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3 La Rebelión de Satanás y El Hombre Revela La Gloria de Dios

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Academic year: 2021

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1 Introducción

Dios le dijo a Moisés que Su nombre es “YHWH”, traducido como “SEÑOR” por los traductores de la Biblia en inglés y pronunciado como “Yahweh”, o en algunas traducciones

“JHVH”, “Jehová”, que es una ortografía latinizada de “YHWH”. El nombre “Yahweh” o

“Jehová” significa, “El Autoexistente o Eterno”.

Dios no fue creado y ha existido siempre. En algún momento de la eternidad, antes de la creación de cualquier cosa, solo existía Dios. Él estaba en unidad consigo mismo. Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo estaban en perfecta comunión.

2 La Creación Revela la Gloria de Dios

El amor de Dios era demasiado inmenso para ser contenido dentro de la Trinidad de Dios y creó a los ángeles para compartir Su amor y gloria con ellos. Dios le pregunta a Job dónde estaba él cuando Dios creó el universo físico:

¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios? (Job 38:4-7 RVR1960)

Sabemos que los ángeles fueron creados antes del universo físico porque nos dice aquí en Job que los ángeles se regocijaron con la creación de Dios.

La gloria de Dios no fue solo en Su creación del universo y de toda vida. La gloria de Dios se revela en la sabiduría que Dios mostró en Su creación, la sabiduría del diseño desde las partículas subatómicas más pequeñas hasta la organización de la materia y la energía en las estrellas. La sabiduría que habla en Proverbios nos dice que ella era la delicia de Dios:

Jehová me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras. … No había aún hecho la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo. Cuando formaba los cielos, allí estaba yo; cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo … Con él estaba yo ordenándolo todo, y era su delicia de día en día, teniendo solaz delante de él en todo tiempo. Me regocijo en la parte habitable de su tierra; y mis delicias son con los hijos de los hombres.

(Proverbios 8:22, 26-27, 30-31 RVR1960)

Salmos nos dice que el universo fue creado con sabiduría:

¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios. (Salmos 104:24 RVR1960)

El poder, la sabiduría y el entendimiento de Dios, al igual que todos Sus demás atributos son infinitos:

Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es infinito. (Salmos 147:5 RVR1960)

3 La Rebelión de Satanás y El Hombre Revela La Gloria de Dios

Dios creó el universo y toda forma de vida para revelar Su gloria a los ángeles. Pero la gloria que Dios reveló fue la gloria de Su majestad y poder, la gloria de Su sabiduría y entendimiento. Dios eligió otra forma de revelar la gloria de Su santidad, justicia y amor. ¡Esos rasgos característicos solo pueden entenderse verdaderamente en contraste con el mal, el pecado y el odio! Tendría que haber

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un enemigo de la justicia y santidad para revelar el alcance de la justicia y santidad de Dios. Tendría que haber un enemigo que odiara a Dios y todo lo que Él representa para revelar el amor de Dios.

El ángel más sabio y bello que Dios creó fue Lucero, el Hijo de la mañana. Dios lo llamó “el sello de la perfección”:

Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura.

En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. (Ezequiel 28:12-15 RVR1960)

Dios creó a Lucero, y él era perfecto en belleza, sabiduría y posición como el querubín ungido que cubría (o guardaba) el trono de Dios. Lucero fue perfecto hasta que decidió pecar.

Lucero eligió rechazar la soberanía de Dios y seguir su propio corazón. Isaías nos dice que corrompió su sabiduría debido a su belleza:

¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. (Isaías 14:12-15 RVR1960)

Cuando Lucero cayó, su nombre fue cambiado a Satanás el adversario, y a Diablo o engañador. Nunca más sería conocido como el “Lucero, hijo de la mañana”.

