Luz
del
Doming
Arquidiócesis de Guayaquilwww.arquidiocesisdeguayaquil.com.ec+ Luis Cabrera, ofm. Y
O ME CUIDO
P. Marco Vinicio Gualoto S.
Cuando nos llega el momento de enfrentar la muerte de un ser querido buscamos la so-lución más sencilla para desfogar nuestro do-lor, nuestra angustia, nuestra impotencia: Dios así lo quiso, Dios lo permitió, es la voluntad de Dios, Dios lo llamó, entre otras frases. El libro de la Sabiduría en la primera lectura dice clara-mente que Dios no hizo la muerte ni quiere la desaparición de sus hijos.
En medio del dolor y de la desesperación se nos hace más fácil resignarnos a una su-puesta voluntad de Dios, sin darnos cuenta de que esa actitud es contraria a la fe. Jesús proclama con sus palabras y acciones que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos y que la vida es el don más importante que nos ha sido dado. Para ello el mismo Dios vino a encarnarse, a tocar nuestra naturaleza hu-mana y a asumirla. Tocar, palpar, sentir es lo
que más hace Jesús: en el Evangelio de hoy, se deja tocar por la hemorroísa y toma de la mano a la niña muerta. En ambos casos les da la vida tocándoles y dejándose tocar.
La pandemia que atravesamos nos obliga a evitar todo tipo de contacto con los demás, a encerrarnos para vivir. Sin embargo, el con-tacto físico es fundamental en la vida matrimo-nial, familiar y social. Por eso, terminado este tiempo de dolor y enfermedad, es fundamen-tal volver a sentir que no estamos solos y que necesitamos el contacto físico para sabernos vivos. Jesús comprende esa realidad y les de-vuelve la vida a una niña y a una mujer que han perdido contacto con la sociedad y con su familia: han perdido su lugar en la vida.
Seguir a Jesús es estar dispuesto a vivir en el contacto con los demás, a transmitir vida a quienes encontramos en el camino de la vida. De Jesús sale una fuerza curativa que sanó a la mujer hemorroísa, de Jesús salen palabras de vida cuando le dice a la niña: Talita kum, «¡Óye-me, niña, levántate!». De nosotros que decimos creer en Jesús, ¿sale una fuerza curativa que sana, libera, consuela, alivia? De nosotros, que queremos seguir a Jesús, ¿salen palabras que dan vida a quien nos dirigimos? Para que eso ocurra primero debemos dejarnos tocar por Jesús, encontrarnos con Él para que nos sane, nos liberte, nos consuele. Luego de ese encuentro con Jesús podremos también hacer lo mismo con los demás. Tocar al hermano es despojarnos de nuestro yo orgulloso para sentir que somos hermanos. Es necesario también, tocar la naturaleza para sentirnos parte de ella y comprometernos a sanar las heridas del pecado ecológico.
Ilustración: CSPP
Dios no hizo la muerte
«¡Óyeme, niña, levántate!»
27 junio de 2021 XIII TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Semanario Litúrgico • Director: P. Luis Ricchiardi, sdb. • N.º 3035 •Tiraje: 350 000
Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro
Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 correo-e: luzdeldomingo@salesianos.org.ec
Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca
Liturgia de la Eucaristía
Despedida
Guía: Habiendo celebrado con fe esta Eu-caristía, salgamos a anunciar con nuestras palabras y obras lo que de Dios recibimos.
12. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Oh Dios, que bondadosamente actúas con la eficacia de tus sacramentos, con-cédenos que nuestro servicio sea digno del sacrificio que celebramos. Por Jesu-cristo, nuestro Señor.
Asamblea: Amén.
13. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la ofrenda divina que hemos pre-sentado en sacrificio y recibido en co-munión, nos dé la vida, Señor, para que, unidos a ti en amor continuo, de-mos frutos que siempre permanezcan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Asamblea: Amén. L M M J V S D
SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE
28 29 30 1 2 3 4
El Señor es compasivo y misericordioso. El Señor me libró de todos mis temores. El Señor escucha el clamor de los pobres. Nuestro Dios es compasivo.
