LA
VISION
DEL CUERPO EN LA
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Andrea Cuarterolo
Investigadora de la fotografía Argentina
Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos
Aires,
Argentina
La
fotografía
mortuoria ode difuntos fue
una práctica comúndesde
la
aparicióndel
daguerrotipo,
amediados
del
sigloXIX,
hasta bien
entrado nuestro siglo.Este
trabajo
intenta
responder por quéunacostumbre no sólo aceptadasino
también
difundida,
porlo
menos en el mundooccidental,
por másde
sesenta años senospresenta
hoy
como unaprácticamacabra.The
mortuary
photography,
orphotography
ofthe
deceased,
was acommon practicesincethe
appearanceof
the
daguerreotype in
the
middleof19*Century
untilthe
first decades
ofthe
20th Century. This
articletries to
explainwhy
this custom,
notonly
acceptedbut
also wellspread atleast
in
the
western worldfor
more
than
sixty
years,
is
today
interpreted like
amacabre practice.Mi^ia/c
La fotografía
mortuoriaofotografía
de difuntos
fue
unapráctica comúndesde la
aparicióndel
daguenotipo,
amediadosdel
sigloXIX,
hasta bien
entradonuestro siglo.
La
sociedadde la
época
nosentía rechazopor este
tipo
de
imágenes,
las
colgaba ensushogares,
les
mandaba copiasalos
familiares
y
amigosy
las
usaba en relicariosy
prendedores.Los fotógrafos
promocionabanlos
retratosde di
funtos
como unade
sus especialidadesy
ofrecían"máquinas
transportables
para retratar enfermosy
muertos en supropiacasa."'Este
trabajo
intenta
responder por qué unacostumbre,
no sóloaceptadasino
también
ditundida
porlo
menos en el mundo occidentalpormás
de
sesentaaños,
se nos presentahoy
comouna prácticamacabra.
Luis Priamo
sostiene que este es"el
único
génerofotográfico
que
ha desaparecido
porcompleto,
la
mayor partede
los
otros,
aunquedesprovistos del
carácterde
rito
social que algunaveztuvieron,
todavía
per manecen."2Hoy
no sabemos cómo reaccionar ante estasfotografías. Estamos
comoinmunizados
antetanta
imagen
de
violenciay
de
muerte enlos
mediosde
comunicación,
perola
muerte privada seha
convertidoen un
tema
tabú,
comotal, impone
eldisimulo y
el ocultamiento.La
respuestamásobvia a estainterrogante
es que estasfotografías
constituían
elúnico
medioposible para conservarla
imagen del
serquerido,
en unaépoca
enque notodo
el mundohabía
tenido
la
oportunidadderetratarse antesdel
último
viaje.Pero
quedarnos conestaúnica
explicación nosllevaría
a unanálisis simplistade
unapráctica que nos
introduce
de lleno
enla
mentalidadpropiade
unaépoca.
El
mismoLuis Príamo
nosproporciona un ejemplo queilustra
más claramentela
naturalezade
esta costumbre.El
autordice:
"(...)
los
tresfotógrafos
contemporáneosque meinformaron
haber
tomadoalguna vez unafotografía de difunto
sela hicieron
en todoslos
casosabebés
recién nacidos ode
pocos meses.Esto
sucedió entre quincey
veinteaños atrásy la
razón expuesta porlos
padresolos
abuelos siemprefue la
misma enlos
trescasos: nuncale
habían
tomadounafoto
albebé y
querían conservar suimagen. Para
unade
estasfotos la
madre sostuvo albebé
muerto ensusbrazos,
algobastante
común en el siglo pasado.En los
otrosdos
casos,por elcontrario,la foto
setomó en mediode
acuitamientosy
prevenciones que yaindicaban
conciencia culpo sa."3Este
ejemplomuestracomo,
ante una mismasituación,
esdecir,
la
necesidadde
conservarla imagen del
ser querido que ya no está connosotros,
en ambasépocas
la
sociedad reaccionade
maneratotalmente
diferente.
