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El predominio del “Padrenuestro” desde la pericopa de Mt 6,9-13 en el “Camino de perfección” de Santa Teresa de Jesús (capítulos 27-42)

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El PREDOMINIO DEL “PADRENUESTRO” DESDE LA PERICOPA DE MT 6,9-13 EN EL “CAMINO DE PERFECCIÓN” DE SANTA TERESA DE JESÚS

(CAPITULOS 27 – 42)

TRABAJO DE GRADO

CÉSAR FARFÁN ZAMALLOA ESTUDIANTE

JUAN ALBERTO CASAS RAMIREZ DIRECTOR

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA

CARRERA DE TEOLOGÍA BOGOTÁ, D.C. – COLOMBIA

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DEDICATORIA

Dedico el presente trabajo a los Hermanos Descalzos de la Orden de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, a mis superiores, formadores, hermanos que acompañaron mi proceso a lo largo de estos años, a las Madres Carmelitas Descalzas y a mi familia de manera especial a mi madre que ya no está conmigo, pero que siempre he sentido su compañía.

No pensáis, amigas y hermanas mías, que serán muchas las cosas que os encargaré, porque plega al Señor hagamos las que nuestros santos padres ordenaron, que por este camino merecieron este nombre […] porque importa mucho entendamos lo muy mucho que nos va en guardarlas para tener la paz que tanto nos encomendó el Señor, interior y exteriormente: la una es amor unas con otras; otra, desasimiento de todo lo criado; la otra, verdadera humildad, que, aunque lo digo a la postre, es la principal y las abraza todas.1

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AGRADECIMIENTOS

Quiero expresar mi gratitud al Señor, quien en su infinita bondad me ha prodigado su amor y su gracia, aún muchas veces en medio de este camino. A la orden de los Carmelitas Descalzos, a mi Comisariato San Martín de Porres del Perú, y a la Provincia Santa Teresita del Niño Jesús de Colombia, por permitirme vivir la fraternidad, la alegría teresiana y la vida de oración. A Santa Teresa de Jesús, por su amor de madre que me ha mostrado en muchos momentos de mi vida por medio de su espiritualidad. A la Universidad Javeriana que en sus profesores me ha acompañado en mi formación académica. Al Dr. Juan Alberto Casas Ramírez, quien me permitió, no solo leer y releer a Santa Teresa, sino aterrizar en su espiritualidad y articular la presente reflexión.

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Contenido

INTRODUCCIÓN ... 7

CAPITULO I ... 11

LA ORACIÓN DEL PADRENUESTRO SEGÚN SANTA TERESA DE JESÚS. UN ACERCAMIENTO DESDE SU OBRA CAMINO DE PERFECCIÓN (27-42) COMENTARIO AL PATERNOSTER ... 11

1.1. Acercamiento al libro Camino de Perfección de santa Teresa de Jesús ... 12

1.2 Glosas del padrenuestro según el “Camino de Perfección” de Santa Teresa de Jesús ... 16

1.2.1 “Padrenuestro que estas en los cielos” capítulos (27-29) ... 16

1.2.1.1 ¿Qué dice la autora? ... 16

1.2.1.2 ¿Cómo lo dice? ... 17

1.2.1.3 ¿Para qué lo dice? ... 17

1.2.1.4 Motivos teológicos ... 18

1.2.2 “Santificado sea tu nombre, venga en nosotros tu reino” capítulos (30-31) ... 20

1.2.2.1 ¿Qué dice la autora? ... 20

1.2.2.2 ¿Cómo lo dice? ... 20

1.2.2.3 ¿Para qué lo dice? ... 21

1.2.2.4 Motivos teológicos ... 21

1.2.3 “Sea hecha tu voluntad; y como es hecha en el cielo, así se haga en la tierra” capitulo (32) ... 22

1.2.3.1 ¿Qué dice la autora? ... 22

1.2.3.2 ¿Cómo lo dice? ... 23

1.2.3.3 ¿Para qué lo dice? ... 23

1.2.3.4 Motivos teológicos ... 24

1.2.4 “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy, Señor” capítulos (33-35) ... 25

1.2.4.1 ¿Qué dice la autora? ... 25

1.2.4.2 ¿Cómo lo dice? ... 25

1.2.4.3 ¿Para qué lo dice? ... 25

1.2.4.4 Motivos teológicos ... 26

1.2.5 “Perdónanos, Señor, nuestras deudas, así como nosotros las perdonamos a nuestros deudores” capítulos (36-37) ... 27

1.2.5.1 ¿Qué dice la autora? ... 27

1.2.5.2 ¿Cómo lo dice? ... 27

1.2.5.3 ¿Para qué lo dice? ... 27

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5

1.2.6 “No nos traigas, Señor, en tentación; mas líbranos del mal” capítulos (38-41) ... 29

1.2.6.1 ¿Qué dice la autora? ... 29

1.2.6.2 ¿Cómo lo dice? ... 29

1.2.6.3 ¿para qué lo dice? ... 30

1.2.6.4 Motivos teológicos ... 30

1.2.7 “Amen” capitulo (42) ... 31

1.3 Balance del capitulo ... 31

CAPITULO II ... 34

LA VIDA DE PERFECCIÓN EN EL COMENTARIO TERESIANO DEL PATERNÓSTER COMO MODELO DE ORACIÓN PARA El CRISTIANO ... 34

2.1 Presentación de la estructura expositiva del Paternoster: ... 36

2.2 El Padrenuestro, modelo de oración para el cristiano ... 38

2.2.1 La meditación: “Paternóster” ... 39

2.2.1.1 En la presencia de Dios: ... 39

2.2.1.2 Primer grado de oración: ... 40

2.2.2 La oración de recogimiento: “Qui es in coelis” ... 41

2.2.2.1 Segundo grado de oración: ... 41

2.2.2.2 Prácticas auxiliares: ... 42

2.2.3 La oración de quietud: “Santificetur nomen tuum, adveniat regnum tuum” ... 43

2.2.3.1 Tercer grado de oración: ... 44

2.2.3.2Descripción de la oración de quietud: ... 44

2.2.3.3 Consejos: ... 45

2.2.4 Don de sí y la contemplación unitiva: “Fiat voluntas tua sicut in coelo et in terra” ... 46

2.2.4.1Don de sí ... 46

2.2.4.2Los grados más elevados de oración:... 48

2.2.5El don divino de la Eucaristía: “Panen nostrum quotidianum da nobis hodie” ... 49

2.2.5.1Presencia Eucarística: ... 49

2.2.5.2Comunión Sacramental: ... 50

2.2.5.3Comunión Espiritual: ... 51

2.2.6 El perdón de las ofensas: “Dimite nobis debita nostra sicut et nos dimitimus debitoribus nostris” ... 51

2.2.6.1Oración y perdón... 52

2.2.7Las tentaciones: “Et ne nos inducas in tentationem” ... 53

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6

2.2.8Amor y Temor: seguro de vida para el Camino ... 55

2.2.8.1Amor en los contemplativos: ... 55

2.2.8.2El temor de Dios: ... 56

2.2.9El deseo del encuentro pleno con Dios: “Sed libera nos a malo. Amen” ... 57

2.3Balance del capitulo ... 59

CONCLUSIONES ... 61

BIBLIOGRAFÍA ... 65

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INTRODUCCIÓN

En el Libro “Camino de Perfección” de Santa Teresa de Jesús, la oración del Padrenuestro ocupa un lugar muy importante. Una serie de capítulos (27-42) contiene el comentario de dicha oración.

En este trabajo investigativo se analizará la oración del padrenuestro que Jesús enseñó a la gente de su tiempo (Mt 6, 7-15), partiendo desde el comentario realizado por Santa Teresa de Jesús a dicha oración; con esta oración Jesús enseñó cómo se debe orar dirigiéndose al Padre. En la Sagrada Escritura existen dos versiones sobre dicha oración, una en el evangelio de Mateo estando en el Sermón del Monte (Mt 6, 9-13), y la otra en el evangelio de Lucas a petición de sus discípulos (Lc 11, 2-4). Pero Santa Teresa toma como punto de partida la oración del padrenuestro del evangelio de Mateo para el desarrollo de su libro “Camino de

Perfección” (cap. 27-42). Ella asumió esta oración por tradición, la aprendió desde niña en

el rezo del rosario y luego de mayor, en la liturgia eucarística y el rezo de las horas canónicas (oficio divino).

Planteamiento del problema.

