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Néstor Hernando Parra Escobar

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Academic year: 2020

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Santiago Meñaca Castillo

Eduardo De León Caicedo

Roberto Mejía Caicedo

Jaime Zorroza Landia

José Ossorio Bedoya

Salomón Tobar Díaz

Félix Enrique García Gómez

Néstor Hernando Parra Escobar

I

UNIDOSGRANDEZA

TOLIMA

POR LA DEL

GOBERNACION DEL TOLIMA

Volumen I

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2015

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Néstor Hernando Parra Escobar

La educación superior es el campo de acción que ha marcado su rumbo vital: Ha ejercido la cátedra, la administración, la planeación universitaria, la investigación y consultoría; actividades que ha alternado con su quehacer en la política, la diplomacia multilateral y una intensa actividad intelectual.

Había cumplido 82 años cuando de manos del rector de la Universidad de Valencia, España, recibió el diploma en el que consta que “ha cursado el Iti-nerario en Filosofía y Humanidades, correspondiente al programa de la Nau Gran. Promoción 2010-2013”. De este modo Néstor Hernando ratificaba su convicción de que toda edad es buena para estudiar, aprender, cultivar el intelecto y producir.

Recibiendo el diploma de Filosofía y Humanidades de manos del rector de la Universidad de Valencia, España, Esteban Morcillo, el 22 de noviembre de 2013. Álbum familiar

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la administración, planeación universitaria, investigación y consultoría. Son actividades que ha alternado con su quehacer en la política, la diplomacia mul-tilateral y una intensa actividad intelectual, producto de la cual son numerosas las publicaciones que aporta. La más reciente de ellas: Revolución tecnológica

y democracia del conocimiento. Por una universidad innovadora, publicada en

junio de 2015 y en la cual trabajó durante los dos últimos años con el profesor y filósofo de la Universidad de Valencia, Francisco Arenas-Dolz.

Néstor Hernando Parra Escobar nació el 7 de mayo de 1931, en una casa esquinera de la Carrera 10ª, Calle Nueva, del tradicional barrio El Alto del Rosario, en Honda, Tolima, y es hijo de Hernando Parra Casas (1901-2001) y de María de Jesús Escobar (1906-2000). Para ella fue su único hijo; de pequeño la llamaba Tutú y así siguieron distinguiéndola sus familiares y amigos. Ella, una mujer con una formación escolar de educación media básica y en el arte de la modistería, poseía aguda inteligencia, enorme creati-vidad y carácter fuerte; dedicó su vida a trabajar con denuedo para lograr su gran propósito: Brindarle a su hijo las mejores oportunidades de educación e inculcarle el espíritu de superación permanente, criterios éticos, sentido de responsabilidad y respeto por los demás.

Algunas de sus realizaciones

Años más tarde, Néstor Hernando habría de convertirse en protagonista de episodios singulares y realizaciones destacadas que marcaron su vida de modo significativo, y Tutú vivió suficiente para disfrutar de sus logros con íntima alegría.

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inter-vención mereció especial reconocimiento de su maestro y del rector de la Universidad, Gustavo Hernández Rodríguez, quien asistió a su conferencia y, como reconocimiento, el profesor autorizó publicar el resumen en las con-ferencias que servían de texto de estudio. En ese ambiente académico surge entre Lleras Restrepo y Néstor Hernando una relación de amistad que se prolongó por los siguientes 43 años, hasta el fallecimiento de Lleras.

De izquierda a derecha: Enrique Parra Casas (tío), Hernando Parra Casas (padre), el presidente Lleras Restrepo, Alba Beltrán (esposa), María de Jesús Escobar (madre) y abajo sus hijas Diana Elizabeth y Sofía.

Álbum familiar.

La recia figura y formación de su amigo y profesor avivaría su interés en los asuntos sociales, económicos y fiscales, y en la política, así como su vocación por el estudio de temas desde una mirada humanística. El interés por conocer las diversas corrientes del pensamiento universal y la disciplina intelectual, fueron los mejores legados de su maestro y mentor.

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las residencias de Alfonso López Pumarejo y de Carlos Lleras Restrepo. Lleras y Néstor Hernando, junto con otros tres acompañantes, repelieron el primer intento protagonizado por civiles de prender fuego a la residencia y asesinar a sus moradores. En el segundo intento, efectuado por policía uniformada, a la cual Lleras ordenó no disparar, lograron salvar sus vidas al saltar las tapias divisorias de las casas de la Calle 70 A, hasta llegar al amanecer del día 7, a la Embajada de México, situada dos casas de por medio. Días después, partieron al exilio en México D. F. Allí, todas las tardes en casa de Lleras, Ibsen 80, de la Colonia Polanco, se reunían para hacer seguimiento de la evolución polí-tica de Colombia. En mayo de 1953, ante la imposibilidad de continuar sus estudios en México, Néstor Hernando viaja a Wayne University en Detroit, Michigan, Estados Unidos, e inicia estudios en Administración, los que sus-pende un semestre después para regresar a Colombia con el fin de terminar sus estudios de Derecho, aprovechando la situación propicia que ofreciera el nuevo gobierno de Rojas Pinilla, que había dado un golpe de Estado.