LA
FOTOGRAFÍA
MORTUORIA
En
elsigloXIX,
el actode
retratarse era considerado una ocasión memorabley
el retrato era una expresiónde
identidad
y
de
valorindividual.
La fotografía
postmortemtenía
unvalorque sobrepasaba eldel
retrato ordinario.Este
valor se reflejaba en su costo como servicio especial.La fotografía
mortuoria era considerablemente más costosa quelos
retratos comunes.Esto
sedebía,
enparte,
alos
inusuales
requerimientos necesariospara su producción.El fotógrafo
tenía
queir
ala
casadel
difunto,
aunqueesto,
por sisolo,
nojustificaba
sualto precio.Como
cualquier otrocomerciante,
elfotógrafo
solíaaprovecharsede la
situacióny
cobraba precios exorbitantes por unproductodeseado
con extraordinario
fervor
porlos familiares del difunto. Pero
sea cualfuere la
razónde
estosaltosprecios,
las fotografías
post mortemfrecuentemente
implicaban
unsacrificio económico.Así,
la
fotografía
mortuoriafue
incorporada,
primero(en la
etapadel
daguerrotipo)
porlas
clases altasy
medio altas-queademás,
antes
de
la
apariciónde
estatécnica
ya solían encargar pinturasde
susmuertos-y
luego,
conla
masificaciónde la
fotografía,
porlas
clases menospudientes, tanto
urbanas comorurales.Las
clases másbajas,
sobretodo rurales,
fueron de hecho las
responsablesde
que esta prácticaseextendierahasta bien
entrado elsigloXX.
Hay
tres
posibles categorías enlas
que sepuede encuadrarala
fotografía
mortuoria,
segúnla
manera en queseretrata elsujeto:la
primera consistía enfotografiar
aldifunto
como siestuvieravivo,
la
segunda,
enfotografiarlo
comosi estuvieradormido
y
la tercera,
enhacerlo
desde
su condiciónde
muerto,
esdecir
sintratar
de
ocultar odisimular
quehabía
fallecido.
La
primera categoríatiene
comoantecedentea untipo
de
pintura post mortemmuy
popular en el sigloXIX,
enla
que eldifunto
era representadoaún con vida.Pero,
contrariamente alo
quesucedía en estaspinturas,
enla
fotografía
setraslucen
los
signosde la
muerte:la
rigidez
y
palidezde los
rostros,
porlo
general,
no pueden ser ocultadas.En
estetipo
de
fotografías los
sujetos aparecengeneralmente
sentadosy
conlos
ojos abiertos.Los
mejores retratosde
estacategoría,
lograban
preservarla
ilusión
de
vida,
otros encambio,
fallaban
patéticamente.
En
algunos casos setrataba
de
realzarla ilusión
maquillando al
difunto,
ocoloreandoluego la
copia amano.En
el segundocaso,
los
sujetosparecenestardormidos. Estas
fotografías
tenían
enel sigloXIX,
un atractivosentimental,
querespondía
ala
necesidadde
mantener,
al menosenforma
simbólica,
la
presenciadel difunto
enél
circulofamiliar. Alguien
duerme,
puededespertarse,
aunquemásno sea enlos
sueñosy fantasías de los
quelo
sobreviven.Esta
negaciónde la
muerte era productodel
grandolor
quecausaba,
en elsiglopasado,
la
pérdidade
un ser querido.Este dolor
puede explicarse por elhecho de
quela
sociedadde la
época
transitaba
por un períodoconfuso,
en el que se estaba pasandode
unsistemafamiliar
numerosoa un sistema
familiar
reducido.Este
nuevo sistemaconstituía unaforma de
socializaciónque creaba sobreidentificacióny depen
dencia
y
enla
que cada miembro resultabairremplazable
alos
ojosde los
demás.