Satanás persuadió a algunos de los ángeles para complacerse a sí mismos, para ejercer su propia voluntad en rebelión al Dios que los creó. El libro de Apocalipsis nos dice que un tercio de los ángeles se rebeló con Satanás.1 Dios juzgó la rebelión de Satanás y condenó a Satanás y a todos los ángeles caídos que se rebelaron con él al Lago de Fuego para siempre. Jesús nos dijo específicamente que el fuego eterno fue creado para el Diablo y sus ángeles, pero los hombres malvados atrapados por sus mentiras estarán allí con él:

Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. (Mateo 25:41 RVR1960)

A pesar de que Dios juzgó a Satanás y a los ángeles por su rebelión, la sentencia de destrucción eterna quedó en espera. Dios pudo haber destruido a Satanás y los ángeles caídos justo en el momento de su rebelión, ¡y eso es lo que merecían! Pero Dios retrasó la destrucción de Satanás porque iba a usar el mal de Satanás para demostrar Su santidad, justicia y amor. ¡Dios quería revelar Su gloria a los ángeles que no se rebelaron para demostrarles que Dios es justo en Su juicio de Satanás y el pecado!

Dios está permitiendo que Satanás intente implementar su voluntad sobre la creación de Dios para que Dios pueda demostrar que es justo, justo en Su juicio a Satanás y justo en Su juicio al pecado.

Aunque Dios permitió que Satanás y algunos de los ángeles caídos deambularan libres, otros debido a su maldad están reservados en prisiones de oscuridad:

1 Apocalipsis 12:4.

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Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día. (Judas 1:6 RVR1960)

Porque si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio. (2 Pedro 2:4 RVR1960)

¡Pero Dios no quiere tener una batalla continua a lo largo de toda la eternidad con Sus criaturas sobre si Sus normas sagradas y justas, Su voluntad y Su juicio reinarán supremamente!

Dios está usando la rebelión de Satanás y la humanidad para demostrar a cada criatura que ha vivido, a los vivos ahora y a los que nacerán en el futuro, que Él es santo y justo y el único digno de gobernar el universo. ¡Sólo Dios es digno!

La creación de Satanás, y la creación y caída del hombre son una demostración de la santidad y la justicia de Dios, a los ángeles en el cielo y a los hombres en la tierra. La rebelión y la maldad de Satanás, los demonios y la humanidad no fueron una sorpresa para Dios. Dios es omnisciente, lo que significa que todo lo sabe, y eso incluye el futuro para toda la eternidad. El propósito de Dios de revelar Su gloria se muestra en la descripción de Cristo, “El cordero inmolado desde la fundación del mundo”.2

Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. (Hechos 15:18 RVR1960)

A pesar de que Dios no es el autor del mal, Él regula y controla el mal tras el cual van los impios. Dios no obligó a Satanás y a los demonios a rebelarse, y Dios no obligó a la humanidad a rebelarse, pero Él usará su rebelión para mostrar Su gloria.

4 La Salvación Revela la Gloria de Dios

Dios tenía un plan para redimir a la humanidad del pecado y restaurar la imagen de Dios que se había perdido en el momento de su rebelión. La humanidad nunca podría vivir a la altura de la justicia de Dios, es imposible. Dios es infinitamente justo y santo y ningún ser creado puede acercarse a la perfección de Dios. Para mostrar la gloria del amor y la misericordia de Dios, así como Su justicia y santidad, Dios decidió morir como un sustituto del hombre. Jesucristo es el Hijo de Dios, Él es Dios mismo, y Él es el cordero de Dios destinado a quitar el pecado del mundo:

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. (Juan 1:29 RVR1960)

Jesús es llamado, “... el Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo…” y Dios nos lo dio como propiciación o expiación por nuestro pecado:

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. (1 Juan 2:1-2 RVR1960)

La gloria de Dios se revela en nuestra salvación porque muestra el amor que Dios tiene por nosotros, un amor abnegado que no se basa en ningún mérito que tengamos:

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

(Romanos 5:8 RVR1960)

2 Apocalipsis 13:8.

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En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. (1 Juan 4:9-10 RVR1960)

Verdaderamente, antes de que conociéramos al Señor Jesucristo, odiábamos a Dios y demostrábamos nuestro odio en nuestra rebelión contra Su ley, lo que hace que el amor que Él derramó sobre nosotros sea aún más glorioso:

Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. (Tito 3:3-7 RVR1960)

La muerte de Jesús en la cruz pagaría la pena que la justicia de Dios exigía contra el pecado.

