• No se han encontrado resultados

¡Que toda el agua sea accesible!”: Gestión, abastecimiento y memorias del agua del pueblo de Santa Rosa Xochiac (Ciudad de México)

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2020

Share "¡Que toda el agua sea accesible!”: Gestión, abastecimiento y memorias del agua del pueblo de Santa Rosa Xochiac (Ciudad de México)"

Copied!
12
0
0

Texto completo

(1)

“¡Que toda el agua sea accesible!”: Gestión, abastecimiento y memorias del agua del pueblo de Santa Rosa Xochiac (Ciudad de México).

Carolina Céspedes Arce Universidad Iberoamericana

Resumen

Esta ponencia analiza las formas de gestión comunitaria del agua y las memorias sobre el recurso como elementos que intervienen en el proceso de urbanización de una zona periférica de la Ciudad de México, manifestado en el crecimiento poblacional, las prácticas hegemónicas gubernamentales y los cambios del paisaje.

This paper analyzes the forms of community water management and the memories of the resource as elements that intervene in the urbanization process of a peripheral zone of Mexico City, manifested in population growth, governmental hegemonic practices and changes in the landscape.

Introducción

La construcción del sistema de abastecimiento de agua potable del pueblo de Santa Rosa Xochiac de la Ciudad de México ha comprendido en el tiempo y el espacio una serie de relacionamientos geográficos, sociales, políticos y religiosos, en los cuales, convergen vecinos, autoridades locales, instancias y actores político-gubernamentales, cuyas diversas prácticas sobre las cuatro fuentes de agua existentes (tres manantiales propios y el “agua de Cutzamala”), constituyen una forma particular de apropiación y producción del territorio, mismas que han generado transformaciones en sus órdenes locales y en el paisaje.

El abordaje etnográfico surgió de la problemática de escasez de agua vivida durante mi estancia en el pueblo. La investigación se realizó entre octubre de 2015 y julio de 2017 y su objetivo principal se centró en comprender las diversas formas de organización comunitaria para el control y manejo del sistema de abastecimiento de agua potable, así como las interrelaciones y los cambios socioeconómicos, políticos y religiosos que se entretejen alrededor de dicho sistema. Para ello, se indagó sobre la conformación del sistema de abastecimiento, sus memorias, dinámicas de funcionamiento y cambios experimentados desde cada fuente de agua.

Se reconocieron diversas formas de producción y transformación territorial puesto que desde las diferentes instancias de Representación1 del pueblo (particularmente las coordinaciones del agua y sus representantes de calle) y a partir de su relación

(2)

con el agua -que involucra el control, manejo, prácticas, discursos, memorias e imaginarios-, se presentan variadas formas de organización con sus propias dinámicas de relación socioeconómica, política y religiosa que implican reciprocidades, distanciamientos y/o rupturas “a nivel pueblo” y a nivel de “agentes externos al pueblo” (instancias político-gubernamentales y pueblos cercanos). No obstante, las heterogeneidades evidenciadas en estas gestiones comunitarias, llama la atención cómo comparten distintos espacios sociales, discursos sobre “la distribución equitativa” y nostalgias por el agua que tenían en abundancia: “usted rascaba donde quisiera y salía agua por cantidades”, ahora, ya hay escasez (Ejidatario, hombre de 69 años, 28-10-2016).

Para efectos de este trabajo, se expone en primer lugar una aproximación al paisaje y a las memorias sobre las aguas, aquellas que transportan discursos, prácticas, relacionamientos e imaginarios sobre un ser y hacer con el agua. Luego, se refieren las formas de gestión desde las rememoraciones de la conformación del sistema de abastecimiento de agua, que develan la construcción de territorialidades, ciudadanías e identidades comunitarias reelaboradas y reconfiguradas en el tiempo. Por último, se reflexiona sobre la convergencia de estas gestiones comunitarias y sus memorias del agua en las dinámicas de abastecimiento (con sus corrientes y contracorrientes), y su influencia en las relaciones e intenciones que intervienen en la apropiación y transformación del territorio. Constituyen por demás, la materialización de los cambios del paisaje que expresan el continuo proceso de urbanización vivido en un área periférica de la Ciudad de México.

El paisaje de Santa Rosa y sus memorias sobre las aguas

El pueblo está enclavado en la Delegación Álvaro Obregón al poniente de la ciudad de México. A primera vista pareciera que estamos en algún estado al interior de la República mexicana, sin embargo, caemos en cuenta que es una más de las comunidades rurales que se encuentran al surponiente de la ciudad2.

