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Minimización. Residuos.

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Academic year: 2020

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Master en Ingeniería y Gestión Medioambiental 2007/2008

Módulo: RESIDUOS

MINIMIZACIÓN

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Índice

PARTE I...3

1. INTRODUCCIÓN A LA MINIMIZACIÓN DE LA GENERACIÓN DE RESIDUOS...4

2. CONCEPTO DE MINIMIZACIÓN...6

3. MÉTODOS Y TÉCNICAS DE MINIMIZACIÓN...7

3.1. Gestión de Inventarios...7

3.2. Modificación de los procesos productivos...8

3.2.1. Cambios de productos, materias primas y otros materiales que intervienen en los procesos...8

3.2.2. Mejoras y cambios en los equipos ...9

3.2.3. Mejora de los procedimientos de operación y mantenimiento ...9

3.3. Reducción de volumen...10

3.3.1. Segregación en el origen ...10

3.3.2. Concentración ...10

3.4. Reciclado y recuperación...11

3.4.1. Utilización directa en procesos productivos...11

3.4.2. Reenvío de los residuos y subproductos al proveedor ...11

3.4.3. Empresas dedicadas al reciclaje ...11

3.4.4. Intercambio de subproductos. Bolsas de subproductos...11

3.4.5. Recuperación de materias primas y energía ...12

4. MOTIVOS A FAVOR Y EN CONTRA DE LA MINIMIZACIÓN...12

5. PLAN DE MINIMIZACIÓN...14

5.1. Seguimiento y control...16

5.2. Importancia del diseño en la minimización...17

6. METODOLOGÍA PARA REALIZAR UN PLAN DE MINIMIZACIÓN...19

6.1. Manuales y Guías de Minimización...20

6.2. Manual MEDIA...21

PARTE II...25

CASO PRÁCTICO: PLAN DE GESTIÓN INTEGRAL APLICADO A UNA AZUCARERA ...26

DIAGRAMA Nº 1: GENERAL DE LA INSTALACIÓN ...30

DIAGRAMA Nº 2: DE FLUJO Y BALANCE DE MASAS DE LA DEPURACIÓN DE LA AZUCARERA ...31

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1. INTRODUCCIÓN A LA MINIMIZACIÓN DE LA GENERACIÓN DE RESIDUOS

El desarrollo social, tecnológico y los procesos productivos conllevan, casi necesariamente, el aumen-to de la generación de residuos. La mayor parte de las actividades industriales son potencialmente productoras de residuos, pero el consumo humano también los genera y sin él la industria no tendría razón de existir.

La problemática medioambiental existente, es consecuencia del desequilibrio mantenido en los crite-rios de planificación en favor de un estricto desarrollo económico. Sólo recientemente se ha iniciado un proceso de integración de las políticas medioambientales con las de otros órdenes socioeconómi-cos, tanto en el ámbito regional como nacional e internacional.

Sin embargo, la preocupación por dar a estos residuos un destino adecuado, para la preservación del medio ambiente y la salud humana, es relativamente reciente en los países industrializados. El fuerte aumento de la contaminación en los medios receptores, la resonancia mundial de algunos sucesos ampliamente difundidos y el incremento del bienestar social que ha llevado aparejada la satisfacción de una serie de necesidades primarias, han favorecido la concienciación ciudadana sobre este proble-ma.

Hay que destacar la gran concienciación ecológica en Europa, así como la gran fuerza alcanzada por los grupos ecologistas y partidos verdes, con presencia en algunos gobiernos europeos.

Se cree en el ámbito de lo raro y lo inaccesible la propia esencia de los residuos. Sin embargo a menu-do convivimos con ellos sin mayor preocupación. La peligrosidad no suele estar en la propia esencia de los residuos, sino en el uso o mala gestión de los mismos.

Los procesos naturales ya no pueden asimilar o degradar todas las sustancias químicas que se vierten al medio ambiente, por lo que aunque el modo de vida actual implica la generación de residuos, hay que hacer un esfuerzo en la reducción en origen, en el reciclaje y en la recuperación.

Como se van limitando, restringiendo e incluso eliminando soluciones para determinados flujos de residuos sin aportar otras nuevas, se pude llegar a un callejón sin salida. Por ello hay que afrontar el problema desde un punto de vista esencialmente científico, técnico y económico (no postergar las soluciones por motivos localistas, políticos y sentimentales) y desterrar el denominado síndrome NIMBY ("not in my back yard", no en el patio trasero de mi casa), en torno a la localización de insta-laciones de gestión de estos residuos.

Para mantener la estrategia elegida hay que introducir las razones económicas en el análisis de solu-ciones. Al argumentar sobre la base de razonamientos ambientales, es fundamental distinguir entre los que compadecen rigurosamente con la realidad de los que solo sirven para encubrir la falta de argu-mentación y la imposibilidad de establecer un debate en términos científicamente aceptables.

También hay que diseñar los productos pensando en que va a pasar con ellos cuando se conviertan en residuos al final de su vida útil y por tanto los flujos de los mismos.

Será necesario modificar ciertos hábitos de consumo, potenciando los productos con punto verde, la recogida selectiva en la manera y con la frecuencia económicamente más eficiente y en las opciones reales de reciclaje. Como al aumentar el poder adquisitivo de los ciudadanos aumenta la cantidad de residuos, hay que conseguir que la cantidad de residuos a tratar, disminuya.

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de los residuos tratando de impedir que aparezcan o reducir su alcance, más que de controlarlo a pos-teriori.

En la sociedad moderna, inmersa en el desarrollo tecnológico, los procesos industriales conllevan, casi necesariamente, el aumento de la generación de residuos peligrosos. La mayor parte de las actividades industriales son potencialmente generadoras de residuos y estos pueden tener su origen, con carácter general, en alguna de las siguientes causas:

a) Procesos de fabricación que producen subproductos no deseados o inútiles.

b) Productos acabados que por diversos motivos no tienen utilidad.

c) Productos inútiles o residuales resultantes del uso de productos acabados.

A pesar de que este desarrollo tecnológico es relativamente antiguo, la preocupación por dar un desti-no adecuado a los residuos, para la preservación del medio ambiente y la salud humana, es en cierto modo reciente en los países industrializados.

La Comisión Europea ha armonizado todos los aspectos de gestión de los residuos con el objeto de que los residuos no viajen desde países con legislaciones ambientales muy exigentes a otros menos exigentes. Además, se trata de prevenir problemas derivados de la competencia, al ser los costes deri-vados de la gestión de los residuos necesariamente internalizados por las empresas, o incluso el que las empresas emigren de los países exigentes medioambientalmente hacia los menos exigentes. Todo ello en sintonía con el principio comunitario de “quien contamina, paga”, con arreglo al cual se ha desarrollado la legislación de los países industrializados.

Ahora bien, lo más razonable es el tratar de reducir al máximo la producción y la toxicidad de los residuos peligrosos, y en ese sentido se están dirigiendo los mayores esfuerzos propiciados en Europa y en Estados Unidos, adoptando soluciones de minimización, bien modificando los procesos, incor-porando tecnologías limpias o bien mediante la reutilización de las materias contenidas en los resi-duos, a través de técnicas de regeneración, recuperación o reciclaje, así como del aprovechamiento de los mismos.

En este sentido es necesario realizar proyectos que contemplen la prevención y el control de la conta-minación en las empresas, existentes o de nueva implantación, tendentes a evitar, corregir o compen-sar sus efectos sobre el medioambiente.

Finalmente, la tardanza en adoptar medidas adecuadas con los residuos por parte de los distintos paí-ses y los años sin control, nos han dejado en herencia el problema de la recuperación de espacios con-taminados que multiplican sus efectos a lo largo de décadas y que requieren la puesta en marcha de nuevas técnicas de detección, identificación, análisis y tratamiento, así como la necesidad de grandes recursos financieros.