El tercer evento, fruto también del azar, sucede cuando apenas había cumplido 30 años. Trabajaba en Bogotá como asistente de la Presidencia de Celanese Colombiana, cuando su paisano y amigo, el gobernador Alfonso Palacio Rudas, le ofreció la Rectoría de la incipiente Universidad del Tolima, lanzándole un reto: Para que la cierres o la hagas, al que respondió con creces en los tres años que dirigió los destinos la institución (1961-1964), donde vivió experiencias que marcaron su futuro en cuanto a su pasión por la edu-cación y a la prioridad de sus intereses intelectuales.

El cuarto de esos episodios singulares, tiene lugar en 1970, en Nueva York, donde Néstor Hernando se desempeñaba como ministro consejero de la Misión Permanente de Colombia ante las Naciones Unidas y, entre sus funciones, le correspondió colaborar en la reformulación de los trabajos del Consejo de Naciones Unidas para Namibia1, entonces bajo el apartheid de

Sur África. Como se sabe, al finalizar la Segunda Guerra Mundial,

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nia perdió todas sus colonias; una de ellas, South West África (Namibia), territorio y población que la Sociedad de Naciones dio en administración fiduciaria a la Unión Sudafricana. Creada la Organización de las Naciones Unidas, Sudáfrica se niega a rendir informes de su encargo fiduciario, lo cual da lugar a un conflicto que dirime la Corte Internacional de La Haya, con el reconocimiento del derecho y la legitimidad de las Naciones Unidas para administrar y promover la independencia y la autoadministración de su te-rritorio por los nacionales.

Ante la falta de resultados del Consejo en su primera etapa, la Asamblea ordena la reorganización de sus trabajos, y en este ejercicio se destaca la con-tribución de Colombia. Por ello, saltándose el tradicional orden alfabético, los demás miembros del Consejo deciden elegir a Colombia para ocupar la primera presidencia del organismo reformado. Ante tal hecho, a petición de Joaquín Vallejo Arbeláez, embajador de Colombia ante la onu, Néstor Her-nando fue designado embajador en Misión Extraordinaria para que, en tal calidad, presidiera el Consejo y la Misión integrada por cinco embajadores.

En cumplimiento de esa tarea, y con el apoyo de personal administrati-vo de la onu, recorrió va-rios países africanos con el objetivo principal de obtener el reconocimien-to político de sus gobier-nos y de la Organiza-ción de Unidad Africana (oua) al Consejo. Ade-más, abrir una oficina de la onu en Lusaka para la expedición de docu-mentos de identificación y de viaje para exiliados namibianos, así como re-unirse con los líderes de

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partidos políticos en exilio. Fue así como Néstor Hernando, en calidad de presidente y con el protocolo reservado a los jefes de Estado, fue recibido en el verano de 1970 por los gobiernos de Zambia, Uganda, Tanzania, Kenia y Etiopía, donde se reunió con el emperador Haile Selasssie y, en sesión es-pecial con el Consejo Directivo de la Organización de la Unidad Africana, para presentarlas recomendaciones de la Misión que luego fueron adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas y abrieron el camino a la independencia de Namibia.

Durante su permanencia en Naciones Unidas, también tuvo la oportu-nidad de participar activamente en la formulación de la Estrategia Interna-cional para el Segundo Decenio de Desarrollo de las Naciones Unidas y en la creación de la Universidad de las Naciones Unidas por la Paz, que funciona en el Japón y hoy tiene una subsede en Costa Rica.

El entorno familiar y su talante

En su línea paterna, Néstor Hernando cuenta con destacados antecedentes que dan razón de un valioso aporte genético: Su bisabuelo Isidro Parra, fun-dador del Líbano, Tolima, autodidacta en el campo de la Filosofía, las hu-manidades y los idiomas, y su padre, distinguido empresario y líder cívico con importantes ejecutorias en Honda, donde se radicó desde mediados de los años veinte del siglo pasado. Durante su adolescencia vivió solo con su madre y la relación con su padre fue distante, aunque mantuvo fluida comu-nicación por correspondencia, que Néstor Hernando conserva. “De adulto, mi padre y yo fuimos excelentes amigos; disfrutábamos de verdad nuestras charlas y resultó ser entrañable suegro y abuelo”, señala Néstor Hernando. Pero fue su madre quien se mantuvo cerca y ejerciendo una estrecha vigilan-cia sobre su formación con el fin de procurar un alto rendimiento académico y la mejor formación en valores. Fue ella quien le enseñó a leer y las opera-ciones aritméticas básicas.

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de Honda, después denominado Instituto General Santander. También estu-dió interno en colegios de Bogotá e Ibagué.

En la Plaza América en Honda. A los 6 años de edad, cuando cursaba primero de primaria. Álbum familiar

“Durante los primeros años, el sacrificio y dedicación de mi madre y al reto que ella me impuso de mantener un alto desempeño en lo académico y en mi trabajo, me ayudaron a salir adelante. Más tarde, otras personas, profesores, compañeros y superiores jerárquicos en el trabajo y la propia fa-milia siguieron ayudando en mi formación. Lo demás, es fruto del esfuerzo personal y del destino”.