Es un paraíso Santa Rosa. Es un pueblito mágico. ¿Cómo en una gran ciudad, de las más grandes a nivel mundial puede existir un pueblo con costumbres, con tradiciones que quiere su territorio pero no hemos sabido cómo cuidarlo?, y que me parece que eso ejerce una presión enorme3.

Santa Rosa Xochiac es uno de los pueblos de la Ciudad de México que colinda con el Parque Nacional Desierto de los Leones y se encuentra entre dos Delegaciones: Álvaro Obregón y Cuajimalpa4. Está catalogado como área de conservación

2 Descripción dada por el coordinador interno del Comité Ciudadano de Santa Rosa Xochiac. (Diario de Campo, 02-18-2016).

3 Fragmento de entrevista a Comerciante, hombre originario de 67 años (10-25-2016).

(3)

ecológica (por sus límites naturales de bosque) y de conservación patrimonial de la Ciudad de México (por ser un poblado prehispánico que así se encuentre rebasado por el área urbana todavía se rige por usos y costumbres). Hace aproximadamente 44 años, se enfrenta a un juicio ante el Tribunal Agrario por conflictos territoriales con el pueblo de San Mateo Tlatenango. Este último considera que los terrenos de Santa Rosa le pertenecen (incluidos los manantiales de la Capilla y del Desierto de los Leones).

Sus memorias sobre la conformación del sistema de abastecimiento de agua potable y vida cotidiana se tejen alrededor del ojo de agua o manantial de la Capilla, así se cuenten con otras formas de abastecimiento que estén o no por fuera del sistema como tal.

En la tarde soltábamos los animales que eran las vacas, los caballos, las borregas, los chivos, íbamos a darles de tomar agua en el ojo de agua. A que bebieran agua allí a flor de tierra, porque había mucha agua allí, era el manantial, brotaba así y se iba al caño que venía para acá, ¡uy! llegaba hasta la Escondida. Una pequeña cepa como de un metro. Y allí lavaba la gente su ropa y hasta sobraba el agua, lo que ahora ya no tenemos (Ejidatario, hombre de 69 años; 28-10-2016).

El “caño” o canal de agua es nombrado reiteradamente en las memorias y prácticas sobre el recurso. Se construyó para surtir a la Hacienda Buenavista. Nacía de la Capilla y atravesaba todo el pueblo. En su paso, conformaba lugares de encuentro donde se llevaban a cabo actividades cotidianas: cargar agua, llevar los animales a beber del manantial, lavar ropa, jugar, o “echar novio”. “Ahí íbamos a lavar y acomodábamos nuestras pocitas con piedritas y allí lavábamos y tendíamos nuestra ropa sobre los magueyes o sobre las zarzamoras que habían en ese tiempo”. “Todas las muchachonas iban allí a bañarse y a lavar”. “Nosotros todas las tardes íbamos con unos jarrones de barro a traer el agua a la Capilla”, otros acarreaban agua para sus casas en carretones o en “aguantadores”5 (Taller de memoria #2, 28-11-2016). Su referencia hace parte de la producción simbólica y sociocultural que da cuenta de un territorio compartido -o marco social de acontecimientos vividos en común-, donde subyacen diversas prácticas de poder que se replican en la experiencia colectiva histórica y forman parte del entramado social en el cual se reconstruye la memoria (Halbwachs, 2004).

la Delegación encargada de atenderles para el trámite de servicios públicos, se confunden frente a los niveles de competencia de cada una. No obstante, dentro de las Representaciones del pueblo se mencionó la existencia de un convenio entre ambas Delegaciones firmado en la década de los ochentas, según el cual, se determinó que la Delegación Álvaro Obregón era la entidad encargada de otorgar los servicios públicos a los habitantes de Santa Rosa, independientemente del lugar donde residan.

