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Consejo de Seguridad
Distr. GENERAL S/1999/1048 11 de octubre de 1999 ESPAÑOL ORIGINAL: INGLÉSCARTA DE FECHA 11 DE OCTUBRE DE 1999 DIRIGIDA AL PRESIDENTE DEL CONSEJO DE SEGURIDAD POR EL PRESIDENTE DEL COMITÉ DEL CONSEJO DE SEGURIDAD ESTABLECIDO EN VIRTUD DE LA RESOLUCIÓN 864 (1993)
RELATIVA A LA SITUACIÓN EN ANGOLA
En mi carácter de Presidente del Comité del Consejo de Seguridad
establecido en virtud de la resolución 864 (1993) relativa a la situación en Angola tengo el honor de adjuntarle una copia de la respuesta que envié a la carta del Director Gerente de De Beers Consolidated Mines Limited de fecha 5 de octubre de 1999 (véase el anexo).
Le agradeceré que se sirva hacer distribuir la presente carta, con su anexo, a los miembros del Consejo de Seguridad para su información y que se distribuya como documento del Consejo de Seguridad.
(Firmado) Robert R. FOWLER Presidente
Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 864 (1993) relativa
ANEXO
Carta de fecha 11 de octubre de 1999 dirigida por el Presidente del Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 864 (1993) relativa a la situación en Angola al
Director Gerente de De Beers Consolidated Mines Limited
Le agradezco su importante carta de 5 de octubre de 1999, en que bosqueja nuevas medidas que adoptará De Beers Consolidated Mines Limited en apoyo de las medidas contra la UNITA que figuran en la resolución 1173 (1998) del Consejo de Seguridad. Los miembros del Comité de Sanciones de Angola agradecen mucho estas medidas adicionales que darán fuerza y expresión concreta al compromiso de su empresa tanto por ceñirse a las decisiones del Consejo de Seguridad respecto de las sanciones contra la venta de diamantes de la UNITA como para prestar
asistencia al Comité de Sanciones en sus intentos por hacerlas efectivas. Esperamos que se mantenga la colaboración de De Beers con el Comité y con el Grupo de Expertos establecido en la resolución 1237 (1999).
(Firmado) Robert R. FOWLER Presidente
Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 864 (1993) relativa
a la situación en Angola
APÉNDICE
Carta de fecha 5 de octubre de 1999 dirigida al Presidente del Comité del Consejo de Seguridad establecido en virtud de la resolución 864 (1993) relativa a la situación en Angola por el
Director Gerente de De Beers Consolidated Mines Limited
Me dirijo a usted en su carácter de Presidente del Comité de Sanciones de Angola del Consejo de Seguridad. Obra en su conocimiento que De Beers nunca ha comprado diamantes a la UNITA y que desde la promulgación de la resolución 1173 (1998) no ha comprado diamantes de Angola sin el certificado de origen
requerido. Como parte de los intentos continuos de De Beers por prestar asistencia a las Naciones Unidas y al Gobierno de Angola, ha resuelto ahora adoptar las siguientes medidas complementarias:
- Suspender la compra en cualquier parte del mundo de todo paquete de diamantes de Angola en cualquiera de sus formas;
- Retirarse de la empresa mixta Codlam en Angola y con ello dejar
efectivamente de tener interés alguno en oficinas de compra de diamantes en Angola;
- Revisar nuestras demás operaciones de compra en África central y occidental con miras a retirarnos (además de Angola, esas oficinas de compras están limitadas a la República Democrática del Congo y Guinea).
Se seguirá examinando la posición de De Beers en consulta con las Naciones Unidas, el Gobierno de Angola y los gobiernos de otros países africanos
productores de diamantes.
Hay una excepción a la decisión de De Beers de suspender la compra de
diamantes de Angola que se refiere a la producción procedente de la organización Sociedade de Desolvimento Mineiro, una empresa mixta en que participan Endlama, Ashton y Odebrecht. Debido al carácter estructurado de esa empresa minera, no puede caber duda acerca de la procedencia de esa producción de diamantes, que De Beers está obligada a comprar por contrato.
Las decisiones de De Beers se basan en su profunda preocupación por el sufrimiento humano evidente en Angola como consecuencia del conflicto civil, y en su deseo de ayudar a las Naciones Unidas y al Gobierno de Angola a llevar la paz a ese país desgarrado por la guerra.
