CLIMA Y ENERGÍA 2020-2030: MARCO DE ACTUACIÓN
Fuentes de referencia: Comunicación de la Comisión sobre “La energía azul: Medidas necesarias para aprovechar el potencial de la energía oceánica de los mares y océanos europeos hasta 2020 y en adelante” y la Comunicación de la Comisión “Un marco estratégico en materia de clima y energía para el período 2020-2030”
Artículo elaborado por Marta Cabanas Cal, Responsable del Departamento de Análisis y Estrategia Europea.
Resumen Ejecutivo
La energía es una de las prioridades políticas de la UE.
La política energética de la UE persigue alcanzar un sistema energético competitivo y
ambientalmente sostenible.
La Comunicación “Un marco estratégico en materia de clima y energía para el período
2020-2030” define el marco de actuación hasta 2030 basado en las siguientes prioridades políticas:
o Establecer un objetivo vinculante de reducción de gases de efecto invernadero a los Estados miembros.
o Plantear un objetivo vinculante a escala de la UE para el uso de energías renovables.
o Mejorar la eficiencia energética.
o Revisar el régimen de comercio de derechos de emisión. o Establecer indicadores para evaluar los avances.
o Instaurar un nuevo sistema de gobernanza.
Se señala a los sectores del transporte, la industria y la agricultura y silvicultura como los
más vinculados a las emisiones contaminantes y, por tanto, a los que se les exigirá un esfuerzo extra.
Se apunta a la energía oceánica como una fuente energética a promocionar.
La Comunicación “Plan de acción para el Desarrollo de la Energía Oceánica Renovable”
analiza los retos para el pleno aprovechamiento de la energía oceánica y promueve un marco de actuación en dos fases:
o 1ª fase (2014-2016) – Centrada en diagnosticar los problemas y encontrar soluciones en torno a la tecnología, la administración/financiación y el medio ambiente, y elaborar una Hoja de Ruta Estratégica.
o 2ª fase (2017-2020) – Centrada en desarrollar una Iniciativa Industrial Europea, que marque directrices sectoriales específicas.
I.
Contexto
La política energética de la Unión Europea se orienta a promover una sociedad próspera, una economía fuerte y flexible, y un sistema energético competitivo y ambientalmente sostenible. Para lograrlo, la Comisión aboga por trabajar con todos los actores interesados dentro y fuera de la UE, para encontrar el equilibrio adecuado entre sostenibilidad y competitividad.
Si bien el tema de la energía siempre es considerado con especial atención, en 2014 será una de las principales prioridades políticas, ocupando un puesto destacado en el debate entre Jefes de Estado y/o Gobierno del mes de marzo.
Con vistas a alimentar el debate y guiar los avances de la Unión, la Comisión Europea ha pisado el acelerador y en enero de 2014 presentó dos importantes propuestas en materia de energía que revelan la importancia creciente de este sector entre las prioridades de actuación de la UE, así como las líneas de trabajo que en el futuro más inmediato seguirá la Unión y, previsiblemente, sus Estados miembros.
Las medidas establecidas en ambas propuestas pretenden, además de los objetivos que señalan, enviar una señal de estabilidad al mercado de inversión en el sector, que permita un desarrollo más rápido y sostenible del mismo a medio plazo.
En este contexto, a continuación se presentan las líneas maestras de cada una de las propuestas anteriormente mencionadas, con la perspectiva de que han sido ideadas teniendo en mente el compromiso adoptado por la UE de recortar sus emisiones de gases efecto invernadero en un 80-95% en 2050, y el vínculo directo que se establece entre la promoción de la eficiencia energética y la creación de empleo1.
1
Según datos del “2013 Employment and Social Developments in Europe Review”, la Comisión estima que las labores de ajuste en los edificios para mejorar la eficiencia energética crearán entre 280.000 y 450.000 empleos (auditores energéticos, certificadores, inspectores de sistemas de calefacción, instaladores, metalurgia, etc), con particular incidencia (aunque no sólo)en aquellas zonas como el Este de Europa, donde se localizan los edificios más ineficientes desde el punto de vista energético.