Hoy en día, muchas personas solo rezan la oración del “padrenuestro” de una manera mecánica sin comprender ni una sola de las palabras o frases que están leyendo o pronunciando al recitar esta magnífica oración que todo cristiano sabe. Santa Teresa en su obra “Camino de perfección” (cap. 27-42) invita al orante del padrenuestro, mediante el comentario a dicha oración, a plantearse las siguientes preguntas; a quién se dirige esta oración, qué le dice y cómo lo dice; todo ello en relación al Padre.

Para continuar con este estudio del Padrenuestro en el “Camino de Perfección” de Santa Teresa a partir del evangelio de Mateo, se establecerá la siguiente pregunta problemática que se convertirá en el eje principal del proyecto investigativo:

¿Cuál es la recepción de la versión mateana del padrenuestro en el “Camino de Perfección” de santa Teresa de Jesús? Y ¿cómo esta recepción sirve como modelo de oración para la vida cristiana?

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8 Desde el área de la teología espiritual sistemática, este trabajo tiene como intención profundizar en el estudio de la oración del padrenuestro, desde el comentario de Santa Teresa de Jesús en su libro “Camino de Perfección” (cap. 27-42). En efecto, este trabajo quiere ser un aporte para la espiritualidad cristiana.

Lo que interesa investigar es la recepcion de esta oración del padrenuestro del evangelio de Mateo desde el “Camino de Perfección” de Santa Teresa de Jesús; precisamente porque Santa Teresa de Jesús hace una recepción de esta oración de acuerdo con su tiempo y contexto que le tocó vivir, resaltando de esta manera el trabajo que ella realizó sobre dicha oración. De esta manera, desarrollar el tema del “padrenuestro” es un motivo para realizar este trabajo de investigación; porque no solo se quiere rezarlo, sino expresar lo que significa cada una de estas palabras que Dios ha regalado al hombre en esta oración, y se pueda vivir de una manera más perfecta lo que se pronuncia y reza en el paternóster.

Por consiguiente, todo cristiano debe profundizaren la temática del contenido de esta oración, como, por ejemplo: ¿por qué dice Santa Teresa de Jesús que: “esta oración del padrenuestro es de mucho provecho como oración vocal”2?, siendo esta una de mis motivaciones principales para el desarrollo de este trabajo.

Los estudios teresianos han avanzado mucho en estos últimos años, motivo por el cual queremos apoyarnos de estos estudios y comentarios, como principio para analizar la oración del padrenuestro que Teresa desglosa. También se quiere profundizar de manera especial en el estudio del libro “Camino de Perfección” de Santa Teresa de Jesús, ya que ésta es una de sus obras principales.

Los Carmelitas Descalzos deben conocercada vez mejor la riqueza heredada por Teresa de Jesús, por ello, el descubrir la importancia que tiene esta oración del Padrenuestro para Santa Teresa y al mismo tiempo ver también la grandeza de esta oración en la vida de todo cristiano, siendo este un modelo místico en la espiritualidad cristiana y carmelitana es de suma importancia para el Carmelita Descalzo.

2Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 28,14. Por sugerencia del tutor, de aquí en adelante cuando se ponga en pie de página a un autor con nombre religioso, se conserva primero el nombre y luego el apellido religioso, por estética y por mayor comprensión del autor dentro del texto. De la misma manera se pondrá en la

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9 De este modo, este tema del “padrenuestro” es actual, y puede ayudar a los cristianos, ya que muchos solo lo rezan de forma mecánica. La intención de esta investigación es que se profundice y medite mejor dicha oración, no solo por los laicos, sino en lo carismático por los Carmelitas Descalzos, porque Santa Teresa de Jesús, enseña cómo tenemos que orar meditando cada una de las frases del padrenuestro, dándole sentido a lo que se pronuncia (Oración Vocal).

Objetivos:

Los objetivos que se intentarán alcanzar con esta investigación serán los siguientes: Objetivo general:

 Identificar la manera como se realiza la recepción de la versión mateana del padrenuestro en el “Camino de Perfección” de Santa Teresa de Jesús para proponerlo como modelo de oración y espiritualidad en la vida cristiana.

Objetivos específicos:

 Analizar la recepción del Padrenuestro mateano en el libro “Camino de Perfección” de Santa Teresa de Jesús.

 Elaborar una propuesta desde la mística como modelo de oración y espiritualidad en la vida cristiana según la oración del Padrenuestro comentada por Santa Teresa de Jesús.

¿Por qué se desarrolla la investigación en dos capítulos y no en tres?

El presente trabajo se desarrollará en dos capítulos que responderán al objetivo general y a los específicos. Es decir que mediante estos dos capítulos se llega a trabajar el análisis de la recepción del padrenuestro mateano desde el comentario al paternóster de Teresa de Jesús y cómo este comentario es a su vez un modelo de oración para la vida del cristiano.

Es por ello que se trabajó dos capítulos y no tres, ya que el tercer capítulo, que por lo general señala la parte pastoral o aplicativa el proyecto, está ya integrado en el segundo capítulo: Santa Teresa al comentar el paternóster, no se limita únicamente a una interpretación o descripción de cada una de las frases de esta oración, sino que a su vez lo hace de forma

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10 práctica, es decir de manera aplicativa y pastoral, puesto que implica la totalidad de la persona. Por eso no se realizó el desarrollo de un tercer capítulo.

Método de investigación:

El método que servirá de eje transversal y que nos ayudará en la reflexión, es el método de la crítica de la recepción, tal como lo presentan Joel Weinsheimer y Donald Marshall:

“Este método tiene consecuencias para nuestra propia lectura. Aquí "la historia de la influencia", o, como Joel Weinsheimer y Donald Marshall traducen Wirkungsgeschichte (historia del efecto), es la historia de cómo se ha recibido un texto, de cómo se ha aplicado el mismo y entendido a lo largo de la historia. Esta historia sigue siendo escrita porque es aquella que abarca todas las ocasiones en que un lector vuelve al texto original y lo lee de nuevo. En lugar de concebir la "historia de la influencia" como incidental, se le debe concebir de forma interpretativa, entonces, Wirkungsgeschichte insiste en que la tradición interpretativa incluye el presente que está activo siempre que leemos y siempre hay que tenerlo en cuenta. Aplicando el concepto de Gadamer a la Biblia, Ulrich Luz nos dice que Wirkungsgeschichte

consiste en mirar "la historia, la recepción y la actualización de un texto en medios distintos, por ejemplo: en los sermones, la ley canónica, la himnografía, el arte y en las acciones y sufrimientos de la Iglesia.”3

Este método permitirá articular la narración de la autora con la interpretación de la oración del padrenuestro tanto en siglo I pronunciado por Jesús y las personas de su tiempo, como en el siglo XVI comentado por Teresa, y en siglo XXI por nosotros; es decir, desde una teología actual.

La estructura en dos capítulos que se presentará en este trabajo de investigación, comprende en su primera parte, una reflexión y aproximación a los conceptos que servirán como base para la comprensión del tema de padrenuestro comentado por Teresa, observando cómo la recepción de esta oración del padrenuestro de Mateo es central en la experiencia de Teresa de Jesús.

La segunda parte desarrolla la experiencia teresiana de la oración del padrenuestro, siguiendo el proceso de la oración y sus efectos, a la luz de la interpretación teológica y de la mano de la propia autora, para una comprensión actual sobre la oración del padrenuestro y puesta en práctica en la vida del cristiano.

3 Hughes, Kyle R. “In Layman’s Terms: Wirkungsgeschichte”, Early Christian Archives (τὰ ἀρχεῖα), 25 de enero de 2013, https://taarcheia.wordpress.com/2013/01/25/in-laymans-terms-wirkungsgeschichte-1/ (consultado el 30 de julio de 2017).

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CAPITULO I

LA ORACIÓN DEL PADRENUESTRO SEGÚN SANTA TERESA DE JESÚS. UN ACERCAMIENTO DESDE SU OBRA CAMINO DE PERFECCIÓN (27-42)

COMENTARIO AL PATERNOSTER

El comentario al padrenuestro hecho por Santa Teresa de Jesús, “no es una glosa literal, sino una elevación espiritual con intención pedagógica”4. Con este comentario original, la santa entra en el coro de los grandes maestros que glosaron la oración del padrenuestro desde la patrística hasta nuestros días. Teresa se propone orar las palabras de Jesús y al mismo tiempo educar al orante; haciendo un recorrido desde la sencilla oración vocal (rezo del Padrenuestro) pasando por la de quietud, hasta llegar a la contemplación y unión. El comentario que realiza Teresa ocupa la segunda mitad de su libro “Camino de Perfección” capítulos 27-42.

