestionaron la moralidad y la corrupción, y por medio de sátiras expresaron su descontento con el orden social que les habían impuesto. Varios cínicos fueron expulsados de las grandes ciudades cuando sus ideas amenazaron con destruir el poder que el estado concentraba y se convirtieron en nómadas urbanos fieles a su
ideología, los primeros ciudadanos del mundo
conscientes de la razón de su peregrinaje. De la misma forma han expresado varias personas y pueblos su afinidad con la totalidad de la población global en diferentes momentos históricos, hablando de una unicidad que nos relaciona a todos y nos ubica en un mismo nivel social de respeto y responsabilidad.
El ciudadano del mundo se convierte
Yves Saint Laurent en Algeria. I n i c i o d e l v i a j e - l e c t u r a s d e c a m a r o t e .
34
tiene la posibilidad de transitar por el mundo desde una posición privilegiada; su itinerario no resulta perjudicial para la soberanía estatal, en cambio se convierte en un embajador comercial que orienta sus actividades en el exterior hacia un fin mercantil. Más allá de las intenciones del viajero, colonialistas o vagabundas, constituye el viaje su esencia de vida; y es desde esa camaleónica forma de vida que se forman los desarraigos de la cultura nómada, tan definitivos para la definición del
ciudadano del mundo.
Otfried Höffe define los diferentes niveles que dividen a los ciudadanos del mundo
contemporáneos01, describiendo las
características y acciones por medio de las cuales cada nivel construye su identidad y
conciencia global. (i)El ciudadano del mundo
personal es una persona que no se separa de su comunidad local, en donde busca restar importancia a las barreras que separan a los
hombres. Cuando es exclusivo, manifiesta
cierta superioridad moral al no considerarse parte de una nación; de esta forma desconoce la importancia de las unidades sub-globales.
(ii) El ciudadano del mundo complementario
es el individuo que mantiene dispuestas sus acciones a unidades sociales e instituciones supranacionales y las complementa con un
sentido nacionalista de acción local. (iii)
El ciudadano del mundo colectivo es quien lleva su compromiso cívico a un panorama transnacional y por medio de sus acciones
01 En su libro “Ciudadano económico, ciudadano del Estado, ciudadano del mundo. Ética política en la era de la globalización”, Otfried Höffe describe los tres tipos de ciudada-nos que idealmente conforman una organización social posmoderna describiendo el desarrollo que debe tener la globalización para conformar una sociedad más justa y eficiente.
externo y suma así al cosmopolitismo personal,
uno del estado. Finalmente (iv)el ciudadano
internacional; medianas empresas, consorcios internacionales y marcas comerciales globales que actúan en todo el mundo sin abandonar las necesidades locales de su comunidad inicial, la cual continúa siendo la cuna de su desarrollo y posiblemente centro de mando. En un contexto global, estos tipos de ciudadanos cumplen un doble rol constantemente; por un
lado el de citoyen -ciudadano político y social
en relación con otros actores- y el de bourgeois
-individuo en busca de oportunidades de autorrealización-.
Varios movimientos sociales se han esforzado por constituir formalmente la
idea de ciudadano del mundo, unos más
exitosos que otros, pero ninguno legitimado definitivamente desde los gobiernos. La mayor organización que logró un fuerte llamado de atención desde el posnacionalismo, en el siglo de las guerras mundiales y los conflictos
bélicos territoriales, fue The World Service
Authority fundada en 1954 por Garry Davis.
La WSA promueve una unidad mundial bajo
una misma bandera, ley y gobierno. Desde entonces se ha encargado de donar pasaportes mundiales, un documento sin legitimidad territorial, a refugiados, damnificados y personas que por diversos motivos han renunciado a su ciudadanía de la misma forma que lo hizo su fundador en 1948, después de ser piloto de las fuerzas armadas estadounidenses. Todas las personas pueden convertirse en ciudadanos del mundo expidiendo un certificado y una nueva identificación en línea o desde su oficina en Washington D.C. Sin embargo, ideológicamente es paradójica la idea de conformar un gobierno mundial, con mayor poder e incidencia, como institución
reguladora; principalmente porque promueve una unificación de los ciudadanos bajo un mismo emblema e ideal de desarrollo, y al responder a una autoridad se regulan y limitan sus acciones
nuevamente en un marco más amplio sin restricciones de tránsito. Es por eso que la ciudadanía del
mundo no debe ser coartada, es una idea formada desde el interior del humano y no direccionada hacia un ideal estético ni ético; no debe estar fundamentada en una moral extensa, en cambio debe en el norte conservar la minimización de los valores humanos y las leyes naturales a la inmutabilidad del bien común.
