Coordinación
Elia Díez, Patricia García de Olalla, Antoni Plasencia, Joan R. Villalbí
Autores
M. Teresa Brugal, Joan A. Caylà, Elia Díez, Susanna Fernández, Patricia García de Olalla, Antoni Plasencia, Carlota Riera, Joan R. Villalbí
Revisión e integración del manuscrito
Montserrat Arissó
Edita
Instituto Municipal de Salud Pública Ajuntament de Barcelona
Presidenta
Imma Mayol
Gerente
Joan Guix
Realización
Hores extraordinàries
Diseño gráfico
Albert Roca
Impresión
El contexto 6
EPIDEMIOLOGÍA
Frecuencia de la enfermedad 9 Centro de diagnóstico 9 Distribución según edad y sexo 10 Incidencia acumulada por barrios y distritos 10 Distribución según mecanismo de transmisión 10 Enfermedad indicativa 10 Antecedentes penitenciarios 12 Retraso en el diagnóstico 12 Supervivencia y mortalidad 12 Poblaciones de riesgo 13 Los jóvenes 13 Los inmigrantes 14 Los usuarios de drogas por vía intravenosa (UDI) 15 Las nuevas infecciones por VIH 18
LA RESPUESTA
La prevención 21 Intervenciones en usuarios de drogas 21 Prevención en jóvenes 23 Otras iniciativas comunitarias 26 La atención 27 El apoyo a los afectados y la reinserción 29
PERSPECTIVAS Y PROPUESTAS
El futuro 33
Propuestas 34
ANEXOS
Referencias bibliográficas 39 Relación de personas que han
participado en el Grup de Treball sobre la Sida del Consell Municipal de
Benestar Social, 1996-2002 40
Presentación
E
n la década de los ochenta, la irrupción de la epidemia del VIH/sidacomportó una elevada carga de sufrimiento, enfermedad y muerte
prematura en nuestra ciudad. También se produjo, inicialmente, una
cierta alarma social ante los efectos de una enfermedad nueva y
desconocida. Sin embargo, tanto la sociedad civil como las
administraciones públicas, entre ellas la municipal, se organizaron para
hacerle frente.
Hoy la situación ha mejorado. El sida sigue siendo uno de nuestros
problemas de salud pública, pero hemos desarrollado programas para
disminuir su impacto y hemos conseguido que las personas afectadas
tengan acceso a los tratamientos adecuados. Además, se han reducido los
riesgos de discriminación y exclusión social de los enfermos de sida,
aunque muchos de ellos sufran graves problemas sociales.
El esfuerzo realizado por el municipio ha sido muy importante, y el mérito
corresponde, en buena parte, a los servicios de salud pública, que han
liderado la respuesta de las administraciones y han trabajado, codo a codo,
con las asociaciones de afectados y profesionales de la ciudad.
Por ello, con motivo de la celebración en Barcelona de la XIV Conferencia
Internacional sobre el Sida, nos parece oportuno editar este documento. En
él explicamos nuestra experiencia, aportamos datos y cuantificamos la
dimensión del problema y su evolución, así como las respuestas
desarrolladas en nuestra ciudad. Esperamos que sea de utilidad a otras
ciudades y a los profesionales y activistas comprometidos con la
prevención y el control de este problema de salud.
Imma Mayol i Beltran
IV Teniente de Alcalde de Barcelona
El contexto
D
esde la aparición de los primeros casos de sida, la epidemia presentauna incidencia creciente en todo el mundo, y es una de las primeras
enfermedades infecciosas, tanto por su mortalidad como por su
morbilidad. Sus características difieren de un país a otro, siendo la
distribución de la enfermedad el reflejo de la frecuencia de las diversas
prácticas de riesgo de cada población y de su acceso a la atención médica.
Desde el comienzo de la epidemia, más de 60 millones de personas se han
infectado con el VIH, y el sida ha pasado a ser la primera causa de
mortalidad en el África subsahariana, y la cuarta en todo el mundo. Según
estimaciones de la OMS, a finales de 2001
vivían más de 40 millones de infectados con el
VIH. De éstas, cerca de una tercera parte tiene
entre 15 y 24 años, y la mayoría no sabe que
está infectada1.
En Europa occidental, la incidencia del sida y
del número de muertes asociadas ha
disminuido después de la introducción de los
antirretrovirales de alta actividad en 1996. En el
año 2000, los infectados por transmisión heterosexual fueron tan numerosos
como los usuarios de drogas por vía intravenosa (UDI), tendencia que se
mantiene en el 2001. En Europa del Este, las tasas de incidencia del sida
son bajas, reflejo del largo periodo de incubación de la infección,
contrariamente al elevado número de casos de infección con el VIH, donde
la mayoría de los casos corresponde a UDI2.
En España, el número de casos nuevos de sida ha disminuido un 67% en
los últimos seis años. El mayor descenso se registró entre 1996 y 1997, y
en 2001 se mantiene, pero a un ritmo inferior. En los casos debidos a la
transmisión homo/bisexual y heterosexual el número anual de nuevos
diagnósticos de sida permanece prácticamente estable. Un
comportamiento similar se observa en la tendencia de casos de sida de la
mayoría de las comunidades autónomas3.
En la ciudad de Barcelona, el Servicio de Epidemiología del Instituto
Municipal de Salud Pública de Barcelona (IMSP) recoge de manera
sistemática y activa desde 1986 los datos de los casos diagnosticados en
la ciudad. Este sistema fomenta la declaración de los casos por parte de
los médicos y efectúa un control de las altas hospitalarias y de los
certificados de defunción. Además, se cruzan los registros de sida,
tuberculosis y toxicomanías de la ciudad, con lo que se alcanza una gran
exhaustividad4.
Frecuencia de la enfermedad Centro de diagnóstico Distribución según edad y sexo Incidencia acumulada por barrios y distritos Distribución según mecanismo de transmisión Enfermedad indicativa Antecedentes penitenciarios
Retraso en el diagnóstico Supervivencia y mortalidad
Poblaciones de riesgo
Los jóvenes
Los inmigrantes
Los usuarios de drogas por vía intravenosa (UDI)
FRECUENCIA
DE LA ENFERMEDAD
Desde que en 19815se diagnosticó el primer caso de
sida en Barcelona (que fue también el primer caso en
España), se produjo un aumento constante hasta 1992.
Esta tendencia
cambió por primera
vez en 1993,
momento en que se
observó un descenso
del 9% respecto a
1992. En 1994, con la
introducción de la
definición de
SIDA-Europa 93, que incluía
la tuberculosis pulmonar como criterio diagnóstico, se
produjo un repunte del 45% en el número de casos
respecto a 1993. A partir de 1995, hubo una tendencia
decreciente, tanto en el número de casos como en las
muertes, pero a partir de 1996, con la introducción
generalizada de las nuevas terapias antirretrovirales6,
se apreció un brusco descenso de la mortalidad y la
disminución de nuevos casos. Esto supuso un
aumento espectacular del número de personas que
viven con sida (figura 1). El total de los casos
detectados en Barcelona hasta el 31 de diciembre de
2001 asciende a 7.913, de los que 5.708 tenían su
residencia en Barcelona, lo que implica una tasa de
incidencia acumulada de 347 casos/100.000
habitantes.
