5. Conclusiones y Recomendaciones
Los objetivos trazados fueron logrados ya que logré cuantificar y evaluar un número importante de variables relacionadas con las aves de los humedales de la Sabana de Bogotá, tanto para la riqueza y composición de la comunidad de aves acuáticas en general como para las abundancias y densidades de un grupo de especies escogidas por su importancia para la conservación o sus posibilidades de sobrevivir en la coyuntura de una urbanización cada vez más amplia. Mediante los análisis, logré identificar qué factores eran los más importantes en explicar la presencia y abundancia de las aves en estos ecosistemas.
Las hipótesis que me había planteado inicialmente fueron acertadas en cuanto al papel primordial del tamaño de los humedales con respecto a la riqueza de aves y la dependencia de las especies particulares de sus hábitats preferidos en la mayoría de casos. La diversidad de hábitats no resultó tan determinante como se esperaba, aunque tanto los factores a escala de paisaje (que incluyen el humedal como un todo y su entorno) como los más específicos y relacionados con las coberturas vegetales fueron importantes en diferentes grados para explicar la presencia, abundancia y densidad poblacional de cada una de las especies de aves escogidas.
En resumen mis conclusiones son:
1. Los humedales remanentes de la Sabana de Bogotá en general son de área reducida (<40 ha), son parte de un complejo con poca distancia entre ellos y tienen variedad de coberturas desde alta proporción de vegetación emergente (sobre todo los urbanos y semiurbanos) hasta predominancia de espejos de agua (principalmente los rurales). Todos presentan una baja calidad de agua reflejada en bajos niveles de oxígeno disuelto y alta acidez en algunos casos.
2. Los factores ambientales que se relacionan con la riqueza de las aves acuáticas de los humedales fueron el tamaño de los mismos y el área cubierta con vegetación emergente más que las características de la ronda y del paisaje. Las composición depende tanto del tamaño y la cobertura de vegetación como de la proporción de espejo de agua.
3. La riqueza de aves terrestres también depende del tamaño de los humedales (y por ende, del área de sus rondas) pero la composición está relacionada con las características del paisaje.
4. La abundancia de las aves se relacionó con el tamaño de los humedales, lo que demuestra que en general los humedales más grandes alojan mayores poblaciones. Sin embargo, la densidad de las poblaciones de las especies escogidas responde a diferentes factores específicos para cada especie. Para algunas el factor más importante (negativo) fue el grado de urbanización en el paisaje circundante (Oxyura jamaicencis y Gallinula melanops). Para las otras especies, factores dentro del mismo humedal fueron más determinantes: el área de espejo de agua (Fulica americana) o la ausencia de éste (Chrysomus icterocephalus) y para las dos especies más amenazadas (Rallus semiplumbeus y Cistothorus apolinari) el principal factor explicativo de la densidad fue el área del humedal y de juncales.
5. La situación del cucarachero de pantano (C. apolinari) en la Sabana es crítica. La disminución pronunciada de su población más allá de la pérdida gradual de su hábitat, probablemente sea producto del parasitismo por parte del chamón Molothrus bonariensis. Es urgente un plan de acción específico para la conservación de esta especie.
6. A pesar del deterioro y disminución de los humedales de la región, la Sabana de Bogotá aún tiene una diversidad importante de aves acuáticas gracias a los humedales de buen tamaño que aún existen y a la combinación entre predominancia de vegetación acuática en humedales principalmente urbanos y espejo de agua en los predominantemente rurales.
7. Este es el primer estudio comparativo y cuantitativo de los humedales de la Sabana de Bogotá y sus aves y concluyo que en términos de prioridades de manejo y conservación los humedales grandes deben tener un primer lugar pues alojan mayor riqueza de aves y poblaciones más grandes. Sin embargo, el conjunto de humedales de menor tamaño, tanto naturales como artificiales, también son muy importantes para el mantenimiento de una heterogeneidad alta de hábitats, conectividad, poblaciones de aves y la biodiversidad de la región.
8. Las acciones de mejoramiento de hábitat por parte de entidades gubernamentales y ONG probablemente han favorecido la conservación de algunas especies en los humedales urbanos y semiurbanos, pero la falta de acción hacia la conservación de los
humedales rurales de la Sabana por parte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca es preocupante dada su importancia para otras de las especies escogidas. Considero que hay que implementar un enfoque regional más que local para poder conservar esta única y todavía rica avifauna.
Divulgación e impacto
Los resultados de esta tesis han tenido una buena divulgación ya que se han presentado en dos reuniones nacionales y dos internacionales y se espera la publicación de cuatro artículos en revistas indexadas y de ámbito internacional (uno de ellos ya está aceptado, Anexo C) que espero sirvan como guía en acciones de conservación y manejo.
