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AjEDREZ OTROS TITULOS DE OBRAS SOBRE PUBLICADOS POR ESTA EDITORIAL CUYA LECTURA RECOMENDAMOS. por Alekhine. por Reinfeld.

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OTROS TITULOS DE OBRAS SOBRE

AjEDREZ

PUBLICADOS POR ESTA EDITORIAL

CUYA LECTURA RECOMENDAMOS

AJEDREZ DE ALEKHINE por Alekhine LOS ELEMENTOS DEL AJEDREZ por ]. du Mont 50 GRANDES PARTIDAS DEL AJEDREZ MODERNO

por H. Golombeck EL AJEDREZ COMO DIVERSION por Harley EL AJEDREZ ES UN JUEGO FACIL por Reinfeld AJEDREZ PARA NI'ROS

por Bott MOTTison PARTIDAS DE AJEDREZ

DE MORPHY por Sergeant

(3)

CRITERIO

Y

TACTICA

(4)

D

R .

M

A

X

E

U

W

E

CRITERIO

Y

TÁCTICA

E N

EL

AJEDREZ

Traducido de la Edici6n Original al inglés por

J. DU MONT

CIA. EDITORIAL CONTINENTAL. S. A. DE C. V., MEXICO

DISTRIBUIDORES:

ESPA�A-ARGENTINA-CHILE-VENEZUELA-COLOMBIA-PERU

Bolivia - �ralil - Costa Rica - Dominicana - Ecuador - El Salvador Estado• Unidos - Guatemala - Honduras - Nicarapa - PanamA - Parapay

(5)

TÍTULO ORIGINAL EN INGLÉS:

JUDGMENT AND PLANNING IN CHESS

TRADUCIDO DEL INGLÉS POR ALFONSO V ASSEUR W ALLS

EDICIÓN AUTORIZADA POR: G. BELL AND SONS, LTD.- LoNDRES

Decimosegunda impresión abril de 1984

Derechos Reservados © en Lengua Española-1959, Primera Publicación

CIA. EDITORIAL CONTINENTAL, S. A. DE C. V.

CALZ. DE TLALPAN NúM. 4620, MÉXICO 22, D. F.

MIEMBRO DE LA CAMARA NACIONAL DE LA INDUSTRIA EDITORIAL Registro Núm. 43

DISTRIBUIDORES PRINCIPALES EN:

CAVANILLEs NúM. 52, MADRID 7, EsPAÑA

Av. CANNING NúMs. 96, 98 Y 100, EsQ. PADILLA,

1414 BUENOS AIRES, ARGENTINA

MIRAFLORES NúM. 354, SANTIAGO DE CHILE, CHILE

VEN-LEE, C. A., Av. FuERZAS ARMADAs, EsQ. SAN MIGUEL

EDIFICIO RODRIMER, PISO 6, CARACAS, VENEZUELA CALLE 11 NúM. 2-56, BoGOTÁ, CoLOMBIA

Av. REPÚBLICA DE PANAMÁ NúM. 2199, LA VICTORIA-LIMA 13, PERÚ

(6)

Esta obra está dedicada amistosamente a

l. Napier

y Ml1ora

(7)

PREFACIO DEL AUTOR

DuRANTE EL congreso de Plymouth en agosto de 1 948, conocí a J. du Mont, entonces editor del British Chess Magazine, quien me sugirió la conveniencia de escribir un libro de acuerdo con los li­

neamientos en que está escrito el presente.

Sus intenciones eran proporcionar al jugador alguna orienta­ ción sobre la forma de proceder en un juego a partir del punto don­ de concluyen los libros sobre aperturas. Los resultados se ofrecen en el presente volumen, por lo que expreso mi agradecimiento a

mister Du Mont por su sugerencia y por haberme proporcionado la oportunidad de llevar a cabo su proyecto.

(8)

CONTENIDO

CAPiTULO PÁG.

Introducción ll

I Primeros Pasos Para Formar un Juicio Crítico y Pla-near las Jugadas

.

13

11 Mayoría de Peones en el Flanco de Dama 25

III Ataque Sobre el Flanco de Dama

41

IV Caballo Contra Alfil Débil . 63

V Debilitamiento del Flanco del Rey 87

VI Ataque Sobre el Campo del Rey 1 09

VII Peones Débiles 1 37

VIII Casillas Fuertes 16 1

IX Columnas abiertas 1 89

(9)

INTRODUCCióN

CoN FRECUENCIA, cuando un jugador posee una comprensión

adecuada de los principios del ajedrez, puede hacer bastantes com­ binaciones con dos o tres movimientos de anticipación y, en oca­ siones, en posiciones sencillas, hasta cuatro, de pronto se da cuenta, al enfrentarse con jugadores de más categoría, que el desarrollo de su juego parece haber alcanzado un punto muerto. Pierde partidas sin que pueda determinar la causa. Elabora una serie de movimien­ tos con toda la anticipación posible, sólo para observar que su oponente ha planeado y operado en una forma completamente dis­ tinta ; en resumen, pierde el dominio de la partida que poseía mo­ mentos antes. Aprende de memoria variaciones en la apertura sin saber con precisión la causa de que se hagan determinados movi­ mientos, que da como resultado que se encuentre en posiciones con las que no está familiarizado y las que inclusive le pueden ser favo­ rables, aunque no tenga la menor idea de ello ni tampoco de cómo se volvieron en contra suya.

En esta etapa de la batalla del ajedrez se presenta un nuevo ele­ mento : el "raciocinio de la posición" . La posición no progresa por sí misma sino que debe desarrollarse mediante un proceso de con­ clusiones obtenidas en la práctica. Representa la habilidad progre­ siva para formar un juicio crítico de cualquier posición dada, sin necesidad de detallarla recurriendo al cálculo exacto.

En la misma forma en que un doctor debe tener una imagen clara de cualquier estado patológico para planear el tratamiento, o

sea, el diagnóstico y la cura, el jugador de ajedrez debe trazarse un plan tomando como base las características que note al examinar una posición determinada. El axioma de Steinitz de que el plan que se elabore debe estar de acuerdo con las características de la posición, nos resulta evidente por sí mismo, ya que es la consecuen­ cia lógica de nuestro presente sistema de emprender una acción efectiva, aun cuando hace sesenta años la declaración de Steinitz creó una verdadera revolución en el pensamiento ajedrecista.

(10)

12 I N T R O D U C C IÓ N

s6lo es necesario saber cuál de los dos jugadores tiene mejor posi­ ción, sino también la causa. Lo anterior constituye el primer paso, de acuerdo con el axioma de Steinitz, hacia la elaboración de un plan.

(11)

CAPÍTULO I

PRIMEROS PASOS PARA FORMAR UN JUICIO CRITICO

Y PLANEAR LAS .JUGADAS

LA TAREA es tan amplia y variada, que se debe tratar poco a po­

co, principiando con los ejemplos elementales antes de abordar problemas difíciles o complicados.

En primer lugar, analizaremos posiciones en las que sólo es ne­ cesario poseer conocimientos acerca del valor relativo de las pie­ zas, así como la habilidad necesaria para constatar la certeza de algunas jugadas forzadas. La posición que en seguida se ilustra, es el producto de un regular conocimiento de variaciones de apertura y en la que uno de los bandos obtiene un mate forzado o una ga­ nancia material en piezas.

l. P-4R, P-4R ; 2. C-3AR, C-3AO ; 3. A-4A, A-4A:

4. P-3A, C-3A ; 5. P-40, P X P ; 6. P X P, A-5C jaque; 7.

C-3A, C X PR ; 8. Enroque, A X C ; 9. P-50, C-4R ; 1 0. P X A, C X A ; 1 1 . D-40, C ( 5A ) --3D ; 1 2 . D X PC, D-3A ; 1 3 . O X D, C X D ; 1 4. T-1 R jaque, R- 1 A ; 1 5 . A-6T jaque, R-IC; 16.

T-5R, C (30)-SR:

17.

C-20 (NP 1).

1 2

Las blancas ganan el j uego con facilidad, ya que ninguno de los Caballos negros se puede mover por el peligro del mate con la Torre, ya sea en SR o en 5C. Pero en cambio, si se juega:

(12)

14 CRITilJUO Y TÁ CT I CA EN EL AJEDREZ

Aún es más sencilla la situación después de:

l .

P-4R, P-4R ; 2. C-3AR, C-3AD ; 3. A-4A, A-4A,

4. P-4CD, .A X P ; 5. P-3A, A-4T ; 6. P-4D, P X P ; 7. Enroque,

C-3A ; 8¡A-3T, P-3D ; 9. P-5R, P X P ; 1 0. D-3C, D-2D ; 1 1 . T-1 R, P-5R ; 1 2. CD-2D, A X P ; 1 3. C X PR, A X TR ; 14. T X A, R-1 D ; 1 5 . CD-5C, C-4TD ; 1 6. C-5R, C X D ; (N9 2) .

Las blancas dan mate en cuatro jugadas :

1 7 . C ( 5R ) X P jaque D X C 1 8. C X D jaque R-2D

19. A-5C jaque P-3A 20. T-7R mate

El siguiente ejemplo no proporcionará al lector ningún dolor de cabeza:

l. P-4R, P-4R ; 2. P-4AR, P X P ; 3. C-3AR, P-4CR ;

4. A-4A, P-5C ; 5. Enroque, P X C ; 6. D X P, D-3A ; 7. P-3D, C-3A ; 8. A X P, A-2C ; 9. C-3A, C-5D ; 1 0. D-2A, P-3D ;

11. C-5D, D-1 D ; 1 2. P-5R, P-3AD ; 1 3. A-5CR, D-2D ; 1 4.

C-7A jaque, D X C ; 1 5 . A X P jaque, R-2D ; (N9 3) .