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a manera de beca de estudios, le correspondió dictar clases de Matemáticas e Historia y Geografía de Colombia en la preparatoria y en el primer año de bachillerato. Además, a partir de los 15 años, en las vacaciones de julio y agosto trabajó como supernumerario de empleados en vacaciones del Banco Central Hipotecario, oportunidad que le permitió, además de recibir ingre-sos complementarios, adquirir una visión del sistema bancario de entonces. Sobre esa época, Napoleón Lindo Tejada, su compañero de estudios dice: “En el transcurso del cuarto al sexto año tuve la oportunidad de co-nocerlo, admiraba su inteligencia, rendimiento en el estudio y elocuencia. Desde entonces continuó mi admiración por él”. A su vez, de su amigo Lin-do Tejada, Néstor HernanLin-do comenta: “Era excelente en las matemáticas y poseía una disciplina ejemplar; fue quien me desbancó del primer puesto del bachillerato, por tres centésimas en el cómputo final”.

Una vez concluido su bachillerado, ante la escasa oferta de educación superior en la región (la Universidad del Valle estaba recién fundada) y a pesar de no contar ya con alguna contribución económica de su padre, su madre decidió que se irían a Bogotá, por considerar que era el mejor escena-rio para la formación supeescena-rior de su hijo. En abril de 1949 inicia sus estudios en la Universidad Libre, que en aquella época era la única que en todo el país ofrecía horarios de clase que permitían trabajar y estudiar. Fue admitido por el rector, Tulio Enrique Tascón, con la promesa de pagar la matrícula antes de los exámenes finales, lo que en efecto cumplió, aunque en ese año no con-siguió empleo. Fue un año extremadamente difícil para Néstor Hernando y su señora madre. En el siguiente, se vinculó a Merino & Cía., firma exporta-dora de café de los hermanos Merino de Honda. Luego se desempeñó como secretario de Importaciones de Cuéllar Serrano Gómez.

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Beltrán Soto, con quien tiene dos hijas: Diana Elizabeth y Sofía. Su familia se completa con cuatro hermanos medios por parte del padre: Cecilia, ya fallecida, Matilde, Rafael Hernando y Clemencia Inés Parra Rodríguez.

A su regreso del exilio continúa sus estudios en la universidad y trabaja en el Banco de Colombia, como Subjefe Nacional de Créditos al Exterior. Finalizando su carrera se vincula a Icollantas como Secretario General (E) y Asistente de la Gerencia General. Esas experiencias le aportaron valiosos conocimientos, metodologías de trabajo y disciplina que luego aplicó en el ejercicio profesional, en la administración pública y en la planeación de ins-tituciones de la educación superior como consultor independiente.

Su tesis: Hacia el desarrollo económico de América Latina (1956) fue orientada y prologada por su presidente de tesis, el Maestro Gerardo Moli-na, y Carlos Lleras Restrepo fue su presidente honorario. Dos mentores que le marcarán ideológica y políticamente. Además del español, habla inglés y lee francés y portugués. Y al asumir la educación como una necesidad y un deleite, a lo largo de toda su vida ha continuado estudiando y enseñando.

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Político y diplomático

“Néstor Hernando pertenece a una saga casi extinta de hombres de Estado, al igual que otros grandes del Tolima”, afirma Guillermo Pérez Flórez, y ello lo confirma su prolífico recorrido vital. Se dice que su vocación por la polí-tica fue evidente cuando a la edad de cuatro años escuchó al entonces presi-dente López Pumarejo en un discurso en la Plaza América de Honda, de la mano de su madre, y la desarrolla en su época de estudiante de secundaria en el Colegio Villegas de Cali, donde se destaca como orador y aficionado a las letras. Más adelante, durante sus estudios universitarios, su interés se acre-cienta al relacionarse con líderes nacionales como Carlos Lleras Restrepo, Alfonso López Pumarejo, Darío Echandía Olaya, Eduardo Santos Montejo y Alberto Lleras Camargo, a quienes acompañó como líder estudiantil en las causas políticas e ideológicas, distinguiéndose como organizador, expositor y orador.

Podría decirse, entonces, que desde las aulas universitarias inicia su lar-go periplo en la política nacional; su agudeza mental, energía y capacidad de trabajo, inciden para que sea designado como representante de las Juven-tudes Liberales con oficina en la sede de la Dirección Liberal Nacional. Ello estimula su involucramiento con el pensamiento y el quehacer del Partido Liberal de entonces y expande y profundiza su relación con dirigentes na-cionales y regionales, incluidos los de su propio Departamento, Rafael Parga Cortés, Alfonso Palacio Rudas y Rafael Caicedo Espinosa.

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Seis años más tarde, dirige en el Tolima la campaña bipartidista de Carlos Lleras Restrepo por la Presidencia, es elegido Representante a la Cámara (1966-1968) y pocas semanas después de posesionado Lleras Restrepo como Presidente, lo nombra gobernador del Tolima.

Como gobernador conformó su gabinete con un destacado grupo de jóvenes de ambos partidos y cambió esquemas tradicionales en la selección de los servidores públicos con el fin de dar prioridad a los méritos.

Con el equipo de secretarios (1966). Foto suministrada por Victoria Kairuz

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del denominado Triángulo del Sur del Tolima, como un nuevo distrito de riego.