Y a todos los que confían en Jesucristo para perdonarlos y salvarlos de la ira de Dios contra el pecado se les da vida eterna, demostrando que Dios los ha justificado:

Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. (Romanos 3:21-26 RVR1960)

Jesús nos dijo que los ángeles se regocijan por el arrepentimiento de un solo pecador, sabiendo que esto se suma a la revelación de la gloria de Dios:

Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. (Lucas 15:10 RVR1960)

Los ángeles que no se rebelaron están observando atentamente desde el cielo la revelación de la gloria de Dios. Pablo dijo que los apóstoles habían sido hechos espectáculo para el mundo, tanto para los ángeles como para los hombres. Dios estaba revelando Su gloria en los apóstoles y en la iglesia:

Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. (1 Corintios 4:9 RVR1960)

Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor. (Efesios 3:10-11 RVR1960)

La obra de Cristo en la edificación de Su iglesia es dar a conocer la gloria de Dios a los ángeles en el cielo, así como a los gobernantes espirituales de las tinieblas de este mundo. Los ángeles en el cielo y cada profeta con el que Dios habló siempre deseaban ver la revelación de la gloria de Dios y entender la gracia de Dios en la salvación:

Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no

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para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles. (1 Pedro 1:10-12 RVR1960)

5 La Justicia Contra el Telón de Fondo del Mal

Dios sabía que Satanás se rebelaría antes de que lo creara. Dios creó a la humanidad también con el conocimiento de que el hombre lo rechazaría y se rebelaría.

Las personas que no conocen a Dios piensan que debido a que el mal continúa existiendo, Dios no puede vencerlo. Dios está usando el mal de los hombres en la redención de aquellos a quienes ha llamado a la vida eterna. Cuando miramos el mal que nos rodea y luego vemos la justicia de Dios, queremos que Dios manifieste Su justicia en nuestras vidas. Deseamos la salvación que Dios ofrece. Una vez que hemos sido salvados por Cristo, Dios controla cualquier mal que venga a nuestras vidas y lo usa para refinarnos de la manera en que el oro es refinado en el horno. ¡Somos refinados por el horno del mundo bajo la mano de un Dios omnisciente y todopoderoso que nos ama!

Dios tiene el poder de acabar con el mal, y ha prometido que llegará un día en que el mal será juzgado y terminado para siempre. ¡Dios tiene el control del momento en que terminará el mal de acuerdo con su sabiduría! Dios no destruirá el mal hasta que haya terminado con él, hasta que haya poblado el cielo con los redimidos de todas los tiempos. Durante este tiempo de maldad y rebelión, no solo la tierra está sufriendo, sino que el cielo también está sufriendo. ¡El cielo soporta el mal del pecado sabiendo la gloria que vendrá cuando los redimidos vivan con Dios y Cristo para siempre!

¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros, no sólo de los judíos, sino también de los gentiles? Como también en Oseas dice: Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a la no amada, amada. Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío, allí serán llamados hijos del Dios viviente. (Romanos 9:22-26 RVR1960)

El glorioso plan de Dios es usar el mal perpetrado por todos en rebelión contra Dios para permitir que Dios demuestre Su justicia, santidad, amor y misericordia.

Para todos los que continúan en rebelión, la gloria de la justicia y santidad de Dios se revela en el juicio del pecado y su castigo eterno. Para todos los que creen en la palabra de Dios y aceptan la obra de Cristo en la cruz, la gloria de Dios se revela en Su perdón, misericordia y amor, en Su regalo de la vida eterna.

Jesús les dice a todos:

Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo:

El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. (Marcos 1:14-15 RVR1960)

Arrepiéntase y crea que Jesucristo es el salvador, y reciba el regalo de la vida eterna que Dios da en el nombre de Jesús:

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16 RVR1960)

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Derechos de autor ® 2019, Stephen W. Lange. Todos los derechos reservados.

DOC=2019-08-31. Traducido por Manuel Can.

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