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Posibilidades de una Comisión de la Verdad para Colombia

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P

osibilidades de una

Comisión de la Verdad

para Colombia

E

l proceso de paz en La Ha-bana ha puesto en el debate público de qué manera los acuerdos a los que se pu-diera llegar van a resolver el tema de las víctimas y los mecanismos de justicia transicional que permitan responder a las exigencias de verdad, justicia y reparación por los abusos que se han cometido a lo largo del conflicto armado. Uno de los temas que de aquí se derivan es hasta dónde una comisión de la verdad puede ser un mecanismo adecuado para ayudar a resolver los re-tos que se plantean a este nivel.

Desde finales de los años cincuenta en el país se ha optado por procesos de paz en los que por medio de amnis-tías se han cerrado ciclos de violencia

de manera parcial y no han dado pie al desarrollo de Comisiones de la Ver-dad. En el mejor de los casos se han implementado algunas comisiones de estudios sobre la violencia que han sido un mecanismo de aproximación parcial a la verdad, procurando explicar los múltiples tipos de violencia que nos azotan y las razones de su persistencia en el país.

Sin embargo, entre las limitaciones que han tenido es necesario resaltar que en ninguno de los casos se han precisa-do quienes fueron los responsables so-bre los abusos cometidos, en particular los del Estado.1 Esta dificultad no

pare-ce fácil de superar a corto plazo pues aunque se han dado algunos avances con la ley de Justicia y Paz, no ha sido

Por Mauricio García Durán, S.J.*

Camilo Andrés Hernández Barreto**

Desde finales de los años cincuenta en el país se ha optado por procesos de paz en los que por medio de amnistías se han cerrado ciclos de violencia de manera parcial y no han dado pie al desarrollo de Comisiones de la Verdad. En el mejor de los casos se han imple-mentado algunas comisiones de estu-dios sobre la violencia que han sido un mecanismo de aproximación parcial a la verdad, procurando explicar los múltiples tipos de violencia que nos azotan y las razones de su persisten-cia en el país.

El artículo hace una breve síntesis histórica del camino recorrido por Colombia hacia una

Comisión de la Verdad. Se plantea hasta donde las posibilidades de una comisión de este tipo

hacen parte de los procesos de negociación con grupos armados identificando algunos retos

que tendría que afrontar si se creara.

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posible conocer todos los mecanismos de victimización en el conflicto armado. Tampoco se han identificado a todos los responsables de estos hechos, como por ejemplo quienes impulsaron y apoyaron el paramilitarismo. Esto no excluye a los grupos guerrilleros que aún existen pues también deben responder por los abusos que han cometido en esta larga guerra.

La experiencia de otros países de-muestra que las Comisiones de la Ver-dad no son necesariamente el resultado de un proceso de paz. La gran mayoría se han dado en contextos de transicio-nes políticas, normalmente de dictadu-ras o regímenes represivos a regímenes democráticos. Por ello este tema no se va a resolver en La Habana, pues la victimización por parte del Estado y las FARC-EP no sólo no es la única fuente de abusos, sino que también esta vic-timización continúa y no podrán cono-cerse la totalidad de estos mecanismos

mientras no exista un cese definitivo de las hostilidades.

Hasta el momento las FARC-EP han insistido en la integración de una “Comisión de Revisión y Esclarecimien-to de la Verdad de la hisEsclarecimien-toria del con-flicto interno colombiano” que estaría conformada por expertos nacionales e internacionales e investigaría un perio-do que va desde la violencia bipartidis-ta hasbipartidis-ta la actualidad.2 Por su parte, el

Gobierno ha mostrado interés en con-formar una Comisión de la Verdad como parte de la aplicación del Marco Jurídico para la Paz.3

Ahora bien, los expertos en el tema usan el término de “Comisiones de la Verdad” para referirse a aquellos cuerpos investigativos que, con reco-nocimiento oficial4, tienen como foco

develar los patrones de abuso que se han cometido en el pasado; desarrollan su trabajo en un periodo de tiempo de-finido (un promedio de 2 años). Éstas deben tener suficiente autonomía para investigar y recopilar información de las víctimas y los victimarios.

