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Aperturas chinas (1898, 1919, 1978)

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(1)NÚMERO 34. UGO PIPITONE. Aperturas chinas (1898, 1919, 1978). JULIO, 2005. www.cide.edu.

(2) Las colecciones de Documentos de Trabajo del CIDE representan un medio para difundir los avances de la labor de investigación, y para permitir que los autores reciban comentarios antes de su publicación definitiva. Se agradecerá que los comentarios se hagan llegar directamente al (los) autor(es). • D.R. ® 2005. Centro de Investigación y Docencia Económicas, carretera México-Toluca 3655 (km. 16.5), Lomas de Santa Fe, 01210, México, D.F. Tel. 5727•9800 exts. 2202, 2203, 2417 Fax: 5727•9885 y 5292•1304. Correo electrónico: publicaciones@cide.edu www.cide.edu Producción a cargo del (los) autor(es), por lo que tanto el contenido así como el estilo y la redacción son su responsabilidad..

(3) Abstract The Chinese experience of political reform and economic openeness can be divided in three cycles: 1898, 1919 and 1978. The last one has been, until now, the most successful in its social and economic consequences. This paper describes these three cycles and, most of all, the difficult choices that Chinese society confronts at the beginning of the new century in some critical aspects: politics, agriculture and corruption.. Resumen La experiencia china de reforma política y apertura económica puede ser dividida en tres ciclos: 1898, 1919 y 1978. El último ciclo ha sido, hasta ahora, el más exitoso en sus consecuencias económicas y sociales. Este documento describe estos tres ciclos y, sobre todo, las difíciles opciones que la sociedad china enfrenta en este inicio del nuevo siglo en algunos aspectos críticos: la política, la agricultura y la corrupción.

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(5) Aperturas Chinas.... Introducción En no pequeña medida, el respeto reverencial a los ancestros ha impedido el progreso de la filosofía natural, la geometría y la astronomía. Voltaire (1694-1778) Creo que la verdad y la mentira Son todo oscuridad y confusión inextricable ¿Cómo podría yo diferenciarlas? Zhuang Zi (siglo IV AC). Un juego sistémico elemental: lo nuevo que viene de afuera, el súbito descubrimiento de la insostenibilidad de una antigua arquitectura de comportamientos y valores y la secuencia de equilibrios y rupturas entre empujes múltiples que se mezclan en el camino. En la China imperial, en 1898, se frustra el primer intento serio (y desesperadamente minoritario) de reforma y apertura al exterior. Ocho décadas después, en un juego cortesano favorecido por la suerte y los tiempos, Deng Xiaoping tiene éxito ahí donde Guangxu, el joven emperador, había fracasado. Pero China llega tarde incluso en el contexto asiático, al final de un proceso de modernización y apertura exterior protagonizado desde décadas atrás por Taiwán, Hong Kong, Singapur y Corea del Sur. Como si la historia hubiera querido reservar por el final la pieza fuerte. Sin embargo, a bien mirar, no es del todo exacto afirmar que China llega al final de un largo proceso asiático de modernización. Suspendamos por un instante las fronteras, ¿acaso Taiwán y Hong Kong no son "China"? ¿No es mayoritaria la presencia étnica china en Singapur? Para no mencionar el papel de la minoría china en el desarrollo reciente de Malasia. "China" se ha puesto en movimiento antes de que la República Popular lo hiciera. De cualquier manera, las nuevas energías asiáticas se han movido hasta ahora desde la periferia hacia el centro. Sin duda, una victoria de Occidente, pero igualmente sin duda, el despabilarse del león que un emperador moderno aconsejaba no despertar. En los años 60, las ediciones en lenguas extranjeras de Pekín publicaban una revista de difusión internacional que se llamaba "Viento del Este". La profecía se reveló exacta, aunque sea bajo un signo ideológico diverso del que suponía Mao. La boa occidental se comió (por así decir) al becerro chino, pero la digestión podría ser larga y abarcar siglos y, con el paso del tiempo, podría resultar cada vez menos claro quién engulló a quién.. DIVISIÓN DE HISTORIA. 1.

(6) Ugo Pipitone. El escenario La física de los metales y las normas de construcción en zonas sísmicas (¿y qué otra cosa es la historia?), son suficientes para saber que rigidez y fragilidad son las dos caras de la misma moneda cuando el escenario se pone en movimiento. "Abrirse" al mundo significa aceptar la transformación de la química interna hacia consecuencias no-prefijadas. Abrirse (¿cómo, en qué partes, en qué tiempos, para qué?) significa hacer las cuentas consigo mismo y con la propia historia. Instalar el debate, la turbulencia ahí donde antes pudo haber armonía o, por lo menos, costumbre. El tema que cada sociedad encara frente a un súbito (o mayor) impacto exterior es la relación con lo foráneo; poco después ese tema se transforma en otro: la relación consigo misma. Medio siglo de (inútil) resistencia china frente a los gunboats ingleses, negando que algo irremediable hubiera cambiado en una historia milenaria; con una emperadora viuda tan habilidosa como inculta y una corte imperial más interesada en legitimar una dinastía foránea que en desentrañar las señales de un presente que se anunciaba estruendoso. Muchas décadas son desperdiciadas por la resistencia de literatos, cortesanos y gobernadores provinciales en reconocer que algo irremediable había ocurrido. Li Hung-chang, antiguo gobernador de Hunan y Hupei, es una excepción. He aquí lo que escribe en 1874, Los problemas chinos con la frontera normalmente ocurrían en el noroccidente donde la fuerza china era similar a la de los invasores. Además, había una línea de demarcación (en la Gran Muralla) entre el país y el exterior. Pero hoy nuestra costa suroriental de más de mil li está abierta a los extranjeros por el comercio y la actividad de los misioneros. Esta es una situación distinta que nunca habíamos esxperimentado durante los útimos milenios.1. La esperanza de que mercaderes, militares y aventureros varios de las potencias occidentales fueran tan amables y respetuosos como lo había sido el jesuita Matteo Ricci más de dos siglos antes, se desvanece pronto frente al poder de fuego de las cañoneras inglesas. Por otra parte, las probabilidades que los nuevos bárbaros experimentaran procesos de sinización como mongoles y manchurianos siglos antes, también parecían escasas. China no encontrará un camino de cambio ni por el lado de un imperio (al estilo Meiji) que pudiera ponerse a la cabeza de una modernización semiautoritaria, ni por el lado de una república (nacida en 1912) realmente capaz de gobernar el país. Y así llegamos a 1949: el nacimiento de la República 1 Cit. por Yen-P'ing Hao y Erh-Min Wang, Changing Chinese views of Western ralations, 1840-95, en Denis Twitchett, John K.Fairbank, The Cambridge History of China, vol. II (Late Ch'ing, part 2),Cambridge 1980, p.158.. 2. CIDE.

(7) Aperturas Chinas.... Popular China. Y desde entonces, liberado de intromisiones indeseadas, el país vuelve a los rasgos autocentrados del mundo imperial, bajo nuevas vestiduras ideológicas. Tres décadas en que la novedad comunista se desgrana en un escenario cultural milenario y desarrolla ecos confucianos de virtud pública compulsiva, líderes sabios y benevolentes (con senilidades peligrosas), una corte-politburó periódicamente turbulenta (y casi invisible a los comunes mortales) y una sociedad dócil. Hasta llegar al actual ciclo de "apertura" iniciado en 1978.. Tres fechas En varias ocasiones, desde mediados del siglo XIX, China se enfrenta al tema de su relación con el resto del mundo. Y siempre fue un "enfrentamiento". Un difícil reconocimiento de la propia no-centralidad universal y un problema de empalme con los tiempos de mundo. Disponiendo como asesores de algunos entre los más talentosos intelectuales progresistas chinos de la época y en un momento en que se vislumbra el inminente desmembramiento del país, un joven emperador, que terminará su vida en reclusión, lanza en 1898 tres meses (los cien días) de profundas reformas en el sistema educativo, en la administración pública, en el ejército, etc. Y será un fracaso. La emperadora viuda tuvo la energía para animar a su alrededor una maquinaria institucional que olía a museo, pero aún capaz de trabar el cambio. El país vuelve a tropezar en la misma piedra el 4 de mayo 1919. Pero, ahora, no son algunos notables intelectuales que claman por la modernización del país, son miles de jóvenes en Tienanmen que protestan por la violación de soberanía china cumplida en Versailles. Un acto fundacional del nacionalismo chino. Primera aparición de una generación que, mientras protesta contra lo extranjero exige una modernización del país que sirva, por lo menos, a evitar la vergüenza actual. Siguiendo a John Dewey y a través de Hu Shi, su discípulo chino, Mr. Science y Mr. Democracy son invocados como los grandes ausentes que China necesita materializar en su seno. Y será el segundo intento frustrado: preludio de la larga guerra civil que desgarrará un país destinado a imaginar su propio futuro en las cabezas de Chiang Kai-shek y Mao Zedong. El tercer intento de modernización y apertura al mundo ocurre a partir de 1978. Resurgido por segunda vez de sus cenizas, Deng Xiaoping encarna una voluntad de normalización después de las turbulencias sociales de la Revolución Cultural y sus contragolpes en el grupo dirigente. La apertura activa una aceleración histórica que, a lo largo de un cuarto de siglo, despliega números de crecimiento económico sin antecedentes. Pero, una China que se abre al mundo es, inevitablemente, una China que lo cambia (o puede hacerlo). Un país, sin embargo, que carga hacia el futuro dos retos para los cuales, no obstante los números espectaculares de crecimiento, no encuentra aún soluciones satisfactorias: la forma política (posiblemente DIVISIÓN DE HISTORIA. 3.

