1 Panel de rectores La propuesta de la universidad católica para la educación superior
Ignacio Sánchez1
Muchas gracias, muy buenas tardes a todos. Monseñor, gracias por su presencia. A los rectores, estudiantes y académicos que hoy día han participado de este congreso, yo les quiero agradecer por la participación que han tenido y también al equipo organizador.
¿Cuáles son las propuestas de la universidad católica para la educación superior? Aquí no estoy hablando solamente de esta Universidad, sino que estoy hablando de lo que el Capítulo Chileno de Universidades Católicas recientemente presentó y que es una monografía que se llama “Aportes desde el capítulo chileno de universidades católicas al análisis de la reforma
universitaria”2
En este capítulo tuvimos participación la Universidad Católica de Temuco, la Universidad Católica Silva Henríquez, la Universidad Alberto Hurtado, la Universidad Católica del Maule, la Santísima Concepción, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Católica de Chile y la Universidad Católica del Norte.
Lo primero fue hablar sobre la identidad y la misión de las universidades católicas. Creo que es importante el refuerzo de la historia no solo de nuestro país, sino también del mundo. Hace casi 130 años se funda esta universidad y, posteriormente, ha habido inicio de distintos proyectos educativos de universidades católicas que han complementado en forma muy importante a nuestro sistema de educación superior. Yo diría que las características de las universidades católicas en nuestro país han sido su pertinencia, su calidad y su compromiso con las comunidades a las cuales sirven. El Rector Bórquez y el Rector Tabilo han mostrado ejemplos de su trabajo en las regiones del país, y eso hay que destacarlo muy fuertemente.
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Rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile
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Bajar texto completo en pdf en: rectoria.uc.cl/Descargar-documento/147-Capitulo-Chileno-de-Universidades-Catolicas-al-analisis-de-la-reforma-universitaria
2 En segundo lugar, creo que las universidades católicas han puesto el tema de la libertad académica y de la calidad con libertad académica en nuestro país. Se ha puesto el énfasis de que a nuestro país le hace muy bien esta diversidad de propuestas educativas para que libremente la familia y los jóvenes puedan elegir dónde desarrollar su propia formación de educación superior.
Me parece que hay que destacar que la educación superior es un proceso de transformación. Basta tener en mente cómo hemos visto a los estudiantes de primer año y luego cómo los vemos como científicos, como profesionales y luego cómo los vemos como pares nuestros en su labor educativa, y muchas veces cómo los vemos como autoridades en cada una de las áreas en las que se desempeñan. Por lo tanto, allí hay un proceso de transformación que es personal, pero que se realiza en comunidad. No funciona el tema de que cada uno se forma y crece solo. Nosotros pensamos que el efecto de los pares estudiantes y los pares profesores tiene un efecto muy importante en la formación de cada uno.
Y este crecimiento en comunidad debe tener un apoyo de la comunidad académica, un apoyo que permita a la persona crecer e independizarse, pero también que permita hacer un acompañamiento muy directo de su proceso formativo.
Yo creo que todos los que estamos aquí podríamos fácilmente nombrar a las tres personas que más han influido en su formación escolar y universitaria. Y si dejamos de lado a nuestros padres, encontraremos a los profesores que hemos intentado seguir su ejemplo, y muchas veces no tiene tanto que ver con la disciplina que nos enseñó o con los contenidos, sino que tiene que ver con las actitudes, los valores y la forma de desarrollar su propia profesión.
El segundo elemento que vimos, es el análisis de la carta apostólica Ex Corde Ecclesiae, y el hecho de nacer del corazón de la Iglesia. Esto es extraordinariamente importante y marcador, y creo que como católico estoy constantemente reflexionando sobre ese punto.
Hace un par de semanas visitó nuestra Universidad, el Rector de la Universidad Lateranense en Roma y nos mostraba cómo los hospitales también habían nacido del corazón de la Iglesia, 500 años antes. El sistema hospitalario, como lo conocemos, se inicia en comunidades cristianas, en donde el médico no va a tratar al enfermo, sino que se juntan en organizaciones en donde hay un equipo de salud que se adapta. Y por eso, el personal médico durante muchos siglos estuvo muy relacionado a la Iglesia.
3 Hacer esta comparación entre la formación y curar enfermedades como parte integral de nuestra Iglesia es bien interesante hacerlo hoy día.
Sabemos que las dos columnas principales de nuestras universidades son la formación integral de nuestros estudiantes, no solo en lo disciplinar, sino también en lo valórico, y la creación de nuevo conocimiento. Y cada una de las instituciones que estamos aquí, estamos trabajando fuertemente en ambos aspectos. Algunas con mayor énfasis en la investigación y otras con mayor énfasis en la formación integral y docente de nuestros estudiantes.
El tercer elemento, tiene que ver con el para qué. Creo que todos tenemos muy claro que es para servir a Chile; para comprometernos con el desarrollo de nuestra sociedad; para aportar a través de nuestros egresados, a través de científicos y profesionales; para que a través de nuestra investigación y el compromiso de nuestras universidades con los temas culturales, científicos y tecnológicos podamos entregar ese valor a la sociedad.
