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BENEFICIOS DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO Romanos 5:1-11

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BENEFICIOS DEL EVANGELIO DE JESUCRISTO

Romanos 5:1-11

INTRODUCCION

Queridos hermanos en Cristo y amigos que nos visitan, el día que una persona da el paso de aceptar a Jesucristo como señor y salvador de su alma, Dios empieza una gran obra en su vida.

La salvación no es solamente la esperanza de vida futura en el cielo, sino que es una nueva posición y una nueva condición que transforma radicalmente a la persona, y nos cambia la perspectiva en cuanto a la vida en este mundo.

Una vez que hemos recibido la salvación por la fe en Cristo y su obra de la cruz, comenzamos a disfrutar de los beneficios prometidos por Dios en su Palabra.

La porción de la Epístola a los Romanos que hoy veremos describe algunos de los resultados que la salvación en Cristo Jesús produce en la vida de los creyentes

La conversión a Cristo cambia nuestras actitudes hacia Dios mismo y transforma nuestra perspectiva en cuanto a las circunstancias de la vida. Ahora podemos estar contentos de nuestra relación personal con Dios en medio de cualquier circunstancia y aún esperar con tranquilidad la muerte y nuestro encuentro final con Dios. Estos beneficios, y muchos más, se incluyen en las buenas nuevas de la salvación por fe.

Veamos en esta porción de la Epístola a los romanos los beneficios del evangelio, desarrollando tres verdades que encontramos en el pasaje:

I. LA NUEVA POSICION DEL CREYENTE EN CRISTO JESUS II. LOS NUEVOS RECURSOS DEL CREYENTE EN CRISTO JESUS III. LA NUEVA CONDICION DEL CREYENTE EN CRISTO JESUS Pasemos a desarrollar nuestra primera enseñanza:

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I. LA NUEVA POSICION DEL CREYENTE EN CRISTO JESUS

A. ESTAMOS EN PAZ CON DIOS, Ro 5:1, “1Justificados, pues, por la fe,

tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” 1. El primer beneficio que recibimos cuando nos convertimos a

Cristo Jesús es la paz con Dios. Mientras luchábamos por lograr la salvación por nuestro propio esfuerzo y por medio de las buenas obras, el sentimiento de culpabilidad nos quitaba la paz. 2. Nunca sabíamos cuantas buenas obras eran suficientes o

necesarias para alcanzar la salvación. Estábamos en incertidumbre y turbación respecto a nuestra situación con Dios. Solo pensar en la muerte nos producía escalofríos y temor.

3. Pero ahora habiendo recibido la salvación por la fe en Jesucristo podemos disfrutar de la paz con Dios, porque nos hemos acercado a Dios no por medio de nuestras buenas obras, no con nuestro propio esfuerzo, sino a atreves de Jesucristo la única vía señalada con Dios.

a. Acercarnos a Dios a través de Jesucristo nos da seguridad y confianza de llegar a Dios y nos permite disfrutar de sentirnos en paz con Dios. Heb. 10:19-22, “19Así que,

hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20por el camino

nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de

Dios, 22acerquémonos con corazón sincero, en plena

certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura”.

B. ESTAMOS EN LA GRACIA DE DIOS, Romanos 5:2a, “2por quien también

tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes…” 1. El versículo establece que como creyentes en Cristo Jesús

ahora estamos en un lugar muy privilegiado.

2. Estar en la gracias de Dios es ser participante del regalo de la vida eterna, que él concede gratuitamente a quienes ponen su confianza en Cristo Jesús para salvación

3. Cristo Jesús nos introduce en la gracia de Dios en la cual quedamos firmes, Tito 2:11-14, “11Porque la gracia de Dios se ha

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manifestado para salvación a todos los hombres,

12enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos

mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,

13aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación

gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14quien se

dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” C. TENEMOS LA SEGURIDAD DE HEREDAR EL CIELO, Romanos 5:2b “…y

nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”

1. Antes de venir a Cristo estábamos fuera de la gloria de Dios, Ro. 3:23-24, “23por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la

gloria de Dios, 24siendo justificados gratuitamente por su gracia,

mediante la redención que es en Cristo Jesús”