(4)

Otro elemento que aparece en las memorias y evoca la problemática de escasez son los rituales que se celebran el sábado santo o día de gloria. En los nacimientos, pozos, barrancas, “reposaderas” y hasta llaves de hidrantes se decora con globos, flores, cadenas o banderas de papel de colores. Además, se siembran con anticipación semillas de maíz en una maceta que “luego se pone el mero día” con el ánimo de “dar gracias porque se tiene agua y pedir que no falte”. Esta ofrenda hace parte de la “continuidad cultural” en el pueblo, pues son acciones rituales que organizan la vida colectiva y se ubican histórica y cosmológicamente. Son “formas de dar servicio a la colectividad” (Good, 2007: 25-26) y plasman una memoria histórica de su vida ritual que en el presente suelen ser acciones reelaboradas. A ejemplo de ello, dos adultos mayores observaban que las decoraciones han cambiado: “antes sólo era la maceta con los brotecitos del maíz” y cada vez involucra a menos familias, “son pocos quienes todavía lo hacen”. Se reconocen como tradiciones que se han ido perdiendo o que sólo las practican los mayores.

“¡Que toda el agua sea accesible!”

Se explicaba que los manantiales del pueblo fueron entubados en distintos periodos de tiempo por la “necesidad del agua”, pero debido también al crecimiento de la población (en los sesenta eran 3.000 personas, entre los ochentas y noventas 6.000, en el año 2000 alcanzaban 8.000, en el 2005 subió a 14.000, en el 2010 a 20.000 y en el 2015 a 26.000 personas). Las familias “se fueron desdoblando” y empezaron a ocupar los terrenos de milpas para construir sus viviendas (regularmente heredados por padres o abuelos) donde debían buscar la dotación de servicios públicos.

Así las cosas, los discursos sobre la “escasez”, tener que “tandear” y “batallar por el agua”6 corresponden a dichos cambios sociodemográficos. Se habla de “repartir equitativamente” el agua. Situación que aún genera conflictos entre los pobladores por las condiciones topográficas del pueblo. Entre las décadas de los ochenta y noventa los niveles de los manantiales se redujeron. Situación que se agudizó con los incendios forestales de 19987 porque la ceniza resultante no permitía que se filtrara el agua de lluvia para recargar los mantos acuíferos.

Al respecto, se reconoció que la gestión del Proyecto Sistema Lerma-Cutzamala (iniciada en el mismo año de los incendios) y su consecuente implementación (realizada entre mayo a junio de 2016), marcó una serie de incertidumbres, confrontaciones y rupturas entre pobladores: “No queremos que la Delegación entre al pueblo”, “toda esa agua la va a disfrutar gente que no es de Santa Rosa, gente que vino a vivir porque le compró a uno y a otro” (Ejidatario, hombre de 69 años,

6 Esta mención refiere una paradoja en el pueblo porque reconocen que tienen recursos naturales pero se presenta la carencia del agua en unos lados y el desperdicio en otros. Los relatos expresaron una convivencia con y en “el ojo de agua” caracterizada por la abundancia, el desperdicio y la falta del recurso.

(5)

10-2016). “El agua del Cutzamala” al ser considerada un “agua Federal” despertó alertas en la comunidad sobre las consecuencias socioeconómicas y políticas que implicaría traerla al pueblo. Se trata de un agua “externa” que aún genera incertidumbres. Sin embargo, en aras de solucionar la escasez y bajo una visión prospectiva del agotamiento de las fuentes, las Representaciones buscaron alianzas con la Delegación y se insertaron en lógicas gubernamentales que responden a tiempos y formas de operación particulares. No quiere decir que dentro de estas gestiones -contradictorias o no con las formas de organización comunitaria- cese la preocupación por “dejar de ser pueblo” y sostener una “autonomía” frente al Estado, antes bien, resultan frecuentes estas expresiones en sus discursos, tal vez a modo de reafirmación cultural.

En su momento hubo rechazo a las obras del Cutzamala por parte de la población. Desde acciones de resistencia (tirarse al piso para detener retroexcavadoras y formar campamentos que impedían el paso de trabajadores de la Delegación) hasta la inacción (actitudes de apatía frente al proceso), pero finalmente, se llevaron a cabo y el abastecimiento con “el agua del Cutzamala” hoy es un hecho. Las familias quienes cumplieron con los requisitos exigidos por la coordinación general del agua ya cuentan con sus tomas y gozan del líquido. Frente a ello, otro de los compromisos para el dueño de la toma era “apoyar” con votos en las elecciones del Comité Ciudadano (respaldadas por el PRD). Evento que refleja cómo las prácticas hegemónicas gubernamentales han permeado los espacios locales y generado cambios políticos. Se señaló abiertamente que al estar “a favor” del Diputado en turno, se puede lograr con mayor facilidad la asignación de recursos económicos para el desarrollo de obras en el pueblo (Representante de calle, mujer de 39 años; 03-11-2016).