La Santa aprendió esta oración desde muy niña. Con su madre, Doña Beatriz5, la repetía en el rezo del rosario, ella mismo lo expresa así: “Procuraba soledad para rezar mis devociones, que eran hartas, en especial el rosario del que mi madre era muy devota, y así nos hacía hacerlo”6; es decir, ella ya conocía muy bien esta oración antes de ser religiosa. Ya que dentro del convento lo seguirá rezando o cantando pero en latín como lo presenta la liturgia de las horas7, llamada entonces Oficio Divino.

A continuación: realizaremos un recorrido histórico del libro “Camino de Perfección” de Santa Teresa de Jesús, para luego entrar en materia con el desarrollo de su comentario a la oración del padrenuestro.

4 Álvarez. “Padrenuestro”, 481.

5 Beatriz de Ahumada: madre de Teresa de Ahumada “Santa Teresa de Jesús”. (1495-1529) 6 Teresa de Jesús, Vida 1,6.

7 La liturgia de las horas se rezaba en latín, exigía intensa preparación, que se impartía en el noviciado. Teresa la recibió entre los veinte y veintidós años. Esa formación incluía el conocimiento del ritual o ceremonial, el estudio de las rubricas y el manejo del breviario. (ver: Álvarez. “Liturgia de las Horas”, 411-412).

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1.1.Acercamiento al libro Camino de Perfección de santa Teresa de Jesús

El Libro “camino de perfección” compuesto por Teresa de Jesús8, es un manual para comunidades cristianas como por ejemplo: religiosos y religiosas carmelitas, redactado por obediencia de su confesor Fray Domingo Bañez, O.P9. Es la segunda obra compuesta por Teresa después del Librodela Vida. No es seguro que este título “Camino de Perfección” se deba a la autora, ya que según la introducción a este libro en sus obras completas dice: “la santa no puso título al libro. Se conformó con uno genérico que expresaba algo de su contenido: Avisos y consejos”10 Pero posteriormente se refirió al libro con el nombre de “el librillo” y “El paternóster”. El teresianista Daniel de Pablo Maroto, afirma en la introducción al Camino de Perfección, obras completas de Santa Teresa de Jesús que: “en el reverso de la primera hoja del códice de Valladolid11 y con grafía de dudosa autenticidad teresiana aparece ya el título con el que será famoso: Camino de Perfección”12. Es decir, este título del libro aparece en el texto, pero no se sabe con seguridad si es que ella lo tituló así, o fue un añadido posterior para denominar a dicho texto “Camino de perfección”.

La Santa redactó el “Camino de Perfección” dos veces. La primera es conocida como El Escorial (CE) redactado en el año 1566; y la segunda es la de Valladolid (CV) redactado en los años 1566-1567. Estos nombres son dados por los lugares donde se conservan los autógrafos13. Pero las dos fueron escritas en el naciente Carmelo San José de Ávila14. La autora decidió redactar por segunda vez el libro y los motivos son los siguientes: “para darle forma de libro, de más fácil lectura en su comunidad; para atenerse a las decisiones del teólogo amigo, que revisó el manuscrito y le tachó numerosos pasajes y para rebajar el tono

8 Monja de la orden de Nuestra Señora del Carmen, (1515-1582).

9 Teólogo dominico, asesor, colaborador gran amigo y confesor de Teresa de Jesús. (1528-1604).

10Ver: Teresa de Jesús, Obras completas. Camino de Perfección [Daniel de Pablo Maroto Introducción al

Camino de Perfección, 508].

11 Segunda redacción del libro “Camino de Perfección”, (1566-1567).

12 Teresa de Jesús, Obras completas. Camino de Perfección [Daniel de Pablo Maroto Introducción al Camino de Perfección, 509].

13 El códice de El Escorial se conserva en la biblioteca del Real Monasterio de El Escorial en un códice de 153 hojas y 73 capítulos. El códice de Valladolid se conserva en las carmelitas de Valladolid en un precioso códice de 203 hojas y 42 capítulos. Ver: Teresa de Jesús, Obras completas. Camino de Perfección [Daniel de Pablo Maroto Introducción al Camino de Perfección, 508].

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13 coloquial y confidencial de la redacción primera”15. Le da la forma de libro porque en el primer códice (CE) no hizo distinción de capítulos, pero posteriormente indicó dónde deberían comenzar los títulos; cuando se atiene a las decisiones del teólogo lo hace para que no sea censurada por la inquisición, ya que la santa pensó que iba a ser un escrito confidencial dirigido a las carmelitas de San José; dando la impresión de ser este segundo códice (CV) un códice preparado para su publicación.

Teresa, después de haber hecho la corrección o haber escrito la segunda redacción de su obra, pone un argumento general del libro donde señala sus destinatarios, ya que la primera redacción era solo para sus hermanas del monasterio de San José de Ávila, pero la segunda redacción tiene nuevos destinatarios:

Este libro trata de avisos y consejos que da Teresa de Jesús a las hermanas religiosas e hijas suyas de los monasterios que, con el favor de nuestro Señor y de la gloriosa Virgen Madre de Dios, Señora nuestra, ha fundado de la Regla primera de nuestra Señora del Carmen. En especial le dirige las hermanas del monasterio de San José de Ávila, que fue primero de donde ella era priora cuando le escribió. 16

Este epígrafe solo pertenece al (CV) que es la segunda redacción, mostrando como destinatarios las hermanas religiosas e hijas suyas de los monasterios, mientras que el (CE) solo tiene la intencionalidad de escribir para sus hermanas del monasterio de San José., destinatarias predilectas del (CV). Notemos además que cuando ella habla de hijas se refiere a los distintos monasterios carmelitas, y cuando habla de hermanas se refiere a las religiosas carmelitas del monasterio de San José de Ávila.

Dentro de nuestro trabajo de investigación cuando hagamos alguna referencia o cita al

Camino de Perfección” será al códice de Valladolid (CV), porque esta segunda redacción

es la definitiva, más completa, pulida, corregida y aumentada; además porque los destinatarios ya no son solo las carmelitas del monasterio de San José de Ávila, sino es otro público, es decir todos las carmelitas y aquellos que deseen acercarse a dicha obra; por eso lo tomamos como texto base sobre el que recaen las notas aclaratorias.

15 Álvarez. “Camino de Perfección”, 95.

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14 En el siglo XVI era raro encontrar mujeres doctas como Teresa de Jesús, que sepan leer y escribir. Pero es que la Santa fue lectora de por vida, ella escribe en su primer libro, Vida de sí misma, recordando los años de su adolescencia: “si no tenía libro nuevo, no me parece tenía contento”17, observando así que era una apasionada por los libros. Pero esa afición por los libros termina bruscamente con el episodio de libros prohibidos18 tal como lo narra en el libro “Vida”: “cuando se quitaron muchos libros de romance que no se leyesen, yo me sentí mucho, porque algunos me daban recreación leerlos”, y es que ella era aficionada a los libros de caballería y romance, sin quitar el mérito a los libros espirituales como por ejemplo “El

Tercer Abecedario” de Osuna. Con este episodio Teresa pasa de lectora a escritora; Tomás

Álvarez escribe sobre ella diciendo: “sus primeros ensayos de pluma datan de 1560. La escritora va a depender mucho más de la experiencia que de las lecturas”19. Es decir, su vida da un giro y ya no será más una aficionada de la lectura, sino de la escritura.

Además, hay que tener presente que Teresa viene de una familia que tiene recursos económicos, y que crece en un hogar donde se leen libros, ella misma lo consigna en el relato de Vida: “era mi padre aficionado de leer buenos libros, y así los tenía de romance para que leyesen sus hijos”20, por lo que la afición de lectura se extiende por toda la familia de la santa y especialmente en ella sin importar que sea mujer.

Como ya se anunció, Teresa pasó de lectora a escritora. Ella comenzó a escribir desde muy joven, sin preparación literaria ni entrenamiento de pluma. Tomás Álvarez afirma que ella utilizó distintos géneros literarios: “narrativo, expositivo, humorístico, introspectivo, poético, epistolar”21. Para su obra “Camino de Perfección” usa el expositivo e introspectivo, ya que expone la manera de vivir desde su propia experiencia, aunque queriendo muchas veces ocultar su identidad como en este caso: “conozco una persona de grandes enfermedades, que ha estado muchas veces con graves dolores”22, donde esa persona que conoce es ella misma.