Esta investigación ya ha tenido impacto pues los datos y conocimiento adquiridos están siendo usados en la elaboración de las fichas de algunas especies de aves amenazadas en el país en la segunda edición del Libro Rojo de Aves Amenazadas de Colombia en preparación bajo la coordinación de Luis Miguel Renjifo (Anexo D).
La elaboración de esta tesis llevó a una cooperación con el proyecto "Conservación de las Aves Acuáticas y Migratorias de los Humedales de la Ciudad de Bogotá" realizado por la Asociación Bogotana de Ornitología y BirdLife International bajo mi coordinación en el que se aplicaron los métodos de este trabajo y se hicieron algunos muestreos en conjunto. Entre los logros conjuntos de estos proyectos están:
Jornadas de capacitación de observación de aves incluyendo el personal de la administración del humedal Tibanica
Seminario sobre planes de manejo de cinco de los humedales objeto de estudio, con la participación de los administradores de los humedales Distritales, la SDA y la EAAB. Se presentaron resultados y se dieron recomendaciones.
Asesoría en obras. La información recopilada sirvió para asesorar las obras de restauración del humedal de Tibanica en marzo de 2010, en particular buscando el mínimo impacto sobre las aves amenazadas.
Se formó un grupo de intercambio de información sobre los humedales de la
Sabana (humedalesbogota
http://espanol.groups.yahoo.com/group/humedalesbogota/) que cuenta con 38 miembros.
A nivel académico la colaboración con la Universidad de los Andes a través de la cual se desarrollaron tres tesis de pregrado enmarcadas en esta tesis resultó provechosa para las dos instituciones.
Recomendaciones
Generales
1. Hacer estudios de movilidad de aves que permitan ver el alcance e importancia del movimiento de aves acuáticas entre los humedales de la Sabana con el fin de conocer rutas, facilitarlas y protegerlas.
2. Hacer un plan de acción inmediato para la conservación de Cistothorus apolinari. 3. Exigir la inmediata protección y adecuado manejo de los humedales de la región
por parte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca
4. Continuar con el monitoreo regular de las aves acuáticas de la Sabana de Bogotá para poder evaluar los efectos de cualquier medida tomada en pro de su conservación.
Manejo específico de humedales
El conjunto de numerosos pequeños estanques, reservorios, madreviejas y humedales artificiales, seminaturales y naturales presentes en las propiedades privadas de la Sabana de Bogotá, representan un importante refugio para aves acuáticas, en especial las aves dependientes de matrices no urbanizadas y espejos de agua. Es primordial lograr un acercamiento con los propietarios para informarles sobre la importancia de estos cuerpos de agua. Se pueden dar lineamientos para manejos de bajo costo y grandes beneficios para la biodiversidad como sembrar algunas plantas acuáticas en sectores de los estanques, idealmente asociados a algún tipo de incentivo o beneficio. Adicionalmente se pueden dar a conocer las aves mediante educación ambiental. . El programa Aves de las Flores iniciado por Asocolflores en el año 2010 constituye un ejemplo interesante (http:// issuu.com/ asocolflores/ docs/ informe_asocol-2010).
Algunos humedales distritales como La Conejera, Córdoba, Jaboque, Juan Amarillo y Tibanica cuentan con un manejo más o menos continuo desde hace varios años con el apoyo de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá EAAB. Las organizaciones encargadas de Jaboque y La Conejera (La Asociación para el Desarrollo Social y Ambiental –ADESSA y la Fundación Humedal la Conejera) tienen una solidez que les
permite actuar aún en los períodos en que no tienen ayuda económica por parte de las agencias distritales lo que ha permitido un manejo y vigilancia sin interrupción logrando el cuidado y conservación de estos dos humedales. En los otros casos la forma en que se viene dando la colaboración con la EAAB, a través de contratos cada vez más cortos y espaciados, hace que los humedales queden descuidados durante períodos de tiempo en los que se ven afectados por invasión de vegetación, quemas intencionales, y otras actividades ilícitas. Una medida de manejo importante sería mejorar las condiciones de los contratos de manera que el manejo y cuidado de los humedales no se vea interrumpido continuamente y haya más continuidad en las entidades encargadas del manejo y fortalecimiento de las mismas.