En las memorias recogidas, se presenta una referencia constante de las confrontaciones y negociaciones entre pobladores (“originarios”8 y “fuereños”9) y agentes externos (instancias político-gubernamentales y pueblos cercanos) para resolver un problema común: el abastecimiento de agua. Éstas develan una reconfiguración constante de territorialidades, entendidas como aquellas acciones dadas en un lugar o espacio geográfico a través de las cuales se produce y se reproduce el poder, pues traen consigo las dinámicas locales de los actores o del grupo social, quienes se identifican y reconocen de determinado territorio (Nates, 2002). En ese sentido, puede afirmarse que las memorias del agua, reelaboran y resignifican las ciudadanías e identidades comunitarias por cuanto sus prácticas y disposiciones simbólicas dadas en el presente se orientan desde su conexión con el pasado (Taylor, 2003) en el que “todos éramos pobres pero parejos” y “se preocupaban por hacer los trabajos juntos” (Diario de campo, 10-05-2016).

8 A quienes se identifican como familias fundadoras del pueblo. También se les denomina nativos. 9 Es la referencia para quienes provienen de otros pueblos, colonias o Estados. También se les

(6)

La nostalgia de un pasado rural de convivencia armónica con la tierra y el agua señala una fractura dada por el crecimiento sin límites, asociado a un proceso de urbanización que ha estado acompañado de diferenciaciones y pugnas geográficas (entre quienes viven en la parte alta o baja del pueblo y de esta manera reciben más o menos agua); socioculturales (mediadas por la condición de ser originarios o “fuereños”, por quienes guardan las tradiciones, se involucran y participan en los “usos y costumbres” del pueblo, en tanto les permite gozar de reconocimiento y privilegios); económicas (quienes acceden al agua pagando determinado costo o valor o quienes no necesitan de tandeos porque pagan pipas) y políticas (a partir del reconocimiento de diversas ciudadanías según las relaciones establecidas con el Estado, el control y manejo que hacen de sus recursos) que de alguna manera han perdurado en el tiempo y generado una pluralidad de fronteras con sus consecuentes conflictos, contradicciones y negociaciones entre agentes involucrados.

En consecuencia, las formas de organización comunitaria con sus espacios y tiempos -particulares y significativos- guardan intersticios relacionales para el control y manejo del agua. Sus reglamentos internos, alianzas o distancias con partidos políticos y respuestas frente al proceso de implementación del Proyecto Sistema Lerma-Cutzamala constituyen espacios de tensión y negociación que reconfiguran sus formas de gobierno u órdenes locales. Marcan convergencias e interdependencias entre diversos agentes (humanos y no humanos) quienes más allá de ser -o reconocerse entre sí- “contrarios”, logran compartir y mantener la idea de “ser pueblo”, como identidad comunitaria basada en un pasado con manantiales abundantes, que articulaban a las familias para “hacerse del agua” y de los que disponían libre y espontáneamente.

Gestión, abastecimiento y memorias del agua

“La red” o el Sistema de abastecimiento de agua entubada está alimentado por los manantiales de la Capilla (dividida en parte alta y baja) y del Desierto de los Leones, aunque desde mayo de 2016, circula “agua del Cutzamala”. La distribución se realiza a través de la activación de bombas eléctricas que dirigen el agua hacia los tanques de almacenamiento (ubicados en las partes altas del pueblo) desde donde baja o cae por gravedad a los diferentes ramales o calles según los tandeos10 estipulados. Cada fuente de agua tiene sus propias Representaciones o coordinaciones del agua, quienes se encargan del control y manejo del sistema (con sus respectivos

(7)

representantes de calle y fontaneros, tandeosy reglamentos internos) de acuerdo a la necesidad del recurso. Operan de manera “independiente” una de otra, así haya una Comisión o coordinación general del agua. De esta manera, evidencian distintas territorialidades que involucran relaciones de poder entre diferentes agentes sociales y diversas formas de apropiación y producción territorial que buscan distinguirse entre sí y se reconfiguran en el tiempo y en el espacio.