Por supuesto, se ocupó de su ciudad natal, en cuanto atendió al clamor ciudadano de sacar la cárcel del centro de Honda, que funcionaba en las instalaciones del que fuera el Instituto General Santander, donde él había cursado el primero de bachillerato. Para este efecto, en 1967 logró que la Nación apropiara las primeras partidas para la construcción de los Centros Penitenciarios de Honda y Chaparral.

A juicio de Augusto Trujillo Muñoz, a quien nombró gerente de Rentas (de la Licorera del Tolima), “Néstor Hernando, como gobernador, impuso un nuevo estilo de trabajo; él es un hombre muy dinámico, tiene casi obse-sión por el trabajo, una mente estratégica y siempre está pensando, hacien-do, exigiendo resultados y mostrando ejecutorias. Esto, en nuestro ámbito. Es muy bueno en la administración pero no necesariamente en la política, porque pisa muchos callos a los grupos políticos dominantes que, además, lo recibieron como impuesto por el presidente Lleras y no como representante suyo. Esta situación despertó celos en los dirigentes tradicionales del libera-lismo tolimense de la época: Rafael Caicedo Espinosa, Alfonso Jaramillo Sa-lazar y Alfonso Palacio Rudas, que percibieron que Néstor Hernando estaba invadiendo su escenario político y no solo consolidaba su nombre como eje-cutor, sino que se abría un espacio político. Lo veían como una amenaza a su hegemonía, especialmente para Jaramillo Salazar, cuyo electorado estaba en el norte del Departamento, la misma zona de donde procedía el gobernador. Ello motivó la unión de los tres políticos mencionados que, si bien eran con-tradictores entre sí, conformaron lo que dio en denominarse el triunvirato

para combatir al gobernador, a pesar de la eficiencia de su trabajo. Optaron entonces por presionar su salida ante el presidente Lleras con la amenaza de retirarle su respaldo en el Tolima”.

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le hizo vivir en carne propia la acción de políticos regionales que anteponen sus apetitos de poder a los intereses superiores de la región.

Al salir de la Gobernación ocupó su curul en la Cámara de Representan-tes. Años más tarde, acompañó al expresidente Lleras Restrepo, primero en el Movimiento del Progresismo Liberal junto con Alfonso López Michel sen, y luego como asesor cuando fue elegido Director Único del Partido Liberal en octubre de 1972. Allí compartió responsabilidades de asesoramiento con sus amigos Ernesto Rojas Morales y Alberto Mendoza Morales. Entre sus logros, cabe resaltar las estrategias y acciones tendientes a atraer de nuevo a las juventudes y a los trabajadores. Organizó y puso en funcionamiento la Asociación Colombiana de Sindicalistas Liberales y desarrolló cursos y se-minarios para la formación de líderes universitarios y populares.

En 1978 fue elegido nuevamente a la Cámara y ejerce hasta 1982, cuan-do desiste de su carrera parlamentaria ante la percepción de síntomas en contravía de su ética. Más adelante, en 1986, colaboró en la campaña presi-dencial de Virgilio Barco Vargas a través del Progresismo Liberal Igualitario y con ello cerró definitivamente su participación en la política activa del país.

Entre 1989 y 1996 se desempeñó como Notario Once del Círculo de Bogotá, oportunidad que aprovechó para canalizar su actividad intelectual a través de la Sociedad Económica de Amigos del País (seap), en su calidad de vicepresidente, y de la cual fue cofundador en 1956. Desde allí apoyó la or-ganización de cursos y seminarios en temas relacionados con los procesos de desarrollo y paz, y la Constitución de 1991; sus intervenciones durante este proceso las reunió en el libro: Los cambios constitucionales. Publicó también:

Temas para el análisis de la educación superior en Colombia, libro prologado

por el fundador de la seap y el expresidente Lleras Restrepo, y presentado por el exministro de Educación Nacional, Rafael Rivas Posada.

Educador, creador y escritor

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durante su rectoría en la Universidad del Tolima (1961-1964) logró confor-mar un equipo de trabajo impregnado de mística, y el resultado consta en

su Informe del rector, en el cual destaca la organización académica, jurídica,

administrativa y financiera modernas, la apertura de dos nuevas facultades: Ingeniería Forestal y Medicina Veterinaria y Zootecnia, la oferta completa de los cinco años de Ingeniería Agronómica, la reestructuración de la Escue-la de BelEscue-las Artes y Escue-la construcción, en tiempo record, de los primeros 5.500 metros cuadrados de la Ciudad Universitaria, en predios urbanos del Barrio Santa Elena, donde aún funciona. El 26 de mayo de 1962 tuvo lugar la inau-guración del campus universitario. De 100 estudiantes, la entregó con más de 800 y con el reconocimiento nacional e internacional como Universidad.

“La rectoría de Néstor Hernando –afirma Augusto Trujillo Muñoz– dio una gran dimensión a la Universidad del Tolima, y el notable prestigio que ganaron las Facultades del sector agropecuario hizo posible que llegaran muchos estudiantes de otras regiones del país a formarse, para luego esta-blecerse en diferentes partes del territorio nacional con el fin de contribuir al desarrollo agropecuario. Así mismo, la Facultad de Bellas Artes atrajo im-portantes maestros y se formaron artistas que han logrado posicionarse muy bien en el mundo de la plástica”.