Toda sociedad necesita tener la capa-cidad de mirarse a sí misma y confron-tar su pasado y por ello las Comisiones de la Verdad son sólo uno de muchos caminos. Éstas buscan crear un balan-ce entre verdad, justicia y reparación, abriendo en mayor o menor medida la Es necesario generar un balance entre verdad, justicia y reparación de las víctimas, abriendo la puerta hacia procesos de reconciliación.

Toda sociedad necesita tener la capacidad de mirarse a sí misma y confrontar su pasado y por ello las Comisiones de la Verdad son sólo uno de muchos caminos. Fot o: Ar chiv o CINEP /PPP .

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puerta hacia procesos de reconciliación. En la actualidad se considera prioritario algún tipo de penalización para los vic-timarios como garantía de no repetición ni de impunidad. Lo anterior no implica que se nieguen las amnistías, sino que estas están más condicionadas que en el pasado. Por ello es necesario analizar las posibilidades que una comisión de estas características tendría en el país, así como sus retos.

Aunque no hay una regla general para su implementación, una Comisión de la Verdad debe cumplir al menos con cinco objetivos básicos (Hayner, 2001: 24): 1.Descubrir, clarificar y reconocer formalmente los abusos que se cometie-ron; 2.Responder a necesidades especí-ficas de las víctimas; 3.Contribuir a la justicia y a la rendición de cuentas por parte de los perpetradores; 4.Señalar la responsabilidad institucional y reco-mendar reformas y 5.Promover la re-conciliación y reducir el conflicto sobre el pasado.

Teniendo en cuenta lo anterior, vale la pena revisar algunos de los meca-nismos de búsqueda de la verdad que ha tenido el país para ver hasta dón-de se ha dado una ruptura con la di-námica de violencia que favorezca la formación de una Comisión con estas características. A continuación se inten-tará responder a la siguiente pregunta:

¿Ha estado la constitución de una Comi-sión de la Verdad en el horizonte de los procesos de paz en Colombia?

El Frente Nacional como

“Acuerdo de Paz”

El Frente Nacional buscó sellar la violencia entre los partidos políticos tra-dicionales y sus facciones excluyendo a varios sectores sociales de dicho pacto. Con la intención de difundir esta idea y pacificar al país, estableció la Comisión Nacional Investigadora de las Causas y Situaciones Presentes de la Violencia en el Territorio Nacional (Decreto 0942 de 1958). Fue la primera comisión que se creó con el fin de explicar la violencia y recogió testimonios y datos en las zonas

más afectadas por la violencia para pro-ceder a desactivarla. Aunque no produjo un informe final la información recolec-tada sirvió como insumo para el libro “La Violencia en Colombia” publicado en 1962. Su importancia radica en que generó polémica entre diversos sectores en el momento que fue publicado por las revelaciones que hacía porque con-cluía, prácticamente en concordancia con el pacto bipartidista, que todos los colombianos eran responsables de la tragedia nacional.

Procesos de Paz Barco – Gaviria

(1986-1994): Acercamientos

tangenciales para un

Comisión de la Verdad

Durante el Gobierno de Virgilio Barco se avanzó en el tema pero no se llegó a constituir una Comisión de la Verdad. En cambio se creó la Comisión de Estu-dios sobre la Violencia que produjo un informe titulado “Colombia: Violencia y Democracia” (1987) en el que se anali-zaron las distintas formas y causas de las violencias que azotaron al país. El estudio deja ver que no necesariamen-te es la violencia del conflicto arma-do la que más está afectanarma-do al país e identifica con claridad la pluralidad de violencias que lo hacen. Esta comisión no surgió como parte de los procesos

La Comisión Nacional de Repa-ración y Reconciliación (CNRR) que investigó algunos casos emblemáti-cos y sin develar necesariamente he-chos que fueran desconocidos en su totalidad o a los victimarios, si puso el debate sobre la importancia de la memoria histórica como vehículo para la reconciliación en el país.

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de paz que este gobierno adelantó. Sin embargo, como parte de los Acuerdos de paz firmados con varias guerri-llas se estableció la creación de varias comisiones de las que hicieron parte los excombatientes; estos fueron más bien acercamientos tangenciales para lo que podría llegar a ser una Comisión de la Verdad.