II.
Marco Estratégico en materia de clima y energía 2020-2030
El 22 de enero de 2014, la Comisión Europea presentó la Comunicación “Un marco estratégico en materia de clima y energía para el período 2020-20302”, en la que define el marco de actuación hasta 2030 en materia de lucha contra el cambio climático y energía, vinculando la actuación en estos sectores con el avance hacia una economía más competitiva, segura y baja en emisiones de carbono.
La Comunicación hace referencia a los logros obtenidos en materia de energía desde que en 2008 se aprobara el primer paquete de medidas sobre el clima y la energía, con especial referencia al papel clave desempeñado por los objetivos 20/20/203 relativos a las emisiones de gases de efecto invernadero, energías renovables y ahorro energético, en el impulso a los avances y el fomento de empleo en el sector, incluso durante la crisis. Asimismo, hace una reflexión sobre la situación actual y las principales preocupaciones de gobiernos y consumidores, derivadas esencialmente del aumento de los precios de la energía.
En opinión de la Comisión, la clave de un nuevo marco sobre el clima y la energía debe incluir un objetivo de reducción de los gases de efecto invernadero a nivel de la UE que se reparta equitativamente entre los Estados miembros en forma de objetivos nacionales vinculantes, una reforma del sistema de comercio de derechos de emisión, un objetivo a nivel de la UE para la cuota de energías renovables y un nuevo proceso de gobernanza europeo para las políticas de energía y clima basado en los planes de los Estados miembros para una energía competitiva, segura y sostenible. Asimismo, la eficiencia energética seguirá desempeñando un papel importante en la consecución de los objetivos de la UE y será objeto de un estudio que concluirá a lo largo de 2014.
En este contexto, ahora es el momento de reflexionar sobre las necesidades hasta 2030 para continuar avanzando en pos de una economía hipocarbónica que garantice una energía competitiva a un precio asequible para todos los consumidores, cree nuevas oportunidades para el crecimiento y el empleo, ofrezca una mayor seguridad de abastecimiento energético y reduzca la dependencia de la UE con respecto a las importaciones en su conjunto.
Así, el Marco estratégico para 2030 se basa en la plena aplicación de los objetivos 20/20/20 y en los siguientes aspectos:
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Simplificar el marco estratégico europeo.
Dotar a los Estados miembros de flexibilidad dentro del marco europeo.
Reforzar la cooperación regional para ayudar a los Estados miembro a afrontar retos comunes en materia de energía clima de un modo más rentable.
2 COM(2014)15 final.
3
Desarrollar una política de energías renovables basada en un enfoque más rentable que logre una mayor integración del mercado interior de la energía.
Mejorar el conocimiento de los factores que determinan los costes de la energía.
Mejorar la seguridad energética
Mejorar la seguridad de los inversores.
Así pues, aunque todavía resta llegar a acuerdos sobre los pormenores de las medidas a adoptar, las prioridades políticas hasta 2030 han quedado establecidas en los siguientes puntos:
1. Establecer un objetivo vinculante de reducción de gases de efecto invernadero. Se plantea una reducción del 40% de las emisiones con respecto a los niveles de 1990, que se garantizaría únicamente a través de medidas nacionales.
2. Plantear un objetivo vinculante a escala de la UE en materia de energías renovables para conseguir que en 2030 el 27% de la energía utilizada en la EU proceda de fuentes renovables. Este objetivo, que no se traduciría en objetivos nacionales, busca promover la continuidad de las inversiones del sector, dejando a los Estados miembros flexibilidad para transformar su sistema energético según sus preferencias nacionales. 3. Eficiencia energética. El papel de la eficiencia energética en 2030 será estudiado en
profundidad en la revisión de la Directiva relativa este tema que la Comisión espera lanzar en junio de este año.