Ese es
el ciudadano del mundo
, quien descubrió de repente un mundo más allá del propio;
quien busca explorar sus antípodas porque encuentra una relación irrefutable y definitiva en
lo opuesto, una complicidad hermosa y más poderosa que cualquier egoísmo colectivo que
le intenten sembrar en su testaruda cabeza. Se concibe a sí mismo parte de una generación
con la absoluta capacidad de cambiar los paradigmas sociales. Carga sobre sus hombros la
comprensión de la red, que lo incluye junto a su responsabilidad con el todo. Compacta en
sus manos las ansias de poder proponer desde la maestría individual una posible solución
para las enfermedades humanas; en la medida que sea, en la escala que sea, desde los intereses
que sean y en los diferentes niveles que existen. Y entonces camina por tierras inhóspitas para
sus padres, descubre personas extrañas y comparte con ellas su conocimiento.
El ciudadano
del mundo
es aquel quien descubrió en el otro el complemento de sí mismo, porque lo vio
similar y no entendió por qué en algún momento le había resultado tan distinto; ¿por qué en
algún momento le habían dicho que ese extraño era inferior?. Descubrió así la experiencia
estética definitiva, una sin restricciones de gusto; una experiencia que lo obligó a asumir
lo que la materialidad y la sensibilidad le vulnerara. Y la experiencia estética le reveló la
belleza omnipresente, la
cosmocracia
01de la que formaba parte y que en algún momento
se había refundido entre juegos de poder innecesarios y efímeros; pero que debía regresar
definitivamente.
El ciudadano del mundorepresenta el primer paso en la transición hacia el
ultra
ciudadano
.
01 Puede ser entendido como el gobierno de la belleza o el gobierno del mundo. Se refiere a la auto-ridad inmutable de la naturaleza como un sistema que involucra a todo lo existente y no puede ser desplaza-do por ningún otro tipo de régimen artificial.
36
Para concluir el diagnóstico teórico realizado, quisiera introducir dos temas muy relevantes que concentran las principales preocupaciones
derivadas de la disgregación de la ciudadanía, y
sobre los cuáles se va a centrar mi proyecto: el
fetichismo de la mercancía y el derecho a la ciudad. Estas dos nociones permiten orientar los esfuerzos de la casa de creación hacia la pavimentación de rutas específicas y estrategias de implementación. El primero menciona las consecuencias que han derivado del consumo mercantil y las adaptaciones que, desde la misma mercancía, puede tomar la cadena de producción para transformar el consumo en uno más consciente y enterado. El segundo busca explicar la relevancia de la figura urbana en nuestro momento histórico y la relación de su estructura con los malestares sociales de discriminación; con la intención de reconocer la importancia de la ciudad, independiente de la postura nómada histórica, y de los nómadas urbanos y digitales. La ciudad es una figura de espacio limitado, un territorio con ciertas fronteras físicas y virtuales sobre la cual se puede transitar y ser pragmático, sobre sus calles, en sus muros y con sus habitantes; un espacio sobre el cual se puede hacer incidencia inmediata. No obstante, la ciudad de la que hablo es independiente de la civilización y del estado; no es el compendio de leyes, ladrillos y ciudadanos homogéneos, es la agrupación de seres humanos en un único territorio llamado planeta.
38
El fetichismo de la
mercancía.