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Director Ejecutivo al lado de Roberto Mejía Caicedo, elegido como primer presidente de la Junta Directiva. Dos años después, al asumir la Goberna-ción, designa a Roberto Mejía Caicedo como secretario de Gobierno, quien inicia su brillante carrera pública.

Luego de su paso por la Gobernación se dedica al ejercicio de su profe-sión como consultor en Planeación de la Educación Superior en varias uni-versidades y dirige una investigación nacional para la Asociación Colom-biana de Universidades-Fondo Universitario Nacional (ascun-fun), cuyos resultados y propuestas condensó en el libro: Educación de graduados y

for-mación de profesorado universitario (1965-1968).

A principios de 1972 fue elegido rector de su alma máter, la Universi-dad Libre, cargo que finalmente no aceptó después de establecer que en la estructura de poder interno de la Institución el papel de la Rectoría era muy pequeño frente al del Síndico, verdadero poder ejecutivo de la Fundación. Y diez años después fue invitado para asumir la Rectoría de la Universidad Na-cional, propuesta que declinó por considerar que en ese momento la máxima institución de la educación superior de Colombia atravesaba por serios pro-blemas de orden público que requerían su cierre temporal, lo cual en efecto tuvo que hacer quien sí aceptó. Intervino en la Reforma Universitaria de 1980 como consultor y luego, en su calidad de miembro de la Junta Directiva del icfes, participó en su reglamentación.

También, con Santiago Meñaca Castillo a la cabeza, la adt y sus miem-bros, participa en la creación de la Corporación Universitaria de Ibagué –hoy Universidad de Ibagué–; y con la Cámara de Comercio de Honda, líderes cívi-cos y empresariales de la región, funda la Corporación de Educación del Norte del Tolima en Honda (Coreducación), de la cual fue su presidente durante los primeros cinco años y hoy su presidente honorario. Esas dos instituciones de educación superior serán las primeras fundadas por la iniciativa privada del Tolima, con un espíritu auténticamente ausente de ánimo de lucro. Con ambas mantiene permanente vinculación, sin consideración a su lugar de residencia.

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supe-rior en Colombia, suscrito en diciembre de 1993 por Carlos Lleras Restrepo, destaca: “Desde la Presidencia de la República pude conocer cómo el doctor Parra, en su calidad de gobernador del Tolima, su departamento, daba pre-ferente atención a la rama educativa en sus diversos grados y esa acción per-sonal fue complemento inapreciable de sus lecturas. Este libro contiene una selección de documentos preparados por Néstor Hernando Parra a lo largo de treinta años de vinculación a la educación superior en Colombia. Ellos corresponden a estudios, informes, foros y comisiones… Trata temas que bien podrían agruparse bajo la expresión actual de Gestión Universitaria: La planeación, la integración universitaria, los recursos humanos, físicos, finan-cieros, la documentación. Igualmente, asuntos relacionados con el manejo académico de las entidades; diseño curricular, la medida del trabajo docente, las transferencias, la acreditación, la inspección y vigilancia, la formación de los profesores, la investigación, los estudios de posgrado, el gobierno de las universidades, entre otros temas… es una contribución valiosísima y opor-tuna para las orientaciones de la educación en Colombia… Es muestra de una laboriosidad que, por lo demás, él ha demostrado en todas las posicio-nes que ha ocupado en su brillante carrera pública…”

Antes de cumplir la edad de pensión y ante la grave situación de violen-cia que se vivía en Colombia, radicó a su esposa y a sus dos hijas menores en Canadá. Llegado el plazo de retiro forzoso, también vivió allí, donde partici-pó como oyente en seminarios sobre Desarrollo Económico en la Universi-dad de Toronto; estudió por su cuenta el tema de la corrupción en la historia de la humanidad y dedicó mucho tiempo para disfrutar de actividades cultu-rales y académicas, que le avivaron intereses intelectuales. En julio de 1998, meses después de haber recibido junto con su esposa e hijas la nacionalidad canadiense, se radica en Valencia, España, donde actualmente vive.

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institucio-nal y de gobernabilidad en los doscientos años de vida independiente del país, cuyo producto publicó en el libro: Entre la democracia y la barbarie.

Colombia, dos siglos en busca de gobernabilidad, el cual fue presentado el 27

de agosto de 2003, por Juan Manuel Santos Calderón, en acto presidido por el expresidente López Michelsen y por Germán Vargas Lleras, por entonces presidente del Senado.

Acto de lanzamiento de su obra: Entre la democracia y la barbarie. Colombia, dos siglos en busca de gobernabilidad. Agosto 27 de 2003. Álbum familiar

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pro-fesional interesaba a todos los países de América Latina y el Caribe, entra a formar parte del grupo, con México y España, encargado de diseñar la Red de Transmisión del Conocimiento (rtc), que en julio de 2007 es aprobada en plenaria de la cepal en Santiago de Chile.

Durante su último año al frente del candane, con motivo de la celebra-ción del centenario del nacimiento del expresidente Lleras, y en cumplimien-to de un mandacumplimien-to legal conferido al dane, dirigió un grupo de investigación cuyo resultado se concretó en el libro: En busca de una sociedad igualitaria.