Demos gracias al Señor, porque es bueno. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio. Ten piedad de nosotros, ten piedad.
Gen 18,16-33/ Sal 102/ Mt 8,18-22. Hech 12,1-11/ Sal 33/ 2 Tim 4,6-8.17-18/ Mt 16,13-19. Gen 21,5.8-20/ Sal 33/ Mt 8,28-34. Gen 22, 1-19/ Sal 114/ Mt 9, 1-8. Gen 23,1-4.19;24,1-8.62-67/ Sal 105/ Mt 9,9-13. Ef 2,19-22/ Sal 116/ Jn 20,24-29. Ez 2,2-5/ Sal 122/ 2 Cor 12,7-10/ Mc 6,1-6. SAN IRENEO
SANTOS PEDRO Y PABLO PROTOMÁRTIRES DE ROMA SAN HUMBERTO SAN BERNARDINO REALINO SANTO TOMÁS, APÓSTOL DOMINGO XIV TIEMPO ORDINARIO
1 Por los agentes de pastoral de las Dióce-sis del país, para que siguiendo a Jesús el Maestro, animen a sus comunidades a tomar compromisos de fidelidad al Evan-gelio. Oremos.
2 Por las autoridades políticas, para que respondan con medidas urgentes y efi-caces a las necesidades de las familias pobres. Oremos.
3 Por los profesores, para que vivan con entusiasmo su vocación de educadores, sembrando en los niños y jóvenes los va-lores humanos y cristianos. Oremos. Presidente: Padre, escucha la oración de los que queremos hacer tu voluntad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.
Evangelio y Vida
Lamentablemente, en Adán y Eva el género humano desobedeció a Dios, cayó en el pe-cado, y a partir de esa desgracia tuvo que experimentar la enfermedad y la muerte. • Pero Dios tuvo misericordia de nosotros
y envió a su Hijo amado, quien nació de la Virgen María, y por su obediencia a la voluntad del Padre venció en la Cruz al pecado, al demonio y a la muerte. Por eso esperamos «la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro», «la resurrección de la carne y la vida eterna», como decimos en el Credo.
• En el Evangelio de este domingo encon-tramos el pasaje en el que se manifiesta el poder de Jesús sobre la enfermedad y la muerte: sana a la mujer que padecía flujo de sangre y devuelve la vida a la hija de Jairo.
Si se lo permitimos, Cristo también está dispuesto a sanar nuestros corazones y a resucitarnos
a una vida nueva de gracia.
Tomado de Misal de la Obra Nacional de la Buena Prensa - México D. F.
«Dios creó al hombre para que nunca muriera»
Liturgia de las Horas: 1 Semana Tiempo Litúrgico: XIII del Tiempo Ordinario
º
Ritos iniciales
Guía: Conozcamos, agradecidos su proyecto, escuchando con atención su Palabra que se proclama hoy para nosotros, sus hijos. 5. PRIMERA LECTURA Sab 1, 13-15; 2,23-24
Lector: Lectura del libro de la Sabiduría. Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes. Todo lo creó
7. SEGUNDA LECTURA 2 Cor 8, 7.9.13-15
Lector: Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios.
Hermanos: Ya que ustedes se distin-guen en todo: en fe, en palabra, en sabi-duría, en diligencia para todo y en amor hacia nosotros, distínganse también ahora por su generosidad.
Bien saben lo generoso que ha sido nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por ustedes, para que ustedes se hicieran ricos con su pobreza.
No se trata de que los demás vivan tranquilos, mientras ustedes están sufrien-do. Se trata, más bien, de aplicar durante nuestra vida una medida justa; porque
Liturgia de la Palabra
Guía: Bienvenidos hermanos: Nuestra ce-lebración nos invita a salir de la muerte del pecado, por medio de Cristo que nos con-duce a su vida de gracia y eternidad.
1. RITO DE ENTRADA
Pre si den te: El Señor esté con ustedes.
Asam blea: Y con tu es pí ri tu.
