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Diversidad sexual: Reflexiones en torno al género, el cuerpo y la sexualidad en el Caribe colombiano

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Academic year: 2020

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(2) DIVERSIDAD SEXUAL: REFLEXIONES EN TORNO AL GÉNERO, EL CUERPO Y LA SEXUALIDAD EN EL CARIBE COLOMBIANO. DIANA MONSALVE LAFAURIE TRABAJADORA SOCIAL. ALEXANDER PÉREZ ÁLVAREZ ASESOR. UNIVERSIDAD DE CARTAGENA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y EDUCACIÓN PROGRAMA DE TRABAJO SOCIAL CARTAGENA, JUNIO DE 2013.

(3) DIVERSIDAD SEXUAL: REFLEXIONES EN TORNO AL GÉNERO, EL CUERPO Y LA SEXUALIDAD EN EL CARIBE COLOMBIANO. DIANA MONSALVE LAFAURIE* “cada autor construye la representación que él se hace del cuerpo, individualmente, de manera autónoma” (Le Breton, 1990, 15). RESUMEN. La presente reflexión conceptual surge como resultado de un análisis documental que tiene como intención el reconocimiento y comprensión de la diversidad sexual desde diferentes categorías sociales como género, sexualidad y cuerpo, indispensables para lograr una mayor aproximación a ella y a su surgimiento; así mismo, un acercamiento al Caribe colombiano a partir de reflexiones frente a la diversidad sexual. La lucha por el respeto y reconocimiento de la diversidad sexual y las identidades de género consiste en resistirse a la normalización que obliga a someterse a identidades estáticas y binarias, en desafiar lo establecido, en poner en duda todo lo que se ha enseñado y se ha aprendido como natural. Pero sobre todo la lucha de diversidad implica la exigencia política de la plena garantía de derechos de la población LGBTI.. Palabras clave: Género, sexualidad, cuerpo, diversidad sexual, intervención social..

(4) INTRODUCCIÓN. La diversidad sexual es un término que surge recientemente a partir de los estudios lésbico-gays1, que ha sido abordado y analizado por diferentes autores (as) de varias disciplinas de las Ciencias Sociales, como por ejemplo Foucault (1976), Gaylen Rubin (1984), Beatriz Preciado (2009) y Gloria Careaga (2001), entre otros, desde los cuales se puede decir que la diversidad sexual son un espacio que abarca las amplias manifestaciones y expresiones sexuales del cuerpo que están fuera de los imaginarios sociales y creencias religiosas; de igual manera se convierte en un espacio para el estudio de categorías como género, sexualidad y cuerpo, para la reflexión de fenómenos sociales, como por ejemplo la discriminación; desde una postura ético política y de reconocimiento de derechos. Sin embargo, a pesar de la relevancia de este concepto –referido a una amplia esfera de la vida de los sujetos-, es poco utilizado por profesionales de Trabajo Social y las Ciencias Sociales, debido en gran parte a la preferencia hacia otros conceptos como disidencia sexual, sexualidades periféricas, sexualidades abyectas, entre otros. Por su parte, en los estudios sociales se ha abordado de manera transversal, como un ejercicio político de reivindicación de derechos a partir de los estudios de la sexualidad. La cual, siguiendo a Careaga (2001), actualmente, se ha consolidado como categoría conceptual en los estudios y análisis de la realidad sociocultural por lo que es un eje central en el estudio de varios problemas y fenómenos sociales, donde juega un rol relevante al plantearse desde una perspectiva ético política que promueve la libertad y los derechos de las personas. *Estudiante de X semestre de Trabajo Social de la Universidad de Cartagena (2 013). 1 Los estudios lésbico-gays han pasado a los estudios queer –como una forma de reivindicar el uso peyorativo de este término -, y a los de la diversidad sexual, con el objeto de abrir un espacio para la reflexión sobre las amplias manifestaciones de la sexualidad..

(5) De acuerdo a ello, este artículo es de valiosa importancia en las Ciencias Sociales debido a sitúa el estudio de las sexualidades diversas en las Ciencias Sociales, como una categoría indispensable de análisis para aproximarse a la realidad social. Igualmente, ésta reflexión conceptual también tiene finalidad práctica. En la intervención social se convierte en un instrumento clave para visibilizar y reconocer a sujetos que han estado historialmente excluidos, como las personas que son parte de la población de Gay, Lesbianas, Bisexuales y personas Trans, en adelante LGBT. En ese mismo sentido, pretende ser un referente conceptual que pueda orientar acciones transformadoras de realidades sociales, como los diferentes escenarios de discriminación y exclusión por identidad de género y orientación sexual.. Siguiendo esa línea, la presente reflexión es significativa dentro de en un contexto como el Caribe Colombiano, puesto que hablar de diversidad implica no solo reconocer las resaltar la multiciplidad de grupos étnicos de la región sino también reconocer las sexualidades diversas se construyen en ella. Se puede resaltar que se encuentran en los significados y discursos que se refieren a la sexualidad, debido a que se basan en creencias religiosas que promueven la discriminación de sexualidades diferentes a la heterosexual, el patriarcado, el dominio masculino y el sometimiento de las mujeres.. En esa medida, no es de extrañar que sea una de las zonas de Colombia y el mundo con mayores índices de violencia hacia la población LGBT cómo lo muestra el informe A mayor visibilidad, mayor riesgo, que muestra Situación de los derechos humanos de la población de lesbianas, gays, bisexuales y personas trans en la Región Caribe (Caribe Afirmativo, 2013). Cabe resaltar que estas situaciones de. discriminación. se. dan en. un. contexto. sociopolítico. de. desigualdades sociales, falta de oportunidades de educación y acceso a la salud, la presencia de actores armados fuera del margen de la ley y la violación de.

(6) derechos por parte de la fuerza pública, que son factores que agudizan y agravan la situación de las personas LGBT en el Caribe colombiano (Caribe Afirmativo, 2011).. En el contexto cartagenero por ejemplo, se develan bases de una cultura patriarcal y de dominación masculina como plantea Virginia Gutiérrez de Pineda (1989), Mara Viveros (1997) y Yusmidia Solano (2006); caracterizadas por la diferenciación sexual entre hombres y mujeres y los roles impuestos a cada uno de ellos, donde se naturaliza y reproduce el ejercicio del poder y la autoridad en manos del hombre, la subordinación de la mujer y el rechazo a todo lo que represente a lo femenino. Así mismo, es una ciudad abiertamente homofóbica, en la que se presenta un profundo rechazo a aquellas prácticas no heterosexuales y a expresiones de género que se desbordan del margen establecido socialmente; que regula y controla la circulación de la población LGBTI en el espacio público y que agrede simbólica y físicamente a todo sujeto que “parezca” ser diverso. Lo anterior da cuenta de una construcción social sobre la sexualidad fundamentada en las creencias de orden religioso y reproductivo que establece una sexualidad natural cuyo fin es la procreación, condenando toda manifestación de sexualidades diversas (Castañeda, Pérez y otros, 2010). La Corporación Caribe Afirmativo es una institución que trabaja por el reconocimiento de derechos de la población LGBTI a partir de la incidencia en políticas públicas y acciones afirmativas en Cartagena y la región Caribe, a través de diferentes líneas de acción como las denuncias por violación de derechos de personas LGBTI, investigación a situaciones de los derechos humanos de la población LGBTI, ejercicios de formación ciudadana en el reconocimiento y respecto de la diversidad sexual e identidades de género; y asesoría a gobiernos locales y regionales para la puesta en marcha de políticas públicas..

(7) En esa medida, esta reflexión pretende aportar instrumentos conceptuales y metodológicos para fundamentar las intervenciones sociales de Caribe Afirmativo y de las diferentes organizaciones en la región Caribe, con la intención de generar discusiones e incidir en el abordaje teórico en lo referente a diversidad sexual y de esta manera reafirmar la necesidad de promover prácticas incluyentes y la construcción de una sociedad que respete y reconozca la diversidad sexual, las identidades de género y los derechos de la población LGBTI.. El presente artículo se constituido por tres apartados fundamentales para un acercamiento de lo que abarca la diversidad sexual, para ello es necesario un primer momento en el que es necesario aproximarnos a tres categorías claves como son género, sexualidad y cuerpo los cuales permitirán la comprensión y de este término complejo, a partir de los planteamientos de autores como Judith Butler (2004), Beatriz Preciado (2001), David Le Breton (1990), Gaylen Rubin (1984), Michel Foucault (1976) y Pierre Bourdieu (2000).. En un segundo momento se realizara un breve recorrido del surgimiento del concepto diversidad sexual, así mismo se explicara y problematizara el concepto desde la postura de Gloria Careaga (2001) y Norma Mogrovejo (2008). Por último, se reflexionara sobre la importancia de la diversidad como categoría de análisis y de intervención para ello se retomaran los planteamientos de Alfredo Carballeda (2006), lo cual se convierte en una invitación para pensar la praxis, la cual debe estar permanentemente sustentada en la fundamentación conceptual y ético política, para lograr una acción transformadora de aquellas realidades sociales que reproducen exclusiones y discriminaciones de las sexualidades diversas..