17 Teresa de Jesús, Vida 2,1.

18 Se refiere al índice de los libros prohibidos, publicado en el año 1559 por orden del inquisidor general D. Fernando de Valdés. El decreto del inquisidor, que figura en cabeza del índice, lleva fecha 17 de agosto de 1559. [Teresa de Jesús, Vida 26,6]

19 Álvarez. “Lecturas teresianas”, 387. 20 Teresa de Jesús Vida, 1,1.

21 Álvarez. “Escritora”, 253.

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15 Teresa de Jesús escribe con un estilo propio que, según Tomas Álvarez señala: “es libre escribiendo. A veces libre y osada […] escribe con espontaneidad, sin rebuscos verbales”23, y así muestra este estilo en todas sus obras; una faceta estética, cercanía, sinceridad, cordialidad, sencillez con alta calidad humana y espiritual. A la par con el estilo va el lenguaje y Tomás Álvarez escribe: “su lenguaje es doméstico”,24 y la teresianista Ninfa Watt dice: “su redacción se decanta a un lenguaje coloquial”25, por lo que se diría, que el lenguaje que usa Teresa es doméstico y coloquial, es decir, un lenguaje sencillo como para que lo entiendan sus destinatarios.

En cuanto al idioma de escritura que utiliza Santa Teresa de Jesús en su obra “Camino de Perfección” es español y latín. Ella tiene el idioma español como lengua materna por lo cual este no le representa mayor dificultad; pero en cuanto al latín, en Santa Teresa se ven dos actitudes básicas en relación con ella: primero, le resulta una barrera infranqueable, dado que desconoce esta lengua, por no haberla estudiado; así lo dice ella ante la prohibición inquisitorial de Fernando Valdés de los libros prohibidos: “Yo sentí mucho, porque algunos me daban recreación leerlos, y yo no podía ya, por dejar los [escritos] en latín”26. Es decir, la Santa no podía leer esos libros ya que no entendía lo que contenían.

Pero claro está, que reconoce por otra parte y con otra actitud, que los textos en latín la ayudaban a recogerse más, y así dice: “Y es así que me ha acaecido estando en esta quietud, con no entender casi cosa en latín, en especial del Salterio, no solo entender el verso en romance, sino pasar adelante en regalarme de ver lo que el romance quiere decir”27. Esta actitud resulta más positiva, pues el latín ya no le parece tan difícil de entender y ella lo traslada mentalmente al romance y disfruta entendiendo lo que reza.

Se realizó una breve presentación del trasfondo histórico del libro “Camino de Perfección” donde describimos los diversos temas como: el contexto histórico, el paso de redacción del primer códice del Escorial al segundo códice de Valladolid, los destinatarios, el cómo una

23 Álvarez, T. “Escritos”, 253. 24 Ibíd.

25 Watt, N. “Estilo literario”, 268-274. 26 Teresa de Jesús, Vida, 26,6. 27 Teresa de Jesús, Vida, 15,7.

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16 mujer del siglo XVI sepa leer y escribir, tipo de lenguaje, estilo de escritura y el idioma en que fue redactado; con el fin de entender mejor el desarrollo del capítulo y temas a tratar. Esta información nos guiará para conseguir el objetivo de nuestro capitulo que es: analizar la recepción del padrenuestro mateano en el libro “Camino de Perfección” de Santa Teresa de Jesús. Pero dicho objetivo lo conseguiremos realizando los siguientes pasos: primero solo tomaremos la segunda mitad del libro que va desde los capítulos 27-42, capítulos marcados por el desarrollo del comentario del Padrenuestro realizado por Santa Teresa de Jesús en su obra “Camino de Perfección”. A continuación, desglosaremos cada una de las peticiones en sus capítulos correspondientes, analizando dentro de cada una de ellas su contenido con las preguntas: ¿Qué dice la autora? Esta pregunta hace referencia al contenido del texto. ¿Cómo lo dice? Con esta pregunta veremos la forma del texto. ¿Para qué lo dice? Hace referencia a la finalidad del texto. Además también describiremos los motivos teológicos que van surgiendo en dicho desarrollo tales como: antropología, cristología, eclesiología y eucología. Para entrar en materia, se iniciará analizando las glosas que hace Teresa de Jesús sobre la oración del Padrenuestro desarrollando cada una de forma ordena y secuencial según lo presenta la obra.

1.2 Glosas del padrenuestro según el “Camino de Perfección” de Santa Teresa de Jesús 1.2.1 “Padrenuestro que estas en los cielos” capítulos (27-29)

Esta primera frase consta con el desarrollo de tres capítulos (27-29) donde la autora nos habla de la oración vocal (cap. 27) y de entrar en el templo del propio espíritu (cap. 28-29). A continuación profundizaremos en estos temas.

1.2.1.1 ¿Qué dice la autora?

Teresa de Jesús comienza con la palabra dirigiéndose al Padre: “¡Oh Señor mío, cómo parecéis Padre del tal Hijo y cómo parece vuestro Hijo hijo de tal Padre!”28. Pasa rápidamente al diálogo con el Hijo: “¡Oh Hijo de Dios y Señor mío!”29. Y concluye con la convicción de que el Espíritu Santo está implicado en esas invocaciones: que no podríamos prorrumpir en

28 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 27,1. 29 Ibíd., 27,2.

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17 ellas sino accionados por el Espíritu, tal como lo escribe la santa: “entre tal Hijo y tal Padre forzado ha de estar el Espíritu Santo que enamore vuestra voluntad y os la ate a tan grandísimo amor”30. De esta manera Teresa a lo largo del cap. 27 refleja el esquema trinitario que sella necesariamente a toda oración cristiana y en este caso la oración del Padrenuestro. La santa propone una manera de interiorización a partir del presupuesto inicial de dicha oración “… que estás en los cielos”: “dentro de nosotras está un palacio de grandísimas riquezas31 […] y que en este palacio está este gran Rey, que ha tenido por bien ser vuestro Padre, y está en un trono de grandísimo precio, que es vuestro corazón”32. Dando a entender que Dios vive dentro de cada uno, y que si Dios está en el cielo, pues el cielo está dentro de nosotros.

1.2.1.2 ¿Cómo lo dice?

Cuando Teresa dice: “Padre nuestro que estás en los cielos”33, estalla rápidamente en un ¡Oh! Exclamativo de asombro y a continuación sigue con ese ritmo expresando muchas más veces este tipo de exclamación, apoyándose de un sujeto; Tomas Álvarez lo describe así:

¡Oh Señor mío…! Es el ¡Oh! Delatador de asombro contemplativo ante el misterio. El capítulo entero estará escalado por ese gesto de asombro amoroso: ¡Oh Señor! (n. 1); ¡oh hijas! (n. 1); ¡oh Hijo de Dios! (n. 2); ¡oh buen Jesús! (n. 4); ¡oh colegio de Cristo! (n. 6); ¡oh válgame Dios! (n.7)34.

Este despliegue de asombro marca el cómo Teresa escribe o siente cada frase que va armando el contenido de esta oración, haciendo un movimiento del Padre al Hijo; de Jesús a los lectores y a la humanidad.

1.2.1.3 ¿Para qué lo dice?

Teresa dice estas primeras palabras del padrenuestro para despertar y educar el sentido filial, dirigiéndose al Padre en un coloquio vivo y amoroso ¡Oh Señor mío, cómo parecéis Padre

30 Ibíd., 27,6.

31 El símbolo de castillo (palacio) interior está aquí esbozado sobre este tema la santa escribirá en el libro de las Moradas (1M 1,1). Donde describe al alma como un castillo de cristal.

32 Teresa de Jesús, Camino de perfección, 28,9. 33 Ibíd., 27,1.

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18 del tal Hijo y cómo parece vuestro Hijo hijo de tal Padre!”35, y no lo dice ella sola, sino que se lo dice al Padre con el Hijo, tal como lo expresa el teresianista Alfonso Ruiz: “Teresa valora en primer término el que Cristo nos haya descubierto quien es y donde está su Padre y como es a la vez Padre nuestro. Porque Jesús queda comprometido tanto con Él como con nosotros, sus hermanos”36, comprendió que el sentido filial está en decir “nuestro”, por lo que el plural se refiere al que lo reza junto con Cristo dirigiéndose ambos al Padre como hijos suyos.