2. RITO PENITENCIAL
Pre si den te: Humildes y penitentes, como el publicano en el templo, acerquémonos al Dios justo, y pidámosle que tenga pie-dad de nosotros, que nos reconocemos pecadores.
(Un momento de silencio). Yo confieso... Pre si den te: Dios todopoderoso, tenga mi-sericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Asamblea: Amén.
3. GLORIA
4. ORACIÓN COLECTA
Presidente: Oh Dios, que por la gracia de la adopción, has querido hacernos hijos de la luz, concédenos vernos libres de las tinieblas del error, y permanecer siempre vigilantes en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espí-ritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Asamblea: Amén.
27 de junio de 2021 XIII Tiempo Ordinario - Ciclo B
para que subsistiera. Las creaturas del mundo son saludables; no hay en ellas veneno mortal.
Dios creó al hombre para que nunca muriera, porque lo hizo a imagen y seme-janza de sí mismo; mas, por envidia del diablo, entró la muerte en el mundo y la experimentan quienes le pertenecen. Pa la bra de Dios.
Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.
6. SALMO DE RESPUESTA Salmo 29
Sal mis ta: Te alabaré, Señor, eternamente. Asam blea: Te alabaré, Señor, eternamente. Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre,
porque su ira dura un solo instante y su bondad, toda la vida.
El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo. R. Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda.
Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R.
entonces la abundancia de ustedes reme-diará las carencias de ellos, y ellos, por su parte, los socorrerán a ustedes en sus necesidades. En esa forma habrá un justo medio, como dice la Escritura: Al que gía mucho, nada le sobraba; al que reco-gía poco, nada le faltaba. Pa la bra de Dios.
Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.
8. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Asamblea(cantando):Aleluya, aleluya. Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio.
Asamblea: Aleluya, aleluya.
9. EVANGELIO Mc 5, 21-43
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
Asamblea: Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia: «Mi hija está agonizando. Ven a imponerle las manos para que se cure y viva». Jesús se fue con él y mucha gente lo seguía y lo apretujaba.
Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y había gastado en eso toda su fortuna, pero en vez de mejorar, había empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con solo tocarle el vestido, se curaría. Inmediata-mente se le secó la fuente de su hemorra-gia y sintió en su cuerpo que estaba curada. Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido de él, se volvió hacia la gente y les preguntó: «¿Quién ha tocado mi manto?». Sus discípulos le contestaron: Estás viendo cómo te empuja la gente y todavía preguntas: «¿Quién me ha
toca-do?». Pero él seguía mirando alrededor, para descubrir quién había sido. Entonces se acercó la mujer, asustada y tembloro-sa, al comprender lo que había pasado; se postró a sus pies y le confesó la ver-dad. Jesús la tranquilizó, diciendo: «Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad».
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle a este: «Ya se murió tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas. Basta que tengas fe». No permitió que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de la gente y oyó los llantos y los alaridos que daban. Entró y les dijo: «¿Qué significa tanto llanto y alboroto? La niña no está muerta, está dormida». Y se reían de él.
Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña y sus acompañantes, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: «¡Talitá, kum!», que significa: «¡Óyeme, niña, levántate!». La niña, que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar. Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña. Palabra del Señor.
Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús.
10. PROFESIÓN DE FE 11. ORACIÓN UNIVERSAL Presidente: Con la confianza que nos da el sentirnos hijos del mismo
Padre, presentemos nuestras peticiones diciendo: Padre, porque nos amas, escúchanos.
Asamblea: Padre, porque nos amas, escúchanos.
º
Ritos iniciales
Guía: Conozcamos, agradecidos su proyecto, escuchando con atención su Palabra que se proclama hoy para nosotros, sus hijos. 5. PRIMERA LECTURA Sab 1, 13-15; 2,23-24
Lector: Lectura del libro de la Sabiduría. Dios no hizo la muerte, ni se recrea en la destrucción de los vivientes. Todo lo creó
7. SEGUNDA LECTURA 2 Cor 8, 7.9.13-15
Lector: Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios.