(8) Ugo Pipitone. democrática) capaz de continuar la modernización del país garantizando al mismo tiempo su estabilidad y, en segundo lugar, la estrategia capaz de aminorar la distancia de bienestar entre una costa y un entroterra cuyos desajustes más evidentes son la crisis agraria, el desempleo, la criminalidad, la proclividad hacia la corrupción de autoridades rodeadas de nuevas oportunidades de enriquecimiento, etc. Reflexionando alrededor de estas tres fechas (1898, 1919 y 1978) intentaremos una reconstrucción muy somera de las vicisitudes que enfrenta un pueblo cuando se pregunta sobre sí mismo en los momentos en que descubre que ya no puede seguir siendo sí mismo, por lo menos en la forma antigua.. 4. CIDE.

(9) Aperturas Chinas.... ¿China? Fairbank y Kwang-Ching comienzan así el prefacio al tomo 11 de la Cambridge History of China: Si bien generalizar es necesario en todo pensamiento relativo a la historia, se vuelve un problema en el caso de la historia china. 'China' es en efecto una de las generalizaciones más amplias usadas en el lenguaje moderno. El término indica el mayor cuerpo de individuos en una de las áreas más grandes del mundo a lo largo del tiempo más prolongado que se haya estudiado.2. Añadamos que no es siempre el mismo pueblo (la última dinastía es manchuriana y no tiene la menor intención de olvidarlo) y que el territorio también es variable (esa misma dinastía, Qing, duplica el área que anteriormente constituía el imperio Ming). Una continuidad poblada de discontinuidades y, sin embargo, una continuidad. Un sentido que, desde la segunda mitad del siglo XIX, se ve obligado a reconocer que un tiempo milenario se disuelve a contacto con fuerzas globales que lo sobrepasan. En nuestra tarea de describir tres momentos de apertura al mundo, resulta incómodamente inevitable sintetizar algunos de los rasgos de aquello que súbitamente se vuelve "pasado" desde mediados del siglo XIX. Desde el momento en que se insinúa en varias mentes chinas la duda que, tal vez, el Imperio del Medio, no lo sea, no sea el centro del mundo, que axiomáticamente convierte todo aquello que está más allá de su influencia cultural en un Hic sunt leones indigno de interés para un hombre culto. Apuntemos al margen que tenemos aquí una civilización que, en su historia milenaria, nunca fue conquistada por (ni tuvo contactos con) otra culturalmente superior. Un país que desde los tiempos clásicos (desde Confucio, hace dos milenios y medio), y probablemente desde muchos antes, construye su identidad alrededor de la disciplina, la armonía del conjunto y la veneración del pasado, visto como el lugar de una sabiduría cuya conservación es factor de cohesión social y de legitimación política. La presencia cultural de la continuidad ha sido registrada así: Los chinos son solos en su obsesión con acontecimientos ocurridos más de dos mil años atrás.3. Intentemos sintetizar en un puño de páginas las razones de esta "obsesión".. 2 3. Denis Twitchett, John K. Fairbank (Eds.), Op.cit., p. xv. Wang Gungwu, To Act is to Know; Chinese Dilemmas, Eastern University Press, Londres 2003, p. 204. DIVISIÓN DE HISTORIA. 5.

(10) Ugo Pipitone. Orígenes. El bronce llega a China alrededor de 1,700 AC (más de un milenio después respecto a su origen mesopotámico) y alrededor del bronce, se activa (¿o acelera?) una diferenciación social que empuja más allá del universo comunitario del tardo neolítico. En Erlitou (provincia de Henan) parecería encontrarse el primer asiento de una estructura estatal. Que las técnicas de fundición y los mismos productos de bronce estén rodeados de un halo mágico, que su producción sea monopolio de un estado embrionario y su uso prácticamente exclusivo de la elite (armaduras, recipientes ceremoniales, etc.), sugiere un vínculo fuerte entre bronce, diferenciación de clase y formación estatal. Erlitou, primer aposento del cobre, en 1,700 AC tiene entre 18 y 30 mil habitantes y una constelación de ciudades tributarias. La elite de Erlitou parece haber monopolizado la metalurgia más sofisticada del tiempo y dominado la producción de recipientes de bronce. En la medida en que estos recipientes eran usados probablemente para comunicarse con ancestros deificados, la elite de Erlitou controlaba también los más sagrados rituales del poder, que a su vez confirmaban su legitimidad para gobernar.4. Ancestros deificados, subrayemos. Registremos un ancla antigua de respeto al anciano, que se proyecta desde la familia al estado, y al revés, desde la insignificancia de tres milenios y medio, siglo más o menos. Un espacio cultural profundo, frente al cual Confucio no encarna sino el último tramo. Estamos en la frontera entre dos de las tres dinastías clásicas; entre los Xia y los Shang. Los Chou —pueblo nómada y primitivo idealizado por Confucio, como sostiene Fu Sinian, uno de los padres nobles de la historiografía china contemporánea— llegarían después, alrededor del año mil AC. Desde los Shang, y alrededor del bronce, se definen dos rasgos de larga duración: una elite central y elites locales vinculadas a través de un sistema tributario y la puesta en movimiento de un proceso histórico de larga duración por el cual los conflictos internos a la elite central inducen un empuje sistémico a la expansión imperial. Con los Shang, además de la escritura, aparece la figura del rey que, a través del culto a los ancestros, busca el favor de las deidades. En sus primeros tres siglos, los Chou de Occidente, en un proceso de lenta asimilación de la antigua cultura Shang, empujan más lejos la centralización del poder y una maquinaria institucional constituida por la corte, la aristocracia, la burocracia (central y provincial) y el estamento militar. A ese pueblo de bárbaros Shang-izados, idealizado por Confucio, se debe una idea de larga duración: el Mandato del cielo, la legitimación del poder a partir de 4. 6. Li Liu, Xingcan Chen, State Formation in Early China, Duckworth, Londres 2003, p. 80. CIDE.

(11) Aperturas Chinas.... su capacidad para conservar la estabilidad y el bienestar de los súbditos, como prueba de su propia armonía con el Cielo.5 La dinastía Chou pierde el control central de un imperio, que todavía no nace como tal, y se abre el ciclo de los Estados combatientes (480-221 AC). En este periodo, o poco antes, aparecen las figuras destinadas a dar un sello permanente a la cultura china: Lao tze, Confucio, Mozi, Zhuang Zi, etc. Y alrededor de estas figuras, el nacimiento de otra tradición de larga duración: las academias, donde las elites locales buscarán a lo largo de siglos incrementar sus posibilidades de éxito social por medio de la adquisición de un título oficial de letrado. Un instrumento, como veremos, de conservación y, al mismo tiempo, de movilidad social.. La primera unificación: tierra y burocracia Uno de los estados combatientes terminará por prevalecer: el Qin, en el occidente (alrededor de su capital, la actual Xian), el Estado cuyo asiento geográfico es el mismo de la antigua dinastía Shang: el valle del Wei.6 La novedad es el militarismo burocrático eficaz y portador de una nueva ambición unificadora (Prusia, Piamonte o Esparta, dejando volar la imaginación comparativa) y una nueva cultura, el legalismo, adverso a Confucio, que podríamos imperfectamente "traducir" como decisionismo. Una voluntad de organizar el imperio en una relación burocrática directa entre el emperador y sus súbditos. Lo que implica la eliminación de la aristocracia con poderes locales y la formación de una maquinaria burocrática estrictamente dependiente del emperador. Un colectivismo autoritario que necesita apagar todas las luces intermedias que puedan obscurecer la única del emperador que asume el nombre de Huang di, un título que en el pasado correspondía a "Dios" o a sabios divinizados. Shi Huang di es el primer emperador. Los confucianos se convierten en enemigos públicos (muchos de ellos serán enterrados vivos) y sus libros quemados. Es lo nuevo que pretende serlo sin aceptar limitaciones y que establece la pena de muerte para aquellos que "usen el pasado para criticar al presente".7 Una revolución autoritaria. Shi Huang di (él del ejército de terracota,8 cerca de Xian) re-unifica el imperio extendiendo su área hasta Cantón y a los confines con Vietnam. Los Qin, como los Qing 18 siglos después, unifican el país mientras lo extienden en 5 V. Joseph Needham, Science and Civilisation in China (Introductory Orientations), vol.1, Cambridge University Press, Cambridge 1954, pp. 74s. 6 Grosso modo el antiguo imperio Chou iba de Hebei (la región de Pekín) a Anhui al sur y de Shandong, en el oriente, a Shaanxi, en el occidente. V. Albert M.Craig, The Heritage of Chinese Civilization, Prentice Hall, Nueva Jersey 2001, p.13 y 32. 7 V. Michael Puett, The Ambivalence of Creation. Debates Concerning Innovation and Artifice in Early China, Stanford University Press, Stanford, CA, 2001, p. 148. 8 Descubierto casualmente por los campesinos de una comuna que cavaban un pozo, cerca del pueblo de Siyang, en el sur de Shaanxi, en 1974.. DIVISIÓN DE HISTORIA. 7.

