Los Reyes Magos
Mt 2, 1-12
Cuando nació Jesús, en Belén, llegaron unos sabios de Oriente que hoy conocemos como los Reyes Magos. No estamos seguros cuántos fueron, pero la Tradición dice que son tres y hasta les ha puesto nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar.
Lo que sí sabemos fue lo que ocurrió en Belén, en tiempo del rey Herodes.
¡Hola!, yo soy uno de los magos que fuimos desde el Oriente a ver al Niño. Y te quiero platicar lo que sucedió.
Algunos magos y yo… pero no te imagines que somos magos de los que sacamos conejos de los sombreros, sino somos personas que nos dedicábamos a estudiar las estrellas.
Nosotros creíamos que cuando nacía un gran personaje, como un rey, aparecía en el cielo una nueva estrella.
Nosotros vimos aparecer una estrella, y por eso supimos que había nacido un Rey.
Pero no cualquier rey, sino un Rey muy importante. El Rey más importante de todo el mundo.
Todos queríamos ir a conocerlo.
Pero no sabíamos dónde había nacido.
Sin embargo, la propia estrella nos dio la respuesta. Favor de leerse antes del
3 de enero
Esta estrella era milagrosa, pues comenzó a guiarnos y nos llevó hasta Jerusalén.
Mis amigos y yo, llegamos a Jerusalén.
Sabíamos que ahí estaba un rey que se llamaba Herodes, por eso fuimos a preguntarle a él: «¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»
Pero el rey Herodes, en lugar de contestarnos, se puso muy nervioso y también toda la gente importante de Jerusalén.
El rey mandó llamar a las personas que conocían las Escrituras y les preguntó dónde había dicho Dios, a través de los profetas, que iba a nacer el Mesías.
Yo no entendía bien, por eso pregunté: ¿Dios mismo les ha anunciado dónde va a nacer el Mesías?
Y uno de los que sabía mucho, que le decían escriba, me contestó: Sí. Dios nos lo ha dicho.
Volví a preguntar: ¿De qué forma Dios les ha hablado? El escriba me dijo: Dios nos ha hablado a través de los profetas. Los profetas son personas como nosotros, pero han sido elegidos por Dios, para recibir sus secretos y luego comunicárnoslos.
Pregunté: ¿Y qué les ha dicho el profeta, de parte de Dios? El escriba me contestó: Que en Belén, nacerá el Mesías.
Pregunté: ¿El Mesías?
El escriba me contestó: El Mesías es el nuevo y auténtico Rey, ungido por Dios, para pastorear al pueblo de Israel, el pueblo de Dios.
Entonces Herodes nos llamó aparte para preguntarnos cuándo había aparecido la estrella.
Después, nos envió a Belén, y nos dijo: «Averigüen cuidadosamente sobre ese niño. Y cuando lo encuentren, avísenme, para ir yo también a adorarlo.»
Nosotros nos pusimos en camino hacia Belén. Íbamos muy emocionados, pues encontraríamos al Mesías, al Rey ungido por el mismo Dios.
Por otro lado, yo me preguntaba: ¿Por qué Herodes y las demás personas importantes no vienen con nosotros? ¿No se han dado cuenta que ha nacido el Mesías?
Mientras pensaba en eso, un amigo nos gritó: ¡Miren el cielo, ahí está la estrella que habíamos visto en el Oriente. Otra vez va delante de nosotros!
Todos nos alegramos muchísimo.
Recorrimos unos 8 km. hasta que la estrella se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.
Entramos en la casa y vimos al Niño con María su mamá. Inmediatamente nos postramos y le adoramos. Queríamos darle a entender con nuestras palabras y también con
nuestro cuerpo, que Él era el Rey de reyes, el Grande; y que nosotros en cambio éramos pequeños, insignificantes
comparados con Él. Por eso nos postramos, acostándonos en el piso, para hacernos chiquitos delante de Él.
Luego abrimos nuestros cofres y le ofrecimos tres regalos.
Le dimos oro, incienso y mirra. Tal vez tú hubieras preferido unos juguetes, pero al darle el oro, queríamos reconocer en Jesús al Rey.