4. Revisar el régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE) para crear una reserva de estabilidad para el próximo período e comercio en 2021. Esta reserva incluiría los excedentes de derechos acumulados en los últimos años, reforzando la resistencia del sistema ante perturbaciones importantes.
5. Establecer indicadores para evaluar el avance hacia una energía competitiva, asequible y segura. La Comisión propone una serie de indicadores clave a fin de evaluar los avances que se vayan registrando y proporcionar una base fáctica para posibles respuestas políticas, de manera que estas se orienten, en base a datos concretos, a la integración del mercado, la diversificación del suministro, el aumento de la competencia, el desarrollo de fuentes de energía autóctonas, así como el apoyo a la investigación, el desarrollo y la innovación.
6. Nuevo sistema de gobernanza, basado en planes nacionales para una energía competitiva, segura y sostenible. Tomando como base las orientaciones que proporcionará próximamente la Comisión, los Estados miembros elaborarán estos planes con una mayor transparencia. Se trata de promover un proceso iterativo entre la Comisión y los Estados miembros que garantice, por un lado, que los planes sean lo suficientemente ambicioso, y por otro, su coherencia y cumplimiento a lo largo del tiempo.
Además, la Comunicación va a acompañada de un informe sobre los precios y costes de la energía, que evalúa los motores clave y compara los precios de la UE con los de sus principales socios comerciales. Los precios de la energía han aumentado en casi todos los Estados miembros desde 2008, principalmente debido a los impuestos y gravámenes, pero también como consecuencia de los elevados costes de la red. No obstante, en opinión de la Comisión, el aumento de los precios de la energía puede verse parcialmente compensado por unas políticas energéticas y climáticas rentables, unos mercados de la energía competitivos y una mejora de las medidas de eficiencia energética de la industria europea todavía tengan que llegar más lejos.
Finalmente, la Comunicación de la Comisión hace referencia a los sectores más directamente vinculados con la energía y el cambio climático: el transporte, la industria y la agricultura y el uso del suelo. A ellos se refiere cuando señala que serán necesarias medidas adicionales en todos ellos con el fin de cumplir los objetivos marcados para 2030. De este modo, en lo tocante al transporte establece la necesidad de realizar esfuerzos adicionales para alcanzar los objetivos a través de una transformación gradual del sistema que tienda a una mejor integración entre los modos de transporte, así como en el diseño de infraestructuras más coherente y una fijación de los precios de utilización de las mismas más inteligente. Por su parte, en relación con la industria, la Comunicación de la Comisión establece que las industrias de la UE más contaminantes ya están alcanzando, en muchos casos, sus límites teóricos de eficiencia y que las emisiones vinculadas a procesos son inevitables en algunos sectores, en este sentido, la Captura y almacenamiento de carbono (CAC) puede ser la mejor opción para una reducción directa adicional de estas emisiones Por consiguiente, la Comisión estima esencial que, a lo largo de la próxima década se intensifiquen las iniciativas de I+D y de demostración comercial de la CAC, de manera que pueda desarrollarse en 2030. Por último, en relación con la agricultura y el uso del suelo, sectores hasta el momento fuera del régimen de la UE de reducción del comercio de emisiones, la Comisión deja entrever la conveniencia de considerar, de aquí a 2030, su inclusión en el mismo, con las implicaciones que para estos sectores tendría.
En definitiva, podemos concluir que la Comunicación “Un marco estratégico en materia de clima y energía para el período 2020-2030” supone un punto de partida para el trabajo inmediato de la Comisión en materia de energía y cambio climático, que no debe perderse de vista desde los diferentes sectores directamente implicados, así como desde los Estados miembros, pues tendrá importantes repercusiones a escala de competitividad.
En cualquier caso, esta será una de las cuestiones prioritarias para la Comisión Europea en los próximos meses y uno de los temas de principal calado en la próxima reunión que tendrán los Jefes de Estado y/o Gobierno, los próximos 20 y 21 de marzo, en su reunión de primavera.