CENTRO DE
DIAGNÓSTICO
En cuanto al centro declarante, la distribución es la
siguiente: el Hospital Clínic aportó el 31% del total,
seguido del Hospital del Mar (17%), Hospital General
de la Vall d’Hebron (16%) y el Hospital de Sant Pau
(13%). Estos cuatro centros aportaron el 78% del total
de casos. 0 100 200 300 400 500 600 700 800 Muertes Casos* 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988 1987 1986 1985 1984 1981 Casos
* N = 5.708 residentes en Barcelona, a 31 de abril de 2002.
Figura 1. Casos notificados y muertes debidas al sida, por año. Barcelona, 1981-2001.
DISTRIBUCIÓN
SEGÚN EDAD Y SEXO
La mayor parte de los casos de sida corresponde a
hombres (81%). La edad media en el momento del
diagnóstico fue de 36 años (DT 10,5 años). El primer
caso de sida en una mujer se diagnosticó en 1984, y
desde entonces la tendencia ha sido creciente
(p<0,0001). Mientras que en 1984 el porcentaje de
mujeres infectadas fue del 6%, en 2002 ha sido del
23%. También se ha constatado un cierto aumento en
la edad en el momento del diagnóstico, que fue de 33
años en el periodo 1981-1987, de 34,5 años en
1988-1993 y de 37 años en 1994-2001.
INCIDENCIA
ACUMULADA POR
BARRIOS Y DISTRITOS
La tasa de incidencia acumulada más alta (1.364
casos/100.000 habitantes) la presentó el distrito de
Ciutat Vella, con una
incidencia tres veces
superior a la media
de la ciudad
(378 casos/100.000
habitantes), diferencia
que se mantiene a lo
largo de los años. Hay
otros barrios (la zona norte de Nou Barris, o Can Tunis
y el Polvorín) que tienen también tasas muy elevadas.
Los datos de Ciutat Vella reflejan que la problemática
afecta a sus cuatro barrios, mientras que en otros
distritos con barrios muy afectados no se observa la
misma homogeneidad.
DISTRIBUCIÓN
SEGÚN MECANISMO
DE TRANSMISIÓN
La categoría de transmisión más frecuente desde el
año 1986 es la de los UDI (50,5% del total, aunque va
descendiendo). El segundo
lugar –con una tendencia
también decreciente– lo
ocupan los casos atribuidos
a la transmisión homosexual
(HMS) (27% del total). En
tercer lugar, y con una
proporción creciente de los
casos desde 1986, están los casos de transmisión
heterosexual (HTS) (15% del total). El porcentaje de
casos perinatales es del 1,2%, sin que se registre
ningún caso en los años 2000 y 2001. Casi todos
(96%) son debidos a la transmisión vertical, y el factor
de riesgo más frecuente de la madre es el uso de
drogas por vía parenteral. Los casos debidos a
transfusiones de sangre o a factores de la coagulación
contaminados representan el 1,2% del total, con una
tendencia decreciente (figura 2).
ENFERMEDAD
INDICATIVA
De manera global, los tres criterios de sida más
frecuentes han sido la tuberculosis (TB), la neumonía
por Pneumocystis carinii (PCP) y el síndrome
caquéctico (25%, 19% y 9% de los casos
respectivamente), como se ve en la figura 3, aunque
las enfermedades varían según la vía de transmisión.
Así, las enfermedades diagnósticas más frecuentes
entre los UDI fueron la TB y la PCP (34% y 19%
respectivamente), mientras que entre los HMS fueron
la PCP y el Sarcoma de Kaposi (20% cada una), y
entre los HTS fueron la PCP y TBC (24% y 22%
respectivamente).
Algunos barrios presentan tasas significativamente más altas que otros.
0 100 200 300 400 500
Perinatal H-H HTS HMS UDI Casos
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
1991
1990
1989
1988
1987
1986
1985
1984
UDI: Usuario de drogas por vía parenteral. HMS: Hombres con prácticas homosexuales. HTS: Heterosexualidad. H-H: Hemofílicos-hemotransfundidos.
Figura 2. Evolución del número de casos de sida por año de diagnóstico, según vía de
transmisión. Barcelona, 1984-2001.
0 20 40 60 80 100
1994-2001** 1988-1993*
1981-1987
Otras
Candidiasis esofágica Síndrome caquéctico Tuberculosis Sarcoma de Kaposi Neumonía por P. carinii %
* Sólo tuberculosis extrapulmonar. ** Tuberculosis extrapulmonar y pulmonar.
ANTECEDENTES
PENITENCIARIOS
El porcentaje de casos con antecedentes
penitenciarios fue, de forma global, del 22%. Se
apreció un descenso constante desde 1988 (31%)
hasta 2001 (10%). Esta reducción se debió
principalmente al menor porcentaje de UDI con
antecedentes penitenciarios. Así, en 1987 el 51% de
los casos con sida en UDI tenían antecedentes
penitenciarios, y en 2001 este porcentaje era del 19%.
RETRASO EN EL
DIAGNÓSTICO
De los 2.655 casos de sida detectados entre 1994 y
2000, hubo 697 (26,3%) que fueron diagnosticados de
infección por VIH y de sida en el mismo momento, lo
que sugiere un retraso en el conocimiento de la
infección, con oscilaciones que variaron entre el 21%
en 1994 y el 35% en 2000. Según los resultados del
análisis multivariado, el riesgo de ser diagnosticado
con retraso aumenta
para los varones,
para los que viven en
las zonas más
deprimidas de la
ciudad, para los
casos de transmisión
por vía heterosexual,
y para los casos de
tuberculosis como criterio diagnóstico de sida. Por
ello, debe mantenerse la política de ofrecer
sistemáticamente la prueba de detección del VIH en
los centros sanitarios. Los servicios de salud y los
programas de intervención preventiva tendrían que
realizar esfuerzos para implementar la oferta de la
prueba y ofrecer un consejo adecuado a las personas
que la demanden.
SUPERVIVENCIA
Y MORTALIDAD
En la figura 1 se ha mostrado la evolución de los
casos y del número de muertos por sida desde 1981
hasta 2001 en la ciudad. La tasa de mortalidad
presentó una tendencia creciente hasta 1992
(29/100.000 habitantes), siendo la primera causa de
mortalidad de adultos
jóvenes en Barcelona
desde 1990 a 19977. A
partir de 1995, se observó
un descenso constante,
pero es con la
introducción de la terapia
antirretroviral de gran
actividad (TARGA),
introducida de manera
generalizada desde 1996, cuando se aprecia un
brusco descenso de la mortalidad. Así, la mortalidad
descendió un 55% entre 1996 y 1997, y la
probabilidad de supervivencia de un paciente
diagnosticado en 1997 fue del 81,3% al año del
diagnóstico, mientras que esta probabilidad era del
63,7% en 19956.
En la actualidad, la TARGA es una terapia
imprescindible en la disminución de la
morbimortalidad causada por el VIH, pero la
adherencia al tratamiento debe considerarse como
uno de los factores modificables más asociados al
impacto de la TARGA en la supervivencia. La
supervivencia de los pacientes tratados con TARGA y
adherentes al tratamiento es tres veces superior a la
de los que no son adherentes8.
Debe mantenerse la política de ofrecer sistemáticamente la prueba de detección del VIH en los centros sanitarios.