(8) I.. APROXIMACIONES CONCEPTUALES. En este primer momento se realizara una aproximación a las categorías de análisis claves para comprender la diversidad sexual desde una perspectiva fenomenológica y construccionista. Antes de iniciar, es preciso aclarar que estas categorías son interdependientes, pues se encuentran entrelazadas en el discurso, el lenguaje, las representaciones sociales y en la política que los define; sin embargo, metodológicamente, en este texto se abordaran de manera independiente para dar cuenta de las complejidades de cada una de ellas y así lograr un mayor entendimiento de estas: Género, Sexualidad y Cuerpo son las categorías que se profundizaran en este artículo las cuales facilitarán la reflexión conceptual sobre las manifestaciones diversas, lo que traslada la discusión sobre la sexualidad humana de un referente religioso y reproductor a un nivel académico y político.. GÉNERO: ENTRE UNA CONSTRUCCIÓN SOCIAL Y LA DIFERENCIA SEXUAL. La vida cotidiana se encuentra configurada por significaciones sociales y culturales preexistentes antes del nacimiento de cada sujeto, por esta razón sus comportamientos se encuentran determinados por creencias anteriores a su ser; característica similar a las que se hallan en el mundo de la vida de Schütz (Ritzer, 1993). En consecuencia, es natural la creencia de que hombres y mujeres son el resultado de la naturaleza (biológica) y que son agentes estáticos en el universo. Contrario a esto, el presente texto pretende abordar el género como una categoría social que se entenderá a partir de las diferentes concepciones de autoras como Marta Lamas (1999), Joan Scott (1986), Judith Butler (2004) y Beatriz Preciado.

(9) (2002), lo que nos remite a una breve aproximación a las complejidades de las que emerge el género.. En la siguiente tabla se muestran tres concepciones según respecto al género: Como constructo social desigual, desde los planteamientos de Lamas, Butler y Scott; como Performance de la diferencia sexual, a partir de las concepciones de Butler; y por ultimo como Tecnología productora de cuerpos sexuales siguiendo a Beatriz Preciado.. TABLA Nº 1. CONCEPCIONES SOBRE EL GÉNERO: ATRIBUCIONES A LO FEMENINO Y LO MASCULINO. CONCEPCIONES. DESCRIPCIÓN Marta Lamas (1999) señala que en años setenta el feminismo académico anglosajón impuso el uso de la categoría de gender con la pretensión de diferenciar las construcciones sociales y culturales de la biología. Se buscaba demostrar que las características atribuidas como naturales a las mujeres eran producto de un proceso social y que no estaban determinadas por su sexo.. De acuerdo a Lamas y a Butler (2004; 1999), el género se Constructo. constituye en gran medida por creencias, significaciones y.

(10) social desigual. atribuciones de roles que se construyen socio-culturalmente a partir de la diferencia sexual2, de ahí que sea un constructo sociocultural y no una realidad natural. Es decir, es un invento de la sociedad a partir de la estética de los órganos sexuales, que diferencian lo masculino de lo femenino y define lo propio de hombres y mujeres, lo que finalmente se traducen en desigualdades. sociales.. Reproducido. por. instituciones. y. organizaciones sociales como la familia, la escuela, la iglesia, la política y el mercado de trabajo segregado por los sexos, las cuales son las encargadas de socializar las pautas y normas sociales e introducir al individuo en la sociedad (Scott, 1986).. Para Butler (1999). y Joan Scott (1986) éste resulta ser un. elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias que distinguen los sexos y una forma primaria de las relaciones significantes de poder, jerarquía y exclusión. O sea, es un elemento que define tanto las relaciones sexuales como las relaciones sociales entre hombres y mujeres, generando de este modo discriminación y subordinación de las mujeres confinadas al trabajo de procreación y reproducción y a las labores domésticas como resultado de la división sexual del trabajo. Por otra parte, Judith Butler, concibe al género como un performance de la diferencia sexual, en el cual funciona como “el aparato a través del cual tiene lugar la producción y la Performance de normalización de lo masculino y lo femenino junto con las formas. 2. El proceso de creación de la diferencia sexual es una operación tecnológica de reducción, que consiste en extraer determinadas partes de la totalidad del cuerpo, y aislarlas para hacer de ellas significantes sexuales. (Preciado, 2002)..

(11) la sexual. diferencia intersticiales. hormonales,. cromosómicas,. psíquicas. y. performativas que el género asume” (2004, 70). De acuerdo a ello, el género implica exclusivamente apropiarse del esquema binario de lo masculino/femenino dependiendo de la apariencia del sexo –como órgano reproductor–, el cual revalida esa diferencia sexual. Desde este punto de vista se puede decir que el género sólo se da en la materialidad de los cuerpos al convertirse. en. un. aparato. performativo,. es. decir. una. representación simbólica del pene o vagina.. Sin embargo, siguiendo a Butler, el género no solo se vale de la diferencia sexual para configurarse. Su sentido en la vida cotidiana y en las representaciones simbólicas sólo se puede determinar en la medida en que las normas sociales existen para apoyar y posibilitar aquel acto de reclamar el género para uno mismo (2004, 21). De acuerdo a lo anterior, a través de las normas sociales que regulan la idea del género éste se configura en el imaginario colectivo, reproduciendo naturalmente hombres (masculinos) y mujeres (femeninas). Igualmente a partir esas regulaciones el sistema normativo y social se encarga de señalar a todas las prácticas distanciadas de la definición social, por lo que cada sujeto se apropia y legitima ese orden como una realidad natural, reafirmándose inconscientemente para no transgredir los márgenes establecidos. De ahí que Butler plantee que “el género es un indicador de las relaciones sexuales proscritas y prescritas por las que un sujeto es socialmente regulado y producido” (2004, 77). De acuerdo a esto, se puede decir que el sujeto solo existe cuando es.

(12) regulado social y culturalmente por el sistema normativo del género, es decir al convertirse en un cuerpo masculino o femenino, anterior a este proceso de regulación el cuerpo es solo huesos y carnes cubiertos por la piel que separa a unos cuerpos de otros, se convierte en un extraño, en un cuerpo que debe controlarse debido a que pone en peligro el orden socialmente establecido. Por otra parte, Preciado concibe al género “como una tecnología sofisticada que fabrica cuerpos sexuales. (2002, 25), u. planteamiento muestra cómo el género al ser construido también es una tecnología orgánica productora de cuerpos sexuales, Tecnología. puesto que este mecanismo de producción sexo-prostético es. productora. de quien confiere a los géneros femenino y masculino su carácter. cuerpos. sexual-real-natural. Así entendido el género como productor de. sexuales. la diferencia sexual –no como su representación como plantea Butler– también produce el sistema sexual, específicamente el sistema heterosexual con la intención de reafirmarse y reproducirse.. Desde esta postura, el género es un sistema de poder, productor y regulador del sujeto y la sexualidad. De acuerdo a ello, Preciado plantea que “estos performativos del género son trozos de lenguaje cargados históricamente del poder de investir un cuerpo como masculino o como femenino, así como de sancionar los cuerpos que amenazan la coherencia del sistema sexo/género. hasta. el. punto. de. someterlos. a. procesos. quirúrgicos de cosmética sexual” (2002, 24). De esta manera el género se transfigura en un instrumento de control, que regula a los cuerpos en su afán de mantener el esquema binario de lo.