Las blancas dan mate en dos jugadas:

1 6. D-5A jaque 1 7. P-6R mate

C X D

El siguiente caso es un poco más complicado:

l. P-4R, P-4R ; 2. C-3AR, C-3AD ; 3. A-4A, A-4A ;

4. P-4CD, A X P ; 5. P-3A, A-4T ; 6. P-4D, P X P ; 7. Enroque,

C-3A ; 8. A-3T, C X P ; 9. D-3C, P-4D ; 1 0. A X P, C-3D;

3 4

1 1. A X P jaque, R-1 A ; 1 2. T-1 R, A-2D ; 1 3. CD-2D, AXP;

(13)

PASOS PARA FORMAR UN JUICIO CRÍTICO Y PLANEAR LAS JUGADAS 15 ¡ Las blancas tienen ahora el mate en 14 jugadas!

22. AXC jaque PXA

Resulta instructivo observar lo mucho que se puede acelerar el mate desviándose de la variación principal; por ejemplo: 22 .... R-2C ; 23. T--7R jaque, R-3T ; 24. A-4A jaque, P-4C; 25. C-5A jaque, R-3C; 26. 0-7 A mate. No tiene mucha impor­ tancia que el perdedor provoque el mate o sufra pérdidas materia­ les definitivas; sin embargo, de acuerdo con nuestros propósitos y para cultivar las facultades combativas, es de suma importancia establecer una distinción precisa entre las dos formas de obtener una ventaja decisiva: la oportunidad de dar mate, o de adquirir suprt>­ macía material.

23. T -6A jaque R-2C

Sería demasiado proporcionar un análisis completo de la posi­ ción y, por lo tanto, sólo nos limitaremos a la principal variación, pero sería conveniente que los lectores examinaran cuidadosamente todas las ramificaciones posibles. 24. T -7 A jaque, R-3T ; 25. D-3R jaque-, 0-4C ; 26. C-5A jaque, PXC ; 27. T-6A jaque, R-4T; 28. 0-3T jaque, 0-5T; 29. OXP jaque, 0-4C ; 30. D-3T jaque, 0-5T; 31. P-4C jaque, R-4C ; 32. T-5A jaque, R-3C; 33. O X O, P-3TR ; 34. 0-5T jaque, R-2T: 35. 0--7A mate.

Los ejemplos proporcionados hasta ahora poseen un elemento común: en todos los casos, la posición conduce a un mate forzado: por lo tanto, nuestro tema puede resumirse en esta forma:

Juicio : Las blancas (o las negras) ganan. Planeamiento de las

jugadas: La continuidad adecuada para llegar al mate.

A continuación presentamos algunos ejemplos en los cuales la variación principal también conduce al mate, pero la parte perde­ dora tiene una o dos oportunidades de escapar, si bien mediante una importante pérdida material, que quita al ejemplo su carácter forzado.

Otro aspecto importante de la llamada Variación de Viena st> desarrolla en la forma siguiente:

l. P-40, P-40 ; 2. P-4AO, P-3R; 3. C-3AR, C-3AR:

4.

A-5C, A-5C jaque; 5. C-3A, P X P ; 6. P-4R, P-4A ; 7. AXP, PXP ; 8. C X P, D-4T ; 9. AXC, A X C jaque; 10. P XA,

DXP jaque; 11. R-1A, DXA jaque; 12. R- 1 C , enroque; 13. D-4C (N9 5).

(14)

16 CRITERI O Y T Á CTICA EN EL AJEDREZ

tomada en su conjunto, para tener la certeza de que dicha varia­ ción produzca una ventaja definitiva. No valdría de nada desechar la partida con la anotación : "las blancas tienen oportunidad de

5

atacar", cuando en realidad pueden forzar el mate o tomar a la dama. Continuamos: J.3 ... Forzada. 14. D-4A 15 . P--5R 16. PXC P-3CR C-2D CXA

Aún existe amenaza de mate moviendo: 17. D--6T, etc.

16 . ... R-1T

17. T-1AD

Importante maniobra intermedia destinada, en primer lugar, a salvar a la Torre del ataque de la Dama.

17. D-4D

Las otras jugadas pueden ser aún peores.

1 8. D-6T T-1CR

19. C-3A

l. 19

.... , P-4CR; 20. P-4TR, T-3C (no tiene otra cosa

mejor ) ; 21. D-BA jaque, T-IC; 22. D X P (ahora 23. CXP o 23. PX P son las jugadas inminentes), 22 .... D-2D; 23. C-5R (las negras no pueden arriesgarse al cambio de Da­ mas, porque 24. C X D significaría el mate, y otras jugadas

(15)

PASOS PARA FORMAR UN JUICIO CRfTICO Y PLANEAR LAS .JUGADAll 17

l . (a) 20 . . · .. P-4R ( preparando A-4A para proteger al peón en 2TR ) ; 2 1 . T X A !, TD X T ; 22. C X PC, T-8A ja­ que ( las negras no pueden proteger a 2TR sin abandonar 2AR) ; 23. R-2T, T X T jaque ; 24. R X T, T X C ( no tiene nada mejor ) ; 25. P X T y ya no existe ninguna defensa para el mate en 20.

2. 19 . . . . D-4TR ; 20. C-50 ( nuevamente un sacrificio sor­ presivo ) . Las negras únicamente pueden detener el mate sacrificando a la Dama por el Caballo.

l . P-4D, P-4D ; 2. P-4AD, P-3R ; 3. C-3AD, C-3AR ; 4. A-50, CD-2D ; 5. P-3R, A-2R ; 6. C-3A, P-3CD ? ; 7 . P X P, P X P ; 8. A-50, A-20 ; 9. C-5R, Enroque ; 1 0. A---6A, A X A ; 1 1 . C X A, D-1 R ; 1 2 . C X A jaque, D X C ; 1 3. C X P, D-5R ; 14. C X C jaque, P X C ; 1 5 . A---6T, D X PC ( la Variación de Pittsburg ) ( NP 6) .

6

7

Las blancas obtienen ahora una ventaja decisiva con la jugada sorpresiva :

16. D-3A,

ya que si se efectuara : 1 6. . . . D X D, existiría mate después de : 1 7. T-1 0 jaque, R-1 T ; 1 8. A-70 jaque, R-10; 1 9. A X P ja­ que de descubierta, y así sucesivamente, en tanto que después de : 1 6 . . . . D-30 ; 1 7. A X T, T X A ; 1 8. Enroque 1 las blancas han

ganado en el cambio de piezas y pueden ahora iniciar un -ataque vigoroso ( NP 7) .

Del análisis de esta posición, quizá se presente una pregunta : ¿ Cómo debo planear mis jugadas ? ¿Cómo hacer para convertir la supremacía material en victoria ? Sería una tarea tan inaudita

(16)

18 CRITERIO Y TÁCTICA EN EL AJEDREZ

como ingrata escribir un libro sobre los diferentes métodos para hacer que la ventaja material logtada produzca sus frutos. Casi siempre se puede ganar de muchas maneras y, por lo general, no se presenta ninguna dificultad. Imagino también que habrá muy pocos novatos que emprendan una tarea tan grande ; los progresos alcanzados en el curso de sus estudios harán que les resulten obvio>

y faltos de interés.

Sin embargo, resulta interesante hacer unas cuantas observa­ ciones a este respecto.

l. Si se ha alcanzado una ventaja material, la conducta a se­ guir es simplificar la posición por medio de cambios, dentro de ciertas limitaciones, en la forma siguiente :

(a) No haga el cambio en fmma automática, ya que exis­ ten posiciones en las que puede perder el efecto de la superioridad en piezas.

(b) En los finales de juego T y A vs. T, T y C vs. T, y T vs. A, o T vs. C, casi siempre su superioridad es res­

tringida, aunque existan unas cuantas excepciones. En consecuencia, la simplificación no debe llegar muy lejos en los casos mencionados. Pero siempre que quede un simple peón en el tablero, habrá lo suficiente para llegar.

2. No se piense que el triunfo vendrá por sí solo en ningún caso. Si se desea obtener todo el beneficio de la ventaja material alcanzada, se debe operar en provecho propio. Una Torre vale más que un Alfil siempre y cuando se sepan utilizar en forma adecuada. No se deben aceptar complicaciones a menos que exista una necesidad ineludible. Sucede con bas­ tante frecuencia que el jugador que tiene la ventaja por poseer mayor número de piezas, se inclina a jugar en una forma pasiva, en espera de los acontecimientos. Esta es posi­ blemente, la peor actitud, y ha resultado fatal a no pocos.

3. Sólo el ataque puede hacer fructífera la ventaja material. Por lo tanto, el juego deberá ser agresivo, aunque, desde lue­ go, no descuidado. Una vez que se posee la iniciativa, aumen­ tan las potencialidades de los cambios a voluntad. ( Ver NP 1 ) . De acuerdo con lo anterior, repasaremos con mayor detalle las variaciones que acabamos de examinar. ( Ver Diagrama NP 7).