Con la entrada de la Ley de Participación Ciudadana de 2010, se presenta un parte aguas en las formas de organización comunitaria, puesto que el Comité Ciudadano11 (antes Comité Vecinal) cambia su manera de ser elegido. Ya no se hace a mano alzada como parte de los “usos y costumbres”, sino que se hace por votaciones públicas a través del registro de planillas12. Este Comité, elige a su vez a la Coordinación de Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente13, considerada el único canal válido o legítimo de interlocución directa con la Delegación para cualquier tipo de solicitudes referentes al Sistema de abastecimiento14 puesto que es una de sus Comisiones de trabajo y están registrados ante instancias legales y normativas del gobierno. Sin embargo, como ya se mencionaba anteriormente, cada coordinación de agua actúa de manera independiente y tiene sus propias formas de relacionarse con el Estado.

Ahora bien, los tandeos han reflejado la problemática de escasez porque fue necesario realizar la distribución del agua entre un número determinado de calles o ramales para que alcanzara a llegar el líquido a otros lugares donde la presión del agua es baja por su condición topográfica. Ésta práctica que buscaba dar una solución al abastecimiento, se convirtió en motivo de pugnas internas entre vecinos y las diferentes Representaciones del agua ya que subyace lógicas de poder y control del territorio que se comparten y contrastan al mismo tiempo.

Porque la gente que tiene agua del Desierto de los Leones, tiene mucha más agua. Geográficamente es por donde primero llega el agua, el tubo va lleno en

11 Instancia que se encarga de la administración del pueblo y encabeza sus diferentes Representaciones o autoridades.

12 Esta conformación de planillas se reconoce como una forma de elección “politizada” por cuanto diferentes partidos políticos apoyan su planilla y generan divisiones internas en el pueblo por la contienda partidista.

13 A esta Representación se le conoce en el pueblo desde diferentes denominaciones: Comisión del agua, Coordinación General del agua o Coordinación del agua, porque a los demás grupos encargados del control y manejo de las fuentes de agua se les llama por el nombre de la fuente. 14 Toda solicitud escrita dirigida a la Delegación debe contar con la firma y el sello de las

(8)

esa zona. Cuando ya baja hacia Juarez, Rinconada, ya viene sin fuerza, ya tienen poca agua porque ya vienen del descanso de un tanque. [...] Hay diferencias porque cada representación aunque tuviera que estar homologado no lo está. Para dar una toma de agua en un lugar, aunque teóricamente son los mismos requisitos, en un lugar son más flexibles, en otro lugar cobran, en otros lugares son más compadrazgos, en otros lugares hay más agua. Y la diferencia total es el Cutzamala, como viene del gobierno, trae otros requisitos completamente diferentes (Comerciante, hombre originario de 43 años; 23-10-2016).

Los pagos de cuotas (mensual, bimestral o anual según el caso) a los Representantes de calle para que paguen el servicio de tandeo a los fontaneros y se cuente con un fondo para el mantenimiento del sistema; participar en las faenas15 y realizar cooperaciones al pueblo16, se reconocen dentro de los reglamentos de las coordinaciones del agua como deberes a cumplir por ser originarios (“ser del pueblo”) o vivir en el pueblo, en tanto éste se rige por “usos y costumbres”. Se debe cooperar y cumplir con sus obligaciones. Aunque es reconocido al interior de la comunidad que se obtienen beneficios o privilegios en los tandeos por ser amigos, familiares o tener un compadrazgo así no se cumpla con los pagos o faenas. Situación que al ser socializada entre quienes sí cumplen ocasiona fricciones en las relaciones.

Por otro lado, las coordinaciones del agua se cruzan con las dinámicas dadas en otras fuentes de abastecimiento como el “agua del Chorrito”17 y las aguas consideradas de temporal o escurrideros que presentan un flujo reducido en época de lluvias. Estas aguas se capturan en tanques o pozos de almacenamiento y pueden ser utilizadas libremente por las personas quienes llegan a surtirse allí -en su mayoría porque no tienen capacidad económica-. De esta forma, puede observarse que se conserva la práctica histórica de acceder al agua sin necesidad de un control o pago establecido, pero con su carácter de precariedad y la mediación de disputas entre quienes llegan o no de primeros para abastecerse.

En síntesis, las rememoraciones del agua sirvieron como huellas de un pasado en el que las personas evocan la abundancia del recurso, y a partir de las cuales, han generado acciones de identificación con un territorio que busca ser experimentado

15 Trabajos colectivos para la reparación o mantenimiento de espacios compartidos del pueblo, tales como el panteón, el monte, la plaza, la Capilla, la Iglesia.