Teresa también dice estas palabras para que podamos pasar de lo exterior a lo interior o entrar en sí37: “¡Oh con cuánta razón se entraría el alma en sí para poder mejor subir sobre sí misma a que le diese este santo Hijo a entender que cosa es el lugar a donde dice esta su Padre, que es en los cielos!”38; nada entonces tan eficaz como entrar dentro de uno mismo para encontrarse con Dios, dejando lo exterior y pasando a lo más íntimo y profundo del hombre. 1.2.1.4 Motivos teológicos

Eclesiológico: podemos encontrar la forma de una iglesia igualitaria y no jerárquica, la santa lo describe así: “en esta casa […] todas han de ser iguales”39. Expresión que demuestra la casa como iglesia y la igualdad de todos sus miembros, pero esta igualdad es dada al interior en una iglesia particular que hace referencia a los conventos carmelitas. Así mismo expresa una colegiatura donde no importa los títulos, sino el amor, diciendo: “¡Oh colegio de Cristo, que tenía más mando San Pedro con ser un pescador y le quiso así el Señor, que San Bartolomé, que era hijo de rey!”40; frase que estaría de acuerdo con el pensamiento de la iglesia actual como lo afirma el Papa Francisco: “Jesús no os llama a ser príncipes sino a servir”41, donde lo que importa es servir a la Iglesia con amor y no con títulos.

35 Teresa de Jesús, Camino de perfección, 27,1.

36 Ruiz, Camino de Perfección, para lectura y reflexión en grupo, 193.

37 Entrar en sí era expresión corriente entre los espirituales contemporáneos y con significado más o menos rebuscado y elegante, la santa lo usa para designar la acción de recogerse al interior (ver: Vida c.22.1, 4, 5,7; y

Moradas IV, c. 3 nn 2 y 6).

38 Teresa de Jesús, Camino de Perfección. 27,1. 39 Ibíd., 27,6.

40 Ibíd.

41 Tornielli, Andrea. El Papa: “Jesús no os llama a ser príncipes sino a servir”, Diario La Estampa, 28 de junio de 2017, http://www.lastampa.it/2017/06/28/vaticaninsider/es/vaticano/el-papa-jess-no-os-llama-a-ser-prncipes-sino-a-servir-UJYpVGVi6TsFUIhRP0SNFN/pagina.html (consultado el 04 de octubre de 2017).

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19 Antropológico: la Santa señala el cuerpo y alma constantemente a lo largo de su obra y en esta petición dice: “Parece que se entiende un fortalecerse y esforzarse el alma a costa del cuerpo y que le deja solo y desfallecido”42. Se ve claramente un dualismo (cuerpo y alma) en la tradición de Teresa43. Por otra parte, tanto para Teresa como para los griegos lo que importa más no es el cuerpo, sino el alma44 que es la que tiene que llegar a la unión con Dios. Cristológico: Teresa emplea algunos títulos para referirse a Cristo: “tratad con él como con padre y como con hermano y como con señor y como con esposo”45; de estos títulos ella siempre ha preferido el de esposo, que es la faceta más destacada por Teresa en el misterio de Jesús. La relación esponsal con Cristo será de hecho el parámetro supremo de la vida espiritual del cristiano.

Eucológico: la Santa introduce el tema de la oración mental46-vocal47 diciendo que: “es oración que trae muchos bienes”48, tomándola como punto de partida para llegar a la

contemplación perfecta. También habla de la oración de recogimiento49 así: “llámese oración

42 Teresa de Jesús, Camino de perfección, 28,6.

43 Desde esta concepción popular del ser humano, apoyada en los textos paulinos (Ef 4,4; Tes 5, 23) Teresa habla del cuerpo como cárcel del alma, y de esta como encarcelada en él mientras dure su condición terrena: “participa esta encarceladita de esta pobre alma de las miserias del cuerpo” (Vida 11,15). Y más poéticamente “… estos destierros, / esta cárcel y estos hierros / en que el alma está metida” (Poesías 1,3). [Álvarez. “Alma”, 33].

44 “Alma” en el léxico teresiano tiene las acepciones corrientes del lenguaje popular religiosos de su tiempo. Utiliza ese vocablo más frecuentemente que el arcaizante “anima”. “alma” designa en general, la componente espiritual de la persona humana en contraposición al “cuerpo”, su componente material, es decir: lo que ha hecho posible ese diálogo de la escritora con la propia alma es la contraposición de los dos estratos de la persona: el exterior y el interior. Exterior es el cuerpo, la palabra, el razonamiento de quien escribe los razonamientos, los sentidos, todo lo instalado en la superficie de uno mismo. En Cambio el alma es la interioridad de la persona, lo hondo de uno mismo. Exterior-cuerpo e interior-alma. [Álvarez. “Alma”, 32-33].

Pero a lo largo del texto cuando se use el termino alma, no se va a entender de forma dualista, sino por el contrario de manera unificadora e integradora, tal como nos lo presenta la Real Academia Española en la voz alma acepciones 7 y 8: “7. Persona, individuo, habitante. Una población de veinte mil almas. 8. Persona, individuo. No aparece ni se ve un alma en la plaza”. (ver: Diccionario RAE, 19ª edición, Madrid, 2001). También se puede entender como ser humano cundo encontremos este término, ya que se prefiere mantener la palabra alma para darle mayor originalidad y continuidad con el lenguaje teresiano.

45 Teresa de Jesús, Camino de perfección, 28,4.

46 Oración mental: que lo acerque más y más a la humanidad de Jesús: aprender a mirarle a escuchar sus palabras, asimilar sus sentimientos. (ver: Álvarez. “Grados de oración”, 319).

47 Oración vocal: aprendizaje de los contenidos de la oración dominical enseñada por el Maestro: El Padrenuestro. (ver: Álvarez. “Grados de oración” 319).

48 Teresa de Jesús, Camino de perfección, 28,4.

49 Oración de recogimiento: modo para recoger el pensamiento: interiorizar la oración, aprender a silenciar los sentidos exteriores, celebrar a fondo la eucaristía… y así disponer el alma para posibles formas de oración contemplativa (ver: Álvarez. “Grados de oración” 319).

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20 de recogimiento, porque recoge el alma todas las potencias50 y se entra dentro de sí con su Dios”51, este tipo de oración es más cercana a la contemplación y la unión, punto de llegada

de la santa en lo eucológico. Para ello debemos recoger la memoria, el entendimiento y la voluntad y entrar dentro de sí.

1.2.2 “Santificado sea tu nombre, venga en nosotros tu reino” capítulos (30-31)

Después del pórtico de entrada que ha sido la palabra “Padre”, seguida por la invocación “Tú que estás en los cielos”, la Santa desarrolla en los capítulos (30–31) de su libro las dos primeras peticiones del padrenuestro “santificar su nombre” y “pedirle su reino”, y en latín “sanctificetur nomen tuum, adveniat regnum tuum” (título del c 30). Estas dos peticiones las trabajaremos a continuación:

1.2.2.1 ¿Qué dice la autora?

Teresa de Jesús, va a decir con una frase lo que significa santificar el nombre de Dios y pedir su reino: “El reino del cielo es: ya no tener en cuenta con cosa de la tierra… santifican y alaban al Señor y bendicen su nombre y no le ofende nadie”52. Por lo que se entiende que para que se pueda santificar y glorificar el nombre de Dios, es necesario que venga a nosotros primero su reino. Y lo propio del reino es que se goza allí sin preocuparse de las cosas terrenas, dedicándose a la alabanza y al amor de Dios ya que cuanto más se le conoce a Dios más se le ama, es decir se le santifica más.

1.2.2.2 ¿Cómo lo dice?

Teresa lo dice como maestra53, enseñando el gran bien que contienen estas palabras del padrenuestro: santificado sea tu nombre y venga a nosotros tu reino; que cuando la decimos, aprendemos: “cómo pedir, qué pedir y para qué se ha de pedir54”; porque Dios nos da lo que

50 Potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad. 51 Teresa de Jesús, Camino de perfección, 28,4.

52 Teresa de Jesús, Camino de perfección, 30,5.

53Ser maestra de oración es uno de los títulos oficiales de Teresa, es además una de las misiones desempeñadas por ella en la iglesia. (ver: Álvarez. “Oración”, 468).