En
estetipo
de
gruposocialla
negaciónde la
muerte era unhecho
comprensible.Pero
las fotografías
que retrataban aldifunto
comodormido,
no representaban ala
mayor partede la
producciónfotográfica de la
época.
Por lo
generalse evitabala
metáforay
simplementese reflejabanlas
circunstancias reales.En la
primera mitaddel
sigloXIX,
la familia
era
la
que se encargabade
todos
los
preparativosy
los
arreglos,
el cajóny la
exhibicióndel
muerto erande
unaextremasencillez.Hacia
finales
de siglo,
este rolhabía
sido asumido ya por una empresafuneraria,y
portanto, los
aneglos,
elcajón(ahora
convertido enataúd)
y
la
presentacióndel
cuerpose volvió considerablementemás elabo rado.Las
tempranas
fotografías
mortuoriassontemáticamente
más variadasquelas
mástardías.
Por lo
general,
elfotógrafo llegaba
luego
de
que eldifunto había
sidovestidoy
preparado.El
cuerpo,
porejemplo,
podía serfotografiado fuera del
cajón,
cosaque, posteriormente,
rara vezsucede.Además,
antesquela funeraria dirigiera los
procedimientos,
elfotógrafo
tenía
una relativalibertad
para posicionaraldifunto
y
elegir
la
pose.Con
elcorrerdel tiempo,
elfotógrafo
soloselimitará
adocumentar
eltrabajo
de la funeraria. A
partirde
esemomento,
las
imágenes
mortuorias,
aligual
quelos
preparativosdel
funeral,
seguirán unarutina preestablecida.En las
primerasfotografías
mortuorias,
la
cámarase ubicaba casisiempreal mismo nivel que elsujetoy
siempre sedaba
especialénfasis
alrostro.El
resultadoera unaconfrontaciónmuy directa
con elcuerpodel difunto. En las fotografías
tardías,
encambio,
esta confrontación era mitigadapor el usode
flores,
avecesatal extremo,
quesehacía difícil distinguir
elcuerpo.Más tarde, las fotografías de difuntos fueron
reemplazadasporlas del
sepelio:elcortejo,
la
sepulturay
la lápida
comoúltimo
recuerdo.de la
muerte.Con
eltiempo,
esta prácticatambién
fue
abandonada,
porque en nuestra
sociedad,
cualquierrecordatoriode la
muerte,
asísea
de
sus consecuencias másinocuas,
comola
reuniónfamiliar,
nosresultaba
inconcebible.
EL CUERPO EN LA FOTOGRAFÍA MORTUORIA
David Le
Bretón4dice
que
"cada
sociedadesboza,
en elinterior
de
suvisiónde
mundo,
un sabersobreelcuerpo".Así
nosexplicaqueen
las
sociedadestradicionales,
enlas
quetodavía
no sehabía
desarrollado
elindividualismo,
elcuerpono sedistinguía de la
personay
elhombre
se confundíacon elcosmos,
la
naturaleza,
la
comunidad."Con
el ascensodel individualismo
como estructura socialy
la
emergencia
de
unpensamientoracionalpositivoy laico
sobrela
naturaleza
"se dio
paso a una nuevaconcepcióndel
cuerpo.El
cuerpomoderno
implica
la
rupturadel
sujeto conla
comunidad,
con elcosmos
y
consigo mismo."Aparecen,
porlo tanto, dos
visionesdel
cuerpo opuestas: una
lo
desprecia,
sedistancia de
él
y lo
caracterizacomo algo
de
materiadiferente
alhombre
que encarna: setrata
entonces
de
poseer uncuerpo;
la
otramantiene
la identidad de
sustancia entreel
hombre
y
elcuerpo;
setrata entonces,
de
ser elcuerpo"
Teniendo
en cuentalas
afirmaciones
de Le
Bretón,
podríamosdecir
que en
la
prácticade la
fotografía
mortuoria,
observamosla
segundade
estas visiones
del
cuerpo,
ya quelo
queel
deudo
elige para conservar comorecuerdo
del
ser querido es unaimagen
de
su cuerpo.El
cuerpo,
en esaépoca,
todavía tenía
importancia y
en el casode la
muerteprivada,
almenos,
este nose
diferenciaba de la
persona.¿Peropor qué
la
sociedadde la
época
conservaba antela
muerte estavisión
del
cuerpo,
más propiade las
sociedades
tradicionales?