La amenaza que suponen los problemas medioambientales dio lugar a la publicación en 1987 del informe Our Common Future (Nuestro futuro común), donde se habla de desarrollo sostenible, que-dando definido como:

“Desarrollo permanente de la humanidad capaz de satisfacer las necesidades de la sociedad actual sin poner en peligro la capacidad de satisfacer también las necesidades de las gene-raciones futuras”.

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2. CONCEPTO DE MINIMIZACIÓN

Se entiende por Minimización de los residuos y emisiones de un proceso productivo en una indus-tria, la adopción de medidas organizativas y operativas que permitan disminuir hasta niveles eco-nómica y técnicamente factibles la cantidad y peligrosidad de los subproductos y contaminantes generados (residuos y emisiones al aire o al agua) que precisan un tratamiento o eliminación final. Esto se consigue por medio de su reducción en origen y, cuando ésta no es posible, el reciclaje de los subproductos, en el mismo proceso o en otros, o la recuperación de determinados componentes o recursos que contienen.

La minimización comprende, pues, tres posibles niveles de actuación.

• La Reducción (en origen) de la generación de subproductos, por medio de la adopción de buenas prácticas operativas, la optimización de los procesos, el cambio de tecnologías (por otras más limpias), la sustitución de materias primas, y la modificación de productos.

• El Reciclaje de los subproductos, es decir su utilización como materia prima en los mismos procesos generadores o en otros, en la misma factoría o en otra exterior, tal cual o tras un tra-tamiento previo simple. En muchos casos puede requerir el soporte de ciertos intermediarios, y unas condiciones adecuadas del mercado (precio, confianza, estabilidad, etc.). La reutiliza-ción directa se considera comprendida en este concepto.

• La Recuperación de las substancias o recursos de interés contenidos en el subproducto, por medio de procesos de extracción, para su aprovechamiento con otro fin (metales preciosos de unos catalizadores, energía de unos lodos, etc.).

La minimización no supone una concepción simplemente técnica, sino que se precisa su incorporación a la filosofía de gestión de las organizaciones, asumida por la dirección, y con incidencia en las políti-cas de todos los departamentos y en el quehacer de los empleados.

Hay que tener en cuenta que el concepto de minimización no se puede circunscribir a un área en parti-cular (atmósfera, efluentes o residuos sólidos), por lo que este concepto ha de entenderse en sentido global, medioambientalmente hablando.

Existe unanimidad en que la minimización constituye la opción ambientalmente prioritaria para resolver el problema de los residuos y emisiones de las empresas, y también una brillante oportuni-dad económica para reducir los costes productivos y lograr otras mejoras inducidas y, por tanto, au-mentar su competitividad. Los siguientes hechos hacen que esta realidad sea cada día más acusada:

• La legislación en este campo es cada vez más exigente, y en ocasiones sólo se puede satisfa-cer adoptando medidas de Minimización.

• El control de su cumplimiento es cada día más estricto y son frecuentes las sanciones y liti-gios por el recurso a prácticas ilegales

• El consiguiente aumento del coste de tratamiento y eliminación, que resulta acentuado por nuevos impuestos a que se ven sometidos estos sistemas y por el aumento del coste de los nuevos sistemas de depuración asociados a las nuevas tecnologías.

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• Gran parte de las medidas de minimización suelen reportar mejoras de la calidad de los productos y del ambiente de trabajo, con sensibles repercusiones en la productividad.

• Las industrias han asumido que el problema de sus residuos y emisiones les compete a ellas y prefieren solucionarlo donde tienen ellas el control.

Las industrias españolas están inmersas en un mercado único europeo, cada vez más globalizado, de forma que sus competidoras preocupadas por los temas medioambientales exigen que las demás cumplan con los mínimos exigidos, y cuentan con mecanismos comunitarios para que se aplique el principio de libre competencia, sin distorsionar las condiciones de unidad de mercado.

Las empresas españolas tienen la oportunidad de satisfacer estas exigencias legales, utilizando las excelentes posibilidades que aporta la minimización.

3. MÉTODOS Y TÉCNICAS DE MINIMIZACIÓN

Las técnicas y procedimientos de minimización tienen cabida en cualquier proceso productivo y pueden ser muy diversos, sin embargo no tienen porque estar basados en tecnologías punta o requerir grandes inversiones de capital. Muchas técnicas son simples cambios en el manejo de materiales o buenas prácticas de mantenimiento y operación.

Las técnicas de minimización se pueden dividir en cuatro grupos principales:

1. Gestión de inventarios.

2. Modificación de los procesos productivos.

3. Reducción de volumen.

4. Reciclado y recuperación.

3.1. Gestión de Inventarios

Esta técnica se basa en establecer un control adecuado de las materias primas y los productos inter-medios y acabados, así como de los flujos de residuos asociados, en todas las etapas relativas a su almacenamiento o manejo.

Estas prácticas deben analizarse en primer lugar, pues su implantación conlleva un coste mínimo y pueden tener un impacto positivo en la propia gestión de la empresa, al estar ligadas a prácticas de gestión.

Dentro de esta técnica se distinguen dos aspectos:

Control de stocks

Trata de reducir la cantidad de materias primas y productos intermedios y acabados para evitar que puedan generarse residuos por su obsolescencia o caducidad; o que resultan inser-vibles a causa de cambios en los procesos de producción.

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o Comprar la materia prima estrictamente necesaria para operar durante un tiempo determinado.

o Utilizar los embalajes adecuados, de tamaño adecuado al volumen de producto uti-lizado y, preferiblemente, reciclables.

o Establecer los mecanismos para comercializar materias primas o productos que están caducando o se están quedando obsoletos.

o Implantar procedimientos de control de calidad de los productos comprados, antes de aceptarlos en la planta.

o Realizar un análisis exhaustivo de cualquier nuevo proceso que se desee implan-tar, considerando los compuestos que será preciso emplear, con incidencia en aque-llos compuestos que serán nuevos en la planta, su posible toxicidad y su vida útil.

Manipulación de productos y materias primas

Los métodos englobados en este apartado tratan de evitar que se produzcan pérdidas debi-das a vertidos, lixiviación o contaminación de los materiales, para lo cual tratan de implantar los sistemas y procedimientos adecuados que garanticen la correcta manipulación de las ma-terias primas y los productos en la planta, para que no se conviertan en residuos.

Un aspecto importante de la minimización es la correcta gestión de los residuos, en este sentido, reviste una gran importancia el análisis frecuente de los diferentes residuos que se generan, para poder determinar con precisión sus características, conocer las posibilidades de reciclaje o recuperación, y definir los procedimientos de gestión idóneos.

La buena gestión debe reflejarse en la implantación de un registro permanente de los resi-duos generados y la habilitación de una zona de almacenamiento limpia y ordenada, con los sistemas precisos de recogida de escapes.

3.2. Modificación de los procesos productivos

Generalmente un mismo producto puede fabricarse utilizando procesos distintos. La implantación de uno u otro depende de circunstancias diversas, como la inversión inicial necesaria, el coste global, la disponibilidad de la tecnología, etc.

Al tener en cuenta los residuos generados por las diferentes tecnologías, es posible minimizar los residuos sin perjudicar la calidad del producto, sea mediante la elección de la técnica que resulte am-bientalmente idónea, sea mediante cambios en algunas etapas o procedimientos del proceso de pro-ducción, todo esto acompañado en muchos casos de cambios en las materias primas por otras más benignas medioambientalmente. De esta forma pueden alcanzarse resultados excelentes en la minimi-zación de los residuos.

La técnica de modificación de procesos productivos pueden dividirse en:

3.2.1. Cambios de productos, materias primas y otros materiales que intervienen en los proce-sos

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Estos cambios son particularmente complejos y arriesgados, por la posibilidad de afectar la ca-lidad del producto final y con ello, su aceptación por parte del público. Cualquier intento de acometer estos cambios debe ir precedido por un estudio detallado de los productos tóxicos y peligrosos que se generan o utilizan durante los procesos de producción, y los posibles produc-tos alternativos, de menor toxicidad o inertes

Todos los cambios citados y su posible impacto, deben analizarse detenidamente, tanto con re-lación a las variaciones en la calidad del "nuevo" producto, como por su efecto en la salud de los trabajadores, los costes de producción o la generación de residuos, considerada desde una perspectiva multimedia (incluyendo las emisiones atmosféricas y el agua residual).