Después del enroque, continuamos : 1 8. R-l T

(17)

PASOS PARA FORM AR UN JUICI O CIÚTICO Y PLANEAR LAS JU G ADAS 19

Ahora las blancas deben mover una Torre a 1 -CR ; pero, ¿cuál de las dos ? ¿ La Torre del Rey, porque después de 1 9. TD- 1 C, la Dama negra se podrá mover a 6D ? Mal razonado. No

se deben tomar las cosas por concedidas. Ya que después de la pro­

blemática incursión de la Dama negra, 20. D-4C, gana el Caballo a causa de la amenaza de mate. En consecuencia, importa muy po­ co cuál sea la Torre que ejecute el movimiento. Las blancas juegan :

1 9. TD- 1 C D-3T

¿ Qué hacen las blancas ahora ? Pueden elegir entre las siguien­ tes líneas de acción :

l. 20. D-6A, ganando un Peón.

2: 20. T-3C, seguido por 2 1 . TR- 1 C, continuando el ataque del flanco del Rey, es preferible, y no :

3. 20. D-4A, cambiando Damas. La formación de Peones blancos del flanco del Rey puede ser desbaratada y enton­ ces el triunfo costará más trabajo ( ejemplo del "cambio cues­ te lo que cueste" ) .

4.

20. T-4C, seguida por 2 1 . D-4A. En esta forma, el cambio de Damas no implica ningún daño en la formación de los Peones blancos.

Dicho lo anterior, la mejor forma en que las blancas pueden continuar la partida es : 20. T -3C, como secuela similar con 20. . . . P-4AD ; 2 1 . TR- 1 C, con la amenaza de 22. T-3T, para blo­ quear a la Dama contraria. Pero incluso ahora, las negras tienen el recurso de 2 1 . . . . P X P ; 22. T-3T, T-1 A jaque ; 23. R-1 C, D-l A ; pero las blancas forzan la victoria con 24. D-SA. Una al­ ternativa después de : 2 1 . TR- 1 C, sería : 2 1 . . . . T-1 A ; pero las blancas ganan jugando : 22. D-6A.

Incluso en las posiciones en que uno de los bandos ha logrado superioridad material, se pueden hacer combinaciones, y se podría decir que especialmente en dichas circuntancias.

Proporcionamos a continuación algunas posiciones en las que la cuestión principal no es el mate, sino únicamente una prepon­ derancia en material. Con esto queremos decir una ventaja de dos Peones, o el cambio, o quizá una pieza con minoría de uno o dos Peones.

Cuando el exceso de material esté representado por una Torre

o la Dama, la posición puede ser anormal :

(18)

20 CRITERIO Y TÁCT I CA EN EL AJEDREZ

4. C-3A, P-4A ; 5. A-5C, P X PD ; 6. CRXP, P-4R ; 7 .

C (4D)-5C, P-3TD ; 8. C X P, P X C ; 9 . C X C jaque (N� 8) . Una trampa bien conocida por medio de la cual parece que las

blancas ganan el cambio después de : 9 . . .. P X C ; 1 0. D X D jaque, R X D ; 1 1 . A X P jaque.

Sin embargo, las negras tienen una línea más fuerte en : 9. 10. A X D 1 1 . D-2D 1 2 . R X A D X C A-5C jaque A X D jaque P X A

Y las negras quedan con una pieza de ventaja.

l.

P-4D, P-4D ; 2. P-4AD, P-3R ; 3. C-3AD ; P-4AD ; 4. P X PD, PR X P ; 5. C-3A, C-3AD ; 6. P-3CR, C-3A ; 7 .

8 9

A-2C, A-2R ; 8. Enroque, enroque ; 9. A-5C, P-5A ; 1 0. C-5R, D-3C ; 1 1 . A X C, A X A; 1 2 . C X PD, D X PD? (N�

9).

Las blancas ganan una pieza : 1 3. C X A jaque 1 4. cxc 1 5 . C-7R jaque 1 6. TD X D P X C D X D R-1 T

Una maniobra bien conocida s e presenta en algunas otras po­ siciones, como, por ejemplo :

• l . P-4D, P-4D ; 2. P-4AD, P-3R ; 3. C-3AD, P-4AD; 4. P X PD, PR X P ; 5. C-3A, C-3AD ; 6. P-3CR, P-5A ; 7 .

A-2C, A-5CD ; 8. Enroque, CR-2R ; 9. P-4R, enroque ; 10. C X P, C X C ; 1 1 . P X C, D X P ; 1 2. P-3TD, ( para librar a 7R

(19)

PASOS PARA FORMAR UN .JUICIO CRiTICO Y PLANEAR LAS .JUGADAS 21 15. C-7R jaque, R-l T ; 16. TXD, y nuevamente las blancas ga­ naron una pieza.

l . P-4AD, C-3AR ; 2. C-3AD, P-3R; 3. P-4R, P-4A ; 4. P-3CR, P-4D; 5. P-5R, P-5D; 6. PXC, PXC; 7 . PCXP, DXP; 8. P-4D, PXP ; 9. PXP, A-5C jaque ; 1 0. A-2D, DXP ; l l . AXA, D-5R jaque; 1 2. A-2R, DXT; 13. D-6D, C-3A (N9 JO).

Las blancas ganan mediante una combinación que requiere calcularse de manera precisa:

14. A-3AR DXC jaque

1 5. R-2R

y ganan, porque 1 5 . . . . DXT, fracasa después de jugar 16. AXC

jaque, con mate en la siguiente jugada.

l. P-4D, P-4D; 2. P-4AD, P-3R; 3. C-3AR, G-3AR ; 4. C-3A, A-2R ; 5. P-3R, enroque ; 6. P--3CD, P-4A ; 7. A-3D, P-3CD ; 8. Enroque, A-2C; 9. A-2C, G-3A; 10.

T-1A, T-1 A ; 1 1 . D-2R, PAXP ; 1 2 . PRXP, PXP ; 13. PXP, CXP ? ; 14. CXC, DXC (N9 11).

JO 11

Las negras han sido demasiado ambiciosas y expusieron a su dama a un ataque indirecto en forma descuidada, error común en este tipo de apertura, que aquí recibe un breve comentario.

1 5. C-5D D-4A

16. AXC

Y ahora :

J. 16 . . . . AXA ; 1 7. D-4R y gana.

(20)

22 CRITERI O Y TÁCT I CA EN EL AJEDREZ

l.

P---4D, P-4D ; 2. P-4AD, P-3AD ; 3. e-3AR, e-3A; 4. e-3A, P X P ; 5. P---4TD, P-3R ; 6. P---4R, A-5e ; 7. P-5R, e-5R ; 8. D-2A, D-4D ; 9. A-2R, 4AD; 1 0. Enroque, exe ; 1 1 . P X e, P X P ; 1 2. P X P, P-6A ; 1 3. A-2D, D-4T ; 14. A X P, A X A ; 15. T-3T , A-2D ; 16. T X A, A X P (N9 1 2). Otro ejemplo de avaricia castigada.

Las blancas dominan en una forma sorpresiva moviendo a : 1 7 . A-5e jaque

Y ahora :

l. 1 7 . . . . D X A ; 1 8. T-8A jaque, R-2R ; 1 9. D-7A jaque, e-2D ; 20. D-6D mate. ( Si se j ugara 1 9 . . . . D-2D ; 20. D-5A jaque, y mate a la siguiente jugada ) .

2. 1 7 . . . . A X A ; 1 8. T-8A jaque, R-2D ; 1 9. T X T, y gana, pues si se jugara : 1 9 . . . . A X T ; 20. D-8A jaque, con el mate a continuación.

l. P---4R, P-3AD ; 2. P---4D, P---4D ; 3. P X P, P X P ; 4. P--4AD, e-3AR ; 5. e-3AD, e-3A; 6. A-5e, P X P ; 7. P-5D, e---4TD ; 8. P-4eD, P X P al paso; 9. P X P, P-3R ; 1 0. A-5e jaque (N9 1 3) .

12 13

Las blancas obtienen la ventaja después de : 10 . . . . R-2R; 1 1 . P-6D jaque, D X P ; 1 2. D X D jaque, R X D ; 1 3 . T X e.

(21)

PASOS PARA FORMAR UN JUICIO CRÍTICO Y PLANEAR LAS JUGADAS 23 1: P-4R, P-3AD ; 2. P--4D, P--4D ; 3. C-3AD, P X P ; 4. C X P, C-3A ; 5. C-3C, P--4TR ; 6. A-5CR, P-5T ; 7 . A X C, P X C ; 8. A-5R, D--4T jaque ; 9. P-3A, T X P (NP 14) . Las

14 15

blancas han permitido la captura de 2TR, porque el Alfil controla aquella importante casilla. Por consiguiente, pueden jugar con toda confianza 1 0. T X T. Sin embargo, esta confianza es rudamente sa­ cudida por la sorprendente maniobra : 1 O. . . . D X A jaque ; 1 1 . P X D, P X T, y después de coronar a su Peón negro, quedan con una pieza de ventaja.

Finalizaremos este capítulo con un ejemplo un poco más com­ plicado.

l . P-4R, P-3AD ; 2. P--4D, P--4D ; 3. C--3AD, P X P ; 4.

C X P, C-3A ; 5. C-3C, P--4R ; 6. C-3A, P X P ; 7. C X P, A4AD ; 8. D2R jaque, A2R ; 9. A3R, P4A ; 1 0. C ( 4D ) -5A, enroque ; 1 1 . D--4A, T- 1 R ; 1 2. A-3D, P-3CD ; 1 3. Enro­ que TD, A-3T (NP 1 5}.