El fetichismo de la mercancía es un concepto
acuñado por Karl Marx para describir la
aparente voluntad independiente que adoptan las mercancías en una sociedad productora y comercial; voluntad que es proyectada sobre los consumidores ocultando toda la dimensión de producción, que genera una relación directa entre los objetos y las personas en vez de relaciones interpersonales indirectas. En
El Capital, Marx postula el oscurecimiento de las condiciones de producción de un bien en el momento en el que este es presentado como mercancía. Por ejemplo, al comprar un bien en un almacén de cadena, no existe ningún objeto, pieza de comunicación o vínculo que permita al consumidor pensar en quienes manufacturaron un bien específico; es como si todos estos objetos tuvieron el poder de autoproducirse y por su voluntad
individual aterrizaron sobre las estanterías. El
fetichismo de la mercancía suele ser asociado con la industrialización y la producción en masa -las cadenas complejas con muchos intermediarios-; aunque involucra también cadenas productivas simples como las agrícolas y las artesanales tradicionales o semi industrializadas. Históricamente se origina con la sofisticación de los mecanismos de exhibición, publicación y puesta en valor de las mercancías -siempre y cuando se oculten las condiciones de producción-. Se habla de dos procesos que secuencialmente producen la fetichización de la mercancía.
Inicialmente de una alienación01 o pérdida
de la personalidad o identidad del ciudadano
01 f. Proceso mediante el cual el individuo o una colectividad transforman su conciencia hasta hacerla contradictoria con lo que debía esperarse de su condición. Psicol. Estado mental caracterizado por una pérdida del sentimiento de la propia identidad. Real Academia Española (2014) Diccionario de la lengua española. 23ª edición. Fuente electrónica [en línea]. Madrid, España.
productor en el objeto que produce, es cuando se corta la relación entre humano y objeto y la mano de obra es transferida a los objetos. En un segundo momento se genera una reificación o cosificación02 del objeto, que
como recurso estético se encarga de imprimir una personalidad seductora y autónoma en el objeto, y paralelamente degrada al ser humano y su mano de obra a otro objeto, la máquina. La segunda es consecuencia de la primera; “aquello que se abstrae de las condiciones de producción no es considerado ya como parte de un proceso sino como una cosa autocontenida,
una mercancía”03.
Es claro que simultáneamente se presentan alternativas de distribución y comercialización que combaten la mercantilización fetichista de un bien sin extrapolar su estatus como mercancía y su incursión dentro de un mercado. Es por esto que en un panorama local muy específico,
Mauricio Montenegro traduce el fetichismo de la mercancía en las manifestaciones de la artesanía y los espacios de comercialización que transforman los significados culturales y los valores productivos. Dentro del ecosistema de las ferias nacionales, se disimula su dimensión económica y comercial y se idealizan las prácticas culturales presentadas. Tradicionalmente se tiene la suposición de que un mercado artesanal podría ser ajeno a las soluciones fetichistas; se asume que reúne de manera directa a los dos actores sin ningún tipo de intermediarios, o con intermediarios muy débiles y transparentes. Sin embargo,
Montenegro afirma que la masificación de un mercado exige la adecuación de sus regímenes de intercambio a mayores escalas.
02 Cosificar. tr. Reducir a la condición de cosa aquello que no lo es. Real Academia Española (2014) Diccionario de la lengua espa-ñola. 23ª edición. Fuente electrónica [en línea]. Madrid, España.
03 Mauricio Montenegro (2015).
En las ferias en particular existe una progresiva complicación de la distribución y el mercadeo y su capacidad para reconstruir cadenas de producción, comercialización y financiación, lo que debilita definitivamente el argumento de un supuesto control total del producto sobre el mercado en el que participa. Los productos culturales por lo general tienden a correr el riesgo de ser fetichizados en su presentación como mercancías, sin importar su naturaleza. Lo que estos objetos singulares, como la artesanía, pierden al ser expuestos a estos procesos de fetichización es denominado por Montenegro como El Aura; precisa que es un elemento que pierden los objetos durante su reproducción masiva y al ser comercializados por fuera de su contexto tradicional de la misma forma que las imágenes la pierden cuando son reproducidas técnicamente, como
mencionaba Walter Benjamin. En el caso de
las ferias se fabrica un montaje para recrear y sustituir el aura de la artesanía. Se debe tener en cuenta que en los espacios de las ferias ajenos a la comercialización -cuando se generan expresiones culturales por fuera de la vocación comercial y donde, al igual que en los museos, se infiere una singularización de lo expuesto- se generan otros tipos de espejismos, pues “el afán por crear el valor cultural de lo auténtico puede derivar en la necesidad de limpiar las
huellas de la producción material”01.