Cuando puede cambiarse la composición de los productos, materias primas y otros materiales que intervienen en los procesos por otros menos tóxicos, la minimización suele ser muy impor-tante y, en general, se manifiesta en todos los medios: el volumen de residuos generados, el agua residual y las emisiones gaseosas.

3.2.2. Mejoras y cambios en los equipos

Cuando se acomete una implantación de nueva maquinaria o mejora de la existente se aumenta la eficacia y rendimiento del proceso consiguiéndose una reducción de los residuos generados.

Por desgracia, la industria, en su mayoría, carece todavía de una visión global que incorpore en la toma de decisiones los aspectos medioambientales y sus costes.

Este aspecto es doblemente importante: de una parte, porque en el estudio económico se está obviando un tema que puede decantar la inversión hacia una tecnología más generadora de re-siduos y se corre el riesgo de implantarla con un ahorro aparente, pero con un impacto ambien-tal notable y, a la larga, más cara a causa del coste de gestión de los residuos.

Las modificaciones de la maquinaria pueden ser muy simples y económicas, como instalar sis-temas de recolección de lixiviados para tratar de reciclar los productos que contienen, o cam-biar las válvulas en un proceso por otras de más calidad para evitar fugas; pero también puede requerirse un cambio completo de los equipos y la inversión puede ser muy elevada.

Estas modificaciones en los equipos y maquinaria implican, en muchos casos, la necesidad de implantar nuevas prácticas operativas y requiere un profundo conocimiento de los procesos productivos y de los residuos generados.

3.2.3. Mejora de los procedimientos de operación y mantenimiento

Este método constituye uno de los más importantes y económicos para reducir los residuos. Su finalidad es prevenir la generación de residuos producidos por la intervención de las personas o debidos a defectos y fallos de los equipos utilizados, mediante las operaciones precisas de man-tenimiento y puesta a punto de la maquinaria y la adecuación de las operaciones que se des-arrollan en la planta.

El primer paso en la implantación de un programa de mejora de la operación es la revisión de los procedimientos de operación usuales o, si tales procedimientos no existen, el examen de los procesos de producción de forma que se mejore su eficacia. La revisión incluiría todas las fases de producción.

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Una vez establecidos los procedimientos adecuados de operación, deben ser completamente documentados y formar parte del programa de formación (training) de los empleados.

Un estricto programa de mantenimiento, que incida en los aspectos preventivos y correctivos, puede reducir la generación de residuos causada por fallo de equipos.

Mejorar las prácticas operativas y de mantenimiento es relativamente fácil y barato, pero para conseguir buenos resultados es imprescindible obtener información sobre el origen y la causa de los residuos generados.

Otro programa fundamental a establecer en la planta es el programa de formación, en el cual es preciso involucrar, para que sea eficaz, a todos los estamentos de la organización, desde el per-sonal de planta hasta los directivos.

La finalidad del programa es concienciar a todo el personal del impacto que representa, a corto y largo plazo, la generación de residuos y cómo puede reducirse.

La formación deberá incluir: procedimientos correctos de operación y manejo de materias, uti-lización adecuada del equipo, recomendación de programas de mantenimiento e inspección, especificaciones de control del proceso y gestión adecuada de los residuos.

3.3. Reducción de volumen

En este apartado se incluyen las técnicas utilizadas para separar y concentrar los diferentes tipos de residuos generados en una planta, diferenciando sobre todo los que son reciclables o recuperables, así como los que contienen componentes tóxicos y peligrosos.

Estos métodos no conllevan por sí mismos una minimización de los subproductos generados, pero constituyen un paso previo importante para otras operaciones de reciclado y recuperación.

Las técnicas empleadas para reducir el volumen de los residuos especiales pueden dividirse en dos grupos.

3.3.1. Segregación en el origen

Hay que considerar que la mezcla de dos flujos de residuos, uno de ellos tóxico y peligroso, obliga a gestionar el volumen total como residuo especial. También ocurre que la mezcla de di-ferentes flujos dificulta cualquier intento de reciclaje o recuperación de los subproductos y li-mita las opciones de tratamiento.

3.3.2. Concentración

Dichas técnicas reducen el volumen de los residuos mediante un tratamiento físico. Normal-mente retiran una parte no peligrosa, generalNormal-mente agua. Los métodos de concentración inclu-yen: filtración por gravedad y vacío, ultrafiltración, ósmosis inversa, congelación-evaporación, filtros prensa, secado por calor y compactación.

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3.4. Reciclado y recuperación

Una vez agotadas las opciones de reducción de residuos, la alternativa óptima de gestión consiste en aprovechar los subproductos generados, reciclándolos a un proceso que puede ser el mismo en que se han generado u otro distinto, en la misma planta o en otra, o bien extraer del residuo las materias que tienen un valor.

Estas técnicas pueden erradicar los costes de eliminación, reducir los de materias primas y proporcio-nar ingresos por la venta de residuos. La eficacia de estas técnicas dependerá de la capacidad de se-gregación de los residuos recuperables de otros del proceso, lo que asegurará que el residuo no está contaminado y que la concentración del material recuperable es máxima. Los residuos pueden ser recuperados y reciclados en la planta (on site), fuera de ella (off site) o por intercambio entre indus-trias.

Entre las diferentes alternativas de estas técnicas cabe destacar:

3.4.1. Utilización directa en procesos productivos

En la mayoría de los casos, el mejor lugar para el proceso de reciclado de residuos es la propia instalación de fabricación. Los que son materias primas ligeramente contaminadas son buenos candidatos para el proceso de reciclado y pueden ser reciclados más eficazmente en el lugar de su generación. La posibilidad de contaminarse con otros residuos es reducida comparada con el riesgo que implica su manejo y transporte con otros.

3.4.2. Reenvío de los residuos y subproductos al proveedor

Se extiende la tendencia de que el proveedor se responsabilice del reciclaje y/o la gestión últi-ma de los subproductos derivados de la utilización de sus propios productos.

Esto puede constituir una oportunidad de negocio adicional para los proveedores, y un elemen-to de competitividad en el mercado.

3.4.3. Empresas dedicadas al reciclaje

El reciclaje de productos con un alto valor comercial constituye en ocasiones un excelente ne-gocio, por lo cual existen empresas que prestan este servicio: reciben un determinado subpro-ducto para su pretratamiento o regeneración, y lo devuelven al generador para su reutilización. El coste de esta operación debe ser inferior a la suma del coste de la materia prima y los gastos de la gestión del subproducto como residuo.

3.4.4. Intercambio de subproductos. Bolsas de subproductos

En ciertas ocasiones, el residuo puede ser transferido a otra industria para su utilización como materia prima.

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Para facilitar la comercialización externa de los subproductos se han creado las bolsas de trans-ferencia, cuya misión principal es poner en contacto al generador, con cualquier persona o en-tidad interesada en el subproducto generado y viceversa.

Debido a la naturaleza de los materiales de intercambio, estos mercados de subproductos son muy inestables y por tanto muchas veces se precisa la aportación de incentivos o medidas de estabilización, por parte de la Administración, para desarrollarlo o mantenerlo.

3.4.5. Recuperación de materias primas y energía

La Recuperación consiste en la extracción de substancias o recursos de interés contenidos en el residuo para su aprovechamiento con otro fin.

La diferencia entre el reciclaje y la recuperación estriba en que el primero emplea el residuo original (tras un ligero tratamiento, en todo caso), mientras que la recuperación extrae determi-nados elementos que son los que tienen valor mediante un tratamiento del residuo.

La recuperación resulta efectiva cuando la concentración de elementos en el flujo de subpro-ductos es suficientemente elevada, y de ahí el interés en estos casos de las técnicas de reduc-ción de volumen. Los elementos pueden recuperarse en forma de materias primas o de energía, este caso, que reviste una gran importancia y se utiliza ampliamente, consiste en la utilización de subproductos como combustible en lo que se denomina "valoración energética".