(12) Ugo Pipitone. varias veces. No obstante el legalismo diera un mayor valor a la norma que a la sabiduría del funcionario, el corto imperio de Shi Huang di mostró un despliegue de arbitrariedades, caprichos e indefensión colectiva frente a un emperador sin vínculos. Una dilatación de voluntarismo que supuso daños incluso después de la muerte: diez mil personas enterradas con el emperador entre concubinas sin hijos y los propios constructores de su mausoleo, que había requerido 700 mil personas al trabajo por 13 años. La dinastía Qin dura apenas una década y media pero deja las estructuras iniciales de la sucesiva dinastía Han. Una dinastía, que dará el nombre a la etnia china mayoritaria y que durará, con un corto interregno, cuatro siglos (de 221 AC a 220 DC). Los Han restauran el confucianismo agraviado y comienzan a convertirlo en doctrina de estado, casi tres siglos después de la muerte del sabio. Y esa dinastía será el arquetipo, el modelo ideal que la memoria mejorará en los siglos posteriores. Un largo periodo de consolidación institucional pero también de revelación de factores de turbulencia asociados al conflicto entre centralismo y aristocracia local, entre distribución de la tierra y sistema fiscal, entre la burocracia imperial y la corte. Los Han restablecen el sistema de llamar a la corte, y obligarlos a residir en ella, las mayores familias de la aristocracia local, para evitar ambiciones y alianzas locales capaces de sostenerlas. Lo mismo que hicieron los Tokugawa a comienzos del siglo XVII en Japón, y que garantizó ahí una estabilidad institucional que no fue una de las menores ventajas llegado el tiempo de la Restauración Meiji, casi tres siglos después. El sistema revela una tensión que, en palabras de Sima Qian, el gran historiador del primer periodo Han, requiere una sabia acción de gobierno para "controlar a los señores locales sin 9 usurpar su poder". Apuntemos al margen que Sima Qian fue mandado castrar en 98 AC, por un desacuerdo de opiniones con su emperador, Wu di. Por cierto, cinco de los siete primeros ministros de Wu di fueron ejecutados por sus órdenes. El historiador, alto funcionario de corte, muestra un rasgo de la cultura china: criticar el presente sin mencionarlo y razonando alrededor de casos ocurridos siglos antes. En desacuerdo con su emperador, y habiendo experimentado el peligro de estar en desacuerdo con él, Sima Qian critica el excesivo centralismo de su señor refiriéndose a Shi Huang di. Un procedimiento crítico que persiste hasta el presente, donde las eruditas disquisiciones históricas ocultan a menudo filos polémicos de actualidad que sólo son visibles a los enterados. El centralismo que Sima Qian critica, significa, entre otras cosas, expropiar todas las propiedades más allá de cierto tamaño y repartir, desde el centro, la tierra en lotes familiares vinculados a precisos compromisos fiscales de parte de los campesinos beneficiados por el reparto. Estableciendo un molde que se repetirá en el futuro (por ej. durante la dinastía Tang (618-906), 9. 8. V. M. Puett, Op.cit., p. 184. CIDE.

(13) Aperturas Chinas.... los Han también comienzan su recorrido dinástico con una política que centraliza la distribución de la tierra para concluirlo asistiendo impotentes al reforzamiento de nuevas grandes propiedades. Para mediados del imperio de Wu di (141-87 AC.), el valle del bajo río Amarillo entregaba al imperio 6 millones de bushels de granos en lugar de los pocos centenares de miles del comienzo de la dinastía.10 Poderes locales fuertes significan, desde los Han en adelante, un debilitamiento de la relación directa entre el emperador y la masa campesina y, al mismo tiempo, un debilitamiento de los recursos para la corte imperial. Una tensión estructural ligada a la capacidad para conservar (o menos) la unidad del imperio a través de eficaces fórmulas de fiscalidad rural. A lo largo de siglos, la precariedad de la propiedad de la tierra la hace una base incierta para el bienestar y el poder. Salvo excepciones, en la historia china, el terrateniente lo es en virtud de la fortuna acumulada fuera de la agricultura. La tierra no es aquí, ciertamente no tanto como lo fue en la historia occidental hasta la revolución industrial (e incluso después), un factor cierto para construir riquezas que puedan transmitirse entre las generaciones junto con la preeminencia social local. Frente a una tierra que, por ciclos recurrentes, pierde peso, el poder aumenta el propio. Un poder que, burocratizándose, ofrece otra posibilidad de ascenso social. Los exámenes imperiales, uno de los instrumentos de selección de la elite, se vuelven el mayor mecanismo de movilidad social mientras homologan la sociedad alrededor de un canon confuciano (si bien, diferentemente interpretado) cuyo dominio puede dar acceso, a través de tres grados de selección, a los más altos niveles de la burocracia imperial. Con los Han se define un modelo que, no obstante los cambios posteriores, permanecerá en la sustancia inalterado en su arquitectura primaria. Un modelo en el cual se entrecruzan tres dimensiones: la cohesión cultural confuciana, el poder absoluto del emperador y una extendida burocracia. El emperador, padre de padres, es el encargado de mantener el orden en la tierra y conservar buenas relaciones con el Cielo. Cuando las cosas vayan mal en la tierra, resultará legítima la duda que el emperador haya perdido el Mandato del Cielo para gobernar. Una burocracia ampliada no solamente refuerza los hilos (de sujeción y de información) que se concentran en el emperador, sino que produce un contrapeso fuerte frente a las presiones que vienen de la familia del emperador, los eunucos, los militares. Una base de racionalidad sistémica, por decirlo de alguna manera. La burocracia china ganó su fuerza de un compromiso único entre una forma absolutista de gobierno y un pensamiento confuciano racional y humanista.11 10. Francesca Bay, Agriculture, en Joseph Needham, Science and Civilisation in China, vol.6(II), Cambridge University Press, Cambridge 1984, p. 588. 11 Wang Gungwu, To Act is to Know, cit., p. 293. DIVISIÓN DE HISTORIA. 9.