(13) femenino/masculino. En consecuencia, el género es una tecnología que viola, simbólicamente, a los cuerpos forzándolos a verse y asumir comportamientos diferenciados de acuerdo a su sexo. De la misma manera, la norma tiene el poder de limitar la anatomía de los cuerpos que desafían las prohibiciones sociales para ajustarlos a su realidad natural sustentada en una lógica binaria, si es necesario, los mutila para impedir que transgredan los márgenes que ha trazado. En esa medida, al re-producir cuerpos sexuados fabrica “un conjunto arbitrario de regulaciones inscritas en los cuerpos que aseguran la explotación material de un sexo sobre el otro” (Preciado, 2002, 22). En otras palabras, el género atribuye roles y las prácticas sexuales, naturalmente, a los géneros masculino y. femenino.. Aunque. exige. ciertos. comportamientos. diferenciados a hombres y mujeres, genera una posición dispar condicionando las relaciones entre los sujetos sociales; puesto que atribuye características dominación y subordinación como se describirá más adelante.. Lo anterior nos permite comprender que el género, como se conoce hoy en día es una construcción sociocultural, al igual que todas las creencias y significaciones que le dan sentido. De igual forma, permite reflexionar sobre la constitución de los sujetos y su identidad, por lo cual es posible afirmar que los hombres y las mujeres son artificios, es decir que no nacen siéndolo, sino que se construyen socialmente mediante el proceso de socialización; en donde se otorgan roles diferenciados entre lo masculino y femenino, con base en la diferencia de los sexos. Produciendo de esta manera a los sujetos y a una realidad con una lógica binaria.

(14) –hombre/mujer, masculino/femenino–; donde se generan un conjunto de exclusiones a aquellas figuras abyectas3 y a todo lo que no encaja dentro de sus lógicas. De acuerdo a ello, comprender en qué consiste el género permite cuestionar lo que sé es, y reconocer lo que está por fuera del margen binario, que insinúa repetidamente que los cuerpos y los sujetos pueden construirse, re-construirse y re-configurarse más allá de las lógicas que se han naturalizado.. MANIFESTACIONES DE LA SEXUALIDAD: EXPRESIONES DE LA SUBJETIVIDAD DE CADA SUJETO. Históricamente las sociedades vinculan la construcción del sujeto y de su identidad a procesos sociales, políticos, culturales; sin embargo, hasta la actualidad se atreven a relacionar al sujeto con la sexualidad, aun cuando ésta es producto de los procesos anteriormente mencionados. De esta manera, la sociedad occidental, a través de sistemas sociales, culturales y políticos,. produce. y. reproduce. constantemente. por. medio. de. diversos. mecanismos, la idea de que sexo es algo natural y que todo lo relacionado con la sexualidad debe darse de una única forma y bajo ciertas circunstancias, como una relación (sexual) entre una mujer femenina con un hombre masculino, de la misma generación, bajo el sagrado sacramento del matrimonio cuyo fin debe ser la reproducción (Rubin, 1984).. 3. Para Butler (2004, 225, 261-263) lo abyecto hace referencia a aquellas Las figuras corporales que no caben en ninguno de los géneros están fuera de lo humano y en realidad, conforman el campo de lo deshumanizado. Lo abyecto nombra lo que ha sido expulsado del cuerpo, excluido, literalmente convertido en «Otro», se establece en gran parte por órdenes culturales que castigan al sujeto y obligan a distinguirlo de lo abyecto. Esto se efectúa como una expulsión de elementos ajenos, pero de hecho lo ajeno se establece a través de la expulsión-.La construcción del «no yo» como lo abyecto determina los límites del cuerpo, que también son los primeros contornos del sujeto..

(15) Estas significaciones sociales que se le atribuyen a la sexualidad, son reproducidos en todas las instituciones oficiales en la sociedad, transmitidos de generación en generación, con el fin del mantener el orden en una sociedad basada en ecuaciones binarias en lo que respecta al sexo-género, génerosexualidad: hombre/mujer, femenino/masculino, heterosexual/homosexual.. De. esta manera, se legitiman las creencias de que la sexualidad es una realidad natural, dada y estática que no debe cuestionarse. A pesar de ello, cuando el sujeto transgrede la norma, se le cuestiona, rechaza, discrimina y excluye.. Antes de iniciar el breve abordaje conceptual sobre sexualidad desde autoras como Gaylen Rubin (1984), Gloria Careaga (2001), Beatriz Preciado (2002) y Michel Foucault (1976); es importante resaltar que esta discusión debe darse más allá de lo moral para poder entenderla en un marco de derechos de los sujetos sociales. A partir de allí y del trabajo adelantado por movimientos sociales y estudios feministas y lésbico-gays (que pasan a ser estudios de la diversidad sexual y luego estudios queer), la sexualidad se establece en un medio académico y reivindicación política impulsando así su análisis, de esta manera se introduce como una categoría importante en el análisis de la realidad social en las Ciencias Sociales (Careaga, 2001). Desde estos planteamientos la sexualidad puede comprenderse desde las siguientes perspectivas: como una producción socio-política, como una tecnología biopolítica y como dispositivo del poder. Y donde se destacan para cada una de ellas los siguientes autores como Careaga y Rubin, Preciado y Foucault, respectivamente.. -. Una producción socio- política. Para Gaylen Rubin (1984) la sexualidad, al igual que el sexo, es una producción social, una construcción producida por la humanidad, la cual no puede analizarse.

(16) en términos estrictamente biológicos y reproductivos, sino que debe entenderse, como dice Gloria Careaga (2001) en el marco de un análisis social e histórico como resultado de procesos de significación: sociales, simbólicos y políticos que le dan sentido en la vida cotidiana. En esa medida, Preciado plantea “que es necesario establecer conexiones políticas y teóricas entre el estudio de los aparatos y los artefactos sexuales y los estudios sociopolíticos del sistema sexo-género” (2002, 21). De esta forma, recalca la importancia de analizar y señalar los aparatos a través de los cuales el sistema. sexo-género. ejerce. su. regulación. política. para. reinscribirse. constantemente a través de las operaciones de repetición de los códigos masculino/femenino. Para ella, los diferentes elementos del sistema sexo/género son las que conocemos como identidades de género y orientación sexual: hombre, mujer, homosexual, heterosexual, transexual, así como sus prácticas e identidades sexuales son instrumentos utilizados para la reproducción del sistema. Por otra parte, para Rubin (1984) la sexualidad regulada por las normas sociales moldea a los sujetos y a las relaciones que se establecen entre ellos; debido a que es una producción política que está mediada por conflictos de interés y de maniobras políticas se convierte en un sistema sexual que posee su propia política interna, sus propias desigualdades y sus formas de opresión específica. Como la política sexual es desigual genera ciertas jerarquías y opresiones, por ello en la sociedad se encuentran sexualidades que están por encima de otras, las cuales son aceptadas por la mayoría frente a otras que son rechazadas y controladas, como se ve en la Ilustración 1. de la Pirámide Erótica..

(17) ILUSTRACIÓN 1. PIRÁMIDE ERÓTICA. Heterosexuales Reproductores casados Heterosexuales Monógamos no casados y agrupados en parejas Heterosexuales - Sexo solitario. Parejas estables de Lesbianas y Gays. Homosexuales y lesbianas promiscuos. Transexuales, travestís, fetichistas, sadomasoquistas, trabajadores del sexo ( los prostitutos, las prostitutas y quienes trabajan como modelos en la pornografía). Fuente: Información obtenida los planteamientos de Gaylen Rubin (1984) .. Así se evidencia, entonces, que lo que conocemos como sexualidad hoy no es más que una invención humana a partir de representaciones sociales que le dan significados en determinadas culturas. Estas representaciones son reproducidas por distintas instituciones en la sociedad, especialmente por las instituciones médicas que fundamentadas en creencias de orden religioso y que la mayoría poseen una óptica biologista de la sexualidad. Sin embargo se puede rescatar autores como el psicoanalista Freud permite comprender la multiciplidad de la sexualidad y que esta tiene infinitas expresiones que se manifiestan en la infancia.

(18) –infante perverso poliformo- y el sexólogo Kinsey promovió su análisis desde una óptica multicultural, histórica y social (Careaga, 2001), tal y como se ve en la matriz Nº 2.: Miradas desde el saber médico.. MATRIZ Nº 2.: MIRADAS DESDE EL SABER MÉDICO. Año/. Disciplina. Miradas de la sexualidad y de las sexualidades. Siglo. diversas  Rechazaba la noción estática de una sexualidad innata.. 1905. Psicoanálisis: Teoría de la sexualidad de Freud.  la sexualidad es polimorfas y diversa  da pistas para entender que la identidad sexual y la identidad de género no son productos de la biología, para él la sexualidad adulta es el resultado de un desarrollo psíquico..  Disciplina dedicada a estudiar la sexualidad.  Influencia Biologista.  Interés: clasificar los diferentes tipos y características sexuales y la definición de lo que sería considerado como normal, en función de la biología. Sexólogos Destacados. Definieron la sexualidad como un ámbito Richard Von. estrictamente biológico ligado al instinto, en. Mediados. Surge la. Krafft-Ebing y. el cual los hombres son vistos como agentes. del siglo. Sexología. Havelock Ellis. sexuales. activos. receptoras pasivas. y. las. mujeres. como.