El fetichismo configura de esta forma un
mundo fantasmagórico, una falsa realidad
que permite revelar utopías escondidas y
deseos reprimidos. Se edifica una casa de los
sueños colectivos proyectada en las iglesias, los museos, los grandes almacenes, los centros comerciales, las universidades, y otros espacios e instituciones, de la misma forma que Montenegro la evidencia en las ferias artesanales. Estos espacios generalmente fetichizados representan mundos ilusorios o utopías que, desde su misma definición,
01 Mauricio Montenegro (2015).
oscurecen una realidad y conforman la puerta de acceso a otra realidad cultural que sólo puede existir en tal universo imaginario. En un escenario tan hostil con la historia del ciudadano productor, el fetichismo resulta ser también una mediación cultural muy útil y necesaria para la vida social; no únicamente como instrumento de alienación de la fuerza de trabajo. Puede subrayar y exponer las condiciones de producción avivando el debate sobre las cadenas productivas, puede además implementar rutas creativas que animen la interacción social con el intercambio comercial y en general puede reconstruir estos espacios utópicos atribuyendo a sus arquitecturas contenidos concretos de valor. De esta forma se facilita la pedagogía a los intermediarios y los consumidores, educados ahora para evidenciar y exigir la visibilización del proceso productivo. La seducción se convierte en un arma de doble filo, que ha sido utilizada casi que únicamente por una agenda puramente capitalista y que ahora responde a los nuevos intereses de la artesanía y de la ciudadanía, las reconfiguraciones sociales y económicas indispensables en la ciudad heterogénea e intercultural. En este marco, la red posee todas las características necesarias para convertirse en el espacio perfecto que permita y promueva la auténtica representación, donde todos los contenidos se dispongan a la luz pública. Su adaptabilidad, su construcción colectiva y sus dinámicas hipertextuales son herramientas fundamentales que, a forma de nomadismo digital, articulan una respuesta concreta por medio de la generación constante de contenido actualizable, de historias reales y de narrativas de viajes y experiencias humanas. Se puede fetichizar así la conciencia humana por encima del objeto, las soluciones y las interacciones por encima del egoísmo y la homogeneidad; la vida misma y la naturalidad de sus relaciones por encima de la artificialidad de un modelo de vida impuesto.
42
En las ciudades se evidencia la multiculturalidad y la necesidad de una reconciliación social en torno a la diferencia, como agente primario de paz. Las ciudades latinoamericanas, por su lado, suponen una superposición de grupos que viven en tiempos distintos, resultado del desarrollo mediático digital; múltiples ciudades relativas a comunidades que están atadas a desarrollos económico-sociales diferentes. Es este el caso de todas las grandes ciudades del mundo, con sus infinitas posibilidades y millones de individuos. Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y continuando con tal crecimiento se espera que en los
próximos 15 años esta cifra alcance el 60%01.
Conforma así la figura urbana el epicentro donde converge la diversidad humana y nacen las problemáticas de convivencia, donde el oficio del ciudadano adquiere relevancia: su formación política y su conciencia social y ambiental. La ciudad es constantemente idealizada y entendida como la meta del ser humano, la conformación de una civilización utópica delimitada a un territorio, exclusiva y marginal; un fin en sí misma, donde el hombre homogeneizado encuentra su máxima expresión de tranquilidad y realización. Cuando la ciudad adquiere tal significado, se topa la heterogeneidad con las restricciones que el concepto de finalidad representa, el de
01 Banco mundial. (2015)
El derecho a la ciudad
y la ciudadanía cultural.
unificación bajo un mismo ideal y el rechazo de cualquier distinta concepción de desarrollo. Sin embargo no interesa para este proyecto tal ideal urbano porque la ciudad será entendida como parte de una obra infinitamente grande, es por eso que debe mutar según las necesidades de sus ciudadanos y las restricciones del medio en el que se encuentra. La ciudad será entendida como un medio que direccione la elevación del hombre, de su conciencia nada más.