Por ejemplo, en el acuerdo con el M-19 algunos de los puntos negociados a nivel de justicia, derechos humanos y orden público se aproximaron al tema. Se consideró publicar información sobre

las autodefensas que estuvieran bajo responsabilidad de las Fuerzas Arma-das, crear una comisión académica para el estudio del narcotráfico, otra para es-tudiar la ratificación de los protocolos de los acuerdos de Ginebra (DIH), y una más para la revisión del Estatuto para la Defensa de la Democracia.

Luego, con la administración Gaviria el Partido Revolucionario de los Trabaja-dores (PRT) acordó crear una Comisión de Derechos Humanos de la Costa Atlán-tica que haría el análisis de la situación en los municipios con presencia de esta guerrilla y la veeduría correspondiente.7

Del mismo modo sucedió con la Comi-sión de Superación de la Violencia8

con-formada por seis comisionados, la cual produjo el informe: “Pacificar la Paz. Lo que no se ha negociado en los acuer-dos de paz” (1992); se enfocó prin-cipalmente en identificar los tipos de violencia y sus actores en las regiones de presencia del Ejército Popular de Li-beración (EPL) y el Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL).

El trabajo del el grupo de Memoria Histórica se ha centrado en identificar las razones para el surgimiento y evo-lución de grupos armados ilegales y recoger las distintas memorias sobre la violencia, en especial de los sectores que han sido silenciados.

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Centro Nacional de Memoria

Histórica: ¿Hacia la constitución

de una Comisión de la

Verdad para Colombia?

La ley de Justicia y Paz como meca-nismo de Justicia Transicional permitió pensar con más seriedad en la posibi-lidad de constituir una Comisión de la Verdad. En términos de memoria, se creó la Comisión Nacional de Repara-ción y ReconciliaRepara-ción (CNRR) que in-vestigó algunos casos emblemáticos sin develar necesariamente hechos que fueran desconocidos en su totalidad o a los victimarios, si puso el debate sobre la importancia de la memoria histórica como vehículo para la reconciliación en el país.9

El Gobierno Santos ha intentado avanzar en varios de los vacíos dejados por esta ley, primero, con la Ley de Víc-timas y Restitución de Tierras y, luego, con el Marco Jurídico para la Paz. Igual-mente, ha dado continuidad al trabajo desarrollado por el grupo de Memoria Histórica10 que pasó a depender del

Cen-tro Nacional de Memoria Histórica en 2012. Su trabajo se ha centrado en iden-tificar las razones para el surgimiento y evolución de grupos armados ilegales y recoger las distintas memorias sobre la violencia, en especial de los sectores que han sido silenciados.11

Ésta es la experiencia más reciente y cercana a la labor que podría desem-peñar una Comisión de la Verdad. Sin embargo es necesario preguntarse hasta qué punto el Centro de Memoria podría asumir todas estas funciones.

Algunas conclusiones y retos

a los que debe responder

una Comisión de la Verdad

Como se vio anteriormente la expe-riencia de Colombia para generar comi-siones de investigación sobre la violencia es variada12, lo cual no significa que

al-guna haya cumplido a cabalidad el pa-pel de una Comisión de la Verdad. El Centro Nacional de Memoria Histórica

sin duda ha contribuido a la construc-ción de la memoria sobre la violencia por medio de una metodología que pre-tende otorgar un lugar privilegiado a las voces regionales y locales, especialmente a las voces de las víctimas. Esto también se evidencia en las formas de difusión y socialización de las investigaciones. Estos mecanismos hacen que se constru-ya una memoria mucho más plural que en las otras comisiones en las que sola-mente se recogían las voces de expertos académicos y funcionarios públicos.

Las comisiones no han servido para presionar a los perpetradores para ren-dir cuentas ante la justicia. Por ejemplo, la comisión de 1958 contribuyó sola-mente a legitimar el pacto bipartidista; la de 1987 hizo manifiesta la multipli-cidad de violencias que afectan al país llegando a identificar actores armados de manera muy general. Mientras que el Grupo de Memoria Histórica (GMH), se ha acercado a las investigaciones ju-diciales que se adelantan en el marco de la ley de Justicia y Paz y ha promovido el debate en torno a los resultados de ésta sin mucho éxito.