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21 nos conviene si sabemos pedirle. Además, de esta manera se aprende el cómo dirigirse al Padre, qué pedirle al Padre y para qué pedirle al Padre.

1.2.2.3 ¿Para qué lo dice?

Teresa dice estas primeras peticiones del padrenuestro para que la oración de quietud esté unida a la potencia de la voluntad; ella lo expresa así: “el alma está tan satisfecha en esta oración de quietud55, que lo más continuo debe de estar unida la potencia de la voluntad con el que sólo puede satisfacerla”56, ya que mediante esta oración de quietud el Señor oye su petición y comienza a darle su reino, estando ya su alma cada vez más unida a la de Dios, pero la que está más unida a Dios es su voluntad.

1.2.2.4 Motivos teológicos

Eclesiológico: en este motivo teológico, Teresa está sujeta a lo que manda la Iglesia, ella lo expresa así: “como en todo nos sujetamos a lo que tiene la Iglesia, y así lo hago yo aquí”57; Teresa comparte la situación dramática de la Iglesia del siglo XVI58; ella no solo es consciente de lo que está sucediendo en el mundo y la Iglesia, sino que lo incorpora a su realidad expresándolo en su escritos59.

Antropológico: para Teresa, el alma es muy importante en su antropología. En esta petición hace referencia a las potencias del alma (memoria-entendimiento-voluntad). G. Castro relaciona estas potencias de la siguiente manera: “entendimiento con intelecto, inteligencia, mente; mental, siempre adjetivando a oración, imaginación, memoria, fantasía; voluntad con corazón, pasiones, apetitos, deseo, sentimientos, deleite y dolor”60. Pero de estas tres la

55 Oración de recogimiento: es cosa sobrenatural, es un ponerse el alma en paz o ponerla al Señor con su presencia por mejor decir [ver: Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 31,2.]

56 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 31,5. 57 Ibíd., Camino de Perfección, 30,4.

58 Teresa nació en 1515 (a media distancia entre el Concilio de Letrán y la declaración de Lutero), y actúa íntegramente en el posconcilio de Trento (1562-1582, año de su muerte). en ella repercuten dos acontecimientos fuertes: la quiebra de la unidad cristiana en Europa; y el inmenso horizonte nuevo de los dos mundos americanos, abiertos paradójicamente a la conquista y a la fe cristiana. (ver: Álvarez. “Iglesia”, 345-350). 59 Ver: Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 1,2; 3,1; 30,4; Fundaciones, 1,7; Vida, 33,5; 23,2; Carta 102,15.

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22 voluntad es la que empieza a unirse con Dios mediante la petición “Santificado sea tu nombre, venga en nosotros tu reino”, donde se entrega la voluntad a Dios.

Cristológico: como ya dijimos más arriba, Teresa emplea títulos cristológicos para referirse a Cristo y esta vez dice: “Majestad, buen Jesús, divino Maestro, Señor”61, títulos que señalan el tratamiento e interlocución de Teresa con Cristo, de los cuales resalta más el de Maestro ella escribe: “muchas cosas no son de mi cabeza, sino que me las dice este mi Maestro”62, es decir es el mismo Jesús quien le enseña a Teresa.

Eucológico: Teresa va avanzando en el camino de la oración; ya no solamente habla de oración vocal y recogimiento, sino que ahora habla sobre la oración de quietud63 como un don de Dios porque la voluntad está unida a Dios, dejando las otras potencias libres. Este don trae la triple gracia, que es, en palabras de Teresa, “la gracia de la oración de quietud es tenerla, saber distinguirla y poder expresarla”64, de esta manera es Dios quien nos da a entender lo que se vive, para poder expresarlo

1.2.3 “Sea hecha tu voluntad; y como es hecha en el cielo, así se haga en la tierra” capitulo (32)

La santa desarrolla esta petición en un único capitulo (32) escribiendo el título en latín: “Fiat voluntas tua sicut in coelo et in terra”, tomándola como punto de partida para saber a qué se compromete la persona al decir a Dios que haga su voluntad.

1.2.3.1 ¿Qué dice la autora?

La Santa escribe sobre el hacer la voluntad de Dios lo siguiente: “Ello se ha de cumplir, que queramos o no, y se ha de hacer su voluntad en el cielo y en la tierra”65; es decir que siempre se hace la voluntad de Dios, pero, decirle al padre “hágase tu voluntad” es sobretodo ofrecerle

61 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 31. 62 Ibíd., Vida 39,8.

63 Oración de quietud: consiste en un reposo pasivo y amoroso de la voluntad, fascinada por el misterio divino. Fascinación que se le otorga intermitentemente, pero que constituye una nueva manera de relacionarse con el Amigo divino. (ver: Álvarez. “Grados de oración”, 319).

64 Teresa de Jesús, Vida, 17,5.

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23 la nuestra y para Teresa ese es el sentido de la petición. Petición que implica no solo el rendimiento de la propia voluntad, sino la totalidad del don de sí mismo.

Paradigma perfecto de esta petición del Padrenuestro es la oración de Jesús en Getsemaní, decir al padre que se haga su voluntad conlleva la renuncia a la propia: “que se haga tu voluntad y no la mía” (Mt 26,39-42).

1.2.3.2 ¿Cómo lo dice?

Teresa expresa esta petición con toda determinación66. Es decir con una gran determinada determinación67 que no le permite parar hasta llegar a la meta. Ella lo ha afirmado desde el título del capítulo: “y lo mucho que hace quien dice estas palabras con toda determinación”; dar la voluntad con determinación es decir “hágase” por lo que no son solo palabras, sino cumplimiento de la voluntad de Dios.

1.2.3.3 ¿Para qué lo dice?

Lo dice para hablar sobre la unión de la voluntad del hombre con la de Dios, expresándola así: “darnos del todo al Criador y poner nuestra voluntad en la suya […] y hacer una unión68 del Criador con su criatura”69. De esta manera se une la voluntad del hombre a la de Dios. Voluntad que ahora es una sola, es decir, unión de voluntades para que solo se haga la voluntad de uno que es la de Dios, tanto en el cielo como en la tierra. Esta unión de voluntades es contemplación perfecta 70culmen de la oración teresiana.

66 La determinación teresiana es una decisión dinámica, “lanzada”, generosa sin vacilaciones. Como un quemar las naves o un salto en paracaídas sin poder volver atrás. “una gran determinación de que antes perderá la vida y el descanso y todo lo que le ofrece que tornar a la pieza primera”; “un ser varón y no de los que se echaban a beber en bruces cuando iban a la batalla. (ver: Malax. “Determinación”, 214).

67Gran determina determinación, es no parar hasta llegar a la meta, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabajase lo que se trabajare, murmure quien murmurare. Caminar con determinación.(ver: Malax. “Determinación”, 215).

68 Unión: es un término que Teresa repetirá a sus lectores hasta la saciedad. solo que la palabra unión adquiere un sentido y carga que desborda el vocabulario corriente. (ver: Álvarez, “Paso a paso leyendo con Teresa su Camino de Perfección”, 225).

69 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 32,11.

70 Contemplación perfecta: es la gracia que sobreviene al hecho de haberse dado del todo a Él. (Álvarez, “Paso a paso leyendo con Teresa su Camino de Perfección”, 223).

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24

1.2.3.4 Motivos teológicos

Eclesiológico: el tema de los religiosos en la Iglesia es hoy muy criticado, ya que muchas veces no se cumple lo que se predica, pero Teresa se expresa sobre los religiosos de la siguiente manera: “los del mundo harto harán si tienen de verdad determinación de cumplirlo. Vosotras, hijas, diciendo y haciendo, palabras y obras, como a la verdad hacemos los religiosos”71, es decir haciendo lo que se predica, dando testimonio. El Concilio Vaticano II en su decreto Perfectae Caritatis dice lo siguiente sobre los religiosos en esta misma sintonía de Teresa: “los religiosos, fieles a su profesión, abandonando todas las cosas por El, sigan a Cristo como lo único necesario, escuchando su palabra y dedicándose con solicitud a las cosas que le atañen”72, por lo cual los religiosos tienen que estar solícitos a las asuntos de Dios haciendo su voluntad.

Antropológico: Teresa en cuanto se refiere al alma y cuerpo lo hace de una forma platónica: “la pobre alma […] sujeta a tantos inconvenientes y embarazos y atadura como trae el estar en la cárcel de este cuerpo”73; es decir, Teresa entiende el cuerpo como un distractor del alma, para que ésta pueda unirse con su creador.