4. MOTIVOS A FAVOR Y EN CONTRA DE LA MINIMIZACIÓN

Aunque la minimización constituye la alternativa prioritaria para solucionar los problemas de los residuos y emisiones en las empresas, es necesario señalar desde un principio que la minimización no constituye la panacea para la gestión de todos flujos que se generan en una industria y siempre habrá una parte más o menos importante, que requerirá un tratamiento al final del proceso.

Los motivos para abordar la minimización en una empresa pueden ser diversos:

• Percepción de que la minimización ha reportado beneficios a empresas análogas en circuns-tancias similares.

Problemas ambientales serios en la empresa, que no pueden resolverse (o no es rentable) aplicando la gestión clásica de residuos y emisiones.

• Cuidado de la buena imagen ambiental de la empresa ante la comunidad en que está asenta-da y sus consumidores.

• Imposición de la obligación de minimizar los residuos y emisiones, por ley, como ya existe en algunos países y se incluye en la nueva revisión normativa que se está preparando en Es-paña.

Resultados de una Auditoría de Residuos y Emisiones orientada a la Minimización, que ponen en evidencia posibilidades de mejorar la situación ambiental de la empresa con un cos-te mínimo.

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Pese a que la minimización suele ser rentable en sí misma, existen numerosos obstáculos que dificul-tan su implantación en la empresa:

• Las políticas y características de cada empresa, como que el concepto medioambiental no está incluido en la cultura de la organización.

• El aspecto económico, principalmente el bajo coste de la gestión clásica y la percepción exagerada de que algunas medidas de minimización son caras.

• La información existente insuficiente sobre las alternativas de minimización y las experien-cias previas que han tenido éxito; la legislación y sus implicaciones económicas; y el merca-do de materiales secundarios.

Aspectos tecnológicos reales, como la escasez de programas de investigación, la dificultad de acceder las pequeñas y medianas empresas a algunas técnicas, y el desconocimiento de los residuos y emisiones generados.

• Los de tipo administrativo, entre los que destaca la vigilancia insuficiente sobre el vertido incontrolado y que la legislación y las actuaciones administrativas ambientales con relación al agua, al aire, o los residuos y emisiones, se centran en las opciones clásicas de eliminación.

Por otra parte, para la rápida extensión en España de las practicas de minimización existen una serie de barreras e impedimentos entre los que se pueden destacar las siguientes:

• La insuficiencia del sistema de control de la generación de residuos y de su adecuada gestión. La débil noción de responsabilidad ambiental, debida a insuficiencias legales.

• La carencia de instalaciones de gestión de residuos, con la consiguiente ausencia de un coste tangible a corto plazo para los generadores.

• Las posiciones extremas e injustificadas de algunos grupos políticos y ecologistas que ralen-tizan los esfuerzos por hallar soluciones y confunden a las empresas.

• La falta de concienciación de las industrias, y su natural inercia en los procedimientos de ges-tión diarios.

• La incapacidad técnica y empresarial para abordar a un adecuado nivel los planes de minimi-zación.

• La inexistencia de un sistema de información pública de las substancias emitidas por las in-dustrias al medio.

A pesar de todo lo anterior, está demostrado que la minimización de residuos, es normalmente renta-ble para la industria, además de mejorar el medio ambiente. Algunos de los beneficios económicos serían:

• Reducción de los costes de tratamiento (inversión y operación) de la planta industrial.

• Reducción de los costes de transporte y eliminación de los residuos que es necesario tratar fuera de la planta.

• Reducción de los costes de permisos, cánones, control y sanciones.

• Disminución de los riesgos de derrames, accidentes y emergencias.

• Disminución de la responsabilidad ambiental a largo plazo y los costes de seguros.

• Reducción de los costes de producción a través de una mejor gestión y eficacia.

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• Reducción de los costes de los efluentes y de los cánones a pagar a las autoridades locales por verter a sus plantas municipales.

5. PLAN DE MINIMIZACIÓN

Para realizar un Plan de Minimización, lo primero que hay que hacer es preparar un diagnóstico o auditoría ambiental de la empresa, y ésta se debe orientar hacia un plan de gestión integral de los resi-duos, de forma que deben haberse identificado los flujos de resiresi-duos, así como su coste de gestión. Una vez realizado todo esto, puede iniciarse el Plan de Minimización.

Para ello lo primero será establecer una jerarquía entre los flujos de residuos y ordenarlos para con-centrar los esfuerzos en los más importantes.

Para cada flujo prioritario se determinarán las opciones de minimización existentes, de acuerdo con la jerarquía aceptada en todo el:

Reducir los residuos en origen.

Reciclar los residuos producidos en el mismo proceso donde aparecen.

Reciclar los residuos producidos hacia otros procesos, sean o no de la misma empresa donde se generan.

Recuperar las materias valiosas que contienen los residuos o aprovechar su energía (valora-ción energética).

Las alternativas de reducción en origen que conviene analizar con profundidad de entre las apuntadas en el capítulo de Métodos y Técnicas de Minimización son:

• Buenas prácticas operativas.

• Sustitución de materias primas.

• Modificación de procesos.

• Modificación de equipos.

Las buenas prácticas operativas son de fácil implantación con una inversión muy pequeña. En la mayoría de los casos los resultados que se obtienen son de tipo cualitativo y son difíciles de cuantifi-car aisladamente, ya que a menudo se implantan junto a otros cambios en la planta o bien, los resulta-dos no son documentaresulta-dos por no requerir inversión ni planificación especial.

La sustitución de materias primas por otras menos tóxicas sólo se puede realizar en situaciones muy específicas, pero en esos casos es un sistema muy eficiente. En muchas ocasiones un mismo producto puede elaborarse mediante procesos distintos, y el cambio a un proceso más eficiente además de re-presentar la reducción de residuos buscada, también suele acarrear un incremento en la capacidad de producción, la mejora de la calidad del producto y la reducción de costes.

La modificación de equipos no suele afectar al proceso, aunque lo contrario si se efectúa muchas veces.

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La experiencia demuestra que la reducción es preferible a la venta de los residuos generados.

A continuación habrá que analizar la viabilidad de cada una de las alternativas de minimización identificadas, desde la triple perspectiva técnica, económica y considerando los efectos intangibles (o medioambientales).

Al analizar la rentabilidad hay que considerar períodos de tiempo largo, superiores a 5 años, depen-diendo del tipo de inversiones realizadas y equipos instalados. En equipos nuevos, conviene tomar como período de tiempo la vida útil de los mismos. Sin embargo, se debe ir buscando que el periodo de retorno sea el menor posible, preferible de 3 a 5 años.

Por último cabe analizar los aspectos intangibles, como:

• Mejora de la calidad de los productos,

• Impacto sobre el medio ambiente,

• Efecto sobre la salud de los trabajadores,

• Mejora de las condiciones laborales,

• Responsabilidades futuras a causa de los residuos generados con la opción analizada:

- Accidentes durante el transporte de los residuos,

- Escapes y fugas en los depósitos de almacenamiento,

- Contaminación del suelo,

- Impacto en empresas o viviendas cercanas,

• Influencia en la imagen de la empresa,

• etc.

No se puede incurrir en el grave error de pensar que estos intangibles, por el hecho de apoyarse en criterios cualitativos son menos importantes que la factibilidad económica o la rentabilidad. Estos criterios pueden ser determinantes para aceptar alternativas de minimización que aparentemente no son rentables o son menos rentables que otras.

El plan debe plasmarse en un informe que contemple los resultados y recomendaciones relativos a cada flujo estudiado, así como las alternativas sopesadas. Debe incluir un resumen de las ventajas e inconvenientes de cada opción, con especial incidencia en los aspectos intangibles.

Además es importante que para cada alternativa incluya:

• La reducción de residuos que se espera lograr.

• Cómo contribuye a alcanzar los objetivos de minimización definidos por la dirección.

• La inversión que se necesita y las subvenciones que se pueden conseguir.