Esto
puededeberse
a una seriede
factores,
algunospropios
únicamente de
este periodode
la
historia,
conocido como romanticismo:
Mientras
en siglosanteriores,
la
muerte,
aligual
quela
vida,
era unasunto que
involucraba
atoda
la
comunidad^
porlo tanto, los
sentimientosy
eldolor
que ella provocaba erancompartidospor
todos
susmiembros,
enel siglo
XIX,
esta situación yahabía
cambiado
y
el pesarquecausabala
muertede
un ser querido seconcentraba solamente en
la familia. Fue
conla
crisisiluminista,
cuando surgió
la
veneraciónde los
despojos y
el cultode las
sepulturasy
comenzó aimponerse
la forma
modernade la
iconografía
y
el artefunerario,
entrelos
cualesla fotografía
postmortem,
se enmarcadentro
de
esta atmósferarománticade
exaltacióndel
muerto amado.Debemos
tener
encuenta,
también,
que,
aunquela
iglesia
había
perdido su
influencia
sobre muchos aspectosde la
sociedad, todavía
seguía
teniendo
granpeso cuandodebía
enfrentarse altema
de la
muerte.
Para la
tradición
bíblica "el hombre
es un cuerpoy
el cuerpono es nunca algo
diferente de
él
mismo"5,y
es por esoqueconservarla
imagen
del
cuerpoes,
de
algunamanera,
conservarala
persona.Así,
la fotografía
mortuoriafuncionaba
como un"objeto tradicional"6,
un objeto mediador que permitíatener
el cuerpodel
otro,
del
seramado
y
erael medio más perfecto para representar ese cuerpo quese quería poseer.
Por
otraparte,
elromanticismo,
períododurante
elcuallogró
pleno apogeo
la fotografía
mortuoria,
es una corriente artística queestaba
muy influida
porla
tradición
medievaly
porlo
tanto
porlas
ideas
del
cristianismo.En la Edad
Media,
la
muerte era una parteinevitable
de la
vida
y
algo paralo
que siemprehabía
estado preparado.
Los
temas
macabros aparecen aproximadamente al mismotiempo,
tanto
enla literatura
comoenla
iconografía.
Teniendo
en cuenta que elromanticismo
trae
unanostalgia porlos
temas medievales,
no sería extraño quela
iconografía de la
Edad Media hubiera
tenido
ciertainfluencia
en el arteromántico.De
hecho,
la
pinturamortuoria,
antecedentede la fotografía
postmortem,
gozóde
unacreciente popularidad
durante
principiosdel
sigloXIX,
a pesarde
quetenía
unagran
tradición
histórica
que seremontabaal
Renacimiento.
Sin
embargo,
elhecho de
que enla
prácticade la fotografía
mortuoriaseevidencieunavisión
del
cuerpo máspropiade las
sociedades
tradicionales,
nosignifica quepara ese momento el
individualismo
noestuvieraplenamente
desarrollado. Con
trariamente
alo
que ocurreenlas
representaciones
médicas,
enlas
que elhombre
anatomizado no es considerado un
hombre,
sino un espécimende la
razahumana,
la fotografía
mortuoriaintentaría,
desde
unprincipio,
diferenciarse de
estemostrar
hombres y
nocuerposy
lo
logrará,paradójicamente,
enfatizandosu condición
de individuo
conidentidad y
personalidad propias.Para
ello,
elartistay los deudos
tomaban
una seriede
medidasfácilmente
observablesenlas fotografías de la
época:
-Enprimer
lugar
se enfatizaba elrostro,
queesla
partedel
cuerpo másindividualizada
y
singular.El fotógrafo
tomaba toda
clasede
medidaspara
destacarlo
y
eranfrecuentes,
en estetipo
de
fotografías,
los
retratos.Se
usaba,
también
enocasiones,
el maquillaje paradar
alos
rostros unailusión de
vida.Los
manualesfotográficos de
la
época describen
con que sustanciassedebían
pintarlos
labios
y
como maquillar elrostro para
disimular la
expresióncadavérica,
demostrando la
gran atenciónque sele
prestaba ala
caradel
difunto.