POBLACIONES
DE RIESGO
LOS JÓVENES
Los adolescentes continúan siendo un grupo de riesgo
para la infección del sida, aunque el número de casos
en este grupo de edad es bajo. En la adolescencia se
adoptan conductas de riesgo en relación con la salud,
el sexo y el consumo de drogas. Éstas suelen
determinar los hábitos adultos. La encuesta sobre
Factores de Riesgo en la Escuela Secundaria (FRESC)
se elaboró y analizó por el Instituto Municipal de Salud
Pública y el Centre d’Estudis per a la Prevenció de la
Sida en 19969. Entre
otras conductas
relacionadas con la
salud, se estudian
comportamientos
relacionados con la
transmisión sexual del
sida y sus determinantes.
Se han estudiado
especialmente las
diferencias entre chicos y chicas, que son importantes
para la comprensión y el desarrollo de futuras
intervenciones preventivas. Un 16,2% de los
estudiantes de 4º curso de ESO (mayoritariamente de
16 años) afirma haber mantenido alguna relación
sexual con penetración. La frecuencia de las
relaciones es menor entre los chicos. Un 42,5% de los
chicos y un 30% de las chicas ha mantenido
relaciones sexuales una sola vez. En cuanto a los
determinantes, destacan sobre todo distintas
intenciones en el uso de preservativo en los varones.
El determinante que más influye en el uso de
preservativo es la norma social, y, en concreto, lo que
piensa y hace la pareja habitualmente. Esto es
sumamente importante para la construcción de
intervenciones futuras en estos colectivos. La
proporción de estudiantes que ha mantenido
relaciones coitales es muy inferior a la de los jóvenes
del curso equivalente en Estados Unidos (48%), o de
otros países de Europa. El porcentaje es coherente
con el descrito en la Encuesta de Salud a los
Adolescentes de la ciudad de Barcelona, llevada a
cabo por el Instituto Dexeus en 1993 y 199910. Esta
encuesta incluye una muestra de estudiantes en
edades en que la escolaridad no es obligatoria y que,
por tanto, no representa estrictamente a la población.
La encuesta muestra un aumento estadísticamente
significativo de los jóvenes estudiantes de 17 y 18
años que han mantenido relaciones con penetración
entre las dos ediciones, aunque este dato podría
asociarse a cambios en la escolaridad durante el
período en que se aplicó la reforma educativa.
El método anticonceptivo más utilizado es el
preservativo11. Alrededor del 80% afirma usarlo (en
mayor proporción las chicas), según diversas
encuestas12. La frecuencia de uso del preservativo
entre los adolescentes puede considerarse elevada,
aunque todavía debería crecer y mantenerse entre los
jóvenes mayores. El método usado en segundo lugar
es la marcha atrás o coitus interruptus: un dato
preocupante en cuanto a las infecciones de
transmisión sexual, el sida y los embarazos no
deseados.
Los adolescentes continúan siendo un grupo de riesgo, aunque el número de casos en este grupo de edad es bajo.
LOS INMIGRANTES
El progresivo incremento de las desigualdades
sociales y económicas entre grandes zonas del
planeta, ha implicado en el estado español profundas
transformaciones sociodemográficas. Esta
transformación social repercute también en la
epidemiología de enfermedades como el sida y la
tuberculosis, a menudo vinculadas a situaciones de
desigualdad y marginación socioeconómica. Así,
mientras que hace escasamente dos años el sida tenía
una baja presencia
entre los inmigrantes
extranjeros13,14, los
últimos datos de la
enfermedad en
Barcelona reflejan un
incremento en la
proporción de casos
detectados en
personas de otros
países. De 5.365 pacientes, 5,4% eran inmigrantes,
con una tendencia creciente hasta el 16% del total de
casos de sida en el 2001 (figura 4). Se trata de
individuos jóvenes, que residen con frecuencia en las
zonas socio-económicamente más deprimidas de la
ciudad, y en los que la vía de transmisión
predominante es la sexual. Del mismo modo, el total
de casos de tuberculosis en inmigrantes extranjeros
VIH positivos ha pasado de representar del 10% de
los casos en 1998 al 20% en el año 200015.
Estos datos suponen, una vez más, un reto para los
sistemas de salud pública, que, contando con la
colaboración de otros sectores de la sociedad, deben
contribuir a la adaptación de los programas y recursos
existentes en la prevención y el control de estas
enfermedades. La experiencia de países con mayor
tradición migratoria, contribuye a ilustrar que este
efecto temporal se amortiguará progresivamente y que
las sociedades de acogida tienden a equilibrar estas
situaciones; no así las desigualdades sociales y
económicas, que requieren un esfuerzo activo, tanto
por parte de los responsables políticos y económicos,
como de una sociedad civil implicada y participativa.
0 100 200 300 400 500 600 700 800 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991 1990 1989 1988
Nacidos en España (N=4.195) Nacidos en el extranjero (N=293) Casos
Los últimos datos de la enfermedad en Barcelona reflejan un incremento en la proporción de casos detectados en personas de otros países.
LOS USUARIOS DE DROGAS
POR VÍA INTRAVENOSA (UDI)
La monitorización del VIH en población de alto riesgo
como los UDI es uno de los principales objetivos para
el control de esta infección. En 1996 se estableció un
registro de seroprevalencia del VIH en usuarios de
drogas que iniciaban tratamiento por su consumo en
algún centro de tratamiento de Barcelona ciudad (CAS).
El registro está formado por individuos, y, en el caso de
que un usuario haya hecho más de un inicio de
tratamiento, se considera el último realizado. El total de
consumidores en el registro es de 9.859 usuarios de
drogas ilegales, de los cuales el 70% eran
consumidores de heroína y el 24% de cocaína. Del
total de pacientes, el 78% eran varones, siendo la edad
media al inicio del tratamiento de 31,2 años. El 56% se
había inyectado en alguna ocasión y el 53% había
realizado tratamientos previos de su toxicomanía.
Sobre el total de usuarios de drogas, la prevalencia
global del VIH+ es del 25,3%, observándose una clara
tendencia decreciente durante estos últimos años, que
pasa del 33% en el año 1996 al 22% en el año 2001
(figura 5). Estos datos son congruentes con la
tendencia observada en un estudio previo para
determinar la incidencia de VIH en usuarios de
drogas16. Las prevalencias no son homogéneas según
la vía de consumo, de modo que los inyectores de
drogas presentan unas prevalencias globales del 40%,
mientras que en los no inyectores es del 3,4%.
Al analizar las prevalencias de VIH en los usuarios que
presentan el antecedente de inyección, observamos
en la figura 6 que las mujeres están más infectadas
que los varones (39% frente a 34% en el 2001,
aunque el numero
global de hombres
positivos al VIH es
de 1.096, y el de
mujeres de 355).
Asimismo, las
mayores
prevalencias se dan
en los mayores de
35 años,
observándose prevalencias del 11% en el 2001 en la
población joven menor de 25 años, y prevalencias del
47% en los mayores de 35 años (figura 7). En ambas
figuras, las tendencias decrecientes son claras, a
excepción de los mayores de 35 años, entre los que
se observa un pequeño rebrote en los últimos años,
probablemente debido a la mayor supervivencia del
colectivo. 0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 1991
Fuente: Sistema d'Informació de Drogues de Barcelona.
0 1 2 3 4 5 6 % personas/año %
Tasa de incidencia del VIH Prevalencia del VIH
Figura 5. Prevalencia e incidencia del VIH en usuarios de drogas ilegales que inician
tratamiento, por año. Barcelona, 1991-2001.
0 10 20 30 40 50 60
2001 2000
1999 1998
1997 1996
Hombres Mujeres %
Fuente: Sistema d'Informació de Drogues de Barcelona.