Al darle el incienso, reconocíamos que Jesús es Dios.
Y al darle la mirra, reconocíamos que Él era un hombre.
Y el regalo que desde ese día le dimos hasta el último día de nuestra vida, fue nuestro corazón. Luego, Dios nos avisó a través de un sueño que no volviéramos con Herodes, y por eso nos regresamos a nuestro país por otro camino.
Tú también puedes ofrecerle a Jesús tu oro, tu incienso y tu mirra. ¿Tú qué le puedes dar a Jesús el Rey?
¿Qué le puedes dar a Jesús nuestro Dios? ¿Qué le puedes dar a Jesús el hombre?
Y tenemos más de una estrella que nos guía a Jesús: el Espíritu Santo, la Virgen María, y hacer la voluntad de Dios. Síguelos para encontrar a Jesús. Entonces podrás bendecirlo y adorarlo, como lo hicimos hace 2000 años los Reyes Magos.
Michel Pellat
Completa las siguientes palabras horizontalmente, con las letras que hagan falta. Estas palabras están enlistadas abajo. Y encuentra la palabra que se repite de los dos lados.
B L E M G S R I N I N I S E R E A A O R R I Ñ E S I J U S M R I D O R E A L REGALOS ESTRELLA MARIA MAGOS ADORAR INCIENSO BELEN NIÑO ORIENTE JESUS MESIAS REGALOS
___________________________ es la palabra que se repite.
Elsa Yebra
SABÍAS QUE…
La tradición de la rosca de reyes está ligada a la visita de los Santos Reyes al Niño Dios.
Toda la familia y los amigos se reúnen en la noche del 6 de enero, para cortar la rosca y encontrar al Niño Dios.
Como los Reyes Magos fueron primero a Jerusalén buscando al Niño Dios y no lo encontraron y luego a Belén y ahí lo hallaron y lo adoraron; así, quien parte un pedazo de rosca quiere encontrar al Niño Dios.
Quien lo encuentra se pone tan feliz que lleva al Niño Dios del Nacimiento de la casa en donde se cortó la rosca, a la iglesia más cercana, para ser bendecido el 2 de febrero, día de la Candelaria, día en el que celebramos que Jesús es la luz del mundo. Y además invita a toda su familia y amigos a tomar tamales y atole.
A cocinar: Elaboración de la “ROSCA DE REYES”
Siempre lávate las manos antes de empezar a cocinar.
Ingredientes:
½ kg. de harina de trigo ½ taza de azúcar
¾ taza de mantequilla 3 huevos
3 yemas (pídele a un adulto que te ayude a separarlas) 1 sobre de levadura en polvo (11 g)
½ cucharadita de sal 1 naranja
2 cucharaditas de leche
Para la decoración de la rosca:
6 cucharadas de margarina ½ taza de azúcar glass
2 yemas (pídele a un adulto que te ayude a separarlas) ¾ taza de harina
90 g. de acitrón cortado en tiras
4 higos cristalizados cortados en tiras 1 naranja cristalizada cortada en tiras 1 huevo ligeramente batido
Azúcar para espolvorear
Muñequitos de plástico, que representan al Niño Dios
Procedimiento:
La elaboración de esta rosca, será al mismo tiempo un juego, para recorrer el camino que tuvieron que seguir los Reyes magos, para encontrar al Niño Dios.
Los Magos observaban con mucho cuidado el cielo. Así tú, lee con mucha atención la lista de ingredientes.
¿Te fijaste en qué parte de la lista aparecen las palabras:
Niño Dios
? Los Magos al ver la estrella nueva, prepararon todas sus cosas para irhasta el Niño.
Tú, al igual que ellos, ten a la mano todos los ingredientes. Los Magos se pusieron en camino y después de largo rato, llegaron a Jerusalén.
Pídele a un adulto que ponga a calentar ½ taza de agua. Cuando esté tibia espolvorea la levadura sobre ella. Luego añade 2 cucharadas de harina y déjala reposar en un lugar caliente durante 20 minutos. (Es importante que seas paciente, así como los Magos, para que la levadura se pueda fermentar y así pueda esponjar la rosca).
