participa de manera muy activa, en calidad de «invitado especial», en todas las actividades que se están desarrollando a lo largo del XXXII ciclo (2016-2017).
La CEA constituye un marco idóneo para reforzar los lazos históricos, culturales y ope-rativos que existen entre el Ejército español y los ejércitos de tierra de los países americanos. Nuestra contribución se basa en aportar la ex-periencia y los conocimientos adquiridos a lo largo de toda nuestra historia, especialmente gracias a la participación, más recientemente, en numerosas operaciones en el exterior desde hace casi 30 años.
¿QUÉ ES LA CONFERENCIA DE EJÉRCITOS AMERICANOS?
La Conferencia de Ejércitos Americanos es una organización militar de carácter internacional integrada y dirigida por ejércitos del continente americano. Fue creada en 1960 como un foro internacional de comandantes de ejércitos del denominado «hemisferio occidental».
ORIGEN Y EVOLUCIÓN
En el año 1959, en plena Guerra Fría, Cuba aceptó la ayuda militar de la extinta Unión Soviética, lo que suponía el establecimiento de una base importante para su infiltración ideoló-gica en Centroamérica y América del Sur. Para contrarrestar este foco de amenaza, el presidente norteamericano John F. Kennedy creó la Alianza para el Progreso, con la finalidad de mejorar
AMERICANOS
AMERICANOS
Alberto Pérez Montes. Comandante. Infantería. DEM
Después de una intensa labor diplomática iniciada dos años antes, el Ejército de Tierra su-peró el reto marcado por el general don Jaime Domínguez Buj de ser invitado a participar en la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA, o CAA en inglés) al obtener una mayoría de votos favorables superior a dos tercios de los ejércitos miembros. La votación se llevó a cabo durante la XXXI Conferencia de Comandantes de Ejércitos Americanos (CCEA), celebrada en la ciudad de Bogotá D.C. (Colombia), del 16 al 20 de noviem-bre de 2015. Desde entonces, el Ejército español
Logotipo de la XXXII Conferencia de Ejércitos Americanos
Organización
EL EJÉRCITO ESPAÑOL EN LA
CONFERENCIA DE EJÉRCITOS
AMERICANOS
EL EJÉRCITO ESPAÑOL EN LA
CONFERENCIA DE EJÉRCITOS
AMERICANOS
las condiciones de vida en todo el continente y de prevenir así que otras naciones siguieran el ejemplo cubano.
En el ámbito militar, en 1960, el coman-dante del ejército de Estados Unidos en el Caribe (USARCARIB) invitó a los comandantes de los ejércitos de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a una conferencia, en Panamá, para hablar, sobre todo, de los Programas de Asistencia Militar im-plementados por EE. UU. con varios ejércitos de la región. Esta conferencia, embrión de la actual CEA, se siguió celebrando año tras año. En 1965 la Conferencia empezó a convertirse en una or-ganización formal dotada de estatutos, lema y logotipo. Además, por vez primera fue patroci-nada por otro país, Perú, en lugar de por Estados Unidos, lo que ayudó a atenuar la percepción de algunos países de que solamente servía a los intereses norteamericanos como plataforma para imponer sus políticas en Iberoamérica.
Hasta 1969 la Conferencia se celebró anual-mente. Desde ese año hasta 1973 no se celebró ninguna, pero desde ese año pasó a celebrarse con periodicidad bienal. A finales de la década de los setenta la organización había madurado tanto que se vio necesario establecer la Secretaría Ejecutiva Permanente (SEPCEA), para mejorar el contacto y la coordinación con los ejércitos.
Con el fin de la Guerra Fría, tras la caída del muro de Berlín en 1989, se produjo un cambio
en su objetivo central, que pasó a ser «el papel de los ejércitos americanos en el mantenimiento de la democracia en el continente, frente a la apertura ideológica del mundo comunista y las realidades políticas, sociales y económicas de los países de las Américas». Además, la organización experimentó un crecimiento del número de sus miembros, con la incorporación de Canadá y otros Estados caribeños.