• Período estimado de implantación.

• Impacto en la producción.

• Cómo pueden medirse los resultados esperados.

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Por último está la implantación de las opciones seleccionadas, entre las cuales, las buenas prácticas deben implantarse cuanto antes. Para los proyectos que implican cambios tecnológicos, sobre todo si pueden afectar a la producción, hay que establecer un calendario de implantación y verificación de cumplimiento, como otra inversión de la empresa. En general este calendario incluirá las siguientes etapas:

• Diseño detallado de la alternativa propuesta.

• Deben revisarlo las diferentes áreas de la empresa afectadas por el proyecto.

• Preparación de los contratos para los proveedores, definiendo las especificaciones técnicas de la maquinaria y la obra civil, el plazo, etc.

• Selección de los proveedores y constructores.

Es importante obtener garantías de los proveedores antes de implantar un equipo determina-do.

• Control de la instalación de nuevo equipo.

• Formación del personal de producción y mantenimiento.

Muchas veces la formación la proporciona el proveedor de los equipos, mientras que otras veces es responsabilidad de los técnicos de la planta.

• Inicio de las operaciones.

La puesta en marcha es siempre delicada. Los procesos pueden requerir un ajuste gradual pa-ra alcanzar las condiciones óptimas de tpa-rabajo y sin embargo, una mala impresión inicial so-bre el comportamiento del equipo puede ser difícil de borrar entre los operarios.

Debe controlarse escrupulosamente el cumplimiento del calendario de implantación y adoptar las medidas correctoras necesarias en caso de retrasos.

Una ayuda práctica y simple para implantar un Plan de Minimización se puede obtener de la propia auto-evaluación que se pude conseguir a través de Manuales realizados con ese objetivo (Manual MEDIA del MINER, 3R Instituto Cerdá, etc.).

5.1. Seguimiento y control

Es importante controlar la evolución de los resultados para:

Detectar las desviaciones (costo, emisiones, etc.) con respecto al proyecto original y tratar de corregirlas

• Justificar la eficacia de las inversiones realizadas delante de la dirección y poder proseguir con los planes de minimización

Mantener la motivación de todos los empleados, que puedan ver que el plan funciona y no responde a un capricho de la dirección o los técnicos de la planta, y que sus esfuerzos dan re-sultados

• Realizar revisiones y actuaciones periódicas del plan.

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Medir la minimización no es fácil, sin embargo existen diferentes métodos, de los cuales son más utilizados los siguientes:

a) Medida de los productos generados.

b) Medida de los productos utilizados.

c) Variación en la generación de determinados compuestos químicos o contaminantes.

d) Control de los cambios de producción.

e) Medida a nivel del proceso.

f) Medida en el ámbito del proyecto.

Los programas de minimización no tienen una duración fija, prácticamente puede decirse que no aca-ban nunca, pues cuando se han tomado medidas con los flujos importantes o prioritarios, hay que seguir con los menos importantes. Por otra parte, los avances tecnológicos de tratamiento, reciclaje y recuperación, así como presiones legales y del público, pueden obligar a cambiar determinadas solu-ciones adoptadas, o bien que opsolu-ciones que se descartaron o dejaron en segundo plano pasen ahora al primero.

También es importante que se coordinen los planes de minimización con el resto de los programas existentes en la industria, para que los objetivos resulten compatibles y será conveniente analizar la posibilidad de integrar dicho plan o alguna de sus partes, con esos programas que ya estén en funcio-namiento. De esta forma se abarata su coste y pueden obtenerse mejores resultados de los que se ob-tendrían con los dos programas por separado

5.2. Importancia del diseño en la minimización

El diseño de productos o de sus sistemas de fabricación, control, distribución, etc. es una parte muy importante dentro de la minimización, y es que tradicionalmente al diseñador no se le ha pedido que se ocupe sobre los residuos que resultan del proceso de fabricación de los productos que ha creado. La generación de residuos en el proceso de fabricación normalmente se ha aceptado como una conse-cuencia inevitable inherente a la fabricación, así como el coste de gestionar esos residuos. Pero de acuerdo con las nuevas tendencias de las empresas, teniendo en cuenta la especial relevancia que ha tomado la minimización de residuos y la prevención de estos, el diseñador pasa a ocupar un papel importante en la consecución de minimizaciones y éstas ya no son solo competencia de los ingenieros de proceso o de los ingenieros medioambientales.

Recientes directivas, ya transpuestas a la normativa española inciden en este aspecto. Así se tienen decretos como el de vehículos al final de su vida útil (VFU = vehículos fuera de uso) o el de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), que no sólo prohíben el uso de determinadas sustancias y elementos en la fabricación de los productos, sino que determinan determinados porcentajes de reciclabilidad de dichos productos cuando lleguen al final de su vida útil.

Para ayudar en el diseño de productos y equipos se puede seguir la misma metodología que tanto éxito ha tenido al introducir, por ejemplo, requisitos de fabricabilidad, ensayabilidad, etc., y que en general se llaman reglas DFX (Design for X), así surgiría el DFE (Design for Environment ó diseño para el medioambiente), que se define como cualquier actividad de diseño o de ingeniería concurrente cuyo objetivo es el minimizar el impacto medioambiental en la fabricación, uso y eliminación del producto.

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En general, el último objetivo de las prácticas DFE es el reducir el impacto medioambiental de las actividades industriales, no obstante se pueden citar motivos como:

• Adecuación a la legislación medioambiental, eliminando emisiones y vertidos.

• Reducir los costes relacionados con el medio ambiente (M. A.), tales como impuestos, costes de tratamiento y trazabilidad, multas, etc.

• Reducir futuras responsabilidades asociadas con la eliminación de residuos.

• Poder vender los productos en otros países o mercados con leyes y exigencias más estrictas.

• Estar preparados para posibles mayores exigencias en las leyes sobre reciclado (ley de enva-ses).

• Estar al día en cuanto a posibles diseños ecológicos que puedan dar una ventaja estratégica frente a la competencia.

Habitualmente las fábricas consumen grandes cantidades de materiales que no incorporan al producto final. A menos que estos materiales se reutilicen o se reciclen, deberán ser eliminados como residuos lo cual supone un coste adicional. Si además el residuo es tóxico conlleva una serie de responsabilida-des futuras, por ello es de gran importancia la minimización. Además todos los productos manufactu-rados antes o después acaban su vida útil debido al desgaste o uso, o bien porque se quedan obsoletos y los diseñadores del producto juegan un papel fundamental, puesto que en sus manos está el usar o no materiales tóxicos o peligrosos, así como lograr una mejor reciclabilidad del producto.

Existen muchas y buenas razones por las cuales limitar el contenido tóxico de los productos. En primer lugar, nunca se sabe si un producto será reciclado o si sus componentes peligrosos se elimina-rán adecuadamente. Una vez que el producto está en manos del usuario, el fabricante pierde todo el control sobre él y puede que no lo eliminen adecuadamente. Por lo tanto una correcta eliminación del producto es un atributo muy importante de éste y al diseñar un producto libre de elementos tóxicos, se puede prevenir que en su eliminación haya problemas legales para el fabricante.

En segundo lugar, cuanto menos complejo es un producto más fácil resulta reciclarlo. Puede que haya partes de él no reciclables, por lo tanto independientemente del destino final de un producto, parece prudente el evitar que éste incorpore materias tóxicas.

Es preferible reciclar que simplemente desechar puesto que implica conservación de energía y recur-sos. La elección de materiales que van a conformar el producto es clave a la hora de mejorar su reci-clabilidad. Por ejemplo, el elegir materiales reciclables y rechazar los que no lo sean, hace que el valor del desecho del producto al final de su vida útil aumente y sea un buen candidato a ser reciclado. Otro aspecto que incrementará su reciclabilidad es que se diseñe de tal modo que sea fácil desensamblarlo y clasificar sus componentes.

El diseñar que un producto sea reciclable es en gran medida que no contenga materiales tóxicos que impidan su reciclado.