Figura 6. Prevalencia del VIH en UDI que inician tratamiento por año, según género. Barcelona,
1996-2001.
2001 2000
1999 1998
1997 1996
0 10 20 30 40 50 60
%
Fuente: Sistema d'Informació de Drogues de Barcelona.
70
>35 años 25-34 años
<25 años
Figura 7. Prevalencia del VIH en UDI que inician tratamiento por año, según grupo de edad.
El porcentaje de disminución es mayor en el caso de
las mujeres –un 24% de decremento frente a un 20%
en los varones–, probablemente debido a que partían
de prevalencias más elevadas. Desde el año 2000
éstas se parecen más a las de los varones.
Al analizar el descenso porcentual en los distintos
grupos de edad, observamos que, en el grupo más
joven (<25 años), éste ha sido de un 52%, en el de
25-34 años del 32%, y en el grupo de mayores de 35
años del 14%.
Otro sistema de vigilancia de la prevalencia de VIH
implementado en Barcelona es el seguimiento de
jóvenes consumidores activos y reclutados en la calle,
en el proyecto Itinere. El periodo de reclutamiento es
el 2001-2002, y hasta el 30 de abril de 2002 se han
reclutado 217 usuarios activos de heroína menores de
30 años; el 68% eran varones y la edad media era 25
años. El 82% referían haberse inyectado en alguna
ocasión, y, de éstos, el 77% lo había hecho como
mínimo una vez en el último año. La prevalencia global
de seropositivos era del 19% y en aquellos que
referían el antecedente de venopunciones era del
21%, siendo del 3% en aquellos que mencionaban no
haberse inyectado nunca. Si sólo analizamos los 179
inyectores, observamos que en los inicios de
tratamiento las mujeres están más infectadas que los
varones (27% frente a 18%), y que los menores de 25
años presentan prevalencias más bajas (12% frente a
26%) (figura 8).
0 5 10 15 20 25 30
Fuente: Sistema d'Informació de Drogues de Barcelona.
Género Edad
<25 años
25-30 años
Hombres
Mujeres
%
Figura 8. Prevalencia del VIH en jóvenes UDI reclutados en la calle, según género y grupo de
edad. Barcelona, 2000-2001.
LAS NUEVAS
INFECCIONES POR VIH
La mejor aproximación a las características
epidemiológicas de las personas recientemente
infectadas la podemos obtener a partir de los datos
procedentes de un estudio piloto que recoge los
casos de infección del VIH que se diagnostican por
primera vez en alguno de los cuatro hospitales
universitarios de Barcelona. Así, de los 240 casos
diagnosticados entre el 1 de enero de 2001 y abril de
2002, el 78% (187) correspondía a hombres, y la edad
media era de 36 años. El 12% (28) eran UDI, el 30%
(72) HMS, el 27% (66) HTS, el 2% (5) eran casos de
transmisión vertical, y en el 29% (69) se desconocía la
categoría de transmisión. La media de linfocitos T CD4
en el momento del diagnóstico era de 388 cel/mm3.
La atención
Otras iniciativas comunitarias Prevención en jóvenes
La prevención
Intervenciones en usuarios de drogas
LA PREVENCIÓN
Las actividades de prevención del sida van dirigidas
principalmente a evitar nuevas infecciones en la
comunidad. A la luz de los datos existentes, los
esfuerzos principales se han de concentrar en evitar
infecciones entre UDI y
en sus parejas, o la
transmisión perinatal a
partir de éstas. Por su
especial situación, el
medio penitenciario
concentra un volumen
importante de UDI, y se
configura como un
escenario peculiar para
la intervención. Además,
deben hacerse esfuerzos relacionados con la
prevención de la transmisión sexual entre los jóvenes
y entre trabajadores del sexo comercial y sus usuarios.
INTERVENCIONES EN
USUARIOS DE DROGAS
La epidemia de sida ha sido uno de los
acontecimientos más singulares que ha vivido la salud
pública durante el siglo pasado. Sus muy especiales
características epidemiológicas y la complejidad del
contexto social en que se produjo, así como la forma
en que éste condicionó la respuesta, merece un
análisis detallado que permita aprender para el futuro.
En Barcelona, como en el resto de las ciudades
industrializadas de España, a principios de los ochenta
se produjeron rapidísimos cambios sociales que
llevaron a un incremento del consumo de drogas
psicoactivas, principalmente
heroína, consumidas
básicamente por vía
inyectada. Al tiempo que se
producía este fenómeno, la
inseguridad ciudadana
aumentó, lo cual se atribuyó
a los consumidores de
drogas. En este contexto
sociológico, las autoridades
priorizaron inicialmente las
medidas de control de la
oferta y los tratamientos
orientados a la abstinencia,
frente la opción de políticas más basadas en la salud
pública (en 1985 se restringió el acceso a programas
de tratamiento con metadona, justo cuando se
empezaban a observar casos de sida en UDI).
En 1991 se promulgó la ley que permite los
tratamientos con metadona. Barcelona instauró los
primeros programas de reducción de riesgos
–programas de mantenimiento con metadona (PMM) e
intercambio de jeringuillas–, siendo la primera ciudad
española que lo hizo17. Dichas estrategias se
dirigieron, básicamente, a la población más vulnerable
y excluida socialmente: inyectores de drogas y
prostitutas. Los programas implementados, así como
sus objetivos y la población diana, pueden observarse
en la tabla 1.
Los esfuerzos principales se han de concentrar en evitar infecciones entre UDI, en sus parejas, o la transmisión perinatal a partir de éstas. Barcelona necesitaría reducciones mayores en las prácticas de riesgo para conseguir unas tasas de incidencia similares a otros países europeos.
Probablemente, el lapso de tiempo entre la aparición
del sida entre los UDI y la puesta en marcha de
políticas de salud pública, hizo que éstas no pudieran
actuar en el momento en que hubieran sido más
eficaces, como en otras ciudades europeas. Por ello,
aunque las políticas instauradas en Barcelona desde
1991 han demostrado su eficacia (disminución de la
tasa de incidencia de VIH, descenso de su prevalencia,
disminución de la mortalidad por sobredosis...) debido a
la alta frecuencia de la infección, Barcelona necesitaría
reducciones mayores en las prácticas de riesgo para
conseguir unas tasas de incidencia similares a las de
otros países europeos. Para conseguirlas, habrá que
desarrollar políticas de intervención decididas en
campos como los de las salas de venopunción segura,
programas de intercambio de jeringuillas en prisiones,
Tabla 1. Intervenciones y políticas llevadas a cabo en Barcelona para reducir los riesgos de
infección VIH en usuarios de drogas.