El caso de Santa María del Lago es especial pues este humedal de área reducida tiene control y manejo continuo directamente por parte de la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA). El humedal cumple una labor social muy importante siendo visitado por numerosas personas de todas las edades para hacer ejercicio, descansar, disfrutar de la naturaleza y recibir educación ambiental. Su área reducida no da muchas posibilidades de conservación de aves en términos poblacionales pero recomiendo el control de las áreas de enea (Typha sp.) que dominan el cuerpo de agua y de las poblaciones de Fulica americana que llegan a cantidades muy altas para el área, seguramente excluyendo la posibilidad de establecimiento de otras especies.
Los humedales distritales de Torca y Guaymaral no reciben ninguna protección ni manejo por parte de la EAAB y la SDA. Torca tiene un notable déficit hídrico y es frecuentado por una manada de cerca de 20 caballos que pisotean y consumen la vegetación. La ronda de Guaymaral fue rellenada en el 2010 por tierra hasta muy cerca del humedal afectando notablemente partes del humedal en donde está la mayor diversidad de aves, sin que las autoridades ambientales actuaran a pesar de las denuncias de la ciudadanía. Estos dos humedales, junto con el separador de la autopista norte que está entre ellos, juegan un papel clave en la mantención de la conectividad de los cuerpos hídricos del borde norte de la ciudad incluyendo el río Bogotá y el humedal de La Conejera. Alojan un remanente de Rallus semiplumbeus, especie endémica al altiplano cundiboyacense y amenazada de extinción. No es clara la razón de la falta de atención del Distrito hacia estos humedales pero si se prolonga, se perderá irreversiblemente la importante riqueza biológica que aún conservan. Su subsistencia forma parte integral del papel de conservación y objetivos de la recientemente declarada “Reserva Forestal Regional Productora del Norte de Bogotá D.C. Thomas van der Hammen” entre los que está “Proteger la fauna y flora
características de estos ecosistemas, junto con sus especies endémicas” (http: // www.car.gov.co/ index. php?idcategoria=16635).
Continuamente se ha llamado la atención sobre la importancia de la laguna de la Herrera como el último humedal natural de la Sabana de Bogotá y sin embargo su deterioro continúa con el aporte de aguas contaminadas y la explotación minera en las montañas aledañas causando sedimentación y desaparición de fuentes hídricas sin acción alguna por parte de la CAR. Según este trabajo, La Herrera tiene las poblaciones más grandes de muchas de las especies de aves acuáticas de la Sabana de Bogotá y por lo tanto su importancia trasciende esa única localidad pues es un hábitat fuente de donde con alta probabilidad las aves migran a otros humedales manteniendo la biodiversidad de la región. Inclusive se considera de importancia a nivel nacional y estuvo incluida en la lista de áreas preseleccionadas para el Sistema de Parques Nacionales por el INDERENA (Andrade 1998). Es urgente que se tomen acciones sobre la protección de esta laguna, sus afluentes y cuenca dando cumplimiento al acuerdo 021 de 2009 de la CAR “por el cual se adopta el plan de manejo ambiental de la reserva hídrica Humedal de La Herrera…”, ya que es parte integral y fundamental del complejo de humedales de la Sabana y el altiplano.
El humedal de Gualí, que en realidad es parte de un complejo extenso del municipio de Funza al cual pertenecen La Colina y Ceuta Luisiana también incluidos en este estudio, reveló una enorme importancia en términos de conservación de avifauna especialmente por tener la población más grande de Cistothorus apolinari de la Sabana. En el año 2010, con ocasión de la reunión preparatoria del informe sobre humedales para la Convención Ramsar, la CAR expresó (http://www.car.gov.co/index.php?idcategoria=14405) que en el marco del Plan de Acción Trienal 2007-2009, “proyectó la formulación del Plan de Manejo Ambiental de la Laguna de Suesca, la declaratoria del Humedal Gualí-Tres esquinas y la implementación del Plan de Manejo Meandro del Say.” Sin embargo, este importante cuerpo de agua recibe vertimientos industriales y agrícolas y no es evidente ningún tipo de control o manejo ambiental con fines de protección o conservación. La única acción que observé durante las numerosas visitas fue el dragado del borde afectando justamente los sitios de residencia de Cistothorus apolinari. Es urgente que la CAR y la alcaldía tomen en serio la protección de este humedal así como Neuta y Tierra Blanca emprendiendo acciones informadas, efectivas y continuas.
En cuanto al humedal de Neuta, el esfuerzo de la mesa ambiental de Soacha que ha velado por su protección y manejo con la participación de ambientalistas comprometidos no ha logrado disminuir la creciente presión de urbanización que activamente lo rodea y lo separó del humedal de Tierra Blanca, del cual era parte en el pasado. Nuestros resultados llaman la atención sobre una llamativa acidez en sus aguas que es importante explorar más a fondo. Es clave también un manejo de hábitats que permita mantener la diversidad y papel conectivo en el conjunto de humedales de la región que hoy tiene junto con Tierra Blanca, Tibanica y otros cercanos.