(14) Ugo Pipitone. Lo que no excluye el conflicto entre los dos términos; entre un ideal de buen gobierno asegurado por emperadores sabios y... la realidad. Por otra parte, tampoco nunca hubo garantías que un gobernante cristiano se comportara cristianamente. El confucianismo es virtualmente el único límite (cultural) con el cual el emperador, por lo menos en apariencia, tiene que hacer las cuentas, en ausencia de restricciones formales que limiten su poder. Aunque recíprocamente contradictorios, conviven, por lo menos desde los Han, dos principios: la arbitrariedad del soberano (a veces sabio y a veces no) y la racionalidad de una burocracia encargada de mantener la unidad del imperio y de sí misma. En esta dinastía se definen los nueve grados de la burocracia y el sistema de exámenes sobre textos literarios (usados como referencia para hacer frente a problemas actuales) adquiere un alto grado de formalidad. A comienzo del cuarto siglo, los funcionarios locales que recomienden candidatos que fallen sus exámenes, pueden ser despedidos.12 El nivel más bajo de los exámenes, otorga un titulo de letrado que, sin garantizar la entrada en servicio activo, exenta de cargos fiscales y de obligaciones de trabajo colectivo, además de acercar al círculo del poder (e intercambio de favores) de la gentry y los magistrados locales. El notabilado local está en gran parte constituido por aquellos que no han pasado sino el primer grado de los exámenes. Cumplamos un salto en el tiempo. Ji Xiaolan, alto funcionario de la dinastía Qing en la segunda mitad del siglo XVIII,dice: Los siervos de los funcionarios en servicio en la capital consideran los funcionarios nombrados en las provincias como dioses que viven en el Cielo. El portero, apenas sabido del nombramiento de su señor a funcionario de distrito, se había puesto a saltar por el gusto en la puerta de casa, mientras gritaba: 'Hoy, yo también me he vuelto un Dios", y cayendo se había roto un tobillo.13. Los funcionarios de la capital tenían sueldo fijo, pero, una vez enviados a las provincias podían enriquecerse, obteniendo y otorgando favores. Añadamos que los funcionarios asignados a algún lugar no debían ser originarios del mismo lugar. El sistema de los exámenes, que terminará por asentarse en tres niveles (local, provincial y metropolitano), está construido alrededor de una necesidad: seleccionar a los mejores, o sea, aquellos que, con una mayor educación literaria clásica, dispongan de la sabiduría necesaria 12 Albert E. Dien, "Civil Service Examinations", en Scott Pearce, Audrey Spiro, Patricia Ebrey (Eds.), Culture nd Power in the Reconstitution of the Chinese Realm, 200-600, Harvard university Press (MA), 2001, p. 103. 13 Ji Xiaolan, Note scritte nello studio Yuewei (a cura di Eddi Bozza), Bollati Boringhieri, Torino 1992, p. 37. Dos palabras sobre el personaje: después de haber superado el mayor grado de los exámenes imperiales en la capital, Ji Xiaolan (1724-1805) será después el máximo responsable de los exámenes imperiales, consejero personal del emperador Qian Long (1736-1796), tutor del futuro emperador Jiaquing y curador de una de la mayores colecciones literarias chinas, que publicó poco menos de 80 mil volúmenes divididos en obras científicas, históricas, filosóficas y de literatura. Introduzione, p. XII.. 10. CIDE.

(15) Aperturas Chinas.... para la tarea del gobierno. La especialización técnica no es aquí la clave de la selección, sino la erudición clásica y la capacidad para ponerla al servicio del presente. Una cultura, cargando las tintas, dominada por una tendencia a la glosa, a interpolar, interpretar.. Armonía y no-acción El filósofo es aquí el sabio. En el lugar de la lógica, encontramos sobre todo la semántica y la intuición; en el lugar de las partes, el todo, en el lugar de la verdad, el camino. La pulsión esencial es la búsqueda del consenso, la armonía. Desde los tiempos clásicos, la búsqueda de la sabiduría se centró en encontrar un modo para estabilizar, disciplinar y dar una forma eficaz y elegante a la inarrestable corriente de cambio en la que se juega la experiencia humana... Pero ¿para qué llamar esta narrativa Confucianismo en lugar que Chinesidad?14. Pero, Confucio es sólo uno, aunque probablemente el más fuerte, de los hilos que se entrecruzan en los siglos de una cultura que lo convierte en uno de sus iconos mayores. Los otros: el taoísmo y el budismo. Inmanencia y trascendencia encuentran en el camino nuevas formas para diferenciarse mientras se contagian recíprocamente.15 Desde tiempos pre-clásicos, más que las cosas en sí, el interés se dirige a la totalidad, al entramado que la hace posible en medio de equilibrios cambiantes. Ese es el territorio del sabio junto con su pretensión de no crear, sino transferir en el tiempo una sabiduría ancestral. En el siglo VI AC, Confucio no resplandece de originalidad cuando sostiene algo que proviene de tiempos muy lejanos:. 14 Roger T.Ames, "Thinking through Comparisons, Analytical nd Narrative Methods for Cultural Understanding", en Steven Shankman, Stephen W. Durrant (Eds.), Early China/Ancient Greece, State University of New York Press, Nueva York 2002, pp.103, 108. 15 En las Analectas, hay un delicioso episodio que ilustra el conflicto latente entre taoísmo y Confucio: "Changju y Jeni estaban arando juntos. Confucio, que pasaba por allí, envió a Zilu a preguntar dónde estaba el vado. Changju preguntó: ¿Quén está en el carruaje? Zilu respondió: Es Confucio. -¿Confucio de Lu?- Él mismo. -Entonces ya sabe dónde está el vado. Zilu preguntó entonces a Jeni, que preguntó a su vez: ¿Quién eres tú? -Soy Zilu. -¿El discípulo de Confucio, de Lu? -Sí. El universo entero es barrido por la misma marea; ¿quién puede invertir su curso? En lugar de seguir a un caballero que va de un señor a otro, ¿no sería mejor seguir a un caballero que haya renunciado al mundo? Mientras tanto continuaron atendiendo su campo. Zilu regresó e informó a Confucio. Éste pareció perdido en sus pensamientos y suspiró: Es imposible asociarse con pájaros y animales salvajes. ¿Con quién seguir en compañía si no con los de mi propia especie? Si el mundo siguiera la Vía, no tendría que reformarlo". Ed. Edaf, Madrid 1998, (18.6).. DIVISIÓN DE HISTORIA. 11.

(16) Ugo Pipitone. El caballero considera el todo en lugar de las partes. El hombre común considera las partes en lugar del todo [...] Yo me limito a transmitir, no invento nada. Confío en el pasado y lo amo.16. Un par de siglos después, Zhuang Zi, el mayor representante de un intento de síntesis confuciano-taoísta de las "Cien escuelas", en el IV siglo AC, dice: El gran saber todo lo abarca. El pequeño todo lo divide [...] ¿Quién ha ensombrecido el Tao, distinguiendo la verdad de la mentira? [...] Separarse de la inteligencia y unirse a la Gran Interacción.17. Para Mencius (Mengzi), el primer sabio fue Yao; antes era el desorden. Y Michael Puett comenta: La acción ordenadora del Sabio no supone una imposición cultural sobre la naturaleza sino la forma en que la jerarquía del mundo y el orden natural son reconocidos.18. Así como un fantasma recorría Europa, una idea recorre la cultura china por lo menos desde El libro de los ritos, wu wei, la no-acción. Leamos a Joseph Needham: Si bien el concepto de wu wei fue particularmente enfatizado por el taoísmo, fue parte del terreno común de todos los antiguos sistemas chinos de pensamiento, incluyendo a los confucianos [...] El movimiento de los cuerpos celestes procede de acuerdo a enseñanzas que nadie nunca enseñó y de acuerdo a edictos que nadie traducjo en palabra [...] ¿No es profundamente congruente la concepción de wu wei con la vida campesina?.19. Sin embargo, la congruencia no es necesariamente una explicación. Igualmente congruente es el wu wei con una rígida sociedad patriarcal que nunca supo, o pudo, poner restricciones formales al poder central del estado, al emperador. Y necesitó en el tiempo racionalizar una impotencia. Wu wei como una sabiduría adaptativa frente a fuerzas demasiado grandes para pretender entenderlas y, mucho menos, gobernarlas20. 16 17. Analectas, 2.14 y 7.1. Zhuang Zi, Los capítulos interiores, Trotta-Unesco, Madrid 1998, pp. 44, 48 y 131. He aquí uno de los cuentos ejemplares que constituyen la obra de Zhuang Zi: "Súbito y Furia se reunían a veces en el reino de Caos. Súbito y Furia pensaron que cada hombre tiene siete orificios para ver, escuchar, comer y respirar, y para ser gentiles con él que no tenía orificios decidieron hacércelos. Le abrieron un orificio cada día, pero al séptimo Caos murió"(p.142). Intentar mejorar el mundo puede ser un asunto veleidoso que produce efectos contrarios a los deseados, para traducir burda y simplemente. 18 Op. cit., p. 110. 19 Joseph Needham (Wang Ling), Science and Civilisation In China, vol. 2, History of Scientific Thought, Cambridge at the University Press, 1956, pp. 563-4, 576. 20 Aunque Confucio precise: "Un caballero busca la armonía, pero no el conformismo. Un hombre común busca el conformismo, pero no la armonía", Analectas, 13.23.. 12. CIDE.