Todos estos esfuerzos aun no logran romper con una memoria oficializada sobre el conflicto que oscila entre res-ponsabilizar a toda la sociedad por la violencia o señalar como responsables a las guerrillas y a los narcotraficantes. El GMH aunque intenta separarse de esta tendencia nombrando al Estado como victimario, reconoce este problema en su informe general y recomienda la creación de una Comisión de la Verdad cuando finalice el conflicto armado.13

Esta comisión tendría que llevar al Es-tado a reconocer su responsabilidad y sin pormenorizar los crímenes de las guerrillas, explicar los mecanismos de represión, legales e ilegales, utilizados por el Estado; su relación con el parami-litarismo, proponiendo reformas en los aparatos de seguridad que garanticen la no repetición de estos hechos.

Solamente un escenario de poscon-flicto [armado] abrirá posibilidades para que una Comisión de la Verdad

surja, pues en los procesos de nego-ciación los limites de los acuerdos políticos han creado comisiones muy limitadas en sus funciones como para dar cuenta de todos los crímenes del conflicto. Sus resultados tampoco pue-den garantizarse pues muchos de los poderes regionales (élites locales y re-gionales, terratenientes y empresarios, multinacionales, etc.) que han jugado un papel activo en la confrontación continuaran existiendo y oponiéndose a contar la verdad. Al mismo tiempo representará una oportunidad políti-ca para las víctimas, en particular, y, para el país, en general, pues abrirá más puertas hacia la reconciliación, a la cual solo se llegará en el largo plazo bajo un acuerdo generacional.

Solamente un escenario de pos-conflicto [armado] abrirá posibili-dades para que una Comisión de la Verdad surja, pues en los procesos de negociación los límites de los acuerdos políticos han creado comi-siones muy limitadas en sus funcio-nes como para dar cuenta de todos los crímenes del conflicto.

* Mauricio García Durán, S.J. Asistente de Apostolados de la Compañía de Jesús, provincia colombiana.

** Camilo Andrés Hernández B. Investigador CINEP/Programa por la Paz. Equipo Iniciativas de Paz.

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Notas

1 Según Priscilla Hayner un elemento

funda-mental para una Comisión de la Verdad es nombrar los culpables de violaciones a los derechos humanos en especial en los países en donde el sistema judicial no funciona lo suficientemente bien para realizar juicios. Aclara la autora que a pesar de que por mandato las comisiones son autónomas para decidir si hacen públicos o no los nombres de los victimarios han sido muy pocas las que lo han hecho. Esta decisión depende funda-mentalmente del contexto y de los efectos en términos de seguridad que puedan causar sobre los comisionados, las víctimas y/o los victimarios. (Hayner; 2001: 107-8)

2 FARC-EP (Agosto 28 de 2013) “Reiteramos

nuestra propuesta, Comisión de revisión y esclarecimiento de la verdad de la historia del conflicto interno colombiano”, disponi-ble en: http://www.pazfarc-ep.org/index. php/noticias-comunicados-documentos- farc-ep/delegacion-de-paz-farc-ep/1439- comisi%C3%B3n-de-revision-y-esclarecimien- to-de-la-verdad-de-la-historia-del-conflicto-interno-colombiano.html , recuperado en: octubre 9 de 2013.

3 Art. 1 Acto legislativo 1 de 2012. 4 En Colombia han surgido iniciativas de

búsqueda de la verdad no oficiales que tam-bién tienen un mandato y una composición específica, como el Proyecto Colombia Nunca Más, fundado en abril de 1995 por 17 or-ganizaciones, para documentar los crímenes ocurridos entre 1966 y 1998; el Movimiento de Víctimas de crímenes de Estado, que reúne más de 200 organizaciones de víctimas de actos cometidos por agentes del Estado y los grupos paramilitares. Ver: ICTJ (2009) “La Comisión de la Verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia”, Iniciativas de Búsqueda de la Verdad, disponible en: http://ictj.org/ sites/default/files/ICTJ-Colombia-TC-Palace-Justice-2008-Spanish.pdf , recuperado en: octubre 20 de 2013.

5 Villarraga, A (2009) “Acuerdos con el EPL,

MAQL y CRS, Diálogos con la CGSB” en Bib-lioteca de la Paz, Tomo III, Bogotá, Fucude. Acuerdos PRT, pp. 185-186; Acuerdo EPL, 174-175 y Acuerdos MAQL, p.200.

6 La comisión funcionó por seis meses en los

que buscó realizar diagnósticos en violación de derechos humanos prestando especial atención a fenómenos como el paramilitaris-mo y el narcotráfico, proparamilitaris-mover de estrategias para la superación de la violencia y hacer recomendaciones de política en general con participación de la comunidad y sus organiza-ciones.