Descripción Objetivos Población diana Método Cobertura
Programa de Mantenimiento Pacientes dependientes Facilitar el acceso a los 60% de las mantenimiento con agonistas de heroína tratados mantenimientos con demandas de con metadona para la reducción en los centros de metadona en distintos tratamiento por
de daños tratamiento escenarios: centros de heroína tratamiento, prisiones,
bus móvil, farmacias
Programas de Prevenir los riesgos Usuarios de drogas Intercambios en: farmacias, 58% de los intercambio asociados al consumo por vía endovenosa agentes de salud en la calle, inyectores de jeringuillas (PIJ) endovenoso centros de atención primaria, de la ciudad
autobús de intercambio
Programa de ayuda Prevenir los riesgos UDI en situación de Centro nocturno especializado 90% de los UDI sociosanitaria (SAPS) asociados al consumo exclusión social en educación sanitaria, PIJ, vulnerables
endovenoso y educación atención sociosanitaria y legal, sanitaria higiene y comida
Programa de ayuda Prevenir los riesgos Prostitutas UDI en situación Centro de día con talleres 30% de las sociosanitaria en asociados al consumo vulnerable de educación sanitaria. prostitutas prostitutas endovenoso. Promover Asesoramiento de recursos UDI
auto-cuidados sociosanitarios Programa de Prevenir los riesgos UDI en situación de Programa móvil diurno 100% de los
acompañamiento asociados al consumo exclusión social total especializado en educación residentes para población en endovenoso. Promover que viven en la calle sanitaria, PIJ, atención en el área estado de auto-cuidados. Educación sociosanitaria y legal,
exclusión extrema sanitaria. Facilitar higiene y comida
PREVENCIÓN
EN JÓVENES
Respecto a la prevención del VIH en jóvenes, desde
hace una década el Instituto Municipal de Salud
Pública de Barcelona diseña, evalúa y facilita a las
escuelas intervenciones preventivas de sida dirigidas
al alumnado. El Programa PRESSEC (Prevención del
VIH/Sida en la Escuela Secundaria) pretende reducir
las conductas sexuales de riesgo de los estudiantes
de 4º curso de Educación Secundaria Obligatoria, que
tienen mayoritariamente 16 años18. El programa se
diseñó y evaluó en 1994, y en 2001 fue adaptado y
reeditado. Propone seis actividades dinámicas que el
profesorado aplica en el aula. Las actividades se
basan en un modelo social y cognitivo que intenta
modificar los conocimientos, las actitudes, la norma
social, la autoeficacia y las habilidades preventivas
destacadas en la encuesta FRESC de 1996.
Este programa se evaluó mediante un estudio
casi-experimental en el que participaron 1.708 jóvenes de
17 centros de educación secundaria. Produjo mejoras
en la intención de
conducta (rechazo de
relaciones sexuales no
protegidas en el futuro,
propuesta de relaciones
sexuales seguras en el
futuro), un aumento del
uso del preservativo entre
los adolescentes que
inician sus relaciones
sexuales, un incremento de los conocimientos sobre la
enfermedad, y una mejora de las actitudes respecto a
los preservativos. En 2001 se actualizó la propuesta,
introduciendo las principales sugerencias que los
profesores realizaron tras la implementación del
programa a través de fichas de valoración. Se
actualizaron los datos epidemiológicos sobre la
enfermedad, se acortó el número de sesiones y se
enfatizó el trabajo de las habilidades de negociación
con la pareja. En el año 2001, el 32,8% de los
estudiantes de 4º de ESO participó en el programa.
Hasta un 80% de los centros escolares de Barcelona
ha llevado a cabo alguna vez este programa19. Si bien
la cobertura es mejorable, se compara muy
favorablemente con otros territorios, en los que
muchas de las intervenciones son simplemente
informativas20.
El vídeo ¡De buen rollo! es un instrumento educativo
de prevención del sida, de otras infecciones de
transmisión sexual y de los embarazos no deseados
entre jóvenes de 15 a 19 años no escolarizados o
integrados en programas de garantía social, dirigidos
a la inserción laboral por medio de un currículo
paralelo. El vídeo, desarrollado por educadores de
calle, de centros de formación laboral y adolescentes,
presenta una serie de situaciones en la vida de un
grupo de jóvenes relacionadas con la vida, el amor, la
pareja, las relaciones sexuales y la pareja. Incluye una
guía didáctica para el educador y un estuche con
Hasta un 80% de los centros escolares de Barcelona ha llevado a cabo alguna vez el programa PRESSEC.
preservativo para los jóvenes. La propuesta se dirige a
educadores de centros de formación no reglada y de
espacios de reunión de jóvenes, aunque también
puede ser utilizado en el ámbito escolar. Recibió
financiación europea, y hasta el momento se han
suministrado más de 400 ejemplares a mediadores, de
los que 180 no son de la ciudad de Barcelona.
El catálogo Recursos Educativos de Prevención del
Sida, editado en 1998, recopila y valora según
estándares, programas, vídeos y otros materiales
escolares de prevención de sida publicados en
España a partir de 199021,22. Para cada programa y
material recopilado se presenta una ficha descriptiva y
comentarios sobre los aspectos destacables y los que
se pueden mejorar. Los programas se valoran a partir
de criterios de calidad recomendados: aspectos que
se trabajan (información, actitudes, opiniones,
creencias, habilidades, conductas), modelo teórico de
base (sí/no), persona que aplica el programa
(profesorado, profesional externo, voluntarios, otros),
trabajo de conductas de riesgo (sí/no), y metodología
(activa/no activa). El catálogo pretende aportar a
docentes y profesionales que trabajan en el campo de
la prevención de sida un mejor conocimiento y una
selección de los materiales disponibles en el país. Se
recopilaron 14 programas educativos de prevención
del sida dirigidos a los alumnos, 3 programas de
prevención del sida dirigidos a los educadores, 4
programas de educación afectivo-sexual que incluyen
la prevención del sida, 19 vídeos y 20 materiales
diversos. Teniendo en cuenta los programas y
materiales recopilados y su valoración, se
seleccionaron los de mayor calidad y se pusieron a
disposición del profesorado de educación secundaria
de la ciudad a través de la red de centros de recursos
pedagógicos que cubre a todos los distritos.
Por último, el programa Parlem clar (Hablemos claro)
intenta reducir las conductas sexuales de riesgo entre
los adolescentes del primer curso de educación
secundaria postobligatoria. Está basado, en parte, en
la educación por iguales y,
además de proponer
actividades en el aula,
incorpora medidas en el
entorno escolar que
pretenden facilitar el acceso
de los jóvenes a los
preservativos y a recursos
de atención a la salud
sexual. Parlem clar trabaja
los conocimientos, la
percepción del riesgo, las
opiniones sobre los
preservativos, el entrenamiento en comunicación y el
acceso a los recursos de la comunidad. Este
programa se diseñó con financiación de la Fundación
para la Investigación y la Prevención de Sida en
España y se evaluó durante el curso escolar
2000-2001 mediante un ensayo comunitario de intervención
en el que participaron 730 alumnos de centros de
Barcelona. Los primeros resultados de la evaluación
indican una mejora en los conocimientos, un aumento
de la percepción de susceptibilidad y de la gravedad
de la enfermedad, de la capacidad de comprar
preservativos, de convencer a la pareja habitual y a la
El programa
Parlem clar
(Hablemos
claro) intenta
intención de rechazar una relación no protegida. Se
llevaron a cabo grupos focales complementarios a la
evaluación cuantitativa que constataron la satisfacción
de los alumnos por su participación en el programa.
Desde el curso escolar 2001-2002 el programa Parlem
clar se ha incorporado a la oferta de programas
educativos del Ayuntamiento de Barcelona.