-Se
incluían
enlas
fotos,
especialmentede
niños,alos
progenitoreso
parientes,
como una manerade dotar
aldifunto de
identidad.
El
álbum
de fotos daba
cuentade la historia
familiar
alhilvanar
alos
individuos
y
los
gmposvaliéndosede
su participación enlos
grandesacontecimientos.
La
edaddel
progenitor ohermano
que acompañaba al"angelito "era
elhito
temporal
que permitía ubicarlo en esahistoria.
Además
estasfotografías
tenían
la función de
reforzarla
integración
del
grupofamiliar,
al expresartanto
su existencia como su unidad en aquellos momentos clavesde la
vida socialde
unafamilia:
nacimientos,
casamientos
y
muertes.7-Era
también
una práctica comúnfotografiar
alos
difuntos,
en especial alos
niños,
con sus objetosfavoritos
o en su propiohogar.
Hay
unagrancantidadde imágenes de
chicosjunto
a susjuguetes
o en su propio cuarto.-Enalgunas ocasiones se
fotografiaba
aldifunto
conla
vestimenta o uniforme quelo
caracterizaba.Por
ejemplo,
sehan
encontradoimágenes
de
monjasy
obispos,
de
militares eincluso
unade
unpistolero,
fotografiados
con sus atuendoscaracterísticos.De
esta manera vemos como enla fotografía
mortuoria nohabía
aún una separación
del
cuerpoy la
persona,
como sucedía enla
fotografía
médicade la
época.
En la
muerteprivada,
el cuerpo no era considerado un resto.Sin
embargo,
elindividualismo,
que eslo
quelleva
aldualismo
contemporáneo,
estaba ya plenamentedesarrollado
como
lo
demuestran
las
característicasde las imágenes
antesmencionadas.
LA
PINTURA
Y LA
FOTOGRAFÍA
MORTUORIAS
COMO OBJETOS TRADICIONALES
vida
del
retratado,
anticipandola
necesidadde
unrecordatorio),
la
gran mayoríade
ellasse realizaba usando comomodeloalmuerto,
aligual
quela
fotografía.
Pero
enestaspinturas eldifunto
era representado como si estuviera
vivo, idealizándolo
al omitircualquierseñal
de la
muerte que pudiera evidenciarse ensucuerpo.La única indicación
de
que el sujeto estaba muertola
proporcionabala
presenciade
símbolos
codificados,
reconociblespara cualquier espectadordel
sigloXIX.
Una
rosa sostenidahacia
abajo,
o con untallo
muy
cortoindicaba
una muerte
joven,
unbarco
en aguascalmas,
una muertetranquila
y
en aguasagitadas,
una muertetormentosa.
Era
también
frecuente
incluir
unreloj
señalandola hora de la
muerte.Otros
símbolos másobvios
eran,
porejemplo, tumbas
o saucesllorones.
En
la
fotografía,
encambio,
no son necesariosningunode
estossignos.