III.
Plan de Acción para el Desarrollo de la Energía Oceánica
Renovable
En línea con la prioridad otorgada por la Comisión al tema de la energía, el pasado 20 de enero se hizo pública, también, la propuesta de Plan de Acción para el Desarrollo de la Energía Oceánica Renovable4, destinada a la promoción de la energía azul, entendiendo esta como todas las medidas necesarias para aprovechar el potencial de la energía oceánica de los mares y océanos europeos hasta 2020 y en adelante.
La energía oceánica abarca todas las tecnologías que aprovechan las energías renovables del mar y los océanos, distintas de la eólica marina. Así, el referido Plan de Acción señala los retos a los que se enfrenta este sector para su plena contribución al aumento de la competitividad, la autonomía energética, el crecimiento y la creación de empleo en Europa. A saber:
Elevados costes tecnológicos.
Necesaria expansión y refuerzo de las infraestructuras de redes de transporte para acomodarlas a los futuros volúmenes de energía oceánica. Esto incluye el acceso a instalaciones portuarias y la dotación de buques especializados, para la instalación y el mantenimiento.
Procedimientos de autorización y licencia complejos.
Integrar la energía oceánica en los planes de ordenación del espacio marítimo nacionales.
Reducción del apoyo a los ingresos y las subvenciones para las energías renovables.
Incrementar la investigación sobre las repercusiones ambientales de la energía oceánica en el ecosistema marino.
Una vez conocidos los retos, el Plan de Acción establece un marco de actuación en dos fases, dirigido a desarrollar, de manera sostenible, el pleno potencial del sector.
La primera fase (2014-2016) se centrará en la creación un Foro de la Energía Oceánica, que reunirá a las partes interesadas con el fin de hacer un diagnóstico común de los problemas y encontrar soluciones en torno a tres líneas de trabajo: tecnología y recursos; cuestiones administrativas y financiación; y medio ambiente. Sobre la base de los resultados obtenidos, la Comisión elaborará una Hoja de Ruta Estratégica que proporcionará un modelo de acción consensuado con el fin de ayudar a que el sector de la energía oceánica progrese hacia la industrialización.
Sobre esta base, la segunda fase (2017-2020) se centraría en desarrollar una Iniciativa Industrial Europea, con directrices sectoriales específicas.
4
IV.
Conclusiones
La energía es un factor clave en la competitividad de empresas, autoridades públicas en general. Y, por tanto, una cuestión fundamental para la competitividad de la UE en sí misma y un tema central del trabajo de las instituciones en el futuro más inmediato.
En 2014 se está empezando a preparar el marco político que regirá los trabajos a partir de 2020, por lo que es el momento preciso de sumarse a la iniciativa y seguir muy de cerca el desarrollo de los acontecimientos, de manera que se esté en condiciones de intervenir y aportar opiniones, si se estima necesario. De hecho, esta afirmación se sustenta en la consulta abierta para todas las partes interesadas, sobre el “progreso hacia el objetivo de eficiencia energética 2020 y el marco político 2030 de eficiencia energética5” que estará abierta hasta el 28 de abril de 2014 y que, sin duda, será la primera de diversas consultas públicas sobre esta cuestión.
La energía, que puede parecer un tema poco tangible es, en realidad, una cuestión que nos afecta en el día a día a través de sectores como el transporte (ej. la posible tarificación de infraestructuras para mejorar la eficiencia energética o la integración del transporte marítimo europeo en las políticas de gases de efecto invernadero6), la industria (ej. Incremento de las exigencias del mercado de comercio de derechos de emisión, que encarezcan la producción y afecten a la competitividad de la industria europea) o sectores hasta ahora no regulados y de gran calado en la Eurorregión como la agricultura o el transporte marítimo.
Vigo, febrero 2014
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http://ec.europa.eu/energy/efficiency/consultations/20140428_eed_2020_2030_en.htm