r o b e r t o a l e x a n d e r v a r g a s m e n j í v a r
robertovargas123_@hotmail.com robertovargas_99
https://www.behance.net/robertovar38c0
“E l c o r a z ó n m a r c h i t o d e u n a e s t r e l l a”
Universidad de Palermo
Es un agrado comunicarme con ustedes, mi nombre es Roberto Alexander Vargas Men- jívar y soy licenciado en la carrera de Diseño Gráfico de la Universidad Dr. José Matías Delgado. Les escribo desde El Salvador para poner a disposición una propuesta de exhibición que quiero llevar acabo.
La exhibición a presentarles contiene una breve historia que narra la vida de una niña salvadoreña que lucha día a día con el dolor que conlleva la ausencia de su padre.
Todas las personas en el mundo hemos sufrido la partida de un ser querido, el luto por el cambio y por la pérdida de lo amado y todo lo que esto conlleva. La historia de esta pequeña niña que vive en la ciudad de Santa Tecla, en mi país El Salvador, puede ser la misma que la de cualquier niño en el mundo: España, Inglaterra, Costa Rica, Francia, Argentina, Brasil, etc. El lenguaje de un corazón roto es universal sin importar el origen o clase social. Estas 7 piezas contienen estas experiencias universales y podrán ser observadas adjuntas.
Esta historia es de dolor, pero también es de superación. Tengo la esperanza de que mis piezas generen empatía e incluso identificación con estas experiencias. Deseo que las personas vean mis piezas como señal de que no están solos, que muchos están pasando por lo mismo y que tienen derecho a sentir. Que, a pesar de estar en partes tan alejadas del mundo, sepan que se pueden conectar con esta experiencia y con otros que también la viven.
Lo que verán a continuación es simplemente el dolor que causa una pérdida, pero el alivio que da el saber que tu padre y tu madre siempre estarán ahí contigo hasta el final, sin importar el que, sus valores y enseñanzas siempre te acompañarán a lo largo de tu vida.
Lo que yo busco es saber si ustedes pueden darme la oportunidad o ayudarme a encontrar un espacio cultural y artístico como un museo para poder contar esta his- toria cuyo objetivo principal es generar empatía y conciencia hacia tí mismo y los demás.
Soy un ilustrador salvadoreño que vino al mundo a contar historias y realmente desearía poder compartirlo con todas las personas a nivel latinoamericano.
A continuación, lograra leer la historia que envuelve todas estas piezas. Por su aten- ción muchas gracias.
No sé cómo decir esto. Siempre te recuerdo, en especial por las noches. El sonido que hace el motor del carro aun me emociona pues pienso que eres tú, viniendo del trabajo. Al final es mamá quien cruza la puerta. Ya han pasado cuatro años, pero aún me altero un poquito, ¿Crees que estoy loca por hacerlo? Mejor no respondas eso.
Aún me imagino platicando contigo. He crecido mucho o al menos eso dice la gente. Siempre dijiste que era una cha- parrita, que era tu pequeña estrella que te acompañaba a todos lados.
No me llevaste a la escuela ahora, pero gracias a tus constantes ausencias ya aprendí a andar en autobús. Ya no me dan miedo los buses, y aunque me subo con mamá, ya no tengo miedo. Soy una niña fuerte como tú querías.
0 1
El recuerdo
de una pérdida
Es sábado por la tarde y quise ir en bicicle- ta al parque, aunque para mi desgracia me caí y me raspé toda la pierna. Me molesté contigo en ese momento, me pregunté:
¿A dónde estabas? ¿Por qué estás tan ocupado? Me tocó levantarme yo solita.
Me raspé la rodilla y nadie me ayudó.
Te habrías sorprendido; me mantuve más de cinco minutos en la bicicleta antes de caerme y no lo viste y sobre todo me salió sangre de la pierna y no lloré. ¿Qué te parece eso? ¿Soy fuerte cierto? Soy tu niña fuerte.