Cien años de evolución social y económica (1908-2008), presentado en acto

especial por el expresidente Belisario Betancur Cuartas.

En su faceta de escritor, son numerosas las publicaciones que aporta. La vocación por las letras se manifestó desde estudiante de bachillerato en Cali, cuando fundó y dirigió su propia revista, Novedades Literarias, de la que alcan-zó a publicar cinco números. Allí incluía sus poemas y ensayos, junto con los del más tarde reconocido dramaturgo Enrique Buenaventura y los escritores Rafael Posada Franco, su profesor de Literatura Colombiana, y Ramiro Andra-de Terán, entre otros. Ya Andra-de adulto, ha sido colaborador Andra-de revistas como Nue-va Frontera, Economía y Negocios y en Ibagué del periódico Tribuna, sin olvi-dar que en los años sesenta editorializaba en el Noticiero de la Voz del Tolima. En 2013, la Universidad de Ibagué editó y publicó una selección de sus obras en cinco tomos. Entre muchos otros escritos, allí se encuentran sus libros: En Busca de una sociedad igualitaria. Cien años de evolución social y

económica 1908-2008 (2008); Entre la democracia y la barbarie. Dos siglos

en busca de gobernabilidad (2003); Temas para el análisis de la educación

superior en Colombia. Testimonio sobre su evolución durante los últimos tres

decenios (1993); Los cambios constitucionales. Análisis político de la

Constitu-ción de 1991 (1992); Liberalismo, neoliberalismo, socialismo. El retorno de la

ideología política (1983).

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Tribín Piedrahita y otros ciudadanos para organi-zar un Festival Folclórico, que a juicio de sus gestores podría contribuir para ali-viar la angustia que vivía la comunidad como conse-cuencia de la situación ad-versa que había enfrentado la región durante la época conocida como ‘La Violen-cia’. La propuesta del Festi-val tenía adversarios y su principal argumento era el temor de que un evento de esa naturaleza podría derivar en más violencia, y ese fue el argumento que esgrimió el gobernador Parga Cortés cuando anun-ció su negativa. Como reacanun-ción, se convocó a un Cabildo Abierto que fue transmitido por la radio. Al anochecer, en riesgosa efervescencia del pueblo reunido alrededor del Palacio Municipal, el presidente Alberto Lleras Ca-margo, amigo personal de Néstor Hernando, lo llamó para pedirle que diera por terminado el Cabildo Abierto e invitarlo a una reunión al día siguiente a Palacio, junto con una comisión del Concejo. Oídas las argumentaciones de los comisionados, y después de una conferencia telefónica con el gobernador Parga Cortés, el presidente Lleras Camargo autorizó la celebración del Pri-mer Festival Folclórico Nacional. Así, durante la última semana de ese mes de junio se volvieron a abrazar familias y amigos que se habían distanciado y hasta dejado de saludar simplemente por razones políticas partidistas. Reinó la música folclórica nacional y se pudo mostrar a las nuevas generaciones, ‘a los bandoleros de bandola y no a los bandoleros de fusil’, como lo había argu-mentado Tribín Piedrahita en las deliberaciones previas”.

Así mismo, Néstor Hernando fue quien propuso la creación de la Aso-ciación Colombiana de Municipalidades en una intervención ante el

Con-En el lanzamiento de los cinco tomos de sus Obras Selectas, publicadas por la Universidad de Ibagué.

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cejo Municipal de Cali, la que meses después se formalizó y de la cual fue elegido su vicepresidente. Años más tarde, siendo gobernador, presidió la VII Asamblea de la Asociación celebrada en Ibagué y, hoy, el país conoce del importante papel que juega esa Institución en defensa de los municipios y en procura de articular los esfuerzos de unos y otros.

Algo más sobre su carácter, valores y preferencias

Dos matrimonios, ocho hijos, trece nietos y cuatro bisnietos; algunos re-sidenciados en Colombia, otros en Holanda, Irlanda, Suecia y España. Así se conforma su familia más cercana y, a pesar de la distancia, con todos sus integrantes mantiene estrecha relación, no solo porque se reúnen con alguna frecuencia sino, muy especialmente, gracias a los medios de comunicación virtual que le permiten mantener un diálogo permanente.

Papá Néstor le dicen con cariño sus hijos y nietos, señala su nieto ma-yor Pablo Esteban, y agrega que: “Con ellos cumplió la tarea de leerles sus primeros libros y entusiasmarlos por la lectura y el estudio permanente. Les inculcó el deseo por saber, conocer, entender y los inspiró con su ejemplo. Reconoce el importante rol paternal que ha jugado en sus vidas; más que un padre o un abuelo, señala, ha sido un profesor, un maestro, siempre listo a dar consejo y apoyar con palabras de aliento y cariño. A pesar de vivir a gran distancia, su presencia reúne a la familia y por él profesan sentimientos de amor, gratitud y admiración, por su papel como pilar de la familia y por su intensa y prolífica vida intelectual”.