En la década de los noventa el cambio de un sistema de seguridad «colectivo», basado en la defensa contra una amenaza común, por otro «cooperativo», centrado en la disminución de las posibilidades de conflicto entre sus miembros a través del fomento de la confianza mutua y la seguridad, dotó aún de mayor importancia a la CEA.
A finales del siglo pasado y principios del siglo xxi la CEA sufrió una importante moderniza-ción en su organizamoderniza-ción, funcionamiento y pro-pósito, impulsada por el ejército chileno que fue sede del XXIV ciclo (2000-2001). De esta manera se convirtió en el foro militar más importante de las Américas en aspectos relativos a la defensa de la región y comenzó a apoyarse crecientemente en el uso de las nuevas tecnologías (página web, sistema de correo electrónico, etc.) y a incorporar aún más ejércitos.
El mayor logro a lo largo de todo este tiempo ha sido que, a pesar de los cambios en el ámbito político en las Américas, la CEA ha conseguido
jefe del ejército una oportunidad extraordinaria para reunirse con regularidad, de manera que puedan fortalecer sus relaciones personales y profesionales y consensuar los esfuerzos en ma-teria de defensa.
COMPOSICIÓN DE LA CONFERENCIA DE EJÉRCITOS AMERICANOS
La CEA se rige por un reglamento interno que contempla tres estatus diferentes para los ejérci-tos y organizaciones que la integran:
1. Ejércitos miembros: son aquellos que parti-cipan de todas las actividades y adoptan las decisiones. Sus delegados tienen derecho a tribuna, voz y voto, y cuentan con total ac-ceso a las informaciones de la organización. Actualmente tienen esta categoría un total de 20 ejércitos: Antigua y Barbuda, Argenti-na, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Gua-temala, Honduras, México, Nicaragua, Para-guay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
2. Ejércitos observadores: se trata del estatus inicial que adquiere aquel ejército que es admitido en la CEA y se mantiene en esta si-tuación durante todo un ciclo (dos años) para conocer su funcionamiento. Transcurrido ese tiempo puede solicitar formalmente su ingreso como ejército miembro. Estos ejércitos tienen derecho a voz pero no a voto. En esta situa-ción se encuentran los ejércitos de Barbados, Belice, Guyana, Jamaica y Surinam.
3. Organizaciones militares observadoras: son aquellas organizaciones internacionales cuyos integrantes son miembros de la CEA. Tienen derecho a tribuna y a voz, pero no a voto. La Conferencia de las Fuerzas Armadas Centroamericanas (CFAC) y la Junta Interame-ricana de Defensa (JID) son las dos organiza-ciones militares con estatus de observadoras en la CEA.
«invitado especial». No obstante, se está proce-diendo a modificar el actual reglamento y, entre las variaciones introducidas, está previsto crear un nuevo estatus que permita la participación de ejércitos ajenos al continente americano en las mismas condiciones que los ejércitos obser-vadores. De esta manera, se va a incorporar al nuevo reglamento de la CEA una cuarta categoría denominada «Ejército observador especial», para dar cabida a la participación del Ejército de Tierra español y a otros ejércitos que, como el nuestro, pudieran solicitarlo en un futuro.
FINALIDAD Y OBJETIVOS
La finalidad de la CEA es el análisis, debate e intercambio de ideas y experiencias relacionadas con materias de interés común en el ámbito de la defensa para acrecentar la colaboración e integración entre los ejércitos y contribuir desde el punto de vista del pensamiento militar a la seguridad y al desarrollo democrático de los países miembros.
Los objetivos de la CEA son:
− Identificar las materias de interés mutuo en el ámbito de la defensa, concepto que per-mite la inclusión a futuro de todas las temá-ticas que se encuadren en el citado ámbito. − Aumentar la colaboración e integración
en-tre los ejércitos.
− Determinar los aspectos comunes que exis-ten entre los ejércitos y las iniciativas prácti-cas para mejorar la interoperabilidad. − Elaborar productos creativos, actualizados y
de utilidad práctica para los ejércitos.
ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO
El ejército miembro que ejerce la presidencia de la CEA se denomina «Ejército sede» y es su comandante o autoridad máxima quien ejer-ce las funciones de presidente. Cambia cada dos años, período que constituye un ciclo, y cuenta con un oficial general como secretario
Organización
general auxiliado por una Secretaría Ejecutiva Permanente (SEPCEA) que acompaña la sede. Además, cada ejército u organización integrante tiene que designar a un oficial de enlace como punto de contacto entre su ejército y la CEA que asista a todos los eventos, junto a otros oficiales que se determinen denominados «delegados».
Cada ciclo de dos años tiene un tema obligato-rio que sirve como visión rectora para todas las ac-tividades de la CEA. Entre las acac-tividades de cada ciclo se encuentran la realización de conferencias especializadas, ejercicios, comités ad hoc, estu-dios especializados, la reunión preparatoria de la CCEA y la propia conferencia de comandantes, el evento más importante, en la cual se aprueban, si procede, los trabajos del ciclo pasado y se acuer-dan, entre otras cosas, el tema y las actividades del ciclo siguiente. Este es también el foro en el que se aprueba cualquier reforma del reglamento.
Los idiomas oficiales son el español, el inglés y el portugués, con preponderancia del primero.
EL XXXII CICLO
En febrero de 2016, el Ejército de los Estados Unidos asumió la presidencia de la CEA y relevó al Ejército Nacional de Colombia para desarro-llar el XXXII ciclo de la CEA durante el período
2016-2017. Ejerce las funciones de presiden-te el general Mark A. Milley, comandanpresiden-te del Ejército de los Estados Unidos, y es secretario general el general de división Clarence K.K. Chinn, comandante del Ejército Sur (USARSO). El tema obligatorio de este ciclo es «El rol y la contribución de los ejércitos miembros de la CEA en las operaciones interagenciales1, en respuesta a los desafíos emergentes para la de-fensa de las Américas, considerando su legítima diferencia en capacidades, roles y marco legal de cada país».
Entre las actividades desarrolladas y previstas para este ciclo se encuentran las siguientes:
− Videoconferencias trimestrales (WebEx). − Conferencia especializada sobre asuntos
ci-viles en operaciones interagencias, en Hon-duras (20-24 JUN 16).
− Ejercicio de enlace por radio HF (28 JUL 16). − Conferencia especializada sobre nuevos re-tos y desafíos en el siglo xxi, en Colombia (19-23 SEP 16).
− Conferencia especializada sobre derechos humanos en operaciones interagencias y operaciones de apoyo en caso de desas-tre (OACD), en República Dominicana (28 NOV-02 DIC 16).
− CPX de operaciones interagencias, en Chile (JUN 17).
− XXXII Conferencia de Comandantes de Ejér-citos Americanos (CCEA), en Estados Unidos (NOV 17).
CONCLUSIÓN
El Ejército español ha conseguido cumplir el objetivo que perseguía de integrarse en un inte-resantísimo foro del que forman parte los prin-cipales ejércitos del continente americano, con los que comparte, en muchos casos, una historia común y una cultura similar. De esta manera, estamos donde teníamos que estar, ocupando un papel destacado y único con el que se reconoce el aprecio mutuo que nos profesamos.
Estamos convencidos de que esta relación será muy fructífera y provechosa para todos y seguros de que durará muchos años. Para ello, debemos continuar participando activamente, con un elevado grado de compromiso y, si los
teragencias elaborado por la CEA en 2015, por operación interagencias se entiende aquella que se desarrolla mediante una gran interacción de las Fuerzas Armadas con otras agencias, tales como organizaciones, instituciones y órganos, guberna-mentales o no, civiles o militares, públicas o priva-das, nacionales o extranjeras, con el fin de conciliar intereses y coordinar los esfuerzos.
BIBLIOGRAFÍA
− Página web de la CEA:
https://www.redcea.com/SitePages/Home.aspx − Reglamento vigente de la Conferencia de Ejércitos
Americanos, aprobado en Brasilia (Brasil) el 8 de noviembre de 2007.
− Coronel Cristian Chateau Magalhaes, Ejército de Chile (2007). «Diplomacia y cooperación militar en el ámbito multilateral: la Conferencia de Ejér-citos Americanos, historia y perspectiva». Military Review, edición hispanoamericana, pp. 39-55,