(17) Aperturas Chinas.... Es un ancla ética la que garantiza el orden. La aceptación de jerarquías no creadas: el hijo frente al padre, la mujer frente al marido, el súbdito frente al soberano. De ahí que el buen gobierno no dependa de reglas y vínculos a la acción del gobernante, sino de su sabiduría y sentido de la justicia de tal manera que su comportamiento sea norma para todos. Si sus mejores cultivan los ritos, el pueblo no se atreverá a ser irrespetuoso. Si sus mejores cultivan la justicia, el pueblo no se atreverá a desobedecer. Si sus mejores cultivan la buena fe, el pueblo no se atreverá a ser mentiroso. A un país así, la gente acudiría en masa de todas partes con sus bebés arropados en la espalda.21. El padre tiene una obligación moral a la virtud, para conservar el orden que su preeminencia hace posible. La ley supondría que este orden no podría sostenerse a sí mismo. Veintitrés siglos después, volviendo al famoso consejero personal de Qianlong: Los sentimientos humanos son de todo tipo, los casos, además, son miles y no se puede establecer una regla rígida valedera por todo y por todos. Si se insiste en comportarse según un criterio único de juicio, se termina por ver sólo un aspecto de las cosas y se pierde todo lo demás.22. Según la hipótesis de Fu Sinian, en la primera mitad del siglo XX, la tradición confuciana supuso una especie de eticalización de la historia previa, una reescritura para depurar contradicciones e historias inmorales de textos previos. Una especie de baño periódico que los textos clásicos reciben, como lo recibieron, después de Confucio y su escuela, por el mismo Sima Qian en el primer siglo AC23 o por el neoconfuciano Zhu Xi en el siglo XII. Un palimpsesto sobre otro en una interminable obra secular de construcción, depuración y redefinición del canon.. Centralización, desorden y vida aldeana Entre rivalidades sucesorias, invasiones de pueblos foráneos, rebeliones campesinas, eunucos atrevidos, discordias regionales, golpes militares, la historia china es una secuencia que va del poder centralizado a su fragmentación y de regreso. La línea está, más o menos, clara, lo que nunca puede saberse, salvo en el momento en que ocurre, es qué la romperá. Y, por 21 22 23. Analectas, 13.4. Ji Xiaolan, Op. cit., p. 31. A propósito de la escuela neoconfuciana, mencionemos de paso que será asumida como el adversario mayor (por sus mixturas de budismo, o sea de trascendencia) del jesuita Matteo Ricci, en su frustrado intento de contraponerlo con los textos clasícos, vistos por él como una especie de cristianismo natural. Para Ricci, se trataba de convencer a los chinos que no habían comprendido bien sus propias tradiciones. V.Jacques Gernet, Primeras reacciones chinas al cristianismo, FCE, México 1989, p. 41 (Ed.or.: Gallimard, paris 1982). DIVISIÓN DE HISTORIA. 13.

(18) Ugo Pipitone. cierto, no siempre la fragmentación es sinónimo de decadencia24. En la cronología de Needham, la historia china cuenta cuatro (más o menos largos) periodos de unidad y tres periodos de fragmentación. El último ciclo de unidad se inaugura, según el sinólogo inglés, con los Sung del norte en 960, aunque podría postfecharse a la dinastía mongola Yuan (1260), que restablece la unidad que los propios chinos, evidentemente, no habían podido garantizar a lo largo de más de tres siglos. En la peor de las hipótesis la unidad se ha conservado en los últimos siete siglos y medio. Como vimos, muchas de las dinastías nacientes establecen un sistema de propiedad rural que acentúa el rasgo del control central. Como quiera que sea, las grandes propiedades, sobre todo en el sur, desde el delta del Yangtze, son raras frente a las pequeñas propiedades y al arrendatario cuya familia permanece, en ocasiones, siglos en la misma tierra no obstante los cambios de propiedad de la misma.25 Desde comienzo del siglo IX, la decadencia de esa dinastía Tang poblada de poetas y que abole la pena de muerte en 747, bajo un emperador (Xuanzong) que pasará a la historia como un modelo de sabiduría y talento artístico (y que tenía un harén de 40 mil concubinas y un eunuco por cada diez de ellas), está probablemente asociado con el renacimiento del latifundio a manos de funcionarios de corte, aristócratas y eunucos que expulsan los campesinos de sus tierras, falsifican actas y se asientan en su lugar. Una pérdida de campesinos independientes a favor de arrendatarios que entregan al propietario 50% de su cosecha, mucho más de lo entregado anteriormente al tesoro imperial.26 La persistencia secular de estructuras aldeanas basadas en la pequeña propiedad, explica tanto la creciente presión sobre la tierra (entre 1650 y 1850 la población se multiplica por más de tres veces, de 125 a 410 millones) como la proclividad de las elites a buscar refugio en la intelectualidad burocrática. Y sin embargo en 1800, los burócratas en servicio activo eran apenas 20 mil además, naturalmente, de la gran masa de aquellos que habían pasado el primer examen (más de un millón, sobre una población de 300 millones), pero no tenían responsabilidades administrativas directas. Esa reducida densidad burocrática (en términos estrictamente numéricos) sugiere la idea de una realidad rural en gran parte autogobernada a lo largo de los siglos, una realidad social que, en gran medida, se autogobierna. He aquí un ejemplo de la cohesión comunitaria, derivado de la dinastía Ming: Dos veces al año, durante el primero y décimo mes lunar, cada comunidad realizaba un banquete local con la presencia obligatoria de todas las 24 Como ocurre con los Sung (960-1279), un periodo de gran inestabilidad y, sin embargo, de avances en el bienestar de los campesinos (después de la semi-servidumbre del final de la dinastía Tang), de reforzamiento de la burocracia sobre los terratenientes locales y de cierta apertura de los mercados. 25 Francesca Bray, Op. cit., p. 607. 26 Charles Benn, Traditional China, The Tang Dynasty, Greenwood Press, Westport (CT), 2002, p. 34. Una antología Ming de la poesía Tang contenía 50 mil poemas y 2,300 poetas, A. M. Craig, Op.cit., p.68.. 14. CIDE.

(19) Aperturas Chinas.... familias. Antes que comida y bebidas fueran servidas, había cantos, conferenias, lectura de leyes imperiales y reprimendas para aquellos que se hubieran comportado mal en la aldea. Quien, habiendo cometido alguna falta, decidiera no estar presente a su denuncia pública era declarado 'sujeto incorregible', que los aldeanos recomendaban al gobierno civil para ser enviado al exilio en la frontera.27. Si a esto añadimos la responsabilidad penal de la familia por los delitos de sus miembros, se entenderá la razón de la no excesivamente dilatada burocracia china. Una sociedad que se autocontrola. La cohesión comunitaria como factor de estabilidad política en la época Ming remite inevitablemente a los mismos mecanismos durante la edad maoísta de las comunas populares, antes, y de la revolución cultural, después. De ahí que algunos sostengan, no sin razón, que la sociedad china, en realidad sólo exista a nivel local.28 Lo que, como ocurre a menudo, tratándose de China, es sólo parcialmente cierto.. 27 28. Ray Huang, China a Macro History, An East Gate Book, Nueva York 1997,p.182. Lucian Pye, China: "Erratic State,Frustrated Society",Foreign Affairs, vol.69, Otoño 1990, pp.58-9. DIVISIÓN DE HISTORIA. 15.

(20) Ugo Pipitone. Tres aperturas 1898, 1919 y 1978 son fechas que indican intentos de China para reconocer el contexto internacional y operar las transformaciones internas requeridas para navegar aguas turbulentas sin hundirse en ellas. Sin embargo, se trata de intentos que surgen de contextos diferentes, con ideas y urgencias diferentes y, naturalmente, con diferentes éxitos y consecuencias. 1898 es un intento imperial frustrado, 1919 es un movimiento social y cultural que, por primera vez, convierte la modernización en una demanda de masa, 1978 es un nuevo intento de apertura al exterior y transformación interna que viene del centro del poder y que, en su primer cuarto de siglo, obtiene éxitos asombrosos mientras abre incógnitas inéditas sobre sus perspectivas. China requirió ocho décadas, desde su primer intento, para trazar el rumbo inicial de un cambio interno en sintonía (más en la economía que en la política, hasta ahora) con los cambios en el resto del mundo.. 1898 Han pasado seis décadas desde la guerra del opio, desde el momento en que China se enfrentó por primera vez a su impotencia para conservar su aislamiento del resto del mundo, sobre todo de un "resto del mundo" constituido por Inglaterra, Francia, Estados Unidos, etc., en fase de expansión mercantil en la ola de la revolución industrial o por Rusia y Japón que buscan ventajas territoriales en el Nororiente de China. Más de medio siglo ha transcurrido desde el momento en que comenzó a resultar claro a un creciente número de chinos que la campana de vidrio se había irremediablemente cuarteado y que más valía apurar un rediseño rápido de las instituciones para enfrentar con alguna posibilidad los nuevos retos. Pero, en la segunda mitad del siglo XIX, el reto exterior no fue probablemente el más demandante para la corte Qing. Las sublevaciones campesinas, antimanchurianas y milenaristas, pusieron a dura prueba una dinastía que llevaba dos siglos en esos momentos y que, no obstante su parcial sinización, seguía siendo considerada por la mayoría Han, una casta de usurpadores venida de una tierra de guerreros crueles y gente sin cultura. Algunas de estas sublevaciones (la Taiping en especial, la más larga y sangrienta) constituyen una mezcolanza de temas externos e internos que muestran las profundas tensiones que van debilitando tanto la legitimidad como la capacidad de gobierno del viejo régimen imperial. En 1784 se establece el sistema de Cantón. La corte autoriza a los extranjeros a comerciar en un solo lugar y bajo estricto control de las autoridades chinas. Dos aspectos. Exceptuando cortos paréntesis, una de las constantes de esa civilización de la que los manchús son los representantes 16. CIDE.