16 Se refieren a los cobros que realizan las mayordomías, gremios y demás grupos encargados de organizar las fiestas cívicas y religiosas.

(9)

como un todo, pero que se encuentra fragmentado geográfica, política y socialmente. Estas memorias sobre el agua, re-crearon dinámicas de relación entre Representantes quienes a simple vista se reconocen y trabajan como contrarios, pero que a pesar de sus diferencias (en las acciones y adscripciones políticas), comparten modos de “ser pueblo” a través de la celebración de ciclos agrícolas y religiosos; convergen en otras instancias socioeconómicas (distribución de leche Liconsa, eventos cívicos, deportivos) y crean experiencias del territorio común donde los modos de habitar y simbolizar se traducen en acciones y posibilidades de recreación de la vida social que inscriben formas de ser y estar coexistentes desde la interdependencia, y de acuerdo a Tim Ingold (2000), en el reconocimiento o vivencia del entorno a través del movimiento, en el ir y venir de imaginarios, memorias, prácticas y discursos que constituyen territorialidades compartidas y contrastadas.

Reflexiones finales

Esta comunidad como espacio rural que se encuentra al surponiente de la Ciudad de México y conserva una identidad territorial y cultural diferenciada, reconocida por sus formas de organización social, la tradición de sus fiestas religiosas y la relación con sus recursos comunes (suelos, bosques y agua), reviste una importancia geoestratégica para sus habitantes e instancias gubernamentales en razón de su biodiversidad ecosistémica, que permite la captación, infiltración y recarga de mantos acuíferos y la producción de oxígeno, por tanto, la preocupación manifiesta de preservar bosques y suelos de conservación así como su condición de pueblo, con una autonomía frente al control y manejo de sus recursos.

No obstante, el estado de liminalidad territorial del pueblo por el conflicto agrario con San Mateo Tlatenango (que se revierte en el vacío jurídico sobre la legalización de tierras) y el traslape de funciones administrativas delegacionales (en unas partes del pueblo llegan recursos de Álvaro Obregón y en otras de Cuajimalpa), ubican una ambivalencia política que genera divisiones y repercute en la actuación de las Representaciones, quienes deben crear estrategias de relacionamiento (“instrumentalizando” sus identidades) a través de redes clientelares con partidos políticos para acceder a servicios urbanos, los cuales, finalmente hacen parte constitutiva de sus derechos de y a la ciudad.

(10)

Los cambios experimentados por el crecimiento poblacional (evidenciados en el paisaje por la ocupación de terrenos donde antes eran milpas y la proliferación de construcciones de viviendas que requieren de la dotación de servicios públicos) y la implementación del Sistema Cutzamala (Programa bandera de la Delegación que todavía se encuentra en proceso) evidencian la continua apropiación y transformación del territorio, caracterizada por la coexistencia de formas políticas tradicionales (“usos y costumbres”) y modernas (ejercicios de participación democrática) cuyos traslapes y aparentes contradicciones activan y mantienen la memoria colectiva de un “hacer entre todos” que persigue un objetivo común: “ser pueblo”.

Precisamente, las “faenas” o trabajos colectivos realizados cuando se empezó a construir el sistema de abastecimiento para acceder al agua potable fueron rememorados como parte de ese “ser pueblo” que “se está perdiendo”. Los símbolos de “progreso” (casas más grandes y lujosas) y “beneficios individuales” (apoyos a ciertas personas) son reconocidos entre la población como cambios que señalan una pérdida de identidad comunitaria, pero al mismo tiempo, manifiestan un proceso de urbanización que se ha dado con esa convergencia de prácticas y memorias que evocan y contrastan -indistintamente- modos de ser y hacer de la comunidad. Por tanto, las diferentes gestiones comunitarias y memorias del agua al materializar los cambios del paisaje, también dan cuenta del continuo proceso de urbanización que se vive en un área periférica de la Ciudad de México.

El análisis de la pluralidad de memorias, territorialidades y gestiones sobre los manantiales desde una perspectiva antropológica, permitió complejizar el panorama de las interacciones dadas, en tanto se conjugaron e interpelaron disposiciones simbólicas, intencionalidades y acciones particulares en aras de trascender las miradas y respuestas dicotómicas sobre el contexto comunitario, tendientes a diferenciar entre lo tradicional-comunitario y lo moderno-capitalista.