Las negras han dejado a su Dama expuesta a los ataques de la Torre en la columna abierta de la Dama, con la seguridad de que la Dama blanca está en prise. Sin embargo, éstas pasan por alto el

punto, como lo demuestran las siguientes variaciones :

14. C-6T jaque, P X C ; 1 5 . A X P jaque, y ahora :

(22)

CRlTBIUO Y TÁC'l'ICA BN BL AJEDREZ

Quedando las blancas con dos importantes Peones de venta, ya que el Peón TR de las negras es eliminado.

En todos los ejemplos ilustrados en este capítulo hemos tocado únicamente en forma ligera nuestro tema principal: el juicio y for­ ma de planear las jugadas en el ajedrez. Sin embargo, debemos po­ ner la atención debida a posiciones que presenten la posibilidad del mate o de una ganancia material substanciosa. La solución del pro­ blema en cada caso, depende de cierta dosis de estrategia táctica más bien que del juicio de la posición. Es muy fácil que pase por alto estas posibilidades un jugador que preste demasiada atención a las consideraciones relativas a la posición.

(23)

CAPÍTULO II

MAYORíA DE PEONES EN EL FLANCO DE DAMA BOTVINNIK-KMOCK, Leningrado, 1934

l . P--4R, P-:iAD; 2. P--4D, P--4D; 3. PXP, PXP; 4. P--4AD, C-3AR; 5. C-3AD, C-3A; 6. A-5C, P-3R; 7.

P-5A, A-2R; 8. A-5C, enroque; 9. C-3A, C-5R; 10. AXA, CXA; 11. T-1AD, C-3C; 12. Enroque, A-2D; 13. A-3D, P-4A; 14. P-4CD (N? 1 6) .

16

El comentario de la "teoría" sobre este ejemplo típico es: "Las blancas tienen una posici6n superior".

El jugador medio podría preguntar: "¿Por qué es superior la posici6n de las blancas?" Cada bando tiene igual número de pie­

zas: la Dama, las dos Torres, los dos Caballos, un Alfil y siete

Peones. No se puede decir que las blancas hayan progresado más que las negras; al contrario, el Caballo negro, colocado en la mi­ tad del tablero de las blancas, se ve especialmente amenazador. Las piezas de cada bando tienen poco más o menos la misma movilidad, una pieza un poco más, otra un poco menos, pero no se puede ob­ servar ninguna disparidad considerable. Ninguno de los dos R,eyes está expuesto a un ataque directo, así que el lector se volverá a pre­ guntar: "¿ Por qué es mejor la posici6n de las blancas, y por qué se podría llamar a esta ventaja, la ventaja de la victoria?

(24)

adecua-26 CRITERIO Y TÁCTICA EN EL AJEDREZ

da inmediatamente ; sin embargo, no serán pocos para quienes la repuesta será una frase estereotipada vacía de un significado efecti­ vo : Las blancas tienen mejor posición porque tienen mayoría de Peones en el flanco de Dama.

Examinemos en primer lugar este dictum en detalle. Tanto las blancas como las negras poseen siete peones, pero, y éste es el punto crucial, no están distribuidos de manera uniforme en sus res­ pectivos frentes. Si dividimos el tablero en tres secciones trazando dos líneas verticales entre las columnas de AD y D, y AR y R, res­ pectivamente, ·Como se ilustra en el diagrama número 17, la sección

II IU

17

1 representa el flanco de Dama, la sección 11, el centro, y la sec­ ción

111,

el flanco del Rey.

En posiciones como la que se ilustra en el diagrama número 1 6, que es la que se discute, ambos se han enrocado en el flanco del Rey, y observamos que las blancas tienen más Peones que las ne­ gras en el flanco de Dama -tres por dos-, en tanto que esta pro­ porción se encuentra a la inversa en el centro, donde las negras tie­ nen dos Peones por uno. En el flanco del Rey, tanto las blancas como las negras tienen igual número de Peones.

Este, desde luego, es un caso ·particularmente claro. El Peón blanco en 5AD no tiene nada que hacer con los Peones negros de la derecha, lo que sería distinto si estuviera colocado, digamos, en 3AD. Se puede decir que en el flanco de Dama existe una mayoría positiva para las blancas, y que todos los peones restantes pueden catalogarse como pertenecientes al flanco del Rey. En otras pala­ bras, en el diagrama número 1 6, las blancas tienen una mayoría de

(25)

MAYORÍA DE PEONES EN EL FLANCO DE DAMA 27 otras. Sin embargo, el punto básico es que las blancas pueden agre­ gar un Peón pasado a su ala mayoritaria, en tanto que las negras, con su mayoría de 5-4 en el flanco del Rey, por regla general no po­ drán hacerlo.

Desde luego, esto no depende únicamente de la aritmética. De­ ben tomarse en consideración lo desahogado o difícil de una posi­ ción, con o sin Peones doblados, en donde no siempre es fácil ob­ tener un Peón pasado y puede ser necesario hacer un sacrificio a efecto de lograr este resultado. Por ejemplo, la colocación de los Peones blancos puede ser 2TD, 3CD y 4AD, contra los Peones ne­ gros colocados en 4CD y 5AD en el terreno de las blancas; o los Peones blancos en 2TD, 2CD y 3CD, contra negros colocados en 7TD y 7CD en el campo de las blancas.

Este no es el caso de la posición que analizamos. Si no existen complicaciones, las blancas siempre podrán forzar un Peón a 5CD, con o sin un preliminar P--4TD, de manera que en todo momento se tenga la seguridad de procurarse un Peón pasado.

Sin embargo, en bien del argumento, supongamos que tanto las blancas como las negras tienen las mismas oportunidades de pro­ curarse un Peón pasado ; aun en este caso, la mayoría de Peones del flanco de Dama deberá considerarse como una ventaja.

Resumidas, a continuación se dan algunas razones para que es­ to sea así:

l . El Peón pasado en el flanco de Dama está a gran distancia del Rey contrario, por lo que éste no puede detener su avance : algo por el estilo sucede con IÓs Peones pas·ados dis­ tantes en los finales de Peones.

2. Es más difícil forzar el paso de un Peón pasado en el flanco del Rey, y a menudo se hace necesario el avance de Peones cuya función específica es proteger a su Rey.

Sin embargo, si se posee este conocimiento, conviene no confun­ dirlo con un talismán, ya que existe el peligro de desvirtuarlo. La mayoría de Peones en el flanco de Dama, aun cuando sea de l-0, constituye una ventaja si el jugador sabe aprovecharla.

Ahora aproximémonos un poco más a la médula de lo que cons­ tituye nuestra tarea de formar juicios y elaborar planes.

(26)

28 CRITERIO Y TÁCTICA EN EL AJEDREZ

en la formación enemiga que contrarresten la ventaja posicional de mayoría de Peones en el flanco de Dama.

Ahora llegamos al siguiente paso de nuestra demostración, o sea, la forma de explotar la ventaja de poseer mayoría de Peones en el flanco de Dama. Para el efecto, nos remitiremos nuevamente al N9J6.

14. . . . 15. P-3C

A-IR

Al impedir 9. C-SA o 5T, la siguiente jugada retarda un posible ataque de las negras sobre el flanco del Rey.

15.

16. T-lR 17. P-3TD

T-lA D-3A

Las blancas toman la cosa con calma. 17. C-2R

No hay mejor, ya que libra a SR del CR blanco. La mejor continuación es 1 7 . . .. C X C; 1 8. T X C, P-SA; con las posibili-dades en contra sobre la columna AR. ·

18. C-5R 1 9. P-3A

D-3T C-7A

Interesante. Si las blancas se apoderan del Caballo, hay jaque perpetuo: 20. R X C, DXP jaque ; 2 1 . R-3R, P-5A jaque ; 22. PXP, DXP jaque ; 23. R-2R, D-7T jaque, etc.

20. D-2R C-6T jaque 21. R-2C P-4CR 22. C-5C A X C

No puede permitir que el caballo llegue a 6D, donde ocuparía una posición dominante.

23. AXA T-3AR

24. A-7D

La preparación final para el avance sobre el flanco de Dama (N' 18).

24 . ... 25. P-5C

T-1D D-4T

(27)

in-MAYOIÚA DE PEONES EN EL FLANCO DE DAMA 29 tento para obtener algunos resultados positivos sobre el flanco del Rey.

26. P-6A T -3T

Con la amenaza de 27. C-5A jaque, seguida por . ..

D X PT jaque, que, no obstante, las blancas nulifican fácilmente protegiendo su Peón del Rey.

27. R-1T

Las negras se retiran, ya que son impotentes para detener el avance del Peón infiltrado de las blancas : 27 . . . . PXP ; 28. P X P, C-1 A ; 29. P-7A, T-1 A ; 30. C-6A, con la doble amenaza de

31 . AXP jaque o 3 1 . AXC, seguida por C-7R jaque.

Resulta evidente que las blancas deben su triunfo a la mayoría de Peones en el flanco de Dama, pero debe notarse que se tuvo que trabajar para lograrlo. Hubo muchas oportunidades de hacer ju­ gadas equivocadas, y en varias ocasiones fue necesario encontrar la jugada precisa para detener el avance del ataque sobre el flanco del Rey negro ( 1 5. P-3CR, 20. D-2R, y 27. R-1T) Hubo que sincronizar con precisión las jugadas preparatorias al avance de sus

18

Peones por el flanco de Dama ( 1 7 . P-3TD, 1 8. C-5R, 22. C--5CD y 24. A-7D) sin las cuales el avance de sus Peones sobre el flanco de Dama hubiera sido prematuro. Lo anterior es el curso de operaciones que se puede resumir en la forma siguiente :

l. Juicio y análisis de las oportunidades en contra del oponente 2. Preparación cuidadosa de la propia acción.