(21) Aperturas Chinas.... histórico finales, es la muy escasa estimación social para los comerciantes, generalmente debajo respecto a los campesinos.29 Figurarse, mercaderes extranjeros. Los manchús reaccionan a la invasión de los capitalistas foráneos en la lógica de quien intenta controlar una plaga. Se trata de asignar un lugar específico y vigilar el cumplimiento de las restricciones. En Cantón se crea un mundo de instalaciones portuarias y grandes depósitos de mercadería en espera de ser embarcada. Y, muro contra muro, las lujosas mansiones de los representantes de las mayores compañías comerciales del mundo. Sobre el té, que suplanta rápidamente el café en el norte de Europa, se forman grandes fortunas. Sin embargo, la preocupación occidental es que la balanza comercial de las compañías es persistentemente deficitaria: es muy poco lo que los chinos parecen dispuestos, o capaces, de adquirir de Occidente. Hasta la aparición del opio. En 1729, la corte imperial declara ilegal su comercio. En ese momento las importaciones se limitaban a 200 cajas al año, en 1800 eran 4 mil y en 1830, 30 mil. Finalmente se había encontrado la forma de financiar las compras en China con plata obtenida de la misma fuente. En 1839, la corte decide que ha llegado el momento de poner un freno al drenaje de la plata a favor de los extranjeros y tratar de limitar los daños sociales de la difusión del opio. El gobernador de Cantón es encargado de mostrar mano dura, lo que hace exigiendo la entrega de 21 mil cajas de opio, bloqueando el puerto y conminando los trabajadores chinos a abandonar la zona extranjera (donde trabajan como estibadores, cocineros, sirvientes) bajo amenaza de decapitación. Comienza la guerra del opio (1839-42) que terminará en los tratados de Nanking (1842), con los cuales China es forzada a pagar elevadas reparaciones de guerra a los ingleses, conceder al comercio varios puertos en cuyos limites las autoridades extranjeras adquieren el derecho a la extraterritorialidad. Y de ahí en adelante serán cada vez mayores los pedazos de territorio costero que, como concesiones, escapan al gobierno de Pekín. Sin embargo, la progresiva penetración extranjera —reforzada por una secuencia de tratados hasta la rebatinga de las concesiones de 1897 con la que Gran Bretaña obtiene, en el sur, Hong Kong por 99 años y los alemanes, en el norte, el puerto de Kiaochow en Shantung— no llega tan lejos como para penetrar tierra adentro, ni económica ni, menos aún, políticamente. A fines del siglo XIX la costa china de sur a norte está salpicada por concesiones que van de las provincias de Kuangtung y Kuangsi (y Vietnam anexado en 1884) bajo control francés, a Cantón bajo control inglés, Amoy bajo control japonés, Shangai en manos inglesas, la costa de Shantung bajo control alemán y Port Arthur (y la Manchuria oriental) en manos rusas.30 29 Escasa estimación que, obviamente, tiene más peso en la teoría que en la práctica. Por otra parte, pocas cosas más distantes que el dinero de la cultura cristiana. Sin embargo... 30 Y sin embargo, un autor contemporáneo, comenta: "El hecho más obvio es que China no perdió su soberanía, si bien sufrió algunas limitaciones marginales de la misma", Jack Gray, Rebellions and Revolutions, Oxford University Press, Oxford 2002, p. 123.. DIVISIÓN DE HISTORIA. 17.

(22) Ugo Pipitone. A pesar de la agresión extranjera y la debilidad de la respuesta Qing, a diferencia de otras latitudes, no habrá aquí ni plantaciones ni intentos serios de colonización política. Y una de las posibles explicaciones, más allá de las rivalidades entre las potencias, está en la percepción occidental de un país recorrido por turbulencias sociales que lo vuelven virtualmente ingobernable. La revuelta Taiping es el mejor ejemplo de la intensidad y las dimensiones que la sublevación social puede adquirir en China. Además de ser un no feliz ejemplo de una primera forma de hibridación cultural. Hong Xiuquan es originario de una aldea cercana a Cantón, joven miembro de la baja gentry rural, intenta inútilmente cuatro veces los exámenes imperiales en su segundo nivel, después de haber pasado la primera selección local. Un joven voluntarioso pero, evidentemente, sin un talento sobresaliente, impedido de ascender socialmente. ¿Cuántas veces debe de haberse repetido en la historia china una historia humana similar? Hong llega a Cantón en 1846 y visita a un misionero protestante originario de Tennessee, Issachar Roberts, que después de meses de lectura guiada de la Biblia, le rechaza el bautismo por temor que su aparente conversión sea un expediente para conseguir trabajo. No habría sido la primera vez.31 Es posible que el misionero tuviera razón, como quiera que sea Hong es rechazado por propios y ajenos. Y es el nacimiento de un sabio de aldea que asombra los vecinos por su erudición y crea poco a poco seguidores fieles que llegan a dominar comunidades enteras. Hong ha llegado a la íntima convicción de ser el hermano menor de Jesús y el guía espiritual, encargado por Dios padre de volver a la Tierra y construir el Reino Celeste(Taiping). Apenas dos años después de la sublevación armada —en que se mezclan promesas de ascensión al Cielo y espíritu antomanchuriano— el ejército Taiping ya dispone de 40 mil hombres en armas y en 1853, cuando marcha sobre Pekín, tiene 70 mil hombres y será derrotado a apenas 100 km de la ciudad. Un milenarismo combatiente que en 14 años de guerra produce gigantescas devastaciones y un despliegue de crueldad de un bando y otro que produce entre 20 y 30 millones de muertos. El mayor conflicto armado antes del siglo XX y, probablemente, la guerra civil más sangrienta de la historia .32 Ingleses y franceses, apenas terminada la segunda guerra del opio (1856-1860) y obtenidas nuevas concesiones, se alían con el imperio, nuevamente derrotado, para combatir los ejércitos Taiping. Vapuleada de dentro y afuera, la corte manchuriana —que en diferentes periodos de su historia tuvo que enfrentar fuertes sentimientos nacionalistas favorables a los Ming—33 es más presa de sus variables equilibrios que de 31 32 33. Jonathan D. Spence,God's Chinese Son,W.W.Norton,New York 1996, p. 92s. Pamela Kyle C.,The Manchus, Blackwell, Oxford 2002(1997), pp. 163-4. A este propósito constituye una lectura de gran interés Jonathan Spence, La traición escrita, Tusquets, Barcelona 2004 (Ed.or.: 2001), que reconstruye documentalmente un episodio del reinato del emperador Yongzheng (1723-1735), durante el cual una casi irrelevante conspiración de parte de algunos letrados provinciales nostálgicos de la dinastía Ming suplantada por los Manchú, convence al emperador a escribir un libro difundido en miles de copias en todo el país en el cual intenta mostrar como la dinastía Qing constituya más una continuidad que 18. CIDE.