La laguna de Tibitoc está localizada en una región de numerosos humedales asociados al río Bogotá así como de cultivos de flores con estanques. En este sector el río tiene condiciones que permiten la permanencia de aves y por lo tanto juega un papel conector efectivo. Estas características, además de su tamaño y diversidad de hábitats, hacen que tenga una importancia especial en la conservación de la biodiversidad regional y es importante que la EAAB y la empresa encargada del funcionamiento de la planta la conozcan.
Cistothorus apolinari
Este estudio revela la situación crítica del cucarachero de pantano o de Apolinar en la Sabana de Bogotá. Las poblaciones encontradas en sitios como La Conejera, Juan Amarillo y Tibanica están prácticamente condenadas a desaparecer en el futuro cercano. Estos humedales y sus cercanías cuentan con áreas de juncal (su hábitat clave) que hacen pensar que el problema, además de las bajas poblaciones, puede deberse al parásito de cría Molothrus bonariensis y por lo tanto es urgente iniciar cuanto antes algún tipo de control de esta ave. En situaciones similares, en la que una especie se ha visto en peligro por acción de un parásito de cría, el control de los chamones ha resultado efectivo. El control directo mediante remoción de los huevos en los nidos del hospedero combinado con captura de chamones en trampas en zonas de anidación, ha arrojado resultados positivos en la disminución de parasitismo sobre Dendroica kirtlandii y otras especies en norteamérica (Kelly y DeCapita 1982, Stutchbury 1997). Recientemente en Ecuador la población de la especie criticamente amenazada Atlapetes pallidiceps ha aumentado 6 veces su número inicial en una localidad mediante el control de M. bonariensis con escopeta (Krabbe et al 2011). La única esperanza de sobrevivencia de estas poblaciones de C. apolinari es iniciar ensayos piloto de control de M. bonariensis para encontrar los mejores métodos combinados con la exploración y protección de otros posibles relictos en
humedales naturales con hábitat apropiado, por ejemplo en cercanías del Aeropuerto Eldorado y a lo largo del río Bogotá.
Medidas Normativas
Es muy importante buscar la declaratoria de todos los humedales distritales unidos a los principales rurales incluidos Neuta, Laguna de la Herrera, Tibitoc y Gualí en conjunto como un sitio Ramsar. Esta declaración, que debe hacerse conjuntamente entre la Secretaría Distrital de Ambiente y la Corporación Autónoma Regional, daría herramientas para defenderlos de acciones de urbanización como la continua fragmentación con vías, permitiría acciones de control de minería en sus alrededores y probablemente facilitaría la consecución de recursos para conservación e investigacíon. Esta declaratoria en conjunto está justificada con los resultados de este estudio a lo largo del cual se comprobó la movilidad de individuos, inclusive de especies amenazadas y endémicas como Rallus semiplumbeus, Oxyura jamaicensis y Chrysomus icterocephalus, entre humedales aún los pequeños o embebidos en la matriz urbana. Esto apoya la idea de que algunas de las poblaciones de aves de la Sabana se comportan como metapoblaciones y demuestra que cada humedal es un sitio potencial de paso o de residencia temporal y el conjunto se comporta como un área única fragmentada de vital importancia para la conservación de la avifauna única del altiplano cundiboyacense. Cada humedal por si mismo probablemente no podría garantizar la supervivencia de especies a largo plazo ya que en la mayoría de los casos las poblaciones son demasiado pequeñas en términos conservacionistas. Este tipo de declaración de un complejo de lagunas no es nuevo pues el sistema lacustre de Chingaza, compuesto por 20 lagunas, es uno de los 5 sitios Ramsar de Colombia (http:// ramsar. wetlands.org/ Database/ Searchforsites/ tabid/765/language/en-US/Default.aspx). Colombia como signataria de la convención de Ramsar, cuyo “objeto primordial es la conservación y protección de los humedales de importancia internacional y, en especial, de los que albergan aves acuáticas que dependen ecológicamente de los humedales”, tiene compromisos como “fomentar la conservación de los humedales y de las aves acuáticas creando reservas naturales en aquéllos, estén o no incluidos en la Lista y tomará las medidas adecuadas para su custodia” (Ley 357 de 1997).
La CAR debe fortalecer su gestión en cuanto al estudio y protección de los humedales de su jurisdicción con fines de conservación de biodiversidad pues su acción en este sentido