(19) Sus estudios permitieron que la óptica se. XIX. ampliara. a. una. dimensión. social,. permitiendo el análisis de la realidad a partir de la influencia de la historia y la cultura. Su informe en 1948 dio cuenta de las Alfred C. Kinsey enormes diferencias existentes entre el comportamiento. deseable. exigido. socialmente y el comportamiento real. A demás. de. se. menciona. que. la. heterosexualidad y la homosexualidad puras son practicadas, en realidad, por una minoría de sujetos y Kinsey logro demostrar que la mayoría de las personas son, en algún grado, bisexuales. Son disciplinas que catalogan a la sexualidad y al sexo como algo. que reside en las psiques de los individuos, con gran. poder en la sociedad, ya que determinan que sexualidades son normales o no. La psiquiatría denomino a gran número de prácticas sexuales como conductas sexuales erróneas o desórdenes mentales. Expresado en el capítulo sobre desórdenes psicosexuales del Manual de Diagnóstico y Estadística de Desórdenes Mentales, de la Asociación psiquiátrica norteamericana–APA, que resulta ser un mapa de la jerarquía moral de las actividades sexuales. La lista del APA incluye o ha incluido en algún momento “patologías” como: la homosexualidad, fetichismo, el sadismo,. Psiquiatría y Psicología. el. masoquismo,. la. transexualidad,. el. travestismo. o. el. exhibicionismo, el voyerismo y la pedofilia que ha sido clasificadas como difusiones psicológicas y que son expresado en conceptos de inferioridad sexual y emocional. Además, los términos psicológicos empleados vinculan las dificultades de funcionamiento psicodinámico con diversas formas de conducta erótica. Igualan el masoquismo sexual a los caracteres de la personalidad autodestructiva, el sadismo sexual con la agresión emocional y el homoerotismo con la inmadurez. Estos revoltijos.

(20) terminológicos se han convertido en poderosos estereotipos que se aplican indiscriminadamente a los individuos en base a su sexualidad (Rubin, 1984, 19). Fuente: Elaborado por la autora con base a los planteamientos de Rubin (1984) y Gloria Careaga (2001).. De lo anterior puede decirse que el saber médico y disciplinas como la sexología, la psiquiatría y la psicología poseen una influencia biologista de la sexualidad y han clasificado sus expresiones como conductas erróneas y antinaturales que la reducen solo a la heterosexualidad sexualidad.. -. Tecnología biopolítica. Por su parte, Beatriz Preciado, considera el sexo y la sexualidad son tecnologías biopolíticas4, es decir, que son un sistema complejo de estructuras reguladoras que controlan la relación entre los cuerpos. En este sentido, Preciado (2010) devela como este sistema para reescribirse se encuentra introducido en las diferentes instituciones en la sociedad: lo que hacen es proponer e implantar en las significaciones sociales, pedagogías de la sexualidad, diciendo como se debe utilizar los órganos, en que situaciones, con quienes, en qué lugares para normalizar y naturalizar la utilización los órganos, las relaciones entre los cuerpos y, específicamente, las relaciones de heterosexuales, como el sistema capitalistapornográfico.. Por otra parte, desde la concepción de esta autora la sexualidad es la forma más amplia de la subjetividad de las personas, puesto que a partir de ella se. 4. Por biopolítica se entiende el control externo e interno de las estructuras de la subjetividad y la producción de placer, que contralan la relación entre los cuerpos. Cuyos emblemas son el género, la heterosexualidad, la familia, la raza y la nación. Preciado (2010).

(21) construyen la identidad y la orientación sexual5 y se establecen los modos en que se relacionan las personas. Siguiendo a Preciado (2010), éstas aunque se ven socialmente de forma natural son construcciones socioculturales y políticas y que además son relativamente recientes, señala que “éstas son entidades que se inventaron a finales del siglo XIX, por la medicina del siglo XIX, sobre todo para normalizar la heterosexualidad y patologizar la homosexualidad, de alguna manera se crearon para regular el sistema de sexo y reproducción”. De acuerdo a todo lo anterior, puede decirse que aunque las expresiones diversas de la sexualidad siempre han existido, pero antes de 1868 no existían la heterosexualidad ni homosexualidad como orientaciones sexuales normales o perversas, estas son invenciones recientes. De esta manera,. asumirse. heterosexual, incluso homosexual, supone un conjunto comportamientos que las definen y clasifican como buenas o malas en la sociedad. Así fue como se naturalizó la heterosexualidad como la única expresión aceptable de la sexualidad.. Al respecto, se puede decir que la heterosexualidad nada tiene que ver con su deseo ni mucho menos con la naturaleza, que el sujeto así como crece con la idea de que es hombre/mujer; también crece creyendo que se nace heterosexual y que la homosexualidad o cualquier expresión distinta de la sexualidad –bisexualidad, transexualidad– es anormal, antinatural; por lo que opera como excepción perversa que confirma regularidad de la naturaleza, de acuerdo a Preciado (2008) pero al mismo tiempo, de alguna manera, también devela el carácter antinatural de la heterosexualidad al vislumbrar que las barreras heteronormativas se pueden derribar en lugar de re-instituirlas o invocarlas a través de los rituales sociales diarios de la vida corporal para su reafirmación.. 5. La orientación sexual se refiere a la atracción afectiva, emocional y sexual hacia otra persona que puede ser del sexo contrario, del mismo sexo o de ambos sexos; mientras que las identidades de género dan cuenta de las construcciones socioculturales y sus resistencias en cuanto a los comportamientos masculinos y femeninos y los que van más allá de ellos (Castañeda, Pérez y otros, 2010)..

(22) -. Dispositivo del poder. Foucault (1976) plantea que la sexualidad es un dispositivo histórico nacido bajo las técnicas del poder, que no debe pensarse como una realidad dada de la naturaleza, sino que es más bien un pasaje para las relaciones de poder, la cual está dotada de la instrumentalidad necesaria para desplegar las distintas estrategias de control. De esta manera, la define como “el conjunto de los efectos producidos en los cuerpos –la intensificación del cuerpo, como objeto de saber y como elemento en las relaciones de poder; los comportamientos y las relaciones sociales por cierto dispositivo dependiente de una tecnología política compleja, una política del cuerpo. Éste complot político incide en los ámbitos simbólicos de cada cultura facilitando la regulación del cuerpo” (1976, 154).. Desde esta mirada, se ve como la sexualidad lejos de ser una expresión natural de los cuerpos es un ejercicio de poder que se da sobre ellos, es el instrumento y los efectos resultantes en el cuerpo. Así, se convierte en el puente que permite el acceso a los cuerpos y a la administración de la vida de los individuos. En ese sentido, Foucault (1976), plantea que es una red superficial que promueve la estimulación, los controles y los discursos sobre los cuerpos como unas de las estrategias de estrategias de saber y de poder.. De acuerdo a Foucault (1987), la producción del discurso (basada en los principios de lo prohibido, el rechazo, lo verdadero y lo falso), es un procedimiento de exclusión que es controlado, seleccionado y redistribuido por un cierto número en la sociedad para mantener el orden social. En este aspecto, los discursos se erigen como principal referente de regulación y se consolidan como un argumento de uso normativo para forjar el dispositivo de sexualidad que influye en los cuerpos..