BIBLIOGRAFÍA

Bachelard, Gaston (2000). La Poética del espacio. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Connerton, Paul (1989). How societies remember. Great Britain: Cambridge University Press.

Good Eshelman, Catharine (2007). “Historia propia, vida ceremonial y continuidad cultural”, en Mirada Antropológica, Nueva Época, núm. 6, pp. 11-29, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

(11)

Harvey, David (1998). “La experiencia del espacio y el tiempo”, en La condición de la posmodernidad: investigación sobre los orígenes del cambio cultural. Buenos Aires: Amorrortu, pp. 223-356.

Ingold, Tim (2000). The perception of the environment. Essays on livelihood, dwelling and skill. London and New York: Routledge.

Kloster, Karina Beatriz (2014). “La construcción de ciudadanía y los conflictos por el agua” en De alba M., Felipe y Amaya V., Lourdes (Coords.), Estado y ciudadanías del agua. Cómo significar las nuevas relaciones. México: Universidad Autónoma Metropolitana -UAM-, Unidad Cuajimalpa, pp. 63-103.

Long, Norman (2007). Sociología del desarrollo: una perspectiva centrada en el actor. México: El Colegio de San Luis Potosí, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores.

Magazine, Roger (2015). El pueblo es como una rueda: hacia un replanteamiento de los cargos, la familia y la etnicidad en el Antiplano de México. México: Universidad Iberoamericana.

Martínez Omaña, María Concepción (2014). “Actores, prácticas y representaciones sociales del agua en la Ciudad de México, Siglo XX: Apuntes sobre otra configuración de ciudadanía”, en De alba Murrieta, Felipe y Amaya Ventura, Lourdes (Coords.), Estado y ciudadanías del agua. Cómo significar las nuevas relaciones. México: Universidad Autónoma Metropolitana -UAM-, Unidad Cuajimalpa.

Martínez Omaña, María Concepción y Romero Navarrete, Lourdes (Coords.) (2015).

Agua e historia. Experiencias regionales, siglos XIX-XXI. México: Instituto Mora. Contemporánea Estudios Regionales.

Navaro-Yashin, Yael (2013). “Objetos de violencia, espacios afectivos, zonas de ruina. Un estudio teórico de los ambientes de la posguerra”, en Bifurcaciones: Revista de estudios culturales urbanos, núm. 14, Primavera 2013, Septiembre-Noviembre, Universidad Católica del Maule.

Nates Cruz, Beatriz (2002). “Territorio y Cultura: territorios de conflicto y cambio sociocultural”, en Memorias Seminario Internacional sobre Territorio y Cultura. Octubre 23 al 27 de 2001. Manizales: Universidad del Caldas.

Nora, Pierre (2008). Les lieux de mèmoire. Montevideo: Ediciones Trilce.

(12)

Padilla Calderón, Esther (2012). Agua, poder y escasez. La construcción social de un territorio en un ejido sonorense, 1938-1955. México: El Colegio de Sonora.

Taylor, Diana (2003). The archive and repertoire. Performing Cultural Memory in the Americas. London: Duke University Press.

Warman, Arturo (2004). El Campo mexicano en el Siglo XX. México: Fondo de Cultura Económica.

Zerubavel, Eviatar (2007). “Calendarios e historia. Un estudio de la organización de la memoria nacional”, en Aguiluz Ibarguen Maya y Gilda Waldman M. (Coords.),

Referencias

Documento similar

En junio de 1980, el Departamento de Literatura Española de la Universi- dad de Sevilla, tras consultar con diversos estudiosos del poeta, decidió propo- ner al Claustro de la

E Clamades andaua sienpre sobre el caua- 11o de madera, y en poco tienpo fue tan lexos, que el no sabia en donde estaña; pero el tomo muy gran esfuergo en si, y pensó yendo assi

[r]

SVP, EXECUTIVE CREATIVE DIRECTOR JACK MORTON

Social Media, Email Marketing, Workflows, Smart CTA’s, Video Marketing. Blog, Social Media, SEO, SEM, Mobile Marketing,

Missing estimates for total domestic participant spend were estimated using a similar approach of that used to calculate missing international estimates, with average shares applied

Habiendo organizado un movimiento revolucionario en Valencia a principios de 1929 y persistido en las reuniones conspirativo-constitucionalistas desde entonces —cierto que a aquellas

The part I assessment is coordinated involving all MSCs and led by the RMS who prepares a draft assessment report, sends the request for information (RFI) with considerations,