Además de las propuestas directamente municipales,
existen múltiples actividades preventivas llevadas a
cabo por centros asistenciales. Los centros de
atención a la salud sexual y reproductiva del Servei
Català de la Salut, creados en el año 2000 al integrar
los centros municipales de orientación y planificación
familiar con el Plan de Atención a la Mujer, disponen
de una tarde semanal en la que atienden
exclusivamente a población joven. El Centre Jove
d’Anticoncepció i Sexualitat, del que es titular la
Federación de Asociaciones de Planificación Familiar
de España, y que recibe financiación de las
administraciones municipal, autonómica y central,
ofrece atención y talleres preventivos a adolescentes
desde hace 10 años. La administración autonómica
proporciona preservativos a los centros de atención a
la salud sexual y reproductiva, y realiza campañas de
prevención en jóvenes, como la llevada a cabo en
OTRAS INICIATIVAS
COMUNITARIAS
Se han potenciado y desarrollado estrategias
multisectoriales con los objetivos de reducir los casos
de infección por el VIH/sida, disminuir los riesgos de
transmisión, facilitar el acceso a los servicios
sanitarios y asistenciales,
suscitar una respuesta
social activa y solidaria y
luchar contra las
desigualdades y la
injusticia social que pueden
darse en torno a esta
pandemia. En Barcelona,
ciudad con una red de
voluntariado muy activa y
amplia, y con una gran
tradición de movilización
social para afrontar
problemas colectivos, el
número de asociaciones,
colectivos, federaciones y
entidades activas en sida es muy alto. En la tabla se
describen los principales centros de interés y actividad
de las entidades de trabajo en sida de Barcelona. La
mayor parte de acciones, además de trabajo
voluntario y donaciones privadas, recibe apoyo
económico y logístico de las administraciones local,
autonómica y/o central.
Tabla 2. Actividades de grupos y
organizaciones relacionados con el sida en Barcelona, 1986-2002.
Prevención
Edición de materiales preventivos
Programas de prevención y sensibilización dirigidos a población general
Programas de prevención y sensibilización dirigidos a poblaciones específicas:
Usuarios de drogas por vía parenteral Programas de atención y prevención a las drogodependencias
Programas de reducción de daños Programas de mantenimiento con metadona Puntos de intercambio de jeringuillas Jóvenes
Mujeres
Trabajadores/as del sexo Reclusos
Gays y lesbianas Inmigrantes y refugiados
Actividades de formación a mediadores y agentes de salud
Tratamiento
Divulgación de los principales avances de la investigación médica Recogida de fármacos de reciclaje
Atención a las consultas sobre tratamientos vía telefónica o vía correo electrónico
Programas de adhesión terapéutica
Grupos de autoayuda a la adhesión al tratamiento antirretroviral Promoción del transplante de órganos a personas seropositivas
Apoyo
Grupos de ayuda mutua para personas seropositivas y sus familias Programas de acompañamiento
Counseling y soporte psicológico a afectados por el VIH/sida Asesoramiento social y jurídico
Centros residenciales y/o de acogida Atención domiciliaria
Otros
Centros alternativos para la prueba de detección de anticuerpos Dinamización y formación de voluntariado
Servicios de consulta telefónica y on line Actividades de investigación y estudios
LA ATENCIÓN
Los afectados residentes en la ciudad reciben
atención sanitaria proporcionada por el Servei Català
de la Salut (SCS), en la que destaca el protagonismo
de los hospitales universitarios. El coste de los
tratamientos, incluyendo la terapia antiviral
combinada, pivota sobre el SCS. No parece haber
problemas de acceso al tratamiento. De hecho, está
documentada la
entrada de personas
de otros países para
acceder a la terapia
antiviral en España.
Como en otros países
del sur de Europa, una
parte importante de los
casos en la ciudad se relaciona con el uso de drogas
no institucionales, especialmente por vía parenteral.
Entre los afectados que son directamente usuarios de
drogas, sus parejas y las infecciones perinatales de
los hijos de madres infectadas por las vías anteriores
suman más de la mitad de los casos acumulados.
Los afectados residentes en la ciudad reciben atención sanitaria pública, incluyendo la terapia antiviral combinada.
Coordinadora Gai-Lesbiana Stop Sida
El 36% de los pacientes UDI que iniciaron tratamiento
en el año 2001 y el 18% de los UDI activos
contactados en el estudio Itinere eran seropositivos:
estas prevalencias muestran la importancia de la
infección (aunque afortunadamente sean inferiores a
las descritas años atrás). Por tanto, integrar la
prevención en la rutina de los centros de atención y
seguimiento a las drogas
tiene una gran importancia.
También es importante el
esfuerzo por integrar el
cribado del VIH en su
actividad, y el enlace con los
demás centros asistenciales.
Desde la aparición del sida,
los centros de atención a las
drogas han tenido que
afrontar el reto de no limitarse a dar respuesta
asistencial a las personas dispuestas a abandonar su
adicción, sino a integrar programas capaces de
alcanzar a muchos otros usuarios de drogas para
evitar las peores consecuencias de la adicción. Estos
programas, basados en las terapias con metadona, se
han visto reforzados con los programas de abordaje
reducción de riesgos. Los centros municipales de
atención a las drogas han tenido en Barcelona un
protagonismo especial en este campo, y los servicios
de sanidad penitenciaria también, dada la frecuencia
con que las personas adictas a drogas acumulan
problemas legales y el ingreso en prisión.
Una proporción relevante de estas personas sufre
además de problemas de salud mental (lo que se
suele denominar “patología dual”): en el estudio Itinere
se ha establecido que los presentan un 40% de los
actuales usuarios de heroína y cocaína. Muchos tienen
dificultades para ser atendidos con una visión integral,
por ser los dispositivos de salud mental y los de
atención a las drogas dispositivos monográficos.
Aunque desde la atención primaria de salud se han
hecho esfuerzos, especialmente en centros de algunas
zonas con mayor prevalencia del problema, estos
pacientes suelen superar la disponibilidad de recursos
de los centros de atención primaria.
Como en otras enfermedades crónicas que generan
invalidez, muchos afectados sufren problemas
sociales graves. En este caso, a la enfermedad en sí
misma se añade con frecuencia la adicción, y quizás
un problema psiquiátrico. Pero en gran parte estos
problemas se asocian a la pobreza, al paro, a la falta
de domicilio fijo y a la incapacidad de competir en un
mercado de trabajo cada vez más exigente. Algunos
tienen cargas familiares. Al tiempo, los dispositivos de
ayuda a las personas en situación precaria (renta
mínima de inserción social, vivienda social...) tienen en
nuestro país una cobertura limitada. Por ello, un
subgrupo de afectados se encuentra realmente en
situación de marginalidad extrema.
EL APOYO A
LOS AFECTADOS
Y LA REINSERCIÓN
Desde el inicio de la epidemia, la respuesta social en
la ciudad se articuló por una parte sobre los servicios
públicos de atención sanitaria y social, y por otra parte
en organizaciones de
afectados y de servicio a
los afectados. El
movimiento por los
derechos civiles de los
homosexuales fue capaz de
articular precozmente una
respuesta orientada a la
prevención y al apoyo social
a las víctimas, luchando al
tiempo contra la
marginación y una
representación social
distorsionada de la
enfermedad. Pronto surgieron diversas organizaciones
de servicio a los afectados, creadas por profesionales
sensibilizados, que cubrieron funciones de acogida y
orientación y de apoyo emocional, así como otros
servicios más prácticos y acciones de sensibilización
social y de prevención. Las administraciones públicas
apoyaron estas iniciativas, y desde hace años existe
un marco estable de financiación para acciones
desarrolladas por las organizaciones no
gubernamentales, con convocatorias públicas y
financiación del Ayuntamiento, de la Generalitat y de la
administración central y la Unión Europea. Gracias a
estas iniciativas ha sido posible cubrir segmentos de
población con los que los servicios públicos tienen
dificultades de contacto o de comunicación, así como
prestar servicios que permiten salvar dificultades
especiales.