(28)

30 CRI TERIO Y T Á CTICA EN EL AJEDREZ

deseamos hacer resaltar un punto, que se refiere a la culminación de los esfuerzos de las blancas para convertir su mayoría de Peones en una ventaja para obtener la victoria.

En la posición que se ilustra en el NP 1 6, sonará la hora cero cuando las blancas, después de varias maniobras que abarcan me­ didas tanto defensivas como ofensivas, piensen que ha llegado el momento de hacer la jugada decisiva P-6A.

¿ Tendrá este Peón, en este preciso momento, el suficiente apoyo para vencer cualquiera de las posibles medidas defensivas, directas o indirectas, que el oponente puede poner en juego ?

Sin embargo, no se ha encontrado ( afortunadamente ) un mé­ todo que solucione todos los problemas y elimine todos los peligros en el ajedrez, por lo que debemos contentarnos con indicar princi­ pios que sirvan de guía, así como ideas y sugestiones para ayudar al criterio y a la imaginación del jugador.

A continuación examinaremos varios ejemplos que ilustran dis­ tintas formas de mayoría de Peones en el flanco de Dama.

Se mostrarán con menores detalles y servirán el doble propó­ sito de :

l. Dilucidar con mayor amplitud las ideas asentadas, )'

2. Mostrar otros aspectos de mayoría de peones, así como sus características.

19

BOTVINNIK-KONST ANTINOPOLSKY, Sverdlovsk, 1 943

(29)

MAYORÍA DE PEONES EN EL FLANCO DE DAMA 31

Esta posición muestra una gran similitud con el ejemplo anterior.

Aquí, también las blancas tienen mayoría de Peones en el flanco de Dama, contra la cual el caballo negro colocado en

5R

no es su­ ficiente compensación. Nuevamente el plan de las blancas tendrá que abarcar : proteger su formación de Peones en el flanco de Dama, obteniendo el dominio de la casilla 6AD, y también la 7 AD, si es posible, así como el avance de P-6AD, después de P--5CD. Durante estas operaciones, la casilla

5R

de las blancas adquiere una importancia especial, ya que el Caballo apostado allí ayuda a que las blancas tengan el dominio de 6AD.

Después de estas observaciones es fácil entender el curso pos­

terior del juego.

1 2. P-4A

Fine critica con justicia esta jugada, ya que debilita la casilla

4R

de las negras y se pone a merced de su oponente. La jugada correcta era : 1 2 . . . . P-3A ; 1 3 . P-4CD, C X C ; 14-T X C, P-3TD ; 1 5 . Enroque, TD-1 D ; con el objeto final de obtener un Peón R pasado, como compensación a la mayoría de Peones del flanco de Dama

1 3 . A-5C

A menudo es esencial actuar con rapidez. La amenaza del siguiente movimiento es 1 4. A X C, seguido por 1 5 . C-5R y el gra­ dual predominio de su mayoría, ya que las negras están práctica­ mente impotentes a causa de la sólida posición del Caballo blan­ co en 5R.

1 3. C-4C

Esta maniobra es contra las intenciones de las blancas de ocu­ par SR con un Caballo, pero a costa de dar otro paso atrás.

1 4. A X C 15. DXC 1 6. D-4A 1 7. Enroque C X C jaque P X A TD- 1 R P-4R

La única forma en que las negras se pueden librar de su Peón rezagado

18. D X PR D X D

19. PXD T X P (N9 20) .

(30)

32 CRITERIO Y TÁCTICA EN EL AJEDREZ

el Peón D apoyado de las negras es un punto no menos valioso. Sin embargo, las blancas se han procurado una nueva ventaja : tienen un buen Caballo contra un mal Alfil de las negras. El Alfil es malo porque los Peones negros están colocados en su mismo co­ lor y, en consecuencia, su movilidad queda estrictamente restringi­ da. El Caballo es fuerte, ya que tarde o temprano podrá apode­ rarse de la casilla 4D, donde estará a salvo tanto de los Peones como del Alfil.

El manejo de este tipo de posición se mostrará en el Capítulo IV, donde nuevamente nos referiremos a la posición NP 20.

20

21

l .

P-4R, P-4R ; 2. C-3AR, C-3AD ; 3. A-5C, P-3TD ;

4. A-4T, C-3A ; 5. Enroque, C X P ; 6. P-4D, P-4CD ; 7. A-3C, P-4D ; 8. P X P, A-3R ; 9. P-3A, A-2R ; 1 0. T-1 R, enroque ; 1 1 . CD-2D, C-4A ; 1 2. A-2A, P-5D ; 1 3. P X P, C X PD ; 14. C X C, D X C ; (Nv 21).

Los textos anteriores sobre ajedrez encontraban defectuosa la posición de las negras por varias causas. Se supuso erróneamente que, con las Damas todavía sobre el tablero, la posición de las blan­ cas era por completo satisfactoria y con buenas oportunidades para efectuar un ataque por el flanco del Rey. Además, después del cambio de Damas, las blancas pensaban tener todavía un juego sa­ tisfactorio a causa de su mayor dominio de espacio y por la favo­ rable disposición de sus fuerzas.

En esta última conclusión se excluyó completamente en los cálculos el significado real de la mayoría de Peones en el flan­ co de Dama.

(31)

MAYORÍA DE PEONES EN EL FLANCO DE DAMA 33

DR. LASKER-DR. TARRASCH, San Petersburgo, 1 9 14. 15. C-3C ; la mejor, dadas las circunstancias. Las blancas no temen que les quede un Peón doblado, ya que sus piezas entra­ rán más rápidamente en juego. Además, cuando se trata de dete­ ner el avance de una mayoría de peones, un Peón doblado es más bien una ventaja. 1 5 . . . . C X C ; 16. P X C, D X D ; 1 7 . T X D, P-4AD ; 1 B. A-2D, TR- 1 D ; 1 9. A-5T, T X T jaque ; 20. T X T, P-3A ; 2 1 . A-3A, P X P ; 22. A X P, T-1 D ; las negras juegan con energía. Obligan al cambio de Torres porque, con solamente los Alfiles sobre el tablero, el Peón doblado se convierte en un punto débil. La secuela demuestra este hecho.

23. T X T jaque A X T 24. P-4A R-2A 25. R-2A A-3A 26. A-6D A-5D jaque 2

7

. R-3A A-4D jaque 2B. R-4C R-3R 29. A-BA

R

-2A 30. A-6D A X PCR 3 1 . A X PT R-3R 32. A-BA R-4D 33. R-5C A-3A jaque 34. R-6C A-5R jaque 35. P-5A R-4R 36. A X PC A X P jaque 37.

R-7A (N!' 22).

22

(32)

37. 38. A X A

39. R X A

40. P--4T

CRITDIO Y TÁCTICA BN BL AJBDRBZ

AR X A R X A P--4T R-5C

Después de lo cual las blancas se aseguran la retirada por la dudosa jugada 41 . R--6C, como sigue :

41 . R--6C R X P 42. R-5A R--6C 43. R--4R R-7 A 44. R-5D R--6R 45. R X P R--6D 46. R X P R-7A 47. R X P R X P (6C )

Una cosa se destaca claramente de este ejemplo : la mayoría de Peones en el flanco de Dama puede, en las últimas etapas de final de juego, asumir las mismas características que se pueden obtener en el caso del "lejano Peón pasado".

H. JOHNER-DR. M. EUWE, Zurich, 1934 Del NP 21: 15. D-2R 16. C-3A 1 7 . D X D 1 8. A-3R TR-1D D-5AD A X D

( En un juego Joss-Euwe del mismo torneo, siguió : 1 8. A-5C, A X A ; 19. C X A, A--6D; 20. A X A, T X A ; 2 1 . T-2R, T--4D, emparejando la ventaja de las negras ) .

1 8. 1 9. A--4R 20. A X A 2 1 . TR-1 D 22. T X T C-3R A--4D T X A TD-1D TXT (NP 23).

(33)

MAYORfA DE PEONES EN EL FLANCO DE DAMA 35

23. R-l A R-- I A 24. T-I A

Pérdida de un tiempo que deja a las blancas enteramente sin qué hacer. 24. 25. R-2R 26. T-lD 27. R X T 28. C-2D P-4AD R-IR T X T R-2D P-4C

Deteniendo P-4A de las blancas que protege al Peón del Rey. El resto ya no ofrece ninguna dificultad. 29. P-3A, R-3A ; 30. P-3CR, R-4D ; 3 1 . P-4A, P X P ; 32. P X P, C X 5D; 33. C-l A, R-5R ; 34. R-2D, C-4A ; 35. C-3C jaque ; C X C ; 36. PX C; R-6A ; 37. R-3D, R X P ; 38. P-5A, P-4TR; 39. A-6T, P-5T;

40. P-6A, A-I D ; 4 1 . P-6R, P X P ; 42. P-7A, A-2R; 43 .

P---8A ( D ) , A X D ; 44. A X A, P-6T ; 45. A X P, P-4R ; las blan­ cas abandonan.

ELISKASES-FLOHR, Semmering, 1 93 7 .

l.