Mientras tanto, cierne el resto de la harina junto con la sal, y vacíalas en una mesa de trabajo, haciendo un hueco al centro. ¡Ya llegaste a Jerusalén!
Los Magos fueron a preguntarle a Herodes, ¿dónde había nacido el rey de los judíos?, pues han visto su estrella en el Oriente y quieren adorarlo. Toma la naranja e imagina que es el rey Herodes. Puedes preguntarle lo mismo que los Magos.
El rey, en lugar de contestarles, se puso muy nervioso y mandó llamar a las personas que conocían las Escrituras.
Lleva la naranja al agua y al jabón, imaginando que son los escribas. Lava la naranja perfectamente.
Un escriba le contestó a Herodes, que en Belén nacería el Mesías. Seguramente a Herodes esta noticia no le cayó nada bien, pues tendría que competir con otro rey. Seguramente se le amargó el día.
Así es que toma la naranja y raya la cáscara, hasta obtener 1 cucharadita de ralladura. (Procura mantener tus dedos alejados del rallador, para que no te cortes. Cuando aparezca la piel blanca de la cáscara, no sigas rayando en esa zona, pues es muy amarga).
Herodes envió a los Magos a Belén a buscar al Niño.
Tú iniciarás tu camino a Belén, pidiéndole a un adulto que te ayude a derretir la mantequilla. Luego bate ligeramente los huevos y vacíalos en el hueco de la harina, junto con las yemas, el azúcar, la ralladura de naranja, la leche, la mantequilla derretida y la levadura disuelta. Mezcla solamente los ingredientes del centro. Todavía no mezcles la harina. Déjalos reposar por 15 minutos o hasta que se empiecen a formar pequeñas burbujas. Mientras, engrasa un recipiente en donde colocarás la masa. Y engrasa y enharina una charola para hornear.
Ahora, poco a poco ve incorporando la harina al hueco, hasta que con la masa formes una bola. La bola debe quedar lo más lisa posible.
Colócala en el recipiente engrasado, y cúbrela con un paño limpio y húmedo y déjala reposar hasta que aumente su volumen al doble.
Aprovecha el tiempo del reposo para hacer la decoración de la rosca:
Bate la margarina hasta que esté cremosa y sin dejar de batir agrégale el azúcar glass, las yemas y la harina. Esta mezcla déjala aparte.
Toma el acitrón, los higos cristalizados y la naranja cristalizada y córtalos en tiras (siempre usa una tabla para picar, para evitar que el cuchillo o la fruta se te resbalen y te cortes).
Se amasa la bola y se le da la forma de rosca y se deja esponjar en un lugar caliente durante 50 minutos.
Recuerda que los Magos recorrieron unos 8 km. hasta que la estrella se detuvo encima de la casa en donde estaban María y el Niño Dios. Imagina que el horno es la casa.
Pídele a un adulto que precaliente el horno a 250º C.
Bate ligeramente un huevo.
Recuerdas ¿cuántos regalos le llevaron los Magos al Niño Dios?
Le llevaron oro, que tú representarás con la naranja cristalizada.
Le llevaron incienso, que tú representarás con los higos cristalizados.
Y le llevaron mirra, que tú la representarás con el acitrón.
Decora la rosca, formando unas bandas con la mezcla reservada anteriormente. Presiona sobre estas bandas, algunas tiras de fruta cristalizada.
Con una brocha unta la rosca con el huevo batido y espolvorea las bandas con azúcar.
Los Magos entraron a la casa y le ofrecieron sus regalos al Niño Dios.
Pídele a un adulto que meta la rosca al horno por 10 minutos. Luego pídele que baje la temperatura a 200º C., que saque la rosca del horno y le inserte algunos muñecos de plástico, que representan al Niño Dios. Luego pídele que la vuelva a hornear por otros 10 minutos.
Así como el corazón de los Magos se transformó con el encuentro que tuvieron con el Niño Dios, la rosca cruda y fría, también se transforma en pan esponjado y caliente, que lleva adentro al Niño Dios. Esta rosca rinde para que 12 personas, permitan que el Niño Dios entre a su corazón.
Kitty Padilla