Al llegar a casa me fui corriendo al baño para lavarme la rodilla sin que se diera cuenta mamá, no quiero que se preocupe.
Si estuvieras aquí tú me hubieras curado.
Pero no estás, nunca estás.
una gran ausencia
0 3
Mamá aun te extraña aun después del divorcio. Pese a las peleas que tuvieron y a cómo acabaron las cosas, aun te quiere mucho, aunque no lo diga se le nota. La escucho llorar algunas noches; no le gusta hablar de eso, ya sabes cómo es ella.
Aun después de lo mal que terminó todo, no dejaste de venir a verme cada sábado y domingo a las cuatro de la tarde. Podía saborear el licuado de guineo que me com- prabas después de jugar en el parque. Esos días se convirtieron en mis favoritos de la semana, pues era el día que podía verte y pasar tiempo contigo. Aún me subo a los árboles de mango cada primero de abril para comerlos todos los domingos después del almuerzo. Justo como lo hacíamos cuando venias a verme.
Lo que un día me enseñaste
Hoy tuve un mal día. Discutí con mamá. Por eso vine a verte, pero no es lo mismo. ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste? Cuando mamá se molesta- ba conmigo y me gritaba, tú siempre me defendías y lograbas calmarla, pero ahora no estás.
Te extraño mucho papi, te extraño tanto que mi corazón aún sigue que- brado, me siento tan rota y no sé qué hacer para repararlo. ¿Cómo se repara un corazón destrozado?
¿por qué te fuiste?
0 5
¿Por qué me mentiste? Dijiste que me amabas, que yo era tu estrella.
Si me amabas, ¿Por qué moriste?
Uno no deja a la persona que ama, no las abandona. No ves que estoy llorando, no escuchas mis gritos
¿Por qué no estás conmigo, papá?
Te necesito más de lo que puedes imaginar.
Una pregunta que
guardo en secreto
Ahora un niño me pregunto: ¿Por qué te gusta tanto la luna? Y solo comencé a reír.
¿Recuerdas lo que me dijiste? “Sin importar qué tan separados están dos personas, aun si están en partes diferentes del mundo siem- pre que miren al cielo al mismo tiempo podrán ver algo en común...la luna y eso los mantendrá juntos”. Cada noche de luna me siento en mi columpio y la miro fijamente con la esperanza que tú también la veas.
Mamá dice que cuando morimos vamos al cielo. ¿Ahí es dónde estás? ¿En el cielo?
Hasta la fecha nadie me ha podido res- ponder cómo es el cielo. Quiero creer que es real, aunque no lo sea. Si es real signifi- ca que cada vez que miro las estrellas tú estás ahí observándome , protegiéndome, regañándome como siempre.
cada vez que veo
la luna pienso en ti
0 7
Hoy hay muchas estrellas en el cielo y eso me alegra un montón porque hoy es Navi- dad. Compré una caja de volcancitos y de estrellitas como las que me comprabas cada año, ¿Sabes? Mamá está cocinando, así que yo solita los estoy reventando.
Aunque eso ya no me pone triste, estoy más contenta.
Mamá me dijo que debía escribirte una carta y que esta de alguna manera llegará a ti. Quiero creer que tiene razón porque quiero que sepas cómo estoy.
Me gusta pensar que estás aquí conmigo reventando cuetes como cada veinticua- tro. Ya casi son las doce y, ¿Sabes cuál será mi deseo de navidad? Deseo ser una estrella. Me volveré una estrella algún día, una muy grande y muy brillante para acompañarte ahí arriba donde sea que estés. Te volveré a ver papi. Hasta enton- ces trataré de no estar enojada contigo y tú no estés enojado conmigo. Llegará el día en que volveremos a jugar en nuestro parque favorito como lo hacíamos cada fin de semana por la tarde...Es una promesa.
Con amor, Tu Estrella.
mi último deseo
robertovargas123_@hotmail.com robertovargas_99
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