P-4D, C-3AR ; 2. P-4AD, P-3CR ; 3. C-3AD, P-4D ; 4. A-4A, A-2C ; 5. P-3R, enroque ; 6. C-3A, P-4A ; 7. P X PD, C X P ; 8. A-5R, C X C ; 9. P X C, P X P ; 1 0. A X A, R X A ; I l . PA X P, D-4T jaque ; I 2. D-2D, C-3A ; I 3. A-2R, TID,

(N� 24) .

23 24

Teóricamente, el juicio de esta posición es : las negras tienen mejores oportunidades.

(34)

pa-36 CRITERIO Y TÁCTICA EN EL AJ'EDREZ

ra reconocer la razón de esta conclusión : las negras tienen dos Peo­ nes por uno en el flanco de Dama.

Sin embargo, se requiere mucho discernimiento para darse cuenta que esta ventaja, a pesar de la evidente mayoría de las blancas en el centro, constituye un hecho de importancia. Se re­ quieren conocimientos técnicos especiales, desde luego, no para forzar el triunfo, sino aún para deducir de la situación algunas ju­ gadas que den la oportunidad de la victoria.

Un jugador inexperto atacará en forma ciega, como el prover­ bial "chivo de una cristalería" . Procurará adelantar y forzar el paso de un Peón, que es fácil quede aislado y se pierda con rapidez.

Examinemos el curso posterior del juego : 1 4. D X D

Más o menos obligada, porque si se jugara : 1 4. Enroque TR, D X D ; 1 5. C X D, P-4R ; pierde un Peón.

14. . . . C X D 1 5. Enroque TR

Por lo general, no es aconsejable enrocar al Rey lejos de la hostil mayoría de Peones. Debe estar a la mano cuando se necesite ayuda para detener a un peón pasado potencial. En lugar de la jugada indicada en el texto, ésta debió ser 1 5 . R-2D y 1 6. TR-IAD.

1 5 . . . . A-3R 16. P-4R

Se deduce que las blancas tratan de explotar su mayoría de Peones en el centro, pero con poco éxito, como se observará.

1 6. . .. A-50 Ataque indirecto a Peón de Dama.

1 7 . TR-1D P-3R

Con objeto de aislar a un posible Peón pasado. 18. R-1 A

E l Rey, evidentemente lamentando e l haberse enrocado, m1c1a su avance a la posición adecuada.

1 8.

1 9. A X A

A X C TD-IA

(35)

MAYORÍA DE PEONES EN EL FLANCO DE DAMA 20. T-2D 20. TD-IA, TXT ; 2 1 . TXT, TXP. 20. . . . P-4R 2 1 . P-5D 2 1 . TD-lD, C-5A ; 22. T-3D, C-7C. 21 . C-5A 22. T -2R C-3D 23. T-IC T-5A 24. P-3C T( l D ) - l AD 25. A-2C T -8A jaque 26. TXT T X T jaque 27. T- l R TXT jaque 28. RXT (Nr 25).

25

37

Las negras han utilizado la columna del Alfil de Dama para forzar el cambio de Torres a efecto de procurarse un final favorable de Caballo contra Alfil (ver el N9 20, Botvinnik-Konstantinopols­ ky ) . La forma de conducir este final se tratará más adelante.

(36)

38 ClliTBRIO Y TÁCTICA EN EL AJBDREZ

Se debe agregar que aun antes de que tuviera lugar el cambio general de piezas en este ejemplo, las negras estaban en condiciones de utilizar la columna del Alfil de Dama para emprender un ataque contra el aislado Peón TD de las blancas. Lo anterior se verá en el siguiente ejemplo :

KOSTIC-GRUNFELD, Teplitz-Schonau, 1922

l. P-4D, C-3AR ; 2. P-4AD, P-3CR ; 3. C-3AD, P-4D; 4. PXP, C XP; 5. P-4R,

C

X C ; 6. P X C, P-4AD ; 7. C-3A,

A-2C ; 8. A-5C jaque, A-2D ; 9. A X A jaque, D X A ; 1 0. Enro­

que, P X P ; 1 1 . PX P, C-3A; 12. A-3R, enroque TR. (N9 26).

26

Teóricamente, la posición se declara a favor de las negras. En seguida proporcionamos, sin notas, la continuación de la partida, la que arrojará más luz sobre nuestro tema.

(37)

MAYOJÚA DE PEONES EN EL FLANCO DE DAMA 28. D-3R 29. P-SR 30. D X D 3 1. T-lD 32. P X P 33. T-2D 34. P-4A 35. T-2R 36. P X P jaque 37. R-2C 38. R-3A (NP 27) T-7A D-4A T X D P X P T-4T R-2C R-3A P--4CR R X P R-4A 39

Aquí, nuevamente las negras se hicieron dueñas de la columna del Alfil de Dama con el Caballo en 4TR, un puesto efectivo en conexión con el salto a 5AD. Ahora, otra vez las negras juegan pa­ ra simplificar la partida a fin de aprovechar los puntos débiles que las blancas se han creado en el centro. En el diagrama número 27

27

se observan dos Peones blancos que necesitan apoyo, y tarde o temprano las blancas se encontrarán en Zugswang, perdiendo uno de sus peones en la partida. ·

(38)

40 48. P-4T 49. P-4C 50. R-4R 5 1. T-6T jaque 52. R-5A 53. T-7T 54. R-4R 55. R-3R

Las blancas abandonan.

CRITERIO Y TÁCTICA EN EL AJEDREZ

R-3A T-6C jaque P-6T R-2C P-5C T-6A jaque T-7A T-7CD

(39)

CAPÍTULO 1 1 1

ATAQUE SOBRE E L FLANCO D E DAMA

Existe una estrecha relación entre el tema de nuestro último ca­ pítulo y el "ataque sobre el flanco de Dama", aun cuando el aprove­ chamiento de una mayoría en el flanco de Dama no constituya en sí

misma un ataque, hablando con propiedad.

El ataque que examinaremos a continuación lleva como mira objetivos, peones o piezas definidas, en tanto que en el otro caso, el propósito es efectuar una irrupción de por lo menos un Peón, mien­ tras que la verdadera lucha con frecuencia se desarrolla en otros frentes.

El ataque por el flanco de Dama es local y, por su naturaleza, mucho más violento. Un ejemplo práctico ilustrará la idea mejor que las palabras.

BOGOLJUBOW-CAPABLANCA, Nueva York, 1924

l. P-4D, C-3AR ; 2. C-3AR, P-4D ; 3. P-3R, P-3R ; 4.

A-3D, P-4A ; 5. P-3CD, C-3A ; 6. Enroque, A-3D ; 7. A-2C,

enroque ; 8. CD-2D, D-2R ; 9. C-5R, P X P ; 1 0. P X P, A-6T ; 1 1 . A X A, D X A ; 1 2 . CD-3A, A-2D ; 1 3. C X C, A X C.

Aquí, el texto dice : las negras tienen mejor posiCión. ( N9 28) .

28

(40)

42 CIUftJUO Y TÁ.Cl'ICA llN llL AJEDREZ

blancas, pero, si se hace necesario, puede arrojarse de allí o cam­ biarse jugando D-1 A.

Entonces, ¿ por qué es preferible el juego de las negras ? Respues­ ta : Porque tienen oportunidad de efectuar un ataque sobre el flan­ co de Dama.

Los tres peones del ala de la Dama blanca colocados en 2TD, 3CD y 2AD tienen posiciones sólidas y bien protegidas ; entonces, ¿ cuáles son las oportunidades para atacar ?

Se debe decir que el ataque de las negras no depende de movi­ mientos sencillos y aislados, sino más bien de un amplio plan bien urdido. El Peón blanco AD es débil o, para ser más precisos, puede debilitarse. Por el momento está protegido en forma adecuada por el Alfil, pero esta pieza puede cambiarse ; de hecho, el Alfil negro puede forzar su cambio, después de lo cual dicho Peón tendrá que ser protegido por otros medios quizá de menos posibilidades. Enton­ ces el Peón podrá ser atacado en una columna abierta, quizá por una Torre, o poi" dos Torres, por la Dama, y aun posiblemen­ te por el Caballo negro. Queda por contestar la pregunta relativa a que si las blancas podrán, en el momento preciso, echar mano de medidas defensivas adecuadas.

No parece que esto sea muy difícil si las blancas tienen igual número de fuerzas a su disposición, pero el problema no es tan sencillo como parece. Mientras las piezas blancas se encuentran comprometidas en la defensa del Peón AD, es muy probable que las negras, sin aflojar la presión, amenacen otros sectores del frente y proporcionen a las blancas problemas adicionales que quizá no

sean capaces de resolver.

Examinemos la verdadera razón de las dificultades de las blan­ cas, así como la base de las oportunidades para atacar de las negras. La columna abierta AD no es el principal factor, sino el hecho de que las blancas jugaron P-3CD. Si este Peón permaneciera aún en su casilla original en 2CD, las blancas podrían jugar P-3AD y po­ co tendrían que temer.

En consecuencia, ¿ fue incorrecta la quinta jugada P-3CD ? No. Ya que si llegaramos a tan drástica conclusión, no se podría hacer ninguna jugada en absoluto. La verdadera equivocación ocurrió cuando, en una etapa posterior, las blancas cambiaron su Alfil de Dama en la jugada número 1 1 , ya que aquel cambio produjo "agu­ jeros" en la posición del flanco de Dama ( 2CD y, más particular­ mente, 3AD ) , y estos "agujeros" dieron a las negras la oportunidad

de aprovechar la columna abierta AD.