7 En términos de justicia, los resultados de los

procesos judiciales adelantados en 8 años son más bien pobres: de los 4.400 postulados en el marco de la ley se han producido 14 sentencias (0,3% de los casos), de las cuales sólo dos han sido definitivas. Igualmente sucede en términos de reparación dado que el monto de los bienes entregados por estos grupos es insuficiente.

8 El Tiempo (20 de julio de 2013), “Verdad,

lo rescatable de la Ley de Justicia y Paz”, disponible en: http://www.eltiempo.com/ justicia/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTE-RIOR-12940401.html , recuperado: 12 de octubre de 2013.

9 Ha completado 24 publicaciones que incluyen

casos emblemáticos y temas de género, de-spojo y desplazamiento y recientemente pre-sentó el informe General titulado, “¡Basta ya! Colombia: Memorias de guerra y dignidad” (2013), con el cual ha dado cumplimiento al mandato de la Ley 975 de 2005.

10 “¿Qué es el Grupo de Memoria Histórica?”

disponible en: http://www.centrodememo-riahistorica.gov.co/index.php/somos-gmh/ grupo-de-memoria-historica recuperado: 18 de agosto de 2013.

11 En Colombia también han existido

co-misiones oficiales con un carácter de in-vestigación extrajudicial para esclarecer hechos puntuales asociados a violencia política en algún periodo o región en específico. Algunos ejemplos son: 1. La Comisión de investigación de los sucesos violentos de Trujillo (Decreto 2771 de 1994) que fue creada con el aval de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos aunque no llevo a sentencias condenatorias si logró el reconocimiento de la responsabilidad del Estado por ac-ción conjunta entre paramilitares y fuerza pública. Por lo que ha tenido repercu-siones similares a los de una comisión de la verdad en términos judiciales, pues hasta la actualidad continúan haciéndose investigaciones para encontrar a todos los responsables; 2. La Comisión para la búsqueda de la verdad de los eventos de Barrancabermeja (Decreto 1015 de 1998) con resultados exiguos y un informe no accesible al público; sólo hizo sanciones limitadas a militares involucrados en los hechos. Y 3. La Comisión de la Verdad por los hechos del Palacio de Justicia creada por la Corte Suprema de Justicia en 2005 y presentó un informe final en 2009 que se ha tomado como parte de las pruebas para investigar y judicializar a los responsables de la retoma del Palacio de Justicia.

12 GMH. (2013) ¡Basta Ya! Colombia

Me-morias de Guerra y Dignidad, Bogotá, Imprenta Nacional, p.399

Referencias

1. Hayner, Priscilla (2001) Unspeakable Truth,

London, New York, Roudledge.

2 Ceballos, Marcela (2002) El papel de las

comisiones extrajudiciales de investigación y de las comisiones de verdad en los procesos de paz, Bogotá, Departamento Nacional de

Planeación.

3 Fals Borda, O. Guzmán, G. y Umaña Luna, E.

(1962) La Violencia en Colombia.

4 Comisión de Estudios sobre la Violencia

(1987) Colombia: Violencia y Democracia.

5 Comisión de Superación de la Violencia (1992)

Pacificar la Paz. Lo que no se ha negociado en los Acuerdos de paz, Bogotá, IEPRI, CINEP.

6 GMH. (2013) ¡Basta Ya! Colombia Memorias

de Guerra y Dignidad, Bogotá, Imprenta

Nacional.

7 CNRR (2008) Trujillo. Una tragedia que cesa,

Primer informe de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconcili-ación, Bogotá, Planeta.

8 Villarraga, A (2009) “Acuerdos con el EPL,

MAQL y CRS, Diálogos con la CGSB” en

Bibli-oteca de la Paz, Tomo III, Bogotá, Fucude

9 Jaramillo, Jefferson (Jul-dic, 2012) “EL

libro La Violencia en Colombia (1962 – 1964). Radiografía emblemática de una época tristemente célebre”, en Revista

Colombiana de Sociología, Vol. 35, núm. 2, pp. 35-64.

10 Marco Jurídico para la paz, acto legislativo

1 de 2012, Diario Oficial No. 48.508 de 31 de julio de 2012.

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