2. Pero al entrar en la gracia de Dios por medio de Cristo podemos alegrarnos en la esperanza de participar de la gloria de Dios. Lo cual no hubiéramos alcanzado de otra manera.

a. El pecador que pone su fe en Jesucristo es ingresado en la familia de Dios como hijo adoptivo, y recibe el derecho de disfrutar de la patria celestial, Romanos 8:16-17, “16El Espíritu

mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 17Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y

coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados” 3. Dios en su eterno presente ya ve al creyente disfrutando en su

gloria, Ef. 2:4-7, “4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su

gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en

pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo

sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7para mostrar

en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús”

II. LOS NUEVOS RECURSOS DEL CREYENTE EN CRISTO JESUS

A. TENEMOS LA CAPACIDAD DE GOZARNOS EN LAS AFLICCIONES. Romanos 5:3-5a, “3Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en

las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4y

la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5y la esperanza no

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1. Estando en paz con Dios, firmes en la gracia de Dios y en la esperanza de la gloria de Dios, nos gozamos en circunstancias que antes sólo nos causaban miedo, frustración y amargura. 2. Los creyentes nos regocijamos en las tribulaciones, no porque

nos guste el dolor que causan, sino porque sabemos que Dios usa las dificultades de la vida para edificar nuestro carácter. 3. La palabra original traducida como “paciencia” se refiere a la

capacidad de aguantar el peso de una carga, lo cual produce la fortaleza para perseverar en las circunstancias difíciles, y llegar a desarrollar el carácter firme aprobado por Dios que produce una mayor esperanza en nosotros.

a. Entender que las pruebas son para perfeccionarnos es la clave para afrontarlas con gozo, sabiendo que la aflicción es temporal comparada con la eternidad que pasaremos con Cristo, Ro. 8:18, ““18Pues tengo por cierto que las

aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”

B. TENEMOS EL AMOR DE DIOS EN NOSOTROS, Romanos 5:5b “…porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones…”

1. El amor que los hombres en nuestra naturaleza caída podemos manifestar está afectado por el pecado, el egoísmo, la mentira, lo placentero, lo materialista, lo pasajero. Suele estar influenciado por nuestros sentimientos, impulsos, emociones e interés propio que siempre espera alguna recompensa.

a. Con el concepto de amor es imposible que podamos amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a mi misma.

2. En el amor de Dios es diferente, es infinito e incondicional. El Amor de Dios es uno de los temas más profundos de las Escrituras, por su grandeza, su magnitud y su excelencia. Jn. 4:7-8, “7Amados,

amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel

que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8El que no ama, no

ha conocido a Dios; porque Dios es amor”

a. Las frases “El amor es de Dios, y Dios es amor”, indican que no estamos hablando de cualquier amor, sino del amor Ágape el cual pertenece a Dios, procede de

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Dios y forma parte de la esencia de Dios. Veamos sus características en 1 Cor. 13:4-8, “4El amor es sufrido, es

benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5no hace nada

indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, mas se goza de la

verdad. 7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera,

todo lo soporta. 8El amor nunca deja de ser”

b. Dios ha expresado su amor a través de toda la historia desde la creación, pero la máxima expresión de su amor hacia la humanidad fue enviar a su Hijo a morir en la cruz en nuestro lugar.

3. Al convertirnos a Cristo el amor de Dios es derramado en nosotros por el Espíritu Santo. El amor de Dios llena nuestras vidas y nos capacita para amar con el tipo de amor con que él nos amo. C. TENEMOS EL ESPIRITU SANTO VIVIENDO EN NOSOTROS, Romanos 5:5c

“…por el Espíritu Santo que nos fue dado”

1. La única manera de nosotros tener el amor de Dios en nuestro corazón es mediante la presencia del Espíritu Santo morando en nosotros, Ef. 1:12-14, “13En él también vosotros, habiendo oído la

palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14que es las arras de nuestra herencia hasta la

redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria” 2. El Espíritu Santo en nosotros también nos fortalece, nos da

dominio propio para vencer el pecado, y nos guía a la verdad, 2 Tim. 1:7, “7Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino

de poder, de amor y de dominio propio”

a. Juan 16:13, “13Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os

guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”