Cristológico: Teresa utiliza algunos títulos cristológicos propios de ella para referirse a Cristo: “buen maestro, Señor, buen Jesús, embajador, Hijo glorioso, Majestad, Todopoderoso”74, de ellos en este caso resalta el de “Majestad” porque ella hace referencia al alma como un castillo que es habitado por su Majestad el Rey75.

Eucológico: Teresa dice: “esto es contemplación perfecta, lo que me dijisteis os escribiese”76, el término “esto” en que se engloba y da por realizada la contemplación perfecta, es el estado resultante de haber hecho el don de sí al Padre, de haberle entregado la voluntad en comunión con Cristo, es un darse del todo tanto de Dios como del alma.

71 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 32, 8.

72 Concilio Vaticano II, “Decreto Perfectae Caritatis, sobre la adecuada renovación de la vida religiosa”, N°. 5.

73 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 32, 13. 74 Ibíd., Camino de Perfección, 32.

75 Ver: Teresa de Jesús 1as Moradas.

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25

1.2.4 “El pan nuestro de cada día dánoslo hoy, Señor” capítulos (33-35)

La santa extenderá esta petición a lo largo de los capítulos 33-35, donde el capítulo central e importante es el 34, en el que dice al lector cómo ha de ser su oración, una oración eucarística, cómo debe de interiorizarla y enriquecerla. Así mismo, ella escribe esta petición en latín:

Panem nostrum quotidianum da nobis hodie” como título del capítulo 33.

1.2.4.1 ¿Qué dice la autora?

Ante todo Teresa dice lo siguiente sobre esta petición: “y en su nombre y el de sus hermanos, pidió esta petición: El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy, Señor”77; y reconoce que esta petición tiene, primordialmente un sentido material. Jesús está presente en toda la oración del padrenuestro, se solidariza con nosotros de una manera especial cuando llega a esta petición, ya que le pide en nombre suyo y de sus hermanos al Padre el don del Pan-“Eucaristía”.

1.2.4.2 ¿Cómo lo dice?

Teresa lo expresa como una gran necesidad que tenemos de pedir nuestro pan de cada día y que el Señor nos lo de hoy, ella dice:

… Pues en esta petición de cada día, parece que es para siempre. Estando yo pensando por qué después de haber dicho el Señor, cada día, tornó a decir dánoslo hoy, Señor; ser nuestro cada día, me parece a mí porque acá le poseemos en la tierra y le poseeremos también en el cielo78.

Con respeto a dicha petición expresada en la palabras de Teresa podemos comprender de esta manera que el decir “hoy” es solo un día, pero el decir “cada día” es para siempre; y el dánoslo hoy es algo que viene de Dios y para siempre que es su Pan Sacratísimo.

1.2.4.3 ¿Para qué lo dice?

Para educar la piedad eucarística del orante; ya que recibir la comunión en ese entonces a diario no era uso habitual, Teresa recuerda a las religiosas que aún pueden comulgar

77Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 33, 1.

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26 espiritualmente: “cuando no comulgareis, hijas, y oyereis misa, podéis comulgar espiritualmente (que es de grandísimo provecho)”79. Educándolas de esa manera en la Eucaristía – Pan cotidiano - que el mejor momento para dar gracias a Dios es después de haber comulgado.

1.2.4.4 Motivos teológicos

Eclesiológico: el capítulo 35 termina con una súplica al Padre, para que no permita males en la Iglesia, y que no lo haga por amor a nosotros, sino por amor a su Hijo, ya que no tenemos méritos para solicitarlos, siendo esta una petición a favor de la Iglesia por medio de su Hijo. Antropológico: Teresa hace referencia a los ojos del cuerpo y alma con estas palabras: “procurad cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma y miraros el corazón”80. Ella siempre tendrá una mirada a lo interior81, mirada que solo se puede hacer con los ojos del alma mas no con los corporales.

Cristológico: los distintos títulos cristológicos que nos presenta esta petición del padrenuestro son: “Señor, Hijo, Majestad, esposo, Santísimo Sacramento, Cristo, buen Jesús, Cordero”82; de ellos resalta el de Santísimo Sacramento, título al cual también la santa conoce con el nombre de Eucaristía en los accidentes del pan y vino, dando a entender que este es nuestro Pan diario.

Eucológico: Teresa va a retomar el tema de la oración de recogimiento que ya había explicado en los capítulos (28 y 29) en la primera frase de esta oración, “Padre nuestro que estas en los cielos”, vuelve a tomar el tema porque es de suma importancia para ella, y lo dice así: “aunque había hablado de la oración de recogimiento de lo mucho que importa este entrarnos a solas con Dios”83, ella ve la importancia de esta oración de recogimiento, y quiere que sus lectores tengan presente dicha oración en su camino espiritual.

79 Ibíd., 35,1.

80 Ibíd., 34,12.

81 La mirada a lo interior es autoconocimiento, donde de sí, conocimiento propio. “Dios se alegra de que nos conozcamos” (6as Moradas 5,6); “la oración a de comenzar y acabar en propio conocimiento” (Camino de

Perfección, 39,5).

82 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 33-35.

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1.2.5 “Perdónanos, Señor, nuestras deudas, así como nosotros las perdonamos a nuestros deudores” capítulos (36-37)

Esta petición está desarrollada en los capítulos (36-37), donde se pide el perdón de Dios y ofrecemos el perdón nuestro. Con el tema del perdón regresamos desde la oración a lo más realista de la vida.

1.2.5.1 ¿Qué dice la autora?

Teresa de Jesús lo expresa de la siguiente manera: “Que nos perdone nuestras deudas, pues perdonamos nosotros”84, es decir: así como exigimos el perdón de Dios, también debemos de exigirnos perdonar a los otros. Además la petición que ella escribe en latín: “Dimtte nobis debita nostra”85 es la primera parte de la petición, por lo que queda incompleta86, pero al momento de desarrollar la petición la hace de forma completa.

1.2.5.2 ¿Cómo lo dice?

Teresa dice esta glosa con determinación, haciendo referencia a la petición sobre la voluntad de Dios87: es decir, esta expresión es de relevancia para ella en esta oración del padrenuestro, motivo por el que vuelve a decirlo como una virtud propia del que medita dicha oración. 1.2.5.3 ¿Para qué lo dice?

Teresa dice esta petición para exponer a su lector los efectos o frutos de la oración, tal como lo explica Alfonso Ruiz en su obra “Camino de Perfección para lectura y reflexión en grupo”: “el saber perdonar es señal inequívoca de la verdadera oración y del auténtico contemplativo. Estos aman las injurias, como los ricos sus joyas, por eso no es fácil que se ofendan”88. Por lo tanto, el perdonar en los contemplativos es tan espontáneo que no les cuesta hacerlo.

84Ibíd, 36, 1

85Ver: Teresa de Jesús, Camino de Perfección, título del Capítulo 32.

86 La segunda parte de la petición en latín es: “sicut et nos dimitimus debitoribus nostri”, por lo que sería una respuesta a la primera parte: “Dimtte nobis debita nostra”.

87Ver: petición sobre la voluntad de Dios. (1.2.3.1 ¿Qué dice el autor?). 88Ruiz, “Camino de Perfección, para lectura y reflexión en grupo”, 259.

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1.2.5.4 Motivos teológicos

Eclesiológico: Teresa cuando habla sobre la priora, lo dice en sentido jerárquico, donde la priora tiene el mayor rango; pero queda habilitada para otro oficio menor, es decir que cuando llegan a ese cargo una religiosa puede tener después un oficio menor; tal como está escrito en el pie de página del libro “Camino de Perfección” (36,4): “porque la que ha sido priora es después la que más se humilla”89,esto porque después de ser una religiosa priora, puede ella coger el oficio más bajo90 y hasta nuevamente volver a ser priora.

Antropológico: en esta petición Teresa va a resaltar el tema del alma y alma espiritual, estos dos términos aparentemente son iguales, pero el hecho de aumentarle un adjetivo al sustantivo “alma” cambia, porque está ya no es una simple alma sino que es espiritual. Tomás Álvarez lo describe así: “alma, hace referencia al cuerpo, mientras que alma espiritual es la hondura humana y la relación entre alma y espíritu tienen sentido religioso91. Es decir el alma espiritual tiene la apertura a la trascendencia, mientras que alma solo hace referencia al cuerpo humano.