(23) Aperturas Chinas.... alguna estrategia sostenible y no acierta a definir ni una fuerte voluntad de cambio ni, menos, un comportamiento coherente con esa voluntad. La segunda mitad del siglo XIX encuentra la corte en una prolongada corregencia en la que la figura dominante es la emperadora viuda Ci Xi, que, antes, excluye del poder al príncipe Kung en 1884 y después, en 1898, bloquea el experimento reformador del joven emperador Guangxu y lo confina a los arrestos en su propio palacio. Ci Xi, antigua concubina del emperador Xianfeng(1851-61), es el punto más visible de la resistencia al cambio de una maquinaria institucional, en que se mezclan inercias seculares con tozudez manchuriana. Persiste una organización burocrática basada, además del Gran Consejo, creación manchú, en los tradicionales Seis ministerios (Nombramientos, Ingresos, Ritos, Guerra, Castigos y Trabajo públicos), que se remontan a los Sui y los Tang, 13 siglos atrás. Sin embargo, entre sublevaciones devastadoras y una corte imperial renuente al cambio, se desarrolla, entre una nueva clase de intelectuales (algunos de ellos educados en el exterior), la conciencia de la necesidad urgente de una renovación política y cultural. Paralelamente, frente a un centro imperial, al mismo tiempo, exangüe y rígido, van definiéndose nuevos intereses locales que producirán el fenómeno de los señores de la guerra, principal obstáculo a la consolidación de la república nacida en 1912. En 1898 convergen circunstancias que hacen posible la apertura de un periodo de reformas que, sin embargo, durará apenas 100 días. Ese año tiene dos raíces inmediatas: 1895 y 1897. La primera es la fecha de la derrota china, por mar, frente a la indiscutible superioridad de la marina militar japonesa. Japón no ha perdido el tiempo desde su Restauración Meiji de 1868 y en un cuarto de siglo ha construido una industria naval capaz de garantizar que una cuota creciente del comercio exterior esté en manos japonesas y, de paso, derrotar a China e incorporar, por medio siglo, a Corea y Taiwán a su naciente imperio.34 Una terrible humillación nacional para China cuyo dominio regional se había desplegado en los milenios. 1897 es el año en que, frente al paroxismo de la lucha por las concesiones de parte de las potencias extranjeras, se difunde en amplios estratos de la sociedad china ilustrada la percepción de un inminente desmembramiento del país. Entre algunos intelectuales reformadores, en especial Kang Youwei, y el joven emperador se establece un contacto directo que hará posible el intento reformador del verano 1898. Veamos los personajes, comenzando por el joven emperador. El príncipe Zai Tian asume como emperador Kuangxu en 1889, a los 18 años, mientras Ci Xi anuncia un retiro que no tiene la menor intención de cumplir. En el momento de la transferencia formal de poderes, la emperadora viuda una ruptura respecto a los Ming. Una versión del emperador sabio que educa a su pueblo, así como repetirá después Mao con su libro rojo. 34 V. del A., La salida del atraso, FCE, México 1995 (1994), pp.154s. DIVISIÓN DE HISTORIA. 19.

(24) Ugo Pipitone. conserva sus allegados tanto en el Gran Consejo como en los seis ministerios de tal manera que resulte claro que la transferencia de poderes es más un asunto formal que real. El nuevo emperador asume el poder sin la posibilidad de ejercerlo. Con algunos tutores poco ortodoxos, es guiado en el estudio del inglés, la historia y el pensamiento occidentales. Y en 1897 hace saber a Ci Xi que no está dispuesto a gobernar un país condenado y que, a menos que se les concedan poderes reales, abdicará. Al emperador se le permitirá serlo entre el 11 de junio y el 21 de septiembre, aunque sea en medio de una corte y un amplio aparato burocrático que le es mayoritariamente hostil o ignora sus edictos o las dos cosas. El segundo personaje de ese inicial y malogrado intento de modernización es Kang Youwei (1858-1925),su mayor protagonista intelectual. Kang es originario de Cantón, proviene de una familia de letrados y con una sólida formación confuciana que se acerca, a comienzo de los 80s, en sus visitas a Hong Kong y Shangai, a los textos occidentales. Es una especie de weberiano de Oriente, un individuo con un alto sentido de responsabilidad hacia la maquinaria burocrática que puede alentar la transformación del país o hundirlo bajo una agresión exterior de la que, como cantonés, es testigo directo. Obtiene el título de jinshi (el máximo grado para un letrado que supere el tercer grado, el metropolitano, de los exámenes imperiales), funda escuelas y sociedades de lectura y prepara y cumple (por breve término) planes de modernización de un país que, en su óptica, tiene poco tiempo antes de que las antiguas estructuras se desmoronen envolviendo todo en el caos35. Kang piensa en un emperador que concentre los poderes y se convierta en una versión china de Pedro el Grande o del emperador Meiji, como acelerador de una modernización que necesitará crear el terreno de una monarquía constitucional. Kang se enfrenta a la cultura confuciana y, tratando de conciliar la vieja y la nueva China, desarrolla de Confucio una visión de sabio-reformador institucional. En forma propia, Kang sigue el camino de uno de sus maestros, Wang Tao, que había sido asistente del misionero Joseph Legge (el gran traductor de los clásicos chinos) y que décadas antes había desarrollado una idea de Confucio como el sabio que se adapta a las circunstancias.36 Kang, desde 1888, ha enviado varios memoriales al joven emperador solicitando el inicio de las reformas. Pero no se limita a memorializar, en 1897 crea en Hunan escuelas que se convierten pronto en centros de presión a 35 Hao Chang, "Intellectual change and the reform movement, 1890-8", en D.Twitchett,J.K.Faibank(Eds.),The Cambridge History of China,cit.,p.283s. 36 Paul Cohen, China Unbound, Evolving Perspectives on the Chinese Past, Routledge Curzon, New York 2003, p. 36, cuenta la historia de un joven Sun Yat-sen que, en camino a Pekín para presentar al emperador un memorandum solicitando reformas, se detiene a colsultar Wang Tao para que su petición tenga la forma (inevitablemente esencial en una cultura milenaria) correcta. Wang Tao es la primera generación de chinos cuya vida va de un inicio del siglo XIX en que China podía considerarse un mundo a parte hasta llegar a fines del siglo, cuando el sueño ha desvanecido. Salvo, añadamos, en la cabeza de los boxers, de Ci Xi y de sus allegados.. 20. CIDE.

(25) Aperturas Chinas.... favor de las reformas. La gentry local, inicialmente favorable, se asusta y pide al emperador que decapite a Kang. Pocos meses después, sin embargo, es llamado a corte. El 11 de junio 1898, el emperador publica un edicto donde anuncia el inicio de las reformas como política del estado. El día 16 convoca a corte Kang y entre los dos se establece el eje fuerte de las reformas que Guangxu recibió permiso provisional de intentar de parte de una corte vapuleada por tiempos revueltos. Quangxu había intentado anteriormente reunirse con Kang pero un estricto protocolo de corte se lo había impedido. En enero se permite a Kang entrevistarse con algunos altos funcionarios de corte. En esta entrevista ocurre el siguiente diálogo: Jung Lu (general y confidente de CiXi): Las instituciones de los ancestros no pueden ser cambiadas. Kang Youwei: La instituciones de los ancestros servían para gobernar sus reinos. Ahora nosotros no podemos preservar el reino de los ancestros; ¿para qué entonces conservar sus instituciones?. Algunos meses después, el 16 de junio, es finalmente posible la audiencia con el emperador, que dura cinco horas (hecho sin antecedentes), Kang Youwei le dice a su emperador: El prerrequisito de la reforma es que todas la leyes y los sistemas políticos y sociales deben ser cambiados y sustituidos por nuevos, Ahora, aquellos que hablan de reformas sólo quieren cambiar algunos aspectos específicos y no reformar a las instituciones... Muchos de los altos funcionarios son muy viejos y conservadores y no entienden los asuntos relativos a las relaciones con los países extranjeros. Si Su majestad quisiera contar en ellos para las reformas sería como subirse a un árbol para buscar peces.37. Ese mismo día, Kang es nombrado secretario del Tsungli Yamen, el ministerio de relaciones exteriores. Hasta el 21 de septiembre se emiten más de un centenar de decretos imperiales sobre temas económicos, militares (la abolición de las pruebas de habilidad en el arco, por ej.), educativos (creación de escuelas con contenidos occidentales en todo el país), administrativos (exámenes imperiales con contenidos modernos), etc. En realidad, las propuestas que provienen de un emperador voluntarioso y bienintencionado y de un núcleo de letrados reformadores, no llegan a modificar en algún sentido profundo una maquinaria de poder que, sin embargo, se asusta lo suficiente para sabotear o envolver en marañas formales las iniciativas imperiales. El 21 de septiembre Ci Xi decide, sin que gobernadores reformistas como Yuan Shikai, muevan un dedo 37. Immanuel C.Y. Hsu, The Rise of Modern China, Oxford University Press, Nueva York 2000 (1970), pp.370 y. 372. DIVISIÓN DE HISTORIA. 21.