Henri Lefebvre manifestó el impacto negativo sobre la ciudadanía en las economías capitalistas, perjudiciales con su ideal de progreso y en respuesta a los intereses, de convertir la ciudad en una mercancía, que responden a la acumulación de capital de otra minoría más privilegiada; definió la espacialidad capitalista como una geografía fragmentada y jerarquizada encaminada hacia
la homogeneización. Por medio del derecho
a la ciudad01, buscaba restaurar la estructura
social urbana, asegurar una vida digna y buena a todos los ciudadanos, y hacer de la ciudad “el escenario de encuentro para la construcción
de la vida colectiva”02. La ciudad conforma
el espacio en el que se escriben las historias colectivas, opuesto a un lugar de paso sin identidad, los lugares públicos pertenecen en cambio a todos y precisamente, configuran identidades transitorias en sus mismos elementos. La vida colectiva se construye fundamentada en la idea de la ciudad como producto cultural, no mercantil, y busca ubicar al hombre en el centro de su desarrollo. Allí son posibles las expresiones colectivas y por ende, la convivencia, la aceptación y por supuesto, el conflicto. Sin embargo en la ausencia de
01 Libro escrito por Henri Lefebvre en 1967, pionero en la propuesta del derecho a la ciudad.
02 Charlotte Mathivet. El derecho a la ciu-dad: claves para entender la propuesta de crear “otra ciudad posible”.
debate no se construye nada y es por esto que la ciudad debe poder ajustarse con facilidad al cambio de los esquemas sociales y los reclamos de sus propios ciudadanos. Propongo entender el concepto del espacio público disgregado del de conciencia pública, y busco así dar mayor relevancia al estado de conciencia humana que pueda minimizar las posibles ideas de desarrollo, para entender que todas las formas de vida, con sus intenciones de progreso o evolutivas o su carencia de pretensiones, son válidas en el contexto global, mientras de ninguna forma vulneren una ley inmutable,
en forma de contrato social, llamada el bien
común.
El concepto que puede crear un paralelo a la idea utópica del oficio del ciudadano
tradicional es la ciudadanía cultural,
entendida como el conjunto de libertades que crean autónomamente los ciudadanos
en concordancia con sus contextos y derechos
culturales, los cuales incluyen “la libertad de participar en la actividad cultural, hablar en el idioma de elección, enseñar a sus hijos las lenguas y las culturas propias, identificarse con las comunidades culturales elegidas y descubrir toda la gama de culturas que componen
la herencia mundial”03. No obstante, los
derechos culturales no son universalmente aceptados ni justiciables -a diferencia de los derechos económicos-. La idea de ciudadanía cultural implica inherentemente una ética de discriminación positiva que, en el contexto actual, permite la participación de grupos en la esfera pública y política; es contraria a las nociones convencionales de ciudadanía que presuponen la universalidad de los derechos políticos. “En un contexto jurídico que se abstiene de marginalizar lo no normativo -desde una perspectiva hegemónica-, la cultura sirve de fundamento o garantía para exigir
03 George Yúdice (2002).
44
ciudadanía, su efecto va a tener una repercusión mucho mayor. La ciudadanía cultural constituye la
condición necesaria de la ciudadanía. Retomando lo mencionado en el capítulo sobre la revolución
de la información, las esferas públicas donde se llevan a cabo los debates sobre las cuestiones del
bien común deben ser permeadas por las diferentes expresiones culturales y ciudadanas. El rol de la expresión estética resulta fundamental durante este proceso de visibilización, una alternativa diciente y relevante desde el consumo visual que se fundamente en la diferencia entendida como un recurso, al igual que la cultura.