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6. METODOLOGÍA PARA REALIZAR UN PLAN DE MINIMIZACIÓN

El pasar de corregir emisiones y residuos (como si estos fueran ajenos al proceso de producción) a PREVENIR dichas emisiones y residuos supone para las empresas un cambio, que además de ser necesario puede ser ventajoso para las propias industrias, entre otras razones, una no suficientemente expuesta: el reto tecnológico que surge como consecuencia de la búsqueda de soluciones de preven-ción, o lo que es lo mismo, de minimización.

Dentro de los esfuerzos que muchos países desarrollados han realizado para transmitir a la industria los beneficios que comporta la minimización de residuos, emisiones y vertidos, la Agencia de Protec-ción Medioambiental estadounidense (EPA) ha publicado una serie de Guías para la PrevenProtec-ción de la Contaminación dirigidas a numerosos sectores industriales.

En Europa, el programa comunitario EUREKA (Programa Europeo de Cooperación en el ámbito de la Investigación y el Desarrollo orientado al Mercado) ha sido uno de los marcos en el que se han lleva-do a cabo acciones para transmitir a la industria los beneficios derivalleva-dos de la política de prevención de la contaminación.

También en Holanda se han realizado una serie de estudios sectoriales en los que se describen posibles medidas de prevención en los procesos.

Por su parte, la Dirección General XI de las Comunidades Europeas ha elaborado estudios técnico-económicos sobre las medidas de reducción de las emisiones (aire, agua y residuos) basadas en las mejores tecnologías disponibles para diferentes sectores industriales. En dichos estudios se identifican las soluciones aplicables, tanto en los procesos como "al final de línea" y se realiza un estudio técnico-económico de dichas medidas y tecnologías, si bien los datos relacionados con las inversiones econó-micas necesarias están referidos, básicamente, a esas soluciones "fin de línea".

Por otra parte, en Gran Bretaña se han publicado unas Guías para inspecciones medioambientales desarrolladas en función de diferentes procesos de producción. Estas Guías incluyen también una serie de medidas de minimización aplicables a dichos procesos industriales, al objeto de que los inspectores puedan comprobar y, en su caso, sugerir la implantación de dichas medidas por parte de las industrias.

En nuestro país, la Dirección General de Política Ambiental del Ministerio de Obras Públicas, inició a principios de la década de los 90 la elaboración de estudios sobre la problemática ambiental de dife-rentes sectores industriales y la identificación de soluciones aplicables. Dichas medidas, si bien en su mayor parte están referidas a soluciones "fin de línea", incluyen algunas soluciones de prevención en proceso, reciclaje y recuperación.

Por otra parte, la Dirección General de Política Tecnológica del Ministerio de Industria y Energía, elaboró en 1993 el Manual de Minimización Económica del Impacto Ambiental, denominado Manual MEDIA, cuyo objetivo es ayudar a las empresas a considerar el aspecto medioambiental como un factor más de competitividad.

Por su parte, la Unión Europea ha elaborado una Directiva relativa a la prevención y control integra-dos de la contaminación, comúnmente conocida como IPPC. Dicha Directiva tiene por objeto esta-blecer medidas y procedimientos para evitar, cuando sea posible, o reducir al mínimo las emisiones derivadas de las instalaciones industriales de la Comunidad, a fin de conseguir un nivel elevado de protección global del medio ambiente.

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En España, mediante los diferentes Planes Nacionales elaborados para los principales flujos de resi-duos se establecen diferentes objetivos de minimización para esos flujos de resiresi-duos, primando la reducción de su generación y el reciclaje de los que se producen. Se está en fase de elaboración de un Plan Nacional de Residuos que englobe todos los planes actuales.

A la vista de los antecedentes anteriormente expuestos, se puede comprobar la importancia creciente que tiene en todo el mundo desarrollado la minimización como medio para abordar los problemas medioambientales de las industrias mediante la prevención, reciclaje y recuperación de los residuos, emisiones y vertidos generados por las industrias.

En su momento la empresa estatal EMGRISA, siguiendo instrucciones del entonces Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, lideró la realización de una serie de estudios de mi-nimización para diferentes sectores industriales españoles, utilizando como guía el Manual MEDIA, alguno de los cuales se publicaron mediante un convenio con la EOI.

6.1. Manuales y Guías de Minimización

Para llegar a plantear soluciones de minimización en cada uno de los sectores, o en una empresa en particular, es primordial conocer a fondo los procesos, las materias que intervienen (materias primas, secundarias y auxiliares), los productos, subproductos y los residuos que se generan, para cuantificar en primer lugar y valorar después los costes de gestión de éstos, etc.

Para llevar a cabo este proceso se han elaborado múltiples manuales, tanto en Europa como en USA que ayudan a las empresas a autoanalizarse desde el punto de vista medioambiental y a desarrollar un procedimiento para reducir la generación de residuos y prevenir la contaminación, que finalmente son como el desencadenante de la planificación y la adopción de medidas de minimización en las indus-trias.

Este tipo de manuales proponen una metodología general aplicable a todo tipo de empresas producti-vas (e incluso comerciales o administratiproducti-vas) independientemente de su tamaño, desde una industria química a una pequeña industria alimentaria.

Están dirigidos principalmente a los técnicos y directivos de las empresas, ya que serán ellos quienes se planteen la búsqueda de soluciones al problema de los residuos.

Algunos ejemplos de manuales o guías que son útiles para mejorar la gestión de la empresa son:

- Manual MEDIA (Minimización Económica del Impacto Ambiental), editado por el Ministerio de Industria.

- Manual de Minimización de Residuos y Emisiones Industriales el Institut Cerdà.

Estos son los más conocidos en España.

En el ámbito internacional existen muchos más, algunos ejemplos son:

- Handleiding voor de preventive van afval en emissies, publicado en Holanda.

- Cutting your losses II -a further guideline to waste minimization- publicado en el Reino Unido por el Department of Trade and industry.

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- Environmental Management. A handbook in practical pollution prevention, publicado por la Agencia del Medio Ambiente de Dinamarca.

- Facility pollution prevention guidelines, publicado por la EPA, Agencia del Medio Ambiente de Estados Unidos.

- Waste Minimization Opportunity Assessments Manual, también publicado por la EPA, Agencia de Medio Ambiente de Estados Unidos.

- Afvalpreventive, NMC cursus voor ondernemers, publicado por Stichting National Milieucentrum de Holanda.

Todos ellos son herramientas voluntarias que el empresario puede utilizar si está interesado en mejorar la gestión de sus residuos de forma planificada.

6.2. Manual MEDIA

Como uno de los factores determinantes para las empresas a la hora de abordar un plan de minimiza-ción es el económico, la Direcminimiza-ción General de Política Tecnológica del Ministerio de Industria e Energía en 1993, elaboró el Manual MEDIA (Minimización Económica del Impacto Ambiental), que tiene como objetivo principal ayudar a las empresas a considerar el aspecto medioambiental como un factor más de competitividad.

Es la versión española de varios manuales publicados en EE UU y Holanda, y que previamente se han experimentado en cinco empresas españolas. Este Manual está dentro del programa EUREKA (Pro-grama Europeo de Cooperación en el ámbito de la Investigación y el Desarrollo orientado al Mercado) y se enmarca en las actuaciones de prevención y minimización del grupo PREPARE (Preventive Envi-ronmental Protection Approaches in Europe).

El Manual se basa en la ventaja competitiva que supone la prevención y, en general, la minimización de residuos y emisiones frente a la corrección al final de línea. Trata de ayudar a las empresas a intro-ducirse en la gestión medioambiental, mirando el proceso productivo bajo un nuevo punto de vista: detectar ineficiencias y descubrir que se puede obtener un beneficio económico mediante la reducción de la carga contaminante, eliminando de la mente del empresario la idea de que la protección del me-dio ambiente y su repercusión en los procesos productivos es algo no rentable que hay que hacer para ajustarse a la legislación y para no tener problemas con la opinión pública.