Hermanos: Ya que ustedes se distin-guen en todo: en fe, en palabra, en sabi-duría, en diligencia para todo y en amor hacia nosotros, distínganse también ahora por su generosidad.
Bien saben lo generoso que ha sido nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre por ustedes, para que ustedes se hicieran ricos con su pobreza.
No se trata de que los demás vivan tranquilos, mientras ustedes están sufrien-do. Se trata, más bien, de aplicar durante nuestra vida una medida justa; porque
Liturgia de la Palabra
Guía: Bienvenidos hermanos: Nuestra ce-lebración nos invita a salir de la muerte del pecado, por medio de Cristo que nos con-duce a su vida de gracia y eternidad.
1. RITO DE ENTRADA
Pre si den te: El Señor esté con ustedes.
Asam blea: Y con tu es pí ri tu.
2. RITO PENITENCIAL
Pre si den te: Humildes y penitentes, como el publicano en el templo, acerquémonos al Dios justo, y pidámosle que tenga pie-dad de nosotros, que nos reconocemos pecadores.
(Un momento de silencio). Yo confieso... Pre si den te: Dios todopoderoso, tenga mi-sericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Asamblea: Amén.
3. GLORIA
4. ORACIÓN COLECTA
Presidente: Oh Dios, que por la gracia de la adopción, has querido hacernos hijos de la luz, concédenos vernos libres de las tinieblas del error, y permanecer siempre vigilantes en el esplendor de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espí-ritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Asamblea: Amén.
27 de junio de 2021 XIII Tiempo Ordinario - Ciclo B
para que subsistiera. Las creaturas del mundo son saludables; no hay en ellas veneno mortal.
Dios creó al hombre para que nunca muriera, porque lo hizo a imagen y seme-janza de sí mismo; mas, por envidia del diablo, entró la muerte en el mundo y la experimentan quienes le pertenecen. Pa la bra de Dios.
Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.
6. SALMO DE RESPUESTA Salmo 29
Sal mis ta: Te alabaré, Señor, eternamente. Asam blea: Te alabaré, Señor, eternamente. Te alabaré, Señor, pues no dejaste que se rieran de mí mis enemigos. Tú, Señor, me salvaste de la muerte y a punto de morir, me reviviste. R.
Alaben al Señor quienes lo aman, den gracias a su nombre,
porque su ira dura un solo instante y su bondad, toda la vida.
El llanto nos visita por la tarde; por la mañana, el júbilo. R. Escúchame, Señor, y compadécete; Señor, ven en mi ayuda.
Convertiste mi duelo en alegría, te alabaré por eso eternamente. R.
entonces la abundancia de ustedes reme-diará las carencias de ellos, y ellos, por su parte, los socorrerán a ustedes en sus necesidades. En esa forma habrá un justo medio, como dice la Escritura: Al que gía mucho, nada le sobraba; al que reco-gía poco, nada le faltaba. Pa la bra de Dios.
Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.
8. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Asamblea(cantando):Aleluya, aleluya. Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio.
Asamblea: Aleluya, aleluya.
9. EVANGELIO Mc 5, 21-43
† Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
Asamblea: Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, cuando Jesús regresó en la barca al otro lado del lago, se quedó en la orilla y ahí se le reunió mucha gente. Entonces se acercó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se echó a sus pies y le suplicaba con insistencia: «Mi hija está agonizando. Ven a imponerle las manos para que se cure y viva». Jesús se fue con él y mucha gente lo seguía y lo apretujaba.
Entre la gente había una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y había gastado en eso toda su fortuna, pero en vez de mejorar, había empeorado. Oyó hablar de Jesús, vino y se le acercó por detrás entre la gente y le tocó el manto, pensando que, con solo tocarle el vestido, se curaría. Inmediata-mente se le secó la fuente de su hemorra-gia y sintió en su cuerpo que estaba curada. Jesús notó al instante que una fuerza curativa había salido de él, se volvió hacia la gente y les preguntó: «¿Quién ha tocado mi manto?». Sus discípulos le contestaron: Estás viendo cómo te empuja la gente y todavía preguntas: «¿Quién me ha
toca-do?». Pero él seguía mirando alrededor, para descubrir quién había sido. Entonces se acercó la mujer, asustada y tembloro-sa, al comprender lo que había pasado; se postró a sus pies y le confesó la ver-dad. Jesús la tranquilizó, diciendo: «Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu enfermedad».