(23) La historia de la sexualidad, da cuenta cómo los discursos incidieron en la inscripción de la sexualidad en los cuerpos y en el cuerpo social. En este texto Foucault muestra el papel indispensable que tuvo la burguesía como clase dominante y como además de autoafirmar su dominio en los aspectos económicos y políticos, en el siglo XVII, también ejerció un dominio físico sobre los cuerpos y la sexualidad, por medio de dispositivos de poder. Cabe anotar que estos dispositivos sexuales de poder inicialmente usados por la burguesía con el fin de cuidar de su sexo y de su cuerpo, consistía principalmente en el mantenimiento de una clase saludable y dominante, pero posteriormente se extendieron a las clases explotadas para lograr una sujeción política y control económico de la población como clase explotada, por medio, para aumentar el crecimiento económico, como se mencionó anteriormente.. En esa medida, la sexualidad se estableció como un control sobre las poblaciones para reproducir más fuerza de trabajo y mantener la forma de las relaciones sociales, ya que el poder se ejerce en medio de relaciones no igualitarias; para el crecimiento de los procesos económicos y era el mantenimiento de su sociedad burguesa constituida en base a la segregación y la jerarquía social (Foucault, 1976).. Según Foucault, la sexualidad se materializa en los cuerpos a partir del sexo, visto de este modo, se podría decir ésta es la impresión del biopoder sobre los cuerpos, en relación a ello dice: “es por el sexo, punto imaginario fijado por el dispositivo de sexualidad, por lo que cada cual debe pasar para acceder a su propia inteligibilidad, a la totalidad de su cuerpo (puesto que es una parte real y amenazada de ese cuerpo y constituye simbólicamente el todo), a su identidad” (1976, 189). De este modo, el sexo se transfigura en la diferencia sexual que constituye la identidad de los individuos..

(24) De acuerdo a lo anterior, los dispositivos de poder están articulados directamente al cuerpo, sus funciones, sus procesos fisiológicos, sensaciones y placeres, de ahí que el dispositivo de sexualidad se materialice en el sexo, que es una de las fuentes del placer humano. Al respecto, Foucault (1976) señala cuatro grandes conjuntos estratégicos como dispositivos específicos de saber y de poder, que surgieron a partir del siglo XVIII pero que se consolidaron en el siglo XIX, en los que la sexualidad se vio sometida a fuertes controles por parte del Estado, lo que conllevo a la vigilancia de los propios cuerpos pero que consistía en la producción de la sexualidad misma:. GRAFICA Nº 1. LA PRODUCCIÓN DE LA SEXUALIDAD COMO DISPOSITIVO DE CONTROL Y REGULACIÓN SEGÚN FOUCAULT. Fuente: Elaborado por la autora a partir de los planteamientos de Michel Foucault (1976).. A partir de todo lo anterior, se observa cómo el surgimiento de la sexualidad, según Foucault, se encuentra ligado a las relaciones de poder que se traducen en un control y sujeción de los cuerpos y de la vida de los individuos, para mantener una relación social desigual. En esa medida, es necesario entender que ésta como.

(25) los demás dispositivos de poder tiene como objetivo construir cuerpos y sujetos sociales de acuerdo a un sistema de sanciones y prohibiciones.. Desde estas concepciones es interesante ver como la sexualidad se vuelve una construcción que se puede deconstruir y que en lugar de limitar a los sujetos es un espacio amplio para configurar deseos, una visión del mundo, de la vida, en fin manifestaciones y expresiones de la subjetividad de cada sujeto.. ENTRE LA ANATOMÍA Y LA ARQUITECTURA POLÍTICA: CONSTRUCCIONES REGULADAS Y DIVERSAS DEL CUERPO. Generalmente se concibe al cuerpo como una entidad natural o simplemente como la materia que se puede sentir al tacto y que se puede ver. Sin embargo pensar en el cuerpo hoy remite a pensar su plasticidad, en su visualización estética, en la homogeneidad de estos. El cuerpo hoy implica una visión crítica sobre la sociedad de consumo en la que emergen, pero implica una visión más profunda como se verá a continuación. En este apartado es preciso referirse a las connotaciones que éste tiene a través de diferentes autores como Le Breton (1990), Preciado (2002), Butler (2004) para comprender su importancia al momento de estudiar la diversidad sexual.. -. Texto socialmente construido. En el presente texto, es relevante resaltar la noción cuerpo, pero no como la composición de carne y huesos que encarnan el espíritu o la extensión de piel que separa unos cuerpos de otros, es importante comprender que éste no es un organismo natural; sino entenderlo como una construcción simbólica, que como plantean Le Breton (1990), Butler (1999) y Preciado (2002), no es una realidad en.

(26) sí misma sino que es el efecto de una construcción social, política y cultural, construida para definir la individualidad de cada sujeto; de este modo se puede ver al cuerpo como una realidad artificial, como una arquitectura sin acabar, como se expresa en la ilustración de la portada de este texto creada por Adriana Mantilla Rincón (estudiante de Diseño Gráfico de la Jorge Tadeo Lozano Seccional del Caribe). De acuerdo a lo anterior y siguiendo a Preciado, el cuerpo se convierte en “un texto socialmente construido, un archivo orgánico de la historia de la humanidad como historia de la producción-reproducción sexual, en la que ciertos códigos se naturalizan, otros quedan elípticos y otros son sistemáticamente eliminados o tachados” (2002, 23).. En este sentido, este texto se basa en las significaciones. de una sociedad determinada y a su visión del mundo, que son reguladas y controladas por la estructura social. Al inscribirse tales significaciones en el cuerpo éste obtiene un reglamento con las expectativas de la sociedad: funciones, usos y los espacios donde debe o no mostrarse.. Sin embargo, al ser construido socialmente por medio de regulaciones y al estar moldeado por los dispositivos y mecanismos del poder es imposible establecer dónde terminan los cuerpos naturales y dónde comienzan las tecnologías artificiales, (Preciado (2002).. -. Espacio de construcción biopolítica6. De acuerdo a Foucault, “los dispositivos de poder se articulan directamente en el cuerpo —en cuerpos, funciones, procesos fisiológicos, sensaciones, placeres” (1976, 184), por tanto, éste se convierte en “el soporte materia, el operador de 6. Foucault (1976, 168, 173) entiende por biopolítica lo que hace entrar a la vida y sus mecanismos en el dominio de los cálculos explícitos y convierte al poder-saber en un agente de trasformación de la vida humana, es decir una serie de intervenciones y controles reguladores sobre la vida..

(27) todas las prácticas sociales y de todos los intercambios entre los sujetos” (Le Breton, 1990:122). Es decir, el cuerpo son todas las manifestaciones sociales y culturales. que. lo. moldean. mediante. significaciones. (sexuales. de. lo. femenino/masculino), es en últimas, es la construcción naturalizada que produce al sujeto. En el párrafo anterior se mostró cómo el cuerpo también un espacio de construcción biopolítica y de opresión (Preciado, 2002), o sea, que se construye y reconstruye al sujeto mediante regulaciones y controles de las normas sociales que se articulan en él por medio de la socialización, al respecto Butler dice “el límite y la superficie de los cuerpos están construidos políticamente” (1999, 40).. Así, esta concepción de cuerpo permite comprender, de acuerdo a Butler (1999), Carballeda (2002) y Foucault (1976), que su gestación es producto del ejercicio del poder sobre los cuerpos de los individuos para administrar sus vidas y mantener un orden social. De esta forma, el poder fue moldeando los cuerpos, realizando inscripciones en ellos y generando estigmas que dan cuenta del cuerpo de hoy, un cuerpo en el que inscriben significados culturales o más bien como instrumento en el cual el poder establece un significado cultural para sí mismo.. En esa línea, la socialización, por medio de dispositivos y mecanismos de poder, promueve determinadas prácticas para cada cuerpo dependiendo de su sexo; de esta forma se ejerce un control sobre ellos para que respondan a las expectativas corporales, sexuales y sociales. En este proceso el individuo adopta expresiones admitidas socialmente, por ello su cuerpo está limitado por las significaciones que reposan sobre su anatomía, sus roles y hasta su sexualidad. Por el contrario, si el sujeto (o su cuerpo –intersex) desafía las prohibiciones públicas, corre el riesgo de ser sancionado y se convierte en un cuerpo extraño, extranjero– “en donde la imposibilidad de identificarse con él es la fuente de todos los prejuicios de una persona, la diferencia entonces se convierte en un estigma.