(41)

.TAQUE SOBRE EL FLANCO DE DAMA 43

CD-2D ) , impidiendo así definitivamente la maniobra de las ne­ gras en . . . A-6TD.

Obsérvese bien que las blancas no podían posponer P-3TD, ni tan siquiera por una sola jugada más, sin exponerse a mayores daños ; por ejemplo : si en la partida que nos ocupa hubieran ju­ gado 9. P-3TD (en lugar de 9. C-5R ) , las negras, al jugar 9 . . .. P-4R, también habrían obtenido una mayoría en el centro, así como un juego más libre.

Por consiguiente, el juicio de la posición en el N!' 28, es :

Las blancas tienen una posición un poco mejor, porque pueden iniciar un ataque sobre el flanco de la Dama blanca por la columna abierta AD, a cuyo ataque ayudará el hecho de que existan "aguje­ ros" en 2CD y 3AD de las blancas.

El planeamiento de las jugadas : antes de extendernos sobre estl' particular, estudiemos primero el curso de la partida :

1 4. D-2D

Existen algunas ideas alternativas :

l. 14. P-4A, a fin de libertar a su congénere a la mayor bre­ vedad. Amenaza 15. P-5A, estableciendo una mayoría de peones en el flanco de Dama, y en esta forma las negras no tienen más re­ medio que cambiar peones : 14 . . . . P X P ; 15. P X P. Y ahora, ¿ có­ mo están las cosas con relación a la formación de peones de las blan­ cas ; mejoró o empeoró ? Definitivamente está peor, ya que después de 1 5 . . . . TR-1D, el Peón blanco de la Dama se ha debilitado. Después de, por ejemplo, 16. C-5R, A-5T ( no 16 . . . . T X P ; 1 7 .

A X P jaque ) ; 1 7. D-2D, D-3D ; 1 8. C-3A, A-3A, resulta cla­ ro que las blancas no saldrán sanas y salvas.

Conclusión : jugando P-4AD, ahora o más tarde, las blancas transfieren la debilidad de la columna AD a la columna D sin que por ello fortalezcan su posición en alguna otra forma.

(42)

44 CRITERIO Y TÁCTICA EN EL A.JEDRM:

que las negras pueden salvar las dificultades, las negras llevan la iniciativa.

3. 14. D- 1 A. Ésta parece ser la mejor continuación del juego, pues si el atacante decide aceptar la oferta y cambiar Damas, se ve privado de su principal pieza de ataque, lo que es otra forma de decir que sus ataques serán mucho menos peligrosos. Además, una vez que las Damas salgan del tablero, el Rey blanco puede jugar un papel muy importante en la defensa del flanco de su Dama. Al mis­ mo tiempo, las blancas, jugando 1 4. D-1 A, abandonan cualquier intención de asumir la iniciativa, y confiesan que no obstante haber JUgado primero, no han sabido mantener esa prerrogativa, confesión que no es fácil de hacer en ningún momento.

1 4.

15. P-3A

TD- 1 A P-3TD Preparándose para la siguiente jugada :

16. C---5R A-4C

Importante movimiento intermedio que forma parte de la estra­ tegia de las negras. A fin de aumentar la presión sobre la casilla 3AD de las blancas, las negras aceptan doblar su Peón CD. Y lo hacen con más presteza cuando su Peón colocado en 4CD ayudará al ataque impidiendo la jugada P-4AD de las blancas.

1 7. P-3A

Examinemos la jugada 1 7 . A X A, P X A ( 1 7 . . . . C-5R ; 1 8. D-IA, D X D ; 1 9. TR X D, P X A ; 20. P-4AD, conduce solamen­ te a resultados similares ) ; y ahora :

l . 1 8. TR- 1 A, C-5R ; 19. D-3R, ( no 1 9. D-3D, D-7C, ni aun cuando se produjera : 19 . . . . C X PAD ) , 19 . . ..

T -2A, con las siguientes continuaciones :

(a) 20. P-4AD, PC X P ; 21 . P X P, D X D ; 22. P X D, P-3A, ganando un Peón ; o

(b) 20. P-3A, C-3D ; 2 1 . T-2A, TR-1 A ; 22. TD­ l AD, P-5C, ganando también un Peón, porque 23. P-4AD falla después de 23 . . . . PX P, ya que la Dama blanca está descubierta.

(43)

ATAQUE SOBRE EL FLANCO DE DA){A 1 7. 1 8. C X A 1 9. TD- 1 A 20. T-2AD 2 1 . TR-1A A X A T-2A TR- 1 A C-1 R C-3D (Nv 29).

29

45

Las fuerzas de cada bando ya ocuparon los lugares apropiados : las Torres negras amenazan al Peón AD, el Caballo negro domina al 4AD de las blancas, en tanto que las Torres blancas vigilan su flanco de Dama, y el Caballo blanco puede movilizarse a 5R y 5AD.

22. C-5R

Una jugada desafortunada. Debió jugar 22. C-5A, a fin de poder trasladar el Caballo a 4TD en caso de que se hiciera necesa­ rio reforzar la defensa del Peón débil AD.

Después de 22. C-5A, las negras pueden jugar 22. . . . P--4R ; pero, en ese caso, también las blancas juegan 23. C--4-T, y el avan­ ce de las negras ha debilitado su posición, dando a la Dama blanca oportunidad de atacar.

(44)

46 CRITERIO Y TÁCl'ICA EN EL A.JEDRilZ

Se observa que una vez que este tipo de ataque está bien pla­ neado y certeramente dirigido, resulta muy tenaz y coloca al defen­ sor en dificultades, que a veces resultan tareas inútiles. Debe tenerse cuidado de no exponerse a un ataque de esta naturaleza. Se necesi­ tan muchas precauciones al jugar 8. C-2D, a menos que permita 1 0 . ... A-6TD.

22. D-4T

Ha llegado el momento en que la Dama tome una participación directa en el ataque, y ahora, amenaza con 23. . . . C-4C, después del cual cuatro piezas sufrirán a causa de la vulnerabilidad del 3AD de las blancas.

23. P-4TD

Con el doble objeto de impedir 23 . . . . C-4C y de llevar a ca­

bo la siguiente maniobra : el Caballo blanco tratará de llegar a 5AD vía 3D. A continuación, P-4CD y P�5TD "cancelarían" el punto débil de las blancas, en forma muy parecida a la nota an­ terior.

Las negras no necesitan permitir que esto suceda, y pueden an­ ticiparse a las intenciones de las blancas con algunos golpes decisivos. En vez de 23. P-4TD, las blancas debieron jugar 23. C-3D, ejemplo 23 . . . . C-4C, y ahora las blancas juegan :

No (1) 24. C-4C, a causa de 24 . . . . C-6T ; 25. T-2C, D X C ; 26. P X D, T X T jaque ; 27. R-2A, T ( 8A ) -7A, etc.

Sino (2) 24. C-5A, P-3CD ; 25. C-4T, y las blancas pueden arriesgar 26. P-4AD, aun después de 25. . . . C-3D.

30

23 . . . . D-3C

(NP 30)

(45)

ATAQUE SOBRE EL FLANCO DE DAMA 47 l . 24. P-4CD, P-4TD.

(a) 25. P X P, D X P y las blancas no pueden defender el Peón TD sin dejar al Peón AD abandonado a su suerte.

(b) 25. T-2C, P-3A ; 26. P X P, D X P ; 27. C-3D, C-5A.

(e) 25. T-lC, P X P ; 26. T X P, D X T ; 27. P X D, T X T ;

28. D-4A, ( la dama estaba en peligro de perderse ) : 28. . . . T -8A jaque ; 29. R-2A, C-4A, etc. (d) 25. P-5C, C-5A ; 26. C X C ( 26. D-2R proporciona

resultados muy parecidos ) ; 26 . . . . T X C ; 27. T-2T, P-4R ; etc.

2. 24. T-2C, C-4A ( amenazando 25 . . . . C X P ) ; 25. T ( 2C \ -lC, P-3A.

(a) 26. C-3D, T X P ; 27. T X T, D X P jaque ; etc. (b) 26. C-4C, P-4R, y el 4D blanco cae.

3. 24. T-lC, C-4A ; con una secuela similar.

Obsérvese con especialidad la forma en que las negras pudieron aprovechar circunstancias accesorias (como la inutilización del Peón de la Dama blanca por la Dama negra ) para alcanzar su objetivo. Sin embargo, estos pequeños eventos entran en escena en una u

otra forma cuando un jugador está comprometido por la necesidad de defender un punto débil (como, en este caso, el 3AD de las blancas ) y, en consecuencia, no puede desarrollar su juego con libertad.

24. C-3D

Las blancas entregan el Peón con el fin de intentar una con­ traofensiva ; pero todo lo que consiguen es demorar la ejecución. A continuación damos las jugadas restantes, sin comentario.

24 . . . . D X P ; 25. C-5A, D-3C ; 26. T-2C, D-2T ; 27.

D- l R, P-3CD ; 28. C-3D, T-5A ; 29. P-5T, P X P ; 30. C-5A,

C-4C ; 3 1. T-2R, C X PD ; 32. P X C, T ( lA ) X C. Las blancas se retiran. '

Recapitulando : el plan de las negras a partir del diagrama nú­

mero 28, fue elaborar un ataque sobre el flanco de Dama, dirigido principalmente contra el Peón AD. Su ejecución incluía :

(1) Doblar sus Torres en la columna AD.

(2) Eliminación de la principal pieza de defensa ( el Alfil en 3D ) por medio de un cambio ( . . . P-STD y . . . A-4CD ) .