Todavía estaba hablando Jesús, cuando unos criados llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle a este: «Ya se murió tu hija. ¿Para qué sigues molestando al Maestro?». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas. Basta que tengas fe». No permitió que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús el alboroto de la gente y oyó los llantos y los alaridos que daban. Entró y les dijo: «¿Qué significa tanto llanto y alboroto? La niña no está muerta, está dormida». Y se reían de él.
Entonces Jesús echó fuera a la gente, y con los padres de la niña y sus acompañantes, entró a donde estaba la niña. La tomó de la mano y le dijo: «¡Talitá, kum!», que significa: «¡Óyeme, niña, levántate!». La niña, que tenía doce años, se levantó inmediatamente y se puso a caminar. Todos se quedaron asombrados. Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie y les mandó que le dieran de comer a la niña. Palabra del Señor.
Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús.
10. PROFESIÓN DE FE 11. ORACIÓN UNIVERSAL Presidente: Con la confianza que nos da el sentirnos hijos del mismo
Padre, presentemos nuestras peticiones diciendo: Padre, porque nos amas, escúchanos.
Asamblea: Padre, porque nos amas, escúchanos.
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Doming
Diócesis de Santo Dominwww.diocesisdestodgo.orggo+ Bertram Wick Y
O ME CUIDO
Hna. Susana Chamorro Comunidad Fraternidad y Servicio
Jesús pregunta: ¿Quién me tocó? Dando a entender que alguien llegó a su corazón. La energía sanadora brota de Jesús, pero es la mujer quien la provo-ca, apoyada en su convicción que le da seguridad; no se rinde, aunque duran-te doce años ha gastado sus recursos, buscando ayuda, sin resultados.
La actitud de la hemorroísa nos en-seña que la certeza de la incapacidad humana, es el fundamento de la fe; es
el primer paso para descubrir y aceptar la presencia sanadora de Dios. Cuando el cansancio ante la falta de resultados nos invita a resignarnos, es el momento de poner en juego nuestra fe, para sentirnos amados por Dios, reconciliados con no-sotros mismos y escuchar: «A ti te digo, ¡levántate!».
El discípulo-misionero, ante la «apa-rente ausencia de Dios», recurre a la ora-ción para no caer en la tentaora-ción de la desolación; experimenta ser enviado en paz, a comunicar la Buena Noticia: ¡Je-sús está vivo! Sigue obrando milagros, si nos acercamos a Él, soltando nuestras seguridades, para aceptar la Voluntad de Dios, que no se logra sin «combate espi-ritual», pues exige superar el conocimien-to racional sobre Jesús, para convertirlo en afectos transformados en hechos de vida. Como Jesús, el discípulo-misionero se detiene ante los necesitados. Los mi-lagros los hizo Jesús mientras estuvo en la tierra; ahora los sigue realizando en la medida que le prestamos la vida, con la certeza de que Él actúa, pues la expe-riencia de fe, al contacto con Jesús, se vuelve luz y respuesta, frente a los inte-rrogantes más profundos.
Ilustración: CSPP
«Todo discípulo es misionero» (DA 144)
«¡Óyeme, niña, levántate!»
27 junio de 2021 XIII TIEMPO ORDINARIO Ciclo B
Semanario Litúrgico • Director: P. Luis Ricchiardi, sdb. • N.º 3035 •Tiraje: 350 000
Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro
Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 correo-e: luzdeldomingo@salesianos.org.ec
Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca
Liturgia de la Eucaristía
Despedida
Guía: Habiendo celebrado con fe esta Eu-caristía, salgamos a anunciar con nuestras palabras y obras lo que de Dios recibimos.
12. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Oh Dios, que bondadosamente actúas con la eficacia de tus sacramentos, con-cédenos que nuestro servicio sea digno del sacrificio que celebramos. Por Jesu-cristo, nuestro Señor.
Asamblea: Amén.
13. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que la ofrenda divina que hemos pre-sentado en sacrificio y recibido en co-munión, nos dé la vida, Señor, para que, unidos a ti en amor continuo, de-mos frutos que siempre permanezcan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Asamblea: Amén. L M M J V S D
SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE
28 29 30 1 2 3 4
El Señor es compasivo y misericordioso. El Señor me libró de todos mis temores. El Señor escucha el clamor de los pobres. Nuestro Dios es compasivo.
Demos gracias al Señor, porque es bueno. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio. Ten piedad de nosotros, ten piedad.
Gen 18,16-33/ Sal 102/ Mt 8,18-22. Hech 12,1-11/ Sal 33/ 2 Tim 4,6-8.17-18/ Mt 16,13-19. Gen 21,5.8-20/ Sal 33/ Mt 8,28-34. Gen 22, 1-19/ Sal 114/ Mt 9, 1-8. Gen 23,1-4.19;24,1-8.62-67/ Sal 105/ Mt 9,9-13. Ef 2,19-22/ Sal 116/ Jn 20,24-29. Ez 2,2-5/ Sal 122/ 2 Cor 12,7-10/ Mc 6,1-6. SAN IRENEO
SANTOS PEDRO Y PABLO PROTOMÁRTIRES DE ROMA SAN HUMBERTO SAN BERNARDINO REALINO SANTO TOMÁS, APÓSTOL DOMINGO XIV TIEMPO ORDINARIO
1 Por los agentes de pastoral de las Dióce-sis del país, para que siguiendo a Jesús el Maestro, animen a sus comunidades a tomar compromisos de fidelidad al Evan-gelio. Oremos.
2 Por las autoridades políticas, para que respondan con medidas urgentes y efi-caces a las necesidades de las familias pobres. Oremos.
3 Por los profesores, para que vivan con entusiasmo su vocación de educadores, sembrando en los niños y jóvenes los va-lores humanos y cristianos. Oremos. Presidente: Padre, escucha la oración de los que queremos hacer tu voluntad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.
Evangelio y Vida
Lamentablemente, en Adán y Eva el género humano desobedeció a Dios, cayó en el pe-cado, y a partir de esa desgracia tuvo que experimentar la enfermedad y la muerte. • Pero Dios tuvo misericordia de nosotros
y envió a su Hijo amado, quien nació de la Virgen María, y por su obediencia a la voluntad del Padre venció en la Cruz al pecado, al demonio y a la muerte. Por eso esperamos «la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro», «la resurrección de la carne y la vida eterna», como decimos en el Credo.
• En el Evangelio de este domingo encon-tramos el pasaje en el que se manifiesta el poder de Jesús sobre la enfermedad y la muerte: sana a la mujer que padecía flujo de sangre y devuelve la vida a la hija de Jairo.
Si se lo permitimos, Cristo también está dispuesto a sanar nuestros corazones y a resucitarnos
a una vida nueva de gracia.
Tomado de Misal de la Obra Nacional de la Buena Prensa - México D. F.
«Dios creó al hombre para que nunca muriera»
Liturgia de las Horas: 1 Semana Tiempo Litúrgico: XIII del Tiempo Ordinario
Grupo
Editorial
Don Bosco
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Y O ME CUIDOSan Pedro y San Pablo
«Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero».
Jn 21, 17
«Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia».
Flp 1, 21
Pablo Pedro
Fiesta de la unidad y la catolicidad de la Iglesia
https://bit
.ly/3wBt3P6
https://bit
.ly/3dL
Q1Kq
En su fiesta recordemos lo que estos dos grandes santos hicieron; su acción misionera anunciando por doquier la Buena Nueva de la Salvación
permitió a la Iglesia extenderse. Aprendamos de su ejemplo y pidamos de ellos su intercesión por nosotros.