(28) más o menos afirmado” (Le Breton, 1990, 134); de esta manera se observa como en las prácticas cotidianas la norma es utilizada como método de control social sobre el cuerpo y se reproduce en el marco de la coerción y represión, puesto que tiene el poder de restringir las expresiones del cuerpo con la amenaza de sancionarlo en caso de transgredirla. Por tanto, se puede decir que el cuerpo como espacio político que se encuentra inmerso en escenarios de intereses que buscan dominarlo y oprimirlo, lo moldean y al mismo tiempo producen, es decir el cuerpo es en tanto es creado por y dentro de las reglas. O sea, el sujeto es, acontece, existe en la medida en que esta subyugado a la normativa del biopoder que domina su cuerpo. Situación que visibiliza en el género cuando define comportamientos femeninos/masculinos y simultáneamente re-produce al sujeto e incide en su subjetividad e identidad.. -. Espacio público fundamental. Debido que se han establecido ciertas conductas para el plano de lo privado y aún unas más estrictas en el espacio público, Preciado (2009) plantea la necesidad de ver al cuerpo como un espacio público: “el cuerpo aparece ahora como uno de los espacios públicos, absolutamente fundamentales, (…) tenemos que salir de esa imagen del cuerpo como ficción individual, cuerpo individual debemos comenzar a ver el cuerpo como un entramado biopolítico, por tanto como un espacio de agenciamiento público fundamental, una alianza práctica, material de los cuerpos ”.. En esa medida, Butler aporta a la reflexión de Preciado, con la idea de que nuestros propios cuerpos no son nunca del todo nuestros, al respecto manifiesta “el cuerpo tiene invariablemente una dimensión pública” (2004, 40). Plantea que “desde el principio es dado al mundo de los otros”, por ello, “mi cuerpo es y no es mío”. Retomando a Butler, el cuerpo, lejos de una posesión, debe ser entendido como maneras de ser desposeído,. maneras de ser para otro o, de hecho, en.

(29) virtud de otro. El cuerpo es entregado a la sociedad para constituirse a través de significaciones sociales, de esta manera, se nutre de sentidos y valores y se vuelve accesible a la acción colectiva y reproduce esos sentidos. De acuerdo a los planteamientos Butler (2004), Preciado (2002), Rubin (1984) y Le Breton (1990), los cuerpos son públicos debido a que se constituyen como fenómenos sociales en la esfera pública, se construyen en las significaciones de la vida cotidiana y se reafirman con las imposiciones y expectativas desde que se nace. Por esta razón, nunca encontramos al cuerpo separado de las mediaciones que le imponen los significados culturales y el medio social donde se encuentra. Es imposible aislar los cuerpos –como materiales pasivos o resistentes– de las fuerzas sociales de construcción de este y de la diferencia sexual, de ahí que la autonomía del sujeto en las elecciones que se le presenten está limitada.. Por último, es cierto que todo depende de las convenciones sociales de cada cultura, por ello todas las sociedades significan las manifestaciones corporales; pero también es cierto que la imagen del cuerpo es la representación que el sujeto hace del cuerpo, la manera de concebirse dentro el plano consciente individual en su contexto social y cultural, por tanto no se puede desconocer que “cada autor construye la representación que él se hace del cuerpo, individualmente, de manera autónoma, aun cuando la busque el en aire de los tiempos, en el saber de la divulgación de los medios masivos de comunicación, o en el azar de sus lecturas o encuentros personales” (Le Breton, 1990, 15); aunque estas representaciones estén influidas por las significaciones de su contexto.. En este punto es necesario resaltar que el cuerpo aunque es una realidad artificial tiene una multiciplidad de expresiones que van más allá de la norma, por lo que no se puede reducir únicamente a lo femenino y masculino: la categoría del género, precisamente, se inventa para reducir esa multiciplidad (Preciado, 2009). De ahí la complejidad de deshacer las restricciones normativas para derribar las.

(30) concepciones sobre el cuerpo para fundar una nueva concepción y hacer de este un espacio más habitable, como afirma Judith Butler (2004). De acuerdo a las anteriores categorías y sus respectivas concepciones se puede entender por qué. son relevantes al momento de abordar el concepto de. diversidad sexual. A partir de ello se dan pistas que permiten develar los procesos mediante los cuales las personas construyen significados y cargan de sentido a situaciones sociales determinadas por medio de las construcciones simbólicas y discursivas sobre la diferencia sexual de lo que se conoce naturalmente como hombre/mujer y la (hetero)sexualidad. Por medio del anterior abordaje se reflexionar sobre cómo se relacionan estas categorías, cómo la diferencia sexual de pronto se ve como una diferencia social y como todos los procesos socioculturales y políticos construyen a los sujetos, como se verá a continuación.. Aunque, género, sexualidad y cuerpo son construcciones que se encuentran íntimamente vinculadas son categorías interdependientes que parecieran para algunas personas que no tuvieran mucho que ver la una con las otras. Sin embargo, la relación entre género y la sexualidad es muy estrecha y evidente. Ambas son producto de la diferencia sexual pero el género es el principal promotor de la heterosexualidad para el desarrollo y legitimidad del sistema sexual que regula los cuerpos sexualmente diferenciados. En esa línea, la sexualidad se configura como. la consolidación y soporte de las normas de lo femenino y. masculino que se establecen como complementarios. Desde luego, éstas se intervienen mutua y simultáneamente, al tiempo que el género se manifiesta en los cuerpos sexuados, la heterosexualidad reafirma esa diferencia.. En esa medida, se puede ver, según Butler (2004) y Rubin (1984), cómo el género siempre ha formado parte del trabajo de la normatividad heterosexista. El género tiene un rol determinante en la definición de la sexualidad y por ende en.

(31) orientación sexual del sujeto, por lo que afecta al funcionamiento del sistema sexual. Así, la construcción de hombres/masculinos y mujeres/femeninas es necesaria para la constitución y mantenimiento de la heterosexualidad, ya que ésta posee manifestaciones de género específicas. Todo ello servirá para el mantenimiento del sistema sexual a través de la reproducción biológica.. Por lo que se puede decir, que si estas categorías que tan naturalmente reproducidas en la sociedad fueran entidades naturales, no sería necesaria su reafirmación constante. Porqué no solo se reafirman la una a la otra, sino que se valen de mecanismos y dispositivos (representaciones simbólicas y sociales) que se internalizan en la conciencia y el imaginario colectivo y de constantes regulaciones y sanciones. A demás adoptan la diferencia biológica para normalizar ciertos roles y relaciones entre hombres y mujeres.. En esa medida, reconocer la existencia de sexualidades distintas a la heteronormativa implica poner en duda la naturaleza del esquema binario del género y la sexualidad (hombre/mujer, femenino/masculino) y entender que son producciones humanas al igual que los cuerpos. Y necesariamente implica comprender. que. las. sexualidades. diversas. e. identidades. de. género. (homosexualidad, bisexualidad, transgéneros) son expresiones públicas y políticas como dice Butler, que se puede configurar y reconfigurar. Esto supone que la sexualidad al igual que las identidades de género no son estáticas que son cambiantes y que requieren una mirada más allá de la norma.. De igual forma, permite comprender que la diferencia sexual trae consigo una diferencia social que se fundamentada en una ideología política sexual heterosexista, heteronormativa, patriarcal, de la dominación masculina y la subordinación de la mujer, lo que se puede resumir en una relación desigual entre hombres y mujeres..

(32) Como se vio anteriormente, el género produce la idea de lo que deben ser hombres y mujeres y atribuye roles, prácticas y discursos diferenciados a cada sexo: asignando a lo masculino roles en el espacio público para proveer su hogar, la autoridad, el poder y a lo femenino el papel de la reproducción y excluye su participación en los espacios públicos y políticos, remitiéndola a lo domestico. Esto se da debido a que las sociedades configuran una visión del mundo basada por el lugar que ocupan los sexos en el proceso de reproducción y les asigna roles en correspondencia a sus papeles naturales mediante representaciones sociales en la cotidianidad, lo que además de producir una diferencia sexual también produce una diferencia social (Godelier citado por Lamas, 1999).. Así, la sociedad construye el cuerpo como realidad sexuada y como depositario de una visión (Bourdieu, 2000), de ahí que el esquema de división sexuante, fundado en la diferencia biológica pase a ser una diferencia social naturalizada, normalizada y arraigada en los cuerpos y subjetividades y se tome como base para la dominación masculina sobre lo femenino.. La dominación masculina, termino introducido por el sociólogo francés Pierre Bourdieu (2002) se refiere a una serie de comportamientos y discursos marcados por una visión falocéntrica7 y androcéntrica, que presupone la subordinación y dominación de la mujer, organizando así un mundo naturalmente desigual en los ámbitos de lo social, lo simbólico, lo político e incluso lo económico (aquí es donde se produce la división sexual del trabajo) de la sociedad que se inscriben tanto en la objetividad como en las subjetividades.. La dominación masculina de la que habla el autor, configurada por una lógica de poder y dominación es producto de una violencia simbólica en la que se. 7. Dícese de culto al falo. la cultura patriarcal ha centrado la imagen del poder, discursos y la violencia en el falo, (Mogrovejo, 2000; Butler, 1999)..