(3) Impedir a las blancas proteger su punto débil mediante el control de su 4AD.

(46)

48 CRITERIO Y TÁCTICA EN EL AJEDREZ

la Dama, el Caballo y los Peones vecinos ) en las casillas adecuadas, donde deben permanecer hasta que llegue el momento oportuno para la combinación final.

En el ejemplo anterior se vio que al crearse un segundo punto débil ( Peón en 3CD, después de P-4TD ) siguió una rápida de­ bacle, como casi siempre sucede en tales circunstancias. En este caso, se puede muy bien sentar una regla general : la defensa de un punto débil es una tarea difícil, y la de varios, una tarea imposible.

En este aspecto, la partida siguiente (otra vez una de las de Capablanca ) es especialmente característica. Las negras ofrecen (o pierden ) un Peón del flanco de Dama, pero de ahí obtienen ciertas líneas de ataque por las cuales los Peones del flanco de Dama se ven sujetos a tan múltiples y variadas amenazas que al final se hace imposible toda defensa.

NIMZOWITSCH-CAPABLANCA, San Petersburgo, 1 9 1 4

l.

P-4R, P4R ; 2. C-3AR, C-3AD ; 3. C-3A, C-3A ; 4. A-50, P-3D ; 5. P-4D, A-2D ; 6. A X C, A X A ; 7. D-3D, P X P ; 8. C X P, P-3CR ; 9. C X A, P X C; 10. D-6T, D-2D; 1 1 . D-70, T-I A ; 1 2 . D X PT, A-20.

La teoría dice

(

N9 31 ) : "Las negras tienen oportunidad de efec­ tuar un ataque más vigoroso a cambio de su Peón", con lo cual,

31 32

desde luego, se quiere dar a entender el ataque por el flanco de Dama.

(47)

ATAQUE SOBRE EL FLANCO DE DAMA 49

Sin embargo, estoy convencido de que ningún crítico se hubiera aventurado a caracterizar una posición como la que nos ocupa co­ mo favorable, de no haber sido por la grande y convincente historia que descubre este particular ejemplo. Se tendría que conformar con el dicho : "Las negras obtienen poca compensación por su Peón".

Veamos cómo las negras aprovechan las oportunidades. 1 3 . Enroque Enroque

14. D-6T

Las blancas se inclinan por las medidas defensivas y desean mo­ ver su Dama a 3D. Es notable como aun la ventaja de un Peón puede hacer más precavido al jugador, casi en la misma forma que sucede con las posesiones en la vida real.

Pero ello no tiene ningún efecto sobre nuestra investigación, ya sea que un método más emprendedor hubiera o no proporcionado mejores resultados para las blancas, aun cuando bien pudiera haber sido así. Por cierto que apenas si podía hallarse peor que en el juego verdadero.

14.

15. D-3D

TR-1R D--3R

Atacando nuevamente al Peón del Rey y preparando la impor­ tante maniobra C-2D-4R-5A.

16. P-3A 1 7. A-2D 1 8. D-2R C-2D C-4R C-5A (NP 32)

En forma completamente súbita, el ataque de las negras ha estallado en toda su fuerza. Su primer objetivo es el peón CD de las blancas, y la especial significación del Alfil negro en 2CR se ma­ nifiesta en la siguiente petite combinaison : 1 19. P-3CD, A-5D

jaque ; 20. R-1 T, C X A ; 2 1 . D X C, D-4R, y gana ( 22. P-4A, A X C ) . Se percibe perfectamente bien, el porqué las negras, unas cuantas jugadas atrás, provocaron 1 6. P-3A. Un jaque en 5D puede ser oportuno en ocasiones.

1 9. TD-1C T-1 T (JI{,P 33)

Ahora el segundo punto débil de las blancas está bajo el fuego, y ya no se puede evitar por más tiempo la pérdida de uno de sus

I Pequeña combinación o "combinacioncita", palabra que con fre­

(48)

50 CRITERIO Y TÁOTIOA BN EL AJEDRBZ

Peones. En realidad, esto no es demasiado serio, ya que, después de todo, las blancas llevan un Peón de ventaja y no resienten la pérdida. De hecho, pueden, retribuyendo ese Peón, mejorar su posi­ ción, como, por ejemplo, después de 20. P-3CD, C-6T ; 2 1 . TO­ lA, A X C ; 22. A X A, C-4C ; 23. A-2C, T X P ; 24. T-lC, y las blancas tienen un juego magnífico, estando su Alfil colocado en posición muy efectiva.

33 34

En realidad, 20. P-3CD es la mejor jugada de las blancas. Sin embargo, las blancas no necesitan seguir la secuela dada arriba. Tienen una línea más fuerte en 20 . . . . C X A ; 2 1 . D X C y ahora . . .

No (1) 2 1 . . . . A X C ; 22. D X A, porque las negras no recupe­ ran su peón, ya que el peón AD no está protegido ;

y todavía menos (2) 2 1 . . . . D-4R ; 22. C-4T, ya que la po­ sición de las blancas queda consolidada ;

en cambio, (3) 2 1 . . . . T-6T ; y ahora las negras pueden cap­ turar al PTD a su placer alejando al Caballo ( 22. TR-lR, D-4R ; 23. T-3R ?, A-3T ) . Las negras todavía tendrán que encontrar jugadas mejores aun cuando su Alfil sea más fuerte que el Caballo de las blancas.

20. P-4TD

Esta jugada puede ser buena únicamente si va seguida de inme­ diato por P-3CD. Pero ese no es el caso en esta posición.

20 . . . . 2 1 . D X C

C X A D-5A

(49)

ATAQUE SOBRE EL FLANCO DE DAMA 51

22. TR-lD

22. D-3D, D-4A jaque, no proporciona ningún alivio. 22 . . . . TR- l C

Observe e l extremo cuidado con que las negras tratan d e recu­ perar su Peón, evitando en lo particular un intercambio prematuro en 3AD de las blancas.

23. D-3R

La amenaza de las negras era 23 . . . . T X PC ; 24. T X T, A X C, llegando el disputado Peón por sí solo.

23. Amenazando 24. 24. D-5C 25. R-l T A-5D. T-5C A-5D jaque TD- l C

(N9 34)

El juego de las blancas se derrumba ahora como un castillo de naipes. Está amenazado con la pérdida de una pieza : 26. . . . A X C. Si mueve la Torre de la Dama, su Peón CD cae, lo mismo que el Peón de AD, sin que por ello pierda su fuerza el ataque. ¡ El Caballo blanco no tiene ningún movimiento !

26. T X A

Con esta jugada, las blancas prolongan l a resistencia. En vista de esta posibilidad, parece que hubiera sido mejor para las negras detener el jaque en 24 . . . . A-5D jaque, y jugar 24 . . . . TD- l C primero. Pero, e n realidad, n o tiene significación, e l j uego está ga­ nado por las negras, de todas maneras. Siguen estas j ugadas : 26. . . . D X T ; 27. T-l D, D-5A ; 28. P-4T, T X PC ; 29. D-2D, D-4A ; 30. T-lR, D-4TR ; 3 1 . T-l T, D X P paque ; 32. R- l C, D-4T ; 33. P-5T, T-l T ; 34. P--6T, D-4A jaque ; 35. R-l T, D-5A ; 36. P-7T, D-4A ; 37. P-5R, D X PR ; 38. T-4T, D-4T jaque ; 39. R-lC, D-4A jaque ; 40. R-2T, P-4D ; 4 1 . T-4T, T X PT. Las blancas abandonan.

Impresionante y convincente fue este último ejemplo ; nuestro ataque al flanco de Dama no necesita por ningún motivo a los Peo­ nes contrarios. El objetivo también puede ser, y con frecuencia lo es, obtener el dominio de casillas vitales en la posición enemiga y,

consecuentemente, desarticular el desarrollo normal del juego del oponente, etc.

(50)

52 CRITERIO Y TÁCTICA EN EL AJEDREZ

ELISKASES-LANDAU, Noordwijk, 1938

l. P-4D, P-4D ; 2. P-4AD, P-3R ; 3. C-3AD, C-3AR ; 4. A-5C, A-2R ; 5. P-3R, enroque ; 6. C-3A, CD-2D ; 7. D-2A, P-3A ; 8. T-1 D, P-3TD ; 9

:

P-3TD, T-1 R ; 10. A-3D, P X P ; 1 1 . A X P, C-4D ; 1 2. A X A, D X A ; 1 3. C-4R, C (4D ) -3A; 14. A-3D, C X C ; 15. A X C, P-3T ; 16. Enroque

(N!> 35) .

35 36

De acuerdo con Fine, las blancas tienen mejor posición.

La primera impresión que causa es que no hay mucho donde elegir entre los dos campos. Las negras no están completamente desarrolladas, pero su posición da el aspecto de solidez. Pero con un examen más cuidadoso, la cosa no parece ser tan fácil para las negras, con especialidad por lo que toca al desarrollo de su Alfil de Dama. Una ingeniosa concepción de lo que constituye desarrollo, no será bastante aquí : "Las negras juegan : . . . C-3A, seguido

por . .. A-2D, ¡ y todo queda bien ! " El hecho es que el Alfil está bien colocado, pero no está movilizado. El curso del juego aclarará esta idea.

16. P-4AD

La idea que subraya esta jugada es : cuando de pronto llegue el Alfil a 2D, existirá una salida en dirección de 5TD.

1 7 . T-lA 1 8. P X P 19. C-5R

P X P C-3A

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