El
cuerpodel
difunto
esuninevitable
signode
muerte,
la foto
captura
la
realidadfísica de la
muerte.Como
semencionó anteriormente,
la
sociedaddel
sigloXIX
sentimentalizabay
privilegiaba el momentode
la
muerte,
considerado comodulce y
pacífico,
ya quesedejaban
atráslas
preocupaciones mundanasy
las
dificultades
terre
nales,
paraingresar
alReino
de Dios. Una fotografía
realista, tomada
inmediatamente
después del
momentode la
muerte,
podía capturaresta entrada
triunfal
al cielo.La
pinturapodía retratar alegremente aldifunto
convida,
pero parala
sociedaddecimonónica,
la
fotografía,
al mostrar el momento mismode la
muerte,
lograba
representarmás perfectamentela
esenciade
esapersona.La fotografía
mortuoria se convierte así en"la
imagen
vivade
una cosamuerta."8Tanto
una pintura como unafotografía
mortuoriafuncionaban
como un objeto
transicional,
esdecir,
unobjetomediadorquepermitíatener
el cuerpodel
otro,
del
ser amado.Ese deseo
de
posesión corporal setransfería
en eldeseo
posesivode los
objetos.9Era la
voluntadde
tener
al muertolo
que promovíay
vendíaestetipo
de
imágenes.
Philippe Aries
dice
que:la
posesión simbólicadel
otrotiende
a canalizarlos flujos
sentimentales,
valorala
referenciaorgánica,
y
modificalas
condiciones psicológicas
de la
ausencia.La imagen
de
los
difuntos
atenúala
angustiade
supérdiday
contribuyeadescargar
el remordimiento
causadopor sudesaparición."wPero la fotografía
lograba
algo que
la
pintura nopodía alcanzar: representarenforma
idéntica
al serquerido.La
novedaddel invento hacía
quela
genteencontrara enlas
representacionesfotográficas
uncaráctermágico,
eran"espejos
conmemoria",
ala
veztestigos
fieles
einalterables de la
imagen
del
seramado.
La iconografía
mortuoria no se originó con eldaguerrotipo. Y
aunque
la fotografía
post mortem estableciórápidamente sus propiasconvenciones,
la
mejor explicaciónpara sus orígenes esla
adopciónde
unatradición
más antigua.Las
pinturasmortuoriastienen
unalarga
historia
y
fueron bastante
popularesdurante
la
primera mitaddel
sigloXIX.
Aunque
algunaspinturas eran realizadasde
memoriao a partirde
bosquejos
previos(a
veces efectuadosdurante
los últimos días de
LAS RELIQUIAS Y LA FOTOGRAFÍA DE ANGELITOS
Las imágenes de
muerte siemprehan
generado granfascinación,
como
lo
pruebala importancia
quesele ha
dado,
yadesde la Edad
Media,
alSanto Sudario
ovelode la Verónica. Según la Iglesia
Católica,
la
gloriade la
resurrecciónhabría
generado
unaluz
tan
intensa
quedejó la impronta del
cuerpode Jesús
en ellienzo. De
estamanera,
elconsu
defecto
cautivantede
realismo,
con su valorde
reliquiay de
fetiche,
como una especiede
prototipode la fotografía. Es
unaimagen
,obtenida por
impregnación
directa del
modelo sobre elsoporte,
sinninguna
intervención
de la
mano en apariciónde la
representación.Así
elSudario
esconsiderado porla
Iglesia Católica
comola
mayory
más sublime reliquiade la
cristiandad porquefunciona
comounametonimia
de
Jesús,
y
por endede Dios.
Lo
mismo sucede conla
fotografía
mortuoria.Este
tipo
de
imágenes,
aligual
quelas
reliquias,
no eran adoradas por símismas,
sino porque representaban metonímicamente al ser amado.
Funcio
naban como
"objetos
transicionales"",es
decir,
como objetos mediadores
que permitían poseer el cuerpodel
otro,
del
seramado,
queestaba ausente.
Este
carácterde
reliquiade la fotografía
mortuoria se acrecientaaún más en
la
fotografía
de
niños o"angelitos". De
acuerdo con eldogma
católico,
los
niñosbautizados
mueren sin pecado mortaly
porellosevan
directamente
al cielo para convertirse enángeles,
sin pasarpor el purgatorio.