(33) desconoce a lo femenino; no sólo ejerce sobre las mujeres sino también sobre los cuerpos que parezcan femeninos. Por esta razón, el hombre al ser feminizado (penetrados), pierden su posición en la estructura social y simbólica que prioriza lo masculinidad y oprime lo relacionado a la feminidad.. En consecuencia, esa autoridad que se erige entorno a lo androcéntrico se carga de sentido común, se naturalizan las relaciones de poder que están inscritas en el orden simbólico de la sociedad. Incluso las mujeres reproducen la violencia simbólica y se someten a ésta en las relaciones que establecen con el dominador; ello se puede evidenciar a partir del proceso de producción de discursos, al que hace referencia Foucault (1970), que lo que hace es normalizar una relación desigual entre los sexos. Esta relación de dominación y obediencia entre los dos sexos constituye hasta hoy las familias de la sociedad occidental por su influencia patriarcal.. Lo anterior se convierte en una de las principales fuentes de exclusiones y discriminaciones a personas homosexuales y transgénero que expresan una sexualidad que trasgrede la norma hegemónica que le da poder y autoridad a lo masculino y le niega a todo lo que no lo sea, en ese sentido la opresión de los homosexuales, como dice Rubin (1975) es un producto del mismo sistema cuyas reglas y relaciones oprimen a las mujeres. Así mismo, es lógico suponer que la homosexualidad femenina sufre una supresión mayor: al ser mujeres y al ser homosexuales.. Por último, este breve recorrido conceptual permite comprender que los sujetos (hombres y mujeres) también son construcciones, resultantes de procesos sociales, culturales, económicos y político se influidos las representaciones.

(34) simbólicas8 que determinan la imagen que el sujeto construye de sí y sus acciones. De esta manera, es evidente como el ser humano se encuentra inmerso en diversos sistemas que influyen y aportan elementos para la construcción de sí como ser social por medio de procesos de comunicación, del lenguaje y los discursos. Así, las interacciones que establecen sujetos (fundadas en las normas sociales) buscan, en alguna medida, la aprobación y aceptación por parte otros. El no reconocimiento por parte de los otros impide a los sujetos tener una comprensión positiva de sí mismos, además de ser una forma de injusticia porque suprime su libertad (Axel Honneth citado por Fraser, 1997).. A demás de lo anterior, el sujeto, como plantean Castañeda, Pérez y otros (2010), se encuentra inmerso en un espacio construido por el ejercicio del poder que lo regula, lo reprime y moraliza, en otras palabras que lo produce. Ello se da a través del sometimiento del sujeto, donde su cuerpo es educado y manipulado, legitimándolo por medio de la fuerza y la violencia que lo embiste.. En esa medida, siguiendo los planteamientos de Foucault (1975) y Butler (1999), los sujetos al ser regulados por el sistema sexual del género en las estructuras sociales, se constituyen, definen y reproducen de acuerdo a las imposiciones de dichas estructuras. De esta forma el sujeto emerge en un espacio de represión, opresión y exclusión, donde se le fuerza a ser lo que es o debe ser y que se le sanciona por no serlo.. A pesar de ello, es preciso anotar que son muchos los sujetos que se rehúsan a ser educados y corregidos, ellos transgreden las normativas que pretenden regularlos. Al traspasar los márgenes impuestos socioculturalmente respecto a la. 8. Siguiendo a Lamas, Las representaciones sociales son construcciones simbólicas que dan atribuciones a la conducta objetiva y subjetiva de las personas..

(35) sexualidad y lo femenino/masculino, miles de sujetos, en el Caribe y en la ciudad de Cartagena, configuran sus propias identidades y construyen sexualidades diversas que desestabilizan el régimen normativo establecido. De igual manera, revelan la multiciplidad de expresiones corporales y sexuales de la humanidad, las cuales no deben pensarse desde perspectivas moralistas o biologistas, sino que deben comprenderse desde una perspectiva ético-política y de ciudadanía que reconozca la diversidad sexual e identidades de género.. II. EXPRESIONES MULTIPLEX DE LA SEXUALIDAD COMO ESPACIOS DE RESISTENCIA Y DE REAPROPIACIÓN. En este apartado se realizara un breve recorrido sobre el surgimiento de la diversidad sexual, en que consiste y los actores a los que hace referencia, desde los planteamientos de autoras como Fraser (1997), Rubin (1984), Preciado (2009, 2010), Careaga (2001) y Mogrovejo (2000).. A continuación se muestra un breve recorrido por los momentos claves que dieron lugar a lo que se conoce hoy como diversidad sexual. A partir de los planteamientos de Rubin (1984) se muestra como se dieron políticas de represión que prohibían las sexualidades fuera del orden heteronormativo y como a partir de ello se da el surgimiento de los movimientos gays, posteriormente lésbico gays gracias a los aportes del movimiento feminista..

(36) MATRIZ Nº 3. MOMENTOS HISTÓRICOS DE LA DIVERSIDAD SEXUAL. Año. Momento. Descripción. Políticas. En la a década de 1880 en Inglaterra y los años 50 en Estados. sexuales de. Unidos se implementan políticas sexuales, donde las leyes sobre el. represión. sexo, que se realizaron para reprimir y castigar las conductas sexuales desviadas, de esta manera las leyes se convierten en el instrumento más preciado de la estratificación sexual y la persecución erótica (1984, 28). El movimiento lésbico-gay surge en un contexto de represión sexual y buscaba la legitimidad y reconocimiento de la sociedad y luchaban. 1950. contra los discursos moralistas, psicoanalistas y psiquiátricos donde eran señalados como anormales y/o desviados. En esa medida,. Surgimiento. siguiendo a Mogrovejo (2000) la lucha homosexual era revelarse. de los. contra el sistema opresor que imponía una heterosexualidad. movimientos. obligatoria , una sociedad patriarcal, de dominación masculina y a. Lésbico-Gays. la jerarquía erótica establecida por sus instituciones sociales.. 9. Lleva. la. sexualidad. del. plano. privado,. al. que. se. estaba. acostumbrado, a uno público con la intención de defender los intereses, los derechos civiles y políticos de las personas lesbianas y gays, y en general para promover una sexualidad libre de prejuicios, exigiendo el cese las persecuciones policiaca y a todas las discriminaciones legales, sociales y laborales a las que se veían sometido. Según Fraser (1997) queer es término anglosajón sin traducción al. Surgimiento 1980. Teoría Queer. español, que se utilizó para referirse a aquello que resultaba extraño y diferente, pero que luego adquirió una connotación sexual, como insulto hacia homosexuales y otras identidades. De este modo, queer resulta ser una injuria sexual tomada como un lugar de enunciación política para referirse a las sexualidades periféricas y aquellas que transgreden la norma que establecen una distancia de la norma sexual –puto, maricón, tortillera transgénero, trabajador. 9. Según Mogrovejo (2000) y Butler (1999) la heterosexualidad obligatoria se convierte en un sistema poder, discursos y opresión contra el cual deben luchar las disidencias sexuales..

(37) sexual, marimacho, manzano, anormal, travesti, loca, bolleras, maricas, mestizas, trans, queen, butch (Preciado, 2009). Lo que ocurre en los años ochenta, en el contexto norteamericano es que un conjunto de micro grupos se apropian de ese insulto y lo utilizan como una nominación, como un espacio de lucha política, para enfrentarse a las políticas sexuales, derivadas de los pronunciamientos bíblicos que reprimen las formas de deseo sexual que consideraban no apropiadas, estas leyes sobre el sexo se convirtieron el instrumento más estigmatizante y poderoso de la jerarquía sexual y el acoso erótico; que lo que piden es la integración de los homosexuales en una sociedad heteronormativa (Preciado, 2010). A partir de la resignificación de insultos degradantes, la política queer, como la denomina Fraser (1997), pretende la liberación de una identidad sexual determinada, ya que según Mogrovejo (2000) y Mérida (citado por Quintero, 2009) las bases sobre las que se ejerce la opresión se encuentran en las identidades fijas del esquema binario (hombre-mujer, heterosexualidad-homosexualidad, femeninomasculino). La teoría queer lucha contra la opresión de una heterosexualidad obligatoria. que. discrimina. y. excluye. a. las. sexualidades. estigmatizadas; entonces deconstruye esas identidades sexuales, es decir destruye la diferencia homo-hetero, para reconfiguración individual de cada sujeto y constituirse como una identidad colectiva, que agrupa a todos los comportamientos sexuales, desde hetero, homo y bisexual; y que promueve el cambio social en contra de la opresión: la homofobia, la misoginia y el patriarcado. La sigla alude a las orientaciones sexuales e identidades de género de personas que se reconocen así mismas como lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas. Sin embargo, juntas refieren la articulación identidades diversas y orientaciones distintas de la heterosexual normativa, que trabajan por el reconocimiento de sí. 1990. Sigla LGBTI. como sujetos políticos y de sus derechos que han sido vulnerados, violados e invisibilizados, desafiando las lógicas binarias del género y la sexualidad (hombre/mujer, femenino/masculino), del patriarcado,.