El Manual MEDIA consta de una serie de fichas de trabajo y ejemplos prácticos para ser utilizado por las empresas particulares en el análisis de su proceso, y en la identificación de soluciones de minimi-zación y la viabilidad técnica, medioambiental y económica de cada una de ellas.

Este Manual consta de cuatro partes:

PARTE I: Descripción del Manual MEDIA.

PARTE II: Fichas de trabajo.

Es la base del Manual. Constituyen una guía práctica que permite analizar la empre-sa desde una nueva perspectiva, detectar las ineficiencias del proceso productivo y buscar soluciones rentables a los problemas encontrados. Las fichas de trabajo, en resumen, facilitan la ejecución de un proyecto de minimización de emisiones y resi-duos dentro de la empresa. Se estructuran del siguiente modo:

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G: Inventario Global.

El inventario Global es una primera aproximación al proceso productivo desde la nueva óptica de generación de emisiones y residuos. Esto supone, principalmente, la elaboración del diagrama de flujo completo del mismo –donde se han de especificar todas las entradas (materias primas, secundarias, etc.) y salidas (productos, emisio-nes y residuos, etc.) de cada etapa y actividad del proceso– y una estimación de los costes y problemas que las emisiones y residuos generan a la empresa.

S: Selección de Opciones.

El siguiente paso será plantear posibles opciones de minimización para las emisio-nes y residuos que se han detallado a lo largo del Inventario Global.

E: Inventario Específico.

En esta fase se estudiarán con detenimiento las opciones seleccionadas y se recopila-rán todos los datos necesarios para realizar el análisis de viabilidad de las mismas.

V: Análisis de Viabilidad.

Cada opción se someterá a un análisis de viabilidad desde el punto de vista técnico, ambiental y de rentabilidad económica.

Cada ficha va acompañada de unas instrucciones que facilitan su cumplimentación.

PARTE III: Ejemplo práctico.

PARTE IV: Experiencias en las empresas.

En esta parte se recoge un informe de los resultados obtenidos mediante la aplica-ción del Manual en cada una de las cinco empresas que han colaborado en su reali-zación.

Un aspecto interesante de este Manual es que puede dar lugar a un proceso continuo de evaluación que suponga la incorporación definitiva de la gestión medioambiental a la estrategia, a medio y largo plazo, de la empresa.

Las fichas de trabajo son, en realidad, lo que constituye el Manual.

El inventario global es un medio de detectar y resaltar las partes del proceso que son susceptibles de mejora bajo la perspectiva de la minimización, a partir de la evaluación de los problemas derivados de la generación de residuos y emisiones y de la ponderación de la importancia de algunos aspectos in-tangibles, pero de gran importancia a la hora de decidirse sobre la implantación prioritaria de una u otra solución (grado de cumplimiento de la legislación, imagen de la empresa, posibles riesgos, etc.).

En esta parte también se analizan las actividades auxiliares del proceso, como limpieza, mantenimien-to, generación de vapor, compresores, etc., puesto que también pueden ser causantes de emisiones o generar residuos.

(23)

se trate (reducción, recuperación o reciclaje) y sobre todo deben ser factibles, rentables, suponer una minimización en la generación de residuos y tener probabilidad de éxito.

El paso siguiente es la implantación de las opciones que han resultado más interesantes. Las que traten de modificaciones de equipos y maquinaria se deberán llevar a cabo en varias etapas que incluirán el diseño y descripción detallada, especificaciones técnicas de la maquinaria y obra civil, etc. hasta la puesta en marcha de las instalaciones.

Tras la implantación es importante hacer un seguimiento de las opciones para comprobar su buen comportamiento o para corregir desviaciones a tiempo.

Las opciones implantadas con las que se obtengan buenos resultados son el mejor argumento para seguir adelante con el proceso de mejorar medioambientalmente y la búsqueda de nuevas soluciones de minimización.

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RESUMEN DE MINIMIZACIÓN DE RESIDUOS INDUSTRIALES

MINIMIZACIÓN ƒ Reducción

ƒ Reciclaje

ƒ Recuperación

TÉCNICAS DE MINIMIZACIÓN ƒ Gestión de inventarios

ƒ Modificación de los procesos productivos

ƒ Reducción de volumen

ƒ Reciclado y recuperación

ASPECTOS DE LA MINIMIZACIÓN ƒ Reduce Costes

ƒ Mejora la imagen de la empresa

ƒ Disminuye riesgos

PLAN DE MINIMIZACIÓN

ƒ Identificación de flujos de residuos

ƒ Jerarquía entre los flujos

ƒ Establecer opciones de minimización

ƒ Analizar la viabilidad (técnica, ambiental y económica) de cada opción

ƒ Selección de mejor alternativa

ƒ Implantación de la opción seleccionada ƒ Seguimiento y control de la opción implantada ƒ Volver a empezar con otro flujo u otra opción

ƒ Coordinar con otros planes implantados en la industria

Es preferible reciclar que desechar

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(26)

CASO PRÁCTICO DE PLAN DE GESTIÓN INTEGRAL APLICADO A UNA AZUCARERA

Para poder aplicar todo lo dicho sobre el Plan de Gestión de Residuos en la Empresa a un caso concre-to, se dan a continuación una serie de datos correspondientes a una fábrica azucarera, más o menos modificados para que al aplicarlos, el presente caso práctico sea lo más didáctico posible.

Se trata de una fábrica azucarera situada en el sur de España en la cual, se realiza una campaña de molturación de remolacha durante los meses de verano y el resto del año (unos 9 meses) se realizan labores de mantenimiento, reparación, ampliación y mejora de las instalaciones.

En una planta de este tipo se recibe remolacha y se la somete a una serie de procesos que la transfor-man en azúcar, pulpa, melaza y residuos. El proceso, de una forma esquemática está reflejado en el diagrama Nº 1 del final, que en esencia consta de las siguientes partes:

• Lavado de la remolacha.

• Cortado en cosetas (trozos finos y largos) de la remolacha.

• Difusión.

• Depuración.

• Evaporación.

• Cristalización.

• Centrifugado.

• Secado del azúcar.

• Almacenamiento de azúcar y melaza.

• Prensado de la pulpa.

• Secado de la pulpa.

• Peletización y almacenamiento de pulpa.

Además existen una serie de dependencias auxiliares como son:

• Horno de cal.

• Calderas de generación de vapor.

• Turboalternador.

• Decantación y tratamiento del agua.

La fábrica del ejemplo tenía en el momento de realizarse el plan una capacidad de molturación de 6.504 Tm/día, es decir 271 Tm/h. Para el caso práctico se va a suponer una campaña de remolacha de 406.500 Tm. También se va a suponer que no se producen paradas ni averías durante la campaña, lo que representa que ésta tendrá una duración de 1.500 horas.

(27)

Como el contenido de agua de estos lodos es aproximadamente el 50%, los propietarios del vertedero empiezan a poner problemas para admitirlos, pues les origina un volumen alto de lixiviados y una complicación para su manipulación, por lo tanto exigen a la fábrica un cambio en el residuo o de lo contrario subirán los precios de forma considerable.

Ante esta situación, agravada porque vecinos próximos al vertedero también empiezan a protestar de dichos lodos, la dirección de la fábrica decide poner en marcha un Plan de Gestión y Minimización de los residuos de la fábrica, poniendo especial énfasis en la zona de depuración donde se originan los lodos.

El equipo que se forma empieza a recopilar datos sobre el proceso, datos de los que se ofrecen un resumen a continuación:

• La Confederación de Aguas le cobra el agua que suministra a la fábrica a un precio de 0,48 €/m3, pero debe bombearla desde el canal de riego más próximo hasta la balsa de la fábrica, para lo cual dispone de unas bombas WORTHINGTON de 700 m3/h con motores de 92 Kw, que como en toda la fábrica, están sobredimensionados en un 15% sobre el consumo real de dichos motores.

• Los circuitos de agua están bien cerrados y disponen de un decantador, balsas de decanta-ción, torres de refrigeradecanta-ción, etc. No obstante, la remolacha aporta agua en su composición por lo que se produce un sobrante de aguas con contenido de materia orgánica y DBO alta, por el que debe pagar un canon de vertido calculado en 1,20 €/m3 de agua vertido.