Adjunto una copia del comunicado de prensa que daremos a conocer hoy, martes 5 de octubre.
Documento adjunto
COMUNICADO DE PRENSA
Diamantes de Angola
La empresa de minería y comercialización de diamantes De Beers anunció hoy que había impuesto un embargo a la adquisición de todos los diamantes
procedentes de Angola por sus oficinas de compra de todo el mundo. Ha puesto además fin a su participación en todas las operaciones de compra en Angola y está revisando sus operaciones de compra en otros países de África occidental y central, a saber, la República Democrática del Congo y Guinea. De Beers puso fin a sus operaciones de compra en Liberia y Sierra Leona hace más de 14 años.
Consciente de sus responsabilidades y de sus relaciones con el Gobierno de Angola, que es su asociado en todas sus actividades de compra y prospección de diamantes en Angola, De Beers nunca ha comprado diamantes a la UNITA. Además, desde la promulgación de la resolución 1173 (1998) del Consejo de Seguridad, que impuso sanciones de las Naciones Unidas en junio del año pasado, los compradores de De Beers en el libre mercado han recibido instrucciones de no adquirir
diamantes en bruto sin un certificado de origen del Gobierno de Angola. En los casos en que la procedencia ha sido dudosa o incierta, los compradores de De Beers se han negado permanentemente a comprar. Como resultado de esas medidas, las compras de diamantes de Angola hechas por De Beers en el libre mercado ya han bajado a niveles insignificantes.
Sin embargo, desde hace algún tiempo la empresa ha venido considerando la posibilidad de adoptar nuevas medidas, a saber, un embargo a escala mundial de todas las compras de diamantes de Angola para reforzar las sanciones contra la UNITA de conformidad con sus compromisos con el Gobierno de Angola. La posición se mantendrá sometida a examen en consulta con las Naciones Unidas, otros países productores y el Gobierno de Angola.
Al anunciar la decisión en Londres hoy el Director Gerente de De Beers, Sr. Gary Ralfe, dijo que De Beers seguiría instando a sus clientes, entre ellos los principales comerciantes de diamantes del mundo, para que adopten una
política semejante y apoyen esa iniciativa en sus propias actividades comerciales.
El Sr. Ralfe indicó que De Beers había retirado a sus compradores de Angola hace un año. Al cerrar sus oficinas de compra en Angola y proscribir la
adquisición de todos los diamantes procedentes de Angola, De Beers va mucho más allá de las sanciones impuestas el año pasado por las Naciones Unidas en su intento por limitar el comercio de diamantes de la UNITA. La única operación exenta del embargo a escala mundial estará constituida por los diamantes que De Beers está obligada por contrato a adquirir a SDM, una empresa mixta del sector minero, controlada por el Gobierno de Angola y administrada por la empresa australiana Ashton.
El Sr. Ralfe dijo que De Beers compartía la profunda preocupación del mundo por el continuo sufrimiento del pueblo de Angola, víctima durante más de 30 años de una guerra civil brutal y devastadora. Le preocupaba igualmente que, además de los ingresos del petróleo y de otros recursos naturales, parte de los fondos
que habían alimentado la guerra habían derivado de la venta ilegal de diamantes por el movimiento rebelde UNITA.
El Sr. Ralfe indicó que alrededor del 90% de la producción mundial de diamantes procedía de Botswana, Sudáfrica, Namibia, la Federación de Rusia, el Canadá y Australia, y en algunos de esos países la industria del diamante hacía una importante contribución a su economía. Por ejemplo, Botswana, que antes del descubrimiento de los diamantes era uno de los países más pobres del mundo, era actualmente una de las economías más exitosos de África. Su éxito dependía de manera fundamental de su industria del diamante, que emplea directamente a más de 6.000 ciudadanos de Botswana e indirectamente a más de 300.000. Corresponde a los diamantes alrededor del 70% de sus ingresos de divisas y el 65% del total de los ingresos del Gobierno. El Sr. Ralfe agregó que le preocupaba que los negocios legítimos, en particular de los países en desarrollo, resultaran perjudicados por intentos loables de reducir los fondos que ingresaban en las arcas de los movimientos rebeldes.