3. Hermanos tenemos una reserva de poder y amor que podemos usar todos los días al enfrentar cada desafío o problema.

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III. LA NUEVA CONDICION DEL CREYENTE EN CRISTO JESUS

A. ESTABAMOS EN DEUDA CON DIOS Y CRISTO LA PAGO Romanos 5:6-8, “6Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por

los impíos. 7Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con

todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno 8Mas Dios

muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”

1. Antes de venir a Cristo éramos débiles frente al pecado, frente a los deseos de la carne y frente a la vanidad de la vida, éramos incapaces de salvarnos, estábamos muertos en nuestros pecados. Pero Cristo vino a rescatarnos pagando la deuda de nuestro pecado muriendo en una cruz.

2. El texto indica que mientras nosotros aún estábamos pecando contra Dios, ofendiéndole, dándole la espalda al Creador Cristo murió por nosotros. Eso se llama amor incondicional. 3. Ninguno de nosotros merecía ese sacrificio. Dios envió a

Jesucristo para que muriera por nosotros, no porque seamos buenos, sino porque nos ama.

B. ESTABAMOS BAJO LA IRA DE DIOS Y CRISTO NOS LIBRO, Romanos 5:9, “9Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre por él

seremos salvos de la ira”

1. Antes de venir a Cristo estábamos condenados al infierno y bajo la ira de Dios, Jn. 3:36, “36El que cree en el Hijo tiene vida eterna;

pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”

2. La ira de Dios es la manifestación de su juicio sobre los impíos que rechazaron su perdón y salvación por medio de Jesucristo, Mal. 4:1-2, "1Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y

todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. 2Mas a vosotros los que

teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.

3. El pecador que viene a Cristo por la fe y le reconoce por señor y Salvador es declarado justo, es decir libre de pecado y de

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condenación, “1Ahora, pues, ninguna condenación hay para los

que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2Porque la ley del Espíritu de vida en

Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” C. ESTABAMOS EN ENEMISTAD CON DIOS Y CRISTO NOS RECONCILIO.

Romanos 5:10-11, 10Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados

con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11Y no sólo esto, sino que

también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación”

1. Antes de venir a Cristo pensábamos en Dios con incertidumbre y temor, lo mirábamos como el gran juez que nos espera para juzgarnos y condenarnos.

2. Pero en Cristo podemos alegrarnos cada día en nuestra relación con Dios, podemos acercarnos a El confiadamente porque sabemos que estamos reconciliados con él.

3. Reconciliado con Dios significa que no hay ningún conflicto con Él. No hay más hostilidad entre nosotros y Dios, ningún pecado bloquea nuestra relación con Él.

a. La reconciliación con Dios es posible solo porque Jesús con su muerte pagó la culpa de nuestros pecados.

CONCLUSION

Hermanos ya ven que vale la pena ser cristianos. Vale la pena pagar el precio de seguir a Cristo. Vale la pena luchar para crucificar la carne con sus pasiones y deseos pecaminosos. Vale la pena caminar por el camino estrecho que lleva a la vida eterna y no entrar por el camino ancho que lleva a la perdición

Amigo sin Cristo, hoy usted tiene la oportunidad de entrar en la paz con Dios, en la gracias de Dios y en la esperanza de Dios. Hoy usted tiene oportunidad de recibir los recursos de Dios para vencer el pecado, son el gozo en las aflicciones por el amor de Dios y el poder del Espíritu Santo. Hoy usted tiene oportunidad reconciliarse con Dios, de ser declarado libre de la culpa del pecado y librarse de la ira de Dios.

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Ponga su fe para salvación en la persona y obra de Cristo. Entréguele su pasado. Rinda su vida a él y recíbalo como señor y salvador de su alma, y recibirá todos estos beneficios que Dios concede solo en el evangelio de Jesucristo.

Referencias

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