El desarrollo moderno eclipsó con sus estructuras faraónicas la racionalidad, la posibilidad del debate y la comunidad estético expresiva. Como respuesta se plantea un paradigma utópico distinto, el cual ubica en su punto de fuga la activación de un principio de comunidad, la activación de un principio estético expresivo -de autonomía y artefactualidad-, la abolición de las jerarquías entre norte y sur, el conocimiento centrado en la autoría compartida, las nuevas formas de sociabilidad con jerarquías débiles, la pluralidad de poderes y leyes, la fluidez en las relaciones sociales y el gusto barroco por la mezcla o el mestizaje02. La importancia de poder entender la cultura y el artefacto como estrategia de
representación de la periferia social, es tener en cuenta que la globalización aceleró vertiginosamente la transformación de todo en recurso y que, contrario a una percepción naturalista y nostálgica, se puede hacer uso de diversas herramientas como armas en contra de sus precedentes consecuencias; su uso debe concluir en alternativas emancipadoras de la exclusión social. Cuando la cultura se pone al servicio de la justicia social; como en el caso del activismo artístico, las iniciativas de acción ciudadana y los propios organismos culturales juveniles; comienza a cicatrizar las heridas de una ciudad dividida y a otorgar derechos a la ciudadanía de la periferia.
01 Renato Rosaldo (1997).
02 Boaventura de Sousa Santos (1995)
“Si los derechos son solo
para unos pocos, entonces
no son derechos. Son la
evidencia de la injusticia.”
Segundo capítulo.
48
Ciudades habrá inmarcesibles o
marchitas, metafísicas o mundanas,
infinitas o microscópicas; ciudades
habrá de muchas especies y con muchas
organizaciones desde el momento en
el que lo permitamos y lo aceptemos,
y entonces no necesitaremos de los lisos
pavimentos ni de las puntiagudas
torres, prescindiremos de los derechos
otorgados y de los poderes absolutos;
dejaremos de crecer hacia afuera y
comenzaremos a crecer hacia adentro.
Como Marco Polo al gran Khan01 le cuento
yo a usted de una ciudad llamada Metrópolis,
tocaya de tantas otras en la historia de la
humanidad. Los habitantes de ésta Metrópolis
son diversos, claro que sí, a unos les gusta desayunar a las 8 y a otros a las 9, a unos les gusta su té con leche y a otros con limón, unos prefieren carne y otros se declaran vegetarianos. Hay unos ciudadanos que viven con pocas monedas al día y otros que con millonarias sumas almuerzan, hay unos que maldicen a los otros en el transporte público y otros desde sus carros. Los hay alegres, tristes, enojados o angustiados; pero todos caminan
01 Homenaje a Italo Calvino y sus ciudades invisibles.
Los tres pilares.
paralelos, de la mano o a distancia, hacia un
lugar común llamado Primer Mundo. Todos
comen tres veces al día, todos duermen en sus
propias camas, todos podrían tener hijos y todos
cuentan con todas sus capacidades. Todos tienen
fines de semana, todos comparten los mismos
héroes patrios, todos restringen sus vicios y
todos son caucásicos. Todos son hombres,
todos son fuertes, todos son audaces y todos
son ambiciosos. Sin embargo entre todos esos
todos quedaron abandonados los verdaderos
todos; primero los todos invisibles, luego los todos indeseados y por último los todos
insignificantes. Metrópolis quedó inhóspita,
fría y dura, un bosque de artificios sin huellas
dactilares. Todos perdidos entre una masa de
excluidos emergieron nuevamente, como el pasto que ha crecido por mucho tiempo y al ser podado muestra su raíz desnuda, y entonces es enterrado bajo una fina capa de tierra para que vuelva a crecer con tranquilidad. En medio de
la confusión tuvieron que agruparse todos de
nuevo, como antaño lo habían hecho, pero evitando las mismas normas que los habían vueltos tan viles los unos con los otros. Los
ciudadanos de la antigua Metrópolis repasaron
su historia de pies a cabeza e idearon otra forma de organizarse, al menos inicialmente, para lograr construir una ciudad más amable con todos y cada uno de sus integrantes. Se agruparon entonces los ciudadanos que tenían la cabeza más grande a un lado, los que tenía las
Pedro Friedeberg (2002) Industrial Lapinabrusa.