• Todo el agua de más que se incorpora al proceso, por medio de la evaporación, condensador barométrico y torres de refrigeración se incorpora a los circuitos cerrados, por lo que se pue-de estimar que se acaba vertiendo con una cierta contaminación. Por lo que parece razonable eliminar todas las entradas de agua al proceso que no sean imprescindibles.

• Cálculos realizados por el equipo determinan que se necesitan 116,55 Kg de vapor recalenta-do para evaporar 1.000 Kg de agua en la evaporación, y que producir 1 Tm. de vapor cuesta 9,02 € netos.

• La fábrica dispone de turboalternadores para producir energía eléctrica durante la campaña, cubriendo su autoconsumo y vendiendo el excedente, dichos turboalternadores consumen 5,5 Kg de vapor para generar 1 Kw de electricidad.

• Centrados en la zona de depuración, han preparado un balance de masas y un diagrama de funcionamiento que se representan conjuntamente en el diagrama Nº2, que también se adjun-ta. En él se puede apreciar que hay una entrada de 302,8 m3/h de jugo de difusión, una salida de 366,2 m3/h de jugo anteevaporación que se envía a evaporar directamente, una producción de 45,5Tm/h de lodos con un contenido del 50% de agua y un aporte de agua de la traída de 46,5 m3/h que sirve para preparar la lechada, como datos fundamentales.

• En inspecciones de la instalación se apreciaron que algunas válvulas goteaban por las juntas, bombas que perdían por las empaquetaduras y otros goteos.

• Las zonas donde se producen goteos no tienen ningún sistema de recogida, por lo que van al circuito de aguas, aumentando su contaminación.

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• El proceso está bastante automatizado, por lo que no es común que se produzcan derrames de depósitos.

• En el almacén de efectos no hay una política adecuada de recepción, catalogación y almace-namiento de productos con fecha de caducidad, por lo que algunos llegan a caducar antes de su utilización. Además algunos no están debidamente etiquetados.

• No existe una política de retorno de envases a los proveedores, por lo que hay una gran acu-mulación de envases vacíos.

En fábricas de avanzada tecnología del sector, tanto españolas como extranjeras están utilizando jugo filtrado en los filtros rotativos para sustituir el agua de preparación de la lechada de cal, por lo que se ha preparado un presupuesto de lo que costaría implantar ese sistema en la fábrica del ejemplo:

• Equipos 15.025,30.- €

• Tuberías calorifugado y accesorios 12.020,24.- €

• Instalación y mano de obra 15.025,30.- €

• Ingeniería 4.207,08.- €

• Puesta en marcha 1.803,04.- €

• Imprevistos 3.005,06.- €

TOTAL 51.086,03.-

Por contra se incrementaría el mantenimiento en unas 3.005,06 € anuales.

En esas fábricas también utilizan filtros prensas en lugar de filtros al vacío rotativos, lo que implica además de un mejor agotamiento de la sacarosa que se pierde en los lodos, el que éstos se obtengan solamente con un 30% de humedad, por lo que la cantidad obtenida en la fábrica en cuestión de lodos de filtros prensa sería solamente de 32,5 Tm/h. (en lugar de los 45,5 Tm/h anteriores), con una nueva densidad de 1,911 t/m3.

Estos filtros funcionan con el mismo número de operarios que los de vacío, un mantenimiento similar e iguales condiciones de cara al proceso, excepto el consumo de agua condensada de lavado que dis-minuye en 13 m3/h, quedando dicho consumo en 30,8 m3/h.

La inversión a realizar en este caso será:

• Equipos 637.072,83.- €

• Tuberías, accesorios, aislamientos.. 300.506,05.- €

• Montaje y mano de obra 300.506,05.- €

• Ingeniería y proyecto 18.030,36.- €

• Puesta en marcha 12.020,24.- €

• Licencias y visados 15.025,30.- €

• Imprevistos 129.217,60.- €

TOTAL 1.412.378,43.- €

(29)

El precio del dinero que la empresa tiene pactado con los bancos es del 7%, ya que dispone de liqui-dez suficiente.

Con todos estos datos se procedió a elaborar los informes oportunos sobre minimización y recomen-daciones.

A pesar de que el caso real se realizó en 1989, se han actualizado las inversiones y costes a euros, así como el precio del dinero, utilizando unas tasas de descuento más o menos actuales en lugar de las habituales de aquellos años, que era mayores que las actuales.

En el presente caso práctico se recomienda utilizar el manual MEDIA (Minimización Económica del Impacto Ambiental) y deberéis preparar las fichas S-1 (Tormenta de Ideas), V-3 (Inversiones), V-4 (Ahorros), V-5 (Cash-flow), V-6 (Periodo de retorno), V-7 (VAN) y V-8 (TIR), si éstas dos últimas fueran necesarias.

(30)

DIAGRAMA Nº 1: GENERAL DE LA INSTALACIÓN CONDE NSA DOR BAROMÉT R ICO TORRES DE REFRIGERACIÓN VAPOR FILTRACIÓN

AL VACÍO ESPUMAS

LODOS

JUGO

AGUA DE PRENSAS

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DIAGRAMANº 2:DEFLUJOYBALANCEDEMASASDELADEPURACIÓNDELAAZUCARERA

45,5 t/h

50 % agua d=1,52 t/ m3

Purgas totales PREPARACIÓN DE LECHADA DE CAL PRIMERA CARBONATACIÓN PRIMERA FILTRACIÓN SEGUNDA CARBONATACIÓN SOBRECARBONA_ TACIÓN PREENCALA- DO ENCALADO 2ª FILTRACIÓN 3ª FILTRACIÓN FILTROS ROTATIVOS CAL AGUA

CO2 CO2+VAPOR

CO2 CO2+VAPOR CO2 CO2+VAPOR

Jugo difusión

Jugo ante-evaporación

Purgas Parciales

Lodos Vahos

Agua condensada de lavado Aire comprimido

Jugo filtrado

43,8 m3/h

Purgas

Segundas Purgas Terceras

7,5 m3/h

366,2 m3/h

18,8 m3/h

392,5 m3/h 0,54 t/h

392,5 m3/h

72,2 m3/h 321,4 m3/h

86,0 m3/h 26,3 m3/h

321,4 m3/h 302,8 m3/h

321,4 m3/h

700,1 m3/h 700,1 m3/h

786,1 m3/h

30,0 m3/h

10,22 t/h 46,5 m3/h

49,6 m3/h

Lechada de cal

7,4 t/h

(32)

DIAGRAMANº 3:DEFLUJOYBALANCEDEMASASDELADEPURACIÓNDELAAZUCARERA

32,5 t/h

30 % agua d=1,911 t/ m3

Purgas totales

CAL

CO2 CO2+VAPOR

CO2 CO2+VAPOR CO2 CO2+VAPOR

Jugo difusión

Jugo ante-evaporación

Purgas Parciales

Lodos Vahos

Agua condensada de lavado Aire comprimido

Jugo filtrado

30,8 m3/h

Purgas

Se-gundas Purgas Terceras

7,5 m3/h

319,7 m3/h

18,8 m3/h

346,0 m3/h 0,54 t/h

346,0 m3/h

72,2 m3/h 321,4 m3/h

86,0 m3/h 26,3 m3/h

321,4 m3/h 302,8 m3/h

321,4 m3/h

700,1 m3/h 700,1 m3/h

739,6 m3/h

17,0 m3/h 10,22 t/h

49,6 m3/h

Lechada de cal

7,4 t/h

0,23 m3/h

PREPARACIÓN DE LECHADA DE

CAL PRIMERA CARBONATACIÓN PRIMERA FILTRACIÓN SEGUNDA CARBONATACIÓN SOBRECARBONA_ TACIÓN PREENCALA- DO ENCALADO 2ª FILTRACIÓN 3ª FILTRACIÓN FILTROS PRENSA

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