Se han creado agrupaciones para facilitar la
comunicación entre entidades, como la Federación
Catalana de ONG de Servicio en Sida o el Comitè 1er
de Desembre, la plataforma unitaria de ONGsida de
Cataluña que facilita el intercambio de información,
promueve la lucha solidaria contra el sida, la
normalización social y la lucha contra la discriminación
de las personas seropositivas y facilita la participación
de las ONG en las políticas generales de sida en el
territorio y su relación con organismos y entidades
estatales e
internacionales. A
raíz de la
organización de la
XIV Conferencia
Internacional sobre
Sida en Barcelona,
se ha puesto en
marcha la red2002.
Se trata de una
agrupación de
ONGsida de Cataluña, España, América Latina y el
área mediterránea, que desde un espacio central
situado en Barcelona estimula la creación de
propuestas, garantiza una distribución general e
intenta sintetizar proyectos.
Se ha puesto en marcha la red2002, una agrupación de ONGsida de Cataluña, España, América Latina y el área mediterránea, desde un espacio central situado en Barcelona.
En la ciudad de Barcelona, la existencia del Grupo de
Trabajo sobre el Sida dentro del Consell Municipal de
Benestar Social ha ofrecido un espacio de reflexión,
intercambio y coordinación entre la administración
local, la red asociativa más preocupada por el sida, y
las grandes organizaciones de nuestra sociedad civil.
Este grupo, creado en 1996 a instancias de un
acuerdo del Consejo Plenario municipal, se ha reunido
periódicamente desde entonces, formulando cada
curso una serie de recomendaciones y propuestas a
las administraciones públicas, y desarrollando una
serie de discusiones en torno a diversos problemas
que han favorecido una respuesta más vertebrada y
compartida de sociedad civil y administración pública,
aunque algunos problemas identificados no han tenido
todavía una respuesta suficientemente clara.
En los últimos años, con el desarrollo de los
tratamientos antivirales y la mejora de la expectativa
de vida de los afectados, pasan a primer plano nuevas
necesidades. Entre éstas, destacan los servicios de
acompañamiento para personas con mayores
dificultades para hacer un uso normalizado de los
servicios sanitarios y sociales, así como las
necesidades de apoyo económico y social a los
subgrupos de afectados en situación más precaria. Un
mercado de trabajo cada vez más competitivo expulsa
a las personas con dificultades que intentan procesos
de reintegración. Por ello, las empresas de economía
social están llamadas probablemente a jugar un papel
más importante en este campo.
Stop Sida
Y PROPUESTAS
El futuro
EL FUTURO
Las grandes tendencias que se apuntan configuran
una situación en la que el sida se mantiene en la
ciudad, con una incidencia a la baja en comparación
con la situación anterior, pero con un volumen
relevante de afectados entre los residentes adultos
hasta las edades medias. Dejando aparte la infección
entre los grupos de alto riesgo que utilizan drogas no
institucionales, el riesgo de transmisión venérea
comporta un goteo de nuevos afectados. En este
sentido, el sida se presenta cada vez más de forma
comparable a la sífilis antes de la disponibilidad de los
antibióticos: como una enfermedad infecciosa y
crónica, con un volumen relativamente pequeño de
nuevos afectados,
que golpea en
todas las clases
sociales pero es
más frecuente en
determinados
ambientes. Se trata
de un patrón menos
epidémico, pero no
deja de ser una
situación costosa
en términos
sociales, sanitarios y de sufrimiento. Los tratamientos
antivirales han mejorado la esperanza de vida de los
afectados y su calidad, pero no han podido curarlos.
Las vacunas en curso de experimentación parecen
prometedoras, pero aún no han mostrado resultados
aplicables.
Por ello, y además de alentar los esfuerzos de
investigación habrá que mantener las políticas de
prevención, de contacto precoz del sistema asistencial
con los afectados, y de apoyo y sensibilización social.
La situación de los afectados en situación más frágil,
o que acumulan otros problemas de salud y sociales,
requerirá una atención creciente.
Además de alentar los esfuerzos de investigación habrá que mantener las políticas de prevención, de contacto precoz del sistema asistencial con los afectados, y de apoyo y
sensibilización social.
PROPUESTAS
Los ejes definidos desde 1998 en el Plan Municipal
para la Prevención y el Control del Sida en la ciudad
siguen siendo válidos. Es evidente que la política
respecto al VIH/sida no puede hacerse sólo desde la
administración municipal, ya que la administración
autonómica y la central tienen recursos,
responsabilidades y competencias claras. La
colaboración, la comunicación y la coordinación son
cruciales, y, además, han de tener en cuenta la
existencia de un abanico de organizaciones y grupos
ciudadanos que trabajan en este campo. Por otra
parte, el Plan de Salud de Cataluña y su concreción
en la ciudad ofrecen una referencia para las acciones
a desarrollar desde
el sector sanitario.
Para la política
municipal frente al
sida, es clave el
abordaje
intersectorial de la
enfermedad y sus
consecuencias
desde una
perspectiva de
bienestar social. No puede ser una política limitada a
los servicios municipales, sino para el conjunto de la
ciudad, y debe impregnar la acción de todos los
dispositivos que operan en Barcelona. Hay una
voluntad decidida de potenciar la acción social frente
al VIH/sida, y por tanto de colaborar con las
organizaciones ciudadanas que son activas en este
terreno. El Consell de Benestar Social ofrece un marco
privilegiado en este campo.
Se plantean cuatro grandes principios: el respeto por
la diversidad de valores, normas y estilos de vida
personal; el reconocimiento de que cada persona es
responsable individualmente ante sí misma y los
demás de sus acciones; la opción por favorecer la
reducción de riesgos ante la infección, facilitando el
acceso a los instrumentos de prevención y su uso; y el
respeto al derecho de los ciudadanos a la prestación
de los servicios sanitarios, educativos y de otro tipo
garantizados por las leyes. Aunque la política
municipal no pretende suplantar el rol de los otros
agentes, sí quiere impregnar el conjunto de servicios
existentes en la ciudad con esta perspectiva.
Las prioridades han de relacionarse con tres factores:
los factores modificables ligados a la infección, las
competencias y recursos municipales, y las acciones
de otros agentes sociales
e institucionales. A partir
de estas
consideraciones, se cree
que el objetivo general
de la política municipal
ha de seguir siendo
mejorar la prevención y
el control del sida en
Barcelona, manteniendo
una respuesta social
activa y solidaria. Para
ello se propone centrar
los esfuerzos en torno a tres grandes objetivos:
reducir la incidencia de la infección por el VIH y la del
sida; conocer la situación de la epidemia de VIH/sida y
sus tendencias; y suscitar una respuesta social activa
y solidaria. Los objetivos para el próximo período se
relacionan en la tabla 3.
Se plantea la necesidad de desarrollar algunas
acciones prioritarias que pueden tener mayor impacto
en la prevención. Para ello, y a la luz de la información
presentada anteriormente se plantean las siguientes
conclusiones y recomendaciones:
• El sida en Barcelona (como en el resto de Cataluña y
España, y otros países del sur de Europa), presenta
características diferenciales, como el mayor
porcentaje de casos en UDI y la elevada frecuencia
de tuberculosis como enfermedad diagnóstica de
sida.