Dentro de los desafíos que nosotros evaluamos dentro del capítulo, quisiera nombrar algunos. Primero, universidad y calidad. Personalmente, pienso que la calidad debe ser un elemento muy sustantivo en una universidad católica, por el hecho de entregar lo mejor de uno mismo, lo mejor de una comunidad hacia el servicio del otro. Es decir, nosotros no debiéramos contentarnos con hacerlo bien, sino que hacerlo cada día mejor.
Me resonaron mucho las palabras del profesor Vicuña, cuando decía que el científico católico se sorprende y se emociona, pero busca más, no se contenta con lo que encuentra. Y eso debiera reflejar a todas nuestras comunidades. Qué bueno hacerlo bien, pero qué desafío hacerlo mejor el próximo año. Yo creo que esa es la definición de calidad o de sentido de excelencia que debiéramos darle a nuestro quehacer.
El segundo elemento que discutimos fue la diversidad institucional. Dentro del capítulo tenemos una gran diversidad, hay algunas instituciones que tienen más estudiantes vulnerables, más estudiantes que son primera generación en educación superior; hay algunas instituciones que están más comprometidas con cierto desarrollo científico o cultural de sus regiones; tenemos universidades de regiones, de la región Metropolitana; tenemos universidades que son más nuevas; tenemos universidades que tienen un marcado énfasis en algunas áreas del saber, otras que son más amplias; tenemos instituciones que tienen un marcado liderazgo en desarrollo de conocimiento e investigación, y creemos que esta diversidad es muy enriquecedora, pero que
4 también nos pone un desafío importante: el trabajo en red. Y por eso creemos que el capítulo puede trabajar mucho más en red y hemos invitado a otras instituciones de inspiración cristiana para que ese trabajo en red se manifieste, por ejemplo, en intercambio de estudiantes, en trabajos de investigación colaborativos, en intercambio de docentes y profesores. Hemos visto que era más fácil que un estudiante de nuestra Universidad se fuera a la Universidad de Melbourne, en Australia, a que se fuera a una universidad de la V región. Y esto es por la falta de concretar estas redes de trabajo conjunto, y la falta también de los estudiantes, profesores y autoridades de ver lo valioso que puede ser trabajar en conjunto.
El tercer elemento es la libertad de enseñanza y la libertad académica. Pensamos que nuestras instituciones deben caracterizarse por una libertad de enseñanza, un ocio académico bien entendido, que es con un muy buen proceso de selección de nuestros profesores, con un buen criterio sobre cuál es la identidad de la universidad; echar a volar la creatividad, la pasión, las ganas, el esfuerzo de nuestros académicos. Pensamos que con eso podríamos tener una comunidad viva, pensante, en donde la creatividad académica sea uno de los nortes que nos dé un indicador de calidad.
Otros elementos importantes es hacer el énfasis en la formación de los profesores; criterios de selección y criterios de formación. Obviamente, una universidad debe optar por tener mejores estudiantes de todos los sectores y procedencias educacionales y socio económicas, pero también una universidad debe preocuparse fuertemente de la selección de sus profesores, de su ascenso y promoción y de su capacitación docente. La labor docente, el acompañamiento y el tiempo destinado a los estudiantes, es algo que no aparece en los rankings. En los rankings aparece el número de docentes por alumno, pero no aparece si esos docentes tienen una política de puertas abiertas para recibir a esos alumnos, tienen un acompañamiento, se saben el nombre de los alumnos que están formando. Y me parece que una universidad católica debiese definirse y manifestarse por esas características. Creo que relevar y valorar el rol del profesor universitario es particularmente importante.
Quisiera cerrar con dos elementos. La autonomía universitaria que puede ser amenazada por implantación de formas de gobierno universitario, por el poder del aspecto económico, por un gobierno equis que pueda limitar la libertad de enseñanza u otros. Yo creo que debemos dejar muy claro que la autonomía universitaria es un valor esencial para que toda universidad se desarrolle, crezca y pueda aportarle al país. Cuando se lesiona la autonomía universitaria, junto
5 con lesionar a la institución, se le está haciendo un daño al país. Es el país es el que se daña si los distintos proyectos educativos comienzan a ser cercenados o comienzan a ser homogenizados.
No tendría ninguna razón de ser el que Chile tuviera una gran universidad única y monolítica. Creo que eso significaría una pérdida de diversidad y de valores que sería muy importante para el país.
Otro elemento muy importante tiene que ver con el ejemplo del profesor universitario. Así como nosotros aprendimos de nuestros profesores y que podemos mencionar algunos profesores que fueron señeros para nosotros, yo creo que todos los profesores deben tener muy claro que están siendo ejemplo para los demás, para los estudiantes, para sus pares, para los profesores jóvenes, para los miembros de la comunidad académica, profesionales, funcionarios y administrativos. Por lo tanto, este énfasis de formación de calidad, de análisis riguroso de nuestro quehacer, de evaluar los procedimientos, de tener una continua reflexión de lo que hemos hecho bien, pero también de lo que podemos hacer mejor, tiene mucho que ver con un deber ser de entrega, no solamente en lo científico, en lo cultural o en lo intelectual, sino también en una entrega personal, porque a través de ella se hacen más grandes las comunidades académicas, podemos desarrollar mejor el sentido de la universidad y podemos entregar un mejor proyecto para nuestro país.