Desde otra perspectiva, personas cercanas a Néstor Hernando lo carac-terizan como un hombre sensible, romántico y soñador. También, simpático y con un sentido del humor que lo hace reír hasta de sí mismo. Señalan, además, que es un líder nato, dinámico, creativo, inteligente, estudioso, ilus-trado, buen conversador, buen amigo, agudo y crítico. Su memoria es prodi-giosa y se ayuda con las notas y resúmenes que toma de sus lecturas.

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Afirma, además, su convicción de que: “…Néstor heredó su inteligencia de esa mujer sensacional que fue su madre. Seguramente, en esa entrañable relación madre-hijo se cocinó el feminismo tan auténtico de Néstor... No he conocido otro que tenga esa fe en la capacidad de las mujeres para confiarles el mundo… para moverlo y transformarlo, no solamente durante las nueve lunas en que crece su cintura… ni en el circunscrito ámbito de una casa para ser su ama…”.

Otros más coinciden al señalar que posiblemente la imagen de su ma-dre que, como se dijo antes, fue una persona fuerte, trabajadora, con obje-tivos claros y comprometida con los resultados, influyó en él para que no solo declare de manera enfática sino que demuestre en la práctica que confía plenamente en la capacidad de la mujer para asumir posiciones de alta res-ponsabilidad y liderar proyectos estratégicos para la sociedad. Se aleja así del arraigado sentimiento machista que ha predominado en el Tolima y muy especialmente en los altos niveles de Gobierno y de la empresa privada, en los que la mujer ha sido excluida o disminuida de manera sistemática.

Consistente con ello, todo el tiempo ha involucrado mujeres en sus equipos de trabajo y ha confiado en ellas para sacar adelante sus propuestas. Fue así como durante su ejercicio como gobernador del Tolima invitó varias mujeres y fue él quien nombró por primera vez a una mujer como alcalde municipal en el Tolima: Carlina Ortiz de Sáiz, alcaldesa de Mariquita.

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otras actividades productivas y en otras regiones; la Cooperativa finalmente se creó y hoy continúa funcionando. Sobre esta mantuvo estrecha vigilancia y les dio acompañamiento para ayudarles a superar las dificultades que sur-gían. Así mismo, alentó el cooperativismo en los cultivadores de hortalizas en Anaime y Cajamarca.

También Kairuz Márquez agrega que “…quienes han trabajado con él admiten que es difícil seguirle el ritmo porque es una máquina de producir

ideas; todo el tiempo está generando nuevas ideas que convierte en proyectos

y, en su ejecución, presiona pidiendo resultados y su impaciencia es grande cuando no logran el nivel que espera. La pulcritud extrema en el manejo de los recursos del Estado y de las instituciones es un comportamiento y una exigencia que lo mantiene alerta. Su carácter y la claridad de los objetivos que se propone y el modo de lograrlos lo hacen aparecer algunas veces como obcecado y hasta autoritario. Su actividad intelectual es intensa y es así como en forma permanente estudia, escribe y produce ideas que siempre quiere compartir y debatir con sus colegas. Su obsesión por el análisis meticuloso, la observación y el cuidado de los detalles es extremo y tanta es su obstina-ción con el rigor, la exigencia organizadora y planificadora, que en su tiempo como gobernador, sus contradictores creyendo ofenderlo, lo llamaron

tecnó-crata, que puede significar también la anhelada eficiencia y el esquivo buen

gobierno. En respuesta cargada de humor, se autodenominaba poli…técnico.

Su gusto por viajar lo ha podido satisfacer gracias a las oportunidades de estudio y trabajo que ha tenido a lo largo de su vida; actividades que lo han llevado por varios continentes y numerosos países. Su permanencia en Estados Unidos, México, Canadá y España, así como sus viajes por muchos otros países (Rusia, Japón, Turquía, Australia, y casi todos los de Europa y América Latina), le han permitido profundizar en sus culturas y estudiar sus modelos de desarrollo, problemáticas y avances que le aportan elementos para contrastar con cuanto observa en Colombia y en América Latina y son insumo inagotable para su quehacer de analista y escritor.

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destacan: La Medalla Francisco de Paula Santander del Gobierno nacional; Cacique Calarcá del departamento del Tolima; Ciudad de Ibagué del Go-bierno municipal; Fundadores de la Universidad de Ibagué; Fundadores de Coreducación y una Distinción Especial de la Universidad del Tolima.

“En Néstor Hernando admiro especialmente dos cosas, dice Trujillo Muñoz, de un lado que conserva su vitalidad, su mente estratégica y su en-tusiasmo por hacer cosas; también, que siempre está en función de estudiar y aprender. Como resultado de su madurez, se observa un cambio significa-tivo en él, ha aprendido a escuchar, hoy oye hasta las cosas que no le pare-cen importantes, escucha con atención al interlocutor, recoge las ideas y las procesa; antes prefería que la gente le pusiera atención. Hoy, cuando estudia, escribe y debate, lo hace más en función de aprender que de enseñar y lo que estudia lo escribe, y lo hace con el objeto de dejar una constancia y expresar su pensamiento, tiene una producción intelectual importante”.