(38) de la dominación masculina y en general del orden cultural basado en el heterosexismo. 10. (véase matriz nº 5 Manifestaciones y. expresiones diversas LGBTI).. Diversidad Sexual: Mas allá de los binarios del género y de la heteronormatividad. Según Mogrovejo (2008), la aparición de la. agenda de derechos humanos,. sexuales y reproductivos en el escenario internacional dio lugar a la emergencia de nuevas identidades que exigían reconocimiento como minorías sexuales11, agrupándose de esta manera bajo la denominación de diversidad sexual12, cobijando de este modo las múltiples expresiones de la sexualidad humana.. Según al referirse a la categoría diversidad sexual en lo referente a lo sociocultural implica resaltar dos usos y sentidos que se le dan a este término. En primer lugar, es utilizado como sinónimo de diferencia con relación a las normas de género y sexualidad. Es decir, que designa prácticas, identidades u orientaciones sexuales que fueron catalogadas como anormales, al diferir de las reglas sociales. Por ello se usa para referirse a aquellas sexualidades e identidades diversas gays, lesbianas, bisexuales, transgeneristas (Brigeiro, Melo, Rivera, & Rodríguez, 2010).. 10. Fraser (997) lo define como la construcción autoritaria de normas que privilegian la heterosexualidad. En el presente texto se considera relevante cuestionar la utilización del término minorías sexuales para referirse a la diversidad sexual, puesto que es un concepto que desconoce a los sujetos que no se identifican con la heteronormatividad, asumiéndose como mayoría, por tanto natural/normal y eliminando cualquier expresión de la diversidad sexual por medio de la exclusión y estigma de personas gays, lesbianas, trans; al encasillarlos y señalarlos como supuesta minoría numérica, situación que se aleja de la realidad, al no tener en cuenta que mucha de estas personas aún se encuentran en el closet (Verbal, 2011; De La Mora &Terradillos, 2007). 12 El término diversidad proviene del latín Diversi˘tas, -A- tis, y significa: variedad, desemejanza, diferencia y/o abundancia, gran cantidad de varias cosas distintas. Por su parte, “sexual” proviene del latín Sexua-lis, perteneciente o relativo al sexo, que, a su vez, se desprende de Sexos: condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas; y conjunto de seres pertenecientes a un mismo sexo; sexo masculino, femenino, de acuerdo a Hernández (2008). 11.

(39) En segundo lugar, es entendida como el reconocimiento de la multiplicidad de expresiones de la sexualidad humana. O sea, que reconoce la multiplicidad de prácticas, identidades, comportamientos, orientaciones y deseos para abordar y comprender la sexualidad. De este modo, hace referencia tanto a la homosexualidad (como una sexualidad históricamente excluida al salirse de la norma) como a la heterosexualidad (sexualidad predominante a lo largo de la historia). De acuerdo a esta concepción no existe una única forma de sexualidad y que esta cambia dependiendo el contexto y el tiempo, es decir que tiene un carácter histórico y cultural. Los autores también plantean que aunque el primer sentido y el uso del término diversidad sexual se utiliza más frecuentemente, ésta acepción no considera en sus estudios que las distintas identidades y prácticas se encuentran inmersas en relaciones de poder y de discriminación. Aunque en la actualidad, el segundo sentido y el uso del término sea menos frecuente, en este texto se entiende la diversidad sexual en con base en él, ya que hablar de la sexualidad humana implica reconocimiento las diferentes manifestaciones sexuales sin importar el lugar que hayan ocupado históricamente en la estructura social.. Al respecto, Norma Mogrovejo (2008) se pregunta, entonces, ¿cómo es posible que ahora el sistema que ha sido el opresor sea parte del discurso contrahegemónico?, explica que al integrarse la heterosexualidad13, dentro de la diversidad sexual, se pierde el sentido crítico y la amenaza al orden establecido por el poder la heterosexualidad obligatoria y la resistencia a esta. En esa medida propone seguir hablando desde la disidencia sexual debido a que expresa un posicionamiento político de resistencia a todo intento de control y normalización. Lo anterior plantea ciertas tensiones y dudas, pero hablar de diversidad sexual consiste en la deconstrucción de ese sistema opresor, de sus tecnologías y 13. Mogrovejo cita a Adrianne Rich quien cuestiona que la heterosexualidad sea una opción sexual o una preferencia sexual, sosteniendo que no existen ni opción ni preferencia reales donde una forma de sexualidad es precisamente definida y sostenida como obligatoria en la sociedad..

(40) categorizaciones, diversidad sexual son todas las manifestaciones sexuales del cuerpo que pueden transformarse, construirse, variar, reconfigurarse de acuerdo al sujeto, no son obligatorias ni hegemónicas y no constituyen, en ese sentido, relaciones de dominación y subordinación porque al igual que ella, la categoría de género se reconstruye. De este modo este texto se refiere a la necesidad de pensar la sexualidad más allá de la hegemónica heterosexualidad14, incluso más allá de la homosexualidad, pensando la sexualidad como un abanico diverso de posibilidades. Así mismo, la diversidad sexual debe constituirse como un eje de la lucha del por la autonomía sobre el propio cuerpo pero también en un espacio para reflexión de las amplia gama de manifestaciones de la sexualidad y su reconocimiento. De acuerdo a Careaga “la diversidad sexual es un concepto que surge a partir del reconocimiento de las diferentes expresiones de la sexualidad, lejos de la concepción tradicional “en la noche, en la cama, dentro del vínculo conyugal y para la reproducción”, y de las implicaciones de esta concepción –monogámica, heterosexual, entre un hombre y una mujer, lejos del deseo, las fantasías y del placer-. Que además, nos lleva a mirarla desde su expresividad en las distintas formas de organización social” (2001, 457). De acuerdo a los planteamientos de la autora, se hace necesaria una revisión individual de la forma en que se concibe la sexualidad, de ahí la importancia, en este texto, de un breve abordaje sobre ella y comprender que en cada cultura se tiene una concepción distinta sobre esta, por lo que comprender la diversidad sexual implica contemplar la diversidad cultural. 14. Aunque la heterosexualidad también tiene formas diversas de expresarse, pero hablar de diversidad sexual implica reconocer a homosexuales, bisexuales, transexuales, travestís, fetichistas, sadomasoquistas, trabajadores/as sexuales..

(41) GRAFICA Nº 2.: DIMENSIONES DE LA DIVERSIDAD SEXUAL. Fuente: Elaborada por la autora a partir de los planteamientos de Gloria Careaga (2001) y del Informe Desenredado prejuicios, Castañeda, Pérez y otros (2010).. Estas dimensiones se dan en diferentes etapas de la vida de los sujetos y además son el resultado de una producción social, histórica y cultural y por lo tanto no existen papeles sexuales o roles de género que estén biológicamente en las personas. En la anterior tabla se observa detalladamente la multiciplidad de expresiones referencia referidas a la diversidad y que más allá de ser construcciones socioculturales también son espacios de resistencia y de reapropiación del género y la sexualidad que desestabilizan el orden social, especialmente cuando son identidades más visibles como personas que transitan temporal o permanentemente por los géneros naturales establecidos, que interfieren en lo público y que de alguna manera reivindican diferentes maneras de ser, pensar, actuar, amar.. La lucha de la diversidad sexual es el reconocimiento, en gran parte, se ha dado gracias al movimiento queer como un movimiento de resistencia frente a la.

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TABLA Nº 1. CONCEPCIONES SOBRE EL GÉNERO: ATRIBUCIONES A LO  FEMENINO Y LO MASCULINO
ILUSTRACIÓN 1. PIRÁMIDE ERÓTICA

Referencias

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