• En relación con los UDI, la extensión de programas
de disminución de riesgos (programas de
mantenimiento con metadona, intercambio de
Tres grandes objetivos: reducir la incidencia de la infección por el VIH y la del sida; conocer la situación de la epidemia; y suscitar una respuesta social activa y solidaria. Para la política
tasa de incidencia. Todos los sistemas de
información implementados en Barcelona para
monitorizar la prevalencia de VIH en UDI indican que
éstas han bajado de forma significativa desde el año
1991, aunque se observa una moderación del
descenso en los años 1999-2001.
• Si bien los decrementos de la proporción de
infectados son importantes, persisten prevalencias
altas (21 o 22% según población analizada),
superiores a las de otros paises de Europa en la
misma población de riesgo.
• Si se observa la proporción de infectados en
usuarios de drogas –inyectores o no– observamos
descensos más importantes que en UDI. Esto es
debido al cambio de vía principal de consumo:
actualmente, el consumo inyectado es minoritario, y
persiste sólo en colectivos cerrados y en
determinadas zonas de la ciudad. Afecta a una
población excluida que presenta un riesgo mayor
que el grueso de usuarios de drogas psicoactivas.
• Las mujeres que usan drogas no institucionales
presentan prevalencias de infección más elevadas
que los varones y, probablemente, esto es debido a
que al riesgo de inyección se suma el riesgo sexual:
un alto porcentaje de mujeres consumidoras de
drogas practica la prostitución para costear su
consumo.
• Los grupos más jóvenes de usuarios de drogas
presentan prevalencias más bajas y con porcentajes
de decremento importantes. Las cohortes de mayor
edad presentaron declives en la prevalencia de
infección hasta el año 1998. A partir de este año se
observa un estancamiento de la misma,
probablemente debido al aumento de la
supervivencia del colectivo. Es decir, en los primeros
años el declive era por la mortalidad y en los últimos
años ha descendido gracias a los nuevos
tratamientos antirretrovirales.
• Actualmente, el consumo inyectado de drogas
psicoactivas se está acantonando en una
determinada población, la mayoría de la cual son
personas socialmente excluidas que no se
mantienen en tratamiento por su toxicomanía –ni en
programas con metadona– y que presentan
prácticas de consumo de alto riesgo (comparten
utensilios y parafernalia de inyección, se inyectan en
zonas de alto riesgo, carecen de la mínima
Tabla 3. Objetivos para la prevención
y el control del VIH/sida en Barcelona.
1. Reducir la incidencia de la infección por el VIH y la del sida
Actuar para reducir el riesgo de transmisión sexual
Desarrollar acciones para reducir el riesgo entre los UDI y otros usuarios de drogas no institucionales
Facilitar el acceso precoz de infectados y enfermos al sistema asistencial y a las organizaciones de ayuda mutua
2. Conocer la situación de la epidemia de VIH/sida y sus tendencias
Mantener el sistema de vigilancia activa del sida, incorporando la monitorización de la infección
Profundizar en el conocimiento de la distribución de las prácticas preventivas y de riesgo en distintos grupos de población
3. Suscitar una respuesta social activa y solidaria
Mejorar la colaboración con las organizaciones sociales Mantener el problema del VIH/sida en la agenda ciudadana
Stop Sida
higiene...). Dispositivos de venopunción segura en
las áreas de mayor consumo inyectado posibilitarían
que se educara en técnicas de venopunción segura,
y facilitarían un apoyo mínimo –comida, higiene,
lavandería...– para reducir riesgos, tanto de infección
por sida como por otras causas.
• Los otros programas de disminución de daños que
se están llevando a cabo en la ciudad de Barcelona
desde el año 1991 –programas de mantenimiento de
metadona, intercambio de jeringuillas...– tendrían
que mantenerse. Los programas de intercambio de
jeringuillas deberían entrar en los centros
penitenciarios, como en su día los programas de
metadona, ya que actualmente es en las cárceles
donde se concentra el problema de las jeringuillas
compartidas.
• La introducción del tratamiento antituberculoso
directamente observado en estos pacientes, ha
disminuido la difusión de la tuberculosis entre los
infectados por el VIH, lo que ha evitado diagnósticos
de sida en este colectivo.
• Con la introducción generalizada de las nuevas
terapias antirretrovirales se aprecia un brusco
descenso de la mortalidad y de los nuevos casos de
sida. Barcelona necesita ahora reducciones mayores
en las prácticas de riesgo. Paralelamente, se
observa una tendencia creciente de la transmisión
heterosexual, que, desde 1996, ha superado a la de
los hombres con prácticas homosexuales.
• La prevención de la transmisión sexual entre los
jóvenes plantea problemas concretos, por los que es
necesario continuar e implementar programas
especialmente dirigidos a ellos, sin olvidar la
prevención sexual en el resto de la población.
• Se deben continuar los esfuerzos para mejorar la
aceptabilidad de la prueba diagnóstica del VIH,
promoviendo la confidencialidad para evitar la
discriminación, e informando sobre los beneficios
que actualmente ofrece ya la terapia.
Abstract
Relación de personas que han participado en el Grup de Treball sobre la Sida del Consell Municipal de Benestar Social, 1996-2002
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Sra. Ana Altabas Sra. Montserrat Borràs Sra. Teresa Brugal Sra. Esther Busquets Sra. Elena Caballero Sra. Gemma Calvet Sra. Inma Campo Sr. Josep F. Canal Sra. Isabel Canudas Sra. Àngels Cardona Sr. Xavier Carné Sr. Jordi Casabona Sra. Rosa M. Casanovas Sr. Jordi Casas Sr. Claudio Castillo Sr. Joan A. Caylà Sra. Judith Cobeña Sra. Mónica Cortés Sra. Jordina Cunill Sr. Xavier de Vega Sr. Sotero del Campo Sra. Elia Díez Sra. Gemma Escalé Sr. Josep Farrés Sr. Dovirgen Fernández Sra. Rosa Font Sra. Laura Fontova Sra. M. Antònia Fort Sra. Maria Franquesa Sr. Juan Rafael Gálvez Sra. Patricia García de Olalla Sra. Pilar Garriga
Sr. Carles Gil Sr. Albert Giménez Sr. Josep Gramunt Sr. Rafael Guaita
Sr. Antonio Guirado Sra. Ana Gutiérrez Sr. Santi Hernández Sr. Miquel Huertas Sra. Victoria Huguet Sr. Jesús Husillos Sra. Anna Jardí
Sr. José A. Jiménez i López Sra. Olga Juárez
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Sra. Mercedes Pérez Oliva Sr. Oriol Pérez i Sugrañes Sr. Guillermo Pezzi Sra. Llum Polo Sra. Montserrat Pont Sra. Joana Prats Sr. Aleix Puiggalí Sr. Ferran Pujol
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Sra. M. Eugenia Sánchez Carreté Sra. Cristina Sanclemente Sra. Marta Sanromà Sra. Maria Sanz Sra. M. Teresa Sirgado Sra. Pilar Solanes Sr. Miquel Solsona Sr. Xavier Tamayo Sr. Lluís Tarruell Sr. Lluís Torralba Sra. Marta Torrents Sr. Xavier Tort Sra. Carme Trilla Sra. Carme Turró Sra. Laura Valenzuela Sra. Roser Vallribera Sr. Joan R. Villalbí Sr. Jofre Villanueva Sr. B. Villareal Sra. M. Antònia Villoria Sr. Josep M. Vinué Sra. Cristina Visiers Sra. Cati Zaragoza