También aportan para un mejor conocimiento sobre el talante de Nés-tor Hernando, los comentarios de tres amigos muy especiales: El profesor Raúl Espejo (director general de World Organization of Systems and Cyber-netics) señala: “Conocí a Néstor Hernando en 2001 en España y he podido apreciar en él un gran intelecto continuamente adentrándose con profundi-dad en nuevas áreas del conocimiento. Su inagotable capaciprofundi-dad de lectura lo acompaña de una gran capacidad de reflexión y escritura, siempre original y refrescante. No solo se mantiene muy bien informado, además comparte con sus amistades esta información a través de escritos y reflexiones con mucha generosidad. Compartí con él el proceso de publicación de sus escritos por la Universidad de Ibagué y a través de los cinco tomos vislumbré su disciplina de décadas en la documentación y reflexión sobre eventos y desarrollos sig-nificativos que han afectado su vida y la de muchos colombianos”.

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esfuerzo recibimos regularmente comunicaciones, producto de su rigurosa lectura, que nos ayudan en el proceso de reflexión sobre el pensar global-mente en el actuar local”.

A su vez, María Teresa Forero de Saade (médica, exministra de salud y exsenadora) comenta: “De oídas sabía bien quién era Néstor Hernando, qué hacía y por qué lo admiraba, pero fue alrededor de 1978 cuando lo conocí per-sonalmente. Fue en la Sociedad Económica de Amigos del País (seap), a cuya Junta Directiva pertenecimos por muchos años y desarrollamos un quehacer muy especial con Carlos Lleras; la defensa de esa institución fue para Néstor Hernando un accionar importante en su vida. Puedo destacar también en él, en primer lugar, la infinita lealtad con sus principios, muy formados en las políticas del Partido Liberal. Vive muy orgulloso de su origen y de su terruño y es muy riguroso con los principios de confraternidad con las personas menos favorecidas por la fortuna. Destaco, así mismo, que a la edad que tiene Néstor Hernando sigue muy activo, siempre está estudiando, trabajando, investigan-do, publicando y compartiendo el resultado de su trabajo”.

Educación y servicio a lo largo de toda la vida

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la Sociedad del Conocimiento y, en especial, en el campo de la educación su-perior en el que centra sus intereses actuales. Más recientemente, profundiza su análisis en torno al trabajo intenso que ha de realizar Colombia una vez se suscriban los acuerdos de La Habana, como es su expectativa, para sacar adelante lo que ha dado en llamarse el posconflicto, cuyo éxito, en su opinión, depende en buena parte del aporte inteligente y generoso de cada ciudadano.

Sus amigos destacan que a pesar de tantos años de permanencia fuera de Colombia, Néstor Hernando vive en permanente contacto con el país, con Honda, con el Tolima y con sus amigos. Es un hombre de provincia y al mismo tiempo universal, está lejos de ser un provinciano, mantiene un pie y su corazón en la provincia, porque ha asimilado que el siglo xxi es el mundo de la aldea global, señala Trujillo Muñoz.

Siempre ha tenido la idea de regresar al país en forma definitiva, no se han dado las circunstancias propicias para hacerlo, pero no renuncia a ese sueño. Mientras tanto, viaja a Colombia con alguna frecuencia para visitar a su familia y a sus muy caros amigos; también, para observar la evolución de proyectos que le importan de modo especial y para apoyar con su consejo.

Agradecimiento

La realización de este ejercicio fue posible gracias a la valiosa información aportada por sus amigos: Victoria Kairuz Márquez, Guillermo Pérez Fló-rez, Elsa Laverde Polanco, Gladys Meñaca Sabogal, Augusto Trujillo Muñoz, Raúl Espejo, Zoraida Mendiwelso-Bendek y María Teresa Forero de Saade.

Los numerosos documentos producidos por Néstor Hernando y un profuso intercambio por correo electrónico, fueron utilizados como soporte y fuente de información. También ha sido importante la información y con-ceptos expresados por Pablo Esteban Parra, Ernesto Rojas Morales y Alfonso Reyes Alvarado, durante sus intervenciones el acto de presentación de sus Obras Selectas publicadas por la Universidad de Ibagué.

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Guía complementaria

Las siguientes son preguntas sugeridas para estimular el diálogo en el aula. Se recomienda complementarlas a criterio de docentes y estudiantes.

1. Escriba una reseña de no más de diez líneas para presentar el personaje a alguien que no ha leído el texto; destaque en su escrito los rasgos que a su juicio son más relevantes porque definen mejor al personaje y cons-tituyen un buen ejemplo para los jóvenes.

2. Del doctor Parra Escobar se puede decir que es un hombre compro-metido con la educación. ¿Podría identificar qué personajes ayudaron a definir su amor por la academia y su involucramiento en el quehacer político? ¿Quién será fundamental para desarrollar esa admiración por el papel de las mujeres en la sociedad?

3. El doctor Parra tuvo una posición importante como representante del gobierno colombiano ante las Naciones Unidas (ONU). ¿Cuál fue y qué tarea destacada tuvo a su cargo? ¿Podría consultar sobre el origen y mi-sión de esta organización y redactar un texto breve en el que reflexione sobre la importancia de esta en el mundo contemporáneo?

4. Mencione las principales novedades que introdujo a la administración pública, siendo gobernador del Tolima.¿Qué actividades en el orden de la política desempeñó? ¿Cómo podría definir su papel en la política na-cional y regional?

Referencias

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