Cristológico: títulos cristológicos la Santa va a usar los siguientes nombres para referirse a Cristo, como por ejemplo: “buen Maestro, Señor, Hijo, buen Jesús, Majestad, Sabiduría

eterna, buen Enseñador”92; a lo largo de los capítulos (36-37) llama Teresa a Jesús con esos nombres, pero el nombre que lo tiene más presente es el de Maestro como en la glosa: “Santificado sea tu nombre, venga en nosotros tu reino”93, ya que es el mismo Cristo quien le enseña, y es al que llama buen Maestro.

Eucológico: Teresa de Jesús desarrolla en el Padrenuestro los grados de oración pasando desde la mental hasta llegar a la oración de unión94. Ella escribe así en su comentario a dicha oración: “espánteme ver que en pocas palabras esta toda la contemplación y perfección encerrada […] porque hasta aquí nos ha enseñado el Señor todo el modo de oración y de alta

89 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 36,4. 90 El oficio más bajo, es el de portera.

91 ver: Álvarez, T. “Alma”, 37.

92 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 36-37.

93 Ver: la glosa “Santificado sea tu nombre, venga en nosotros tu reino” (1.2.2.4 Motivos teológicos).

94 Oración de unión: esta oración unifica toda la actividad de la mente (todas las potencias) y las une al interlocutor Divino y se expresa en fenómenos místicos como el éxtasis […] se mide también por la experiencia que el orante adquiere del Amigo divino y de su misterio. (ver: Álvarez. “Grados de oración”, 319).

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29 contemplación, desde los principiantes a la oración mental y de quietud y unión”95, es decir a lo largo de estas glosas nos enseña cómo es que podemos llegar a la oración de unión con solo rezar el Padrenuestro; y es que para llegar a la oración de unión tiene que haber una plena conformidad con la voluntad de Dios.

1.2.6 “No nos traigas, Señor, en tentación; mas líbranos del mal” capítulos (38-41)

Teresa dedica los capítulos finales del Camino a estas últimas peticiones del Padrenuestro, donde habla sobre los peligros y los males. La Santa lo escribe de la siguiente manera en latín: “Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo”96, frases escritas como lo presenta la liturgia.

1.2.6.1 ¿Qué dice la autora?

La autora, dice lo siguiente de estas últimas peticiones: “Que nos libre el Señor y que no consienta andemos en tentación”97; y es que el peligro del que habla la Santa es creerse con virtudes, por lo que hace falta humildad. Por eso ahora, en estas peticiones no se dirige a principiantes, sino a los avanzados y adelantados, que son los que llegan a la perfección o tienen contemplación.

1.2.6.2 ¿Cómo lo dice?

Teresa va decir esta petición en forma de súplica: “pedimos en ella ayuda contra las tentaciones y contra el mal, o contra el Maligno”98, es decir, se dirige al Señor, para que éste lo libre de las tentaciones, porque el demonio puede hacer gran daño sin entenderle, porque creer que tenemos virtudes y no las tenemos, esto es pestilencia99. Y es que el grave riesgo de caer en tentación acecha al hombre de oración pero no desde afuera, sino desde la entraña misma del trato con Dios.

95 Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 37,1. 96 Ibíd., título del Camino de Perfección, 38. 97 Ibíd., Camino de Perfección, 38,2. 98 Ibíd., 38,1.

99 Pestilencia: es uno de los más típicos y fuertes anatemas teresianos: “ponzoña y pestilencia”, son ciertos desvaríos de la amistad, las divisiones y desvaríos de la comunidad, los clasismos y puntillos de honra, pestilencia en la oración es vivir en estado de mentira. (Álvarez, “Paso a paso leyendo con Teresa su Camino de Perfección”, 272).

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1.2.6.3 ¿para qué lo dice?

La santa al desglosar esta petición va a inculcar al orante dos virtudes: amor y temor de Dios (C 40,41), como remedio para no caer en las tentaciones. Ya que estas dos virtudes se integran en una sola; además recordemos que “amor y temor”100 son las dos virtudes finales de su obra Camino de Perfección, y no solo del libro, sino del itinerario de oración teresiana. 1.2.6.4 Motivos teológicos

Antropológico: en este sentido teológico, para Teresa el alma es el hombre; esta alma debe tener virtudes101, y estas son: “amor y temor”. Tomas Álvarez nos dice: “Temor, que deberá desarrollar el sentido de trascendencia. Y amor, que afine el sentido filial, de intimidad con Jesús y con el Padre”102. Pues bien estas son dos virtudes que hacen crecer al alma, es decir a la persona.

Cristológico: Teresa de Jesús va a seguir enumerando los títulos cristológicos con los que se refiere a Jesús, y en esta glosa lo llama así: “Señor, Majestad, buen Maestro, amado”103. De estos títulos el que más relevancia tiene en estas glosas últimas es el de “amado”; este tiene que ver con el de “esposo”104, en el sentido amoroso, relacional y trato que tiene con su Cristo de amor, porque como esposo es amado.

Eucológico: después de haber hecho todo un recorrido en el camino de oración, finalmente Teresa llega en esta última petición al punto más alto de la oración, que es el de la “contemplación”105, ya que en esta se realiza una especial relación del hombre con Dios, preparándose para la unión plena con Dios permaneciendo en ésta.

100 Amor y temor: que el amor nos hará apresurar los pasos; y el temor nos hará ir mirando donde ponemos los pies, para no caer por camino a donde hay que tropezar. (Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 40,1). 101 Santa Teresa nunca se puso a decirnos como los “letrados” que la virtud es “un hábito operativo y bueno” y que algunas tienen un origen bíblico, pero su clasificación teológica posterior se inspira en la filosofía griega. Para Teresa virtud es: todo lo bueno que se haga o sufra por Dios. (ver: Malax. “virtudes”, 638-639).

102 Álvarez, T. “Camino de Perfección”, 95-97.

103Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 38-41.

104Ver: la glosa “Padrenuestro que estas en los cielos” (1.2.1.4 Motivos teológicos).

105 Teresa entiende por contemplación una forma de oración superior a la meditación. La meditación es discursiva y la contemplación es unitiva. La contemplación afecta directamente a la voluntad y envuelve a toda la persona del orante, a toda su actividad anímica, en un sencillo flujo de actividad y pasividad. (Álvarez. “Contemplación”, 168).

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1.2.7 “Amen” capitulo (42)

Es una de las invocaciones preferidas de la Santa, inspirada por los textos bíblicos y por la liturgia, tal como lo afirma Tomas Álvarez:

Amen: es un hebraísmo conservado en los libros del Nuevo Testamento (evangelios, Cartas, Apocalipsis) con significado de ratificación o adhesión religiosa a una verdad, o a la revelación de Dios, o al contenido de la oración que precede. Jesús mismo lo emplea a veces en duplicado (Jn 3,3.5) para refrendar la autoridad divina de su palabra. Pablo recuerda su empleo en la comunidad primitiva como aclamación final del grupo a la oración de un carismático (1Cor 14,16). En el Apocalipsis, Jesús mismo es “el Amén, el testigo fiel” de

Dios (3,14)106

Como en la liturgia, también las oraciones que Teresa intercala en el relato o en la exposición doctrinal, culminan en el “amén”: “Bendito sea alabado el Señor, de donde nos viene todo el bien que hablamos y pensamos y hacemos. Amén”107. Por ello Teresa es sin duda una continuadora de la tradición orante cristiana, condensando la piedad filial y la oración de Jesús, de Pablo y de la comunidad primitiva.

Para la Santa, en su glosa al padrenuestro, el amén es interpretado como el resumen y confirmación de todas las peticiones contenidas en dicha oración, sobre todo de la última: que el Señor nos libre de todo mal; tal como ella lo escribe en el último capítulo de su obra

Camino de Perfección: “amén entiendo yo que, pues con él se acaban todas las cosas, que así

pide el Señor seamos librados de todo mal para siempre”108, es decir con el amén concluye toda la glosa del padrenuestro y ratifica su contenido en una sola palabra.

1.3 Balance del capítulo

Al acercarnos al comentario del padrenuestro hecho por Santa Teresa de Jesús en su libro Camino de Perfección capítulos 27-42, nos damos cuenta que es un tratado dirigido por Teresa a sus hijas y hermanas. Está presentado como una pedagogía de oración donde el orante pasa de la oración vocal a una contemplación perfecta.

106Álvarez. “Amén”, 38.

107Teresa de Jesús, Camino de Perfección, 42,7.

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