(26) Ugo Pipitone. para impedirlo, que las vacaciones han terminado. Guangxu es recluido en arrestos domiciliarios. Varios de sus seguidores en la corte son ajusticiados, entre ellos el hermano menor de Kang Youwei y Tan Sitong, hijo de un alto funcionario que consideraba la monarquía un despotismo y el canon confuciano de los tres vínculos, un orden perverso y represivo.38 Kang se salvará escapando a Hong Kong y su alumno Liang Qichao, emigra a Japón. Guangxu morirá misteriosamente a los 33 años, el día antes de la muerte de Ci Xi en 1908. Desde ahí las reformas se olvidan y la corte experimenta otro camino: expulsar a los extranjeros. Las sequías en el norte del país crean la exasperación necesaria para un nuevo brote de agitación revolucionaria. Y es, otra vez, la secta del Loto Blanco, budista y antimanchuriana, que alimenta un grado de xenofobia hasta entonces inigualado. La corte decide aprovechar la oportunidad y sostiene subrepticiamente la rebelión. Para los boxers —entre artes mágicas como la pretendida invulnerabilidad frente a las balas occidentales— se trata de reconciliarse con el Cielo expulsando los extranjeros que han venido a alterar un orden no solo humano sino cósmico.39 Sequía y hambrunas, se deben a la indeseada presencia extranjera. Al final quedarán en el campo 231 extranjeros asesinados junto con miles de chinos cristianos y, presumiblemente, varios miles de campesinos desesperados que no llegaron a descubrir su invulnerabilidad. Es el canto del cisne del imperio Qing y de un mundo que se ha extenuado tratando de sobrevivir en circunstancias adversas. La corte sale derrotada de la revuelta de los boxers en 1900, tanto como ellos. Si el desprestigio había tocado su punta máxima en 1895, en 1900 toca otra. En 1908, en un intento in extremis de reformas, la corte promete una Constitución y las primeras elecciones parlamentarias para 1916. Los Qing siguen creyendo, no obstante las señales, de tener todo el tiempo necesario. En junio de 1910, 300 mil letrados (uno de cada 4 o 5) firman una petición pidiendo la inmediata convocación de un parlamento. Y pocos meses después, la propia creación Qing, el Nuevo Ejército creado en 1894, comienza la sublevación en Wuchang que llevará a la república en 191112. El imperio se ha disuelto en el aire, pero la nueva república no tendrá larga vida. Concluyendo, en China, evidentemente, no fue posible repetir la experiencia japonesa de una modernización imperial. ¿Por qué? La restauración Meiji es un cambio simbólico que devuelve al emperador, después de muchos siglos, al centro del escenario. El imperio no se ha desgastado en una difícil relación con Occidente, sino que re-nace sin responsabilidades de tres siglos de shogunato Tokugawa (1603-1867) con la poderosa representación simbólica de una nación que necesita occidentalizarse, usando sus palabras, para defenderse de Occidente. Es el 38 39. 22. V. Hao Chang, Op.cit., p.300 y Jack Gray, Op. cit., p.134. Immanuel C.Y.Hsu, "Late Ch'ing foreign relations, 1866-1905", en Twitchett, Fairbank, Op.cit., pp.117-8. CIDE.

(27) Aperturas Chinas.... régimen Tokugawa a desgastarse a lo largo de catorce años en una relación humillante con Estados Unidos y el imperio restaurado podrá así presentarse como el único recurso disponible para garantizar la unidad del país. La modernización requiere de un cimiento nacionalista fuerte y será el Imperio Meiji a garantizarlo. En China, sobre el imperio Qing cae todo el peso de una inercia que ha dejado de ser factor de continuidad y, mucho menos, de gobernabilidad. Y además, los Qing son extranjeros, apenas cinco o seis millones en una población china de 410 millones en 1850 que los miran con resentimiento, desprecio y odio. El otro aspecto es que el Japón Tokugawa, que nace, como la dinastía Qing, en la primera mitad del siglo XVII, crea un aparato administrativo a lo largo de tres siglos incomparablemente más eficaz que el chino mientras la actividad comercial y agrícola experimentan un nuevo auge. Para reducir al hueso las razones por las cuales China no pudo repetir el camino japonés: un centro imperial de muy baja legitimación social y un aparato burocrático considerablemente menos eficaz.. 1919 Todas las fechas importantes crean y son creadas por la memoria que necesita piedras miliares. El 4 de mayo 1919 es una de ésas. Ese día, 3 mil jóvenes provenientes de la media docena de universidades y liceos de Pekín se congregaron en la plaza de Tienanmen para protestar contra una decisión tomada en Versailles. Muchas cosas confluyen ese día en esa plaza y muchas salen de ahí diversas de como entraron. Naturalmente, Versailles es también una piedra miliar de la historia de Occidente. Releer a Keynes40 a este propósito constituye siempre una sana lectura para recordar cómo la estupidez (en la forma de espíritu de venganza, de buenas intenciones declarativas o de incapacidad para mirar al conjunto) pueda producir consecuencias catastróficas. Así fue con el hitlerismo en Europa y, al otro lado del mundo, con la profunda desilusión sobre Occidente de parte de una China cuyas fuerzas mejores intentaban, en medio de dificultades e inercias gigantescas, hacer de Occidente el referente central de su transformación interna. Desde 1919, el comunismo encuentra el terreno fértil para quienes buscan un camino no-occidental de modernización que anteriormente, entre los reformadores radicales, se había buscado más por el lado de Kropotkin que de Marx.41 40 John M. Keynes, The Economic Consequences of the peace, Transaction Publ, New Brunswich 2004 (1920), passim. 41 Eso sostiene Mao Zedong en un artículo de 1919 en que las ideas del anarquista ruso son consideradas "más amplias y comprehensivas" que las de Marx. V. Stuart Schram, "Mao Tse-tung's Thought to 1949", en Merle Goldman, Leo Ou-Fan Lee (Eds.), An Intellectual History of modern China, Cambridge University Press, Cambridge 2002, pp. 274-5.. DIVISIÓN DE HISTORIA. 23.

(28) Ugo Pipitone. Sin embargo, el 4 de mayo es también el punto más visible de la vitalidad de una generación. Una nueva generación de intelectuales, educados en Japón, Francia y Estados Unidos (curiosamente Inglaterra no fue un importante punto de destino para los jóvenes chinos en busca de una educación moderna), que, de regreso, emprenden una tarea gigantesca: criticar el pasado, en un país en que el pasado pesaba (¿pesa?) sobre el presente como en pocas otras partes del mundo. Una nueva generación que, a diferencia de la de Kang Youwei y Liang Qichao, ya no busca torcer Confucio a favor del cambio sino que lo convierte en el símbolo máximo de una sociedad anclada a la tradición y sin energías para el cambio. Una sociedad enferma que necesita revisar críticamente su propia historia. En la reforma frustrada de la generación anterior confluyen letrados ilustrados que buscan construir espacios para la penetración de nuevas ideas en la vieja sociedad. En la generación de 1919, la vieja sociedad es vista como un residuo histórico inercial del que el país necesita desembarazarse lo más pronto posible. Es una nueva clase de intelectuales cuya vida depende menos de la carrera burocrática de antaño, la que protagoniza uno de los momentos más altos de "revolución cultural" en la historia de la China moderna y, probablemente, de toda la historia china. Aparecen nuevos periódicos y revistas, nuevos debates y nuevas propuestas; es la irrupción de una juventud instruida que desafía a sus padres y que, hecho inadmisible en la vieja cultura, incluye a las mujeres. El "cuatro cinco", como ha terminado por indicarse en la historia china, no simboliza un momento de decisiones institucionales destinadas a acelerar el ingreso de China en el presente del mundo, pero encarna algo comparable en importancia: una torcedura profunda en la historia cultural del país. El momento en que sus inteligencias más vivas concentran sus esfuerzos en una especie de ejercicio colectivo de autocrítica o, si se quiere, de toma psicológica de distancia del pasado. No por casualidad la revista mensual, nacida en 1915, símbolo de la primera generación que mira sin piedad a sus ancestros, se llama Nueva juventud e, inevitablemente, nace en Shangai. Tres años después, la nueva revista fundada por algunos de los impulsores de Nueva juventud se llamará Crítica semanal. Crítica y juventud son los signos de reconocimiento de la generación del 4 de mayo. Como crítica de los manchús y de los tratados injustos con las potencias extranjeras, el nacionalismo chino había comenzado a asomarse después de la derrota de 1895 frente a Japón, pero adquiere nuevas dimensiones de masas en 1919. En 1917 China había enviado a Francia entre 150 y 200 mil trabajadores (estibadores, cargadores, etc.) para sostener el esfuerzo bélico contra Alemania y, con la terminación de la guerra, esperaba que las concesiones en Shantung, obtenidas por Alemania en 1897, les serían devueltas. Muchas esperanzas estaban asociadas a los acuerdos de Versailles y no sólo por el asunto de Shantung sino además por la fe en que el espíritu wilsoniano 24. CIDE.

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