De
ahí quela
muertede
unangelito,
a pesardel
dolor
personalde los
padres,
fuera
una ocasiónde
regocijo.El
ritual
funerario infantil
tiene
sus orígenes en el catolicismo españoly
es porelloque encontramos en
la América hispana
muchos elementosde
este antiguo
ritual,
como porejemplovestir al niñode blanco
(signo
de
pureza)
ocolocar una palmaensu ataúd(denotando
suvirginidad).El
ritualdel
velatoriodel
angelito,
aunque con algunas variantessegúnel país o
la
región, tenía
básicamente la
mismaforma
entoda
la
América hispánica. El
niñoeravestidode blanco y llevado de
casaen casa.
Alojarlo
era un privilegio porque su presenciabendecía
las
casas
y
protegía a sushabitantes.
En
estetipo
de
funerales,
la fotografía
mortuoria se
integró
al ritual como uno másde
sus elementos.Luego
la foto
era colocada en un altardoméstico
y
sele hacían
ofrendas,
tal
como sifuera
unade las
reliquias antes mencionadas.En
estospaíses,
la fotografía del
angelito,
ademásde
ser un objetotransicional
queservíaa
los
padrespara acercarse al cuerpodel hijo
perdido,
funcionaba
también
comoun esfuerzodel
vínculode
Dios.
CONCLUSIÓN
De lo
expuestopodemos concluirque,
a pesarde
quea partirdel
sigloXIX
se acentúay difunde
plenamente el sentimientode la
identidad
individual,
en ciertas prácticassociales,
comola de la
fotografía
mortuoria,
seevidencia una visióndel
cuerpo más propiade las
sociedadestradicionales.
Lo
que esta práctica permitía erala
consewación
de la
imagen
de
uncuerpo,
pero node
cualquiercuerpo,
sino
de
aquéldel
serquerido.Funcionaba
así como un objetotransi
cional,
que permitíaposeer, simbólicamente,
ese cuerpo amado quehabía
partido.En la
actualidad esta prácticaya notiene cabida,
ya que concebimos
al cuerpo comoseparadodel
hombre.
El
cuerpodel difunto
essolo
unresto,
ya no esla
personay,
portanto,
selo
repudiay
desprecia.
Atesoramos las fotos
enlas
quenuestros seres queridosaparecen,
pero
la foto de
un cadáver ya no significaría nada paranosotros,
seríala foto de
uncuerpo,
y
nola foto de la
persona amada.Las imágenes
mortuoriasrespondíanaunimpulso
propiode
la
época. Este
impulso
puededescribirse
como undeseo
románticoy
sentimental
de
sobreponerseala
separación permanentedel
serquerido.
En la
actualidad,
estoselogra
tratando
de
olvidar,
de
seguirviviendo
lo
más normalmente posible.En
el sigloXIX,
encambio,
la
separación sólo podía afrontarse através
del
recuerdo,
reteniendola
presencia
del
ser querido por cualquier medio.La
imagen,
especialmentela
fotografía,
fue
el medio más efectivoy
emocionalmente satisfactoriopara
lograrlo.
NOTAS
1)
Avisopublicitariodel fotógrafoalemánAdolfo Alexanderquetuvosu estudio enlacallede las ArtesN"
37enBuenos Aires hacia 1860.
2)
Priamo.Luis "Sobre la fotografía de difuntos". EnrevistaFotomundo.p. 633)
Priamo,
Luisut supra.Pág. 654
)
LeBretón,
David. Antropología delcuerpoymodernidad.Buenos Aires. EdicionesNuevaVisión 1995.
5)
Ibid.6)
La Pierre A.Y B.Aucontunier. Cuerpoeinconscienteen educaciónyterapia.Barcelona.Editorial Científico Medica. Sd.
7)
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